This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
Ahora podrás ver este episodio en Pódimo en primicia antes que en el resto de plataformas.
Nadie sabe nada, disponible en Pódimo.
Bueno, como si estuviéramos en un ascensor esperando.
¿Pero esto qué? ¿Ya ha empezado?
No ha empezado, hostia.
¿Ha empezado o no ha empezado?
¡Oh, qué pesado!
Pues haz que...
Pero pon que empiece, que todo esto es bueno.
Bueno, espérate.
Vale.
No, espérate. Van a poner una música de ascensor.
Ah, pero ya ha empezado.
Y estábamos en un ascensor, ¿vale?
¿Ya ha empezado?
Sí, ahora...
El ascensor.
Pues está refrescando, ¿eh?
Bueno, lo típico en esta época, ¿no?
Ya.
¿A qué piso va?
Alterrat.
Que estaba el otro día en Madrid...
Perdón, aprovecho, no le conozco de nada.
No, no, no digo nada.
Pero aprovecho para contarle una anécdota personal.
Sí.
Estaba en Madrid tomando un café.
Recuérdeme que le diga algo cuando acabe.
Sí, claro.
Estaba tomándome un café.
Ajá.
Y vi que una persona me miraba.
Me miraba todo el mundo, pero concretamente una señora.
¿Quiere un poco de agua de un termo que llevo?
No, no, gracias.
Porque a usted no lo conozco de nada.
A ver si ha escupido dentro, ¿no?
Y...
Mmm...
¿Va a beber así?
Va a beber así.
Vale.
Como un pájaro de un bebedero.
Ya.
Mírame, cuéntame.
Pues estaba yo en una mesa y a tres meses de distancia una señora.
Sí.
Que yo con mi mirada perimetral de famoso, yo ya veo que me miran.
Sí.
Pero como que no.
Sí, sí.
Y ella pues hacía como una...
¿Es famoso usted?
Sí.
Sí, sí, sí, sí.
Pensaba que era un vecino.
Sí.
Soy de la...
Un vecino regular.
No, no, no.
Regular.
Regular neighbor.
Al mundo del espectáculo.
Y me dice la persona esta...
Bueno, no decía nada.
Me miraba y tal.
Y ya finalmente...
¿Qué es usted actor?
Se quiere callar.
Y escuchar la narración que la va cortando y pierde sentido.
No lo conozco de nada y ya me da rabia.
Bueno, y...
Imagínese yo que encima me ha dicho que es hasta famosa.
Ya, bueno.
Pues coge la mujer y finalmente ya se arma de valor y me dice, perdone.
Perdón.
Desde tres meses de distancia.
Digo, dígame, señora.
Yo soy muy educado.
Dígame, señora.
Dice, ¿es usted Kim Moon-jo?
Y yo creo que estuve bien.
Usted me lo dirá.
Le dije, no, pero me gustaría serlo.
Dice, ah, perdone si le he molestado.
Digo, no.
Y seguí con lo mío.
Qué bonita anécdota.
Y qué poco me lo esperaba yo de un viaje en ascensual.
Sí.
¿Quiere otra?
No, yo...
Bueno, si quiere.
Sí.
¿Tiene otra?
Sí.
Vale.
Recuérdame que le diga una cosa cuando acabe.
Sí, bueno, a ver.
Qué viaje más largo, ¿no?
Bueno, bueno.
Está relacionado con eso.
Ah, sí.
Pues nada, esta es más rápida.
Voy por la calle y una persona me dice, ¡buena fuente!
Y me grita.
Yo creo que con un volumen demasiado alto.
¿Ese es su nombre de famoso?
Sí.
¿Es nombre real o es...?
No, es buena fuente, sí, sí.
Ah, caramba.
Sí.
Parece un nombre artístico, ¿no?
Sí, ¿verdad?
No, no lo es.
Y entonces dice, oye, que yo te conozco, ¿eh?
Digo, sí, ah, muy bien, muy bien.
Yo, si le parece, sigo con mi camino.
Dice, sí, sí.
Y, oye, como un ninja, apareció, era un repartidor, y apareció dos esquinas más adelante.
Que yo me asusté, ¿eh?
¿Avanzó corriendo?
Sí, él siguió su camino y yo el mío.
Y de repente, sí, ¡ay, te vuelvo a ver!
Digo, ah, sí, sí.
Y dice, soy muy fan tuyo.
Digo, ah, muchas gracias.
Dice, ¿qué estás haciendo ahora?
Yo creo que son dos...
Voy a darle la chapa a la gente en el ascensor, ¿no?
Yo creo que son dos argumentos que se desactivan.
Soy muy fan tuyo.
¿Y qué estás haciendo ahora?
Hombre, esas son antitéticos.
Digo, estoy en la radio.
Dice, y ahí me ganó.
¿En la COPE?
Digo, sí.
Después de la misa de las 12.
Ah, muy bien.
Una foto, y le dije, no puedo.
Me lo prohíbe mi religión.
Y seguí.
Guau, vaya vida la suya.
Sí.
Así todo el rato, todo el rato.
¿Me permite que le diga esto que llevo un rato diciendo...
Perdona, pero es que tengo un poco de prisa, ¿eh?
¿Qué cuesta?
Lo que viene a colación con lo que le pregunté al principio.
¿Usted a qué piso iba?
¿Eh?
Yo al ático, al Terrat.
Vale.
Pues quiere darle al botón de una puñetera vez que llevamos aquí parados en la planta baja.
Media hora.
No me había dado cuenta.
La cadena Ser y el Terrat presentan...
Nadie sabe nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafonte y Berto Romero.
Ya hemos llegado arriba.
Se abren las puertas.
Bueno, bueno, bueno, bueno.
Ya estamos en la terraza con vistas de la comedia en este país con el señor Berto Romero.
¿Qué tal, Berto?
Muy bien.
