logo

Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Por primera vez desde el año 2012, año en el que España estuvo a punto de
quebrar, el paro vuelve a aumentar en España.
Veámoslo.
El pasado mes de julio ya alertamos de que la evolución
del empleo en España se estaba empezando a torcer.
Por tanto, los malos datos de empleo del mes de julio
no son algo meramente estacional o meramente estadístico,
sino que reflejan un deterioro más profundo de la economía real.
La misma economía real que estaba creciendo a muy altas tasas,
en parte por el efecto rebote del hundimiento histórico de la pandemia,
en parte por el altísimo déficit público, en parte por los fondos europeos,
en parte también porque durante algunos meses las expectativas
eran bollantes, esa misma economía que estaba creciendo tanto
y que estaba creando tanto empleo gracias a ese crecimiento elevado,
ahora conforme se van deteriorando los fundamentales,
o más bien conforme emergen los problemas subyacentes
que ya existían en la economía española cuando estaba creciendo tanto
y creando tanto empleo, ahora que emergen esos problemas,
ahora que la economía se ralentiza, ahora que surgen incertidumbres,
sesgos de incertidumbre que ya operan en el mercado laboral,
el mercado laboral está empezando a reaccionar
y está empezando a reaccionar con unos datos de empleo
que no solo han sido peores de lo esperado,
sino que han sido los peores en un mes de julio desde hace más de dos décadas.
Y ahora que acabamos de conocer los datos de empleo correspondientes al tercer trimestre de 2022,
según la EPA, según la encuesta de población activa,
ya podemos confirmar que la evolución de la ocupación y del paro en España se ha torcido.
Empecemos con el dato de ocupación de empleo.
Durante este tercer trimestre del año 2022, entre julio y septiembre,
apenas se crearon en España 77.000 nuevos empleos,
tan debilitada que la comparación con el tercer trimestre del año 2021 resulta tremendamente reveladora y deprimente.
El año pasado, en 2021, en este mismo trimestre, tercer trimestre del año,
se crearon 360.000 empleos.
En 2022, 77.000.
Y no podrá decir, bueno, pero es que el dato de 2021 estaba muy inflado por el rebote pospandemia.
Lo cual, en gran medida, es cierto, aunque cuando el gobierno presentaba estos datos,
nos decía que estaban inflados por el rebote pospandemia.
Se colgaban las medallas diciendo, fijaos en qué buen estado se haya la economía española
y cuánto empleo nuevo está creando.
No nos decían, bueno, descontemos de esta extraordinaria creación de empleo,
muchos puestos de trabajo que únicamente consisten en recuperar lo que ya teníamos antes de la pandemia.
Pero, bueno, guerras propagandísticas al margen.
Es cierto que en el año 2021, en el tercer trimestre de 2021,
se crearon más empleos de los habituales.
Pero es que los habituales no son 77.000 empleos.
En 2016 se crearon 226.000 empleos.
En 2017 se crearon 235.000 empleos.
En 2018 se crearon 184.000 empleos.
Hemos de retroceder al año 2019, que ahora no nos acordaremos,
pero es que en el año 2019, dentro de las economías desarrolladas, entre ellas España,
sonaban tambores de recesión.
Pues bien, habría que retroceder hasta el año 2019
para encontrar un dato de empleo, de creación de empleo en el tercer trimestre del año,
tan malo como el de ahora.
Porque en el año 2019 apenas se crearon en el tercer trimestre del año 69.000 empleos.
Aparentemente, una cifra peor que la de este tercer trimestre de 2022.
Pero en realidad, es peor la de este año que la de 2019.
¿Y por qué? Porque la cifra de creación de empleo en el tercer trimestre de este año
está mucho más maquillada por la creación de empleo público que en el tercer trimestre de 2019.
La creación de empleo privado entre julio y septiembre de este año 2022
apenas alcanza la cifra de 25.000 personas,
cuando en el año 2019 fue de 35.000.
Y en 2016 creó 217.000, en 2017 177.000, o en 2018 134.000.
Frente a estas cifras, habituales, normales de creación de empleo privado en el tercer trimestre del año,
ahora mismo sólo 25.000 empleos.
No sólo eso, si en lugar de fijarnos en la cantidad de personas que han encontrado empleo en este trimestre,
nos fijamos en la cantidad de horas que se han trabajado en el sector privado en este trimestre,
comprobaremos que hay una muy importante ralentización de la actividad en el mercado laboral de España.
