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De este segundo curso de organizado por Sinsperlberty y el Fregulen, este segundo bloque temático
hemos querido juntar la teoría del ciclo de impact con la inversión en valor, con
el que tendrá que ver, lo vamos a conocer a lo largo de la tarde, pero bueno, casualmente
los inversores valios españoles son austriacos, gran cartadellos, por lo menos los más conocidos
como Francesco Martíra Parames, Miguel de Juan, que es el que va a intervenir a continuación
de Juan Ramón, y bueno, para nuevamente este año contamos con Juan Ramón Rayos para
hacerse cargo de esta primera intervención. Bueno, ahí acaba de llegar la requerción
de Juan, que estamos hablando de ti. Bien, Juan Ramón, imagino que se está conocido
por todos, es el director del Instituto Juan de Mariana, está continuamente en la televisión,
en programas como Stockpul y Coraz esta noche, y le queremos agradecer que este año haya
querido venir de nuevo a estar con nosotros, porque la verdad es que es improbable tener
el ataque de nuevo, y bueno, lo que nos va a contar básicamente es, 10 años después
de la crisis, quién tuvo la culpa, utilizar eso como contexto para explicar un poco en
que consiste en la teoría del ciclo de una perspectiva austriaca. Imagino que será un
tema bastante interesante para todos, y que lo disfrutéis. Muchas gracias.
Muchas gracias, Jorge, muchas gracias a Sienes For Liberti y León, y muchas gracias a Feulen
por la organización del evento y por la invitación, y muchas gracias por supuesto
a todos los asistentes por estar aquí a escuchar, básicamente en qué consiste la teoría
austriaca del ciclo económico, pero aplicada a esta década de crisis económica que hemos
vivido, muy probablemente, si alguno de vosotros os acordáis, 2007, 2008 o 2009 eran los años
más duros de la crisis, cuando todos estaban viniendo abajo, y el mantra que continuamente
escuchábamos era, esto es culpa de la desregulación, esto es culpa del libre mercado, esto es
culpa de haber liberalizado demasiado, esto es culpa de que los bancos tienen demasiada
libertad y de que faltan controles para supervisar y para atar en corto cada una de las operaciones
especulativas y ultralucrativas que realiza la banca, con lo cual de alguna manera se
ha quedado 10 años después, 2007-2017 se ha creado, se ha generado la idea de que vivimos
en una especie de mercado financiero ultraliberalizado y que las fluctuaciones que recurrentemente
vivimos, entre ellas la última crisis económica tan devastadora, traen causa del mercado libre.
Mi propósito en esta charla es explicaros que es todo lo contrario, que no vivimos
ni mucho menos en un mercado financiero liberalizado, en un mercado financiero regido por principios
de mercado y que si alguien tiene alguna responsabilidad en la generación de la crisis económica
que todavía no hemos superado por entero, es sin duda el intervencionismo estatal en
varios frentes de los que ahora voy a hablar. Empecemos explicando y tratando de comprender
lo más básico. Tratemos de comprender cuál es la relación fundamental entre ahorro e
inversión y para eso voy a utilizar un ejemplo, muchos critican como inapropiado, pero creo
que para esta idea básica es bastante pertinente, que es el ejemplo de Robinson Crusoe. ¿Cómo
coordina, cómo ejecuta, cómo desarrolla Robinson Crusoe el ahorro y la inversión? Imagina
que Robinson Crusoe necesita o quiere construir una cabaña, quiere construir una casa en
la que dormir y en la que protegerse de las tormentas. La casa puede tardar, pongamos medio
año en construirla. Durante ese medio año que está construyendo la casa no está produciendo
otras cosas. No está produciendo, por ejemplo, los alimentos que necesita para comer. Por
tanto, si va a tardar seis meses en construir una casa, ¿qué necesita hacer Robinson Crusoe?
Antes de ponerse a construir la casa, necesita haber ahorrado para poder subsistir durante
un periodo de seis meses. Dado que vas a renunciar a producir fines de consumo durante seis meses,
si quieres seguir consumiendo mientras no estás produciendo fines de consumo, tienes
que haber acumulado lo suficiente como para seis meses, o al menos tienes que estar dispuesto
a no consumir durante seis meses, porque si tú quieres construir la casa y al mismo
tiempo tener fines de consumo, pues producen los fines de consumo o los has producido antes
y los has ahorrado. Por tanto, para que Robinson Crusoe consiga
coordinar adecuadamente ahorro e inversión, si nos fijamos, los periodos de ahorro y
de inversión tienen que coincidir. Si definimos ahorro como el tiempo durante el cual yo estoy
dispuesto a renunciar a satisfacer mis necesidades presentes, yo tengo que estar dispuesto, por
ejemplo, a no consumir fines de consumo durante seis meses, si quiere destinar seis meses a
producir una cabaña. Si definimos inversión como el periodo de tiempo en el cual estoy
produciendo los bienes de los que dispondré en el futuro, construyo la cabaña durante
seis meses, es decir, invierto durante seis meses y, al mismo tiempo, ahorro durante seis
meses, porque renuncio a producir ya bienes que pueda consumir de inmediato. Imaginar
que Robinson Crusoe no coordinara bien estas dos facetas. Imaginar que Robinson Crusoe
dijera, no, yo quiero consumir mañana o quiero consumir cada día durante un mes, pero también
quiero construir una cabaña. Entonces, Robinson Crusoe empezará a construir la cabaña renunciando
a producir aquellos bienes de consumo de los que también quiere disponer cada día durante
un mes. ¿Qué pasaría? Pues que uno de los dos planestras casaría, es decir, yo no puedo
construir la cabaña, no puedo renunciar a producir comida y tener la comida. Por tanto,
si quiero construir la cabaña durante seis meses, tengo que estar dispuesto a esperar
seis meses sin producir comida. Y si no estoy dispuesto a esperar seis meses sin producir
comida, no puedo construir la cabaña. Por tanto, sin ahorro no hay inversión, sin ahorrar,
sin renunciar a satisfacer mis necesidades más inmediatas durante un determinado periodo
de tiempo, no puedo destinar ese tiempo a producir otras cosas. Es decir, no puedo destinar
ese tiempo a invertir. Y no solo es importante decir la idea, la de aquí no solo es que
ahorro a inversión de venir de la mano, sino que cuando no van de la mano, cuando ahorro
es la ahorra o se descordina de la inversión, pasan cosas malas.
Hayek, por ejemplo, ponía un ejemplo de... Imagina que nos ponemos a producir en una
isla desierta una máquina que tardaremos cinco años en producir, pero una vez producida
nos permitirá dejar de trabajar para siempre, porque la máquina ya producirá todo lo que
necesitemos. Pero imaginemos que solo hemos acumulado reservas para subsistir durante
tres años, de tal manera que una vez termine los tres años no podemos alimentarnos. Empezamos
a construir la máquina y, al cabo de tres años, ¿qué pasa? Pues que no podemos continuar
su construcción hasta el quinto año, porque no nos quedan reservas. No estamos dispuestos
a esperar, porque hay un límite fisiológico en este caso, no estamos dispuestos a esperar
cinco años sin consumir lo que queremos consumir para dar tiempo a construir la máquina.
Por tanto, ahorro e inversión tienen que ir de la mano. Cuando somos nosotros los que
diseñamos el ahorro y la inversión, es muy fácil que vayan de la mano. ¿Cuánto tiempo
te dispuesto a esperar? Cinco años, pues esto es lo que el ICOA ha invertido. ¿Cuál
es el problema? El problema es que no vivimos en sociedades donde nosotros nos lo guisemos
y nos lo comamos todo. No vivimos en sociedades donde nosotros diseñemos todo el aparato
productivo del que nos valemos. Al contrario, vivimos en sociedades caracterizadas por la
división del trabajo, es decir, sociedades donde yo me especializo en producir una cosa
y que especialices en producir otra y luego intercambiamos.
Entonces, en estas sociedades hay algunas personas que son las que ahorran y hay otras
personas que son las que invierten. ¿Qué personas ahorran? Pues aquellas personas que
tienen más renta de la que desean gastar. En personas que quieran incrementar su gasto,
por ejemplo, para la jubilación, 30, 40 años y digan voy a acumular un patrimonio de cara
a la jubilación. Esta gente ahorrará en la medida en que no gastará 100% de su renta.
Y luego hay otras personas que son las que invierten, es decir, aquellas que quieren
gastar en inversión más de lo que disponen, más de la renta de la que disponen.
