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¿Por qué motivo la irresponsabilidad fiscal de Macron o la irresponsabilidad fiscal de Meloni
podrían retrasar la bajada de los tipos de interés dentro de la eurozona? Veámoslo.
La deuda pública de Francia se ubica en estos momentos en el 111% del PIB. Asimismo,
la deuda pública italiana alcanza en estos momentos el 138% del PIB. Y estamos hablando
no de dos economías diminutas dentro de la eurozona, sino de la segunda y de la tercera
mayores economías dentro de la eurozona. Es más, no se trata sólo de que el nivel de deuda pública,
111% del PIB o 138% del PIB, ya sean en sí mismos muy elevados, sino que además,
la expectativa es que no van a reducirse durante los próximos años. Incluso podrían seguir
incrementándose. En el caso de Meloni en Italia, porque al menos hasta el momento no ha demostrado
ninguna firme voluntad por cuadrar las cuentas y reconducir el endeudamiento público. Algo que,
por cierto, ya anticipamos hace dos años cuando analizamos el programa económico de Meloni.
Y en el caso de Francia, no sólo por eso mismo. Es decir, porque nadie en el arco parlamentario
francés quiere reducir verdaderamente el déficit público, sino también porque el resultado de las
recientes elecciones legislativas, un parlamento fracturado e incapaz, por tanto, de dar apoyo a
ningún tipo de programa de gobierno, es, en consecuencia, un parlamento que no va a impulsar
ajustes presupuestarios, recortes del gasto o subidas de impuestos que conduzcan a un menor
déficit público y, por tanto, a un desapalancamiento estatal del Estado francés.
Y niveles de deuda pública tan elevados son problemáticos, al menos por dos razones,
que acaban de ser, por cierto, recientemente denunciadas y criticadas por el propio Tribunal
de Cuentas francés. Por un lado, una ratio de deuda pública sobre el PIB creciente significa
que el pago de los intereses de esa deuda va a absorber un porcentaje creciente de los
impuestos abonados por los contribuyentes franceses. Y por otro, una ratio de deuda
pública sobre el PIB creciente también significa que el Estado francés, o cualquier otro Estado
que se halla en la misma situación, se encuentra mucho más desarmado frente a un shock macroeconómico
negativo. Si un Estado que ya está hiperendeudado necesitara, por cualquier motivo, emitir mucha
más deuda pública, por ejemplo, hacer frente a una guerra, o por ejemplo, hacer frente a una
pandemia, o por ejemplo, hacer frente a una depresión económica, como ese Estado ya está
hiperendeudado, su capacidad para emitir nueva deuda con la que financiar algún tipo de medidas
contrarrestantes de los fenómenos anteriores se vería mucho más limitada. Por eso, como decía,
hace unos pocos días el Tribunal de Cuentas francés ha advertido que el creciente endeudamiento
público del Estado francés lo expone peligrosamente a shocks macroeconómicos que, debido a su ya muy
alto endeudamiento, puede que no sea capaz de contrarrestar. Pero además, un elevado endeudamiento
público por parte de algunos Estados, como el francés o el italiano, también puede tener una
consecuencia adicional. Y es que el Banco Central Europeo podría estar tentado a retrasar la rebaja
de los tipos de interés precisamente para disciplinar a esos Estados díscolos, a esos
Estados irresponsables, que no quieren moderar su ritmo de emisión de deuda pública. Actualmente,
el tipo de interés de intervención del Banco Central Europeo se ubica en el 4,25% y el tipo
de interés al que se remuneran las reservas de los bancos en el Banco Central Europeo, y por tanto,
el tipo de interés de referencia a la hora de determinar la remuneración que ofrecen los
bancos privados sobre sus depósitos se ubica en el 3,75%. Y según el Banco Central Europeo,
en los próximos meses veremos rebajas adicionales. Sin embargo, fuentes del Banco Central Europeo están
filtrando a la prensa que ese ritmo de reducción de los tipos de interés se podría frenar como
consecuencia de la indisciplina fiscal de gobiernos como el francés o el italiano.
