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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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Los españoles mantienen un billón de euros en depósitos bancarios nulamente remunerados
que ahora mismo están siendo devorados por la inflación.
Existen opciones de inversión alternativas a la banca a través de las cuales podamos
refugiarnos, al menos en parte de la inflación, y si es así, cómo acceder a ellas.
Veámoslo.
De acuerdo con el Banco de España, las familias españolas mantienen ahora mismo un billón
de euros en depósitos bancarios, que apenas están siendo remunerados a un tipo de interés
promedio del 0,1%.
Dicho de otra manera, la actual inflación está devorando esa parte del patrimonio de
los españoles que se conserva en forma de depósitos bancarios muy bajamente remunerados.
No en vano la inflación no deja de ser una especie de impuesto a través del cual los
gobiernos se apropian del ahorro de aquellos ciudadanos que no colocan ese ahorro a buen
recaudo frente a la dilución del poder adquisitivo del dinero.
En un vídeo reciente, de hecho, ya expliqué cómo el oligopolio bancario se aprovecha
en contextos inflacionistas de su poder de mercado para no subir los tipos de interés
a pesar de que los bancos centrales sí los están incrementando justamente para tratar
de controlar la inflación.
En ese vídeo ya expliqué que la confluencia de una insuficiente formación financiera
por parte de la población, junto con estructuras de mercado insuficientemente competitivas
entre los bancos, llevaba a que muchos ahorradores siguieran ahorrando a través de depósitos
bancarios, aún cuando la remuneración de estos fuera nula, y a pesar de que ahora
mismo ya existen otras alternativas en el mercado que proporcionan una rentabilidad
más elevada, por ejemplo, y sin ir más lejos, la deuda pública.
Fijémonos en cuál está siendo la rentabilidad que a día de hoy paga la deuda pública española
y comparemosla con esa rentabilidad promedio del 0% o 0,1% que pagan actualmente los depósitos
bancarios en España.
La deuda pública a tres meses, las letras a tres meses están pagando un tipo de interés
anualizado del 1,6%, no es que te paguen el 1,6% al cabo de tres meses, te pagan aproximadamente
el 0,4%, de manera que si mantuvieras esa rentabilidad durante los cuatro trimestres
de un año, cobrarías unos intereses aproximadamente del 1,6%.
Las letras a seis meses están pagando el 2% anualizado, es decir, aproximadamente el
1% semestral.
Las letras a nue meses están pagando el 2,3% anualizado, es decir, aproximadamente el
2,7% al cabo de esos nueve meses.
Si lo mantuvieras tres más, se alcanzaría esta cifra del 2,3%.
Las letras a doce meses, es decir, a un año, están pagando un tipo de interés del 2,4%,
casi 2,5%, es decir, que al cabo del año cobras ese 2,4%, 2,5%.
Los bonos a tres años, que bueno, es una rentabilidad a más largo plazo, pero que
puede encajar con la necesidad financiera de muchas personas que, a lo mejor, no requieren
disponer de su patrimonio líquido en el muy corto plazo, los bonos españoles a tres
años están pagando el 2,3% y los bonos españoles a cinco años, el 2,6%, todo esto
cada año, es decir, al finalizar cada año percibes estos tipos de interés, y las obligaciones
a 10 años, que ya es un plazo bastante más prolongado y, por tanto, arriesgado, la deuda
pública a 10 años de España está pagando el 3,3% al año.
¿Cuál es la razón por la que muchas personas mantienen parte de su patrimonio en depósitos
bancarios por los que no están recibiendo nada, el 0,1% en promedio, al tiempo que la
inflación está devorando el poder adicitivo de ese ahorro, mientras en paralelo encontramos
activos financieros como las letras del tesoro a tres meses, a seis meses, a nueve meses
o a un año, que están abonando tipos de interés por encima del 2%, porque tantas
personas renuncian a ese diferencial de rentabilidad que ayudaría en parte, no en su totalidad,
pero ayudaría en parte a contrarrestar la influencia de la inflación.
