Finalmente, Elon Musk comprará Twitter por 44.000 millones de dólares, pero ¿para qué
la compra? ¿Cuáles son los planes de Musk para revolucionar esta red social? Veámoslo.
Tras ciertos tiras de afloja con el Consejo de Administración de Twitter, finalmente
la compañía ha aceptado la oferta pública de adquisición de Elon Musk, según la cual
este empresario se hará con el 100% de las acciones de la compañía por 44.000 millones
de dólares, y en consecuencia Twitter dejará de ser una compañía cotizada. A partir de
ese momento, todas las decisiones que se tomen en Twitter dependerán en última instancia
de Elon Musk. Pero exactamente ¿para qué ha comprado Musk Twitter que pretende cambiar
de esta red social? ¿Cómo busca revolucionarla? Bueno, pues él mismo nos ha ofrecido las
claves de los cambios fundamentales que piensa introducir en esta compañía. El propio
Elon Musk, unas horas después de anunciarse públicamente que había llegado un acuerdo
para comprar Twitter, publicó el siguiente extracto de prensa en el cual se resumen las
principales innovaciones, los principales cambios que pretende aplicar. En particular Elon
Musk comienza con una declaración de intenciones. La libertad de expresión es la base de una
democracia funcional, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos
que son vitales para el futuro de la humanidad. Este es el principal motivo que parece estar
detrás de la adquisición de Twitter por parte de Musk. El propio Elon Musk se ha descrito
a sí mismo como un absolutista de la libertad de expresión. Y, por tanto, quiere ver sustancialmente
reducidas las reglas de moderación dentro de Twitter. No es que no vaya a haber ninguna
moderación, pero va a ser una moderación más minimalista que la que existe en la actualidad,
una moderación minimalista que se basará esencialmente en tres criterios.
Primero, lo que puede o no puede decirse dentro de Twitter lo marca la ley. La misma libertad
de expresión que existe fuera de Twitter existirá dentro de Twitter. Dentro de Twitter no habrá
restricciones extraordinarias y que vayan más allá de los confines que establecen las
normas del estado donde está radicado Twitter, en este caso Estados Unidos, con una de las
legislaciones más garantistas para la libertad de expresión, primera enmienda de todo el
mundo. Segundo, si existen tweets que se ubican en una zona gris, una zona gris donde no sabemos
si ese tweet está cumpliendo la ley o no está cumpliendo la ley, según Elon Musk
es mejor no borrar ese tweet, es mejor permitir que ese tweet permanezca. Y en tercer lugar,
si algún usuario incumple sistemáticamente las reglas de Twitter, que son las mismas
reglas que delimitan la libertad de expresión en general, es preferible suspenderle temporalmente
la cuenta que expulsarlo permanentemente de la red social.
Elon Musk ha dicho reiteradamente que un buen test para conocer si prevalece o no prevalece
la libertad de expresión es que no estés demasiado cómodo en un sitio, es decir, que
haya o pueda haber mucha gente que esté diciendo cosas que no te gustan, pero eso es la libertad
de expresión, no que tú les reconozcas a otros el derecho a decir lo que quieres escuchar,
sino que le reconozcas el derecho a decir aquello que no quieres escuchar, incluso aquello
que te molesta muchísimo escuchar.
Bien, pero esto es una declaración genérica de intenciones. Ese es el camino por el que
Elon Musk quiere llevar a Twitter. ¿Pero cómo pretende llevar a Twitter por ese camino?
Porque es mucho más complicado hacerlo que decirlo. Si hay algunos tweets que deben
ser eliminados, por escasos que sean, por pocos que sean, dentro de esa marabunta diaria
de millones de tweets, será necesario que exista un algoritmo que detecte automáticamente
aquellos tweets que no estén ni en zona blanca, ni en zona gris, sino en zona negra, es decir,
tweets que sean claramente ilegales, por ejemplo, llamamientos explícitos a la violencia
inmediata contra alguna persona.
No es posible que haya un revisor humano para cada tweet que se publica en la red social
y, por tanto, hay que automatizar ese proceso. Y una vez automatizas el proceso con un algoritmo,
el algoritmo puede ser deficiente. El algoritmo puede generar falsos positivos, es decir,
que tweets que sean zona blanca o zona gris, tweets que deberían ser respetados, se clasifiquen
como zona negra y sean censurados, o puede tener falsos negativos. Es decir, que tweets
que son negros aparezcan a ojos del algoritmo como blancos o grises y, por tanto, debiendo
ser censurados, son respetados.
¿Cómo pretende solventar Elon Musk este grave problema, que es el problema central
de cualquier red social, en este caso de Twitter? Pues a través de dos mecanismos. Dos mecanismos
que, además, él mismo no se expone en el extracto de prensa que compartió. En primer
lugar, mejorar el algoritmo de manera continuada y no centralizada. Actualmente el algoritmo
de Twitter es un algoritmo secreto. Es decir, solo los insiders de Twitter, solo los que
están dentro de la compañía trabajando, y no todos ellos, sino solo algunos, conocen
las tripas de ese algoritmo y son capaces por tanto de proponer mejoras.
En cambio, Elon Musk nos dice en ese extracto que pretende convertir el algoritmo de Twitter
en open source, es decir, en código abierto. Pretende volver ese algoritmo más transparente
a ojos de toda la comunidad para lograr dos objetivos. Por un lado, que las decisiones
que tome el algoritmo no parezcan frente a los usuarios decisiones arbitrarias. Si yo
no entiendo el proceso por el cual el algoritmo toma una determinada decisión, esa decisión
me puede parecer caprichosa y arbitraria. Y, en segundo lugar, en la medida en que todos
tengamos acceso público a las tripas del algoritmo, todos podremos detectar defectos en el algoritmo
y proponer mejoras prácticas para que algunas de las deficiencias de ese algoritmo, falsos
positivos o falsos negativos, no se repitan en el futuro.
