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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

En el vídeo de hoy quiero hablaros de un lamentable intercambio de tweets que he mantenido con uno de los dos partidos que gobierna España, con Unidas Podemos, en concreto con la cuenta oficial de este partido.
Y si digo que es un intercambio lamentable, es porque creo que pone de manifiesto la pésima calidad institucional de nuestro país y como los que nos gobiernan, los que tienen el poder absoluto del Estado en estos momentos en sus manos, no se auto restringen a la hora de intentar abasallar a un ciudadano o a la hora de intentar ridiculizar a ese ciudadano y a las personas que piensan parecido a él.
Como ni siquiera se intentan guardar las formas para que la mujer del César no solo sea decente, sino que al menos parezca que es decente.
Vamos a comenzar con el primer tweet que fue el que ha desatado toda esta polémica.
Es un tweet de Podemos que fue publicado el viernes y que decía lo siguiente, aunque no es muy fácil de leer por el exceso de banderitas españolas.
Dice, los millonarios que se marchan de España para no pagar pensiones, sanidad, desempleo o educación ya cuentan con el apoyo de la derecha antipatriótica, serviles con los millonarios matones contra los más vulnerables y enemigos de España.
Ese es el tweet, ya digo que desató la polémica porque yo le respondí y le respondí porque este tipo de tweets, más allá de la discrepancia ideológica, empiezan a dar miedo.
Cuando uno empieza a declarar a rivales políticos y a determinados ciudadanos como enemigos de España y cuando lo hace, no lo olvidemos, desde un gobierno que está ocupando las instituciones y que, por tanto, como ya he dicho antes,
tiene todo el poder político, todo el poder del aparato represivo del estado detrás, pues claro que tiene que dar miedo que se esté señalizando con el dedo y que se pretenda dirigir la ira del conjunto de la ciudadanía española,
porque no olvidemos que se los está llamando enemigos de España contra esas personas. Y lo que les dije fue lo siguiente, los ricos que se marchan de España son enemigos de España.
El fascismo se dedicaba justamente a eso, a estigmatizar a los enemigos de los políticos como enemigos de la nación.
Bueno, este tweet ha sido bastante comentado, bastante lavado y criticado, también criticado porque algunos consideraban que era un exceso decir que ese comportamiento que estaba teniendo Podemos,
esa señalización del enemigo del estado como un enemigo del pueblo, como un enemigo de la nación, como un enemigo de España, que ese comportamiento fuera necesariamente fascista.
Yo sigo pensando que ese comportamiento, si es un comportamiento típicamente fascista, no que Podemos sea fascista, sino que ese comportamiento es el típico comportamiento de un partido fascista.
¿Por qué? Porque el fascismo, una de sus bases doctrinales, es entre mezclar, es confundir el estado con la patria, es identificar la estructura de la comunidad política con el propio pueblo que está siendo gobernado por esas estructuras,
como si no hubiese diferencia entre la vida pública y la vida privada, como si todo lo que fuera un asunto privado fuera necesariamente un asunto público y también todo lo que fuera un asunto público fuera un asunto privado.
Como si todo lo que no le interesara al estado, a su burocracia, a sus gobernantes, a sus funcionarios, es decir, a la estructura de intereses estatal, tampoco le interesara o fuera en contra de los propios ciudadanos que componen la ciudadanía, el pueblo, la nación, como queramos denominarlo.
Y, por tanto, que todo aquel que sea un enemigo del estado se convierte también en un enemigo del conjunto de ciudadanos.
La idea, en definitiva, de un pueblo, un imperio, un líder, la identificación de estos tres conceptos es uno de los rasgos más claramente definitorios del fascismo.
Y aquí, yo creo que estábamos ante algo similar a esto. Si los youtubers son enemigos del estado porque los youtubers están reduciendo la recaudación estatal, entonces los youtubers también son enemigos de España.
Aun cuando los youtubers formen parte de España y, evidentemente, minimizar los impuestos que paga un español puede ser de perfecto beneficio y de perfecto interés para ese español.