Entonces, hay unas personas que son los ahorradores que tienen la materia prima para invertir
y hay otras personas que son los inversores que tienen las ideas para invertir y rentabilizar
esa materia prima que es el ahorro. Es una sociedad amplia, compleja, como digo, esos
dos grupos se ponen en contacto para cooperar. Los ahorradores tienen el capital, pero no
las ideas, o si las tienen, son ellos mismos los que invierten, evidentemente, los ahorradores
tienen el capital, pero no las ideas, y los inversores tienen las ideas, pero no el capital.
Entonces, montan, digamos así, sociedades. El ahorrador le proporciona el capital al inversor
a cambio de que le proporcione una rentabilidad y el inversor acepta el capital del ahorrador
para qué, para poder desarrollar su proyecto y generar esa rentabilidad.
Entonces, ¿qué hace el ahorrador? Oye, yo te presto este dinero durante diez años,
y al cabo de diez años tú me tienes que devolver lo que te prestado más unos intereses.
Y ahí la clave es justamente esta última palabra, el interés. Imaginad que el inversor
le dijera al ahorrador, no, mira, tú dame tu capital y yo te lo devuelvo al cabo de
50 años, o al cabo de 10 años, pero no te voy a dar ningún tipo de rentabilidad. Creéis
que habría muchos ahorradores interesados en prestarles, en invertir su capital, su
ahorro a través de un señor que lo convierta en bienes y servicios a cambio de una nula
de rentabilidad. Evidentemente no, ¿por qué? Porque sí como mucho, dentro de diez años
voy a recuperar lo que ya tengo, pues simplemente me quedo con lo que ya tengo. No voy a inmobilizar
mi capital durante un largo periodo de tiempo renunciando a disponer de él, no voy a exponer
mi capital a riesgos con la posibilidad de perderlo todo a cambio de no obtener ningún
retorno, a cambio de no obtener ninguna compensación. Entonces, ¿cómo se ponen de acuerdo a ahorradores
inversores o cómo no se ponen de acuerdo? Yo, ahorrador, quiero que me pagues como mínimo
este tipo de interés. Si no me pagas este tipo de interés, yo me quedo mi dinero en
mi bolsillo. Inversor, yo, invirtiendo tu capital como mucho, puedo conseguir esta rentabilidad.
Por tanto, como mucho, te puedo pagar este tipo de interés. Si el interés que exige
el ahorrador supera la rentabilidad que puede proporcionar el inversor, no hay trato, no
hay inversión. El ahorrador atesora, el ahorrador se queda con su dinero y el inversor no invierte.
Si en cambio el inversor puede proporcionar mayor rentabilidad, que la mínima que exige
el ahorrador para exponerse al riesgo y para inmovilizar durante un determinado período
de tiempo su capital, pues entonces si hay trato o si puede haber trato, los dos se juntan,
se coordinan y se ponen a generar riqueza. Por tanto, el interés en nuestras sociedades
complejas, el tipo de interés es el precio clave, es la pieza clave que permite coordinar
a ambos grupos, a ahorradores y a inversores. Y fijaos que aunque normalmente hablemos
del tipo de interés, tipos de interés hay muchísimos. ¿Por qué hay muchísimos? Porque
no es lo mismo un tipo de interés a 30 años que un tipo de interés a un año, no es lo
mismo un tipo de interés para un proyecto muy poco arriesgado que para un proyecto tremendísimamente
arriesgado. Entonces, según estas características de tiempo y de riesgo, el tipo de interés
cambia. A mayor plazo de la inversión y a mayor riesgo de la inversión, mayor se da
el tipo de interés mínimo que exigirá el ahorrador. Si a vosotros os dicen, ¿me prestas
tu dinero a un día al 0,1 %? Pues hombre, si es a lo mejor un día y no tenéis ninguna
necesidad, a lo mejor aceptáis. Ahora, ¿me prestas tu capital a 50 años al 1 %? Evidentemente
no, o muchísima gente diría no. Y eso que estamos pagando diez veces más que en el
otro caso. ¿Pero por qué? Porque cuanto más alargamos el tiempo en el que no podemos
disponer de nuestro capital, en el que hemos de renunciar a poder gastar nuestro capital
como queramos, mayor compensación exigimos. O lo mismo, ¿le prestaríais al Gobierno alemán
vuestro capital a un mes pagando el 0,5 %? Probablemente, si lo prestaríais al Gobierno
de Venezuela a un mes al 0,5, pues probablemente no. ¿Por qué? Porque en un caso cobraríais
y en el otro seguramente no lo haríais. Entonces, el tiempo y el riesgo modulan el
interés que vais a exigir. Y si a vosotros os dijeran, ¿le prestarías el dinero al Gobierno
alemán al 0,5? Sí, y resulta que hay una especie de cortina de humo que nos permite
ver que se lo estáis prestando en realidad al Gobierno venezolano y que solo os pagan
un 0,5, pues os sentiríais estafados. ¿Por qué? Porque habéis asumido un riesgo muchísimo
mayor del que queríais asumir, a cambio de una rentabilidad que no os compensa por asumir
ese riesgo. Si a vosotros os dicen, me prestáis mi dinero a un día al 0,1 %, pues a lo mejor
sí. Ahora sí descubríais que vuestro dinero no está invertido a un día, sino a 50 años,
pues tendríamos otro problema. ¿Por qué? Porque a lo mejor al día siguiente, en una
semana, en un mes o en un año, queréis recuperar vuestro dinero, pero vuestro dinero está
inmovilizado hace 50 años vista y no lo podéis recuperar. Normalmente, cuando son transacciones
entre un ahorrador y un inversor, estos problemas suceden menos, porque ya negocéis directamente
con la persona que está invirtiendo vuestro dinero. Veis el proyecto directo en el que
estáis invirtiendo. ¿Qué pasa? Que en los mercados financieros no solo hay ahorradores
e inversores finales, hay –como no son los financieros, en cualquier otro mercado–
hay otros agentes que prestan por lo general un servicio extraordinario, sin los cuales
los mercados no funcionarían bien, que son los intermediarios. ¿Qué hacen los intermediarios?
Poner en contacto a gente. Imaginad que un ahorrador de Galicia es potencialmente una
buena pareja con un inversor de Murcia. ¿Vosotros creéis que por su cuenta se van a encontrar
en algún momento para formar esa sociedad, esa alianza entre ambos que sea mutuamente
beneficiosa? Sería complicado, no digamos ya si es un ahorrador gallego y un inversor
de Pekín. Entonces, la posibilidad de estructurar los mercados y de desarrollar intercambios
que sean beneficiosos para todos es una tarea muy especializada que desarrolla los intermediarios
financieros. ¿Y cuál es el principal tipo de intermediario
financiero que actúa en los mercados financieros y con el que interactuamos absolutamente todos
los días? La banca. La banca es el intermediario financiero por excelencia. Y, por tanto,
en principio, la banca debería desarrollar un papel no solo fundamental, sino muy valioso
y muy positivo para las economías. Y en principio, así es. ¿Qué pasa? De la misma manera que
los intermediarios pueden hacer mucho para coordinar ahorradores y inversores, oye,
que tú quieres prestar tu dinero a cinco años y con este nivel de riesgo, voy a buscar
a alguien que lo quiera invertir a cinco años y con este nivel de riesgo y os voy a juntar
y yo, evidentemente, me llevo una comisión porque el trabajo que desarrollo de buscar
en ambos lados es costoso y tiene que ser remunerado. De la misma manera que este trabajo
se puede hacer así y puede ser muy coordinador, también se puede hacer de otras formas que
sea muy descordinador. Y pensar, pues lo típico, un gran poder conlleva siempre una gran responsabilidad
y el gran poder que tiene la banca para hacer cosas extraordinarias, para coordinar de una
manera que estructure los mercados muy potentemente, también, al mismo tiempo, la banca tiene un
poder muy grande para descordinar de manera aberrante el funcionamiento de los mercados.
¿Y cómo descordina la banca el funcionamiento de los mercados? ¿Qué creéis? Bueno, ya
os lo he comentado, pero ¿qué creéis? Que se paga más por un tipo de interés a corto
plazo o por un tipo de interés a largo plazo? A largo plazo. Y, por tanto, también se
cobra más por un tipo de interés a largo plazo que por un tipo de interés a corto
plazo. La banca es un negocio que pide prestado para prestar. Por eso es un intermediario,
porque actúan ambos lados, ahorradores e inversores. ¿Qué hace la banca? Les pide
prestado a los ahorradores. ¿Qué hace luego la banca? Presta a los inversores. ¿De dónde
viene el beneficio de la banca? De pagar a los ahorradores y de cobrar a los inversores.