¿Quieres que te cuente una cosa que me ha ocurrido hoy?
Bueno, si no es muy así, a ver si está al nivel.
No, no es tan larga ni vamos ni de coña.
Es que a ti todo te parece largo.
¿Te has dado cuenta, no?
No puedo desarrollar nada.
No, hombre, no.
Era una broma.
Ah, vale, vale.
¿Qué hago?
¿Qué quieres que haga?
No, no, no.
Nada, nada.
¿Qué te diga?
No, qué bien todo, qué bien.
Hombre, pues sí.
¿Cómo me ha gustado?
Sí, pero para que haya conflicto, para que haya comedia, tiene que haber conflicto.
Oye, por cierto, ¿qué nos han puesto detrás en la pantalla?
Ya parece una funeraria, ¿no?
Esto no tiene gracia ninguna, ¿no?
No.
Nos ponen fotos en la pantalla posterior, pero hoy es tan minimalista.
Como unas telas.
Unas telas cubriendo un...
Sí, sí.
Las obras de la estación de Sanz, nos informa Ramón.
¿Quién decide esto?
¿Quién decide?
Esto es Mía, ¿no?
El presidente.
Mía tiene un sentido del humor muy retorcido.
Sabes que es un programa de comedia, ¿no?
Y tú dijiste, obras de la estación de Sanz, esto me va bien.
Vale, vale.
Pues mira, ha generado, si no una carcajada, sí, un cierto sentimiento de hilaridad, ¿verdad?
Claro, sí, mucho, mucho, me veo vivo.
Pues que...
Bueno, adelante.
Que sabes que yo bajo caminando normalmente al programa.
Sí, haces un Hitler, ¿no?
Hago un Hitler.
Sí.
Cuéntalo, porque igual...
Pues que me enteré que Hitler caminaba de bajada.
Sí.
Le gustaba caminar, pero de bajada.
Y cuando llegaba abajo tenía un coche.
El hijo de la gran puta decía que...
Decía que él hacía ejercicio, pero le pedía a su chofer que lo dejara en un sitio elevado
y entonces bajaba bajando.
Bajaba bajando.
Y yo he descubierto que a mí también me gusta hacerlo.
Eso no es hacer cardio, ya lo sabes.
Bajo caminando y cuando acabo el programa, un taxi me sube.
¿Qué coincide con lo que hacía Hitler?
Bueno, pues sí.
En eso sí.
Mientras lo te dé por invadir Polonia...
No, no.
Intento no copiarles nada más.
Escúchame.
Pero eso me gusta.
Tú.
Escúchame.
Pero, tío, ¿tú crees que me tienes que tratar así?
Es que no me miras.
Escúchame.
Tengo gente delante.
Bueno, bueno.
Te cuento...
Y me lo ponga de canto todo el rato y no ves la pantalla.
Te cuenta los pasos.
Te cuenta los pasos el reloj.
Te cuenta los pasos.
Quítale a la mitad.
¿Por qué?
Porque son de bajada.
¿Pero qué más te dará que sean de bajada?
Pues porque...
Pero es que es una bajada moderada, que no es como cuando tiran el queso ese y...
Moderada, dice.
Con la aladera.
Moderada, dice.
No voy sufriendo.
Es una bajada muy moderada.
Bueno, yo qué sé.
Yo lo quiero hacer así.
¿Por qué me tienes que quitar la ilusión?
Pues no, pues hazlo.
Tienes que bajar haciendo zigzag ahora.
Pues hazlo, hazlo.
No.
Bueno.
Ya está, me ha quitado las ganas.
No, hombre, no.
Yo le dejo hablar en el ascensor todo lo que ha querido.
Vale, vale.
Estás bajando como Hitler.
¿Y?
No, bajando como Hitler no.
Bueno, ya, sí.
No bajas.
No bajo pensando en métodos para exterminar a las personas y conquistar territorio.
Eso te engrandece.
Vale.
No, es verdad.
No lo pienso casi nunca eso.
Vale.
¿Qué era la cosa?
Ah, sí, que he bajado caminando.
Sí.
Y cuando he llegado...
¿Dónde?
Aquí.
Aquí, vale, vale.
He ido al bar donde tomamos un café antes y no estabas ni había nadie.
Digo, bueno, me acerco a la radio y me acerco a la radio y digo, muy poca gente ha venido
hoy para lo bien que va el podcast.
Ya.
Para lo bien que va este programa, muy poca gente ha venido hoy.
¿Sabes qué hora era?
¿Qué hora era?
Pues las 11 de la mañana.
No me acordaba qué hora grabábamos por la tarde.
¿En serio?
En serio.
Bravo.
Bravo.
¿Cómo he bajado?
Bravo.
He bajado, he visto que no había nadie y he pensado, bueno, he cogido mi taxi y me he vuelto
para arriba como un buen nazi.
Cosas de nazis.
Oye, pues se ha perdido una gran ocasión que era haber entrado tú solo, hacer un programa
tú solo, sin público.
No, no, no.
Sí, eso es un nadie en reserva.
Sí, reserva, sí, las tringentes.
Dejando los huecos para que yo me metiera.
Hostio.
Sí, hombre.
Hostio, qué idea.
Bueno.
Nadie con huecos.
Claro.
Un nadie con huecos.
Un nadie grullero.
Un nadie...
Claro.
Un nadie positivo, nadie negativo y luego los mezclamos.
Claro, yo me meto encima ya con una ventaja, porque sé lo que has dicho.
Y yo, sí, hombre, ¿qué dices ahora?
¿Cómo?
¿Qué?
Claro, voy.
Y me meto.
No está...
No sé si es mala idea, ¿eh?
No, seguramente sí.
Pero es lo primero que me ha venido.
Vale, vale, ya lo hablaremos.
¿Quieres que cojamos cosas de la urna que hace mucho tiempo?