Una parte de la población puede que rechace comprar deuda pública a seis meses, a nueve
meses o a un año, porque necesita tener esos saldos monetarios en forma muy líquida,
inmediatamente disponibles.
Y es verdad que la deuda pública, sobre todo a muy corto plazo, también es muy líquida,
pero su liquidación comporta algunos días de plazo y algunos costes de transacción
que pueden echar atrás a algunas personas que quieran tener esa disponibilidad instantáneamente
inmediata.
Sin embargo, si la necesidad de liquidez no es instantánea, no hay mucha justificación
para mantener parte de tu patrimonio líquido en un depósito bancario que no ofrece ninguna
rentabilidad apreciable renunciando a comprar deuda pública que está proporcionando esta
rentabilidad a corto plazo superior al 2%.
Otro argumento para rechazar comprar deuda pública podría ser que el estado español
está muy endeudado y que, por tanto, es arriesgado invertir en deuda pública.
Y ese argumento, desde luego, tiene más sentido, sobre todo, cuando nos planteamos invertir
en plazos más prolongados, por ejemplo, a 10 años o incluso a 5 años.
Será solvente España dentro de 5 años o dentro de 10 años.
No lo sabemos y, por tanto, el hecho de inmobilizar tu patrimonio en un activo arriesgado a medio
plazo puede no ser del agrado del inversor más conservador.
No obstante, también hay que decir que no tiene mucho sentido rechazar la deuda pública
española como si fuera un activo apestado al mismo tiempo que se invierte en deuda de
bancos españoles.
Esa deuda de bancos españoles, en última instancia, está garantizada por el estado
español.
Si el estado español impagara, los bancos españoles tampoco pagarían esos depósitos
bancarios, no al menos sin importantes quitas reales.
Por tanto, si uno tiene miedo de que España va a quebrar y puede ser un miedo que hasta
cierto punto está justificado, no debería mantener una parte sustancial de su patrimonio
en bancos españoles, porque están expuestos a ese riesgo de quiebra soberana tanto como
el estado español.
Este contrargumento, sin embargo, no sería aplicable a otras opciones de inversión
alternativas a la deuda pública que algunos me referenciasteis en los comentarios de mi
vídeo anterior, cuando sugerí que una opción para protegerte frente a la inflación era
invertir en deuda pública porque los bancos no estaban ofreciendo ninguna rentabilidad
verdaderamente significativa por los depósitos.
Algunos de vosotros me dijisteis que sí hay algunos bancos, sobre todo neobancos, bancos
que operan exclusivamente a través de internet, que sí están ofreciendo depósitos más
sustancialmente remunerados en Europa.
Por ejemplo, PrivatBanca, un banco de Slovaquia, ofrece un depósito a un año donde se compromete
a pagar el 3% de intereses, Banca Proghetto, de Italia, otro depósito a un año que ofrece
el 3% de intereses, Banca Sistema, también Banco Italiano, de contratación 100% online,
ofrece un 3% de intereses, CKV, Banco Belga, un 2,9%, etc.
Todos estos bancos, además, están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos de
sus respectivos países, con lo cual en principio sería como invertir en deuda pública de
Slovaquia, en deuda pública de Italia o en deuda pública de Bélgica.
Pero precisamente por eso puede haber ahorradores que no quieran invertir ni directamente en
deuda pública de países extranjeros, cuya solvencia soberana no conocen, no sé si el
gobierno de Slovaquia es muy solvente o muy poco solvente, probablemente más que el de
España, pero en cualquier caso no lo sabemos, de modo que tampoco vamos a invertir en un
depósito que ofrece un Banco Eslovaco por mucho que esté garantizado por el Estado
Eslovaco.
En cambio, uno, con razón o sin ella, puede confiar más en el Estado Español, en la
solvencia del Estado Español, y portando también en los depósitos que ofrecen los
bancos españoles garantizados por ese Estado Español del que nos fiamos más.
