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A partir de hoy, la Unión Europea prohíbe las importaciones de 10 el ruso. Y, siendo así,
¿cómo nos vamos a abastecer con normalidad? Pues, en teoría, utilizando a terceros países,
como la India, de intermediarios. Veámoslo.
Durante los últimos meses, tanto la Unión Europea como Estados Unidos han establecido duras
sanciones y restricciones contra la exportación de petróleo y de productos refinados del petróleo
desde Rusia. De hecho, este mismo domingo, 5 de febrero de 2023, entran en vigor nuevas sanciones
de la Unión Europea contra Rusia. Por un lado, la Unión Europea prohíbe la importación de
prácticamente todo producto refinado del petróleo desde Rusia. Es decir, y por ejemplo,
los ciudadanos de la Unión Europea no podrán comprar diésel refinado en Rusia, no podrán
importar diésel desde Rusia. Y, por otro lado, la Unión Europea también ha prohibido a sus
compañías que financien, aseguren o transporten productos refinados del petróleo desde Rusia,
por ejemplo, el diésel, a terceros países, no ya a la Unión Europea, donde está prohibido,
sino incluso a terceros países fuera de la Unión Europea, si esos terceros países han
comprado los productos refinados del petróleo, por ejemplo, el diésel, a un precio superior a
aquel que establece la Unión Europea. En el caso del diésel, por ejemplo, la Unión Europea establece
un precio máximo de 100 dólares por barril. Por tanto, si China o la India compran el barril
de diésel ruso, pongamos a 125 dólares, en ese trato, en ese intercambio, no podrán participar
compañías europeas. Las compañías europeas no podrán financiar esa operación, no podrán asegurar
esa operación y tampoco podrán contribuir a transportar físicamente el petróleo desde Rusia
a la India. Ahora mismo, el barril de diésel en el norte de Europa está cotizando a un precio cercano
a los 130 dólares por barril. Por tanto, establecer un precio máximo de 100 dólares por barril supone
un descuento, una quita en el precio cercana al 25%. Es verdad que Rusia ya estaba vendiendo su
barril de diésel en los mercados a un descuento con respecto a ese precio del norte de Europa.
En particular, los últimos datos que tenemos disponibles sobre a qué precios estaba vendiendo
el barril de diésel ruso en los mercados era del entorno de 115 dólares por barril. Por tanto,
el precio máximo fijado por la Unión Europea en realidad constituye un descuento del 12-13%
con respecto a aquel precio al que ya estaba vendiendo Rusia. No obstante, un descuento del
12-13% puede tener un impacto sobre los márgenes de beneficio de las refinerías rusas y, por tanto,
podría desincentivar que las refinerías rusas exportaran diésel al resto del mundo. Y si eso
es así, habida cuenta de que el suministro global de diésel no es precisamente holgado,
uno de los cuellos de botella de la economía mundial es justamente el suministro de diésel,
cabe cuestionar si estas restricciones, si estas sanciones que establece ahora mismo la Unión
Europea contra Rusia, no pueden generar un problema de desabastecimiento global de diésel. ¿Cómo
espera exactamente la Unión Europea o cómo espera exactamente Estados Unidos evitar que haya carestía
global de diésel si, por un lado, dejan de importar diésel ruso pero, por otro, también
desincentivan que Rusia exporte el diésel al resto del mundo? Porque, claro, si Rusia siguiera
exportando diésel al resto del mundo, la operación sería relativamente sencilla. Si China, pongamos
por caso, importaba antes diésel desde la India, ahora China pasaría a importar diésel desde Rusia,
y el diésel que previamente refinaba la India y exportaba a China, como China ya no se lo compra
porque se lo compra Rusia, se lo puede empezar a vender a la Unión Europea o a Estados Unidos.