Ah, yo tengo dos contenidos preparados para hoy.
Muy bien.
¿A qué sección corresponden?
Uno es retratos...
¿Cómo te llamas?
Berto.
¿Me dejas el DNI, por favor?
Y la tarjeta.
Te voy a cargar 1.500 euros.
Por si acaso.
¿Qué dices?
La sección de retratos alternativos.
Ah, sí, bueno, lo hicimos la semana pasada.
Sí, tengo cinco más.
Vale, vale, vale.
Vale, yo dibujo y retrato gente y no se parecen mucho.
Sí.
Pero un poco.
Bueno, pero yo le dije, como curator que soy suyo, que soy...
Es curator.
Soy curator.
Hola, buenas tardes.
Le dije, creo que se ha encontrado un nicho de mercado.
O sea, nadie hace esto.
Nicho de mercado porque está muerto.
Sí.
Nadie hace esto.
La gente intenta parecerse o hace una caricatura grotesca, pero nadie hace esto, que es dibujar
a una persona conocida y que no se parezca en nada naciendo una nueva persona.
Pero sí, no, no en nada.
Sí que se parece un poco.
Bueno.
Es como el...
Es como el Word de Infausto Recuerdo.
Sí, sí, sí.
En comparación...
Sí.
Bueno, yo lo llamaría Wrong Faces.
Wrong Faces.
Wrong Faces.
Bueno, pues tengo este contenido, cuando queráis, lo podemos...
Hombre, ahora no.
No, nada, poco tiempo, ¿por qué?
Montamos la exposición aquí.
Es que hicimos una exposición la semana pasada.
Vale, pues hacemos otra exposición.
Venga, vamos.
Os voy a poner un dibujo.
Sí.
Y vosotros tenéis que adivinar quién es, ¿vale?
Venga.
Vamos con el primero.
Venga, muy bien.
Esto también lo podéis hacer en casa.
Este ya salió en el programa.
Bueno, eh...
¿Quién creéis que es?
Buf.
A ver.
Mario Vaquerizo.
Mario Vaquerizo.
Pero después de caerse, ¿eh?
Venga, ¿quién, quién?
Sí, sí, sí.
A ver...
Es una actriz, muy buena actriz.
¿Cómo?
Angélica Houston, no.
No.
Clara Segura.
Clara Segura tampoco.
Clara Segura, podría ser, sí.
No.
No, no.
Anabel Alonso.
Anabel Alonso.
Qué buen público, muy bien.
Inma.
Inma.
Carmen Maura.
Vas Padilla.
Inma Cuesta.
¿Ah, que no?
Ya está.
Muy bien.
Este dibujo es...
Exacto, os conté que mi mujer me dijo...
¿Cómo se llama esa actriz?
Y dijo Inma Cuesca.
Inma Cuesca.
Entonces yo intento dibujar a Inma Cuesta,
no me sale y digo, es Inma Cuesca.
Claro.
Ese es el juego en mi casa.
Tienes un match perfecto.
Los nombres equivocados para una cara equivocada.
Venga, otra.
Venga, a ver.
A ver.
Oh, hostia.
El de estopa, pero...
Pero vamos.
David de estopa a las 10 de la mañana.
Venga, va, no.
Es un cómico.
¿En serio?
De Sevilla.
De Sevilla.
De Sevilla, no.
No, esa patilla...
Es que este no me ha quedado muy bien, ¿eh?
Es que ninguno te queda bien.
Coronas.
Coronas no es.
No te ha quedado bien, mal, ¿no?
Cimas, mal.
No.
Agustín Jiménez.
Agustín Jiménez, sí señor.
Maravilloso, maravilloso.
Venga, otro.
Sigue por ahí, por favor.
A ver.
Oh.
Broncano.
Broncano.
¿Ves?
Ah, lo habéis adivinado.
Pero no.
No, no, pero este es muy bonito porque mira.
Ya no sirve.
Una mitad es broncano y la otra es Jorge Ponce.
Sí.
A ver, dice que una mitad es broncano y la otra mitad es Jorge Ponce.
Sí, es verdad, sí.
Sí, sí, sí, sí.
También es como un broncano del románico, ¿eh?
O sea, tienes ahí una cosa...
Venga, otra.
Joder, qué estilo, macho.
Este sí.
Ah.
Coronas.
Coronas.
Pero, ¿ves?
No te funciona porque se parece.
Tienes que, cuando ves que se parece, activa algo para desviarlo.
Pues no sé dibujar tanto como para decir si...
Si supiera hacer que se pareciera, no habría juego.
Esto yo soy tu curator, te digo.
Esto no lo podemos exponer.
Vale, este no se puede vender.
Este no se puede vender.
Se parece demasiado.
Claro.
Vale, ya está, ¿no?
Los que tenía preparados para hoy o queda alguno más.
Bueno, a ver.
Ah, no, mira, este.
A ver quién sabe quién es.
O el príncipe Felipe.
Ray Felipe.
¿Quién lo ha dicho ya?
Sí.
¿Ferran Adrià?
Va, hombre, va.
No.
¿Sí, Ferran Adrià?
No, no, no, no.
No, no.
Escúchame.
Es más.
No, no, no, no.
No, no, no.
Es más.
No, no, no, no.
Che, no limita.
Alja, alja.
Que no le gusta que limites, ¿eh?
Es más Tom Hanks, ¿eh?
Claro.
Si es que...
Pero es hace años, está más joven, está más delgado.
Pero tiene la cara muy larga, hombre.
Bueno, ya sé que no se parece.
Ya, ya, muy bien, muy bien.
Vale, pues ya está.
No lo hace nadie.
Hasta aquí, retratos alternativos.
Esta es la exposición.
Próximamente a la venta.
All Line.
Madre mía.
Bueno, pues venga, vamos a iniciar la lectura de...
Sí, sí, sí.
