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Juan Ramón Rallo

Laissez faire, laissez passer. Laissez faire, laissez passer.

Transcribed podcasts: 2280
Time transcribed: 38d 6h 22m 10s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

¿Cuál ha sido la propuesta política o económica central del Partido Socialista Obrero Español
en su campaña electoral para el Parlamento Europeo? ¿Acaso ha centrado su discurso en
materia sanitaria, en materia educativa, en materia medioambiental o en materia fiscal?
No. El centro de su campaña electoral en estas elecciones al Parlamento Europeo ha
sido uno muy claro. Votad al PSOE para frenar a la extrema derecha. Veámoslo.
De la misma manera que hasta hace un par de días el Partido Popular apenas había presentado un
manifiesto sin ningún tipo de contenido concreto para pedir el voto de cara a las próximas elecciones
europeas, el Partido Socialista ha articulado una clara estrategia para captar votantes este próximo
9 de junio, consistente en alentar el fantasma y el espantajo de la ultraderecha, de la extrema
derecha, de la derecha radical y de la derecha mala. Que este iba a ser el eje central de la campaña del
PSOE para las europeas, como también lo fue, por cierto, para las elecciones generales del 23 de
julio, es algo que resultaba bastante evidente desde el mismo spot de campaña del Partido Socialista.
Menos ultraderecha, más derechos humanos, menos populismo, más democracia.
Pero es que a su vez la candidata del PSOE a estas elecciones al Parlamento Europeo, Teresa Rivera,
que a su vez todavía sigue siendo vicepresidenta del Gobierno de España, no ha dejado de pronunciar
las palabras derecha y ultraderecha, casi como un mantra apelando al votante del PSOE, durante los
debates y las entrevistas en los que ha participado esta última semana. A continuación podréis encontrar
una larga y no exhaustiva recopilación de todas las veces que Teresa Rivera ha tenido en la boca las
palabras derecha y ultraderecha durante esta última semana. Vemos como en el programa de la extrema
derecha y en el silencio de la derecha se desafía, se desafían esos valores y si pueden sumar van a sumar
y ya sabemos lo que eso significa, más muros, más polarización y más recortes. Lo que da miedo,
de verdad, es esa alianza de la derecha y la ultraderecha polarizando y construyendo muros
contra las mujeres, contra las personas que tienen ideas distintas a las suyas con respecto
a su libertad, su sexualidad o contra los migrantes a los que se les ataca o se les invita a atacar.
Queremos ganar, queremos frenar a la ultraderecha y a sus socios que permanecen en silencio ante
los tremendos acontecimientos que nos rodean. Hoy no me preguntan por Cataluña, hoy saben que
con Salvador Illa hay una oportunidad, pero sí me preguntan por la ultraderecha. Me preguntan
con mucha preocupación por la ultraderecha y por la inclinación de la derecha a blanquear
a la ultraderecha. Y lamento profundamente que todo el programa del Partido Popular se centre
en una denuncia falsa de un grupo ultraderechista que se llama Manos Limpias.
Miren ustedes quienes son los amigos del señor Abascal. Los ultras de Holanda que defienden
la reducción de los fondos europeos y que se deje pagar, de pagar a los estados del sur
de Europa, los del Mediterráneo. La ultraderecha alemana que pide la eliminación del euro.
Le Pen que pide que la comisión cambie radicalmente y desaparezca como existe. Italia que ha suprimido
la inscripción en el registro civil de los hijos de las parejas lesbianas. O Suecia, la ultraderecha
alemana que pide que se suprima el derecho a disponer de once horas de descanso entre
jornadas laborales. Esos son los amigos del señor Bushade. Pero es que son los amigos
también del señor Feijóo. Un señor Feijóo que está dispuesto a discriminar entre una
ultraderecha buena y una ultraderecha mala que no existe evidentemente. Lo cierto es que
se empieza introduciendo a la ultraderecha a las instituciones, después se hace lo que
dice la ultraderecha, después se dice lo que dice la ultraderecha y se acaba convirtiéndose
y alimentando la ultraderecha. Todo esto es muy interesante, pero lo importante, lo que
nos jugamos de verdad es el auge de la ultraderecha. Vean ustedes los programas de Le Pen, de Salvin
y de los ultraderechistas alemanes, franceses, suecos y se darán cuenta de qué puede representar
