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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

La opción del rechazo se ha impuesto contundentemente en el plebiscito constitucional de Chile, pero
¿qué opina la izquierda española de ese fracaso de la izquierda y la extrema izquierda chilena
que en última instancia también es un fracaso propio?
Veámoslo.
El rechazo fue la opción mayoritariamente votada por los chilenos en el plebiscito constitucional
de este pasado lunes, un resultado que no ha sido delagrado precisamente de la izquierda
o de la extrema izquierda internacional que esperaba que tenía fe en que este referéndum
constitucional de salida iba a enterrar definitivamente el modelo neoliberal chileno que durante tantas
décadas llevan demonizando, pero de momento no ha sido así, quizás sea así en unos meses
o en unos años, pero de momento no ha sido así y por tanto todos aquellos líderes
políticos de izquierdas, de extrema izquierda que confiaban en que ahora sí, en que ahora
ya iba a haber una revolución institucional en Chile que permitiera a la izquierda y
a la extrema izquierda tomar el control de las instituciones, de momento al menos van
a tener que esperar un poquito más y mientras esperan patalean.
Vamos a leer y comentar algunos de esos pataleos de la izquierda y extrema izquierda española
ante el fracaso de su opción preferida en el plebiscito de salida en Chile, es decir,
ante el fracaso del apruebo.
Empecemos con Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno de España y previsiblemente
futura candidata de Unidas Podemos o de Sumar o de como se llame su coalición política
en las próximas elecciones generales.
Dice Yolanda Díaz, es un día triste, triste para ella, se sobreentiende, para mucha otra
gente que tienen un mínimo aprecio por las libertades individuales, es un día bastante
feliz, es un día triste pero la ciudadanía chilena ha dado una lección de democracia,
efectivamente ha sido una decisión plenamente democrática, no permitir que a través de
una revolución constitucional se tomen las instituciones democráticas por asalto.
Confío en que el pueblo chileno conseguirá a través del diálogo avanzar en el proceso
constituyente, Chile ya cambió y más pronto que tarde se dará a sí mismo una nueva constitución.
Bueno es un mensaje de izquierdas pero a su vez bastante institucional como le corresponde
supuestamente al cargo de la vicepresidenta segunda del Gobierno, deja mostrar sus preferencias
políticas por el felizmente difunto proyecto de nueva constitución pero al mismo tiempo
en plaza a que un nuevo proceso constituyente a través del diálogo entre las distintas
fuerzas políticas termine alumbrando una nueva constitución.
No es decir ciertamente demasiado o más allá de que espera que haya un segundo intento
para aprobar lo que ahora mismo ha fracasado.
Vamos con la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos
Ione Velarra ha escrito Ione Velarra, el proceso democrático abierto en Chile no tiene vuelta
atrás como si el rechazo a la constitución, a este texto de nueva constitución no fuera
una opción democrática.
Le parece a Ione Velarra poca democracia que el 62% de los chilenos haya tumbado el proyecto
que a ella le habría gustado que prevaleciera en Chile, es una opción totalmente democrática.
Velarra no le gustará pero la democracia consistirá precisamente en eso, en respetar
la decisión de la mayoría aunque no te guste, otra cosa es que no creas en la democracia.
El debate sobre un texto constitucional que aglutine a la mayoría social continúa abierto,
está claro que el texto que ella apoyaba no aglutinaba a la mayoría social porque la
mayoría social lo ha tumbado de manera bastante mayoritaria y las diferencias solo pueden
abordarse con más democracia y no con menos.
No sé si por más democracia quiere decir Ione Velarra que la próxima constitución bolivariana
no se vote y así salga adelante porque más democracia que un plebiscito donde han votado
más chilenos que nunca y donde una arrolladora mayoría que en número de votos ha superado
los votos que en el plebiscito de 2020 pidieron una nueva constitución, pues si eso no le
parece suficientemente democrático y pide más democracia, ¿qué es más democracia?
