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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

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Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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La inflación que está azotando a todas las economías occidentales, desde Estados Unidos
a Alemania, pasando por España, se debe a los cuellos de botella. Pero ¿qué son esos
cuellos de botella y por qué han emergido en este preciso instante? Veámoslo.
A parte de inflación, una de las expresiones más escuchadas durante los últimos meses
ha sido la de cuellos de botella. De hecho, los cuellos de botella supuestamente explicarían
por qué hay inflación. ¿Y qué son los cuellos de botella? Pues básicamente son estrecheces
de ahí la expresión cuello de botella, estrecheces productivas que se generan en determinados
sectores críticos de la economía. Por ejemplo, si hay un cuello de botella en los semiconductores,
esto significa que no es posible incrementar la producción de semiconductores tanto como
se los está demandando. Y como los semiconductores son un componente crítico de otros bienes,
si la oferta de semiconductores no aumenta lo suficiente como para atender la demanda,
se genera un atasco que impide aumentar la producción de otros bienes que utilizan como
input como factor productivo los semiconductores. Es decir, que la presencia de cuello es de
botella en distintas ramas de la economía explicaría por qué la oferta agregada se
ha vuelto mucho más inelástica. Es decir, que cuando aumentamos la demanda en un determinado
porcentaje, la oferta, la producción de bienes no es capaz de aumentar en el mismo porcentaje
y se aumenta más la cantidad demandada de bienes que la oferta de esos bienes, la diferencia
se traducida en mayor inflación. Bien, entonces ya sabemos cuál es la relación entre cuello
de botella e inflación, pero entonces la cuestión pasa a ser por qué hay cuello de
botella, por qué ahora mismo nos estamos enfrentando a cuello de botella en sectores
muy variados de la economía, como por ejemplo los semiconductores, como por ejemplo los
combustibles fósiles, como por ejemplo los containers, como por ejemplo el transporte
por carretera. ¿Por qué han aparecido simultáneamente todos esos cuello de botella en el año 2021
y no en el año 2020 o en el año 2019? ¿Qué ha cambiado durante los últimos meses para
que ahora haya estrecheces productivas en muchos sectores de la economía que estén
estrangulando a otros sectores de la economía? Pues esta misma pregunta se la han formulado
dos instituciones internacionales, el Banco Central Europeo y el Banco de Pagos Internacionales
de Basilea y justamente en el día de ayer publicaron dos informes en los que tratan
de responder a esta pregunta. ¿Por qué han aparecido los cuello de botella? Y son dos
explicaciones distintas pero que resultan complementarias para entender este fenómeno.
Empecemos con la del Banco Central Europeo. ¿Qué sugiere el Banco Central Europeo que
ha ocurrido para que aparezcan ahora cuello de botella? Pues el Banco Central Europeo
culpa esencialmente a los daños que han sufrido las estructuras productivas de los distintos
países del planeta durante el año 2020. Durante el año 2020, año de pandemia, se produjo
una caída de la inversión y una destrucción de empleo en todas las economías del planeta
y por tanto la estructura productiva de todos los países del planeta ha quedado tocada
después de la pandemia. Si la capacidad productiva de un país depende de la acumulación de
factores productivos, trabajo y capital y de la tecnología, lo que constata el Banco
Central Europeo es que durante el año 2020 la acumulación de factores productivos fue
más bien desacumulación. Es decir, no hubo suficiente inversión de capital como para
reponer el capital que se estaba depreciando y a su vez hubo mucha destrucción de empleo
que todavía hoy no ha sido recuperado plenamente y el Banco Central Europeo especula que mecanismos
como los ERTE, que no solo se ha aplicado en España sino en muchos otros países del
mundo, pueden haber dificultado la recolocación de trabajadores hacia aquellos sectores en
los que esos trabajadores son más necesarios. Si hay sectores que están en declive y atascamos
a los trabajadores de esos sectores en declive dentro de esas empresas subsidiando o socializando
sus salarios a través del mecanismo de los ERTE, luego puede haber otros sectores, por
ejemplo los camioneros, donde hagan falta trabajadores pero no se esté produciendo
esa transición porque hay una bolsa de trabajadores atascada, subsidiada mediante el presupuesto
en otros sectores donde no son necesarios esos trabajadores.
Por tanto la acumulación de factores productivos durante el año 2020 sufrió un mazazo muy
claro de acuerdo con el Banco Central Europeo y a su vez la tecnología medida a través
de la productividad total de los factores también retrocedió en el año 2020, por tanto
menor disponibilidad de factores productivos para aumentar la producción de aquellos inputs,
aquellos factores productivos que son ahora mismo más demandados y también empeoramiento
tecnológico, empeoramiento de la productividad del uso conjunto de esos factores productivos,
todo eso se traduce en menor disponibilidad, en menor capacidad, en menor elasticidad
de la oferta de la estructura productiva para atender el aumento de la demanda.