Pero, como se identifican, los intereses del estado con los intereses de la nación, como al estado le interesa nutrirse de recursos a costa de los ciudadanos, parece inconcebible que pueda ser de interés de la nación o de algunos elementos que componen esa nación,
por decirle de los ciudadanos particulares que esos ciudadanos paguen menos impuestos a costa de perjudicar, claro que sí, las finanzas del poder político.
Y por eso, creo que ese rasgo será un rasgo característicamente fascista. Otros han dicho que no, porque el fascismo son muchos más elementos y en el caso de Podemos no concurre, no todavía no concurre, ni por tanto no sería apropiado, acertado hacer este tipo de equiparación.
Bueno, son críticas legítimas. Yo creo que si cabe esa equiparación en esta estrategia, en esta acción política concreta, aunque no creo, ya digo, que en general Podemos sea en absoluto fascista, más bien es un partido escorado, cercano, al menos intelectualmente al socialismo, pero si aquí estuviesen exhibiendo socialismo, lo que deberían haber dicho, es que los youtubers son enemigos de clase,
pero no enemigos de la patria, de la nación, de España, eso ya digo, es una actitud, es un ramalazo, típicamente desde mi punto de vista fascista. En todo caso, bueno, pues es un debate legítimo de si Podemos estaba extra limitando y acercando en esto al fascismo o no, y la discusión en red está viva y es interesante justamente por eso.
Eso fue el miércoles, pero es que el jueves Podemos replicó, replicó a mi tuit. La verdad es que no lo esperaba, es la primera vez que he interactuado con Podemos a través de Twitter, nunca me habían respondido y mirá que les he lanzado críticas.
Creo que incluso con más fundamento que la que les lance en esta ocasión, aunque creo que esta también tenía su fundamento, pero había otras que eran mucho más palmarias que se estaban equivocando y que por tanto habrían merecido algún tipo de feedback.
La respuesta de Podemos en este primer momento no es una respuesta necesariamente criticable, es verdad que como ahora veréis, en el tono y en las formas probablemente se estuvieran excediendo porque no lo olvidemos son un partido de gobierno y por tanto un partido que ha de respetar las formas y guardar una cierta institucionalidad,
pero bueno, dentro de lo que cabe, creo que por este tuit todavía no se habían excedido ni mucho menos, aunque sí he equivocado hasta el fondo como veremos, pero no, desde luego, excedido en lo que estaban afirmando.
Decía Podemos. No, nos referimos a los que animan a los ricos a marcharse de España en medio de una pandemia y criminalizan a los más vulnerables, es decir, a la extrema derecha, la misma que lleva años llamando enemigos de España a toda la izquierda sin que tú hayas abierto nunca la boca.
Bien, en este tuit hay dos reproches y los dos pueden ser razonables. El primero es que yo entendí de su tuit que se estaban refiriendo como enemigos de España, no solo a los políticos que disculpaban las actividades de los youtubers,
que disculpaban que los youtubers se fueran andorras, sino también a los propios youtubers. Si los youtubers no son enemigos de España por hacer lo que están haciendo porque van a ser enemigos de España, los políticos que dicen que lo que hacen es legítimo.
En todo caso sean enemigos de España los youtubers y aquellos que justifican política o intelectualmente esa actividad, pero si esa actividad es legítima, porque va a ser un enemigo de España quien dice que es legítimo lo que es legítimo.
Pero bueno, aceptemos que no hablaban de los youtubers porque obviamente son un partido político que quiere captar votos y animistarse tan abiertamente con todos los youtubers y con todos sus seguidores, pues no parece que sea lo más inteligente.
Por tanto, bueno, sí, tiene sentido que no se estuviesen refiriendo a los youtubers, aunque es incoherente. Insisto, si los youtubers no han hecho nada malo, si no son enemigos de España, quienes amparan políticamente su comportamiento tampoco lo serán.
En cualquier caso, aceptemoslo. Y el segundo reproche pues también podría tener sentido. Si yo nunca hubiese criticado a Vox por hacer exactamente esto y sin embargo a las primeras de cambio estuviera criticando a Podemos,
pues bueno, no es que no tuviese razón en criticar a Podemos, pero sí se podría juzgar un cierto sesgo en mis críticas todas a Podemos y ninguna a Vox.
