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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Que la economía de España no es igual a la economía de Suiza es algo que creo todos tenemos muy claro,
pero en este vídeo vamos a hablar sobre 7 importantes diferencias entre España y Suiza
en materia económica. ¡Veámoslo!
Hace unos días en la red social Twitter se debatió sobre algunas diferencias económicas
entre España y Suiza, y el economista Conbarro, cuya cuenta os recomiendo que visitéis,
recopiló diversas magnitudes económicas en las que se diferenciaban de manera muy radical España
y Suiza. Pues bien, en este vídeo vamos a hablar de 7 diferencias económicas clave entre la economía
española y la economía suiza. En primer lugar, la economía de Suiza es mucho más rica que la
economía de España. Teniendo en cuenta los diferenciales de precios en cada uno de estos
países, es decir, midiéndolo en paridad de poder adquisitivo, la economía española tiene una renta
per cápita de alrededor de 42.000 dólares internacionales, y en cambio la economía de
Suiza tiene una renta per cápita de alrededor de 74.000 dólares internacionales. Por tanto,
estamos hablando de que en términos promedio, los suizos son un 75% más ricos que los españoles.
Parte de esta mayor renta per cápita se debe a que históricamente Suiza ha sido más rica que
España. Pero no toda ella se debe a este fenómeno. Si echamos la vista atrás durante
los últimos 25 años, observaremos que el Producto Interior Bruto de Suiza ha crecido más que el
Producto Interior Bruto de España. Concretamente, el PIB de Suiza ha crecido alrededor del 55% desde
el año 99 y el de España alrededor del 45%. Es decir, que en el último cuarto de siglo los
suizos han crecido, han prosperado más que los españoles. Y eso es todo un mérito,
teniendo en cuenta que cuanto más rico eres, más cuesta crecer adicionalmente. O al contrario,
cuanto más pobre eres, más fácil resulta crecer en términos comparativos frente a los ricos. Por
tanto, pese a que Suiza era más rica que España, en los últimos 25 años ha crecido más que España.
Por tanto, las diferencias de renta per cápita entre ambos países, en lugar de estrecharse,
se han ensanchado. En segundo lugar, mientras que España es una de las economías desarrolladas con
una mayor tasa de paro, la economía suiza disfruta de pleno empleo. Actualmente, la tasa de paro en
Suiza ronda el 3% y en los últimos 40 años en ningún momento ha superado el nivel del 5%,
mientras que España actualmente tiene una tasa de paro por encima del 10% y en muchas ocasiones,
en diversas ocasiones a lo largo de los últimos 40 años, ha superado la tasa de paro del 20%.
Si queréis conocer algo más sobre el mercado laboral suizo, entre otras cosas, por qué funciona
tan bien, tenéis a disposición un vídeo mío de hace bastantes años, titulado El extraordinario
mercado laboral de Suiza. Tercero, la economía de Suiza es más competitiva y más ahorradora que
la economía española. Así se desprende de su saldo en la balanza por cuenta corriente. Como podemos
observar, la diferencia entre los ingresos exteriores de Suiza y los gastos exteriores
de Suiza ronda habitualmente, y en muchas ocasiones está incluso por encima, pero ronda habitualmente
el 5% del PIB. En el caso de España, durante los últimos años y a raíz del cambio estructural
que tuvo lugar en nuestra economía después de la crisis económica de 2011-2012, el superávit
exterior de España se ha ubicado alrededor del 1, 2, 3% del PIB. Un dato que no está mal,
habida cuenta de nuestra tradición histórica, habitualmente España tenía fortísimos déficits
exteriores del 5, del 6 hasta del 10% del PIB, pero que desde luego, al lado del superávit exterior
de Suiza, es bastante pequeño. ¿Y ese superávit exterior que nos indica? Pues, como digo, que la
economía Suiza es más competitiva porque es capaz de vender bienes y servicios al exterior en mayor
medida que aquellos que compra del exterior y que la diferencia entre esos ingresos exteriores y esos
gastos exteriores la reinvierte en la adquisición de inversiones en el extranjero. Del mismo modo
que si un individuo ingresa más de lo que gasta, puede utilizar la diferencia, puede utilizar ese
ahorro para comprar activos reales o financieros que le proporcionen posteriormente un flujo de
renta, pues eso mismo es lo que lleva haciendo la economía Suiza desde hace décadas, gracias a su
mayor competitividad y a su mayor ahorro interno que redunda en una acumulación de activos
exteriores, es decir, en un patrimonio que los suizos poseen frente al resto del mundo.
En cuarto lugar, Suiza ha logrado todo esto con un estado bastante más pequeño que el de España.
Si medimos el tamaño del estado a través del gasto público sobre el PIB, comprobaremos que
el estado suizo es apreciablemente menor que el estado español. Concretamente, el gasto público
de Suiza sobre el PIB ronda el 32-33%. En cambio, el gasto público sobre el PIB de España alcanza
el 46-47%. Pero es que si lo miramos desde el lado de los ingresos, la conclusión es la misma.
