This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Teníamos el mejor mercado laboral de nuestra historia y este año los trabajadores españoles
van a experimentar un recorte en sus salarios de prácticamente el 4%, ¿por qué razón?
Veámoslo.
Durante muchos meses hemos escuchado que el mercado laboral español está atravesando
uno de los momentos más dulces de su historia, que jamás habíamos disfrutado de un mercado
tan vibrante, tan inclusivo, tan beneficioso para los trabajadores como el que estamos
experimentando en estos momentos bajo el gobierno de PSOE y Podemos y, muy en particular,
bajo el Ministerio de la Nueva Lideresa de Unidas Podemos, Yolanda Díaz.
Y es verdad que las cifras de ocupación, parcialmente maquilladas por los ERTE y por
el empleo público, son muy positivas, hemos superado el número de 20 millones de ocupados
aún cuando las horas trabajadas en el sector privado todavía estén a niveles del año
2017.
Sin embargo, no solo hay que fijarse en la creación de empleo que se está produciendo,
sino en las condiciones en las que ese empleo se está creando.
Y en estos momentos, el empleo se está creando en un contexto fuertemente inflacionista,
los precios se están disparando.
Y como vamos a mostrar a continuación, ese incremento tan intenso de los precios va a
provocar este año la mayor rebaja salarial de toda la historia reciente de España.
Se crea empleo, sí, pero con una fortísima rebaja salarial, algo que creo recordar a
los líderes de Podemos no les parecía demasiado bien cuando estaban en la oposición y bajo
el gobierno de Rajoy, se creaban medio millón de empleos anuales, eso sí, con salarios
que no aumentaban, con salarios que se estancaban o en algunos años con salarios que incluso
se reducían, pero es que la magnitud de la rebaja salarial que estamos presenciando
en estos momentos no tiene parangón en ninguna etapa anterior.
Vayamos paso a paso.
En primer lugar, la tasa de inflación en el mes de noviembre, ya prácticamente la tasa
de inflación a cierre de año se ubicó en el 5,6%, es decir, los precios al consumo
en España eran en términos promedio un 5,6% más elevados en noviembre de 2021 que en
noviembre del año 2020.
Como podemos ver en este gráfico, se trata con diferencia del incremento de la inflación
más acusado en los últimos 20 años, en realidad en los últimos 30 años.
En segundo lugar, los salarios regulados por convenio colectivo, ya sea convenio sectorial
o convenio de empresa, se estaban revalorizando hasta el mes de octubre de este año a una
tasa del 1,55%, es decir, una tasa claramente por debajo de la inflación que están experimentando
los trabajadores.
Y aunque todavía no tenemos datos, es muy probable que los salarios no regulados por
convenio colectivo estén creciendo por debajo de este 1,55%.
Estas dos cifras, la evolución de los precios de los bienes de consumo y la evolución de
los salarios nominales, son relevantes porque con ellas podemos alcanzar una tercera cifra,
un tercer dato, que es el que motiva este vídeo.
¿Cuál está siendo la evolución de los salarios reales?
Si mi salario nominal se mantiene constante y los precios de los bienes que compro habitualmente
se encarecen en un 2%, a efectos prácticos es como si los precios no hubiesen aumentado
y a mí me hubiesen recortado el salario nominal en un 2%.
Pues bien, si partimos de la base de que los salarios nominales en España están incrementándose
en términos promedios 1,55% y que a su vez los precios se están encareciendo en términos
promedios un 5,6%, tendríamos que en términos medios los salarios reales en España están
bajando a un ritmo del 3,8%.
Por tanto, es como si los precios no aumentaran nada como si tuviéramos estabilidad de precios
y a los trabajadores en términos medios se les bajaran los salarios un 3,8%.
Como podemos observar en el siguiente gráfico, esta reducción de los salarios reales en
un 3,8% es con diferencia, con mucha diferencia, el mayor recorte en los salarios reales dentro
de España de todo el siglo XXI.
De hecho, el segundo mayor recorte de los salarios reales se vivió en el año 2012,
donde España estaba a punto de quebrar y fue del 1,7%, es decir, menos de la mitad
del recorte que vamos a experimentar este año.