Sí, porque se acumulan las tonterías y luego la gente...
Ay, no lees nada.
Coco Tiñone...
No, Chico...
Chico Tiñone.
Sí.
Desde Chirivella, Valencia.
Chirivella.
Como italiano, ¿no?
Desde Chirivella.
Chirivella.
Chirivella.
Hola, mandangas.
Hola, mandangas.
Bueno.
Una consulta.
Cuando os hacen una llamada de bolsillo, esas que se hacen sin querer, ¿sois de los que
se quedan cotilleando la conversación o colgáis inmediatamente?
Allí.
Se mantén en sol menor para vuestras almas.
Chico, se pronuncia chico.
¿Cómo lo he pronunciado?
Claro, claro.
Pues yo confieso que sí.
Un poquito sí.
Escuchas, hombre.
Yo también.
Claro.
¿Quién no escucha?
Claro.
¿Quién no escucha?
Sí, sí, sí.
Sí, sí.
Claro, porque es un principio básico del cotillismo, que dices, no estoy bien, pero...
No, pero además que te ha llamado él.
Y se habla de mí.
No, no, es que te ha llamado la otra persona.
Sí, te ha llamado la otra persona.
También es verdad.
Si dijeras, no, es que yo he contratado un sistema, he burlado el cortafuegos y la IP
de tu teléfono he entrado, dices, bueno, te has llamado tú.
Claro, claro.
Te has dejado abierta la puerta de tu intimidad.
Ya, ya, ya.
Yo no hago nada, yo solo estoy ahí.
Ya, ya, ya.
Bueno, pues muy bien.
Dice Mono López, Mono López, desde Villanueva del Pardillo, se la he inventado, ¿no?
No existe, Villanueva, todo.
Si pudieras vivir en cualquier serie de televisión, ¿cuál sería y por qué?
Vivir en una serie de televisión.
Yo creo que da un poquito para encuesta rapidita.
Esta ya la hemos hecho.
¿Sí?
Esta me suena a mí.
Ah, sí.
A mí me suena.
Ah, bueno, ¿quién lo sabe?
Hemos dicho tantas cosas ya.
A mí me suena.
Porque yo dije Seinfeld, creo.
¿Sí?
O Larry David, sí, me suena.
Yo dije Doctor en Alaska.
¿Tú dijiste Doctor en Alaska?
Ah, ya lo hemos dicho.
Ya lo hemos hecho.
Ya lo hemos hecho.
Ya lo hemos hecho.
Escucho, pesado.
¿Quién puede haber usado una pregunta y volver y haberla metido en la urna otra vez?
Sí.
¿Quién puede haber hecho algo así?
No.
Nosotros.
Una pregunta que además recuerdo que la leíste tú.
¿Quién ha venido y le ha cogido un papel a este señor y lo ha vuelto a meter en la urna?
Cualquiera persona.
¿Quién ha sido?
Bueno, no te enfades.
Figueroa desde Trujillo.
No reírse de las personas mayores.
Escúchame.
Soy...
Cuidadito, ¿eh?
¿Soy el único que le pide a Alexa las cosas, por favor?
No, no.
Yo...
Yo...
Yo le pido las cosas, por favor.
Sí, pero no se desactiva.
No.
No.
¿Cómo?
¿Qué dice?
No sé.
Dice, por favor, y hace...
Y se apaga.
Pero no tienes...
Alexa, no debe ser la última palabra de la orden.
¿Sabes lo que podrían hacer?
¿Qué?
Que contestara con...
Con Escarnio.
Dices, ¿me pones una canción de Bisbal, por favor?
¿Me pones una canción de Bisbal, por favor?
¡Oh!
Para acabar ya con la poca educación que nos queda.
Modo Escarnio, ¿no?
Modo Escarnio.
Modo Escarnio.
Yo creía que era la palabra Alexa,
debía ser la última.
¿Sabes?
¿Me puedes...
Lo que sé.
Poner en el telediario Alexa...
Para que ella diga, soy yo.
Ah, ah, ah.
Pero claro, tú dices, Alexa.
Dos puntos.
Estaba pensando aquí con mi familia...
Claro, ¿en qué momento desconecta, no?
Claro.
Ella está escuchando.
Nos gustaría revisar la saca del padrino,
pero de atrás a delante.
¿Podría después...?
Y Alexa dice, mira, no...
No lo he probado nunca, ¿eh?
O sea, hacerle, por ejemplo, decirle...
Una pregunta muy larga.
Pero con giros.
Sí.
O sea, decirle, Alexa,
me gustaría ver alguna película del padrino,
pero después de pensarlo he dicho, no,
mejor que fuera...
Algo tipo Fast and Furious,
o escucha...
Pero, ¿no sería mejor escuchar el tercer álbum
y que diga...
A ver cuándo se rinde.
Claro, claro.
Y ella haciendo prebúsquedas.
Vale, para decir...
Ah, no, no, no, no, no.
Y a fiela responde,
una mierda para ti, ¿no?
Vale, vale, vale.
Pues, no.
Laura del Laurel Supremo desde León.
No es verdad, ¿no?
Tampoco.
¿Cuánto ha durado la broma más larga que habéis hecho?
La mía duró nueve meses,
todo lo que dura un curso escolar.
Al principio del curso llegó una profesora de música nueva
y estuve durante todo el curso fingiendo ser argentina.
No me arrepentiré nunca.
Muy bien.
Muy bien.
Me gusta mucho ese tipo de gente, ¿eh?
Sí.
Yo tengo un amigo,
¿quieres que te explique una anécdota de esas de...
que te va a gustar?
Además, tú le conoces, ¿eh?
A ver.
Sí.
Es mi anécdota ajena.
Bueno, mi anécdota que me apropio yo.
¿Vale?
Vale.
Esto es...
Muy bien.
Mi anécdota ajena.
