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La tasa de pobreza se ha disparado en la Argentina durante el primer semestre de
este año 2024. ¿Estamos acaso ante un rotundo fracaso de las políticas
económicas de Javier Milei? ¡Veámoslo!
La tasa de pobreza ha aumentado en Argentina hasta el 52,9% en el primer
semestre del año 2024, es decir, en el primer semestre completo de gobierno de
Javier Milei. Se trata de un incremento de más de 11 puntos porcentuales con
respecto a la tasa de pobreza del segundo semestre del año 2023, justo antes de que
Milei accediera a la presidencia de la República. Y son muchos, claro, los que
quieren certificar ya el definitivo fracaso de las políticas económicas de Javier
Milei a partir de este dato, que desde luego es un dato grave, es un dato
preocupante, pero que es un dato que hay que entender en su contexto histórico y
que también conviene actualizar con otros datos más recientes. En primer lugar, ¿cuál
ha sido la causa de este incremento tan notable de la pobreza dentro de la
Argentina? El número de pobres ha aumentado en casi 6,2 millones en los primeros
seis meses del año 2024. Y, sin embargo, el número de parados sólo ha aumentado en
ese mismo periodo en 260.000 personas. Dicho de otra manera, la causa fundamental
de este importante aumento de la pobreza en la Argentina no es el aumento en el
número de desempleados. Aunque esas 260.000 personas que han quedado
desempleadas fueran el salario básico de un hogar de tres o de cuatro miembros,
estaríamos hablando de que el aumento del paro puede explicar que 700.000, 800.000
o un millón de personas hayan ido a parar a la pobreza. Pero, desde luego,
únicamente el aumento del desempleo no puede explicar que 6,2 millones de personas
hayan ido a parar a la pobreza. En este sentido, la causa principal por la que ha
aumentado la pobreza en la Argentina durante el primer semestre de 2024 es una
muy fuerte caída de los ingresos reales. Los argentinos, durante el primer semestre
de 2024, experimentaron una fuerte reducción de sus salarios reales y de
otros ingresos no salariales después de inflación. ¿Y por qué experimentaron una
reducción tan fuerte en sus ingresos reales durante el primer semestre de 2024?
Pues porque nada más llegar al poder Javier Milei decide devaluar fuertemente el tipo
de cambio oficial del peso con respecto al dólar. Y decide devaluar fortísimamente ese
tipo de cambio porque, cuando llega al poder Javier Milei, la brecha cambiaria, la diferencia
entre el tipo de cambio de mercado y el tipo de cambio oficial entre el peso y el dólar
estaba en uno de los niveles más elevados de su historia. Estaba en niveles absolutamente
inmanejables para que la economía pudiese arrancar. No perdamos de vista que el propio
Sergio Massa ya tuvo que devaluar, también con contundencia, el peso, el tipo de cambio
oficial del peso en el mes de agosto, porque simplemente una brecha cambiaria tan grande
no es sostenible. Así pues, cuando Javier Milei devalúa el peso, desata a corto plazo una
fuerte inflación, que en realidad no es más que la expresión de la inflación que estaba
latente, que estaba reprimida bajo el peronismo, como cuando levantas la tapa de una olla a presión,
y esa muy intensa inflación que se vivió en Argentina en los primeros meses de 2024 como
consecuencia de la devaluación de Milei, como consecuencia de la brecha cambiaria legada por
el peronismo, esa muy intensa inflación deprecia los ingresos reales de los argentinos y aumenta de
esta manera tan notable la pobreza. Pero claro, si la fuerte caída de los ingresos reales experimentada
por los argentinos en el primer semestre del año como consecuencia de la fuerte inflación derivada
de la devaluación, derivada a su vez de la enorme brecha cambiaria legada por el peronismo, es la causa
del incremento de la pobreza, entonces el hecho de que los salarios reales hayan estado recuperándose
de manera sostenida durante los últimos meses, concretamente los salarios reales tanto si los
medimos a través de la SIPA o a través del RIPTE, tocaron suelo en el mes de marzo y desde el mes de