Por consiguiente, no es que Musk tenga una respuesta definitiva a cómo diseñar el mejor
algoritmo posible de moderación de comentarios dentro de Twitter. No, él mismo reconoce
que no tiene la respuesta definitiva, pero pretende conseguir una respuesta incrementalmente
mejor utilizando lo que podríamos llamar el algoritmo del libre mercado, el algoritmo
de la libertad de ideas, que el algoritmo de Twitter se someta a la crítica descentralizada
del mercado para agregar toda la múltiple información dispersa que existe en sociedad
en conseguir mejorar ese producto, en conseguir mejorar los criterios de moderación automatizados
dentro de Twitter.
Segundo mecanismo con el que Elon Musk pretende ampliar las fronteras de la libertad de expresión
dentro de Twitter, corresponsabilidad de los usuarios. Actualmente, incumplir las normas
dentro de Twitter sale más o menos gratis para muchísimas personas. Por un lado, hay
muchos usuarios de Twitter que ni siquiera son personas reales, que son bots, y por
tanto, si borras los comentarios de un bot o si echas a un bot de Twitter, pues simplemente
se crean otros bots que abran otras cuentas en Twitter para hacer exactamente lo mismo.
No hay un coste reputacional personal en esas decisiones, porque simplemente no existe
una persona detrás que pueda sufrir ese coste reputacional. Y por otro lado, hay muchas
personas que se esconden en el anonimato o en el seudonimato, de manera que tampoco existe
un coste personal muy grande a la hora de incumplir las normas. Si yo soy una persona
que tenga una cuenta seudónima en Twitter y me la cierran, pues me abro otra cuenta
seudónima en Twitter para seguir haciendo lo mismo. Si no soy una persona que tenga
demasiados seguidores, ese es un proceso relativamente sencillo y barato sin ningún tipo de coste.
Bien exactamente qué propone Elon Musk con respecto a los bots y con respecto al comportamiento
de usuarios reales. En primer lugar, Elon Musk pretende echar a todos los bots de Twitter.
Lo que quiere es que esta sea una red social de personas reales. Y por tanto, todo aquel
que sea detectado como bot no podrá operar a través de Twitter. Y en segundo lugar,
con respecto a las personas reales, Musk pretende extender el mecanismo de autentificación
no solo a las personalidades que tengan muchos seguidores dentro de Twitter y a las que un
revisor humano verifica que efectivamente la cuenta de esa persona es una cuenta que
posee el titular de la misma, por ejemplo, remitiendo el documento nacional de identidad,
etcétera. Musk pretende que cualquier persona real pueda tener su cuenta autentificada
dentro de Twitter. En este caso la autentificación no sería tanto para que el sistema verifique
que la cuenta de Twitter de Juan Ramon Rayo efectivamente está siendo gestionada o es
propiedad de Juan Ramon Rayo, que esa es una característica que se mantendría, sino para
verificar que existe un usuario real detrás. Y el objetivo es que poseer una cuenta verificada,
una cuenta que Twitter acredita que tiene una persona real detrás sea algo valioso,
sea un activo para la persona que tengas a cuenta, de tal manera que tenga que cuidarla,
de tal manera que tenga que evitar ser expulsado de Twitter. ¿Cómo pretende Elon Musk automatizar
la verificación de que detrás de los 300 millones de usuarios que existen en Twitter
hay personas humanas pues abriendo la posibilidad a que te verifiquen que eres humano, que hay
una persona real detrás asumiendo un cierto coste pequeño? Por ejemplo, contratando la
suscripción de Twitter Blue, aunque no necesariamente, esa es una posibilidad. Otra podría ser,
por ejemplo, efectuar un pequeño depósito de bitcoins, unos poquitos satoshis ahí retenidos,
de tal manera que mientras no incumplas las normas de Twitter eso sigue siendo tuyo, si
en cambio pasas a zona negra, es decir, cometes un delito, esos satoshis se te retiran. De
manera que aquellos que pretenden tener ejércitos de bots haciéndose pasar por humanos les salga
carísimo esa verificación, sobre todo porque si luego Twitter detecta que son bots después
de haber pagado una millonada, los echa a todos y por tanto la inversión que has hecho
no vale para nada, y de manera que aquellos seres humanos reales que tengan la cuenta
verificada e incumplan las normas de Twitter, si les cueste algo abrirse una nueva cuenta
desde la que seguir ejecutando las mismas prácticas que con anterioridad. La idea es
que tu cuenta, aun cuando siga siendo una cuenta anónima o pseudónima, sea algo valioso
para ti, algo que tienes que cuidar, y si lo tienes que cuidar tratarás de no saltarte
las normas, sobre todo si esas normas ya son muy generosas para que puedas decir casi
cualquier cosa. En definitiva, quienes como Elon Musk también somos absolutistas de la
libertad de expresión, estamos de enhorabuena con que Musk haya podido comprar Twitter y
con que pretenda aplicar todas estas medidas que van orientadas en la buena dirección para
reducir la moderación dentro de esta red social y por tanto ampliar la libertad de
expresión en esta plaza pública digital. Ahora solo cabe esperar que Elon Musk no nos
haya mentido en todo lo que nos ha prometido o que no fracase al implementarlo.