Cuanta mayor sea la diferencia de lo que paga entre lo que paga a los acreedores, a los
ahorradores, y lo que cobra a los inversores, mayores serán los beneficios de la banca.
Entonces, como os decía, si se paga más por pedir prestado a largo plazo que por pedir
prestado a corto plazo, y si se cobra más por prestar a largo plazo que por prestar
a corto plazo, ¿qué tipo de negocio creéis que tenderá a estructurar la banca? Pediré
prestado a corto de tal manera que no voy a pagar casi nada por el capital que me ofrecen,
que me otorgan, y prestaré a largo de tal manera que podré cobrar mucho por el capital
que invierto o que suministro. Porque, evidentemente, si la banca pidiera prestado a corto y prestar
a corto, ganaría algo, no digo que no ganaría, pero ganaría la diferencia entre tipos de
interés que sean muy parecidos. El margen de intermediación sería muy escaso, y lo
mismo si pidiera prestado a largo y prestado a largo. ¿Qué pasa si pido prestado a corto
y presto yo a largo? O sí, que es una operación equivalente. Imaginad unos ahorradores que
os digan, yo solo quiero seguridad, no quiero asumir ningún riesgo. Estos ahorradores creéis
que pedirán un tipo de interés muy alto o muy bajo. Bajo, porque claro, si no están
dispuestos a asumir riesgo, pegan un tipo de interés bajo, digan, vale. A mí, aunque
me des un poquito, mientras no asumas ningún riesgo desproproficionado, yo ya estoy contento.
Y luego, ¿cómo creéis que ganará más la banca? Prestando a inversores de alto riesgo
o de bajo riesgo. ¿De alto riesgo? Porque me podrá cobrar un tipo de interés alto. Pues
de la misma manera que la banca gana más, prestando a corto e invirtiendo a largo, también gana
más obteniendo financiación de ahorradores, digamos conservadores, muy aversos al riesgo
y luego reinvirtiendo ese capital en proyectos de muy alto riesgo. Así es como la banca maximiza
su margen de intermediación. Pero claro, me podría ir a decir, bueno, claro, lo maximiza
pero asumiendo también unos riesgos muy considerables. ¿Por qué? La banca, cuando pide prestado,
se compromete a devolver el dinero y cuando presta se expone a que no le devuelvan el
dinero. Por tanto, imagínate la banca capta capital de un conjunto de ahorradores muy conservadores
que piden tipos de interés muy bajitos y luego invierte ese capital en proyectos muy
arriesgados. Pues lo lógico, lo esperable, es que gran parte de ese capital no les sea
pagado y la banca tenga que pagar aún así a los ahorradores que le han prestado.
Imagina, en cuanto a los plazos, la banca se compromete a tan pronto como tú me pidas
que yo te pague, te pagaré. Vuestras cuentas corrientes, no sé si lo habéis planteado
alguna vez, son préstamos que le dais a la banca. ¿Por qué son préstamos o por qué
son saldos acreedores que tenéis contra el banco? Porque vosotros podéis ir en cualquier
momento al banco y decirle págame. Pero mientras no veáis al banco a decirle págame, le estáis
dando financiación. Si vosotros me debéis dinero a mí y yo no os lo cobro, os estoy
dando financiación, hasta que os exija que me paguéis, os doy financiación. Con lo cual,
cuentas corrientes, vosotros podéis ir en cualquier momento al banco pedirle que os pague. Mientras
no lo hagáis, le estáis dando crédito, pero podéis ir en cualquier momento a pedirle
que os pague. ¿Cuántos está pagando el banco por vuestras cuentas corrientes? Nada, de hecho
os cobra comisiones. ¿Por qué no os paga nada? Precisamente por eso, porque podéis
ir en cualquier momento al banco a retirar el dinero. No habéis renunciado a la disponibilidad
a largo plazo, esa disponibilidad la seguís teniendo permanentemente. Entonces, ¿qué
pasa? Imagínate que el banco invierte vuestro capital en hipotecas a treinta años y vosotros
vais y le pedís al banco que os pague. ¿Podrá el banco devolveros vuestro capital si este
está invertido en hipotecas a treinta años? Con cargo a los créditos ha concedido, evidentemente
no. ¿Por qué? Porque tiene su capital inmovilizado en hipotecas a largo plazo y, por tanto, hasta
que no le paguen esas hipotecas a vosotros no os podrá devolver el dinero, pero os ha
comprometido a devolveroslo. Por tanto, eso es un problema también para el banco.
Les fijaos cómo es verdad la banca maximiza sus beneficios, pidiendo prestado a corto
y prestando a largo, captando capital desde ahorradores conservadores e invirtiéndolo
en proyectos de alto riesgo, maximiza así sus beneficios, pero también maximiza sus
riesgos. El resto de empresas que no son la banca no se financian con deuda a cinco días
para invertir a treinta años. Cualquier empresa que emitiera un pagaré a muy corto plazo
para financiar una parte de sus inversiones a largo caería en suspensión de pagos inmediatamente.
La mayoría de empresas tampoco dice, bueno, pues ya que tengo capital de los accionistas
voy a invertirlo en el proyecto más absurdo y más arriesgado que se me ocurra. ¿Por
qué? Porque saben que lo pueden perder y que los accionistas les pasaran cuentas, sino
los acreedores y que ellos perderán sus empleos. Por tanto, ¿por qué si el resto de las empresas
en principio tienen los mismos incentivos a comportarse igual de mal que la banca? Porque
la banca se comporta mal, porque se comporta mal, es decir, la banca pide prestado con
depositos a la vista, plazo de vencimiento, cualquier momento que vosotros determinais
e invierte a treinta años, no invierte en activos que pueda transformar en dinero para
pagaros a vosotros cuando vosotros lo deseéis, sino invierte a treinta, cuarenta años o capta
capital mediante participaciones preferentes que dice que son ultra seguras y los destina
a cubrir los agujeros internos de la entidad, siendo una inversión de altísimo riesgo,
porque la banca se comporta mal y el resto de empresas de la economía no se comporta
así de mal. ¿Qué incentivos distintos tiene la banca frente al resto de empresas de la
economía? Pues fundamentalmente que la banca juega con las cartas marcadas. La banca tiene
una red por debajo que la protege si toma malas decisiones. ¿Cuáles son los dos grandes
riesgos a los que se dispone la banca si lo que hace es endeudarse a corto e invertir
a largo, captar capital de ahorradores conservadores e invertirlo en inversiones de alto riesgo?
Son dos riesgos básicamente. Suspensión de pagos y concurso de acreedores, bancarrota.
¿Qué es suspensión de pagos? No tengo suficiente dinero para pagar a mis acreedores en el corto
plazo. ¿Qué es insolvencia? Mi activo no vale lo suficiente como para pagar todas mis
deudas. El primer riesgo es evidente. Si cualquiera de vosotros debiera pongamos por
caso 100 millones de euros a un día y tuvierais, aunque fueran 500 millones de euros en vuestro
patrimonio, pero que no vais a cobrar hasta dentro de diez años, pues sería muy complicado
que al día siguiente pudiérais pagar. Y si no podéis pagar, ¿qué os sucedería? Declaración
de suspensión de pagos. El segundo riesgo también debería ser bastante evidente.
Si vosotros hacéis una inversión y os endeudáis, ¿qué porcentaje de ahorro propio y de deuda
creéis que sería recomendable para hacer esa inversión? Por ejemplo, si os compráis
una casa siendo una inversión de muy bajo riesgo, si os compráis una casa, ¿qué ahorro
propio mínimo os reclama que pongáis el banco? En torno al 20%, que es la entrada de la hipoteca.