Por tanto, simplemente habría una reorganización global de los flujos comerciales. Antes yo te
compraba a ti, ahora te dejo de comprar a ti, tú le vendés al otro y yo le empiezo a comprar a aquel
que le vendía antes a ese otro. Pero si se limita, si se desincentiva que Rusia exporte a países
ajenos a la Unión Europea y Estados Unidos, entonces sí podemos tener un mayor cuello de
botella global de diésel. ¿Cómo se espera salvar este problema? Pues empleando a terceros países,
muy especialmente a la India, como refinerías del crudo ruso. Básicamente, Rusia no puede vender su
petróleo crudo a la Unión Europea o a Estados Unidos, porque está prohibido, lo han prohibido
las autoridades comunitarias y estadounidenses, pero Rusia sí puede exportar su petróleo crudo
a terceros países, por ejemplo, la India. ¿Pero qué ocurre si las refinerías de la India compran
petróleo crudo ruso y lo refinan en la India, en diésel? ¿Ese barril de diésel que ha sido refinado
en la India a partir del crudo ruso es un barril de diésel de la India o de Rusia? Pues para la
Unión Europea y para Estados Unidos es un barril inmaculado de diésel de la India. Por tanto,
las sanciones y las restricciones de la Unión Europea y de Estados Unidos no son aplicables a
ese barril de diésel de la India. No está prohibido que la Unión Europea importe ese
barril de diésel y tampoco ese barril de diésel está sometido al precio máximo de 100 dólares
por barril. Es decir, por ese barril de petróleo de la India, que en realidad es el refino del
petróleo ruso que no queremos comprar en la Unión Europea y en Estados Unidos, pero que sí
dejamos que se venda a la India para luego comprarlo refinado en la Unión Europea y en Estados
Unidos, por ese barril de petróleo de la India sí se van a poder pagar más de 100 dólares. De modo
que las refinerías de la India no van a tener problemas de rentabilidad para refinar y exportar
petróleo. No solo eso, la operación puede serles tremendamente rentable, porque recordemos que ahora
mismo existe otra sanción, otra restricción sobre la exportación de petróleo crudo desde Rusia. Al
igual que sucede con el diésel, la Unión Europea y Estados Unidos no compran petróleo crudo desde
Rusia, pero sí permiten que ese petróleo ruso sea exportado a terceros países a un precio máximo.
Ese precio máximo actualmente está fijado en 60 dólares por barril. Si algún agente económico
extranjero paga más de 60 dólares por barril, ese petróleo crudo ruso no podrá ser ni financiado,
ni asegurado, ni transportado por empresas de la Unión Europea. Y todo esto, unido a la debilidad
de la demanda global de petróleo, ha llevado a que el petróleo ruso ahora mismo esté cotizando
en torno a 40 dólares por barril. ¿Qué significa esto? Pues que las refinerías de la India pueden
comprar el petróleo ruso crudo a un precio muy barato, a un precio muy asequible, pueden
transformarlo en diésel y pueden vender ese diésel a cualquier precio de mercado. Porque ese
diésel de la India que procede del refino del petróleo crudo ruso comprado, importado a un
importante descuento, ese diésel refinado a partir de petróleo crudo ruso computa a efectos
de regulaciones internacionales como diésel de la India y, por tanto, no está sometido a ninguna
restricción. Es decir, que la estrategia de Estados Unidos o de la Unión Europea consiste en convertir
a la India y a otros terceros países en grandes suministradores globales del petróleo crudo ruso
refinado en la India. Evitar comprarle directamente el petróleo refinado a Rusia para que no se
embolse los beneficios de esa operación, sino comprarle el refino del petróleo crudo ruso a
esos terceros países aún cuando sus refinerías se forren absolutamente en el proceso. Porque las
refinerías de la India, como ya hemos explicado, están comprando el petróleo crudo ruso muy barato
en los mercados y están vendiendo el resultado refinado de ese petróleo ruso, por ejemplo,
el diésel a precios de mercado, a precios no limitados por las restricciones de la Unión
Europea o de Estados Unidos. ¿Funcionará? Pues está por ver. A corto plazo habrá que comprobar
si las refinerías de la India o de otros terceros países tienen suficiente capacidad de refino como
para reemplazar a las refinerías de Rusia. Si no es así, podríamos tener un estrechamiento del
cuello de botella global del refino de diésel. Y a medio plazo, el objetivo presunto de estas
sanciones es estrangular financieramente a la economía rusa. Sin embargo, y como ya explicamos
en un vídeo anterior, no está del todo claro que estas sanciones vayan a generarle un perjuicio
económico absolutamente devastador. Es verdad que están perjudicando las finanzas públicas rusas,
pero el perjuicio todavía es relativamente pequeño, sobre todo a vida cuenta de los muy bajos niveles
de deuda pública que sigue teniendo Rusia. Para quienes, sin duda, estas sanciones están
funcionando estupendamente es, en cambio, para países como la India, que están haciendo
absolutamente su agosto convirtiéndose en los intermediarios de una operación que antes
efectuábamos directamente con Rusia. Como queremos el petróleo ruso, pero no se lo queremos comprar
ni pagar a Rusia, se lo compramos y pagamos a la India más caro a cambio de que la India también se
lo compre más barato a Rusia. Es decir, nosotros pagamos de más, Rusia recibe de menos y la
diferencia se la queda en países como la India.