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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Adam Smith, el padre del liberalismo, estaba en contra de las herencias.
Es así?
Veámoslo.
Durante los últimos días está circulando por Internet el rumor de que Adam Smith,
el padre del liberalismo, estaba en contra del derecho a la herencia.
Tanto ha circulado este rumor por la red que incluso se coló en el debate que se celebró
antes de las recientes elecciones argentinas entre Javier Milay y Fernanda Vallejos.
Escuchemos cómo Fernanda Vallejos intenta eleccionar a Javier Milay sobre qué es el
liberalismo y cuál es la postura del liberalismo sobre la propiedad privada y sobre el derecho
a la herencia, a partir de la cita textual de Adam Smith.
Le sugeriría también con mucho respeto que vaya a estudiar un poco de historia y un
poco de leyes si es que accede a una banca.
Con respecto a lo de la propiedad, le voy a leer una textual de Adam Smith, como decía
antes, el padre del liberalismo, el poder disponer de las propiedades para siempre
es manifiestamente absurdo, la tierra y todas las riquezas que hay sobre ella pertenecen
a cada generación, y la anterior no debe poseer el derecho a obstruirlas desde la posteridad,
no hay ningún punto más difícil de explicar que el derecho que concebimos que tienen los
hombres de disponer de sus bienes después de la muerte.
¿No?
No, pues no, dejando de lado que lo que dijera o dejar de decir a Adam Smith no tiene por
qué condicionar lo que diga toda la tradición liberal posterior, el liberalismo es una filosofía
política en continua evolución, en función de los mejores razonamientos o de la mejor
evidencia que aparezca acerca de cómo proteger la libertad de los individuos.
No es una religión que se limite a recitar los textos sagrados de Adam Smith.
Dejando de lado este detalle no menor, el problema fundamental de lo que acaba de decir
Fernanda Vallejos y del rumor que circula por internet remitiéndose a esa misma cita
que ha mencionado Fernanda Vallejos es que esa cita es una cita cercenada y tergiversada.
Estas palabras cercenadas y tergiversadas de Adam Smith están extraídas de su libro
Lecciones de jurisprudencia, es una de las obras menos conocidas de Adam Smith a mucha
distancia por supuesto de la riqueza de las naciones pero también de la teoría de los
sentimientos morales y es un libro que contiene las notas sobre las clases, sobre las lecciones
universitarias que impartía Adam Smith sobre asuntos muy distintos y en particular estas
palabras se hallan dentro de las reflexiones que efectuaba Smith sobre la sucesión testamentaria.
¿Por qué digo que es una cita cercenada y tergiversada?
Bueno empecemos con el objetivo de cercenada.
Esta cita no es una cita integral, no es una cita que aparezca tal cual en ninguna parte
del libro de lecciones de jurisprudencia de Adam Smith.
Es un collage de dos citas distintas que aparecen en el libro pero es que además no se trata
de que estemos ante dos citas que aparezcan en dos momentos distintos de la obra de Adam
Smith sino que además aparecen en el orden inverso a aquel en el que los ha citado Fernanda
Vallejos.
Por tanto no es que empieces citando unas palabras luego te saltes otras porque las
consideres no relevantes y termines con las últimas palabras que te interesa mencionar.
Es que empiezas por el final y luego vuelves al principio componiendo un colage totalmente
deshonesto.
Comprobémoslo.
Bien, aquí tenemos destacada la primera frase de Adam Smith que va a leer Fernanda Vallejos.
Escuchémoslo de su propia voz.
El poder disponer de las propiedades para siempre es manifiestamente absurdo.
La tierra y todas las riquezas que hay sobre ella pertenecen a cada generación.
Y la anterior no debe poseer el derecho a obstruirlas desde la posteridad.
Y ahora escuchemos cómo sigue.
No hay ningún punto más difícil de explicar que el derecho que concebimos que tienen los
hombres de disponer de sus bienes después de la muerte.
Claramente lo que está leyendo Fernanda Vallejos no es lo que va a continuación del texto
que había leído con anterioridad.
Entonces, ¿dónde encontramos la segunda parte de la cita que está mencionando Fernanda
Vallejos?
¿La encontramos más hacia adelante?
No, la encontramos varias páginas atrás.
Estamos en la página 70.
¿Acaso encontramos la segunda parte de la cita en la página 69?
No.
¿Acaso en la 68?
Tampoco.
¿En la 67?
Pues no.
¿En la 66?
Cerca, pero todavía no.
¿En la 65?
Todavía no.
Aún nos queda un poquito.
¿64?
No.
¿63?
Efectivamente.
En la 63 encontramos la cita, la segunda parte de la cita de Fernanda Vallejos.
No hay ningún punto más difícil de explicar que el derecho que concebimos que tienen los
hombres de disponer de sus bienes después de la muerte.
Bien, por tanto, está claro que la cita de Adam Smith de Textual tiene bastante poco.