Esto es un amigo mío que es muy buena persona.
Muy buena persona.
Ya se quiere.
Vale.
¿Sí?
Sí, esto es un homenaje a Tomás Fuentes de la Ruina.
Vale.
Entonces...
Siempre dice eso.
Él está en buena persona...
Más tonto.
No, escúchame.
Está en buena persona que no le gusta dar malas noticias,
no le gusta contrariar a nadie,
vive en un océano de bondad
en el cual no hay sitio para los problemas.
Vale.
Y se echó novia.
¿Se echó novia?
Se echó novia.
¿Se ha echado novia?
Se echó.
Ah, se echó.
Se echó.
Se echó.
Pero yo lo he comprimido.
¿Se echó novia?
¿Me entiendes o no?
Sí, sí, sí.
Vale, hace muchos años.
No, no, no.
Simplemente pensé...
Porque la persona que creo que es...
Sí, ¿eh?
No te cuadra, ¿no?
No me cuadraba.
Bueno, pero fue joven, ¿eh?
Ya, ya.
Ya, vale.
Sí, sí.
Se echó novia en un momento dado.
Ya lo sé yo cómo va lo del tiempo.
Vale, vale.
Bueno.
Y resulta que todos nos alegramos mucho.
Dijimos, ay, qué bien.
Estamos muy contentos.
Y sí, sí, estamos...
Y un día nos dice, mira, he estado pensando que esta relación no va muy bien y voy a ir.
Porque tenía que desplazarse bastantes kilómetros para cortar.
Que es un tema que no quieras tú afrontar eso.
Es duro, ¿eh?
Corta.
Bueno, entonces todos quedamos a la expectativa.
Y cuando volvió, nos contó la anécdota siguiente.
Se conoce que el camino del corte se fue como engorilando y fue pensando, joder, cómo lo asumo, cómo lo hago.
Porque era una muy buena tía, era una muy buena persona también.
Bueno, simplemente se le acabó el amor a él y no quería herirla.
Sí, se acabó el amor y no de tanto usarlo, creo yo.
Pero bueno, es igual.
Yo creo que todo al revés.
Vaya cuña has metido ahí, ¿no?
Es que se acabó de no usarlo.
Pero ahora es igual, no quiero entrar ahí.
No tienes que entrar ahí.
Entonces, él se planta en la ciudad y decide...
Estaba en otra ciudad.
Sí, bastante lejos de su casa.
Decide añadir un elemento a la puesta en escena con la novia.
Que era simular una leve cojera.
¿Con qué objetivo?
Bueno, pues dar un poquito más de pena.
Bueno, chico, en su cabeza, creyó...
Él de los nervios, ¿no?
De los nervios, él creyó que llegando...
Si me veo un poco cojo...
Sí, ¿qué te ha pasado?
Y dijo, es que he tenido un pequeño accidente.
¡Hostia, no!
Sí, sí.
Y entonces, se planta...
¿Pero por qué, eh?
Chico, ya le conoces.
Se planteó con la leve cojera y la chica, que era muy buena tía, dice...
Bueno, ¿qué pasa?
Y dice, oh, tenemos que hablar.
¿Y qué te ha pasado?
Y dice, no, que he tenido un pequeño accidente.
Y dice, vale, ¿qué querías?
Y dice, vamos a tomar un café.
Y entonces, va, tienen que ir cojeando, cojeando.
Y le dice todo, ¿no?
Dice, mira, ha pensado, ¿qué tal?
Y la chica, bueno, pues oye, se ha intentado y tal.
Pero estaba tan lejos de casa, que estaba fuera del continente.
¿Estaba fuera de Europa?
No.
Estaba fuera de la península, perdón.
Ah, vale, vale.
Sí, sí, sí.
No, no, no, es que ahora por un...
Por un...
No, no, no, vale.
Por un momento, he pensado que...
Yo creo que son unas islas, son unas islas.
Vale.
X.
Un archipiélago.
Un archipiélago.
Corre.
Vale.
Un conjunto de islas.
Pues no hay muchos, ¿eh?
Bueno.
Y le dice...
En España, digo.
Bueno, y dice, este tío es muy buen tío, ya sabes cómo es.
Y le dice, bueno, pues nada.
Porque asumes que es ese que...
Sí.
Sí, vale, vale.
A ver, mírame.
Sí.
Sí, sí.
Y le dice este...
Y la chica, que es muy buena tía, como te digo, le dice, oye, ¿y qué vas a hacer ahora?
Y este, no sé, estoy aquí en un hotelito.
Dice, mira, si no te importa, pues pasemos el fin de semana juntos.
Vamos a cenar y...
No tenemos por qué romper así de esta manera.
Claro.
Como amigos, pasamos el fin de semana juntos.
Estamos en una isla que haces tú cerrar en un hotel porque no hay avión hasta...
El último fin de semana.
Sí.
Y él, como es buen tío, dice, pues bueno, vale.
Y entonces me dice, claro, tuve que pasar todo el fin de semana cojeando.
Porque, claro, yo de repente no podía curarme.
Entonces, ese tío, todo el fin de semana, metiendo la oreja en un charco, de viernes a domingo,
¿te quieres creer que llegó?
Porque esto nos lo contó.
Tiene una lesión, ¿no?
Coño, que se hizo daño.
No, no, no, se hizo daño.
Claro, claro.
Sí.
Claro.
Y nosotros lo vimos ya con una leve cojera.
¿Qué te ha pasado?
Hostia, que cogeo de hacerme el cojo.
He simulado una cojera.
Bueno, aquí nos ganó, nos ganó para siempre.
Uf, es el mejor, ¿eh?
Muy bueno, es el mejor en lo suyo.
Una breve pausa y seguimos con más tonterías.
Venga, vamos allá.
Nadie sabe nada.
Samantés y Milke para todos.
Gracias.