Eso lo tenéis que aportar a vosotros de ahorro propio. Es decir, como mucho, y eso ya está
en el límite de la prudencia, el banco para una inversión muy conservadora os presta el
80% de la inversión. Evidentemente, si hicierais inversiones más arriesgadas, os prestaría
un menor porcentaje, ¿bien? Y tendríais vosotros que aportar una mayor cantidad de capital
propio. Bueno, ¿sabéis que porcentaje de capital propio aporta al banco para todas
sus inversiones bastante arriesgadas? Bueno, cuatro o cinco por ciento. Es decir, al banco
le prestan el 95% de toda su financiación, se la prestamos nosotros, porque recordad
que los acreedores de los bancos en el fondo somos familias y empresas, y los accionistas
del banco apenas colocan el 5% del capital para soportar perdidas. Con lo cual, imagínate
que el 5% o el 6% de las inversiones que hace el banco salen mal. Hasta el 5%, las perdidas
las eshumanos accionistas, pero más allá del 5% quien las paga, los ahorradores, los
acreedores del banco. ¿Bien? Entonces, si un banco invierte a muy largo plazo y se financia
muy corto plazo, si un banco acomete inversiones muy arriesgadas con muy poco ahorro propio,
lo normal, lo esperable, es que caiga en sustención de pagos y en insolvencia, en concursos
de acreedores. ¿Por qué creéis que el banco no sufre esos dos problemas de manera continua?
¿Por qué cualquier otra empresa que hiciera esto no duraría ni dos tardes y, en cambio,
otros bancos sobreviven durante décadas? ¿Por qué, como os decía, cuentan con red
de protección? Y es aquí donde creo que reside la clave absoluta del problema, donde reside
la explicación de por qué el sistema financiero, no es un sistema financiero liberalizado,
ni muchísimo menos, es un sistema financiero extremadamente privilegiado por el Estado,
que hay dos instituciones estatales que se dedican a proteger a los bancos del comportamiento
imprudente de las estrategias financieras imprudentes que sistemáticamente están desarrollando.
Una de esas instituciones es el Banco Central. El Banco Central se define como préstamista
de última instancia, eso que significa que si un banco no se puede refinanciar, él acudirá
al rescate para refinanciarlo. Imagina que vosotros os podéis comprar una casa o pidiendo
una hipoteca a 30 años pagando un tipo de interés del 3% o pidiendo una hipoteca a
un día pagando un tipo de interés prácticamente del 0%. ¿Cuál de las dos opciones se escogeríais?
Hombre, en principio diríais que si pido una hipoteca a un día, yo mañana no la puedo
devolver. Por tanto, evidentemente me gustaría pagar un 0, pero es que no puedo devolver
mañana la hipoteca. ¿Alguien os podría decir, bueno, pues intentar pedirte una segunda
hipoteca mañana y con esa segunda hipoteca a un día que pedís mañana, pagáis la del
día de hoy? Pero vosotros diríais, ya, y si un día no encuentro nadie que me preste
una hipoteca, ¿qué hago con mis deudas? No podría pagar, me quitaría la casa, etcétera.
Pero imagínate que existe una institución que os dice, no os preocupéis. Si un día,
por casualidad, nadie os quiere prestar, yo os presto siempre, yo os presto al 0%. ¿Qué
haríais vosotros, coger la hipoteca a fija 30 años o la hipoteca a un día al 0% de
intereses? Evidentemente la hipoteca al 0% de intereses, porque no estáis sumiendo ningún
riesgo. Esa institución, en este caso el Banco Central, os está prometiendo que os va a
rescatar siempre que lo necesitéis para que no canguéis sin el riesgo de suspensión de
pagos, es decir, para que vuestros inversores o vosotros mismos no perdáis. Y esa es la
función de los bancos centrales, ser los asistentes de la banca privada cuando la banca privada
no cuenta con fondos para poder atender sus deudas. Los bancos centrales les otorgan
un crédito, los refinancian y si cuando vence el crédito de los bancos centrales siguen
sin poder pagar, los vuelven a refinanciar. Aunque, evidentemente, imagina que cualquiera
de vosotros necesita dinero a un día. Y yo sé que no podéis caer en suspensión de
pagos porque está el Banco Central detrás. Y me estáis ofreciendo, a mí me sobra el
dinero a un día, no tengo necesidad de él, y me ofrecéis un 0,1%. Pues bueno, te lo
presto yo porque no corro yo ningún riesgo. Es decir, si el riesgo que yo podría correr
es, mañana cuando me tengas que devolver a mí el dinero me lo podrás devolver o no.
Porque como no puedes pagar, a menos que encuentres a alguien que te vuelva a refinanciar a mí,
no me lo devuelves. Pero claro, si está el Banco Central detrás, sé que me lo vas
a devolver de cualquier manera. Con lo cual, bueno, si me pagas un 0,1%, aunque sea poco,
aunque no sea casi nada, mejor eso que no tener el dinero parado en mis reservas. Con lo cual,
la propia existencia del Banco Central ya genera los incentivos para que los bancos se refinancen
entre sí porque saben que esas operaciones que son muy arriesgadas de refinanciación
a muy corto plazo de gente que no puede pagar, en última instancia el riesgo se lo está
comiendo el Banco Central. Es decir, todos vosotros, porque el Banco Central se financia
con el dinero que utilizáis vosotros, el dinero metálico que utilizáis cada uno de vosotros.
¿Cuál es el segundo riesgo que asumen los bancos? ¿O más que los bancos los acreedores
de los bancos? El riesgo de que el Banco quiebre. Es decir, una cosa es que yo tenga más activos
que pasivos, es decir, tenga más propiedades que deudas, pero mis deudas venzan ahora y
mis propiedades no generen efectivo para pagar ahora mis deudas. Ese es un problema, que
es un problema de liquidez y otro problema distinto es, no, no, mira, es que aunque cobres todo
lo que tú tienes no vas a poder pagar tus deudas. Tienes un agujero en el balance, debes más
de lo que tienes. Si debes más de lo que tienes, como hemos dicho antes, ¿quién paga
el pato? Aquellos a los que les debes el dinero. Si tú debes 100 y tienes 90, pues
a los que les debes 100 no van a cobrar los 100. Con lo cual, si un banco estuviera expuesto
a la insolvencia, ¿creéis que los acreedores le prestarían tan alegremente dinero como
se lo presta ahora? Si vosotros, por ejemplo, fueráis a un banco a depositar vuestro dinero
y supieráis que ese banco, a lo mejor al día siguiente, no os paga, lo depositaríais ahí,
no. Si tuvierais dinero ya depositado, ¿lo mantendríais ahí? No, rápidamente iríais
a retirarlo al menor temor que tuvierais de que el banco no puede pagar. ¿Qué pasa?
Que precisamente para que no pase esto, que fijaos, que pase esto, en contra de lo que
se nos suele decir, es bueno. ¿Por qué? Porque el banquero sabe que si se comporta mal,
sus acreedores irán a retirarle el dinero, irán a exigirle que pague. Es decir, los acreedores,
cada uno de vosotros estaríais controlando a la banca para que no se sobrepase, para
que no haga operaciones descabelladas. Pero claro, si el banquero dice no, es que mis
acreedores no van a venir nunca, pues yo hago lo que me vengan ganas. ¿Por qué vosotros
no vais a retirar dinero del banco cuando creéis que un banco está en problemas? Al
contrario, me acuerdan muchos economistas en lo más hondo de la crisis económica diciendo
no, no, donde hay que meter el dinero es en bancos quebrados que ya estén intervenidos
por el Estado, porque eso es lo más seguro que hay. ¿Por qué? Pues justamente porque
está el tesoro detrás, el tesoro en la hacienda pública, ¿qué hace si un banco quiebra?
Lo rescata. Es decir, evita que los acreedores que han invertido en ese banco pierdan parte
de lo que han invertido. Por tanto, ¿qué más nos da si el banco se comporta bien o
se comporta mal? ¿Qué más nos da si el banco invierte en hipotecas superseguras o invierte
en hipotecas ultra-suprime? Nos da absolutamente igual, porque nosotros vamos a cobrar, como
acreedores vamos a cobrar, ¿lo haga bien el banco o lo haga mal el banco? Invierta bien
o invierta mal. Existe una cosa que se llama Fondo de Garantía de Depósitos, que es el
Estado prometiendo a todos los depositantes, es decir, a todos los acreedores, que van
a recuperar todo su dinero aunque el banco quiebre. Por tanto, todos aquellos que tengan
menos de 100.000 euros en una cuenta corriente se pueden despreocupar absolutamente de lo
que haga el banco y es la principal fuente de financiación de la banca. Pero no contentos
ya con eso, cundió la leyenda, que luego se convirtió en hechos, en profecías autocumplidas,
de que no, es que al final se iba a rescatar a todo el mundo que le prestara algo a la
banca. Todos los acreedores de la banca iban a ser rescatados, porque hay bancos y esa
definición fue expandiéndose cada vez más, hay bancos que son demasiado grandes para
caer. Y precisamente porque son demasiado grandes para caer no se puede permitir que
caigan, es decir, hay que rescatarlos. Con lo cual, si yo soy acreedor de un banco
demasiado grande para caer, sé que da igual lo que haga ese banco, porque va a ser rescatado.