Actualmente, los ingresos públicos sobre el PIB en España alcanzan el 42-43% del PIB. En cambio,
en Suiza se ubican en torno al 33-34%. Es decir, hay una diferencia de 10 puntos sobre el PIB en
materia de recaudación. El gobierno suizo les arrebata a sus ciudadanos 10 puntos menos del PIB
que en el caso de España. Y recordemos que el PIB per cápita de Suiza es mayor que el de España,
de tal manera que en términos promedio, un ciudadano suizo no solo disfruta de una renta
per cápita mayor que la de un ciudadano español, sino que además el estado también le quita
bastante menos dinero de esa mayor renta per cápita. Por tanto, la renta per cápita después de
impuestos de un español es muchísimo más pequeña que la de un ciudadano de Suiza.
En quinto lugar, hemos dicho que los ingresos públicos sobre el PIB en el caso de Suiza son
del 33-34% y que, en cambio, su gasto público sobre el PIB es del 31-32% o incluso 33%. Por
tanto, hay un cierto superávit presupuestario en el caso de Suiza, un superávit presupuestario que
puede rondar el 1% o 2% del PIB en estos momentos. En cambio, en el caso de España hemos dicho que
su gasto público se ubicaba alrededor del 46-47% del PIB y que, sin embargo, sus ingresos públicos
rondaban el 42, 43 o 44% del PIB. Por tanto, estamos hablando de un déficit público de
en torno a 4 o 5 puntos del PIB para el caso de España. Y eso es lo que observamos en el
siguiente gráfico. Suiza ha tenido históricamente un superávit presupuestario sostenido, es decir,
el Gobierno ha gastado menos de lo que ingresaba. No se ha endeudado, sino que ha ahorrado. Todo lo
contrario de lo que ha sucedido en el caso de España, cuyos distintos Gobiernos históricamente
han gastado mucho más de lo que han ingresado, generando en consecuencia un déficit público que,
al acumularse, se traduce en un stock de deuda pública sobre el PIB cada vez mayor. Como vemos
en este gráfico, Suiza ha conseguido estabilizar su deuda pública sobre el PIB en el 40%,
un porcentaje tremendamente razonable y sostenible. En cambio, el Reino de España
tiene ahora mismo una deuda pública sobre el PIB superior al 110%, algo así como tres veces
más que la ratio de deuda pública sobre el PIB de Suiza. Es decir, mientras que el Gobierno
suizo reembolsa ahorro a los ciudadanos, el Gobierno español drena ahorro de los ciudadanos,
de tal manera que la economía privada suiza goza de una enorme capacidad de financiación
para su sector productivo, de ahí el aumento progresivo de su productividad y, por tanto,
de su competitividad exterior, mientras que en el caso de España tenemos una menor capacidad de
financiación para nuestro tejido productivo, porque buena parte de esa capacidad de financiación la
fagocita en financiar su déficit público estructural el sector público. En sexto lugar,
y en gran medida derivado de lo anterior, la tasa de inflación en Suiza suele estar normalmente
bajo control. Es fácil observar que normalmente la tasa de inflación de Suiza se ubica por debajo
del 2% y solo en algunos episodios muy extraordinarios aumenta por encima del 2%,
del 4% o en algún momento durante un año por encima del 6%. Incluso en el actual periodo
inflacionista la tasa de inflación ha estado por debajo del 4% en Suiza. No así en el caso
de España. España antes de entrar en el euro tenía tasas de inflación enormes e incluso después
de entrar en el euro ha tenido durante muchos años tasas de inflación por encima del 2% y
durante el último estallido inflacionista ha tenido tasas de inflación que en su promedio
anual superó el 8%. Y esto se debe en parte al desequilibrio presupuestario estructural de
España frente al superávit público estructural de Suiza. Si la moneda fiat es un pasivo estatal,
los pasivos de aquellos estados más solventes tenderán a preservar un mayor valor. Y como
Suiza es mucho más solvente que España, aunque en el caso de España habría que hablar del conjunto
de la eurozona, pero aún así como Suiza es más solvente que el conjunto de la eurozona,
el valor de la moneda Suiza es más estable que el valor de la moneda primero española con la peseta
y luego incluso que el valor de la moneda española con el euro. Y en séptimo y último lugar,
a pesar de que es cierto que la población española es apreciablemente superior a la
población suiza, estamos hablando de que la población de España se ubica alrededor
de 47 millones de personas y, en cambio, la población de Suiza ronda los 9 millones de
personas, lo cierto es que durante los últimos 40 años la población de Suiza ha crecido más
rápidamente que la población de España. Desde el año 1980, España ha incrementado su población
en un 27%. En cambio, desde esa misma fecha, Suiza ha incrementado su población en un 38%
y estas tendencias aparentemente van a continuar en el futuro. Para el año 2028 se proyecta que la
población de Suiza sea un 7% superior a la del año 2019. En cambio, en el caso de España,
se proyecta que sólo será un 3% superior. Más riqueza, menos paro, menos gasto público,
menos impuestos, menos deuda pública, más competitividad exterior, más ahorro exterior,
menos inflación y más crecimiento poblacional. Ojalá España tuviera la ambición de parecerse
a Suiza durante los próximos 50 años, en lugar de querer parecerse a la Argentina de los últimos 50 años.