Y sobre la rentabilidad que puedes obtener por tu ahorro a corto plazo dentro de la eurozona,
recuerda que la entidad que apadrina este vídeo, Freedom24, ofrece ahora mismo dos tipos de planes
de ahorro con distintas rentabilidades y distintos horizontes temporales. Por un lado,
el plan de ahorro diario, también llamado Cuenta D, que remunera el ahorro en euros al 3,64% y el
ahorro en dólares al 5,35%. Se trata de un plan de ahorro, el de la Cuenta D, que está inmediatamente
disponible para el ahorrador. Es decir, los intereses se devengan diariamente y el ahorro
invertido se puede retirar en cualquier momento. Y por otro lado, Freedom24 también tiene disponibles
sus planes de ahorro a largo plazo, 3, 6 y 12 meses, que sí inmovilizan el ahorro a distintos
plazos, 3, 6 y 12 meses, pero que a cambio ofrecen rentabilidades de hasta el 6,01% en euros y de hasta
el 8,83% en dólares. Cualquiera de estos planes de ahorro dentro de Freedom24 se hallan además
garantizados por el Fondo de Compensación a Inversores de Chipre por un importe de hasta
20.000 euros. Si quieres obtener más información sobre Freedom24 y los distintos productos de ahorro
que ofrece para los inversores, puedes obtenerla pinchando en el enlace que aparece en la caja de
descripción de este vídeo o en el comentario destacado.
Pero ¿por qué la indisciplina fiscal de gobiernos como el francés o como el italiano podrían frenar
el ritmo de bajada de los tipos de interés del Banco Central Europeo? Pongámonos en los zapatos de
un banquero central que supuestamente tiene que actuar de manera independiente a las necesidades
financieras del Tesoro. Y ese banquero central observa que el Tesoro Francés o el Tesoro Italiano
no están aprobando planes de ajuste de su enorme déficit fiscal y, por tanto, están sobreemitiendo
deuda pública, despreocupándose, desdeñando si tienen o no tienen capacidad para hacer frente al
pago de los intereses en el futuro. No están recortando el déficit público y están sobreemitiendo
deuda porque confían en que el Banco Central Europeo, en el futuro, va a bajar los tipos de
interés y, por tanto, abaratará el coste al que ese Tesoro Francés o ese Tesoro Italiano van a poder
refinanciar su enorme stock de deuda pública. Y por eso, si el Tesoro Francés o el Tesoro Italiano
no cogen el toro por los cuernos y no comienzan a reducir su déficit público responsabilizándose de
sus propias finanzas y no externalizando su propia irresponsabilidad al Banco Central Europeo, el Banco
Central Europeo puede tratar de doblegarles el pulso mandándoles el mensaje de que no bajará tanto
los tipos de interés como ellos, el Tesoro Francés y el Tesoro Italiano, están confiando en que van a
bajar a la hora de seguir sobreemitiendo irresponsablemente deuda pública. Por ejemplo, uno de los miembros del
Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo filtró hace unos días al Financial Times que estarían
menos predispuestos a bajar los tipos de interés si Francia e Italia no reducen sus déficits públicos.
No puedes pedirles a los países pequeños que respeten las reglas fiscales de la Unión Europea si los
países grandes no lo están haciendo. Y si ninguno de ellos lo hace, esto va a ser un problema, porque hará
nuestra labor, controlar la inflación, mucho más difícil. Por desgracia, los Tesoros Francés e Italiano
también son perfectamente conscientes de que el Banco Central Europeo no va a dejar que el coste de financiación
de la deuda pública europea, y más en particular de la deuda pública francesa e italiana, se dispare hasta el punto
de la insostenibilidad fiscal. Porque el Banco Central Europeo ya ha dejado claras muestras de
que antepone la supervivencia del euro a la lucha contra la inflación. Por tanto, el Banco Central
Europeo no va a dejar que el Tesoro Francés o el Tesoro Italiano entren en bancarrota. Va a facilitar
siempre que el Tesoro Francés o el Tesoro Italiano o el Tesoro de cualquier Estado grande dentro de la
eurozona sigan refinanciando su deuda y el pago de sus intereses. Y como nuestros políticos son bien
conscientes de ello, también han interiorizado que pueden ser fiscalmente irresponsables sin que el
Banco Central Europeo vaya a dejarlos caer en última instancia. Y por eso, probablemente, como mucho
lo que tengamos, sea un pequeño tirón de orejas por parte del Banco Central Europeo a los Tesoros
Francés e Italiano en forma de un retraso en el ritmo de bajadas de los tipos de interés. Amagar
sin terminar de dar. Es decir, retrasar la bajada de los tipos de interés pero controlando que estos
no se disparen a niveles que resulten inmanejables para los Estados sobreendeudados como el francés o
el italiano. Y por eso, la indisciplina presupuestaria cada vez es mayor dentro de la eurozona y por eso,
el Banco Central Europeo, a la hora de la verdad, cada vez es menos monetariamente independiente.
Porque su política monetaria termina estando enormemente condicionada por las necesidades
fiscales de los gobiernos de la eurozona. La irresponsabilidad fiscal conduce a la irresponsabilidad
monetaria y, en cualquiera de ambos casos, usted es el que paga.