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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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¿Cómo ha reaccionado la izquierda española ante el golpe de estado perpetrado por Pedro Castillo en Perú?
Pues, o bien, han guardado silencio, evitando condenar el golpe de estado,
o bien se han dedicado a borrar todo rastro de un apoyo explícito previo al golpista Pedro Castillo,
como tratando de aparentar que ellos jamás estuvieron de su lado,
o bien y mucho peor, han justificado el golpe de estado de Pedro Castillo.
Veámoslo.
En un primer momento, la izquierda española reaccionó exultante a la victoria de Pedro Castillo en Perú.
Por ejemplo, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España y futura lideresa,
tal vez, de la coalición electoral unidas Podemos y Sumar,
la coalición electoral a la izquierda de la izquierda del PSOE,
Yolanda Díaz, tuiteo.
La toma de posesión de Pedro Castillo es una abrizna de esperanza para Perú y América Latina.
Es una oportunidad para la democracia la elección de un presidente que viene de abajo.
Hay que tener buena vista para calificar de oportunidad para la democracia
el que se escoja a un golpista, a un futuro golpista,
a alguien que ya sabíamos, porque no era difícil de saber,
que pretendía dar un golpe de estado en Perú.
Muchos aciertos y suerte en esta nueva etapa.
No queda muy claro cuáles son esos muchos aciertos a los que se refiere Yolanda Díaz.
Quizá que no sea tan chapucero a la hora de dar golpes de estado,
que si los va a dar, los dé con acierto.
A su vez, Pablo Chenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados de España,
tuiteo.
Parece que va a ganar Castillo en Perú.
Si finalmente se confirma, esperemos que la ultraderecha
no intente dar un golpe de estado como ya hicieron,
intentaron en otros países latinoamericanos y norteamericanos
tras perder las elecciones.
Pues vaya, al final el golpe de estado en Perú no lo dio la ultraderecha,
sino la ultra izquierda de Pedro Castillo, a la que Pablo Chenique estaba jaleando.
Asimismo, Juan Carlos Monedero, ideólogo de Unidas Podemos,
publicó el día de la toma de posesión de Pedro Castillo,
a la que asistió presencialmente, publicó varios duits.
Uno de ellos es el siguiente.
Un campesino maestro rural, Pedro Castillo, investido presidente de Perú,
con un discurso desde abajo, para los de abajo,
amable con los débiles y firme con los poderosos,
comienza un Perú soberano.
El Perú soberano es aquel en el que Pedro Castillo pretendía convertirse en tirano,
centralizando en sus manos todos los poderes del estado,
el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial.
El Perú soberano era decretar un toque de queda para los ciudadanos,
amenazar a aquellos ciudadanos que se resistieran a su tiranización
con utilizar el ejército en su contra y gobernar mediante decreto ley,
sin ningún tipo de fiscalización.
Ese era el Perú soberano que estaba comenzando con la toma de posesión de Pedro Castillo.
La educación pública declarada en estado de emergencia.
¿Cuánta esperanza?
Para los autoritarios, quizá.
También ese mismo día, Juan Carlos Monedero,
tras reunirse con la entonces vicepresidenta de Perú, Dina Voluarte,
tuiteó lo siguiente, la victoria de Pedro Castillo en Perú
ha sido una alegría para la izquierda del mundo.
Una alegría es escoger como presidente a alguien que se convertirá en un golpista.
La derecha y la extrema derecha en España apoyaron hasta el último momento a Fujimori,
siempre con los golpistas y los corruptos, que casualidad,
Pedro Castillo, corrupto y golpista,
golpista, acreditado y corrupto, bastante probable, a tenor de las pruebas
que se han ido aportando durante los últimos meses.
Ese Pedro Castillo, golpista y probablemente corrupto,
es aquel al que apoyó Juan Carlos Monedero
y la izquierda mundial, esa que se ha alegrado tanto por su victoria,
porque según Juan Carlos Monedero, es la derecha la que está con los golpistas y los corruptos.
Cuando es la izquierda en este caso, la que está apoyando a un golpista y a un probable corrupto.
