This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Ya tenemos acuerdos sobre el Fondo de Reconstrucción Europeo, y como suele suceder en estos casos,
todos, absolutamente todos, se declaran vencedores, tanto el grupo de los países del Sur, receptores
de las ayudas, como el grupo de los frugales, que serán los contribuyentes netos de esas
ayudas. Y desde luego, declararse vencedor es algo de primero de propaganda política.
Evidentemente, ningún gobernante va a salir a la palestra y decir, después de una larga
negociación hemos perdido, soy un inútil, no he conseguido lo que quería. Todos,
insisto, tienen que vender ante su electorado, porque lo que les interesa es mantenerse en
el poder y conservar el apoyo de ese electorado, tienen que vender ante ese electorado que
han ganado, que el acuerdo es muy positivo y que se acerca mucho a lo que pedían originariamente.
Y desde luego, valorar a alguien como ganador o perdedor en esta materia es algo muy subjetivo,
porque depende también de las expectativas reales que uno tuviera sobre el resultado
real previsible de la negociación. Pero a este respecto, me voy a limitar a hacer dos
tipos de valoraciones, dos tipos de evaluaciones. La primera sobre la cuantía y la composición
del fondo y la segunda sobre la ausencia o la presencia de condicionalidad en las ayudas.
Primero sobre la cuantía y la composición. Originalmente, el fondo tenía que estar
rotado con 750.000 millones de euros, y esto se mantiene, pero de los 750.000 500.000
tenían que ser ayudas directas, ayudas a fondo perdido, es decir, dinero que se les
iba a entregar a los países afectados por la pandemia y que no tenían que devolver,
mientras que 250.000 iban a ser préstamos. Pues bien, en la configuración final de este
fondo de reconstrucción, las ayudas directas serán de 390.000 millones de euros y los
préstamos serán de 360.000 millones de euros. Por tanto, hemos pasado de una proporción
2 a 1, es decir, 2 euros de ayudas directas por cada euro de préstamos, a una proporción
prácticamente de 50 a 50, 1 euro de ayudas directas por cada euro de préstamos. Recordemos,
además, que al menos en las negociaciones, Francia, España o Italia, decían que la
cifra de 400.000 millones de euros en ayudas directas era una línea roja en la que no
estaban dispuestos a ceder. Y finalmente han cedido en esa línea roja porque, aunque sea
de manera simbólica, evidentemente las ayudas directas ni siquiera llegan a 400.000 millones
de euros. Pero más allá del debate cuantitativo, que al final uno puede considerar que bienvenido
sea toda ayuda que se reciba, especialmente si no hay que devolverla, lo más relevante
de estas negociaciones, al menos desde mi punto de vista, era si se impondría o no
condicionalidad a la recepción de estas ayudas. Y finalmente va a haber condicionalidad, va
a haber una condicionalidad bastante estricta. Lo podemos leer en el texto del acuerdo.
En el punto adicional del texto del acuerdo sobre el Fondo de Reconstrucción podemos
leer que aquellos países que deseen recibir esta asistencia financiera deberán preparar
planes para la recuperación y la resiliencia nacional donde expongan su agenda de reformas
y de inversiones para el periodo 2021-2023. Y se añade, esos planes se dan evaluados
por la Comisión Europea en el periodo en el tiempo de dos meses. Se da necesario obtener
la máxima puntuación en esta evaluación con respecto a la concordancia, con las recomendaciones
específicas que efectúa la Comisión Europea para cada país, con respecto al impulso del
crecimiento potencial de la economía, a la creación de empleo y a la resiliencia social
y económica. La contribución efectiva a la transición verde y digital también será
un prerequisito. ¿Qué está diciendo aquí el texto del acuerdo? Que no bastará con
que los países que deseen solicitar ayuda remitan un escrito en el que presenten sus
planes sobre cómo van a gastar este dinero para hacer inversiones digitales o inversiones
verdes. Que este era el objetivo inicial del Gobierno de PSOE y Podemos. Ellos querían
que les dieran el dinero bajo el compromiso de que lo iban a gastar para efectuar la
transición digital y ecológica, que al fin y al cabo tiene una cierta cavidad dentro
del programa tanto de PSOE como de Podemos. Esto lo tendrán que hacer, pero no tendrán
que hacer sólo esto. Tendrán también que enviar un documento donde se van a comprometer
a hacer reformas tanto estructurales como de sostenibilidad macroeconómica que deberán
estar en concordancia, deberán ser coherentes con las recomendaciones que periódicamente
va efectuando la Comisión Europea. ¿Y qué pasa si no concuerdan con estas recomendaciones?