Por tanto, también podría ser un reproche pertinente, aunque insisto, el asunto de fondo que es que esa actitud, ese comportamiento que estaba exhibiendo Podemos en la red calificando de enemigos de España a determinados políticos.
Creo que también a determinados ciudadanos youtubers que legitimamente se marchaban de España, pues creo que ese comportamiento era fascista y eso no es algo que Podemos haya querido refutar o haya querido interpelar.
Pero bueno, ya digo, el segundo reproche también es pertinente si fuera cierto. Pero el caso es que no lo es en absoluto. En el año 2019, después de que Iván Espinosa de los Monteros, actualmente portavoz parlamentario de Vox,
y en todo caso un destacado miembro de esta formación política, dijera que tocaba ilegalizar a los partidos independentistas, a los partidos nacionalistas y también a Podemos por ser un enemigo de España y por ser también un partido marxista,
escribí un artículo en el confidencial muy duro contra Vox, ya desde el título, se llamaba Vox enemigo del pluralismo político.
Y de hecho, dentro del artículo se podía leer lo siguiente. La formación de Abascal ha recalcado su predisposición a perseguir y censurar a sus adversarios políticos.
A día de hoy, Vox no solo reclama la ilegalización de todos los partidos políticos independentistas por el mero hecho de ser independentistas y no por los delitos que hayan podido cometer,
sino que también amenaza con ilegalizar a Podemos por anti-español y marxista. Es decir, en este artículo estaba defendiendo el derecho de Podemos a existir y lo sigo defendiendo.
Obviamente son una formación política que tiene perfecto derecho a expresar sus ideas. Me gustaría que los políticos tuviesen mucho menos poder del que tienen ahora para podernos imponer desde el Estado sus ideas políticas,
pero siendo este el Estado con excesivo poder que, por desgracia, padecemos, es obvio que Podemos, siempre y cuando respete a la Constitución, tiene pleno derecho a existir y a ejercer las competencias que la Constitución le habilita a ejercer.
Sisto, creo que hay que cambiar la Constitución para que los políticos, no solo Podemos sino cualquier otro, tengan mucho menos poder sobre nuestras vidas para que prácticamente no tengan ningún tipo de potestad sobre nuestras vidas.
Pero actualmente las reglas de juego institucionales son las que son y, evidentemente, Podemos puede existir como puede existir Vox, PSOE, PP o también los partidos independentistas, siempre y cuando, insisto, no vulneren la legalidad vigente.
Pero, claro, habiendo escrito este artículo en el que, insisto, estaba defendiendo a Podemos de los ataques que estaba lanzando Vox contra Podemos y los partidos independentistas calificándoles de antiespañoles y tratando de justificar la ilegalización de esas formaciones políticas por ser antiespañolas,
es verdaderamente ridículo que Podemos me acuse de no haber dicho nada hasta el momento cuando, insisto, sí lo he dicho y lo he dicho precisamente para defender a Podemos.
Y lo he dicho no en Twitter, lo he dicho en un artículo de uno de los medios de comunicación más leídos de España, el Concidencial, por tanto, a toda plana para todos los lectores de este medio de comunicación.
Y, obviamente, después de esto, pues, les repliqué a Podemos lo siguiente.
Nunca he abierto la boca, no. Y lo adjunto a Podemos, los dos pantallazos, uno con el título del artículo y otro con el párrafo que he leído previamente.
Y, añado, lo que os molesta es que os recuerde que, en esto, os estáis comportando exactamente igual que ellos, populistas y liberticidas.
Podría haber acabado aquí la cuestión. La verdad es que si un partido político te acusa desde el sectarismo y el prejuicio de no haber criticado a Vox por estar haciendo lo que ellos estaban haciendo en ese momento
y les demuestras que sí lo has hecho y que lo has hecho, además, para defenderles a ellos, pues, bueno, o te callas o emites un tweet disculpándote diciendo que no había leído ese artículo,
agradezco mucho que haya sido así y quizá debamos movernos a la reflexión por si la estrategia política de polarizar la sociedad, de demonizar al adversario político
pues esté llevándonos a que quizá en esto nos estemos acercando a planteamientos fascistas que son los que intelectualmente más repudiamos dentro de la formación política.
