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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Tenemos datos actualizados de empleo, de PIB y de inflación ¿Sigue yendo la economía española
como una moto? ¡Veámoslo!
Las tres principales magnitudes macroeconómicas con las que evaluamos el estado de salud de una
economía son el PIB, el empleo y la inflación. Pedro Sánchez concurrió a las elecciones generales
del pasado 23 de julio diciendo que, primero, el PIB de la economía española estaba creciendo
cinco veces más rápido que la media de la Unión Europea y que, además, ya habíamos recuperado en
el primer trimestre del año 2023 el nivel de PIB prepandemia. En segundo lugar, que estábamos
creando más empleo que nunca antes en nuestra historia. Y en tercer lugar, que la inflación
ya estaba controlada porque se ubicaba por debajo del 2%. Si crecemos mucho, creamos poco empleo y
no generamos inflación, eso significa que la economía española va como una moto. Vamos,
que Pedro Sánchez tenía plena razón en su consigna electoral y electoralista. Sucede que,
entre ayer y hoy, el Instituto Nacional de Estadística ha actualizado los datos de PIB de
empleo y de inflación y la imagen que se desprende de ellos ya no es, en general, tan positiva como la
que pintaba Sánchez hace apenas unos días. Empecemos con el dato aparentemente más positivo,
el dato de empleo. En el segundo trimestre del año 2023, la economía española creó,
con respecto al primer trimestre del año 2023, más de 600.000 empleos. Se trata del mayor
incremento intertrimestral de empleo en toda la historia de España. Y, de hecho, con esta
creación de empleo generada en el segundo trimestre de 2023, España supera por primera vez en su
historia la cifra de ocupados de 21 millones. Nunca antes, por tanto, había trabajado tanta
gente en España como ahora mismo. Sin embargo, incluso a este dato claramente positivo se le
puede colocar un pero o un pequeño pero que se amplificará con los datos de Contabilidad Nacional.
Y es que, si bien el número de ocupados creció en más de 600.000 personas, un 3% más de ocupados
con respecto al trimestre anterior, el número de horas trabajadas durante el segundo trimestre
del año únicamente aumentó un 1,5% frente al trimestre anterior. Es decir, que el empleo crece
a ritmos del 3%, pero el número de horas trabajadas solo crece a la mitad. Hay más gente trabajando,
pero de media cada persona trabaja menos horas. Y esta misma tendencia es la que recoge de un
modo más acusado los datos de Contabilidad Nacional que hemos conocido hoy. De acuerdo
con los datos de Contabilidad Nacional, durante el último año, desde el segundo trimestre de 2022
al segundo trimestre de 2023, hemos creado algo más de 600.000 empleos en la economía española,
un dato muy similar al que nos ofrece la encuesta de población activa. Según Contabilidad Nacional,
esto equivale a un incremento interanual del empleo del 3,1%. Sin embargo,
cuando descendemos al dato de horas trabajadas, durante el último año, según Contabilidad
Nacional, el número de horas trabajadas únicamente ha aumentado, atención, un 0,5%. Es decir,
que el empleo ha crecido al 3,1% y las horas trabajadas al 0,5%. Prácticamente trabajamos
las mismas horas en un trimestre, pero trabaja en total mucha más gente, con lo cual de media
cada persona trabaja menos horas. Por ejemplo, en el segundo trimestre del año 2022, de acuerdo
con Contabilidad Nacional, cada español trabajó de media 417 horas durante ese trimestre, durante
el segundo trimestre de 2022. En cambio, en el tercer trimestre del año 2023, cada español ha
trabajado de media 407 horas, 10 horas menos por trimestre que hace un año. Por eso,
cuando Contabilidad Nacional traduce todos los empleos que ahora mismo existen en España en
puestos de trabajo equivalentes a jornada completa, es decir, a puestos de trabajo de 40 horas semanales,
lo que sucede es que en España no hay trabajando más de 21 millones de personas. Lo que sucede,
evidentemente, es que en España no hay más de 21 millones de personas trabajando a tiempo completo,