Por tanto, si los dos riesgos a los que se exponen en la banca, por comportarse mal,
es decir, por endeudarse a corto e invertir a largo, por pedir prestado a ahorradores
de conservadores e invertir en proyectos de riesgo, si los dos riesgos que asumen insolvencia
e liquidez, lo socializa el Estado, ¿qué incentivo creéis que tiene la banca a comportarse
bien? No tiene absolutamente ninguno. Tiene uno, que es el palo de la regulación.
Pero fijaos que muchas veces, cuando se reivindica la necesidad de regular a la banca, caemos
en la trampa, que en este caso la propia banca no se ha atendido, porque los privilegios
que el Estado da a la banca, no conozco otros sectores a los que el Estado prometa liquidez
ilimitada y rescates ilimitados, la contrapartida de esta zanahoria, de estos privilegios zanahoria
que obtiene la banca del Estado, evidentemente, son el palo, con el que el Estado trata de
una manera de modular que esos privilegios no se abusen o no se dan desmedidos.
Vale, yo te voy a rescatar ilimitadamente, pero voy a intentar controlar un poquito
lo que haces, porque, si no, claro, esto sería un despropósito absoluto.
Pero creéis que un ejército de burocratas desde el Banco de España o desde Bruselas
van a poder controlar, después de haber abierto la Caja de Pandora de los privilegios a la
banca, creéis que van a ser capaces de controlar lo que hacen cientos, miles de entidades financieras
con ejércitos de profesionales financieros, que justamente están especializados en burlar
las regulaciones para que puedan hacer cosas que, en teoría, no se pueden hacer con los
privilegios que no deberían tener, evidentemente no.
De hecho, cualquiera que sepa mínimamente cómo se redactan las regulaciones que supuestamente
tienen que constreñar el comportamiento de la banca, sabe que es una pura captura del
regulador, es decir, cómo se redactan esas regulaciones. Llega el encargado del Ministerio
de Turno y dice, vamos a regular a la banca. Yo realmente no sé cómo funciona hoy la
banca por dentro, porque no estoy en la banca, y la banca o el sector financiero cada día
va innovando. Por tanto, yo no sé cuáles son los últimos productos financieros que
existen, ni sé cómo se estructuran, ni sé qué consecuencias tiene que yo prohíba,
por ejemplo, este producto financiero, o exija estos requisitos a este producto financiero,
etcétera. ¿Qué hago? Voy a llamar al banquero para que me lo explique.
Y, claro, ¿vosotros qué creéis que el banquero le va a contar la historia como es o como
le interesa que el otro crea que es? Pues, evidentemente, ¿cómo le interesa al otro
que crea que es? Por tanto, la información que le transmiten a todos los banqueros es
–no, no, esto no lo puedes hacer porque sería la cabose para la economía–. Esto
vale, sí, por ahí se puede tirar, pero intenta hacerlo más bien así o así, eso suponiendo
que no haya corrupción de por medio, es decir, incluso honestidad intelectual entre nuestros
políticos, que evidentemente no son banqueros y no saben cómo se tiene que regular. Por
tanto, le transmiten información equivocada para confeccionar regulaciones a medida de
la banca, con lo cual el estado dota de privilegios a la banca para que se desmadre, luego, ante
el riesgo de que se desmadre, dice, bueno, voy a intentar controlar un poquito esto, pero
cómo lo intenta controlar con las normas que los propios desmadrados le dicen que imponga
para que parecía que no se desmadre. Y así es como se configura el sistema financiero
actual y así es como llegamos a la crisis actual. Básicamente, a partir del año 2001,
los bancos centrales de todo el mundo empiezan a bajar los tipos de interés. La resedad
federal estadounidense los tenía en el 6,25% y los colocó en el 1% durante más de un año.
Si el banco central les dice a los bancos, yo os puedo prestar mucho más barato, ¿qué
creéis que era la banca? Prestar mucho más barato a largo plazo. Y los bancos se pusieron
a dar hipotecas, préstamos empresariales, préstamos al consumo, a tipos de interés
mucho más bajos que antes. Tipos de interés que, fijaos, y esta es la clave, no reflejaban
realmente la predisposición al ahorro de los depositantes de la banca. Es decir, todos
los que eran acreedores de los bancos, ¿creéis que querían ahorrar a 30 años invirtiendo
en hipotecas subprime a cambio de tipos de interés nulos? Evidentemente no, si a cualquiera
de los acreedores de la banca lo hubiesen dicho no es que usted realmente está invirtiendo
en productos a 30 años y de muy alto riesgo habría dicho, pues, o me pago un tipo de
interés del sitio del 8 % o yo me largo de aquí. Pero, claro, si la banca paga a tipos
de interés del sitio del 8 % ¿a qué tipo de interés podría prestar? Pues al 8 o al
9 %. Y al 8 o al 9 % ¿cuántos créditos se extenderían? Muchos menos. Y desde luego
muchos menos que si los tipos de interés están al 1, al 2 o al 3 %. Y esa es la cuestión.
La banca, gracias a los estímulos, a las ayudas de liquidez que proporcionó el Banco
Central bajando los tipos de interés, los bancos centrales de Estados Unidos, de Inglaterra,
de Europa, de la zona euro, bajaron los tipos de interés a mínimos históricos hasta ese
momento. Si los tipos de interés bajan ¿qué creéis que sucederá con el endeudamiento?
La gente se querrá endeudar más o menos más. La gente se empezó a endeudar para comprarse
una casa, al comprarse la casa el negocio inmobiliario promotor se recalentó, los promotores que
vieron como sus ventas crecían también se endeudaron a tipos de interés muy bajos para
incrementar su capacidad de producción, al incrementar su capacidad de producción contrataron
a muchas personas. Esas personas que lograron empleo se pusieron a gastar en otros sectores
de la economía que también se recalentaron. Esos otros sectores de la economía, muchos
de ellos también se endeudaron para incrementar su capacidad de producción y eso se transformó
en un boom económico, en un auge económico, en un crecimiento del productor de hilo bruto
del 3, del 4 o del 5% según los años y según los países.
Crecimiento que venía impulsado por la deuda. Deuda que venía impulsada no por el ahorro
a largo plazo, no por el ahorro con una mayor propensión a tomar riesgos, sino con ahorro,
conservador y a corto plazo, que aún así se destinó a invertir a largo plazo y en
proyectos de alto riesgo como las hipotecas supraña.
¿Y qué creéis que pasó cuando esos ahorradores que no querían ahorrar a largo plazo, que
no querían asumir riesgos elevados, empezaron a querer gastar a corto plazo o se dieron
cuenta de que estaban asumiendo riesgos más altos de los que ellos querían asumir? Porque,
claro, si yo soy consciente de que estoy asumiendo riesgos muy altos, cuando descubro que los
estoy asumiendo, pues es lo que había pensado y estoy conforme con ello. Pero, claro, si
tú dices, no, no, es que mi dinero está en el sitio más seguro del mundo y luego descubres
que están inversiones que se están cayendo por su alto riesgo, ¿qué creéis que sucederá?
Pues básicamente, había gente que quería comprar cosas que no existían, me quiero gastar
el dinero, pero no se están produciendo los bienes, porque la inversión hasta el largo
plazo no se materializarán los bienes que yo quiero comprar ahora. Por tanto, yo quiero
comprar ahora, pero no están llegando los bienes que tendría que comprar subidas de
precios. Yo he prestado este capital de manera segura y me lo han invertido de manera insegura.
