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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En el vídeo de ayer, que podréis encontrar en la sección de pestaña se arriba a la derecha,
tuvimos ocasión de comparar, de contrastar el funcionamiento del mercado laboral español
y del mercado laboral en Suiza.
En España tenemos salarios mínimos, tenemos una negociación colectiva muy extendida,
en Suiza no hay salarios mínimos y la negociación colectiva está bastante menos extendida
y sin embargo lo que comprobamos es que en Suiza hay pleno empleo, en España casi hay pleno desempleo,
en Suiza la tasa de temporalidad es enormemente baja por debajo del 8%
incluso por debajo del 5% entre los 40 y los 64 años,
en España la tasa de temporalidad es del 27% y en los 40 años también es todavía del 25%.
Los salarios medianos, que no medios, en Suiza son de 5.700 euros al mes
mientras que en España estamos hablando de unos 1.500 euros al mes
y por último un tercio de la población laboral Suiza, escoger voluntariamente jornadas a tiempo parcial
porque como los salarios son tan elevados, prefiere disfrutar de más tiempo libre en lugar de ganar más trabajando durante más horas,
algo que en España no suele suceder porque como las remuneraciones son tan bajas
las personas que trabajan a tiempo parcial en muchos casos es porque no tienen otra alternativa.
Tras el vídeo mucho, sin embargo, me habéis reprochado, me habéis criticado o me habéis indicado
un punto en el que tenéis razón, la comparativa de los sueldos entre España y Suiza debería hacerse
en función de los diferenciales de poder adquisitivo de cada país,
nada sirve de decir que el salario mediano en Suiza es de 5.700 euros al mes
y en España es de 1.500 euros al mes si no tenemos en cuenta que en Suiza los precios son más elevados que en España.
Pues bien, en este vídeo voy a intentar complementar este argumento que quizá quedó cojo, quedó incompleto en el anterior vídeo.
Sin embargo, antes de empezar, antes de proceder a comparar el poder adquisitivo de España y de Suiza
sí quiero dejar constancia de que en cualquier caso las diferencias muy notables entre el mercado laboral de España y de Suiza
no dependen únicamente de sus diferencias salariales, quizá ese sea el dato más vistoso, el que más nos interesa.
Pero repito, en Suiza hay pleno empleo, en España no, en Suiza la temporalidad es anecdótica, en España no
y en Suiza un tercio de los trabajadores escoge trabajar a tiempo parcial porque quiere, porque la interesa en España desde luego no.
Por tanto, aún dejando de lado el asunto del sueldo, está claro que el mercado laboral suizo funciona muchísimo mejor
que el mercado laboral español en términos de generación de empleo, de calidad y adaptado a las necesidades de los trabajadores suizos.
Pero vamos con el espinoso asunto de comparar sueldos con distinto poder adquisitivo.
Primero de todo, entendamos de dónde surgen las principales diferencias que explican que el equivalente a un euro en Suiza
no tenga el mismo poder adquisitivo que un euro en España, las diferencias de poder adquisitivo entre salarios dependen esencialmente de tres factores.
Primero, la distinta fiscalidad en cada uno de los países, si el sueldo bruto es uno en España y es otro en Suiza
pero en Suiza los impuestos fueran muchísimo más altos que en España, entonces el sueldo neto
ya no sólo tras descontar los impuestos directos, sino también teniendo en cuenta los impuestos indirectos que encarecen el precio de las cosas
el sueldo neto, ya vemosle, efectivo podría ser superior en España que en Suiza.
No vamos a entrar a comparar la fiscalidad de España y de Suiza porque para eso necesitaríamos otro vídeo entero
pero si tengamos en cuenta que los impuestos en Suiza son mucho más bajos que en España.
Por tanto, no se trata sólo de que el sueldo bruto sea más alto en Suiza que en España, sino que además el neto lo es en mayor medida
porque como digo los impuestos tanto los directos como los indirectos son más bajos en Suiza que en España.
Pero hay otras dos diferencias que determinan ese dispar poder adquisitivo de un euro en Suiza o de un euro en España.