Ahorrarnos el plebiscito para que se decida la nueva constitución entre despachos de sabios
donde únicamente esté representada la extrema izquierda.
Seguimos ahora con uno de los principales ideólogos de Unidas Podemos y también diría uno de
los principales ideólogos de los movimientos bolivarianos en Hispanoamérica, me estoy refiriendo
a Juan Carlos Monedero, ha escrito en Twitter la constitución de Chile no ha recibido
el apoyo de la mayoría, algo bastante obvio, de hecho ha recibido el rechazo de una mayoría
casi cualificada.
Es evidente que ha faltado explicación y sobrado miedos, o quizá lo que ha sobrado
es un mal texto constitucional, pero la mayoría del país ha expresado su voluntad de salir
de la constitución de la dictadura y votar un nuevo texto, sobre ese acuerdo a volver
a hablar.
Bueno, efectivamente eso fue lo que expresó en el plebiscito de 2020, no sabemos si hoy
sigue opinando lo mismo, probablemente sí, pero no tenemos ninguna votación demasiado
actualizada y en todo caso, como ya he dicho con anterioridad, el número de votos que
ha apoyado el rechazo ha sido superior al número de votos que pidió una nueva constitución.
Pero en cualquier caso lo relevante del tuit de Juan Carlos Monedero es que no asume que
el texto que ha fracasado, que el texto que ha sido enterrado por un 62% de chilenos era
un texto que no representa la voluntad de la mayoría, lo que está diciendo Monedero
es que esa mayoría estaba engañada, que esa mayoría ha estado manipulada, que si esa
mayoría hubiese sabido realmente lo que ponía en la constitución habría votado a favor.
Y esa es precisamente la tesis más desarrollada que ha expuesto el gran referente que fue
y que sigue siendo de Unidas Podemos, el líder en la sombra sigue siendo lo de Unidas Podemos,
Pablo Iglesias.
Este es el hilo de ideas que resumidamente ha querido transmitir Pablo Iglesias sobre
el fracaso de la prueba, sobre el fracaso de su opción política y de la opción política
de Gabriel Boric en el plebiscito de salida, en el plebiscito constitucional, dice Pablo
Iglesias.
Los principales actores ideológicos partidarios del rechazo han remontado y ganado con contundencia
un partido que hace meses se van perdiendo frente a los partidarios de la prueba.
Y claro, si el rechazo ha ganado con tanta contundencia la prueba, pues quizá la izquierda
que ondeó la bandera de la prueba debería reflexionar, pero de acuerdo con Pablo Iglesias
esta sería una conclusión equivocada.
Sigue Pablo Iglesias.
Es posible que el resultado haga a una parte de la izquierda llegar a la conclusión de
que no se puede avanzar sin el consenso de, al menos, una parte de la derecha.
A mi juicio, la clave de que la voluntad de la mayoría chilena haya cambiado en estos
meses no se debe a que la Constitución que se votaba fuera demasiado de izquierdas, sino
a la acción sostenida en el tiempo de los principales actores ideológicos, los poderes mediáticos.
Pablo Iglesias lleva varios meses, en realidad varios años, repitiendo esta tesis de que
los poderes mediáticos tienen más poder que los actores políticos y que, por tanto,
no vivimos en una verdadera democracia porque los medios de comunicación son capaces de
manipular a conveniencia, a placer a la población.
Sin embargo, fijémonos como esta hipótesis, esta conjetura de Pablo Iglesias, que en realidad
es bastante poco demostrable, es decir, uno siempre puede postular que si no gana una
opción política de izquierdas es porque los medios de comunicación son muy poderosos
y han manipulado a la población, pero la cuestión es realmente ha perdido la opción
de izquierdas por la manipulación de los medios de comunicación o por otras causas.
Claro que a la izquierda le resulta mucho más cómodo decir que la población está manipulada,
está engañada por esos poderes mediáticos, en realidad nosotros representamos el sentir
del pueblo sin filtros manipuladores, porque obviamente la izquierda no quiere asumir que
quizá ellos no representen el sentir del pueblo.