En resumen el Banco Central Europeo nos está diciendo que los collos de botella se deben
esencialmente a factores de oferta, ha aumentado la demanda y la oferta está dañada desde
el año 2020 y por tanto la oferta no es capaz de aumentar la producción lo suficiente como
para abastecer la demanda.
Esa es la tesis del Banco Central Europeo, pero como digo ayer el Banco de Pagos Internacionales
de Basilea también publicó su análisis de por qué existen collos de botella y el mensaje
esencial del Banco de Pagos Internacionales es la oferta no lo explica todo y por qué
no lo explica todo, pues porque la producción de algunas mercancías que están experimentando
collos de botella como muchas materias primas o como los semiconductores ya se encuentra
ahora mismo por encima de los niveles previos a la pandemia, no es que estemos produciendo
muchos menos inputs que en el año 2019 estamos produciendo más y a pesar de que estamos
produciendo más hay cuello de botella, por tanto como digo los factores de oferta que
pueden ser relevantes porque si no hubiésemos experimentado ese retroceso de la acumulación
de factores o ese retroceso de la productividad habríamos incrementado nuestra capacidad de
producir inputs por encima de la de 2019 pero en todo caso ese retroceso relativo de nuestra
capacidad de producción no lo explica todo porque ya estamos ofertando más de esos
factores productivos que presentan estrecheces en su capacidad de ser ofertados ya estamos
produciendo más que antes de la pandemia, entonces que ha sucedido según el Banco de
Pagos Internacionales de Basilea pues que la demanda ha cambiado y ha cambiado en dos direcciones,
la primera es que después de la pandemia la demanda de bienes manufacturados ha aumentado
en relación con la demanda de servicios que se ha reducido, queremos más bienes tangibles
y menos servicios y evidentemente para producir esos bienes tangibles necesitamos más inputs,
de los que necesitábamos en 2019 cuando la demanda de bienes tangibles no era tan intensa
porque consumíamos relativamente más servicios, si ha habido un cambio en la composición de
la demanda desde los servicios a los bienes tangibles a menos que la capacidad para producir
inputs escale proporcionalmente van a aparecer cuello de botella porque no podremos producir
suficientes inputs a corto plazo como para abastecer toda la demanda incrementada de esos
bienes tangibles, ese ha sido el primero de los cambios en la demanda, cuál ha sido el segundo
de los cambios relevantes en la demanda que precisamente porque han aparecido cuello de
botella muchas empresas están sobredemandando inputs para hacer acopio de los mismos y evitar
quedarse sin ellos, es decir que la demanda precaucionaria, el almacenamiento, la acumulación
preventiva de los inputs que presentan cuello de botella se está incrementando, como no hay un
suministro normalizado las empresas no se esperan a comprar los inputs en el momento en el que los
necesitan sino que ahora están aumentando muchos sus pedidos para guardarlos en inventario y así
tener la disponibilidad garantizada pero claro si todas las empresas hacen lo mismo si todas las
empresas aumentan a corto plazo su demanda preventiva de esos factores productivos que
presentan cuello de botella, los cuello de botella se agravan todavía más porque las empresas que
los producen, las empresas que producen esos factores productivos críticos más relativamente
escasos no dan abasto para abastecer la demanda de otras empresas de sus clientes por esos factores
productivos escasos. Es algo así como lo que sucedió en el año 2020 con la acumulación de papel
higiénico en Estados Unidos, se generó una escasez de papel higiénico porque la gente entró en pánico
pensando que no habría y si todo el mundo se lanza a comprar grandes cantidades de papel higiénico
efectivamente se desabastecen los supermercados de papel higiénico y eso incentiva todavía a más
gente a nada más encuentre algo de papel higiénico comprarlo y atesorarlo por si acaso y si todos hacen
lo mismo a corto plazo va a haber desabastecimiento de papel higiénico porque las empresas no dan
abasto para producirlo en suficiente cantidad como para abastecer la demanda incrementada por
motivos precaucionarios. Así pues conjugando las explicaciones del Banco Central Europeo y del
Banco de Pagos Internacionales de Basilea, tenemos que después de la pandemia ha habido un cambio
en la composición de la demanda, menos servicios, más bienes manufacturados, más bienes tangibles
y por tanto debería haberse producido una reestructuración de la oferta que la acoplara con
ese cambio de la demanda. Sin embargo no sólo no ha habido tiempo para que tenga lugar esa
reestructuración de la oferta sino que además la oferta agregada sufre todavía daños por los
efectos del año 2020. Se acumuló menos capital, la tecnología empeoró y sobre todo hay trabajadores
que están siendo retenidos en algunos sectores donde ya no son necesarios. Si no hacen falta tantos
