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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Turquía copia a Argentina. Turquía toma, como ejemplo, a Argentina.
¿Pero en qué? ¿En qué rúbrica los políticos turcos están emulando a los políticos argentinos?
Veámoslo.
Conocer los datos reales de inflación es muy importante para los ciudadanos por dos
motivos. El primero es que pueden ajustar sus expectativas de inflación al encarecimiento
real de los precios. Los trabajadores, por ejemplo, pueden pugnar por alzas salariales
que al menos igualen lo que están subiendo los precios en el resto de la economía. Los
arrendadores pueden intentar elevar los alquileres que les cobran a sus arrendatarios en función
de cuanto esté subiendo el coste de la vida en el resto de la economía, etc. Es decir,
tener buenas expectativas de inflación es importante para que los ciudadanos, al renegociar
sus rentas nominales, puedan protegerse frente a la mordida que constituye la inflación.
Y en segundo lugar, conocer el dato real de inflación, un dato no manipulado de inflación,
es importante para poder exigir responsabilidades a los encargados de gestionar la moneda, es
decir, a los políticos y a los banqueros centrales. Si la inflación se descontrola,
si la inflación está muy elevada, es que políticos y banqueros centrales no están
haciendo adecuadamente su trabajo de proteger, de preservar, de cuidar el valor de la moneda
y si no lo están haciendo bien, los ciudadanos tenemos que exigirles responsabilidades para
que empiecen a hacerlo bien, para que eviten desmanes desde el lado del gasto público o
desde el lado de la oferta monetaria, que son los desmanes que explican por qué la moneda
pierde sistemáticamente valor. Pues bien, estas dos razones por las cuales
a los ciudadanos si les interesa conocer el dato real de inflación, son las mismas dos
razones por las que a los políticos no les interesa que los ciudadanos conozcamos el
dato real de inflación. Por un lado, los políticos solo nos pueden robar a través
de la inflación, a través del llamado señoreaje, si los ciudadanos no anticipamos correctamente
cuál va a ser la inflación, si los ciudadanos anticipamos correctamente cuál va a ser la
inflación e incrementamos nuestros ingresos exigidos en función de esa inflación, entonces
el gobierno no nos puede robar a través de la inflación. Por ejemplo, supongamos que
el gobierno incrementa su flujo de gasto nominal imprimiendo moneda en un 10%. Si los precios
en el conjunto de la economía son los mismos que antes de que haya incrementado su gasto
nominal imprimiendo moneda, entonces ese gobierno podrá comprar más cosas. Si en lugar de gastar,
pongamos por caso 10.000 millones de dólares, gasta 11.000 millones de dólares y los precios
son los mismos, podrá comprar un 10% más que antes. Ahora bien, ¿qué sucede si los
ciudadanos anticipan? Que el gobierno ha creado nueva moneda y que, por tanto, los precios
a medio plazo van a tender a subir un 10%, pues si los ciudadanos anticipan esto, pueden
subir ya hoy sus precios un 10% y si los precios suben un 10%, el gobierno, por mucho
que gaste un 10% más en términos nominales que el año pasado, no va a conseguir comprar
más cosas. Gastará 11.000 millones de dólares en lugar de 10.000, pero como todos habrá
encarecido un 10%, podrá comprar lo mismo que compraba con 10.000 millones el año anterior.
Por tanto, si el gobierno quiere engañarnos, si el gobierno quiere estafarnos, si el gobierno
quiere cobrarnos impuestos de manera camuflada a través del señorage que posibilita la
inflación, es crucial que los ciudadanos no conozcamos realmente cuál va a ser la
inflación a lo largo del año. Es crucial, por tanto, que no tengamos acceso a fuentes
de información fidedignas que nos permitan conformar una expectativa realista de cuál
va a ser la inflación. Y en segundo lugar, obviamente, a los políticos tampoco les
interesa que conozcamos realmente cuál va a ser la inflación, porque si les podemos
exigir responsabilidades cuando la inflación está muy alta, como los políticos no quieren
asumir responsabilidades y no quieren tomar las medidas que pueden ser necesarias imprescindibles
para controlar la inflación, pues es mejor ocultarles a los ciudadanos cuáles son las
cifras reales de inflación. Por consiguiente, los políticos tienen un fortísimo interés
en manipular las cifras reales de inflación. No siempre es posible, porque afortunadamente
en muchos países existen instituciones independentes, formalmente al menos independientes, del gobierno
y, por tanto, el gobierno no tiene un poder absoluto para manosear cómo se cocina en
esos datos y cómo se calcula la inflación. Sin embargo, aquellos países que tienen instituciones
débiles, instituciones donde no hay una clara separación entre el gobierno y la administración
y, por tanto, el gobierno toma la administración como si fuera su cortijo privado para hacer
y deshacer a su gusto, en esos países la invasión del gobierno a esas instituciones
públicas supuestamente independientes, encargadas de calcular sin sesgos, sin manipulación,
de la manera más transparente, objetiva y, en esta posible, cuál está siendo la inflación,
la interferencia del gobierno en esos organismos puede ser muy grande. Eso es precisamente
lo que sucedió en Argentina entre el año 2007 y el año 2015.
