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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Me empezaba con la música de Viernes 13, ¿no?
Mucho miedo.
Vosotros, Natalia, Juan Ramón, Jesús,
que sois gente viajada y conocida,
el Viernes 13 también afecta a los mercados en las bolsas,
en el mundo financiero económico, ¿se toman en serio esto?
Bueno, no sé, era esta semana, ¿no?
Porque el Ibex está cerrado con la mejor semana en 22 años.
O sea que, bueno, a un Viernes 13,
pues, un intento de vacuna contra el COVID, ¿no?
Esa es la superstición en los mercados.
No, creo que los mercados sí tienen lo que llaman su mitología,
que es la triple hora brujas,
es cuando coinciden vencimientos de tres tipos de productos de deuda
simultáneamente y después hay otro que es cuando coincide
en los distintos mercados que abren sucesivamente,
pues, hay también su mitología en este tipo de cosas,
no exactamente el Viernes 13,
pero hay sus... sus mitos, por así decirlo, claramente.
Juan Ramón, ¿qué vas a decir?
Yo creo que asustan más ciertos políticos
que el Viernes 13 a los mercados.
No sé quién decía hoy...
Mira, aprovecho para ponerlo sobre la mesa,
que en la Unión Europea hay cierta inquietud
por ver la forma en que está siendo Podemos quién marca las reglas,
o pareciera que fuera, como hoy decía García Paje,
quien marca las reglas del gobierno
y orienta las políticas, incluso, económicas.
¿Es eso cierto?
Yo creo que no es del todo cierto,
que si miramos esos presupuestos que firmaron
antes de la crisis del COVID,
el PSOE y Unidas Podemos para formar un gobierno,
hay muchas medidas que han quedado aparcadas,
hay muchas medidas que no se han puesto en marcha
por la crisis económica, pero también por la presión del PSOE,
y no olvidemos también por la presión de la Unión Europea
que exige ciertas reformas para acceder a los fondos,
a los más de 750.000 millones de euros
que ha puesto sobre la mesa.
Entonces, yo creo que no es del todo así.
Ya, pero... Sí.
Dejamos eso sentado, quiero decir.
Vale, efectivamente, eso es en todo caso discutible,
pero me pregunto si es verdad o no
que hay una cierta inquietud por el peso de Podemos en el gobierno.
Juan Ramón, qué tal?
Espera, qué está hablando, Juan Ramón, perdona.
Ah, sí, no, desde luego, yo creo que sí que hay motivos
para estar inquietos, no tanto por que se estén tomando
medidas tremendamente agresivas,
porque, como decía Natalia,
parte o gran parte de lo que se ha aprobado
ya estaba en el acuerdo presupuestario previo
de los distintos proyectos de presupuesto
que han ido decayendo en los últimos años,
especialmente el de 2019, modificado, claro,
porque estamos en otras circunstancias,
y además, algunas cosas también se han frenado,
como subidas de impuestos que estaban programadas para 2019
y que ahora no han entrado en vigor.
Pero recordemos que las ayudas de Europa,
en teoría, deberían venir acompañadas
de un paquete de reformas estructurales
muy ambicioso para la economía española.
Y sí que hay motivos muy fundamentados para pensar
que Podemos va a bloquear todas las reformas estructurales
que no encajen con su programa ideológico.
Por ejemplo, en el mercado laboral,
creo que es impensable que veamos una profundización
de la reforma laboral en el sentido de reducir
la dualidad del mercado laboral sin incrementar
los costes para las empresas,
por ejemplo, reduciendo el coste del despido indefinido,
como defendió Calviño,
y no parece que Podemos lo vaya a aceptar,
o un mantenimiento, incluso,
de la descentralización en la negociación colectiva.
Entonces, eso que es tan importante para que estas ayudas
no se queden solo en una hinchazón,
en una fiesta, en una orgía de gasto
que llega y de repente se va,
sino que den un impulso sostenido
a la capacidad de crecimiento de la economía española,
eso no parece que Podemos vaya a llegar.
Fíjate, sobre lo que dice Rayo,
hoy he leído un artículo en Dieconomia,
que dice que Bruselas no concretamente con el caso de España,
pero sí que estaría ciertamente nerviosa,
porque los fondos que ha puesto a disposición
de todos los países de la Unión Europea
podrían aumentar la producción de esta zona en un 2%.
Pero claro, ¿por qué es tan nerviosa?
Pues porque si los gobiernos invierten el dinero en pensiones
o en salarios del sector público,
en lugar de coches eléctricos o en tecnología 5G,
pues claro, tiene un problema con la estrategia a largo plazo
que en un primer momento fue la que impulsó
la puesta en marcha de estos créditos.