Por tanto, si tiene cierto sentido que haya personas que prefieran depósitos en España
garantizados por el Estado Español, aunque no paguen una rentabilidad sustancial, ha
depósitos en bancos eslovacos o en bancos italianos.
A pesar de que estén garantizados por el Estado Eslovaco y por el Estado italiano,
si uno, por lo que sea, se fía del Estado Español, que es donde reside y que más o
menos conoce, y no se fía o simplemente desconoce cuál es la solvencia del Estado
Eslovaco o del Estado italiano.
Ahora bien, repito una vez más, lo que no tiene mucho sentido, salvo para personas
que tengan una necesidad de liquidez absolutamente inmediata, es que una parte importante del
patrimonio líquido esté en depósitos garantizados por el Estado Español, muy bajamente remunerados,
del 0,1%, en lugar de estar invertido en deuda pública de España, que está ofreciendo
tipos de interés anualizados superiores al 2%.
En este caso, el riesgo es exactamente el mismo.
La capacidad de repago de los bancos depende de que el Estado Español se mantenga solvente
y, por tanto, invertir en un activo que paga el 0,1% cuando tienes otro, que es más o
menos sustitutivo, que está pagando el 2% o más del 2%, no tiene mucho sentido, salvo
por la falta de sofisticación financiera de los inversores.
Y al respecto, fuisteis varios en el vídeo anterior que me preguntasteis cómo se puede
invertir en deuda pública.
Si es verdad que los bancos españoles están pagando tan poco por su deuda, por sus depósitos,
y existe la alternativa de comprar deuda del Estado Español que paga más, ¿cómo exactamente
puedo comprar esa deuda del Estado Español que está pagando más?
¿Cómo puedo dejar de ser financieramente reen de los productos de inversión que me
ofrecen los bancos?
Bueno, para invertir en deuda pública o en muchos otros activos financieros, lo que
tenéis que hacer es contratar los servicios de un broker o en español de un corredor.
Esa empresa, esa institución, será la que hará de intermediaria, entre vosotros, que
dais la orden de compra, cómprame estos títulos de deuda pública y los mercados en los cuales
se transaccionan, se intercambian esos activos que queréis adquirir, sean deuda pública,
sean acciones, sean derivados, sea el tipo de activo financiero que sea.
Para poderlo comprar, necesitáis pasar a través de ese intermediario, que obviamente os cobrará
unas comisiones por ese servicio de intermediación.
¿Y dónde se encuentran esos brokers que os pueden permitir acceder a los mercados de
deuda pública para comprar, para invertir en deuda pública?
Bueno, los propios bancos en los que mantenéis esos depósitos tan escasamente remunerados
ofrecen normalmente servicios de corredoría, es decir, ofrecen sus propios brokers.
Y creo que parte de la confusión de mucha gente que se planteaba cómo invertir en deuda
pública sin pasar a través de un banco, puede estar aquí.
Una cosa es invertir en los pasivos del propio banco, de tal manera que tú te conviertes
en acreedor de un deudor que es el banco, el banco te adeuda a ti dinero y por esa deuda
te paga además unos intereses.
Y otra cosa muy distinta es utilizar los servicios de intermediación que te proporciona el banco.
Si yo le doy al banco a través de su broker la orden de cómprame este título de deuda
pública, yo no soy acreedor del banco, el banco no me debe nada a mí, ni el banco me
va a pagar él como empresa intereses a mí.
Lo que hará el banco, más en concreto su servicio de corredoría, es colocar mi orden
de compra de deuda pública en el mercado hasta que esa orden se case con otra orden
de venta y por tanto yo me convierta en propietario de un determinado título de deuda pública
y de esa manera yo me convertiré en acreedor no del banco, sino del estado, porque el pasivo
que habrá adquirido no es un depósito bancario, es un bono emitido por el estado y en los
bonos emitidos por el estado, el deudor claro, es el estado, no es el banco.