El primero de esos otros dos factores son los precios de los bienes no transables, fundamentalmente de los servicios
que deben prestarse, que deben desarrollarse in situ dentro de un país.
Con respecto a los bienes transables, con respecto a las mercancías o a los servicios que se pueden prestar online
no hay realmente diferencias de poder adquisitivo.
Un iPhone en Suiza vale aproximadamente lo mismo que un iPhone en España,
básicamente porque los iPhones se venden en un mercado global y por tanto ahí el precio es el mismo.
Si un iPhone en Suiza fuera mucho más caro que un iPhone en España, evidentemente los suizos lo que harían sería importar iPhones de España
o habría intermediarios que se encargarían de comprar iPhones en España y llevarlos a Suiza.
Por tanto, en las mercancías o en los servicios que se presten online internacionalmente no hay diferencias de precios
y por consiguiente un euro en Suiza puede comprar lo mismo que un euro en España con respecto a todo ese conjunto de bienes,
de tal manera que si los suizos cobran mucho más que los españoles con respecto a todo ese universo de bienes,
mercancías y servicios globales tendrán mucho más poder adquisitivo, tendrán proporcionalmente más poder adquisitivo,
si cobran tres veces más que los españoles tendrán tres veces más poder adquisitivo que los españoles con respecto a esos bienes.
Sin embargo, hay otra categoría de bienes, los bienes no transables,
aquellos que no puedo transportar desde una parte del mundo a otra parte del mundo
que han de prestarse y han de consumirse localmente que ahí sí pueden haber diferencias de precios.
Si me tengo que cortar el pelo en Suiza tengo que ir a una peluquería Suiza, no puedo ir a una peluquería española.
Si quiero tomarme un café en una terraza Suiza, me lo tengo que tomar en esa terraza Suiza, no en una terraza española.
Por tanto, en esos bienes o más bien servicios sí puede haber diferencias de poder adquisitivo
porque si los precios de esos bienes no transables son mucho más altos en Suiza que en España,
entonces un euro en Suiza cundirá menos que un euro en España.
¿A qué se debe que los precios de los bienes no transables en Suiza sean más altos que en España?
Pues fundamentalmente al componente salarial. Si los salarios son más altos en Suiza,
evidentemente si queremos consumir un servicio que requiere emplear a trabajadores que cobran mucho en Suiza,
los precios a los que venderán sus servicios, esos trabajadores que cobran mucho, serán también precios mucho más altos.
O dicho de otra manera, un camarero en Suiza cobra mucho más que un camarero en España,
por tanto el precio de un café en Suiza necesariamente ha de ser superior al precio de un café en España.
Obviamente, como digo, también los suizos cobran más que los españoles,
por tanto, también tienen herramientas para poder pagar ese superior precio del café en Suiza que en España,
pero ahí sí que tenéis toda la razón, hay que ajustar el poder adquisitivo de los salarios
a esas diferencias de precios de los bienes no transables.
Y el otro factor que puede determinar diferencias de poder adquisitivo entre un país y en otro
es sobre todo el precio de la vivienda.
En principio, si la oferta de vivienda fuera libre y potencialmente ilimitada,
es decir que la oferta fuera realmente elástica a aumentos del precio,
no tendría por qué haber diferencias del coste de producción de una vivienda en España o en Suiza,
salvo porque los obreros en Suiza cobren más que en España y por tanto eso quede reflejado
en un mayor precio final de la vivienda.
Sin embargo, por desgracia la oferta de vivienda, ni en Suiza ni en España, no es totalmente elástica,
porque por un lado la oferta de suelo es limitada, no se puede multiplicar infinitamente el suelo disponible
para construir y por otro porque en ambos países existen restricciones, limitaciones,
regulatorias políticas a la edificación de edificios.
Por tanto, la oferta es relativamente rígida y la demanda no lo es.
Si la oferta de un bien es rígida y la demanda no lo es, los aumentos de la demanda se trasladarán
no tanto en incrementos de la cantidad ofertada de ese bien, porque la oferta no podrá aumentar mucho,
sino en aumentos de su precio y cuanto más aumenta la demanda más aumentará el precio.