Y desde los sectores de izquierdas dentro de la sociedad civil,
Pedro Castillo también recibió alabanzas y cánticos de esperanza.
Por ejemplo Rubén Sánchez, presidente de la Asociación de Consumidores Facua,
tuiteó lo siguiente.
Pedro Castillo en Perú, lula da Silva en Brasil, Gustavo Petro en Colombia,
Daniel Hado en Chile, qué futuro más ilusionante para América Latina,
tan ilusionante que el ilusionista terminó dando un golpe de estado.
Pues bien, la izquierda española ha tenido hasta el momento tres tipos de reacciones.
La primera es el silencio.
Este ha sido el caso, por ejemplo, de Yolanda Díaz,
quien 48 horas después de que se haya producido el golpe de estado en Perú.
Afortunadamente fracasado, todavía no se ha pronunciado en contra del que consideraba
que era una esperanza para la regeneración de la democracia en Perú.
No ha dicho ni pío sobre lo sucedido en Perú, cosa que sí hizo cuando Pedro Castillo ganó las elecciones
y trató de vincularse a ese éxito electoral de izquierdas,
que finalmente se ha transformado en un fracaso golpista de izquierdas.
La segunda reacción de la izquierda ante el golpe de estado de Castillo en Perú
ha sido tratar de reescribir la historia.
Ya sea, borrando las declaraciones que parte de esa izquierda pronunció en el pasado,
ese ha sido el caso de Rubén Sánchez.
El tuit que antes os he leído de Rubén Sánchez ha sido borrado.
Si lo hemos podido rescatar es porque quedan rastros que Rubén Sánchez no controla en internet,
pero él se ha dedicado a eliminar el tuit para que no se le pueda relacionar con un golpista.
¿Quién era Pedro Castillo?
Pues básicamente alguien que pasaba por ahí y con el que nosotros no teníamos ningún tipo de relación.
Jamás jaleamos la victoria electoral de Pedro Castillo, jamás lo proclamamos como alguien de izquierdas.
Era un señor que no conocíamos y quedaba un golpe de estado en Perú,
pero a nosotros no nos pidan ningún tipo de responsabilidad moral con lo que ha hecho este señor.
Todavía peor. Hay otros que intentan reescribir la historia vinculando a Pedro Castillo no a su izquierda,
sino a la ultraderecha.
Este ha sido el caso de Pablo Echenique,
quien después de habernos alertado de que si ganaba Pedro Castillo podría haber un golpe de estado de la ultraderecha
en contra de este representante de la izquierda más pura, más de casta,
ahora se descuelga con unas declaraciones en las que nos dice que Pedro Castillo no era de izquierdas,
que ya había dejado de ser de izquierdas hace mucho tiempo,
que Pedro Castillo en realidad era de ultraderecha, se había acercado a Bolsonaro y por tanto como alguien de ultraderecha
es perfectamente coherente que de un golpe de estado.
Pero es absolutamente evidente que el señor Castillo hace mucho tiempo,
dejó de representar a sus votantes de izquierdas, a sus aliados de izquierdas y nos hemos ido viendo
con el paso del tiempo, como ha ido perdiendo apoyos de los partidos de izquierda peruanos
y como se ha ido acercando no solamente a la ultraderecha peruana, sino también a la ultraderecha internacional,
no mencionaba antes su famosa foto con Bolsonaro.
Pero lo que debería explicarnos Pablo Echenique es exactamente cuando, en qué momento,
Pedro Castillo dejó de ser de izquierdas y por qué desde Unidas Podemos no nos habían alertado de ello,
por qué desde Unidas Podemos, del mismo modo, que se vincularon a Pedro Castillo cuando ganó las elecciones como alguien del pueblo,
no se desvincularon de Pedro Castillo más tarde cuando supuestamente se había reconvertido a la ultraderecha,
¿por qué no dijeron este señor ya no nos representa?
¿Por qué han esperado hasta que Pedro Castillo ha dado un golpe de estado en Perú para decir,
o casualidad, es que ya no era de los nuestros, ya no nos representaba?