Y a ver qué sucede, porque claro,
hay países, no olvidemos, como los frugales,
que pusieron muchos inconvenientes,
muchas barreras en un primer momento
a que el crédito se extendiera,
porque en algunos casos, recordémoslo,
no hay que devolver este dinero.
Entonces, bueno, sí que parece que estarían un poco nerviosos,
sobre todo para ver qué es lo que sucede
con todo ese capital que hay sobre la mesa,
si se invierten lo que se tiene que invertir.
Bueno, Jesús, yo creo que lo estáis diciendo,
o sea, yo creo que el temor o la preocupación
que puede existir en Bruselas es que,
en Podemos repetidas mentes, se han mostrado partidarios,
más allá de volver atrás en reformas
que será más o menos posible
de profundizar en ellas, que efectivamente es complicado,
sino que el destino de ese dinero
sea improductivo y sea de subvenciones.
Subvenciones que por otra parte,
después a lo largo del tiempo,
sea muy difícil echar para atrás,
porque una vez que creas la demanda
y la percepción de que es posible subvencionar
una serie de cosas,
como convences a determinados exmictos de la población
que vas a quitarles a subvención,
eso te crea un malestar
y te crea por una parte
y te crea una dependencia por otra parte.
Y yo creo que eso es lo que están viendo,
es lo que están viendo en Bruselas,
que usted que aquí te estamos dando un enero,
que dónde va a subvencionar, no a producir,
como decía, como decía Natalia,
no tanto que se producta exactamente,
que preferirían que se produjera
lo que está diciendo de nuevas tecnologías
en cuestiones de mediamente,
pero siempre que vaya a inversión productiva,
a Bruselas lo aceptará.
Ahora, siempre que eso se destine a subvenciones,
a incrementos de salarios de funcionarios,
de pensiones, de todo este tipo de cosas,
pues eso será visto con suspicacia
y llegará un momento que ocurrirá
lo que dice hoy el Fondo Monetario Internacional,
que si tenemos un déficit no ahora,
sino en el futuro crónico y estructural
de 60.000 millones todos los años,
pues eso no puede acabar bien,
nos pongamos como nos pongamos,
porque no habrá manera de recaudar ese dinero.
Bueno, ya que pones el Fondo Monetario Internacional
la pelota en mis votas, pues os voy a centrar.
¿Claro? Sobre el particular.
A ver, el informe anual completo sobre la economía española,
que se presentó en sus datos preliminares,
si no me equivoco el 29 de septiembre,
el principal titular podría ser
la recuperación de la economía española,
podría retrasarse hasta el año 2025,
si no se controla la segunda hora del coronavirus.
Según el Fondo, este año la economía española
caerá un 12,8%,
aunque el año que viene subirá un 7,2,
contando con el Fondo de Recuperación de la Unión Europea.
Da la sensación de que ha analizado con detalle
el proyecto de presupuestos del gobierno
y, en primer lugar, no ve bien ni las subidas a la día de los funcionarios
ni la subida de las pensiones, porque incrementa la deuda.
Tampoco ve bien el incremento del impuesto al día
es el ni el IVA, porque perjudica las rentas más bajas,
como ha dicho la jefa del Fondo para España,
Andrea Scheiter, a quien escuchamos.
¿Las medidas que tengan un efecto desproporcionado
sobre las rentas bajas para elevar la recaudación de IVA
o subir los impuestos medioambientales
deberían esperar hasta que la recuperación sea firme?
Y sobre posibles soluciones,
lo que se plantea es extender los ERTEs más allá de finales de enero
y extender las ayudas a las empresas, pero solo a las que son viables.
Me gustaría conocer vuestro punto de vista
si una mirada, una primera mirada global
al informe a las previsiones del Fondo, Juan Ramon Rayo.
Bueno, a ver, lo que siempre decimos.
Existe una incertidumbre gigantesca
sobre qué va a pasar en los próximos años.
No es lo mismo que tengamos vacuna pronto que no la tengamos,
no es lo mismo que la segunda ola termine rápido,
que se termine o que vayamos a una tercera o una cuarta ola.
Todo esto influye de una manera adhesiva en la economía
y es algo que no podemos saber.
Lo que dice el Fondo, y creo que ahí acierta claramente,
es que existe una relación muy estrecha entre marcha de la economía,
evolución de la economía y evolución de la pandemia.
Si la pandemia se equista en la segunda ola
o en terceras o cuartas olas,
la economía el año que viene no se va a recuperar
y, por tanto, incluso en un escenario optimista
de que tengamos vacuna en el año 2022,
vamos a tardar mucho hasta el año 2025
en recuperar el nivel de actividad previo a la crisis.