trabajadores en la hostelería y hacen falta más trabajadores en el transporte por carretera,
habría que recolocar esos trabajadores de un lado a otro pero si los ERTE u otros mecanismos de
subsidiaciones estatal los retienen en la hostelería, pues entonces hay estrecheces productivas en el
sector de transporte por carretera que no se solucionan porque no trasladamos los factores en
este caso el trabajo desde un lado a otro y a este desequilibrio fundamental de base entre oferta y
demanda por ciertos factores productivos se le suma un desequilibrio adicional y es que como
las empresas están viendo que no hay un abastecimiento regular regularizado aumentan precaucionariamente su
demanda agravando todavía más el desabastecimiento de determinados factores productivos. ¿Y cuáles
son las consecuencias de que aparezcan cuello de botella? Pues de acuerdo con el Banco de Pagos
Internacionales de Basilea las consecuencias son dos. Por un lado menor crecimiento económico,
muchas industrias no disponen de factores productivos críticos que necesitan para
continuar su proceso de producción y por tanto no pueden producir tanto como producirían si su
abastecimiento de esos factores productivos estuviese normalizado. De acuerdo con el Banco de
Pagos Internacionales de Basilea justamente como muchos de estos factores productivos son factores
productivos que se encuentran en etapas muy tempranas de la producción como los semiconductores,
el efecto multiplicador dañino que tiene sobre el crecimiento puede ser del orden de 3 o 4
veces, es decir que generan un daño muy amplificado. Por ejemplo imaginemos que los semiconductores
representan el 1% del PIB y cae la producción de semiconductores en un 10%. En teoría el PIB
debería caer un 0,1% pero con este efecto multiplicador el PIB caerá un 0,3% un 0,4%
porque los efectos de la caída de la producción de semiconductores no quedarán contingentados en
la industria de semiconductores sino que se difundirán de manera amplificada por el resto de la
economía por el resto de sectores que utilizan los semiconductores como un elemento como un factor
productivo crítico para su producción. Esa es una consecuencia la otra la conocida la inflación
si hay mucha más demanda que oferta de determinados inputs pues los precios suben y si los precios de
los inputs suben los precios de los outputs de los bienes finales también se incrementan. ¿Qué
puede pasar a partir de aquí? Pues en este punto el Banco de Pagos Internacionales de Basilea
desarrolla un análisis muy similar al que ya expusimos en un vídeo anterior cuando trazamos
tres posibles escenarios futuros para la inflación. Básicamente dice el Banco de Pagos Internacionales
de Basilea que si las expectativas de inflación no se desanclan es decir si no entramos en un
espiral precios salarios como respuesta, como reacción al empuje inflación insta actual en
el corto medio plazo más bien en el medio plazo se normalizará la producción, la oferta de estos
factores productivos que presentan cuello de botella e incluso se puede producir una deflación de los
mismos porque si la demanda precaucionaria se hunde una vez se normalice el suministro las
empresas ya no querrán acaparar esos factores productivos cuyo suministro no estaba normalizado
y si cae la demanda precaucionaria y hemos incrementado mucho la capacidad de producción de
los mismos habrá incluso deflación que podría compensar parte de la inflación que estamos viviendo
en estos momentos. Pero claro, si se desanclan las expectativas de inflación entonces el
empuje actual de la inflación que podría tener una naturaleza meramente transitoria puede
enquistarse y convertirse en mucho más permanente. En definitiva, ¿por qué estamos sufriendo de
cuello de botella? Pues por un lado porque la oferta, la estructura productiva ha quedado tocada en el
año 2020 por culpa de la pandemia y por otro porque ha cambiado la composición de la demanda y ya
no está alineada con la oferta. Se tiene que reestructurar la oferta para alinearse con la demanda y
la oferta va con retraso en parte como consecuencia de las políticas intervencionistas que aplicaron
los estados en el año 2020. A este análisis que efectúa el Banco de Pagos Internacionales de
Basilea y el Banco Central Europeo creo que solo les falta considerar que la demanda agregada ha
sido además artificialmente cebada por políticas monetarias y por políticas fiscales expansivas.
Es decir, no solo se trata de que ha habido un cambio en la composición de la demanda sino
que la demanda total también se ha incrementado mucho más de lo que se tendría que haber incrementado
como consecuencia de esos estímulos artificiales que se aprobaron en 2020 y que todavía subsisten
en el año 2021. Las consecuencias de todo esto están siendo un menor crecimiento económico y
sobre todo un regreso de la inflación que amenaza con enquistarse dentro de nuestras economías.
Querer forzar la máquina no sale gratis y en ocasiones la máquina puede incluso terminar rompiéndose.