Nosotros no tenemos nada que ver con este golpismo de izquierdas perpetrado en Perú,
porque en realidad el golpismo siempre es de la ultraderecha y, por tanto, Pedro Castillo ha de ser de ultraderecha si ha dado un golpe de estado.
No pretenden vincularnos con él por mucho que fuéramos nosotros quienes nos vinculamos extremadamente con él,
hasta que nos ha dejado de convenir que nos relacionen con este fracasado golpista.
Pero bueno, hasta cierto punto podríamos decir que este tipo de reacciones son fruto de la vergüenza,
que la izquierda española ahora siente vergüenza de haber apoyado a Pedro Castillo,
consideran que no tienen argumentos para justificar ante su público aquello que ha hecho Pedro Castillo,
de ahí que o callas o borras lo que dijiste en el pasado,
pero no intentas, repito, justificar aquello que en tu fuero interno sabes que es injustificable.
De modo que, aunque en el fondo sean reacciones que solidifiquen una cierta complicidad con el golpista,
porque no lo estás denunciando públicamente ante los tuyos,
también son reacciones que al menos señalizan una cierta vergüenza propia.
Tal es la vergüenza propia que o ni hablan sobre el tema o tratan de borrar, de eliminar aquello que dijeron previamente sobre el tema.
Pero existe un tercer tipo de reacción de la izquierda española ante el intento de golpe de estado de Pedro Castillo,
que es a mi juicio el peor posible, y es justificar ese intento de golpe de estado.
Y esa es la reacción que, por ejemplo, ha tenido el ideólogo de Podemos y asesor de Pedro Castillo, Juan Carlos Monedero.
Más de 24 horas después de que Pedro Castillo tratara de dar un golpe de estado en Perú,
Juan Carlos Monedero escribió lo siguiente.
A los exaltados que hablan de un golpe de estado en Perú,
¿dónde están los fusilados, los detenidos en el estadio, los desaparecidos, los enterrados en cunetas?
Un parlamento corrupto que nunca aceptó a Pedro Castillo le llevó a cometer la estupidez de decretar su disolución.
Justo antes de que ese parlamento de nuevo intentara destituirle con falsas acusaciones,
como pasó en su día con Dilma y Lula, un decreto estúpido que no podía en ningún caso aplicarse,
un suicidio inútil que no solventaba nada, con Castillo se han juntado demasiados problemas,
su ineptitud para hacer un bloque de gobierno, el racismo de las élites que no han tolerado un presidente cholo,
rural, pobre, el golpismo permanente del fujimorismo y de la derecha peruana,
los tics autoritarios de una parte de la izquierda, el agotamiento del régimen político
y la incapacidad de Castillo de sacar adelante mejoras para las mayorías,
hablar de un golpe de estado teniendo en contra a su gabinete, al ejército, los jueces, la policía,
la patronal, las iglesias y buena parte de los partidos es llamarle un golpe a casi cualquier cosa.
Perú, seis presidentes en siete años, lo que está claro es que la presidenta sustituta no debiera sino convocar elecciones
y si están escuchando al pueblo, elecciones a una asamblea constituyente.
Con las armas melladas de la vieja Constitución, Perú seguirá jodido y todo empeora.
Fijaos en cuál es el argumento de Juan Carlos Monedero.
Pedro Castillo no ha dado un golpe de estado en Perú, dice Monedero.
Y todo lo que hizo Pedro Castillo, que fue una equivocación, según Juan Carlos Monedero,
pero fue una equivocación porque no tenía visos de triunfar, no porque lo que hiciera en sí mismo estuviese mal,
sino porque fue una guerra para perderla, pero no porque esa guerra no fuera legítima.
Todo lo que hizo Pedro Castillo, dice Juan Carlos Monedero, lo hizo empujado por la derecha peruana.
Vamos, que en última instancia, quien ha dado aquí el golpe de estado no es Pedro Castillo, sino la derecha peruana.
Pedro Castillo en realidad no quería hacer lo que hizo, Pedro Castillo en el fondo se resistía a convertirse en un tirano,
pero es que al final la derecha peruana no le dejó otro remedio, le terminó empujando tanto que no le dejó otra alternativa
que intentar convertirse en un tirano.