En el año 2007, el gobierno peronista de Néstor Kirchner asaltó, tomó por asalto
el INDEC, el Instituto Nacional de Estadística de Argentina. ¿Y por qué lo tomó por asalto?
Porque estaba presionando a sus funcionarios para que publicaran un dato de inflación
que fuera la mitad del real. Es decir, Néstor Kirchner quería ocultar la mitad de la inflación
que estaban sufriendo, que estaban padeciendo los argentinos. Y como los funcionarios del
INDEC se negaron a publicar datos claramente manipulados, lo que hizo el gobierno de Néstor
Kirchner fue destituirlos y nombrar a hombres suyos que sí estuvieran, obviamente, dispuestos
a publicar estadísticas manipuladas como finalmente sucedió. Este apagón estadístico,
la manipulación estadística se mantuvo, como hemos dicho, en Argentina desde el año 2007
al año 2015, primero con el gobierno de Néstor Kirchner y segundo con el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner. Tal fue la desvergüenza de la manipulación
estadística de Argentina, que incluso organismos favorables ideológicamente cercanos al gobierno
operonista llegaron a denunciar y a criticar esa desvergonzada manipulación estadística.
Por ejemplo, fijémonos en este informe del año 2008 del CENDA, un centro de pensamiento
económico integrado, entre otros, atención por Axel Kicillof. ¿Y qué decía este informe
del CENDA del año 2008, firmado, repito, entre otros por Kicillof? Pues lo siguiente,
como es de público conocimiento, a partir de la intervención política del Instituto
Nacional de Estadística y Censos, INDEC, en enero de 2007, las estadísticas oficiales
han perdido toda credibilidad. En particular, desde esa fecha se ha puesto en cuestión
la veracidad del dato referido a la evolución de los precios y, por tanto, del poder adquisitivo
del dinero. Ahora, Axel Kicillof fue ministro de Economía
de Cristina Fernández de Kirchner entre 2013 y 2015 y mantuvo la politizada intervención
del INDEC para seguir manipulando las cifras oficiales de inflación. Vamos, que no era
un error casual, no es que no fueran conscientes de lo que estaban haciendo, eran perfectamente
conscientes de lo que estaban haciendo desde el primer momento y precisamente por eso
hacían lo que estaban haciendo. Pues bien, hace unos días el presidente de Turquía
se comportó exactamente igual que Néstor Kirchner en el año 2007. En concreto, lo
que hizo Erdogan fue cesar al jefe del Instituto Nacional de Estadística a Turco por haber
publicado que los precios en el mes de diciembre de 2021 eran un 13,5% superiores a los del
mes de noviembre de ese mismo año, una inflación intermenstrual del 13,5%, lo que equivalía
a su vez a una inflación interanual desde diciembre de 2020 a diciembre de 2021 del
36%. Erdogan es el principal responsable de que la inflación turca se esté desbocando
porque en lugar de apostar por una restricción monetaria y fiscal está apostando por todo
lo contrario una expansión monetaria, algo que ya tuvimos ocasión de explicar en un
vídeo anterior y como consecuencia de todo ello, la lira turca se ha desplomado y ese
desplome de la lira turca está alimentando todavía más la inflación a través de las
importaciones. ¿Qué hace Erdogan en lugar de rectificar
su desnortada política fiscal y su todavía más desnortada política monetaria? Reestablecer
la independencia del Banco Central para que los funcionarios del Banco Central puedan
decidir por ejemplo subir los tipos de interés en lugar de seguir bajándolos tal como está
imponiendo Erdogan desde el gobierno turco. No, lo que hace Erdogan es cesar al jefe
del Instituto Nacional de Estadística Turco para manipular las cifras reales de inflación
para ocultar la inflación real que están padeciendo los turcos de tal manera que se
libere la presión que existe sobre él para que rectifique el rumbo de su desnortada política
fiscal y de su todavía más desnortada política monetaria.
Por tanto y en definitiva en qué ha copiado Turquía a Argentina, en su arte de manipulación
estadística para ocultarles el dato real de inflación a los ciudadanos y así poderles
robar con mayor descaro.