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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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El gobierno de Pedro Sánchez quiere seguir depauperando a las clases medias con fuertes
subidas sobre los impuestos que graban el ahorro. Veámoslo.
Una de las partes más inquietantes del reciente discurso de Pedro Sánchez en el que amenazaba
con futuras y masivas subidas de impuestos a los ricos no fue la parte donde se incluía
la consigna populista de los Lamborghinis sino más bien esta otra. Lo haremos, insisto,
no para perjudicar a los millonarios sino para proteger a las clases medias y trabajadoras
de un sistema que continúa siendo extraordinariamente injusto. Lo que Sánchez nos está diciendo es que
planea subir los impuestos a los ricos para proteger, atención, no a los pobres, no a las
personas desamparadas, no a las personas que no sean capaces de salir adelante por sí mismas,
sino a las clases medias. Un país que disponga de una clase media sana, robusta, vibrante,
es un país cuya clase media resulta en gran medida autosuficiente. Es una clase media que
dispone no sólo de un volumen de ingresos que le permite ahorrar con holgura, sino que ya dispone
de un patrimonio que le otorga seguridad económica y que le permite hacer frente a imprevistos y
contingencias. Es decir, una clase media robusta, sólida, sana, es una clase media que puede aspirar
a más, que puede aspirar a vivir mejor, pero que vive sin miedo. Pedro Sánchez aquí nos está diciendo
que la clase media española se ha depauperado tanto en los últimos años que vive con miedo y que como
vive con miedo necesita de la protección del Estado. Necesita que el Estado le transfiera
muchos más recursos de los que ahora mismo le está transfiriendo. Y es ahí donde nos dice que hay que
subir los impuestos a los ricos no para dárselos a los pobres, que hasta cierto punto y desde una
perspectiva socialdemócrata podría tener pleno sentido. Subimos los impuestos a los que más tienen
y se lo damos a los que menos tienen para darles una oportunidad de salida adelante.
No, no. Es que esos recursos que se les quitan a los ricos no han de ir a parar, según Sánchez,
a los más necesitados, a los que menos tienen, sino a las mismísimas clases medias españolas.
¿Acaso sea porque esas clases medias ya se van equiparando a los que menos tienen? Pues bien,
en este contexto de clases medias depauperadas, de clases medias descapitalizadas, de clases medias
despatrimonializadas, el gobierno de Pedro Sánchez anuncia una vuelta de tuerca adicional a la fiscalidad,
según nos dicen, sobre los más ricos. Pero claro, según nos desvela hoy el diario económico Expansión.
Y de una manera que además liga con una de las propuestas y exigencias tradicionales del socio
de gobierno de Pedro Sánchez. Sumar lo que este gobierno fiscalmente voraz entiende como rico,
en realidad es toda persona que perciba rentas de su ahorro. Toda persona que perciba rentas del capital.
El gobierno baraja nuevas subidas fiscales al capital. Una vuelta de tuerca a la imposición
verde, la perpetuidad de los tributos a banca y energéticas o la restitución de los tipos
tradicionales de IVA en energía y alimentos. Que los impuestos a la banca y a las energéticas se
iban a volver permanentes. Que se iba a restablecer el IVA sobre la energía o sobre los alimentos. O que
la fiscalidad verde iba a seguir en aumento. Era algo perfectamente esperable y que ya estaba en el
guión de este gobierno. La novedad a raíz del reciente discurso de Pedro Sánchez sobre los nuevos
impuestos a los ricos es que se pretende seguir incrementando la tributación de las rentas del
capital. Y claro, cuanto más se incremente la tributación de las rentas del capital, más difícil
será acumular un patrimonio que te permita convertirte en una clase media de verdad. Por ejemplo,
una familia que consiga ahorrar 5.000 euros anuales y que decide invertirlos en un fondo de renta global
diversificada, como pueda ser el MSCI World, que ha proporcionado desde el año 80 una rentabilidad
media anual después de inflación del 7%, esa familia, si no tuviera que pagar impuestos sobre
el capital, terminaría al cabo de 40 años con un patrimonio bursátil después de inflación, es decir,
con poder adquisitivo constante, de más de un millón de euros. Este tipo de inversiones periódicas en
un fondo de renta variable global que permiten ir acumulando a largo plazo un patrimonio es algo que
por cierto podéis hacer a través de la entidad que apadrina este vídeo, Freedom24. A través del
broker de Freedom24 disponéis de una amplia variedad de acciones y de ETFs en los que poder
invertir para ir construyendo vuestro patrimonio, entre ellos el MSCI World. Además, aquella parte de
vuestro ahorro que mantengáis en liquidez a la espera de decidir dónde la invertís, será remunerada a través
de la cuenta D de Freedom24 a un tipo de interés del 3,62% en euros y del 5,34% en dólares. Si quieres
obtener más información sobre las diversas opciones que ofrece el broker de Freedom24 y también sobre