Entonces, ese es un escenario
que no hay que desdeñar en absoluto
y, de hecho, lo que estamos viendo ahora mismo,
Bloomberg, por ejemplo, tiene un indicador alternativo
de actividad en la eurozona
y lo que estamos viendo ahora mismo es que la actividad en la eurozona
se está hundiendo en Francia,
que es el país más afectado en esta segunda ola por la pandemia
y que ha decretado también medidas más duras
para erradicarlo lo antes posible.
El nivel de actividad, según este indicador alternativo de Bloomberg,
está a niveles de mayo,
es decir, a niveles del confinamiento de mayo.
En el caso de España, estamos a niveles de finales de junio,
cuando ya empezábamos a salir del estado de alarma.
Pero, claro, si la pandemia sigue, si no se resuelve, etcétera,
pues podemos seguir profundizando en esta caída
y podemos seguir profundizando en una herida económica,
en un año económico terrorífico
y, de hecho, ahora, ya la mayoría de analistas
ven contracción en el cuarto trimestre del año,
no recuperación, no rebote como el tercero,
sino contracción en el cuarto trimestre
y portándome el conjunto del año de manera muy acusada.
Jesús.
Sí, bueno, yo decidí en lo que os decía antes,
que el fondo nos pone la atención
que, de alguna manera, si esto no se lleva por los causes adecuados,
España acumulará una situación negativa de déficits anuales,
estudiar de 60.000 millones de euros,
que eso no hay economía que nos soporte
y que eso te conducirá antes o después a algún tipo de intervención
o a un ajuste que riete tú del que hubo cuando la gran recesión.
Por lo tanto, yo creo que lo que estás advirtiendo
de una situación muy preocupante para la cual,
como han dicho previamente el gobernador del Banco de España,
la IDF, lo ha dicho todo el mundo,
hay que empezar a pensar, no es que ahora haya que ajustarse,
pero sí que hay que sentar las bases de cómo va a ser el desarrollo
que vamos a hacer dentro de una serie de años
cuando pase la fase más abuda de todo esto,
que, como dice Rayo, no sabemos cuánto va a durar,
pero tenemos que estar preparados para el día uno,
el día uno, después de la pandemia,
y hacelos de vez y pensar que no podemos seguir
en una situación de estas características.
Natalia.
Sí, a mí lo que no me parece criticable
es una subida, por ejemplo, de las pensiones.
Yo sé que quizá no este es de acuerdo,
pero en un momento como el actual,
donde la crisis económica es tan importante,
y sobre todo lo que vamos a ver,
que lo dice el propio Fondo Monetario Internacional,
la caída del empleo,
las pensiones son fundamentales para sostener muchos hogares,
los mayores son fundamentales, como lo fueron ya la crisis anterior,
para que muchas familias puedan seguir viviendo
y puedan seguir comiendo.
Y a mí me parece esto que quizá está un poco alejado
de la realidad en el argumento del Fondo Monetario Internacional.
Pero al mismo tiempo, por ejemplo,
sí que me gusta dentro del informe un punto de vista
que yo creo que también es importante,
porque siempre decimos el FMI y dice que no se suban las pensiones,
bueno, pero el FMI también dice
que va a haber mucha disparidad socioeconómica en nuestro país,
así que lo que les parece bien es que la red de seguridad
con el ingreso mínimo vital, por ejemplo,
y dice que una cosa que me parece que deberíamos de estar haciendo ya,
que los jóvenes van a ser uno de los mayores perjudicados
junto con las mujeres de esta crisis del COVID en el empleo,
y que lo que hay que hacer es reentrenar,
que dice el FMI, para esos trabajadores que se van a haber desplazados
y poder incorporarlos al mercado laboral.
Y eso yo creo que deberíamos hacerlo ya inmediatamente.
Yo, si me permites discrepar sobre este particular.
Os pido por favor que discrepeis,
porque debú estaréis crepante, aprendemos todos.
Yo no estoy en la seguridad de acuerdo en que haya que subir
pensiones y salarios públicos,
básicamente porque son dos colectivos que tienen esta crisis,
las rentas totalmente garantizadas.
Es decir, el resto de la economía, o al menos gran parte del resto de la sociedad,
no las tiene garantizadas, y si hay confinamientos,
o se aprueban ERTE, o se quedan sin transferencias de renta,
o tienen dificultades similares para seguir trabajando y mantener ingresos.
Estamos en un año donde ya se han valorizado estas rentas,
donde no ha habido inflación sino deflación,
y por tanto, donde ya han ganado poder adquisitivo.