Voy a sacar el capital de aquí, subidas de tipos de interés, subidas de precios y subidas
de tipos de interés, que pasó en el año 2007, que el boom terminó. Con la inflación
y con los altos tipos de interés, todas aquellas empresas que habían surgido al calor de la
burbuja de crédito se vinieron abajo, ¿por qué? Con altos tipos de interés la gente
ya no compraba casas, con precios crecientes y salarios crecientes a la inflación los
costes de reproducción subían y las empresas dejaron desarrantables. Y si las empresas
que fueron rentables por la inyección de crédito barato que braban, ¿qué pasaba? Pues lo contrario
que había sucedido antes. Empezaron a despedir gente, empezaron a impagar deudas, despido
de gente, contracción de la demanda en el resto de la economía, contracción de la
actividad en el resto de sectores económicos, impago de deudas, quiebra del sistema bancario,
restricción todavía mayor de la oferta de crédito. Y lo que se había recalentado porque
habíamos invertido lo que no habíamos ahorrado, sucedió como lo sucedía Robinson Crusoe,
se invertía a más largo plazo del que había ahorrado, que tenía que abandonar sus proyectos
antes de terminar. Y por eso, gran cantidad de promociones inmobiliarias inacabadas,
inconcluidas, sin demanda porque nadie estaba dispuesto a ahorrar para pagar los altos precios
y para terminarlas. Y por eso, después de ese colapso inevitable porque el sistema financiero
descoordinó a ahorradores y a inversores, vino un tiempo, cinco, seis, siete años,
en el que hubo que volver a recordinar y volver a reestructurar todo lo que previamente se
había desestructurado. Y, evidentemente, esto no es algo sencillo. Si tú has construido
una cementera donde deberías haber construido una industria manufacturera exportadora, pues
no puedes reconvertir la cementera en la industria manufacturera exportadora en dos días. Necesitas
años de ahorro, reinversión en estos proyectos, de asumir las pérdidas, de tus malas inversiones
previas, de recapitalizarte si esas malas inversiones han impactado muy negativamente
sobre tus cuentas y una vez ya tengas marzo para poder volver a arriesgarte, para tener
capital para transformar una cementera en una industria exportadora, entonces es cuando
la reconversión productiva y financiera va teniendo lugar. Pero ¿quién es, en última
instancia, repito y concluyo, el culpable de todo este descalabro? Pues el culpable
de toda esta descoordinación masiva entre ahorro e inversión es la banca. Y no la banca
en un sentido abstracto y sin ningún tipo de raigambre con las instituciones que tenemos
es la banca inserta en un marco institucional perverso que privilecia a los bancos que toman
decisiones imprudentes, irresponsables y descordinadoras, básicamente de unas instituciones que
aislan a los bancos de las reglas del libre mercado. Porque en el libre mercado, si tu
coordinas, si tu generas valor, si tu lo haces bien ganas, si tu descordinas, si tu das
plotazos, si tu destruyes valor pierdes y si pierdes sistemáticamente te expulsan del
mercado. Y precisamente porque cabe la posibilidad de que te expulsen del mercado y de que pierdas
lo que has invertido, tu mismo intentas evitar comportamientos imprudentes, intentas evitar
tomar decisiones inadecuadas. Si a ti te dicen que tomando decisiones inadecuadas no te va
a pasar nada sino que incluso vas a maximizar tus beneficios, vas a tomar decisiones inadecuadas.
Pero quien le dice a la banca que puede tomar decisiones inadecuadas? Se lo dicen las reglas
del libre mercado, no porque no se lo dicen a ningún otro sector, a ninguna otra empresa.
¿Por qué casualmente solo se lo dicen a la banca? Porque la banca está amparada, protegida
por el barco central y por el tesoro, el barco central le promete que no caerán sus pensiones
de pagos, el tesoro que no va a quebrar. Y así, con esa red de seguridad que permite
desarrollar comportamientos sistemáticamente imprudentes es como la banca buscando maximizar
el beneficio económico dentro de una estrategia de impurdencia subvencionada, es como genera
los ciclos económicos que luego terminamos pagando de una manera o de otra todos nosotros.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
de los gobiernos, no solo el que vive en Granos a lo que es el banco de interrupción,
el que vive en Granos a lo que es el Banco de Interrupción.
O sea, de esto, que el Banco amase aquí, que lo que es el Banco de Interrupción,
que debe vivir lo que el Banco de Interrupción exige,
es decir, va a concentrar el sistema anulado. O sea, entonces, la oportunidad que hay que llevar es verdad
que cuando el europeo está terminando de la zanahoria...
Totalmente.
Vale, vamos por partes. Primero, es verdad que lo que es entrar al europeo exige regulación,
es lo que ha dicho el Paulo de la zanahoria, no se puede dar solo privilegios
sin exigir algún tipo de responsabilidad en el uso de los estudiubilecios.
Ahora, primero, ¿qué regulaciones de desolvencia les exige?
En el caso de Basilea 2, 8% de activos ponderados por riesgo.
Algo que ahora mismo los reguladores han dicho era tremendamente insuficiente.
Por tanto, les exigió demasiado poco.
Basilea 3, querían que fuera más exigente y que ha ido pasando conforme han transcurrido los años,
que se ha rebajado esa exigencia porque dicen si no, los bancos no darán suficiente crédito.
Y a los políticos les interesa tanto como a los bancos que se de crédito
porque es la salsa de la economía. Y desde luego, si tu horizonte temporal son cuatro años,
lo que se interesa es que en esos cuatro años haya alegría, no haya contración de crédito.
Segundo, ¿qué coeficiente de desolvencias exigían con Basilea 2?
¿El coeficiente de caja? Un coeficiente de caja del 1% sobre los depósitos.
Eso crees que es un coeficiente de liquidez para garantizar
que una entidad financiera que está expuesta a créditos a 30 años
con deudas a la vista pueda subsistir con esas reservas de liquidez?
Evidentemente no. Tan es así que Basilea 3, el cambio más importante que introducido,
¿cuál es? Vamos a exigirles algo de liquidez, porque nos hemos dado cuenta
de que hasta ahora no les exigíamos de facto nada por la liquidez.
Con lo cual sí, a lo mejor desolvencia no ha ido muy mal,
pero los hemos encontrado porque en 2007 y 2008 y 2009 todas las quiebras
se han producido por problemas de liquidez, por incapacidad para resistir la fuga de depósitos
o una retirada de operaciones repo durante 30 días por un cierre de los mercados de la refinanciación.
Por tanto, incluso el regulador está admitiendo que las regulaciones fueron tremendamente laxas
y lo que digo es que siguen siendo tremendamente laxas en relación con los privilegios que le siguen otorgando.
¿Por qué dices? La banca de descanso no es la confianza de sus inversores, de sus acreedores.
Claro, confianza con la regra de seguridad detrás.
Imagínate que mañana el Gobierno de España dice, no hay funda de garantía de depósitos.
Imagínate que la banca entre el Europeo dice,
yo me voy a prestar a ningún banco español ninguna línea de despideza en caso de que lo necesite.
¿Qué pasa en España? Lo que pasa en Grecia cuando sucedió.
¿Y la confianza que tiene en el banco es la misma?
Es algo que ya no está el regulador detrás o los jóvenes políticos detrás dándole respaldo.
Por tanto, ¿en quién confía el inversor? En el banco o en quién tiene detrás el banco?
Claramente en quién tiene detrás el banco.
Y si confías, no en lo que hace el banco, sino en el que está detrás,
lo que estás confiando o lo que estás esperando es el que se termine en socializando los riesgos.
Y eso es lo que sucede durante las crisis cuando además el Estado interviene.
¿Y en una descoordinación absoluta entre creadores y doctores?
Sí, sí, por supuesto.
El Banco Central Europeo cada semana y cada tres meses,
bueno, ahora menos porque con toda la liquidez que les han indicado a través del QE no hace falta,
pero tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo,
hasta 2007 cuál era su duración de ser las operaciones regulares de refinanciación,
subastas de liquidez que acometían los bancos centrales en Europa,
a través de que estamos bilaterales con entidades en Estados Unidos,
mediante operación y el reprojo en deuda pública.
Y, por supuesto, la rampa.
No, no, no, entre el Banco Central y la FED, subastas liquidez.
Lo que tú estás hablando es el mercado interrancario,
que evidentemente también existe por lo que comentaba antes.
Si yo tengo exceso de liquidez ahora y tú la necesitas,
¿cuál es el riesgo?
Claro, pero ¿por qué te presto a ti?
Porque sé...
Sí, sí, no.
Yo sé por qué tú me tienes prestado.
Yo tengo exceso de caja.
¿Y tú tienes exceso de caja?
¿Por qué yo me expongo a prestarte a ti?
Porque cuidado...
¿Tú mañana me lo puedes prestar a mí?
Sí.
¿Tienes un superior de caja con respecto a mí?
¿Que no está claro?
¿O si otro te lo presta?
Cómo no hay que prestar mañana, ¡que yo no quedo en cobrar!