En el tercer trimestre de cualquier año siempre suele reducirse el número de horas trabajadas
frente al segundo trimestre. ¿Por qué? Porque las vacaciones suelen caer en julio o en agosto
y, por tanto, en ese periodo del año siempre se trabaja menos que en el segundo trimestre de ese mismo año.
Sin embargo, la caída que se ha experimentado este tercer trimestre del año en el número de horas trabajadas
en el sector privado en España es la más acusada desde el año 2011, desde que España estaba a punto de quebrar.
Ni siquiera en los recesivos años 2012 y 2013 se destruyeron, se perdieron, se dejaron de trabajar
tantas horas en el sector privado en el tercer trimestre del año frente al segundo trimestre del año,
como en este año 2022. En particular, lo normal, lo habitual, es que en el tercer trimestre del año
se trabajen entre 35 millones y 40 millones de horas menos que en el segundo trimestre del año.
Pues bien, en 2022 se han trabajado 43 millones de horas menos, una caída similar a la experimentada
en el año 2011. Y esto, claro, ha tenido también su reflejo en las cifras de parados, de desempleados.
Si la creación de empleo ha sido mucho más débil de lo habitual, a poca nueva gente que haya querido
encontrar empleo en el mercado laboral, el número de parados necesariamente se ha tenido que incrementar.
Y así ha sucedido. Por primera vez, si exceptuamos por motivos obvios el año 2020, por primera vez
desde el año 2012, año de recesión económica, año en el que España estaba al borde de la bancarrota,
recordemos que en julio del año 2012 fue cuando tuvo que salir Mario Draghi a rescatar al euro,
a rescatar a España, diciendo que haría todo lo necesario para salvar el euro y que sería necesario,
fue a partir de ese momento cuando la prima de riesgo de España que estaba abocando a la bancarrota
al Estado empezó a moderarse. Pues bien, desde ese año no había aumentado el paro en España
en un tercer trimestre, 60.000 parados más en términos intertrimestrales.
En 2012 fueron 90.000, pero España, repito, estaba a punto de quebrar.
Todo esto en definitiva pone de manifiesto que la coyuntura económica de España se está empezando a torcer.
De hecho, hoy mismo el Instituto Nacional de Estadística ha confirmado que la economía española
apenas creció un 0,2% durante el tercer trimestre de este año, un dato que deja a España al borde
del estancamiento en lo relativo a su actividad productiva, de modo que es perfectamente coherente
que el mercado laboral no haya creado prácticamente ningún empleo en el tercer trimestre del año
a vida cuenta de que la economía se paralizó prácticamente en su totalidad durante ese tercer trimestre del año.
De ahí que, como decíamos, el panorama económico se está empezando a torcer.
Se está empezando a torcer porque la economía mundial estaba sobrecalentada
y ahora los bancos centrales la están enfriando con subidas de tipos de interés.
Pero precisamente por eso mismo, los buenos datos de empleo que hemos tenido hasta el momento
dentro de un contexto de economía mundial sobrecalentada tampoco eran mérito de este gobierno.
Y claro, si el gobierno se colgaba las medallas por la creación de empleo,
ahora debería quitárselas por la destrucción de empleo.
Pero no esperen que vaya a ser esto lo que suceda.
Si este ritmo de ralentización profunda del mercado laboral español continúa en los próximos trimestres,
no duden ni por un momento de que la propaganda oficialista se pondrá en marcha
para exculpar a este gobierno de los malos datos del mercado laboral.
La misma propaganda oficialista que hace unos trimestres le atribuía casi en exclusiva a este gobierno
las bondades de estos mismos datos.
Prepárense por tanto para una tormenta de propaganda que tratará de retorcer el argumentario
para hacernos creer que todo lo bueno es gracias al gobierno y que todo lo malo es a pesar del gobierno.
Que tratará de convencernos de que la creación de empleo era gracias a Pedro Sánchez.
Pero que al mismo tiempo nos intentará persuadir
de que la destrucción de empleo es culpa de Lagarde o de Putin, pero nunca claro de Pedro Sánchez.
Ya dice el profesor Rodríguez Braun que el mejor amigo del hombre,
en realidad el mejor amigo del político no es el perro sino el chivo expiatorio.