Entonces, algo así y se acabó el asunto o directamente te callas, porque te has equivocado y si te has equivocado o reconoces el error o no le demos más vueltas al asunto,
corramos un tupido velo y tratemos de olvidar esta cuestión. Pero no, no termino aquí y podemos, volvió a replicar.
Y este, que es el último tweet de réplica, creo que sí es un tweet que muestra lo bajo que ha caído la política en España, no es que alguna vez el nivel haya estado demasiado elevado, pero desde luego esto toca nuevos mínimos.
Dice Podemos en este tweet de réplica después de haberles mostrado que se equivocaban y que estaban criticándome sin ningún fundamento.
¿Qué sorpresa tu respuesta, Juan? Pensábamos que un economista como tú no pondría en riesgo la mitad de sus patreons que provienen de boxeros populistas y liberticidas y un emoticono con la lengua hacia afuera.
En este tweet está todo mal, está mal hasta el tono que emplean en replicar después, insisto, de que se les haya demostrado que se equivocaban y que estaban lanzando acusaciones profundamente injustas contra un servidor.
Está mal el tono porque una cuenta institucional de un partido de gobierno no puede replicar así, no debe al menos replicar así, no debe replicar con sarcasmo tratando de ridiculizar a un ciudadano que les está interpelando y que les está interpelando con cierto sentido.
Sobre todo en el caso de los tweets anteriores en los que se demostró que la acusación que vertían contra él estaba totalmente injustificada. No se puede responder así o no respondes o respondes con un tono de respeto, no un tono que busca humillar a ese ciudadano
cuando, insisto, tú eres una cuenta del partido que cogoberna España y que por tanto, y por desgracia también, me está cogobernando a mí. No es de recibo que se replique así a los ciudadanos que supuestamente son soberanos, que supuestamente son aquellos para cuyo bienestar estás gobernando.
¿En qué sentido se va a preocupar Podemos de mi bienestar si cuando se les efectúa una crítica legítima están intentando atacarte y ridiculizarte a través de la red? Lo que están intentando es machacarte mediáticamente.
Ya desde las instituciones políticas, desde luego mi bienestar les va a preocupar escasamente, no les va a preocupar nada y si pueden, en todo caso, maltratarme y perjudicarme desde ellas, pues cabe pensar que quizá lo hagan, porque si éste es el tweet en el que están replicando a una crítica que se les ha hecho, qué no harán desde el poder.
Eso es lo primero, el tono no es en absoluto adecuado, pero es que las acusaciones e insinuaciones que este tweet contiene, después insisto de que se hayan equivocado palmariamente, pues son todavía peores.
La primera, quizá la menos grave, pero en todo caso también reseñable, es cuando dicen pensábamos que un economista como tú no pondrían riesgo la mitad de sus patres. Es decir, que consideran que no tengo honestidad intelectual, que simplemente estoy vendiendo mis ideas al mejor postor,
que si yo considero que alguien se equivoca, pero estoy cobrando supuestamente, ahora lo veremos, de ese alguien, pues que yo me voy a callar y que, por tanto, ya digo, soy un mercenario ideológico, no una persona que, insisto, honestamente, está criticando desde la distancia, desde la profundísima distancia ideológica a Podemos,
sino simplemente parte de una brunete mediática a sueldo de, no sé, de los grandes poderes mediáticos, de algunos partidos políticos, de las cloacas del Estado, para derribar a Podemos y para desacreditar a Podemos.
Y eso, insisto, lo están diciendo después de que les haya mostrado un artículo en el que defendía el derecho obvio de Podemos existir frente a las peticiones de ilegalización de ese partido al que supuestamente estoy defendiendo y del que supuestamente estoy cobrando.