¿Tú crees que yo voy a asumir un riesgo tan grande
que me hagas un default por un tipo de interés minúsculo
como el del interrancario?
No, yo asumo un riesgo, o sea, yo,
hacer un tipo de interés tan bajo como el del interrancario,
porque el Banco Central Europeo está detrás
y porque sé que si necesito financiación
el Banco Central Europeo te va a dar.
Pero el Banco Central Europeo, no solo es que de
subastas periódicas de liquidez,
cada vez menos, porque ya los bancos con el cuello tienen más liquidez que de sobra.
Pero tiene incluso un instrumento que se llama facilidad marfinal de refinanciación,
que es si el mercado está seco te puedes venir a financiar aquí con medio punto de interés extra.
Y eso está abierto a esa ventanilla, porque el estado medio se llama ventanilla de descuento,
está permanentemente abierta. Ya no es que el banco tenga tres,
el Banco Central de la Esquilidad del Mercado se va a estar liquidez, es que aunque no vaya,
si tú le llevas activos que el banco centra la gente como descontables,
eso no es un estado inmenso, te da liquidez.
Entonces claro, un banco privado se puede quedar sin liquidez.
Hombre, si invierte en tal tantidad de basura que necesitará el Banco Central Europeo,
se la anuncia como activo para descuento, sí.
Si no, no. En Estados Unidos para que te hagas una idea,
antes de la quebrada de Man Brothers, Bernanke dijo,
voy a aceptar incluso las acciones como activo descontable.
Es decir, que si yo había comprado acciones de Walmart, un banco,
o sea, no es un fondo de inversión, es un banco,
un banco comprando acciones de Walmart,
llevaba las acciones de Walmart y te daba liquidez contra eso.
Es claro, a efectos prácticos la banca no se puede quedar sin liquidez.
Y eso lo que provoca es la desordinación entre los ahorradores
que quieren ahorrar a corto plazo y los inversores
que están invirtiendo a bar de plazo de escordinas macroeconómicamente la economía.
Hola, la banca para el señor Rayo.
Primero van muchas gracias a vuestra charla de la vida en que calles traen que toda.
Para mí las cosas de la crisis,
usted las ha dejado venir llenamente claras,
pero me gustaría saber cuál es su opinión,
sobre qué medidas se están tomando para evitar que esto se repita,
porque yo tampoco veo que por mucho así de Apple 1, 2, 3, que tengamos aprobado
y medidas que se estén vendiendo, que se están tomando,
estemos realmente acometiendo el problema de raíz.
Eso por un lado.
Y por otro lado, está hablando usted de la banca
como intermediario máximo en los ventajos financieros.
¿Y qué opina de las nuevas figuras que están apareciendo
para obtener contacto a oradores e inversores
como todas las plataformas de crowdlanding,
de crowdfunding, las plataformas de crowdlanding, etcétera, etcétera?
Muchas gracias.
Sí, a ver, yo creo que la regulación en general es un instrumento bastante ineficiente
en un marco de privilegios para prevenir el desastre o la desporgnación.
Es decir, tú no puedes abocar a la banca que lo haga mal
y luego intentar poner puertas al campo para que no lo haga mal.
Lo que tienes que conseguir es un marco en el que la propia banca
está incentivada a hacerlo bien.
No, oye, yo te recompenso para que lo haga mal.
Y luego, voy a intentar aquí poner alguna barrera
para que no te desbordes.
Pues no, porque el banco siempre va a tener mayor capacidad
para aburlar la regulación.
Un economista tan partidario de la regulación,
que incluso se ha puesto durante esta crisis,
como ejemplo, como paradigma de la explicación de la crisis
por deregulación y como partidario de la regulación,
que es Heimann Minsky, un economista posqueinesiano,
decía, el innovador financiero siempre va a dos pasos por delante del regulador
y seguirá siendo así.
¿Por qué? Porque, y esto ya para más austríacos,
el banco hace uso del conocimiento disperso.
Se vale el conocimiento centralizado.
En cambio, el regulador es conocimiento centralizado.
Y centralizando el conocimiento, es imposible que consigas
captar todo el conocimiento centralizado con el que estás compitiendo.
Por tanto, el banquero siempre va a ser capaz de batirte.
Es más, incluso se va a buscar excusas o se van a buscar recobecos
en la regulación para aprovecharla en tu propio favor,
que esto es lo que se conoce como arbitraje regulatorio.
Esto, insisto, partiendo de la base de que las regulaciones
están bien intencionadas y de que se han diseñado
pensando en algo así como el bien general,
pero tampoco perdamos de vista que los políticos son humanos,
que responden también a incentivos, que son potencialmente corruptos,
y en español sabemos muy bien y que, por tanto,
las esperas de poder también se llegan a acuerdos de no agresión,
digamos, o, oye, no aprobes esto y yo te daré más financiación
más barata durante diez años para que puedas costear tus sobres faraónicas
y ganar las elecciones.
Entonces, eso se cuece contando la mala fe y los,
incluso, dentro de la buena fe, los problemas de información
pensar que con la regulación se va a resolver,
yo creo que es muy iluso, porque, o bien, hay los marcos,
o bien te pasa sobreregulando, pues no, imaginemos una regulación.
La banca no puede prestar, vale, sí, se acabó el problema,
pero se acabó también la economía.
Entonces, o bien te pasa sobreregulando, o bien te quedas corto,
encontrar el punto justo que debería ser el que saliera
dentro de la banca de Mequiro Autorregular,
no lo va a poder conseguir.
Y, de hecho, Basilea 3, pues lo comentaba antes,
empezó siendo muy estricta,
incluso la versión que salió a mí me parecía demasiado laxa
para evitar estos problemas, pero, vale,
en verdad, empezaba tocando algunos problemas.
Oye, miremos que la banca tenga capacidad
para resistir 30 días de fuga, el equivalente a 30 días,
de cierre de mercados monetarios
para la refinanciación a corto plazo.
Tratemos de buscar un equilibrio entre las fontes de financiación
a medio largo plazo, es decir, que si se invierte a largo,
también se endeuden a largo, no se financien solo a corte.
Y luego, además, recorcemos los deficientes de solvencia.
¿Y qué pasó? Conforme transcurrieron los años,
dijeron, bueno, esto lo vamos a relajar un poquito,
esto también, esto también, porque, claro, la banca les dijo,
no, no, es que si esto es lo que sale,
no lo vamos a poder dar crédito.
O lo vamos a poder dar crédito a estos tipos de interés.
Y los políticos dijeron, ah,
yo no quiero gobernar un país donde
no se puede acceder a crédito en condiciones muy laxas,
por tanto, vamos a relajar esto.
Y lo han ido relajando y, al final, Basilea 3, por desgracia,
se va a terminar pareciendo mucho a Basilea 2.
Y Basilea 2 no ha habido nada.
En cuanto a los nuevos intermediarios,
bueno, yo creo que de momento siguen teniendo,
en concreto, los que tú has mencionado un tamaño muy pequeño.
Sin embargo, sí que creo que es relevante hablar de
aquellos intermediarios que actúan como bancos sin serlo.
El famoso Shadow Banking, que de hecho,
durante la anterior crisis, se vino a decir que el Shadow Banking
fue quien estuvo detrás de la gestación de la crisis.
¿Qué son?
Fondos monetarios, fondos de utilización hipotecaria,
conduits, etcétera, que sin tener acceso directo
a lo que jinta el europeo o a la resada federal,
se comportaron de manera muy parecida a los bancos,
pidieron prestado a corto plazo para invertir a largo,
¿y por qué? Porque tenían algún tipo de acceso directo,
en muchos casos sean entidades patrocinadas por la propia banca,
dejando la cura del balance de los bancos.
Tenían alguna línea de acceso directo a la banca,
entonces la banca conectaba con el Banco Central
y la banca conectaba con estos.
Eso sí puede ser problemático.
¿Por qué se crea todo esto precisamente para porlar la regulación?
Es una forma de crear entidades que escapan de la regulación
y que, por tanto, permiten seguir reproduciendo el problema
mientras siga presente el manguerazo de liquidez,
la barra libre de liquidez que supone la banca central,
o, no sé si peor, pero al mismo nivel,
la expectativa de rescate futuro que supone el tesoro
de no vamos a dejar caer a los bancos,
los acreedores no van a perder.