Es que la Comisión Europea no dará el visto bueno a este plan de reformas y sin ese plan
de reformas no se recibe el dinero. A su vez, si la Comisión Europea da el visto
bueno, eso tampoco significa que automáticamente se vaya a recibir el dinero, dado que el plan
de reformas deberá pasar al Consejo Europeo y allí deberá aprobarse por mayoría cualificada.
Es verdad que más rute pretendía que fuera por unanimidad de tal manera que cualquier
país pudiera tener un derecho de veto sobre los planes de reformas de cualquier Estado
miembro, pero en todo caso, aunque no es por unanimidad, sí es por mayoría cualificada
y por consiguiente si un Estado no presenta un plan de reformas que el conjunto de la
Unión Europea vea como aceptables, ese plan se tumbará y no recibirá las ayudas. Pero
es que además tampoco basta con presentar un plan, con presentar una serie de compromisos
y luego incumplir esos compromisos. El texto también aclara que los desembolsos de las
ayudas quedarán sujetos al satisfecho cumplimiento de los objetivos y de los hitos más importantes.
Esto significa que si yo me comprometo a hacer una serie de reformas o a no derogar reformas
previas, ahora iremos con este punto, y yo no cumplo con la palabra que he dado en este
documento, me cerrarán el grifo. Es decir, la Comisión Europea estará revisando periódicamente
el grado de cumplimiento de los compromisos alcanzados en ese plan de reformas, y si no
hay un cumplimiento, se deja de recibir el dinero.
Como vemos, esto es un mecanismo muy parecido al de los famosos hombres de negro, quizá
la diferencia en este caso es que los hombres de negro van a estar teletrabajando, no va
a haber visitas directas al país, pero desde luego sí va a haber un control, sí va a
haber una tutela, sí va a haber una supervisión de que los compromisos de reformas y de estabilidad
macroeconómica alcanzados se terminen cumpliendo, y uno podría plantearse y cuáles son esas
reformas estructurales y de estabilidad macroeconómica que la Comisión Europea va a exigir a cualquier
país que quiera acudir a este fondo de reconstrucción, va a exigir que se implementen.
Bueno, pues afortunadamente la Comisión Europea es bastante transparente a este respecto,
dado que periódicamente publica un documento, que se llama el Semestre Europeo, donde efectúa
recomendaciones, sugerencias específicas para cada país, y es ese Semestre Europeo
el que va a marcar la agenda de reformas estructurales que tendrán que cumplir a aquellos países
que deseen recibir la ayuda del fondo de reconstrucción. Esto no es una interpretación que hago yo,
esto es lo que se desprende del texto del acuerdo y algo que ha reconocido el propio
Pablo Iglesias. En su cuenta de Twitter podemos leer el acceso a estos fondos deberá solicitarse
mediante planes de inversiones y reformas que presente cada país dando así flexibilidad
a los países a llevar a cabo sus programas nacionales, siempre dentro del marco de las
recomendaciones del Semestre Europeo. Por tanto, ese Semestre Europeo marca las líneas
generales de actuación que tendrán que seguir los distintos países. Esto es condicionalidad
económica, algo que de nuevo el propio Pablo Iglesias reconoce si bien intenta darle una
segunda lectura para justificarse. Añade Pablo Iglesias, en concreto se valorarán
positivamente programas relacionados con la digitalización y la transición ecológica.