Pero bueno, podría ser que aunque la cita como tal no aparezca en lecciones de jurisprudencia
sino que sea una composición forzada de dos citas distintas del texto, si al final el
mensaje que este collage de citas está transmitiendo es el mismo que nos quería transmitir a Adam
Smith, pues tampoco pasa nada, estamos adornando, embelleciendo un poquito las palabras de Adam
Smith.
El problema es que no tiene nada que ver con lo que nos quería decir a Adam Smith.
Adam Smith no estaba en contra del derecho a la herencia, sino a favor del mismo.
Pero entonces, ¿cómo pudo decir lo que dijo?
¿Cómo pudo decir, por ejemplo, esto?
No hay ningún punto más difícil de explicar que el derecho que concebimos que tienen los
hombres de disponer de sus bienes después de la muerte.
Veamos el contexto en el que se escribió esa cita.
Esta cita está precedida por una frase que dice, ahora vamos a tratar el tema de la sucesión
testamentaria, y es luego cuando añade, no hay ningún punto, no hay ningún asunto,
no hay ningún tema más difícil de explicar que el derecho que concebimos que tienen los
hombres a disponer de sus bienes después de la muerte.
Esta frase es una frase introductoria para la discusión, para la reflexión que va a
comenzar a Adam Smith a partir de ese punto.
Es como si yo estoy explicando a la inflación y digo, no hay nada más complicado de entender
que por qué suben los precios dentro de una economía.
Esto no significa que yo esté a favor o en contra de que suban los precios de la inflación.
Simplemente estoy aclarando que se trata de un tema muy complicado, muy controvertido,
de un tema que ha dado lugar a muchas discusiones entre muchos autores a lo largo de la historia
de la humanidad y sobre el que voy a tratar de arrojar algo de luz.
Pero en esta frase no estoy manifestando, Adam Smith, en esa frase no está manifestando
que se oponga a la herencia, solo dice que es un tema complicado, punto.
Bien, entonces ya queda claro que esta frase no significa que Adam Smith se oponga a la
herencia.
No es una tramposa ligar esta frase con la frase anterior, porque no solo es que aparezca
en momentos distintos del texto, sino que lo que quiere decir a Adam Smith, con una y con
la otra, no es lo mismo, no tiene nada que ver.
Pero bueno, aún así nos queda pendiente explicar qué quería decir con la primera
de las frases, que parece muy rotunda.
El poder disponer de las propiedades para siempre es manifiestamente absurdo.
La tierra y todas las riquezas que hay sobre ella pertenecen a cada generación, y la anterior
no debe poseer el derecho a obstruirlas desde la posteridad.
Bien, nuevamente veamos el contexto en el que se enmarca esta frase.
Bien, como en el caso anterior conviene leer la frase que se encuentra inmediatamente antes
de esta cita, a saber que un hombre tenga el poder de determinar qué debe hacerse con
sus bienes después de su muerte, es algo que podemos acordar por nuestra gracia hacia
el difunto, y no es contrario a la razón.
Por tanto, en esta primera frase, Adam Smith está expresando que está a favor de la herencia,
que está a favor de que alguien determine qué pasa con sus bienes después de la muerte.
Pero luego añade, pero que tenga el poder de determinar qué uso debe hacerse de sus
bienes hasta el infinito, no tiene ninguna base en nuestra gracia y es la cosa más absurda
del mundo.
No hay ninguna máxima más generalmente reconocida que que la tierra es propia de cada generación,
y que la anterior generación nos pueda restringir cómo utilizamos la tierra es absolutamente
absurdo.
Lo que está criticando y lo que está rechazando aquí, Adam Smith, es que una persona pueda
condicionar el uso de los bienes que deja en herencia eternamente.
Por ejemplo, que si yo le dejo una tierra a mi hijo, le pueda decir, esta tierra jamás
se podrá vender a ninguna otra persona que no pertenezca a nuestra familia, no se podrá
vender fuera de nuestra familia, ni la podrás vender tú, ni la podrán vender tus herederos,
ni los herederos de tus herederos, ni los herederos de los herederos de tus herederos.
Esta tierra yo quiero que siempre quede dentro del linaje familiar, que nunca salga de él.
Adam Smith está de acuerdo con que un padre le pueda dejar la tierra a su hijo, e incluso
que le diga, esta tierra no la puedes vender, pero que cuando el hijo deja la tierra a los
nietos del original propietario, la obligación original del abuelo ya no pesa sobre los hijos.
Esta interpretación queda muy clara si seguimos leyendo a partir de ahí.
Como podemos ver, a continuación dice, es totalmente absurdo presuponer que nuestros
ancestros que vivieron hace 500 años atrás tienen el derecho de disponer hoy de las tierras
actuales, tienen el derecho de marcar cómo ha de disponerse hoy de las tierras actuales.