Es decir, se trata de una insinuación que busca atacar mi honorabilidad, que busca atacar mi credibilidad mediática y mi credibilidad científica, porque si pones precio a tus ideas, tus ideas ya no son tuyas, son las ideas del que te paga y tú te conviertes en un mero altavoz propagandístico,
en un mero altavoz mediático. Y desde luego no es mi caso, yo podría estar en lo correcto, o podría estar equivocado, o podría estar en algunas cosas en lo correcto y en algunas equivocado.
Pero en todo caso son mis ideas, son las ideas en las que creo y con las que intento ser todo lo coherente que puedo ser.
Y se ha visto, insisto, en el artículo anterior, si fuera parte de esa conspiración de ultraderecha que Podemos cree que existe en España y que quizá exista. No voy a entrar en este debate para derribar a Podemos.
¿Qué sentido tendría a publicar un artículo en uno de los medios de comunicación más importantes del país, calificando a Vox, de enemigo del pluralismo político, y criticando con la dureza, con la que creo que se criticaba en ese texto a Vox por pedir la ilegalización de Podemos?
No tendría ninguno. Por tanto, aunque tuvieras un prejuicio previo sobre mi orientación ideológica, sobre mi honestidad intelectual, creo que después de ver ese texto deberías haber rectificado.
Pero bueno, como digo, este ataque, que ya de por sí es grave, es un ataque de la cuenta de uno de los partidos que gobierna España para intentar derribar la credibilidad intelectual, la honestidad intelectual, de una persona que simplemente te ha hecho críticas, que como mínimo deberían tener en cuenta.
Pero es que lo que viene a continuación ya es directamente obsceno. Dice la mitad de sus patreons que provienen de voxeros populistas y liberticidas. Es decir, en esta segunda parte está colocando en el disparadero a todas las personas que con la mejor voluntad del mundo están apoyando el mantenimiento de este canal y la realización periódica de contenidos en este canal.
Ya sea desde Patreon o ya sea desde la propia plataforma de YouTube. Está apuntando con el dedo a todas esas personas que, insisto, posibilitan que este canal exista y que este canal siga generando contenido.
Y lo está haciendo para insultarlos, lo está haciendo para difamarlos. Los está llamando ya no boxeros, que eso cada uno juzgará si es un insulto o no lo es. Desde luego yo no me considero parte de Vox ni siquiera simpatizante de Vox, pero los está llamando populistas y liberticidas.
Y la cuestión que uno se debe plantear cuando lee este tweet es, ¿cómo saben los de Podemos que la mitad de mis patreons son miembros simpatizantes, personas cercanas a Vox que además cabe incluir en ese descalificativo de populistas y liberticidas?
Y aquí solo hay dos opciones, a cada cual peor. La primera, que es grave, pero no sería ni mucho menos la más grave y es la que creo que es la correcta, es que Podemos está mintiendo. Podemos está difamando.
Podemos no sabe si el 50, el 25, el 10, el 100% de las personas que apoyan económicamente este canal con pequeñas contribuciones son o no simpatizantes de Vox, no lo sabe.
Y sin embargo, pese a no saberlo, está difundiendo el bulo de que lo son para atacarlos, para señalizarlos, para estigmatizarlos como populistas y liberticidas.
Entonces, de luego, compartido de gobierno, entre en un debate legítimo con un ciudadano a atacar, a mentir, a difamar a todas esas personas que están apoyando un proyecto mediático de esa persona, en este caso su canal de YouTube, pues es verdaderamente deplorable.
Pero es que la otra opción, que no creo que sea ni mucho menos la real, pero que también, obviamente, hay que contemplarla, porque si podemos no miente, es decir, si podemos no ignora si el 50% son miembros simpatizantes de Vox o no lo son,
si no está difamando, la única posibilidad, que, insisto, no creo que sea correcta, pero sería que podemos estar espiando a esos ciudadanos, porque para saber que el 50% son simpatizantes o no de Vox, tienes que estar haciendo un seguimiento de las personas que están apoyando este canal y estar viendo cuál es su ideología subyacente.
Y desde luego, si esto fuera así, si no estuviera mintiendo, la otra alternativa, desde luego, sería verdaderamente tétrica, significaría que podemos estar utilizando el aparato estatal para efectuar listas negras de disidentes políticos.
