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Elon Musk ha comprado el 9,2% de Twitter y se ha convertido en el accionista mayoritario
de esta compañía. ¿Pero cuáles son exactamente sus planes de futuro para esta red social?
Veámoslo.
El pasado 4 de abril se anunciaba que Elon Musk había comprado el 9,2% de todas las acciones
de Twitter. De esta manera se convertía en el accionista mayoritario de esta red social,
casi multiplicando por 4 al siguiente mayor accionista, el propio fundador de la red social
Jack Dorsey, que apenas retiene a día de hoy el 2,5% del total de acciones.
En términos relativos, el desembolso que tuvo que hacer Musk no fue extraordinario.
Elon Musk cuenta con una riqueza estimada de 275.000 millones de dólares. Se trata ahora
mismo de la persona más rica del mundo con diferencia. Jeff Bezos, por ejemplo, la segunda
mayor fortuna del planeta, no llega ni siquiera a 200.000 millones de dólares de riqueza.
Y el desembolso que tuvo de efectuar para adquirir ese 9,2% de las acciones de Twitter
fue de 2.400 millones de dólares. Ni siquiera alcanza, por tanto, el 1% de todo su patrimonio
neto. Pero ¿para qué entra Elon Musk en el accionariado de Twitter? ¿Por qué se ha
convertido con diferencia en el accionista mayoritario de la compañía? ¿Cuáles son
sus planes de futuro para esta empresa? Pues Musk no ha presentado ningún tipo de memoria
justificativa. Sin embargo, si ha ido justificándose justamente a través de la red social Twitter,
de manera que recopilando sus últimos tweets sobre este asunto podemos hacer una cierta
ex éxesis y entrever qué tipo de futuro ambiciona Musk para esta red social.
De entrada, hay dos grandes razones que parecen haber motivado la entrada de Musk en el accionariado
de Twitter. Por un lado, la progresiva muerte de esta red social y, por tanto, la progresiva
pérdida de rentabilidad de la misma. Y, en segundo lugar, la relación conflictiva
que esta red social tiene con la libertad de expresión. En cuanto a lo primero, la progresiva
muerte de la red social y la consecuente erosión de su viabilidad económica en el
largo plazo, Elon Musk publicó recientemente el siguiente tweet. La mayoría de estas cuentas
de Twitter top apenas postean ningún tipo de contenido. Se está muriendo Twitter. Esto
lo decía a colación de un tweet donde se hacía un ranking sobre las 10 cuentas más
seguidas con mayor número de seguidores de todo Twitter, entre las que estaba, por cierto,
Elon Musk en octava posición con 81 millones de seguidores. Pero, claro, mientras Musk
está tweetando continuamente en la red social, es incluso bastante adicto a la misma, muchas
de esas otras personalidades con muchos seguidores apenas postean, dice Musk. Por ejemplo, Tyler
Swift no ha publicado absolutamente nada en los últimos tres meses, y Justin Bieber
solo ha publicado algo una vez durante todo el año. Y en cuanto a la problemática relación
que tiene Twitter con la libertad de expresión, el pasado 25 de marzo, antes de que pudiéramos
siquiera conocer que Elon Musk se iba a convertir en el principal accionista de Twitter, Musk
publicó la siguiente encuesta en la red social. La libertad de expresión es esencial para
una democracia que funcione correctamente. ¿Crees que Twitter respeta se adhiere con
rigor a este principio? Y añadió, las consecuencias de esta encuesta serán importantes. Por
favor, vota con cuidado. Y el 70% de quienes votaron en esta encuesta, más de 2 millones
de votos en total, dijeron que no, que Twitter no respetaba adecuadamente la libertad de
expresión. Y al conocerse estos resultados de la encuesta, Musk los valoró del siguiente
modo. Dado que Twitter sirve de facto como la plaza pública donde se debate y se discute,
la incapacidad para adherirse a los principios de la libertad de expresión socava de una
manera fundamental la democracia. ¿Qué deberíamos hacer? Crear una nueva red social, en retrospectiva
podemos entender que cuando hablaba de crear una nueva red social, también se podía estar
refiriendo a transformar radicalmente la red social Twitter actualmente existente. Por
tanto, parece que los dos principales objetivos de Elon Musk para Twitter son, por un lado,
que la compañía se vuelva viable económicamente en el largo plazo y, segundo, garantizar la
libertad de expresión, entendiendo como que cualquiera pueda decir cualquier cosa dentro de Twitter sin
ser baneado, sin ser expulsado por la propia compañía, como sucedió con el caso de Donald
Trump. Ahora bien, el problema es que estos dos objetivos, en principio, parecen colisionar. ¿Por
qué razón? Pues porque el 90% de los ingresos de Twitter depende ahora mismo de la publicidad,
y los anunciantes están presionando a Twitter no para que relaje las reglas de moderación
dentro de la red social, sino para que las endurezca. No quieren que los anuncios de la
compañía que colocan en forma de tweets dentro de la red social se asocien con comentarios,
con tweets de algunos usuarios que puedan ser lesivos para su imagen pública. Y, por tanto,
los anunciantes reclaman una red social menos tóxica, que se limpie en mayor medida la red
social y que, por tanto, las reglas de moderación, como decía, no sean más laxas, sino más estrictas.