sino el equivalente a 19,5 millones de personas trabajando a tiempo completo. Y este dato,
19,5 millones de personas trabajando a un equivalente a jornada completa, no es el dato
más elevado de la historia. A comienzos de 2008 había en España el equivalente a 19,8 millones
de personas trabajando a tiempo completo. Ahora tenemos más personas que nunca trabajando,
pero como trabajan de media menos horas, el empleo equivalente a jornada completa no está todavía en
máximos históricos. No obstante, y a pesar de estas matizaciones que son pertinentes para comprender
el perfil de empleo que se está creando en España, no obstante, y a pesar de estas matizaciones,
el dato de empleo que acabamos de conocer respecto al segundo trimestre de este año ha sido
un buen dato o incluso un muy buen dato. No cabe, sin embargo, decir lo mismo respecto al dato de
PIP o respecto al dato de inflación. En cuanto al dato de PIP, dos jarros de agua fría. En primer
lugar, se nos había dicho que durante el primer trimestre de 2023 habíamos crecido intertrimestralmente
a un ritmo del 0,6% y ahora el INE revisa una décima a la baja ese dato de crecimiento. Ya no
fue del 0,6% sino del 0,5%. ¿Y esto por qué es relevante? Bueno, es anecdóticamente relevante
porque creciendo al 0,5% todavía no habíamos recuperado el nivel de PIP prepandemia en el
primer trimestre de 2023, tal como Pedro Sánchez se vanagloriaba en campaña electoral. Dicho otra
manera, con estos datos, Pedro Sánchez ya no podría haber afirmado que en el primer trimestre
de 2023 habíamos recuperado el nivel de PIP prepandemia. Sí, lo hemos recuperado en cambio
en el segundo trimestre de este año, pero aquí encontramos el segundo jarro de agua fría. El
crecimiento intertrimestral del PIP se frena una décima más en el segundo trimestre de este año.
Es decir, que no solo se trata de que no crecíamos al 0,6% en el primer trimestre del año 2023,
sino un 0,5%. Es que, además, en el segundo trimestre de 2023 no crecemos a ese 0,5% rebajado,
sino al 0,4%. Y por eso, en términos interanuales, durante los últimos cuatro trimestres,
la economía española solo ha crecido a un ritmo del 1,8%. Durante el último año hemos crecido
menos de un 2%, un crecimiento bastante mediocre, aunque mejor que el de otros países de la Unión
Europea, pero en todo caso, un crecimiento bastante mediocre, que casa mal con decir que
la economía española va como una moto. Teniendo en cuenta, además, que se esperaba que esta
primera mitad del año fuera la mitad del año buena y que durante el segundo semestre de 2023
empezaremos a notar una mayor desaceleración, que los datos de crecimiento, que no de empleo,
los datos de crecimiento del primer semestre hayan sido mediocres, no es una buena noticia
para encarar un segundo semestre previsiblemente peor. Y teniendo en cuenta todo esto, resulta
bastante previsible que los mismos organismos nacionales e internacionales que durante las
últimas semanas habían estado revisando al alza las previsiones de crecimiento económico de España
para 2023, ahora resulta relativamente esperable que esos mismos organismos comiencen una cascada
de revisiones a la baja, porque crecimos menos de lo que se creía en el primer trimestre,
menos de lo esperado en el segundo trimestre y el segundo semestre apunta a que será peor.
Y por último, datos de inflación. Si habíamos cerrado el mes de junio con un dato de inflación
interanual de junio a junio del 1,9%, incluso por debajo del objetivo de inflación del Banco Central
Europeo del 2%, en julio ese dato de inflación ha escalado hasta el 2,3%. Y es que, como ya
habíamos explicado en otras ocasiones, el mejor dato de inflación de todo este año 2023 lo
íbamos a tener en el mes de junio. ¿Por qué? Pues porque durante la segunda mitad de 2022 España,
al menos en términos generales, tuvo estabilidad de precios. Durante el segundo semestre de 2022,
según el IPC, los precios, en términos promedio, no crecieron nada en España. Claro,
si tú calculas la inflación interanual durante los últimos 12 meses y durante seis de esos 12
meses los precios no han subido nada, pues entonces te va a salir una inflación interanual muy baja.