marzo han venido aumentando mes tras mes. Pues bien, este hecho, que los salarios reales hayan estado
recuperándose desde el mes de marzo cuando tocaron suelo, debería conducir a que las tasas de pobreza
estén empezando a reducirse de nuevo. Máximes y además el desempleo parece que se ha estabilizado
o incluso que está empezando a reducirse de manera muy modesta. La tasa de paro en el segundo trimestre
de 2024 fue del 7,6%. Una décima inferior, desde luego no es una gran caída, pero desde luego no es
una subida, una décima inferior a la tasa de paro del primer trimestre de 2024. Así pues, mayores ingresos
reales en el segundo trimestre del año 2024 y mismo desempleo, o más bien algo menos de desempleo,
todo esto debería llevar a que las tasas de pobreza se reduzcan. ¿Cuál es el problema? Pues que los datos
que ha publicado el Index sobre la pobreza son datos agregados del primer semestre de 2024. Es decir,
son datos donde no se discrimina entre la evolución trimestral de la pobreza. Sabemos cuánto ha variado
la pobreza en el primer semestre de 2024 con respecto al segundo semestre de 2023, pero no sabemos cuánto ha
variado la pobreza mes a mes a lo largo de ese semestre, o al menos trimestre a trimestre, primer
trimestre de 2024 y segundo trimestre de 2024, dentro de ese primer semestre. Por ello, los datos del Index no
nos permiten saber, por ejemplo, si lo que sucedió fue que la pobreza aumentó mucho más durante el primer
trimestre de 2024 como consecuencia de todo lo que ya he mencionado, y que, en cambio, en el segundo
trimestre de 2024, esa tasa de pobreza, gracias a la recuperación de los salarios reales y gracias a
la estabilización del empleo, ya empezó a bajar, que es lo que parece que el sentido común nos dicta
qué debería haber sucedido. Para suplir esta laguna, hoy la ministra de Capital Humano del gobierno de
Javier Milei, Sandra Petovelo, ha publicado una estimación trimestral alternativa de la pobreza a la
que publica semestralmente el Index. No es una estadística elaborada por el Index, sino por el
Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, que depende del gobierno, pero sí es
una estadística que pretende medir la pobreza y donde se constata, de manera más o menos coherente
con los datos semestrales del Index, que la tasa de pobreza en el primer trimestre de 2024 llegó a ser
del 54,8%, y que ya en el segundo trimestre de ese año había bajado al 51%. De hecho, el promedio
entre ese 54,8% del primer trimestre y el 51% del segundo trimestre es el 52,9% que ha ofrecido el
Index para el conjunto del semestre, primer más segundo trimestre. Aunque bueno, tratándose de un
dato elaborado por un organismo que depende del gobierno, tal vez podamos sospechar que se trata
de un dato cocinado para que el gobierno pueda vender el relato de que la recuperación ya ha empezado
y de que la tasa de pobreza ya está cayendo. Pero es que hace apenas unas semanas, un organismo
totalmente independiente del gobierno, el Observatorio de la Deuda Social Argentina, dependiente de la
Universidad Católica de la Argentina, y que publica trimestralmente estimaciones de datos de tasa de
pobreza desde hace muchísimo tiempo y que suele utilizarse como una de las referencias, junto con
el INDEC, sobre la evolución de la pobreza en la Argentina, hace unas semanas este organismo
independiente del gobierno también publicó sus estimaciones sobre la evolución trimestral de la
tasa de pobreza. Y la conclusión de este informe es bastante similar a la presentada por el Ministerio de
Capital Humano. La pobreza en el primer trimestre del año 2024 se disparó hasta el 54,9% y en el
segundo trimestre ya había bajado hasta el 49,4% gracias a la recuperación de los salarios reales y
a la estabilización del empleo. Por tanto, el sentido común económico, el hecho de que los salarios reales
se estén recuperando y de que el empleo se haya estabilizado parecería indicar que lo que tendría
que haber sucedido es lo que los datos nos dicen que ha sucedido, que la pobreza tocó techo en el
primer trimestre del año y desde entonces ya ha empezado a bajar, y a su vez el hecho de que los
salarios reales sigan recuperándose y el hecho de que, al menos de momento, el desempleo no esté