Que sepáis que este programa ya se puede ver a partir de la una.
¿Cómo? ¿Ya?
Sí, si es sábado, ¿eh?
¿Si es sábado ya?
Si es sábado a la una, por Podimo, el vídeo.
¿Qué me estás diciendo?
Y luego el martes, como siempre, en YouTube.
Pero hay gente ansiosa que no puede esperar.
¿Pero el martes ya?
Sí, no, bueno.
¿Pero el sábado ya y el martes ya?
Sí, no me líes, Berto, no me líes.
Los sábados en Podimo y el martes en YouTube.
Si quieres ver nuestros jepetos.
¿Ya?
Retomamos el programa.
Segunda parte.
Ahora ya, no sé si tienes alguna anécdota de algún amigo tuyo o lo que sea.
Tengo una, pero...
¿Quieres cantar?
¿Quieres cantar?
No, no.
Tengo una de un amigo también relacionado con romper con una pareja, pero es que no la
quiero contar más porque no me acuerdo muy bien de cómo era.
Bueno, invéntatela.
No, pero y no creo que le dé...
Sí, hombre, va.
No creo que le importe que lo cuente.
No, va.
La quiso romper con una chica y...
¿Es buen amigo?
Sí.
No le importa.
Se puso tan nervioso que iba estirando la situación y le dijo que es que se tenía que ir de viaje.
Ya.
Y que le ponía...
Y que a tal hora tenía que venir a buscarle un taxi porque se tenía que ir de viaje.
Entonces la cosa se alargó, típico drama de tal, no sé qué.
Sí, bueno, claro.
Y acabó haciendo la maleta.
Imaginaria.
Y bajando de casa y diciendo, bueno, pues márchate porque ahora me viene a buscar el taxi.
Y pedir un taxi, subir a un taxi.
La chica se fue y decirle al taxi, deme la vuelta a la montaña.
¡Oh!
Y bueno.
Sí.
Sí, creo que era algo más o menos así.
Es bastante mítica esta.
¡Oh!
Claro, porque...
Sí, no, no.
Hay gente para todo.
Hay gente para todo.
Se te monta un bodevil aquí enseguida.
Sí, hay gente para todo.
Yo tenía un amigo muy conocido que decía que a él le encantaba...
Tenía novias, muchas novias.
Pero que no le gustaba que se quedaran...
Que tenía muchas novias.
Muchas novias.
La niña.
Sí.
Que no le gustaba que se quedaran a dormir porque era muy rarito.
Y entonces, claro, dice, a veces la cosa se ponía muy violenta porque yo que sé, eran las 2 de la mañana
y la chica con buen criterio decía...
Y él le decía, haz lo que quieras, por mí ningún problema, pero a las 7 viene mi madre.
¡Ah!
¿La carta madre?
Un tío de casi 50 años, ¿eh?
Que te imaginabas...
Jessica Fletcher, ¿no?
Con la puerta.
Y ella, pero...
¡Quién ha muerto aquí!
Pero ¿cómo?
La chica decía, pero ¿cómo?
Tú madre.
Sí, porque tiene la costumbre de venir a las 7 de la mañana.
Tú verás, tú verás.
Y ahora las chicas decían, no, mire, quédate aquí con tu madre y con tu...
Bueno, ya, ya, ya.
¿Entiendes, no?
Bueno, pues vamos a...
Bueno, la cosa que...
El otro contenido.
¿Queréis que lance el otro contenido que tenía?
Sí, hombre, por favor.
Una persona en un especial de Nadie sabe nada que hicimos en Madrid, que aceptamos preguntas
manuscritas, y escribió una persona que era imposible...
Bueno, yo no tuve narices, y no tener yo narices es un buen síntoma, ¿eh?
Ah, fue en Madrid, ¿no?
En Madrid.
Clarificarla, sí.
Tenemos aquí, os podemos enseñar la nota en una foto que además pixela un poco para
que se vea peor aún.
Es como cuniforme ya, ¿no?
Sí, una escritura cuniforme.
Entonces hay...
Era indescifrable, ¿eh?
En Instagram hay más de 600 comentarios, me dicen, sobre...
Yo no sé por qué yo no lo miro, porque los comentarios me dan mucho miedo.
Claro.
Y en Twitter hay más de 300, y están divididos en la traducción de la primera palabra.
Hay quien dice que es amén, hay quien dice que es alguien, y hay quien dice que pone acuérdate.
Entonces, las teorías son...
La frase es, amén que diga que nunca hay que rendirse, alguien que diga que nunca hay que rendirse,
o acuérdate que diga que nunca hay que rendirse.
¿Vale?
Amén, no.
La mayoría aconseja que lo lea un farmacéutico.
Muy buen consejo.
Y lo traducen como si fuera una receta tipo paracetamol tres veces al día,
ibuprofeno, un comprimido cada ocho horas,
lomotil clorhidraro de lopiramida, dos miligramos, diagnóstico diarrea.
Oye, tú tienes la pregunta real, la tienes guardada, ¿no?
La tengo en la...
Sí, la tengo aquí.
Ah, vale, no lo digo porque podríamos hacerlo, ir a una farmacia de verdad.
No, no, cumplir esa...
Vale, yo la tengo.
Sí.
¿Vamos a la farmacia?
¿Por qué no lo haces tú?
¿Pero ahora?
Bueno, no, ahora no, que dejaríamos aquí la gente.
Vale, lo hago.
Sí, sí, lo hago para...
No se me había ocurrido.
Claro, hombre.
Vale, voy a ir al próximo...
Vale, es que igual yo estoy entrenada en una capacidad de...
Sí, sí, sí, lo hago.
Como taquígrafa, ¿no?
Sí, sí, sí, lo hago, lo hago.
Vale, vale, ya está.
Perfecto, muy bien.
Vaya, va.
Ya tenemos trabajito.