Pero a menos que durante la segunda mitad del año repitamos una proveza similar, que los precios no
suban absolutamente nada, entonces lo previsible es que conforme vaya avanzando el año por el
llamado efecto base, la tasa de inflación interanual vuelva a subir. Por poquito que
sigan subiendo los precios durante la segunda mitad de 2023, como durante la segunda mitad de
2022 no subieron nada, a poco que suban ahora se trasladará en forma de subidas de la tasa de
inflación interanual. Y eso es lo que estamos viendo ahora. La tasa de inflación intermensual
apenas se ha incrementado un 0,1%, es decir, los precios en julio apenas subieron una décima con
respecto a los precios en junio, pero eso va de la mano de un incremento de 4 décimas en la tasa
de inflación interanual, porque en julio del año 2022 los precios cayeron 3 décimas. Por tanto,
si ahora en lugar de caer 3 décimas sube en una décima, eso se traslada en una subida de 4 décimas
en la tasa de inflación interanual. Y este mismo fenómeno lo vamos a ver repetido durante los
próximos meses. Por eso, el buen dato que aparentemente reflejaba la tasa de inflación
interanual, el 1,9% de junio, no era un dato realista, era un dato provisional que sabíamos
que iba a cambiar a peor en los siguientes meses. Y de hecho, si no nos fijamos en la
tasa de inflación general, sino en la tasa de inflación subyacente, aunque es verdad que España
calcula la tasa de inflación subyacente ligeramente distinto que el resto de países europeos,
pero si nos fijamos en la tasa de inflación subyacente de España, lo que veremos es que
repunta del 5,9% al 6,2%. La tasa de inflación subyacente interanual sigue muy alta. Es
previsible que durante los próximos meses se modere por el mismo efecto base que mencionábamos
antes. Hubo meses en el segundo semestre de 2022 en el que la inflación subyacente subió bastante,
sobre todo por el encarecimiento de los alimentos, y no es previsible que esto se repita durante el
segundo semestre de 2023. Pero aún así, y aún cuando descienda durante los próximos meses la
tasa de inflación subyacente, sigue en niveles preocupantemente altos. Y, por tanto, no cabe
decir en absoluto que la inflación ya esté plenamente normalizada, estabilizada, salvaguardada
en España. Desde luego, no estamos a los niveles críticos de 2022 o de 2021, ni mucho menos,
pero la tasa de inflación en España sigue más recalentada de lo que debería estar. Y porque
esta misma situación se reproduce en muchos otros países europeos, no sólo en España,
no es previsible que el Banco Central Europeo comience a recortar tipos de interés en breve,
más bien al contrario, o los seguirá subiendo o los mantendrá en los elevados niveles actuales.
Y claro, si parece que esos altos tipos de interés ya están empezando a ralentizar el
crecimiento económico, no ya en Europa, sino también en España, pues si esos tipos de interés
siguen altos, lo previsible, como decía, es que durante los próximos meses la economía se
siga desacelerando. Y si la economía se desacelera apreciablemente, terminará afectando al ritmo de
creación de nuevo empleo. Por tanto, sí, la primera mitad del año 2023 parece que fue bastante buena.
Creamos mucho empleo, la economía creció por encima de la media europea, aunque menos de lo
que pensábamos, y la inflación aparentemente se había moderado. Pero durante la segunda mitad
del año 2023 nos podemos encontrar con lo opuesto, que la inflación se vuelve a descontrolar,
al menos en parte, que el crecimiento económico se frena y que la creación de empleo ya no es
ni mucho menos tan bollante. Vamos que si se repitiera en elecciones el eslogan de que la
economía española va como una moto, probablemente no lo aguante ya ni el papel.