La previsión no es que haya inflación fuerte el año que viene,
por tanto, ni siquiera para mantener el poder adquisitivo del año próximo,
hay que subirlas.
Y creo que hay otras prioridades,
tanto de gasto como de ingresos, si lo queremos.
Subir las pensiones y los salarios públicos
tiene un coste de 3.000 millones de euros.
Con 3.000 millones de euros podríamos duplicar el ingreso mínimo vital.
De verdad, es más urgente subir un 0,9%
los ingresos de los funcionarios, de los trabajadores públicos.
Yo no funcionarios, es rayo, yo solo hablé de pensionistas.
Bueno, o de pensionistas. Por eso de discrepar, bueno.
Sí, sí, sí, vale, perfecto.
Acepto el matíf. Pero hay pensionistas,
los que cobran una pensión de 2.000 euros,
creo que no es la prioridad ahora mismo.
Bueno, hay muchos que no cobran una pensión de 2.000 euros.
De hecho, no es la pensión media en los 2.000 euros.
Sí, pero la pensión media es ronda a los 1.000 euros.
Entonces, tiene sentido en un momento en el que los precios están cayendo
y, por tanto, donde sin tocar las pensiones
ya ganan poder adquisitivo, que se le suba todavía más
cuando tenemos, ya digo, el problema del ingreso mínimo vital
o la polémica de esta semana.
El IVA de las mascarillas. El gobierno decía,
no podemos bajar el IVA de las mascarillas
porque perderemos 1.500 millones de euros.
Bueno, es que eso es lo que cuesta subir las pensiones.
O, ¿te es masivos?
Es decir, con 5.000 millones de euros
podríamos hacer un test de antígenos
cada día al 7% de la población española.
Esa medida sería una medida que cambiaría radicalmente el panorama
porque nos permitiría testar cada dos semanas
al 100% de la sociedad española durante un año
y tiene un coste de 5.000.
Es decir, que creo que las prioridades
no van en absoluto enfocadas a revalorizar las rentas
de aquellos que tienen sus ingresos asegurados por el Estado,
sino, en todo caso, a combatir la pandemia
y a facilitar que los ciudadanos adapten su vida
a esta difícil pandemia.
Si no he anotado mal, has dicho, Juan Ramón, perdóname un segundo, Jesús.
¿3.000 millones en su vida de los confinamientos y periodistas
permitirían doblar el salario mínimo vital?
El ingreso mínimo vital. Sí, el ingreso mínimo vital.
El ingreso mínimo vital son 3.000 millones de euros
y la subida de pensiones y de salarios públicos
va a costar 3.000 millones de euros.
Por lo tanto, si nos la ahorramos, podíamos duplicar
o bien el importe o bien el número de beneficiarios
del ingreso mínimo vital.
Entonces, creo que no está bien enfocadas las prioridades.
Jesús, ¿qué decías?
Yo quería decidir, por disrepare un pelino, matizar a Rayo,
que equiparar, como dice Natalia,
los colectivos de pensionistas y funcionarios
de que ambos tienen las rentas aseguradas,
no me parece lo más exacto,
porque, en definitiva, los funcionarios
tienen la renta garantizada y tienen el empleo garantizado
y además tienen una esperanza laboral por delante,
en el cual pueden mejorar su situación
por distintos procedimientos.
El pensionista está más indefensa con respecto al futuro
porque tiene una renta garantizada en el sentido
de que se le mantiene ese error arrojice o no se arrojice
y esa renta la va a tener,
pero tiene menos oportunidades
y tiene menos capacidades de defenderse
ante acontecimientos presentes y futuros que un funcionario.
Por lo tanto, creo que deberíamos ahí establecer
una diferencia importante
y, desde ese punto de vista, me parece más justificado
que haya ajustes positivos en las percepciones de los pensionistas,
sobre todo de las pequeñas, que en las de los funcionarios,
no creo que sean colectivos similares
por más que puedan parecerlo.
Sí, pero Jesús, vamos a ver,
tenemos una crisis de seguridad social enorme en ciernes
y este año los pensionistas,
aunque no les toques las pensiones, van a ganar poder adquisitivo.
Creo que en un momento en el que la economía española
se ha contraído, se va a contraer un 12, un 13%,
no tiene sentido incrementar todavía más el poder adquisitivo
de los pensionistas, es como no reconocer el empobrecimiento colectivo
que ha padecido España y es que ya no estamos diciendo
de empobrecer a los pensionistas,
ya no estamos diciendo de bajar las pensiones un 10%
para ajustarnos a la realidad de la economía española,
estamos diciendo, bueno, aún sin tocárselas,
solo por la evolución de los precios, van a ganar poder adquisitivo,
pues no vamos a cargar todavía más el presupuesto
sin además haber resuelto, en absoluto ni de lejos,
el agujero latente que hay en la seguridad social.