Y eso, desde luego, sería un auténtico escándalo nacional.
En todo caso, creo que la hipótesis con muchísima diferencia más verosimil es la primera, que podemos, acorralado en un debate, no tuvo ninguna puro de recurrir a la mentira, a la descalificación, a la difamación, para tratar de encontrar una salida a un error, quizá legítimo,
en todo caso imprudente, prejuicioso, sectario, pero legítimo, todos tenemos esgos, todos tenemos carencias de información, es lógico que podemos, no conozca todo lo que he escrito, aunque si no lo conoce más le valdría ser prudente y no efectuar determinadas afirmaciones,
pero bueno, entra dentro de lo que puede suceder, pero si sucede eso y quiere replicar, insisto, lo que tienes que hacer es disculparte, no matar al mensajero y mucho menos matar a todos los que apoyan económicamente un proyecto mediático independiente de ese mensajero.
Y creo, en definitiva, que como ya he dejado claro varias veces a lo largo de este vídeo, lo más preocupante de todo, insisto, es que este partido que publica este tipo de tweets esté ocupando el gobierno de España y tenga a su disposición todo el poder del aparato estatal,
porque estas actitudes de difamar al disidente político, de divulgar bulos para defender tu tesis, de incluso señalizar, apuntar, casi criminalizar a aquellos que dan un apoyo mediático, ideológico, económico a tus enemigos políticos,
es una actitud en general siempre reprobable, pero que desde luego da miedo pensar todo lo que se puede llegar a hacer con esa actitud desde el poder político.
Y por eso es fundamental que los políticos guarden las formas si no se extralimiten en sus funciones, porque ellos tienen un poder prácticamente absoluto al frente del Estado y nosotros, los ciudadanos, como mucho tenemos el poder de la palabra,
el poder de la crítica, el poder del pataleo, y cada cuatro años el poder muy diluido de un voto que individualmente no vale prácticamente para nada.
Y por eso estamos ante una batalla absolutamente desigual, ante una batalla que según se usen o se abuse de las instituciones, puede entrañar perjuicios personales muy grabosos para esos enemigos,
esa disidencia ideológica y no es admisible que un partido político esté entrando en ese juego tan peligroso.
Si podemos, quería interpelar, quería debatir conmigo, yo agradezco que un partido político responda a las críticas de los ciudadanos, debería hacerlo primero con mejores formas.
Segundo, debería hacerlo sin trampas ni prejuicios de por medio. Y en tercer lugar, desde luego, no debería señalizar, no debería apuntar con el dedo ni a la persona que está criticando
y con la que estás debatiendo, ojalá de manera honesta y educada, ni tampoco a aquellos que le dan apoyo, en este caso, a través de un humilde canal de YouTube.
Es una actitud deplorable, es una actitud lamentable, es una actitud indigna de un partido que está en el gobierno de España.
Es una actitud propia de un estado bananero, es una actitud propia de un partido que está confundiendo gobernar un estado con gobernar una finca privada.
Es una actitud que consiste en considerar a los ciudadanos que no te bailan el agua, a los ciudadanos que no te apoyan, que no te votan, no como miembros de una comunidad política en cuyo interés también has de gobernar,
sino como enemigos a los que tienes que batir, a los que tienes que batir ridiculizando, vilipendiando, atacando mediáticamente, o a los que tienes que batir, quién sabe por qué otros medios desde el poder político.
Es una actitud que produce tristeza y desazón, a la vez.
Es una actitud que, ojalá, podemos rectificar, no solo de cara a la galería, sino que hiciera un ejercicio de introspección interna y se planteara hasta qué punto está sobrepasando determinados límites.
Porque esa actitud, insisto, no debería ser admisible en un sistema no solo democrático, sino en un sistema donde se protejan y se respeten las libertades y la dignidad de los ciudadanos, de cada uno de los ciudadanos,
no solo de los ciudadanos que te prestan apoyo político para perpetuarte en el poder.
Subtítulos por la comunidad de Amara.org