Y esto es cierto, pero recordemos que en el texto del acuerdo se dice que este será
un punto más. Los programas de transición ecológica y digitalización no son el único
criterio ni el principal criterio para otorgar las ayudas. En el texto del acuerdo se dice
que los países que soliciten la ayuda deberán obtener la máxima puntuación en su programa,
en su agenda de reformas, y que esas reformas van a tener que estar en concordancia con
el Semestre Europeo que aprueba la Comisión Europea. Por eso, cuando Pablo Iglesias dice
estamos por tanto en un escenario distinto al que nos encontramos en la crisis anterior,
por lo que podemos hablar de una condicionalidad blanda en contraposicional a la condicionalidad
estricta que vimos en aquella crisis. Pero condicionalidad es condicionalidad. Si no
cumples con las condiciones, dejas de recibir la ayuda. Por tanto, blanda o estricta, estamos
ante condiciones que van a condicionar la política económica de este gobierno.
¿Cuáles son entonces esas condiciones que aparecen periódicamente en el Semestre Europeo
que publica la Comisión Europea y que deberán cumplirse como condiciones para poder recibir
la ayuda? Pues son varias. La primera es el ajuste presupuestario. Es verdad que la Comisión
Europea matiza que habrá que ajustar el presupuesto cuando las condiciones económicas lo permitan,
no a muy corto plazo, pero dice que cuando las condiciones económicas lo permitan se
deberán aplicar políticas fiscales destinadas a lograr situaciones fiscales prudentes a
medio plazo y garantizar la sostenibilidad de la deuda. Es decir, lo que está pidiendo
al gobierno es que se apruebe un plan de consolidación fiscal a medio largo plazo donde se contemplen
algunas medidas como las que la propia Comisión Europea explica. ¿Cuáles son esas medidas?
Pues en las recomendaciones del mes de marzo, en el Semestre Europeo del mes de marzo, la
Comisión decía que había que limitar el crecimiento del gasto público nominal al
0,9% anual. Es decir, que el gasto público no podía crecer más de 1% al año. Y aclaraba
que esto equivalía a un ajuste presupuestario del 0,65% del PIB al año. ¿Es esto mucho,
es esto poco? La austeridad que tuvo que aplicar Mariano Rajoy a partir del 2012 equivalía
a un ajuste presupuestario del 0,9% al año. Por tanto, estaríamos en un nivel de austeridad
algo inferior pero similar al que tuvo que aplicar Mariano Rajoy.
Esa es la primera de las medidas que pide aprobar la Comisión Europea. La segunda, una reforma
del sistema de pensiones público para asegurar su sostenibilidad. Y la Comisión Europea
además aclara que no ve con muy buenos ojos que el gobierno haya decidido reindexar las
pensiones al IPC y eliminar el factor o retrasar, mejor dicho, el factor de equidad intergeneracional
sin otras medidas de ajuste, de recorte del gasto en materia de pensiones que sustituyan
a las anteriores. Por tanto, esta era la recomendación, sostenibilidad de las pensiones públicas,
no reindexar las pensiones al IPC, no retrasar el factor de equidad intergeneracional sin
otros recortes y esas recomendaciones van a pasar a ser condiciones de las ayudas del
fondo de reconstrucción. Tercera medida que propone la Comisión Europea, mantener la
reforma laboral. En su semestre económico del año 2012, la Comisión Europea instaba
al gobierno de España a aplicar la reforma laboral del año 2012. Evidentemente, a día
de hoy no reitera que se tiene que aplicar la reforma laboral, porque ya lleva 8 años
en vigor, pero en el conjunto de esas recomendaciones del semestre europeo, la Comisión ha apostado
por esa reforma laboral. De hecho, en documentos anteriores ha aclarado que si se tocan aspectos
de la legislación laboral, de nuevo habría que reemplazarlos por otros que surten el
mismo efecto que está consiguiendo a día de hoy la reforma laboral en dos vías. Uno,
reducción de la dualidad del mercado de trabajo, es decir, estrechamiento de la brecha entre
el coste de indemnización de los empleos indefinidos y de los empleos temporales,
y dos, flexibilidad dentro de las empresas y muy en particular, flexibilidad salarial.