Pero sí, yo creo que el agujero de la seguridad social...
Eso es otra cosa, o sea, como el agujero de la seguridad social,
es otra cosa, si me pides mi opinión, ya la conoces,
eso en este momento no tiene arreglo
y deberíamos ponerle alguna solución antes o después.
Pero insisto, mi objeción iba a que creo que no me parece razonable
comparar la situación de los funcionarios con la de los pensionistas,
con la independencia de que haya mayores o menos ganancias
de poder adquisitivo en este momento,
que, técnicamente, puede ser correcto,
pero creo que son dos colectivos diferentes,
aunque los dos tengan sus retribuciones garantizadas por el Estado.
Es lo que quería matizar e existir.
Bueno, hoy ha habido también otro informe elaborado por Iostar
sobre la evolución de la economía en el tercer trimestre del año.
Los datos son buenos, bueno,
dentro del orden en el que estamos viviendo, de esa normalidad.
El PIB de la eurozona creció entre julio y setembre,
un 12,6%, todo un récord.
Esa esperanza de recuperación pronta que tuvimos
hizo reaccionar bien la economía,
aunque hay que recordar que tanto el segundo,
como en el primer trimestre de la economía,
se desplomó tanto que esta subida no compensa del todo.
Corresponsal, comunitario, Jacob Odergo, buenas noches.
Buenas noches, esa es la cuestión,
que la economía española y la europea están deseando rebotar
en cuanto el virus les deja, pero las caídas son tan fuertes
cuando el virus no les deja que no recuperaremos el nivel
previo a la pandemia hasta el 2022, de media,
es al menos lo que decía la Comisión Europea,
cuando presentó sus previsiones hace apenas unos días.
El tercer trimestre fue bueno,
aunque fue una décima menos bueno de lo previsto.
El 30 de octubre se hablaba de un incremento del 12,7%.
En la zona euro, y al final hemos crecido un 12,6%,
una décima menos.
En la Unión Europea 27, la diferencia es mayor,
son cinco décimas, pero es un fortísimo rebote,
en cualquier caso, respecto al trimestre de la pandemia,
el trimestre anterior, con la primera hora,
cuando el PIB caía entre un 11,8% y un 11,4%,
según se tenga en cuenta la zona euro o la Unión Europea 27.
En realidad, un crecimiento como este
no se ha registrado nunca en la Unión Europea,
desde que se llevan a cabo este tipo de estadísticas,
es decir, desde el año 1995, ni en la zona euro,
ni en toda la Unión Europea.
Así que, en principio, son buenas noticias.
Incluso hubo despeguez sin mucho turismo.
En España, el rebote fue incluso más intenso
que la media comunitaria, un 16,7% en ese tercer trimestre.
Solo Francia nos superaba por punto y medio,
pero si comparamos con el 2019,
España ha sufrido la mayor caída de crecimiento,
un 8,7% de todos.
Esto, en términos interanuales, hablamos.
Incluso el empleo creció un 0,9%
tanto en la zona euro como a 27 entre julio y septiembre.
El problema es que esto era cuando se volvieron a abrir fronteras,
tiendas y restaurantes,
lo que estamos hablando es decir, entre la primera y la tercera ola actual,
para la que todavía no hay datos,
aunque se espera que sean francamente malos.
Bueno, acabo de decir, Jacobo,
la duda está en cómo se va a comportar la economía de la Unión
en el cuarto trimestre del año,
o to' tener en cuenta lo que está pasando
en toda Europa, Alemania, Francia, Italia y España.
Desde luego, comedías incluso más severas
que las que estamos aplicando en España
y quizá con más efectos sobre la economía.
Yo no sé si resaltar un dato positivo
el tercer trimestre de año de la fase entre olas del coronavirus,
como nos dice Jacobo,
la economía española creció un 16,7%.
Eso es que tenemos músculo,
solo nos superó Francia con un 18,2%.
Y la campaña de Navidad que está ahí,
pero me parece que no termina de arrancar.
¿Cómo veis esto?
Sí, creo que esto es... Natalia, perdona.
No, bueno, que es una especie de ilusión en medio del desierto,
porque lo decía Jacobo de Regollos.
Estamos hablando del tercer trimestre del año,
estamos hablando de julio, de agosto y de septiembre,
o sea, de los meses de verano.
Todavía hay que incorporar el golpe de la segunda ola,
un golpe que va a ser muy fuerte
y además que se va a prolongar durante varios trimestres,
al menos que nos dé una sorpresa la vacuna
y se pueda vacunar a la gente lo antes posible
y que dé los resultados, pero tenemos que contar con esto.