La culpa, como no puede ser de otra manera, es de la derecha peruana, no de Pedro Castillo.
Aunque bueno, para Juan Carlos Monedero el hecho de que Pedro Castillo decretara que concentraba en sus manos
el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial sin tener ningún tipo de habilitación constitucional para ello
disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional
se declara en reorganización el sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público,
la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional.
A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso de la República, se gobernará mediante decretos ley.
Que Pedro Castillo decretara que concentraba todos los poderes del Estado en sus solas manos,
eso para Juan Carlos Monedero no es un golpe de Estado porque no hubo muertos, ni siquiera es un intento de golpe de Estado.
Y sobre este argumento, que Pedro Castillo no dio ni intentó dar un golpe de Estado porque no hubo muertos,
déjenme hacer simplemente tres consideraciones para mostrar cuán equivocado, no sé si consciente o inconscientemente, está Juan Carlos Monedero.
Primero, en Perú no hubo violencia, no hubo muertos, no hubo enfrentamientos civiles, no porque Pedro Castillo no los buscara,
Pedro Castillo decretó también el toque de queda y ordenó a la policía y al ejército que persiguieran a cualquier insurrecto que no acatara sus órdenes.
Incluso hizo un llamamiento a la sociedad civil para que respaldara al Gobierno, para que lo respaldara como en las calles,
es decir, si hace falta mediante enfrentamiento civil con aquellos que no acepten este golpe de Estado.
Se decreta el toque de queda a nivel nacional a partir del día de hoy, miércoles 7 de diciembre del 2022,
desde las 22 horas hasta las 4 horas del día siguiente.
La Policía Nacional, con el auxilio de las Fuerzas Armadas, dedicarán todos sus esfuerzos al combate real y efectivo de la delincuencia,
la corrupción y el narcotráfico. Llamamos a todas las instituciones de la sociedad civil, asociaciones,
rondas campesinas, Frente de Defensa y a todos los sectores sociales a respaldar estas decisiones
que nos permitan enrumbar nuestro país hacia su desarrollo sin discriminación alguna.
Segunda consideración, el criterio de Juan Carlos Monedero para establecer que es un golpe de Estado o al menos un intento de golpe de Estado
y que no lo es, parece excesivamente restrictivo. Vuelvo a leer a los exaltados que hablan de un golpe de Estado en Perú,
donde están los fusilados, los detenidos en el estadio, los desaparecidos, los enterrados en cunetas.
Es decir, que si no hay nada de todo esto, no hay un golpe de Estado o un intento de golpe de Estado.
Entonces, ¿qué sucede Juan Carlos? Que el 23F no fue un golpe de Estado, porque en el 23F afortunadamente no llegaron a haber
ni fusilados, ni detenidos en estadios, ni desaparecidos, ni enterrados en cunetas.
Tu criterio, aplicado a un golpe de Estado que ciertamente se dio en España,
nos llevaría a no calificar ese golpe de Estado o ese intento de golpe de Estado como tal.
¿Realmente tú estás defendiendo ahora que el 23F no fue un golpe de Estado o un intento de golpe de Estado?
No creo que llegues a eso, y si no llegas a eso, estás aplicando una doble vara de medir.
Si el golpe de Estado lo da a la izquierda no es un golpe de Estado, si el golpe de Estado lo da a la derecha, claro que es un golpe de Estado.
Pero es que además, y en tercer lugar, para descubrir si Juan Carlos Monedero está aplicando o no está aplicando una doble vara de medir,
a la hora de acusar, a la hora de injuiciar, a la hora de evaluar, a la hora de diagnosticar golpes de Estado,
para saberlo ni siquiera hace falta preguntarles si el 23F fue o no fue un golpe de Estado,
basta con que acudamos al propio hilo que Juan Carlos Monedero ha escrito.
En el primer tuit nos dice que no es un golpe de Estado si no hay desaparecidos, detenidos en estadios, fusilados o enterrados en cunetas,
y en el tercer tuit, atención, lo que ha escrito. Ya lo he leído antes, pero lo releo ahora.