Atención, porque...
¡Atención!
Sí.
Cuidado, cuidado.
Péjate, espéate.
Persona del público, pide paso, adelante.
Atención, persona cárnica.
Mira, me llamo Sesc y vengo de Londres.
Mira qué fácil, eh.
Sesc.
No es sex, ni es...
Chexc.
Si vieras cómo me llaman por ahí...
Ni Chexc.
¿Cómo te llaman en Londres?
Ni Pexc.
No, me llaman Chexc.
Chexc.
Pero Sesc lo han aprendido.
Sí, eh.
Sesc.
Sesc.
Sí, mucho más fácil que Francesc, la verdad.
Claro, vale, claro.
Sesc.
Muy bien.
¿Qué tal por Londres?
Bien, bien.
Muy bien el tiempo, ¿no?
Muy bueno, sí, sí.
Un clima fantástico.
Mediterráneo, ¿eh?
Mediterráneo total.
Vale, vale.
No, simplemente quería agradecer a mi mujer que no...
Es la mejor manera de celebrar mi 50 aniversario.
¿Qué dices?
Estando en este programa.
Muy bien.
Sí, sí.
Es una declaración casi de amor, ¿no?
Total.
Una renovación del amor.
Total, total.
Renovar los votos, ¿no?
Por decirlo de alguna manera.
Sí, sí, los votos.
Y nada, simplemente quería darle las gracias porque...
Porque sí, porque para mí es...
Estar aquí es...
Bueno, bueno.
Mira, qué emoción.
Me encanta.
Sí, mira.
Y bueno, os he traído una cosita.
Si no sabes mal...
No, para tu mujer, de verdad.
Para ti.
No, no, no, no.
Y antes de que nos des tu regalo, nosotros te queremos regalar una cosa también.
Porque cumple dos misiones.
Una, celebrar tu felicidad y luego también ir vaciando la mesa.
Esta trompeta que nos dieron en Madrid, que simbolice la melodía del amor que tocáis...
Y otra para ella, para que toquéis a dúo.
Porque un buen...
Sois pareja, una pareja toca a dúo.
Sí, sí.
La pareja es el dúo del amor.
Y voy...
Y diré más.
Cada vez que sentáis el amor...
Porque sabes que el amor a veces es como un...
¿No te pasa que sientes amor?
Hace mucho que...
Bueno, ya.
Ese tipo de amor, del de...
Si me da eso, me voy a la Quirón.
Me voy a la Clínic.
Te preocupas, ¿no?
Hombre, yo si no, todo eso, yo no estoy acostumbrado.
Yo, a sex...
Es como ahora, cuando me viene un recuerdo de infancia, pienso si será un ictus.
No pienso...
Pues yo, a sexo, lo veo una persona sensible.
Que de repente debe decir, hostia, como ahora le ha pasado, ¿no?
Qué bien que estoy...
Qué guay, 50 años con el amor de mi vida.
Yo te pediría que cada vez que te pasa eso, toques otro.
Sí, sí.
Y que si tú sientes lo mismo, la toques también.
Que no lo sientes, no la tocas.
Entonces, una manera de ir viendo cómo va la relación.
Parece muy bien.
Él llega acá, está tururú, y ella hace...
Y ella hace...
No.
Sí, sí.
O tururú, tururú, que quiere decir tirirí.
Sí, sí.
Bueno, es como...
Un código nuevo.
Sí, tú tocas y hay eco, es que va a haber...
Y ahora ya sí.
Coyunta, ¿no?
Sí.
A ver.
Bueno, lo he encontrado, pues...
Sí.
Gracioso y bonito a la vez.
Hostia.
Uy, uy, uy, uy, uy, uy, uy.
¡Una gaita! ¡Una gaita! ¡Hombre, lo que faltaba! ¡Gracias, es! ¡Hombre!
Mira que nos han regalado instrumentos.
Mira que me has acumulado mierdas, ¿eh?
Y si faltaba algo, a mi modesto modo de entender, es una gaita.
Sí, señor. Pero ahora llénala, llénala.
No tengo ni...
Esto es un...
Ahora llega el momento memorable.
La está llenando.
Atención.
Esto es como un gato en celo, ¿eh?
Más que una gaita.
Esto no tiene agujeros, como una flauta, para hacer notas.
¿Dónde está?
Sí, hombre. Yo creo que están aquí, ¿no?
Ah, sí, aquí, aquí.
Sí. A ver...
Llénala, llénala.
Llénala el saco, llénala el saco.
Oye, qué ingrato, qué ingrato, ¿eh?
Pareces Stephen Hawking, ¿eh?
Bueno, mira, va. Gracias por la gaita.
Llévatela para practicar, ¿eh?
Esto se queda aquí.
Esto se queda aquí.
Sí, la gaita, la gaita.
Os digo yo que esto va a sonar en más de una ocasión en los próximos días.
Hombre, claro, como no tenemos casi nada, madre mía.
Bueno, venga.
Y, por favor, que nadie intente enseñarme cómo va.
No.
Que os conozco.
Ya, uy.
Instituto Galego de la Gaita.
Hombre, por favor, metas en la bolsa por el brazo.
Déjame a mí, hombre.
Atención.
¿Tú crees que voy a iniciar yo una carrera? Le voy a quitar...
Sí.
Se viene turra.
El puesto.
Se viene turra.
Llegó la turra.
Llegó el turrero.
Llegó la turra.
Ya está aquí el turrero.
Carta larga.
Venga, turra.
Vamos con la turra.
Ay, por favor.
Adrián, desde Madrid.
Hola, queridos André Huiberto.
Uy, y con voces.
Sí, viene con...
Viene con voz.
Hace tiempo vengo dándole vueltas a algo que surgió a raíz de unas conversaciones
este verano con mis padres.
El asunto va sobre recuerdos fallidos.
Punto y coma.