Igual que vimos una caída muy importante
y una subida muy importante,
es muy probable que en el próximo trimestre
el golpe sea muy interesante, o sea, muy, muy, muy importante.
Yo creo que lo complicado,
porque si nos damos cuenta hablábamos antes de la UV,
de la recesión que iba a ser en UV.
Bueno, ahora ya se habla de la UV doble.
Yo no sé si vamos a tener que imaginar
una montaña de subidas y caídas, de subidas y bajadas,
porque lo importante y lo más difícil
va a ser mantener la estabilidad,
eso va a ser lo complicado, yo creo,
y va a depender mucho también de la llegada
y de la intensidad de las ayudas públicas,
porque el dinero de la Unión Europea está ahí,
pero es que puede ser que no llegue
al dinero con tanta insonante,
puede ser que no llegue a fluir
hasta la segunda mitad del 2021
y el grueso no se repartirá hasta el 2024.
O sea, que cuidado con lo que puede suceder con la economía.
Rallo estaba y lo hablar, sí.
Sí, por tratar de explicar
por qué en el tercer trimestre crecimos tanto
y por qué, como decía Natalia, en gran parte es una ilusión.
Imaginemos que estamos produciendo 100 ordenadores cada trimestre
y de repente pasamos de producir 100 a producir 40,
que es el parón de la economía.
Eso supone una caída del 60%.
No digo que eso sean los porcentajes que sucedieron,
sino que entendamos los porcentajes.
Eso supone una caída del 60%.
Imaginemos que al siguiente trimestre
pasamos de producir 40 ordenadores a producir 80.
Bueno, eso es una subida del 100%.
Sí.
Podría parecer que ya lo hemos recuperado todo.
Si comparamos tercer trimestre, producimos 80,
primer trimestre producíamos 100,
aún es una caída del 20%.
Y así está la economía española,
que rebotó, porque cuando salimos del estado de alarma,
pues es reactivo parte de la actividad
y, por tanto, hubo una subida en términos porcentuales,
muy importante, pero es que la caída que vivimos antes
es tan grande que todavía arrastramos un hundimiento
muy considerable.
Jesús, yo creo que ahora el problema es que nos viene
después de la primera recuperación un poco ilusionante
y un poco casi, casi neufórica,
pero con mucha intensidad.
Ahora nos viene una segunda caída
que creo que no va a ser tan pronunciada como la primera,
pero sí va a ser más larga en el sentido que vamos a caer
y vamos a estar recuperando, saliendo de allí,
muy poquito a poco, es decir,
es lo que yo detecto, por lo menos, en los ámbitos empresariales,
que la esperanza de que todo esto se recupere muy rápidamente
se ha desvanecido y que, por lo tanto,
la gente está empezando a hacer planes
para ver cómo recompone sus posiciones en los negocios,
en las empresas, en los proyectos,
para unos escenarios de crecimientos muy modestos,
lo cual quiere decir pues que el problema se puede alabrar.
De hecho, el fenómeno que se está diciendo
es que se está poniendo encima de la mesa estos días
de que hay efectivamente muchas empresas
que están planteando, sin incluso,
de volver importes de los ERTEs,
porque ya saben positivamente que no pueden volver
a mantener el empleo que tenían
y que van a tener que procer que puede realizar no ERTEs,
si no eres.
Eso significa que es abandonar parte de una actividad,
cosa que no había ocurrido previamente.
Por lo tanto, ahora, quizás sea una vez después de la caída
que tengamos este cuarto trimestre,
quizá esa caída, evidentemente, no sea como la de primavera,
pero si nos quedaremos en el agujerito que hayamos estado,
durante un tiempo saldremos más lentamente, es como lo veo.
Sí, será más dañina, porque el músculo...
Por eso, porque va a ser más larga.
Claro, y porque el músculo que podíamos tener en el mes de marzo
ya ha perdido mucha fuerza
con respecto a lo que tenemos ahora en noviembre, ¿no?
Lo que decías Rivas Ese es fundamental de los ERTEs
y el empleo es que hay 654.000 expedientes de ERTEs abiertos.
Claro, pero hay esa cláusula que sí que puso el Ministerio de Trabajo
de mantener en el ERTE y no despedir durante seis meses,
pero, claro, las empresas, si no pueden aguantar
y se van a un concurso de acreedores,
esas personas que están en ERTE pasan al paro, claro.
Entonces, ese es un...
¿Tú lo sabes cuando se pensaba que, efectivamente,
tu iba a ser una OV muy pronunciada?