Evidentemente, si los suizos cobran salarios mucho más altos que los españoles,
se pueden permitir pagar muchísimo más, pueden permitirse pujar muchísimo más por el limitado
stock de viviendas que existe, muchísimo más que los españoles y por tanto el precio de las viviendas
en Suiza a igualdad de circunstancias, es decir, a igualdad de restricción de la oferta y a igualdad
de intensidad de la demanda, será mucho más alto en Suiza, porque sus salarios, su capacidad de pago,
su capacidad de puja por esas viviendas es mucho mayor que en España.
Pues bien, esos son los dos factores que pueden explicar que un euro en Suiza acunda menos que
un euro en España, no por el precio de las manufacturas, que es un precio determinado globalmente,
sino por los precios de los servicios locales y por los precios de la vivienda.
¿Y cómo corregimos estos diferenciales de poder adquisitivo para poder comparar las remuneraciones
en ambos países? Pues bien, la herramienta que se suele utilizar es la parida de poder adquisitivo,
que esencialmente lo que hace es comparar las tasas de inflación en ambos países,
también tener en cuenta los diferenciales en los tipos de cambio y ajustar las rentas
en uno y otro país a ese diferencial de tasas de inflación y a ese diferencial de tipos de cambio.
Lo normal, como digo, es reducir todas las rentas a una misma unidad que son los dólares internacionales.
Y si hiciéramos esto, si utilizáramos la parida de poder adquisitivo en dólares internacionales,
veríamos que aproximadamente podemos comparar los salarios en Suiza expresados en francos suizos
con los salarios españoles expresados en euros, dividiendo por dos los salarios en Suiza.
Por ejemplo, si un suizo cobra 3.000 francos suizos, eso sería aproximadamente equivalente
a un español que cobre 1.500 euros al mes. Por tanto, se trata de una corrección, en efecto,
muy importante para tener en cuenta el diferencial de poder adquisitivo. En realidad,
es posible que el ajuste que haya que hacer sea algo menor, porque si utilizamos no la parida de
poder adquisitivo en dólares internacionales, sino el estándar de poder adquisitivo en euros,
que es otro índice que nos permite comparar el poder adquisitivo, nos permite comparar los salarios,
las rentas de dos países distintos. Éste lo elabora Eurostat. La corrección no es de la mitad,
no es que haya que rebajar la renta a Suiza, es un 50%, sino que hay que rebajarlas un 45%.
En todo caso, estamos en una corrección de entre el 50% y el 45%. Sin embargo,
¿significa esta corrección que hemos de modificar muy sustancialmente las conclusiones en las que
llegamos ayer? Pues realmente no. Recordemos que el salario mediano en Suiza es de 6.500 euros.
El salario mediano en España, salarios medianos ambos por jornada completa, es de 1.500 euros.
Por tanto, si aplicamos este corrector del 50% a los salarios medianos de Suiza, tendríamos que
el salario mediano en Suiza, con un poder adquisitivo equivalente a los salarios en España, sería de
3.250 euros, 3.200, 3.300 euros al mes. Recordemos, el salario mediano en España es de 1.500 euros,
de 1.550. Por tanto, el salario mediano en Suiza es más del doble, o el doble, si lo queremos,
que el salario mediano en España. Recordemos, asimismo, que el salario del 10% de trabajadores
más pobres en España, el salario de corte que dividía el primer decil, del segundo decil,
era de 4.300 euros. Esto significaría que los trabajadores peor pagados, o el grupo de trabajadores
peor pagados en Suiza, con una jornada completa, estarían cobrando unos 2.150 euros al mes. Un salario
que superaría el salario medio de España, es decir, el salario del 10% peor pagado en Suiza,
es más alto que el salario medio en España. Estas cifras también ponen de manifiesto porque
la jornada a tiempo parcial es tan popular en Suiza. Si hemos dicho que el salario mediano a
jornada completa con un poder adquisitivo equivalente al de España, es de 3.250 euros al mes, estamos
diciendo que un trabajador mediano que no quiera trabajar a jornada completa, sino que opte por
una jornada laboral de 4 horas, podría estar cobrando un salario de 1.600-1.700 euros al mes,
y esos euros, repito, tendrían el mismo poder adquisitivo que tienen en España, que tienen 1.600
o 1.700 euros al mes en España. Por tanto, trabajar 4 horas y cobrar 1.600-1.700 es una elección,
desde luego muy interesante para muchos suizos, sobre todo si ya están en un hogar donde ya hay
otro perceptor de rentas que, por tanto, puede estar aportando un salario de 3.000-4.000 o 5.000
euros al mes con un poder adquisitivo, insisto, parangonable, equiparable, al que hay en España.