estallando porque, de nuevo aparentemente, parece que la actividad económica ya está empezando a
rebotar, esos dos hechos, si perseveran en el tiempo, también nos indicarían que la tasa de pobreza
seguiría bajando. O expresado de otra manera, el fogonazo inflacionista legado por el peronismo
requirió de un plan de choque que a corto plazo y tal como ya advirtió Javier Milei, Javier Milei jamás
dijo que desde el primer día en que llegara la presidencia la pobreza fuera a bajar, al
contrario, advirtió de que venían varios trimestres muy complicados. El fogonazo inflacionista requirió
un plan de choque económico que a corto plazo sí elevó las tasas de pobreza, pero en cuanto se ha
estabilizado el marco macroeconómico y, por tanto, parece que la economía puede empezar a respirar de
nuevo sin riesgo de hiperinflación y sin riesgo de impago de la deuda, ese saneamiento económico
no sólo está sirviendo para contener las tasas de inflación, sino también ya para empezar a reducir
las tasas de pobreza. Por desgracia, hay muchísimas personas deseando que el programa económico
liberalizador y estabilizador de Javier Milei fracase. Y por eso aprovechan cualquier maldato de sus primeros
levantar acta sobre el fracaso definitivo e inapelable de ese programa de saneamiento,
de estabilización y de liberalización económica. El éxito o el fracaso, porque también podría terminar
fracasando, del programa económico de Javier Milei habrá que juzgarlo dentro de algunos años, no unos
pocos meses después de llegar al poder, habiéndose encontrado, además, con una bomba hiperinflacionaria y
una recesión económica de caballo entre manos. Porque, claro, si Javier Milei hubiese llegado al gobierno
de Suiza y hubiese disparado en Suiza las tasas de pobreza, podrías decir, oye, igual tus recetas
económicas no funcionan. Pero habiendo llegado al poder a un Estado que estaba en caída libre, en
descomposición, con una inflación absolutamente desbocada y al borde del impago de la deuda soberana,
habiendo llegado al gobierno con esa situación, resulta verdaderamente vergonzante que algunos se
sorprendan de que la terapia de choque, para acabar con la inflación, para sanear las cuentas del Estado
y del Banco Central, para reducir el riesgo de impago exterior, para estabilizar, en última instancia,
la macroeconomía y que la actividad productiva pueda volver a crecer sostenidamente, reduciendo entonces
las tasas de pobreza, resulta verdaderamente vergonzante que, con este penoso marco macroeconómico
heredado por Milei, se le exijan resultados absolutamente inmediatos desde el primer día.
Pero es que, aun cuando le exigiéramos resultados económicos de muy corto plazo a Javier Milei,
estos que se lo exigen luego omiten los datos de más corto plazo, los datos desagregados del segundo
trimestre del año, que están apuntando, al menos de momento, a una reducción de la tasa de pobreza.
Es decir, que en realidad tampoco les preocupa cuál es la evolución a corto plazo de la economía
argentina. Lo que les importa es componer un cuadro que represente la peor imagen y situación posible
de la economía argentina para certificar el fracaso definitivo e irreversible de las políticas
económicas de Javier Milei. Porque para ellos esto no va de sanear la economía argentina y de mejorar
sostenidamente a largo plazo la calidad de vida de la gente. Esto va de ganar la batalla.
Y si para ganar la batalla de la propaganda hay que endosarle a Javier Milei las responsabilidades
de la bomba hiperinflacionaria, del desequilibrio masivo en las cuentas públicas y de la recesión
económica que le legó el peronismo, pues desde luego se le imputa. Y si para ganar la batalla de
la propaganda hay que ocultar los datos del segundo trimestre de este año donde se refleja una caída de
la tasa de pobreza, se ocultan esos datos. Porque para ellos la mentira siempre ha sido un arma
revolucionaria. Aunque en este caso más bien está siendo un arma contrarrevolucionaria. Porque su
objetivo, su obsesión, es frenar, es obstaculizar, es impedir cualquier atisbo de revolución libertaria
en la Argentina que pueda extenderse al resto del mundo.