Pues bien, fijémonos como esta conjetura de Pablo Iglesias de que los poderes mediáticos
son tan poderosos que han conseguido en apenas unos meses darle la vuelta a la tortilla y
generar un consenso masivo alrededor del rechazo, fijémonos como esta tesis se contradice
con el siguiente tuit de Pablo Iglesias, dice Pablo Iglesias, la sociedad chilena no es
necesariamente conservadora, claro, si fuera necesariamente conservadora, el rechazo habría
ganado no por la manipulación mediática, sino porque la gente genuinamente no quiere
esa constitución.
No lo fue en el estallido ni al hacer presidente a Boris.
Vamos a ver, los medios de comunicación son tan poderosos que en apenas unos meses
pueden cambiar el sentir mayoritario del pueblo y generar un consenso del 62% de la sociedad
chilena alrededor del rechazo y esos medios de comunicación no fueron capaces de impedir
que Boris llegara al poder.
No hay aquí una cierta contradicción, que pasa que cuando la izquierda gana en un resultado
electoral eso es que el resultado electoral representa de verdad lo que quiere el pueblo.
Ahora, cuando la izquierda pierde en un resultado electoral, eso es que la izquierda sigue
representando lo que de verdad quiere el pueblo, pero el pueblo ha sido manipulado por los
medios de comunicación.
Así no perdemos nunca, la izquierda siempre representa el sentir mayoritario del pueblo
y en todo caso cuando no ganamos es por los medios de comunicación y cuando ganamos es
a pesar de los medios de comunicación.
La hipótesis de que los medios de comunicación manipulan la sociedad nunca falla.
Si perdemos porque la hipótesis es cierta, si ganamos porque ganamos a pesar de que
la hipótesis es cierta.
Parece que Pablo Iglesias no está muy dispuesto a falsar la validez de su hipótesis.
Y continúa Pablo Iglesias, en las sociedades conviven y combaten diferentes valores, la
lucha política e ideológica consiste en activar unos u otros.
El sistema mediático chileno ha activado los valores conservadores que efectivamente
viven en buena parte de la sociedad, es decir, que al menos en una parte de la sociedad,
sí viven esos valores conservadores, no es que todo sea manipulación genuina.
Esos valores conviven con otros progresistas que la izquierda no ha sido capaz de activar
básicamente por su profunda debilidad mediática.
Ahora no han sido capaces de activarlos, pero cuando fue la campaña presidencial y las
elecciones las ganó con un margen, también apreciable Gabriel Boric, ahí sí fueron
capaces de activarlos a pesar de la debilidad mediática.
¿Qué pasa?
Que la debilidad mediática solo se manifiesta cuando perdemos, cuando nos interesa, así
tenemos una buena excusa de por qué hemos perdido.
Y concluye Pablo Iglesias, ojalá la izquierda entienda que reequilibrar la correlación
mediática de fuerzas es condición de posibilidad para avanzar en el combate ideológico que
es, en última instancia, la esencia de la política y de la transformación social.
Vamos, queremos de tomar por asalto los medios de comunicación, porque si no habrá ocasiones
en las que perdamos, cuidado que tomar los medios de comunicación no es indispensable
para ganar.
Ahí está el triunfo de Gabriel Boric y por tanto la presidencia de Chile.
No, lo que está diciendo Pablo Iglesias es que si no tomamos los medios de comunicación
habrá veces en las que no ganemos.
Y por tanto, para ganar siempre, o dicho otra manera, para que la derecha no gane nunca,
hay que tomar los medios de comunicación, no para reequilibrar el poder mediático,
bueno, básicamente para silenciar las opciones de derechas y crear un monopolio mediático
de izquierdas donde no se escuche otra cosa.