Incluso el 10% de trabajadores peor pagados, si optaran por una jornada de solo 4 horas,
estarían cobrando al mes unos 1.100 euros. 1.100 euros, insisto, con el poder adquisitivo de España,
con el poder adquisitivo de Suiza, es bastante más, pero hay que corregir como hemos hecho por ese
diferencial, con lo cual que algunas personas, aún cobrando relativamente poco en Suiza,
se planteen trabajar 4 horas a cambio de un salario que en España sería de 1.100 euros,
desde luego no es tampoco una mala elección, no es la mejor de las elecciones posibles,
pero no es desde luego una mala opción a su disposición. Además, recordemos que,
como ya explicamos en el vídeo anterior, durante los últimos 10 años, entre 2008 y 2016,
que son las fechas para las que tenemos esas estadísticas comparables, los salarios que más
aumentaron fueron los más bajos. Los salarios del 10% más pobre crecieron durante ese periodo
un 10%. Por consiguiente, no solo es que los salarios sean relativamente altos,
aproximadamente el doble que los españoles con poder adquisitivo comparable, sino que además,
los salarios más bajos son los que más aumentan en Suiza. Y todo ello, repetimos una vez más,
porque este hecho choca radicalmente con los fundamentos ideológicos de muchísimas personas,
todo esto, recordemos, sin salario mínimo federal y únicamente dos cantones, dos pequeños cantones
tienen salario mínimo cantonal y sin una penetración de la negociación colectiva equiparable
a la española. En Suiza, menos del 50% de todos los trabajadores están amparados por un convenio
colectivo en España en torno al 80%. ¿Cómo es posible que los suizos cobren con un poder
adquisitivo comparable al de España el doble de media que los españoles tengan una tasa de paro
por debajo del 5%, tengan una tasa de temporalidad por debajo del 8% y tengan un tercio de la
población que escoge voluntariamente trabajar a tiempo parcial para poder disfrutar en mayor
medida de su vida personal y familiar? Pues esencialmente porque la economía suiza es un caso
de economía de éxito, es un caso de economía bastante libre donde durante muchas décadas sus
ciudadanos han ahorrado muchísimo, han reinvertido muchísimo, han acumulado muchísimo capital y por
eso hoy en día los trabajadores suizos en Suiza son hiperproductivos y cuando los trabajadores
son hiperproductivos y no tenemos legislación estatal que impida que esos trabajadores sean
contratados por empresarios y que tampoco expulse a las empresas y por tanto haya genuina competencia
empresarial por contratar a los trabajadores en esas condiciones el salario de los trabajadores
tiende a converger con su productividad y si la productividad es muy alta los salarios tendrán
a ser muy altos. Todo ello sin necesidad insisto de intrusivas regulaciones laborales que en la
mayoría de los casos sólo provocarían un incremento del paro y una caída de los salarios
efectivos que perciben las familias suizas. La vía para una prosperidad generalizada e inclusiva,
tomando las famosas palabras de mi amigo Miguel Ancho Bastos, es capitalismo, ahorro y trabajo duro,
no regulaciones estatales, intrusivas, intervencionistas que impiden la cooperación voluntaria entre
los ciudadanos que impiden la cooperación voluntaria entre trabajadores y empresarios.
Allí donde hay capitalismo, ahorro y trabajo duro lo que tenemos es hiperproductividad y altas
condiciones de vida. Allí donde no hay estos tres elementos pero donde tenemos una regulación
estatal muy intervencionista lo único que encontramos es estancamiento o incluso miseria
generalizadas.
Este es el canal de subtítulos en español de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos días.
Hasta la próxima.