Y por qué Adam Smith entraba en este debate?
Porque estaba debatiendo si una persona ha de poder condicionar el uso que se le dé
a la tierra desde ahora hasta la posteridad o no hacerlo.
¿Era un tema de actualidad en su tiempo?
Pues sí, era un tema de mucha actualidad, porque en el antiguo régimen, en el mercantilismo
contra el que combatía Adam Smith, una de las instituciones que estaba constriñendo
de una manera más gravosa el desarrollo económico era la llamada vinculación de la tierra.
¿Qué era la vinculación de la tierra?
Pues justamente esto que está exponiendo a Adam Smith, que por ejemplo un noble decía,
esta tierra nunca se va a cultivar o esta tierra nunca se va a vender, solo puede ser
traspasada por sucesión testamentaria.
Y justamente por eso, las tierras quedaban vinculadas a la voluntad originaria del testador
de hace 500 años y se impedía que las tierras se vendieran en el mercado y pudiesen pasar
a otras manos, y por eso muchas de esas tierras quedaban incluso sin labrar o no había inversiones
dirigidas a incrementar la productividad de las mismas.
Y como Adam Smith era un enemigo del mercantilismo, como quería desmontar las instituciones del
antiguo régimen, como los gremios o la vinculación de la tierra, Adam Smith está criticando
la vinculación testamentaria de la tierra, no está criticando las herencias, sino utilizar
las herencias para sacar perpetuamente las tierras del comercio.
De nuevo eso es lo que dice apenas unas pocas líneas después, concretamente aquí.
Este derecho, el derecho a vincular las tierras a la voluntad originaria del testador, esto
no está escrito en el libro, está implícito en lo que está diciendo cuando habla de
este derecho, no solo es absurdo en su máxima expresión, pero también sería extremadamente
perjudicial para la comunidad, dado que excluiría a tierras enteras del comercio.
El interés de la comunidad requiere que estas tierras puedan ser objeto del comercio como
cualquiera otros bienes.
Y entre estas dos citas que acabo de leer encontramos otra, donde explícitamente Adam
Smith dice estar a favor de la herencia, pero no de la herencia con vinculación, sino de
la herencia de una generación a otra, sin que el testador pueda marcar indefinidamente
para todas las generaciones existentes las condiciones en las que puede o no puede utilizarse
el bien que está transmitiendo.
Concretamente aquí, la mejor regla parece ser la de permitir a la persona fallecida que
disponga de sus bienes tanto como puede llegar a ver, es decir, que se le permitan repartir
sus bienes entre aquellos que estaban vivos mientras él también lo estaba, y luego intenta
buscarle un vínculo moral a esta limitación del poder de testar eternamente, es decir,
del poder de vincular eternamente los bienes, dice Adam Smith a continuación, porque podemos
conjeturar que la persona fallecida tenía cierto afecto hacia esas personas que estaban
vivas cuando él también lo estaba, por tanto es razonable que le permitamos repartir sus
bienes entre esas personas, pero la persona fallecida no puede tener afecto hacia aquellas
personas que todavía no han nacido, de modo que nuestra gracia hacia el fallecido no
se puede extender también hasta el extremo de condicionar cómo esas personas todavía
no nacidas han de disponer de los bienes que les legara herencia.
Estamos a favor o en contra de esta opinión sobre Adam Smith, yo la matizaría en algunos
aspectos, estamos a favor o en contra, lo que queda claro es que Adam Smith no estaba mostrando
su oposición hacia la herencia, no estaba en contra de la herencia, estaba en contra
de vincular los bienes eternamente a la voluntad del testador original, que era un debate relevante
en su época, porque la mayoría de las tierras estaban vinculadas y no se podía avanzar
hacia el capitalismo manteniendo las tierras bajo esa vinculación mercantilista.
Pero retorcer lo que dijo Adam Smith sobre la vinculación de las tierras para transmitir
la idea de que Adam Smith estaba casi en contra del derecho de propiedad y que desde
luego estaba en contra de la herencia es de una manipulación extrema.
Es como si cogiéramos citas de Adam Smith en contra de los gremios y las quisieramos
hacer pasar como citas de Adam Smith en contra de la libre competencia o de la libre empresa,
como digo manipulación extrema.
O sería de una manipulación extrema si quienes lo citan hubiesen leído a Adam Smith, porque
mucho me temo que Fernanda Vallejos ha citado a Adam Smith sin haber leído a Adam Smith,
sin saber siquiera que esa cita de Adam Smith estaba extraída del libro lecciones de jurisprudencia,
que es una cita cercenada y tergiversada que circula por la red, la ha cogido de la red
y se la ha arrojado a la cabeza de Javier Miley.
En lugar de acudir a las fuentes primarias para verificar si la cita es cierta o si la
cita es manipulada, debatimos a golpe de meme.
Con mucho respeto aplícate el cuento.