Cuando después la realidad demuestra que no es la OV muy pronunciada,
pues claro, pues es que la gente tiene que tomar otras medidas,
es inevitable.
Claro, claro, ese es el verdadero riesgo.
Lo que comentáis es interesante por dos motivos.
Primero, antes comentaba que Francia está cayendo
ahora mismo mucho más que España, pero si las medidas de Francia
consiguieran, está por ver que la economía se normalizara mucho
antes que la de España, al final podría suceder
que Francia recupera un nivel de actividad superior al de España
y nosotros nos mantenemos en un semiestancamiento,
porque la pandemia no se agudiza, pero tampoco retrocede
y, por tanto, hay actividades que no resurgen en ningún momento.
Y cuanto más se alargue la pandemia, como decíais ahora,
más se erosiona el capital de las empresas
y cuanto más se erosiona, más las acerca el concurso de acreedores.
Y ahí nos exponemos, no solo a que perdamos mucho más
tejido productivo del que ya hemos perdido,
sino que, además, en la medida en que esas empresas
vayan a concurso e impaguen sus deudas,
el sector financiero español también puede haberse afectado
y cuidado, por tanto, con el riesgo de que esta crisis,
que de momento está siendo una crisis de la economía real,
se traslade a una crisis financiera como la del año 2008,
porque eso sería lo que terminaría de destrozarnos.
Ayer contábamos que el Banco de España
estaba avisando de que hay empresas a las que ya no les interesa
mantener a sus empleados enertes
y prefieren directamente despedirles.
No sé si es el caso del Santander, pero hoy el Santander
es noticia precisamente porque anuncia un ere
que afectará a más de 4.000 empleados
y va a reubicar unos 1.100 trabajadores
y cerrar unas 900 oficinas, Alicia Paz.
Santander plantea el recorte de 4.000 puestos de trabajo
y el cierre de al menos 900 sucursales
por el impacto de la COVID-19.
La intención de la entidad es reubicar a 1.090 trabajadores
en distintas sociedades del grupo.
El Banco necesita amortizar dichos puestos de trabajo,
aseguraba la secretaria general de UGT del Banco Santander,
Marisa Franco, para así poder paliar la bajada de beneficios
por una caída de ingresos recurrente,
además de otros muchos motivos.
Por resultados negativos que está obteniendo
antes de impuestos a septiembre del 2020,
por el deterioro de la rentabilidad,
por la caída de la actividad operativa
y por un crecimiento exponencial que se ha dado
sobre todo durante la época de la pandemia
de todos los canales digitales.
La reacción de los sindicatos ha sido de asombro
ante unas cifras que catalogan descalofriantes,
pero desde UGT aseguran que evidentemente han de sentarse a negociar.
Agotando todos los plazos y proponiendo medidas diferentes,
porque desde nuestro punto de vista,
tanto el número de salidas como las medidas alternativas,
son realmente extremas,
que tienen en cuenta el impacto social
y sobre todo el económico que va a tener
en las familias afectadas por este aire.
Este aire es el mayor protagonizado por la entidad bancaria
al afectar al 13% de su plantilla
después de que en los últimos tres años
ya se hayan llevado a cabo otros dos procesos de ajuste de empleo.
15% de la plantilla, en el impacto de las sucursales,
el impacto es mayor en el caso de las sucursales
porque se cierra una de cada tres.
La operación, según fuentes financieras,
se realiza de cara al futuro donde se prevé
que muchas operaciones ya no se harán en los oficinas
y, por tanto, hace falta menos personal.
¿Vosotros pensáis que este es el camino
que van a tomar otros bancos o otras entidades bancarias, Jesús?
Sí, vamos a ver, yo creo que antes o después,
y de una manera o otra, más o menos presentado de una forma u otra,
van a tomar este camino casi todas las entidades financieras.
En primer lugar, el número de oficinas bancarias que hay en España
es el ratio más alto que hay,
yo creo, no de Europa, sino del mundo mundial.
Todos lo sabemos que a vida y pocas en las cuales en España
había una oficina bancaria en cada esquina
y, con frecuencia, a pocos cientos de metros
de la misma entidad financiera.
Oficinas que, a lo mejor, están con una o dos personas.
Esto, en un momento determinado, tuvo una explicación
por aquello de competir más color de más
y estar cada día más cerca del cliente.
En los nuevos tiempos donde, además, la pandemia,
esto lo ha exacerba mucho,
donde las operaciones digitales, las operaciones remotas,
se han accedentado, pues,
pues, carece de sentido práctico
el mantener esas redes oficinas que, si ya en su momento
era elefancia sica en estas circunstancias,
es simplemente, bueno, cosa a otros tiempos.