Esos son los dos aspectos fundamentales que la Comisión Europea cree que no se pueden
tocar de la reforma laboral. O dicho de otra manera, el gobierno de Sánchez de Iglesias
han firmado, aunque sea indirectamente, pero han firmado, se van a comprometer a cambio
de recibir las ayudas a no derogar la reforma laboral.
Y cuarto, otra de las recomendaciones, no es la última, hay muchas más, pero la cuarta
recomendación que voy a destacar de la Comisión Europea, que se convertirá en condición
de la recepción de ayudas del Fondo de Reconstrucción, es profundizar en la Ley de Unidad de Mercado,
que aprobó el gobierno del Partido Popular en su momento, y eso implicará no solo terminar
de homogeneizar la legislación dentro de España para quitar trabas entre regiones, sino también
explicitar la Comisión Europea a aprobar la Ley de Servicios Profesionales, que por
ejemplo tiene que hacer prescindible la colegialización obligatoria en determinadas profesiones,
y además también eliminar todas aquellas trabas que dificultan el crecimiento de las
empresas dentro de nuestro país.
Por tanto, el gobierno de Sánchez de Iglesias ha firmado, indirectamente, pero ha firmado
en este acuerdo al Fondo de Reconstrucción, un paquete de condiciones que atentan contra
muchos de los puntos de su programa electoral. Lo que ayer era una intromisión intolerable
en la soberanía nacional de España, el que desde fuera nos pudieran imponer determinadas
reformas específicas que no hubiesen votado los españoles, hoy parece que es el gran
logro de la última década.
Y está bien, desde luego que se celebre la no derogación de la reforma laboral, la
reforma del sistema de pensiones, la austeridad presupuestaria, como logros a los que tendrá
que sumarse este gobierno, porque desde luego la frugalidad y las reformas estructurales
es algo que necesitamos, y es algo que Sánchez ha firmado que se va a tener que aplicar para
recibir las ayudas del Fondo de Reconstrucción.
Esperemos que finalmente sea así, porque desde luego una cosa es el texto legal, una cosa
es el acuerdo, una cosa es la palabra, y otra muy distinta es el cumplimiento de esa palabra,
es el seguimiento efectivo por parte de la Comisión Europea y del Consejo Europeo de
que todos los textos que finalmente se remitan de compromisos de reformas se terminen cumpliendo,
y ya sabemos que tanto Sánchez como Ante Rajoy eran personas expertas en incumplir
la palabra dada a los socios europeos, pero esperemos que esta vez la Comisión Europea
y de manera adicional el Consejo Europeo, sí controlen de manera mucho más cercana,
sí controlen de manera mucho más eficaz que el Gobierno de Sánchez e Iglesias apliquen
las reformas que se van a comprometer a aplicar para recibir las ayudas del Fondo de Reconstrucción.
Desde luego, si esto fuera así, el que la izquierda española, tanto PSOE como Podemos
hubiese renunciado a su programa anti-económico de máximos, a cambio de recibir varias decenas
de millones de euros por parte de Europa, sería una magnífica noticia.
En última instancia estaríamos diciendo que nuestros socios comunitarios han comprado
por varias decenas de millones de euros la racionalidad económica de PSOE y de Podemos,
como he dicho de otra manera, que PSOE y Podemos habrían vendido sus ideales, sus principios,
su ideología y su programa a cambio de varias decenas de millones de euros.
Gracias por ver este vídeo, nos vemos en el próximo vídeo, nos vemos en el próximo vídeo.
¡Hasta la próxima!
¡Hasta la próxima!