Es verdad que una liquidación mancaria es algo muy duro,
pero hay fórmulas alternativas al rescate,
por ejemplo, imponiendo quitas a los acreedores
donde trasladas el coste a quien tiene la responsabilidad
y donde no genera el incentivo perverso de,
yo invierto aquí y ya me puedes preocupar de todo
porque, en última instancia, está el contribuyente
y ya pagará esto.
Bueno, voy a pedir una pregunta.
¿Cómo crees que deberías estar construido
el sistema financiero para vacunar
o por dodas de los pumps y represiones?
¿Dar más profundos?
Crees que, ya sé que no, pero quiero que tuvisas
porque debería reducirse toda la vacunación mancaria
actual por tres rebas básicas,
por el nuevo 100% de las cascas,
100% de las cascas, 100% de las cascas.
O sea, desde luego, coeficiente de caja del 100%, no.
Eso, sin duda.
¿Por qué? Porque los bancos no son almacenes de dinero,
nunca lo han sido y no es su función.
Si alguien quiera almacenes de dinero,
lo que hay que hacer es liberalizar pro-segur
y permitir que la gente, pues, coloque
ahí sus reservas de dinero.
Pero eso no es un banco, ¿bien?
Un banco es una entidad que presta su propia deuda,
que crea deuda para prestar.
El problema es que presta a largo plazo creando deuda a corto
y, por lo tanto, descordina y ya os he comentado
a ahorradores y engarsores.
Patronoro.
Yo sigo pensando que el patrónoro
es la mejor base monetaria que existe.
No es perfecta, ni mucho menos,
pero es menos imperfecta que el dinero politizado que tenemos.
Ahora, también he de decir que un dinero politizado
razonablemente gestionado tampoco tiene porque ser tan negativo.
Lo que pasa es que es muy complicado gestionarlo bien
porque siempre está expuesto a arbitraria despolítica.
Es decir, es un dinero que se emite contra deuda
y, al final, por tanto, no tienes forma de escapar
de sistema financiero.
Esto no sé de hecho si lo habéis pensado en alguna ocasión,
pero imaginate que,
o sea, cuando tenéis euros,
estáis siendo acreedores del Banco Central Europeo.
Es verdad que no podéis exigirle nada,
pero estáis dando financiación.
De hecho, en el balance del Banco Central Europeo,
los euros que tenéis vosotros aseguran como su pasivo.
Si es su pasivo es vuestro activo,
es un pasivo en forma de deuda,
por tanto, deuda no cobrable, pero de deuda
y le estáis dando financiación.
Fijaos en los siguientes.
Imagina que vosotros desconfíais de un banco,
dices, uy, no me gusta nada este banco,
este banco es súper arriesgado.
Voy a cortarle la financiación,
es decir, voy a retirar mi dinero del banco,
voy a exigirle que me pague.
¿Cómo os va a pagar si tiene el coeficiente de caja
con la caja que tenga?
Pero imagina que no tiene.
¿Qué hará ese banco?
Irá al interrancario o al euro,
dame reservas.
Entonces, cancelar a vuestro depósito
dándose a vuestros reservas.
Con lo cual, vosotros,
¿qué estáis haciendo ahora?
¿Estáis financiando al Banco Central Europeo?
¿Y el Banco Central Europeo está financiando al banco?
En lugar de ser vosotros quien financia directamente al banco,
lo hacéis indirectamente al Banco Central Europeo,
a través del Banco Central Europeo.
Entonces, vosotros que queríais decir,
yo no te financio más de la misma manera que si una empresa
está invirtiendo fatal,
ya no te financio más porque no confío en tu proyecto.
Pero al final, el sistema actual os fuerza
o retuerce para seguir financiando
a un sistema financiero desastroso.
Con el patrón euro esto no pasa.
Tú vas al Banco y dices, dame el oro.
El oro, decía el genriz Orton,
un economista,
un co-director bajo la Junta de Dirección de Alonco
y en la terra, etcétera,
al principio del siglo XIX decía,
el oro es el único activo monetario
que no es el pasivo de nadie más.
Es el único activo, es el único dinero
que no es deuda para entendernos.
Y es verdad.
Entonces, la cuestión es que queremos un dinero
que en su base sea deuda o no.
Yo prefiero que no, porque al no ser deuda
te permite salirte totalmente del sistema financiero.
Y yo lo confío en el sistema financiero.
Tengo oro y aunque quiera el sistema financiero
a mí no me afecta en absoluto.
Si tengo billetes del Banco Central Europeo,
si quiero el sistema financiero, si me afecta.
Queremos eso.
Yo creo que sería mejor.
Ahora, un dinero basado en deuda bien gestionado,
por ejemplo, el del Banco Nacional Suizo,
tampoco es un drama.
Y lo que sí que es importante es la bancaria.
Es decir, que la banca es la responsabilidad de lo que hace.
Por tanto, dinero externo al propio sistema bancario
o sea, basado en deuda o, idealmente, en oro y bancalibre,
creo que es la forma de minimizar
que no eliminar los ciclos económicos.
Porque ciclos siempre va a haber,
porque la banca siempre va a tener esa tentación
de descalzar plazos, lo que pasa que, y riesgos,
lo que pasa que, en ausencia de redes de protección,
eso se corta muy rápido.
Cuando tienes redes de protección, lo alargas 4, 5, 6 años
y ya te has distorsionado toda la economía
y te viene una crisis duradera.
Por eso, en el siglo XIX, había muchas crisis
pero duraban 3 meses, 4 meses, 5 meses,
porque se cortaba muy rápido
y no se acumulaban las malas inversiones
de manera generalizada.
Aquí estamos más tiempos sin crisis
y cuando viene viene una muy gorda.
Me parece interesante lo que ha dicho el patronoro
y mi pregunta es,
¿seríamos capaces de volver a un sistema similar
al patronoro?
Bueno, parte de la base, que yo no soy economista,
es decir, una barbaridad,
pero ¿seríamos capaces de volver a un sistema similar
al patronoro con la barbaridad,
esa acción monetaria que hemos tenido en los últimos años
y que mucha de la moneda que circula,
bien sea en papel, en un fiat, en un currency,
bien sea digital o en mercados,
que sabemos que no tiene base en economía real,
¿es posible eso?
¿Sería facultable un sistema similar?
Bueno, a ver, el problema que planteas
no es el problema grande,
porque al final,
¿cómo volverías al patronoro desde ese punto de vista?
¿Cuánto oro tienen los bancos centrales?
¿Cuántos pasivos tienen los bancos centrales?
X, o sea, una división
y cada pasivo toca tanto.
Ya está, es verdad
que volveríamos con un tipo de cambio
de dinero al oro muy devaluado,
la moneda muy devaluada,
pero bueno, vuelves así.
El problema no es ese, el problema cuál es?
Que al final, la supervivencia del sistema bancario
descansa en que el banco central
hoy les pueda proporcionar refinanciación.
Si el banco central dice,
yo vuelvo al oro y, por tanto,
como vuelvo al oro ya no voy a dar financiación a nadie,
se te cae todo el sistema bancario.
Entonces, para volver al patronoro,
primero, habría que corregir todo el problema de la inliquidez bancaria,
habría que conseguir que los bancos,
si prestan a corto, se financian a corto,
pero si prestan a largo, se financian a largo.
Una vez tienes eso y, por tanto,
la banca ya no depende estructuralmente
de la financiación que el término real
o potencial les pueda proporcionar al banco central,
ahí sí ya puedes volver al patronoro
cogiendo las reservas de oro disponibles
y mirando los pasivos que tiene la banca.
Hasta entonces, no, porque llegamos
que todos los pasivos del sistema financiero
en potencial llegan a ser pasivos del banco central.
Entonces, claro, si tú dices, no,
solo los pasivos del banco central,
pues todos los otros te quedan descolgados
y no se podrían pagar,
llegado el momento.
Bueno, nada.
No sé dónde hasta ahora.
Bueno, muchas gracias, José Luis,
por organizar todo esto.
Y, nada, desde el instituto Juan de Mariana
hemos sacado ahora una nueva colección de libros
con Deusto y con Value School
y, como no, el primero de los libros
que creo que además, pues,
te gustará bastante,
es el libro más famoso del padre Mariana,
tratado hoy discurso sobre la moneda de Bellón,
donde básicamente explica
cómo la moneda de Bellón empezó siendo de plata
terminó siendo de cobre,
fruto del embelecimiento monetario,
en este caso de Felipe III,
para financiar sus fastos.
Como vemos, no hemos cambiado tanto en muchas cosas.
Muchas gracias por la...
Muchas gracias.