¿Cómo recolocas esa plateia?
Realmente, es difícil, con lo cual, evidentemente,
me temo mucho que el sector financiero
va a seguir por ese camino,
con la ventaja, con respecto a otros sectores,
que, como tienen más posibilidades,
porque tienen los recursos financieros más a manos,
pues, siempre lo puede hacer, no de durcura,
cosa a hacer en una manera menos, digamos, traumática,
pero menos traumática que en otros sitios,
pero yo, desgraciadamente, no soy especialmente optimista
en ese sector, no sobre el mantenimiento del empleo en el sector.
A ver, yo creo que el sector ya venía con problemas anteriores.
Recordemos que los divos de interés están muy bajos.
Al final, el banco gana prestando dinero
y esos tipos bajos le penalizan en la rentabilidad.
Además, también, estaban muy tocados
por la incorporación de nuevos actores bancarios
y por la digitalización.
Lo que ha hecho la COVID ha sido demostrar lo útil,
que es la tecnología, no?
Lo vemos, estamos trabajando, le estamos trabajando.
Muchas PIMs, además, han sobrevivido por su venta online
y la digitalización, pero, claro,
la tentación de sustituir la mano de obra por máquinas
es ahora mucho más intensa de lo que era antes.
El foro económico mundial decía, a principios de año,
que iba a haber una pérdida entre 2020 y 2021,
y uno de seis millones de puestos de trabajo en el mundo.
Pero, claro, esto ahora se queda viejo, esto se queda corto.
Y entonces, yo lo que creo es que ese proceso,
ese acelerón del proceso de automatización,
va a suceder sin que de tiempo
a que se creen nuevos empleos que los sustituyan.
Entonces, me parece que esto va a encajar
no solamente en el sector bancario,
sino también en otras muchas industrias
y es muy, muy, muy preocupante.
Pero, sobre todo, en esta Natalero,
y muy, muy bien se ha demostrado
que se puede dar ese paso rapidísimamente
de la digitalización.
Bueno, es que, ten en cuenta, arriba,
es que, o sea, el Santander ha presentado
estas cifras de ERE, esta propuesta,
el Sabadell lo hizo hace unos días,
y no olvidemos que Banquia y Caixa Bank
se van a fusionar y va a haber también mucha gente
que vaya a atender.
Ya que se ha demostrado, que la pandemia me ha demostrado,
que se podía operar digitalmente y entre motos rapidísimamente,
que eso ha sido una medida radical.
Por eso, se demostra más que en otros sitios.
¿Y querías apuntar algo más
sobre lo que estábamos comentando hace un rato?
Sí, a ver, lo que comentábamos de la banca,
a ver, es que un banco no necesita oficinas,
no necesita prácticamente ni trabajadores, sí,
pero casi más al nivel de analistas de riesgo,
no de trabajadores que estén tratando con el cliente día a día.
Si esto es así, es porque la tecnología ha sido muy precaria
hasta ahora y, por tanto, la gente para meter dinero,
sacar dinero, pedir un crédito,
tenía que ir a un sitio físico,
pero ahora que la tecnología permite desarrollar la actividad bancaria,
que es una actividad de intermediación financiera a remoto,
claro, el modelo bancario ya lleva tiempo,
que tiene que cambiar muy radicalmente,
pero con la pandemia, como decía Jesús,
se ha acelerado el cambio y, por tanto, sobran muchísimas oficinas
y sobran muchísimos trabajadores,
no solo en el sector financiero, sino también en muchos otros sectores,
que en la medida en que nos hayamos digitalizado,
pues habrá que reestructurarse.
Y existe una tentación de intentar frenar esta reestructuración,
no de frenar, en el sentido de, como decía Natalia,
de reentrenar o proporcionar habilidades a la población
que se esté desconectada de estas ocupaciones,
sino de vamos a mantener la economía tal cual está ahora
y vamos a impedir que se reestructure la economía
y creo que eso es una receta al empobrecimiento y al estancamiento.
Tenemos que readaptarnos, tenemos que reconvertirnos,
tenemos que adaptarnos a las nuevas necesidades
y para hacerlo, claro, también hay que proporcionar formación
en este nuevo entorno a aquellos trabajadores
que ahora no tienen esa formación.
Faltan ocho minutos para las 11 de la noche, las 10 en Canarias.
Juan Ramón Rayo, Jesús Ribas, es Natalia Hernández.
Lamentablemente, tengo que despediros,
porque me parece que estaba siendo muy interesante la tertulia,
pero el tiempo se invita en la radio.
Gracias por vuestra aportación y vuestra presencia un viernes noche.
Es un placer.