Entonces, sí, claro, si sumamos que una parte de la sociedad chilena es de izquierda,
se es progresista, y a ese hecho le sumamos el monopolio de izquierdas de los medios
de comunicación, pues entonces desde luego será muy complicado que la izquierda alguna
vez pierda alguna votación.
Y de eso se trata, y de eso se trataba, por cierto, también esta nueva constitución
que, felizmente, ha sido enterrada por el 62% de la sociedad chilena.
Y aunque no sea izquierda española, no me puedo resistir cerrar esta serie de tweets
con un bonus track del nuevo presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro.
¿Cuál fue la reacción de Gustavo Petro ante el rotundo fracaso de su opción política,
el apruebo, en el plebiscito de salida? Pues invocar los restos de Pinochet, escribió
Gustavo Petro, revivió Pinochet, básicamente todos los que habrán votado rechazo deben
de ser Pinochetistas, se ha llenado Chile de un 62% de Pinochetistas.
Y sigue Gustavo Petro, solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible
dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrirlas a las medas democráticas.
Vamos que el proceso constituyente en Chile no era solo un proceso reconstituyente para
Chile, era un proceso que abría las puertas de la revolución en toda América Latina.
Luego nos dirán que Gustavo Petro no es claro, pero se le entiende todo.
Sobre el argumento de Gustavo Petro de que votar rechazo es votar a favor del Pinochetismo,
poco que decir, por un lado puede haber chilenos que rechazen la Constitución de 1980 a la
Constitución vigente, pero que también rechazen este texto de nueva Constitución.
Estamos ante una falacia del falso dilema, votar en contra de este texto constituyente
no implica estar a favor de la Constitución de 1980.
Pero diré más, estar a favor de la Constitución de 1980 no es estar a favor del régimen de
Pinochet ni del Pinochetismo, y de hecho creo que pocas personas lo explicaron mejor
que el expresidente de Chile, Ricardo Lagos, cuando en el año 2005 modificó de manera
muy intensa la Constitución de 1980, hasta el punto de que algunos chilenos sostienen
que la actual Constitución no debería considerarse de 1980 sino de 2005 por los profundos cambios
que se introdujeron entonces, pues bien, cuando se aprobó la reforma de 2005, estas fueron
las palabras que Ricardo Lagos dirigió a la nación.
Chile cuenta desde hoy con una Constitución que ya no nos divide, sino que es un piso
institucional compartido, desde el cual podemos continuar avanzando por el camino del perfeccionamiento
de nuestra democracia, nuestra Constitución no es ya más un dique en la vida nacional,
la vida nacional puede fluir ahora como un río por este cauce institucional, tenemos
hoy una Constitución democrática y tiene que ver con los reales problemas de la gente.
Fue muy optimista Ricardo Lagos cuando empezó diciendo que nuestra Constitución hoy ya
no nos divide, porque hay personas que medran en política precisamente dividiendo a la
gente, por ejemplo Gustavo Petro calificando de pinochetistas a todos los que votaron
rechazo.
Y también desde luego el actual presidente de Chile, Gabriel Boric, que durante toda
su vida estudiantil estuvo apostando por la División Permanente de la Sociedad para
tumbar la Constitución de 1980 o de 2005, con el objetivo de implantar un nuevo texto
constitucional que no limitara el poder político del Estado sobre la población, sino que diera
rienda suelta al mismo, un texto constitucional que no actuará como dique de contención
del poder político, sino que habilitar al poder político a hacer y deshacer a su gusto
sobre la población. Felizmente esa tabla rasa institucional que pretendía promover
Gabriel Boric, alentando, alimentando la División de la Sociedad chilena, conjurando a la Sociedad
chilena contra una Constitución que en 2005 Ricardo Lagos, poco sospechoso de ser derechista,
dijo que era la Constitución de todos, felizmente ese proyecto de nueva planta constitucional
de momento ha fracasado. Pero no duden de que aquellos que medran con la División y el
sectarismo para mantenerse e incrementar su poder tratarán de volver a sacarlo adelante.