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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

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¿Cuántos impuestos adicionales estaría usted dispuesto a pagar para mejorar el estado de
bienestar? ¿Y el resto de la población? Veámoslo.
Es bastante habitual que tanto en España como en otros países occidentales se le suele
preguntar a la población si considera que es preferible pagar más impuestos a cambio
de recibir mejores servicios públicos o si cree que sería preferible pagar menos impuestos
a una costa de deteriorar la calidad de los servicios públicos. Por ejemplo,
en este barómetro del CIS de julio de 2023, Opinión Pública y Política Fiscal,
se les preguntó a 3.418 españoles lo siguiente. Algunas personas piensan que deberían mejorarse
los servicios públicos y las prestaciones sociales aunque haya que pagar más impuestos. En una escala
de 0 a 10, estas personas se situarían en la posición 0. Otras piensan que es más importante
pagar menos impuestos, aunque eso signifique reducir los servicios públicos y las prestaciones
sociales. Se situarían en la posición 10 de la escala y hay otras que se sitúan en posiciones
intermedias. ¿En qué lugar se situaría usted? Y la respuesta promedio fue de 3,91, es decir,
ligeramente escorado a favor de subir los impuestos para mejorar los servicios públicos.
Concretamente, el 45% de quienes respondieron abogaban por subir los impuestos, el 25% por
bajarlos y el 26% por dejarlos como está. El resto no sabía o no contestaba. Como digo,
este tipo de preguntas suelen ser muy habituales en nuestra demoscopia. Sin embargo, y por desgracia,
no se les suele preguntar a quienes responden que son partidarios de subir los impuestos para mejorar
los servicios públicos dos cuestiones adicionales. La primera cuestión adicional que no suele formularse
es si ellos personalmente están dispuestos a pagar más impuestos para mejorar los servicios públicos.
Con la cartera ajena todos podemos ser muy generosos y pensar, por consiguiente, que es necesario subir
impuestos para mejorar los servicios públicos. Pero la cuestión, claro está, es si uno, personalmente,
prefiere pagar más impuestos a cambio de recibir mejores servicios públicos o no. Porque si cree que
los demás deberían pagar más impuestos para que él reciba mejores servicios públicos, pues entonces,
blanco y en botella. Y la segunda cuestión, vinculada con la anterior, que tampoco suele formularse a
quienes han respondido que sí, que consideran que es necesario pagar más impuestos, y que sí, que ellos
están dispuestos a pagar mayores impuestos, es ¿cuántos impuestos más tú, personalmente, estás dispuesto a pagar?
Porque si uno, a título personal, está dispuesto a pagar pocos impuestos, poco van a mejorar, gracias a él y a
personas como él, los servicios públicos. Pues bien, hace unos días el think tank británico Tax Policy Associates,
cercano al Partido Laborista, es decir, no un think tank ultraliberal contrario a los impuestos y al estado de
bienestar, realizó una encuesta entre los ciudadanos en la que formuló precisamente estas dos cuestiones.
Y los resultados de esa encuesta fueron los siguientes. Primero, el 44% de los británicos se
manifestaron a favor de subir los impuestos a cambio de mejorar los servicios públicos. Como vemos, un
porcentaje muy similar al de los españoles. En España era el 45%, en Reino Unido el 44%. En segundo
lugar, el 81% de los ciudadanos que consideraban necesario subir los impuestos para mejorar el
estado de bienestar, estaban personalmente dispuestos a pagar ellos más impuestos. Es decir, que la mayoría
de británicos no eran hipócritas, consideraban que había que pagar más impuestos y ellos, además,
decían, luego estaría por ver qué hacen, pero decían estar dispuestos a pagar más impuestos. Hasta aquí
todo más o menos bien para aquellos partidarios de un estado mucho más grande. Sin embargo, démonos cuenta
hasta este punto que el porcentaje de ciudadanos británicos dispuesto personalmente a pagar más impuestos
para haber mejorado el estado de bienestar ya no era del 44%, sino el 81% de ese 44%, es decir,
aproximadamente el 35% de los británicos. El 65% no estaba dispuesto a pagar más impuestos para
aumentar el gasto, el 35%, algo más de un tercio, sí. Ahora bien, lo verdaderamente llamativo llega cuando
se formula la tercera pregunta. Es decir, dado que usted dice estar dispuesto a pagar más impuestos
para mejorar el estado de bienestar, ¿cuántos más impuestos está dispuesto a pagar por año? Pues la
mayoría de los que decían que ellos sí estaban dispuestos a pagar más impuestos para mejorar el
gasto público, también afirmaban que ellos no estaban dispuestos a pagar adicionalmente en impuestos
más de 100 libras al año. Concretamente, el 31% de quienes decían que estaban dispuestos a pagar
más impuestos no lo estaba a pagar más de 10 libras adicionales al año. El 52% no quería pagar más de 100
libras extra al año. Y el 13% se negaba a abonar más de 500 libras adicionales al año en impuestos.