que se hagan con el Parlamento sumando la gente de Abascal. Creo que copiar a Vox también
en las palabras y en los hechos les acaba convirtiendo y haciendo proliferar esa ultraderecha.
Creo que este es uno de los grandes problemas, el no haber entendido que la alianza con la
ultraderecha es algo que el resto de la sociedad democrática española no acaba de entender,
de encajar, de preferir claramente. La pregunta ahora es qué Europa queremos y esa posibilidad
de que sumen una ultraderecha ascendente con una derecha que coquetea con la ultraderecha
es malo, es malo para el conjunto de la sociedad europea, para el proyecto europeo, para el alma
europea de construcción de puentes de convivencia, de ensanchamiento, de derechos y libertades,
de respeto a las instituciones que están siendo amenazadas abiertamente por una muy buena
parte de esa familia ultraderecha y derecha que pretende precisamente hacer implosionar
Europa desde dentro. Lo que estamos observando ahora es que esos demócrata cristianos cada
vez más conservadores tienden a dividirse y a normalizar o a blanquear una ultraderecha
que está presente y yo creo que eso explica por qué ha habido polémicas muy importantes.
Yo creo que una voz fuerte de Europa con una convicción europeísta de derechos, libertades
es capital, por tanto si no lo hacemos y dejamos que la ultraderecha y la derecha tengan mayoría
sumando, lo van a hacer y lo que vamos a ver es más polarización, más involución en
Europa y más recortes. Yo creo que eso no es bueno para nadie, yo creo que eso nos deja
fuera de carril durante mucho tiempo.
Puede ser que la derecha y la ultraderecha saquen una mayoría muy importante.
Aquí estamos para evitarlo.
El Parlamento Europeo, así que por favor, empieza a votar.
El Partido Popular lo que está haciendo es una campaña de descrédito, de insulto,
de blanqueamiento de la ultraderecha con cero propuestas y yo creo que eso la gente lo
percibe. Lo que estamos advirtiendo es un incremento de la ultraderecha a nivel mundial.
No hay una ultraderecha buena y una ultraderecha mala. Es verdad que se produce precisamente
Madrid porque en España hemos logrado frenar ese avance de la derecha a la ultraderecha
el pasado mes de julio y porque de cara a las elecciones europeas ese mensaje de confianza
de no dejaremos que pasen porque los frenaremos en las urnas es la última barrera que han
de conseguir superar para poder ganar aquello a lo que aspiran y que dicen sin ningún tipo
de recato como en esa llamada de Marine Le Pen a Giorgia Meloni a tomar el poder y hacer frente
desde el Parlamento Europeo a las instituciones tal cual como las conocemos y deshacer el proyecto.
Así que sí, yo creo que es una imagen real de la Europa que podemos vivir si no hay una
movilización progresista y democrática en las elecciones del próximo 9 de junio.
Decía Carl Smith que la distinción entre amigo y enemigo, esa dualidad conceptual,
constituye la esencia misma de la política. Que la política consiste en agruparte, en coaligarte
con los tuyos frente a los otros, frente a aquellos que defienden posiciones contrarias a las tuyas.
Porque los unos no existen sin los otros. Y en gran medida los unos se definen en oposición a los
otros. Y el PSOE lleva explotando hábilmente desde el año 2019 esta distinción. Los otros,
nuestro enemigo, es la extrema derecha y también sus aliados de la derecha. Y por tanto,
todos aquellos que queremos frenar a la extrema derecha nos tenemos que agrupar en un mismo bando
como amigos, como aliados. Y eso, en cada una de las elecciones que ha habido desde el año 2019,
significa agrupar el voto útil detrás de las siglas de la cabeza visible de esa coalición. Es decir,
detrás de las siglas del Partido Socialista. Es decir, que azuzando el avispero propagandístico
de la derecha y de la extrema derecha, el PSOE consigue capitalizar votos en las elecciones
y perpetuarse en el poder. Que, en el fondo, de eso se trata. De manipular los instintos más primarios
del ciudadano, como puede ser el miedo, para que éste te entregue acríticamente su libertad.
Para que éste te obedezca y te sirva sin rechistar. En definitiva, que la campaña electoral del PSOE
a estos comicios europeos, como también, en realidad, a los comicios que hemos tenido previamente
durante los últimos años, se resume en unas palabras muy sencillas. ¡Que viene la extrema derecha! ¡Que viene
la extrema derecha! ¡Vota PSOE!