Por tanto, una cosa es que el banco haga de intermediario que preste un servicio de corredoría
y otra que el banco nos venda su propia deuda, los depósitos, en la que invertir.
Son dos cosas radicalmente distintas, si uno quiere seguir utilizando los bancos como
broker puede seguir haciéndolo sin que eso suponga un obstáculo para que se plantee
e invertir en otro tipo de activos financieros más allá de los propios depósitos bancarios.
Utilizar el banco como broker no significa estar invertido en ningún tipo de pasivo
emitido a muy bajos tipos de interés por el propio banco, pero es que además si nuestro
objetivo es salirnos totalmente del circuito bancario, al menos para una parte importante
de nuestros ahorros, ni siquiera tenemos por qué utilizar un broker adscrito a una entidad
bancaria.
Existen brokers que proporcionan este servicio de corredoría y que no son propiedad de
ningún banco.
El número de brokers no bancarios es muy amplio, es muy diverso.
En este canal ya sabéis que tenemos una tertulia mensual apadrinada por uno de estos brokers
no bancarios como es IG, IG es uno de los principales brokers del mundo que está especializado
en el trading en derivados financieros, sin embargo si uno quiere utilizarlo para comprar
acciones o deuda pública, por supuesto que también lo puede hacer.
Y como IG hay otros muchos brokers que no están adscritos a un banco que los ciudadanos
pueden utilizar si es que quieren invertir en deuda pública para obtener una rentabilidad
algo más alta sobre esa porción de su ahorro que quieren mantener en una forma líquida
pero obteniendo una rentabilidad más aceptable que la que en estos momentos está ofreciendo
el oligopolio bancario español.
En definitiva, sobre todo en coyunturas como la actual, coyunturas en las que la inflación
está empobreciendo a los ahorradores menos sofisticados, uno debería ampliar sus horizontes
de inversión financiera.
Ya no estoy diciendo ni siquiera que se planteen invertir en bolsa para el largo plazo, una
opción que desde este canal hemos defendido en múltiples ocasiones a través de entrevistas
a especialistas del sector.
Ni siquiera hace falta plantearse la inversión en bolsa que probablemente en el largo plazo
sea la mejor que uno puede hacer.
Me estoy refiriendo a algo incluso más básico, más elemental.
Si uno no quiere exponerse a la volatilidad de mercados como el Bursatil, y es relativamente
comprensible que no quiere hacerlo, como poco debería plantearse la opción de invertir
en deuda pública española a corto plazo, que tiene una solvencia equiparable a la de
los depósitos en los que está invirtiendo, pero que abona tipos de interés apreciablemente
más elevados que los de la banca a la que le está confiando de manera irracional parte
de sus ahorros.
O como poco, uno debería informarse sobre las distintas opciones que tiene a su alcance.
Ni siquiera estoy diciendo que uno se lance ya inmediatamente a comprar deuda pública
española después de ver este vídeo, no sería lo más recomendable.
Al fin y al cabo, cualquier persona que invierta en cualquier cosa debe formarse e informarse
por múltiples fuentes con anterioridad a tomar esa decisión.
Pero desde luego, si debería, después de ver este vídeo, y sobre todo si le han persuadido
algunos de los argumentos aquí presentados, si debería investigar más sobre este asunto
para aprender a poner a resguardo sus ahorros.
Si los tipos de interés del Banco Central Europeo ya se ubican en el 2,5%, no debería
ser de recibo que la banca, que al fin y al cabo vive conectada al cordón umbilical
del Banco Central Europeo, no debería ser aceptable que la banca nos esté pagando
el 0,1% por los depósitos.
Si aceptamos que la banca nos pague el 0,1% por los depósitos, es porque nos plegamos
a lo que la banca nos ofrezca y nos plegamos a lo que la banca nos ofrezca porque nos
negamos a explorar opciones alternativas en las que mantener invertido nuestro patrimonio.