Diré más, la pérdida de poder adquisitivo que experimentarán en términos reales los
trabajadores en el año 2021 borra totalmente la ganancia acumulada de poder adquisitivo
que experimentaron en los años 2019 y 2020 bajo el gobierno de Pedro Sánchez, es decir,
que solo en 2021 los trabajadores se van a empobrecer más de lo que se enriquecieron
en 2019 y en 2020.
Tan evidente, tan flagrante está siendo esta pérdida de poder adquisitivo que están
experimentando los trabajadores españoles en el mercado laboral más vibrante, más
vigoroso, más social de toda la historia de España, que incluso la ministra de trabajo
Yolanda Díaz ha tenido que reconocerlo.
Esto parece que el incremento del IPC es puramente coyuntural y no está centrado en los salarios
ni en las pensiones. Es decir, la causa tiene que ver con el precio internacional del gas
y las emisiones de CO2 y demás. Esto quiere decir que tenemos en el conjunto de la unión
acotado el problema. Lo que no hausta a que, como vengo diciendo desde hace meses, estemos
atentos porque está claro que está causando perjuicios, perjuicios en el ámbito productivo,
pero también perjuicios en la pérdida de poder adquisitivo de muchos trabajadores
y de muchas trabajadoras.
Por supuesto, la ministra no ofrece ninguna solución, salvo a caso, incrementar los salarios,
pero si los salarios nominales aumentan al mismo o a mayor ritmo de lo que están aumentando
los precios, los precios volverán a aumentar al mismo ritmo o a mayor ritmo, de manera que
entraríamos en un espiral precios salarios de la que nadie saldría ganando en última
instancia.
Pero, además, fijémonos como la ministra desliza que esta inflación tiene un carácter
aparentemente transitorio. Cuidado, no nos dejemos engañar con los adjetivos. Aun cuando
la inflación tuviera un componente transitorio, que no es del todo descartable, aunque tampoco
es ni mucho menos tan seguro como parece estar dándolo a entender la ministra de trabajo,
pero aun cuando la inflación tuviera una naturaleza transitoria, eso no significa que
los precios el año que viene van a caer todo lo que han subido este año y que, por tanto,
los trabajadores recuperarán el poder adquisitivo que han perdido este año. No, aunque en 2022
la tasa de inflación se ubicara en el 0%, es decir, aunque hubiera perfectísima estabilidad
de precios en el año 2022, los salarios reales permanecerían al nivel rebajado en el que
los ha dejado el año 2021. Si este año te bajan los salarios un 5%, aunque el año
que viene no te los vuelvan a bajar, eso no significa que ha recuperado el poder adquisitivo
del año anterior. Significa que, consolidas el bajo, el rebajado, el recortado, poder
adquisitivo que te dejó el año 2021.
Para recuperar el poder adquisitivo que tenías en 2021 y que te fue arrebatado por la inflación,
debería suceder alguna de las dos siguientes cosas en el año 2022. O bien, tener una tasa
de inflación del 3,8% o bien que los salarios nominales aumenten en un 3,8% o bien una combinación
de ambos fenómenos. Y es bastante dudoso que termine sucediendo,
generalmente claro, alguno de estos dos fenómenos, de tal manera que es muy complicado que el
poder adquisitivo que han perdido los trabajadores en 2021 lo vayan a recuperar en 2022, quizás
sí en 2023 o en 2024 o en 2025, pero de momento ni en 2021 ni en 2022.
Por tanto, el recorte de los salarios reales que están experimentando los trabajadores
no es tan transitorio como quiere dar a entender la ministra de trabajo y lideresa de Unidas
Podemos violanda a día.
En definitiva, después de tantos años escuchando a tantos economistas de izquierdas, algunos
de ellos metidos en Unidas Podemos, diciendo que la inflación en realidad no era enemiga
de los trabajadores, sino amiga de los trabajadores, aquí están sus resultados, un recorte salarial
como no ha habido otro en el siglo XXI.