Su ineptitud para hacer un bloque de gobierno, el racismo de las élites que no han tolerado un presidente cholo, rural, pobre,
el golpismo permanente del fujimorismo y de la derecha peruana.
Es decir, que Pedro Castillo se ha estado enfrentando durante toda la legislatura, según Juan Carlos Monedero, al golpismo permanente del fujimorismo y de la derecha peruana.
Pero Juan Carlos, ¿dónde están los fusilados, los detenidos en el estadio, los desaparecidos, los enterrados en cunetas por parte del fujimorismo y de la derecha peruana?
No estoy hablando, claro, de los fusilados, los detenidos por Alberto Fujimori cuando dio su golpe de Estado en el año 92.
Me estoy refiriendo a los detenidos, los fusilados, los desaparecidos a manos del fujimorismo como movimiento político actual, movimiento político anti-liberal,
pero movimiento político que conforma el arco parlamentario de Perú o del resto de la derecha peruana. ¿Dónde están los desaparecidos, los fusilados, los ejecutados, los enterrados en cunetas
para que puedas hablar de golpe de Estado, de golpismo permanente de la derecha en este caso?
¿Qué pasa que lo que hace la derecha peruana, aunque no conlleve fusilados, detenidos en estadios, desaparecidos o enterrados en cunetas,
sí es un golpe de Estado por el hecho de hacer oposición, muy dura de acuerdo, obstruccionista de acuerdo, pero por hacer oposición a Pedro Castillo
y en cambio lo que hace Pedro Castillo, que ha sido saltarse la Constitución para concentrar en sus solas manos el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial,
lo que hace Pedro Castillo no es un golpe de Estado porque Pedro Castillo es de izquierda, así por tanto hay que aplicarle una vara de medir distinta.
Lo que hace la derecha es siempre golpismo permanente, no dejan de dar nunca un golpe de Estado, lo que hace la izquierda nunca es un golpe de Estado aunque a todas luces lo sea.
No solo eso, fijémonos en lo que escribió el propio Juan Carlos Monedero apenas 24 horas antes del tuit anterior cuando estaba valorando la condena por corrupción de Cristina Fernández de Kirchner, escribió Juan Carlos Monedero.
Jueces sin vergüenzas que le afinan a la derecha argentina lo que no le dieron las urnas, Cristina Fernández de Kirchner es condenada por jueces corruptos, con familiares trabajando para Macri, sin pruebas.
Un golpe de Estado blando, o sea que aquí por el hecho de condenar por corrupción a Cristina Fernández de Kirchner sí podemos hablar de golpe de Estado aunque sea blando por mucho que no haya ni desaparecidos ni ejecutados ni enterrados en cunetas.
Ahora, si Pedro Castillo no es que condene por corrupción a alguien, sino que se arroga todos los poderes del Estado ejecutivo, legislativo y judicial sin ninguna habilitación constitucional para ello, ahí no cabe hablar en absoluto de golpe de Estado.
Y cuidado, que si hablas de golpe de Estado en el caso de Pedro Castillo eres un exaltado. Vamos a ver entonces que decía al respecto la exaltada Dina Voluarte, vicepresidenta del gobierno de Pedro Castillo, con muy buenas relaciones con Juan Carlos Monedero como podemos observar en esta fotografía y nueva presidenta de Perú.
Decía a Dina Voluarte, valorando la decisión que acababa de tomar Pedro Castillo, rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso.
Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley. Es decir, que Dina Voluarte, la nueva presidenta de Perú, a juicio de Juan Carlos Monedero es una exaltada por llamar golpe de Estado a un golpe de Estado.
En definitiva, la reacción de la izquierda española frente al golpe de Estado perpetrado por el izquierdista Pedro Castillo en Perú se puede resumir con el dicho ni una mala palabra contra Pedro Castillo ni una buena acción condenando el golpe de Estado o silencio o reescritura de la historia o justificación del golpe de Estado.
Por suerte, todo esto queda grabado para que ni los peruanos ni los españoles nos olvidemos de ello.