su cuenta D que remunera la liquidez inmediatamente disponible al 3,62% en euros, puedes obtenerla
pinchando en el enlace que aparece en la caja de descripción de este vídeo o en el comentario
destacado. Pues bien, como digo, un hogar que consiga ahorrar 5.000 euros anuales e invertirlos
y reinvertirlos al 7% anual durante cuatro décadas terminaría poseyendo un patrimonio después de
inflación, descontada la inflación, de más de un millón de euros. Sin embargo, si ese mismo hogar ha de
pagar un impuesto sobre las rentas del capital, es decir, sobre sus plusvalías, es decir, sobre las
ganancias devengadas por su capital del 20%, que es aproximadamente el tipo impositivo medio que hoy
pagarán la inmensa mayoría de hogares por sus rentas del capital, entonces, en ese caso, al cabo de 40 años,
ese hogar que ha conseguido ahorrar con enorme esfuerzo 5.000 euros anuales para invertirlo,
con el riesgo que ello supone, claro, en la renta variable global para conseguir un 7% de rentabilidad
media anual, terminaría al cabo de 40 años con un patrimonio de 740.000 euros. Una diferencia, por tanto,
y con respecto al escenario sin impuestos sobre el capital de 330.000 euros, que habrían sido, o que
más bien habrán sido devorados por la incontenible gula recaudatoria del Estado. Pero, como digo, a Pedro
Sánchez este impuesto medio sobre las rentas del capital le parece muy escaso. Entonces, ¿hacia qué
escenario nos dirigimos? Si Pedro Sánchez incrementara el tipo medio sobre las rentas del capital del actual 20%
hasta el 30%, esta misma familia, al cabo de 40 años, no poseería 1.070.000 euros, ni tampoco 740.000 euros,
sino 618.000 euros. El Estado le habría atracado 450.000 euros. Y si Pedro Sánchez incrementara el tipo
medio de las rentas del capital hasta el 40%, el patrimonio final poseído por esta familia sería
de apenas 520.000 euros. Es decir, menos de la mitad que en el escenario sin impuestos. Masacran
la capacidad de acumulación patrimonial a través de impuestos gravosísimos sobre ese capital y luego
resulta que las clases medias están despatrimonializadas, están descapitalizadas, están al albur de la
fatalidad porque no cuentan con ningún colchón patrimonial y, en consecuencia, tiene que llegar
el Estado salvífico a proteger a esas clases medias empobrecidas. Porque de eso se trata,
de que las familias no sean autosuficientes financieramente y de que, por tanto, toda su
seguridad económica dependa de las dádivas, de la gracia, de la aparente buena voluntad,
de la liberalidad del Estado providente. Es decir, de Pedro Sánchez y de los suyos. Nos prefieren
pobres y descapitalizados para que se lo tengamos que deber todo, para que nos sometamos servilmente
al Estado porque es el Estado el que nos tiene que proteger y el que nos lo tiene que dar todo. Y sí,
desde luego, una fuerte subida de los impuestos sobre el capital que acaso esté preparando Pedro
Sánchez constituiría un importante desincentivo a ahorrar y a invertir en España. Pero, desde luego,
no por ello deberíamos renunciar a capitalizarnos. No por ello deberíamos dejar de aspirar a poseer un
patrimonio que nos dé autosuficiencia financiera. Porque eso es lo que buscan y eso es lo que no tienen
que conseguir. ¿Existe alguna forma de escapar a la voraz tributación que sobre el capital prepara
Pedro Sánchez? Pues ciertamente existe una forma en la que todo el mundo estará pensando, que es
marcharse de España. Tributar en otras jurisdicciones fiscales donde el ahorro y los rendimientos del
ahorro estén mucho menos maltratados. Pero para no caer en la desesperanza también hay que reconocer
que existe una alternativa a marcharse de España y no pagar esta enorme mordida fiscal sobre el ahorro
que pretende hacernos pagar Pedro Sánchez. Y esa alternativa consiste en ir ahorrando e invirtiendo
a largo plazo sin liquidar nuestras posiciones patrimoniales, sin realizar nuestras plusvalías
en ningún momento a lo largo de los próximos años. Si sólo vamos añadiendo nuevo ahorro a un fondo de
renta variable global diversificado y no liquidamos nuestro patrimonio acumulado en este fondo realizando
las plusvalías, no tendremos que pagar temporalmente los altos tipos impositivos sobre el capital que nos
quiera reclamar Pedro Sánchez. Desde luego, cuando a largo plazo queramos desinvertir nuestras
posiciones, sí deberemos hacerlo. Pero si para ese largo plazo, dentro de 10, 20 o 30 años, hemos
conseguido reorientar el rumbo de este país desde una jurisdicción salvajemente confiscadora del ahorro
de los españoles a una jurisdicción relativamente amigable con el ahorro de los españoles, es decir,
si a largo plazo conseguimos revertir la subida del impuesto sobre las rentas del capital que planea
aprobar Pedro Sánchez, entonces aquellos que ahorren y que inviertan en la actualidad y no
realicen ganancias durante el periodo de alta fiscalidad de Pedro Sánchez no terminarán pagando
las monstruosas cantidades que he mencionado antes. Así pues, ahorremos, invirtamos y cambiemos el rumbo de este país.
¡Gracias!