Y aquí es donde podría llegar la gran revolución en el modelo de negocio de Twitter que probablemente
Musk tenga en la cabeza. Y digo que podría y probablemente porque el tweet que os voy a leer
a continuación, que para mí es clave para entender cómo pretende Musk conjugar estos dos
objetivos aparentemente contradictorios, este tweet lo publicó y luego lo borró. No sabemos si
porque ha rectificado y no quiere seguir ese camino o porque no quiere desvelar totalmente sus cartas.
En cualquier caso, el tweet que para mí es clave para entender cómo conjugar estos dos
objetivos es el siguiente, dice Musk. Y sin anuncios, Twitter sin anuncios. El poder de
las grandes empresas para dictar la política de Twitter, la política de moderación de Twitter,
se incrementa de manera muy sustancial si Twitter depende de los anuncios para sobrevivir. En otras
palabras, parece que Elon Musk está pensando en hacer transitar a Twitter desde una red social,
cuyos ingresos se basan en la publicidad a una red social cuyos ingresos dependen fundamentalmente de
las suscripciones de sus usuarios. De hecho, en otro tweet, que también ha borrado, ya empezaba
a mostrarnos cuáles podían ser las características de ese nuevo modelo de suscripción. Decía Musk,
cualquiera que se suscriba a Twitter Blue, que es el nuevo sistema, el nuevo servicio de pago que
prepara Twitter, pero que todavía parece estar muy verde, es decir, cualquiera que se suscriba a
Twitter Blue y pague 3 dólares al mes, debería obtener un signo de verificación. Es decir,
que los signos de verificación de Twitter no estén únicamente disponibles para ciertos
usuarios que tengan cierta relevancia social, un gran número de usuarios que inician un proceso
de verificación con sus datos personales, sino que cualquiera que se suscriba a Twitter Blue
obtenga esa cuenta verificada. Y a continuación, añadía a Elon Musk en un tweet que no ha borrado,
los precios deberían estar más bien ubicados no tanto en 3 dólares al mes de suscripción,
sino en 2 dólares mensuales, pero pagados de golpe para el conjunto del año. A su vez,
la cuenta no se verificaría automáticamente durante 60 días y se suspendería automáticamente
sin ningún tipo de devolución del dinero en caso de que se utilizara para espamear. Y adicionalmente,
también aclaran unos tweets que tampoco ha borrado que esos 2 dólares mensuales deberían ser
proporcionales al poder adquisitivo del país y a la moneda local e incluso abre la puerta a que
se puedan pagar con Dogecoin. Vamos, que el modelo para Twitter en el que parece estar pensando Elon
Musk es menos bots, menos spam, más usuarios reales con libertad de expresión que paguen
por utilizar ese servicio de plaza pública y sin que la red social, sin que la viabilidad
económica de la red social dependa de los ingresos por anunciantes que no quieren verse
manchados por algunas de las expresiones de las opiniones que se vierten en esa red social.
Pero, claro, quien tiene que tomar todas esas decisiones no son los accionistas. Quienes toman
todas esas decisiones estratégicas sobre la empresa son los directivos, es el Consejo de
Administración. Y en los últimos días hemos leído algo aparentemente sorprendente y contradictorio
con todo lo anterior. Elon Musk ha declinado formar parte del Consejo de Administración de
Twitter. Y si es así como pretende Elon Musk implementar todos estos cambios por muy accionista
mayoritario que sea, las decisiones se toman en el Consejo. Y si él no está en el Consejo,
¿quién las va a tomar? Pues todo apunta a que los planes de Elon Musk pasan por echar de patitas
a la calle al actual Consejo de Administración de Twitter. Y es que el actual Consejo de
Administración le ofreció entrar, como consejero, a cambio de que renunciara a comprar más del 15%
de la compañía. No entrando en el Consejo, por tanto, Elon Musk se reserva la carta de incrementar
todavía más su participación en el accionariado de la red social. Y cuando tenga un porcentaje
de acciones que considere suficiente para controlar, para ejercer un control efectivo real y continuado
sobre la empresa, entonces es cuando probablemente Elon Musk se decida a dar el golpe de Timón echando
a los directivos actuales, nombrando a unos nuevos directivos e implantando a través de ellos el nuevo
modelo de red social que tienen la cabeza. Y si todo esto es así, personalmente solo puedo desearle
que ojalá tenga mucho éxito en esa cruzada empresarial.