Por consiguiente, si sólo el 35% de la población británica se mostraba a pagar personalmente más
impuestos para reforzar el estado de bienestar, y de ese 35%, el 83% no estaba dispuesto a abonar más
de 100 libras anuales, estamos diciendo que sólo el 17% de ese 35% partidario de pagar mayores impuestos
impuestos, estaba dispuesto a abonar más de 100 libras adicionales en impuestos cada año para
reforzar el estado de bienestar. Es decir, que sólo el 6% de la población británica se mostraba partidario
de pagar más de 100 libras anuales en impuestos para mejorar el estado de bienestar. Y el 30% de la
población británica sí quería pagar más impuestos, pero como mucho, 100 libras adicionales cada año,
no más. Y luego tenemos el otro 64% de la población británica que no quería pagar más impuestos para
mejorar el estado de bienestar. 6% dispuesto a pagar más de 100 libras adicionales cada año. 30% dispuesto
a pagar menos de 100 libras adicionales cada año. 64% no dispuesto a pagar nada más cada año. Por poner
estas cifras en perspectiva, si el 30% de la población adulta española, es decir, de la población que es
potencialmente contribuyente, pagara cada año 100 euros adicionales en impuestos, la recaudación total
aumentaría en 1.200 millones de euros. ¿Y cuánto es 1.200 millones de euros? Pues el equivalente al
1,3%. 1,3% del gasto público en sanidad de España o el equivalente al 0,17%, repito,
0,17% del gasto público total del estado español. Vamos, que si trasladáramos las preferencias
fiscales de la población británica a España, que no tienen por qué ser equivalentes, aunque ya hemos
visto que el porcentaje partidario de pagar más impuestos sí coincide, como mucho, conseguiríamos
incrementar el gasto público del estado español en un 0,17%. Y este es el motivo fundamental por el
que ningún político que quiera ganar las elecciones promete subir de manera muy intensa los impuestos
al conjunto de la población. Que luego lo hacen, pero desde luego no lo dicen, porque la inmensa mayoría
de la población no quiere pagar más impuestos. Y por eso, cuando la izquierda concurre a las elecciones,
lo que promete es que subirá mucho los impuestos, pero sólo a los ricos, no al conjunto de la
población, sino sólo a los ricos. Porque si dijera, como hace, que va a subir los impuestos mucho al
conjunto de la población, el conjunto de la población no la votaría, porque el conjunto de la población,
la inmensa mayoría de la población, no quiere pagar muchos más impuestos, aunque ello suponga mejorar
el estado de bienestar. Ahora bien, si la izquierda incrementa mucho el gasto público, como ese brutal
incremento del gasto público no puede financiarse sólo con impuestos a los ricos, termina siendo
imprescindible subirles los impuestos al grueso de la población en contra de lo que se les ha prometido
en campaña. Pero, de nuevo, para que el grueso de la población no sea consciente de que la izquierda
les ha mentido cuando les ha prometido que no les subiría mucho los impuestos, nuestro sistema fiscal
termina siendo un sistema fiscal muy poco transparente. Es decir, que el ciudadano promedio
no es ni remotamente consciente de los muchos impuestos que paga y de cuántos impuestos adicionales
paga cada año. Porque si lo fuera mínimamente, desde luego no apoyaría la sangría fiscal a la que
está siendo sometido. Y por eso, a la infamia que hoy supone el robo tributario, siempre se le ha de
unir el deshonor de la mentira.