Tío, escribe bien, ¿eh?
Recuerdos fallidos.
Punto y coma no lo pone nadie ya, ¿eh?
Solo lo pone él.
Están haciendo demasiada pausa para lo que pide un punto y coma, creo yo.
Bueno.
Recuerdos fallidos.
¿Sabes cómo va el punto y coma?
No, nunca.
Bueno.
Es que como no lo uso.
Pero es una pausa mayor que la de la coma, menor que la del punto y enlaza dos oraciones
con significado...
Vale.
Lo pruebo.
Recuerdos fallidos.
Es decir...
¿Esta pausa mola?
No sé, está bien explicado ahí.
Sí.
¿Perdas fallidos?
Es decir...
Cosas que yo tenía claras que había vivido, pero resulta que son falsas.
Vale.
Os cuento.
Primero me sirvo un coñac.
No, no, te lo digo yo ahora.
Yo siempre he tenido claro que de pequeño...
Pero estamos como de personaje de película de dibujos animados.
Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí.
Os cuento.
Yo siempre he tenido claro que de pequeño me lo pasé genial en aquel viaje que hice
a Valencia a visitar a una tía que vivía allí.
Vale, la típica tía de Valencia.
Lo bien que me lo pasé jugando en el jardín con su perro, cómo fue el viaje en un bus
hacia allí, etc.
Etcétera.
¿Quieres que simule como escenas que...
Como si...
¿Quieres ilustrarla?
Ilustrar.
Ah, sí.
Como en segundo plano, eh.
Sí.
En segundo plano, no quiero...
Bueno, sí.
Aquel viaje que hice a Valencia, a visitar a una tía que vivía allí.
Sí, sí.
Lo bien que me lo pasé jugando en el jardín.
Ruf, ruf, ruf.
Ah, bueno.
Te pongo un perro, eh.
Ruf, ruf.
Con su perro.
¿Cómo fue el viaje hacia allí en bus?
¡En bus!
¡En bus!
¡En bus!
Bueno, pues resulta que todo eso, que tenía afianzado como recuerdo súper nítido,
es falso.
Porque según lo que hablé con mis padres este verano, no solo nunca viajé de pequeño
a casa de mi tía, sino que mi tía...
Sino que mi tía nunca ha tenido una casa con jardín.
¡Oh, oh, oh!
Sí.
Y encima...
¡Ya tuve una casa con jardín!
Al poco de yo nacer, encima el perro murió.
¡Vivía en un...
¡Vivía en un...
¡Vivía en un...
¡Vivía en un chavizo!
¡Au, au, au!
Por la noche llovía.
Sí.
Con lo que no es posible...
¡Lovía sobras!
Bueno, espérate, espérate un momento.
La señora...
Sí, bueno...
La señora quiere explicar que nunca tuvo una casa.
Bueno, ya.
Con lo que no es posible que llegase a conocerlo.
Vosotros tenéis alguna anécdota parecida o vuestra cabeza va medio normal.
O sea, manté a capazos, Adrián.
Era larguita, pero bueno, nos hablaba un jueguecito.
O sea, que...
Que él recuerda algo que...
No tenía un nombre eso.
Un...
¿Cómo llaman?
Un Nelson Mandela, un Bárbara Streisand...
Una vez lo...
Sí, tú lo contaste esto.
Un Bárbara Streisand es cuando de repente se recupera una noticia que tiene un tiempo...
No, no, esta no.
El efecto Mandela.
El efecto Mandela es cuando recuerdas algo tú, no solo tú, sino gran parte de la comunidad
en la que vives...
Que no ha pasado nunca.
Que no ha pasado nunca.
Ahí.
¿Ves cómo te escucho?
Sí.
Cabronazo.
Perdona, ¿eh?
No, no, no.
Con cariño te lo digo, ¿eh?
Sí.
Lo de Nelson Mandela...
Creo que se le puso Nelson Mandela porque...
Me voy a pillar los dedos.
Ya, bueno.
Pero era un dato sobre la biografía de Nelson Mandela que al final todo el mundo compartía
y que no era correcto y que si yo os lo dijera ahora diría, ah, claro, Nelson Mandela.
Por ejemplo, si yo os dijera Nelson Mandela...
Era blanco, por ejemplo.
No.
No, hombre, que se consolidara ese dato.
No.
Y la gente, ah, pues sí, blanco.
O sea, pasó cinco años tricotando una colcha y dijera, ah, claro, claro, la colcha
de Nelson Mandela, pero luego esto no ocurrió.
Ya.
Es verdad que igual os he confundido más que otra cosa.
Ya, ya, ya.
Pero entendéis lo que quiero decir.
Bueno, recuerdos irreales que no existieron.
Pero, por ejemplo, Tócala otra vez, Sam, es un recuerdo que todos tenemos de la película
Casa Blanca y jamás se dice la película Casa Blanca Tócala otra vez, Sam.
Muy bien.
Muy bien.
Nunca.
Vuelvela a tocar, dice.
Dice, tócala, tócala, Sam.
Tócamela.
Tócala para mí.
No, dice...
Sam, ven aquí.
Tócala, Sam.
Tócala para mí.
Tócatela, Sam.
Tócatela, Sam.
No.
No, porque Sam no necesitaba que nadie se lo pidiera.
Ah, pero sí.
Sí.
Él pasaba muchas horas solo en ese bar.
El pianista, ¿no?
Sí.
De hecho, una mano era de cartón.
Ya.
Pero, ¿qué le dice en realidad, de verdad?
Tócala, Sam.
Ah, tócala, Sam.
Tócala para mí.
Sí.
Y él dice, señor, yo creo que no, ¿eh?
Y él dice, si ella lo soportó, yo también.
Ah, bueno.
Sí, sí.
Ya, ya.
Está el tío allí...
Sí, está enfurriado.
Joder.
Sí, sí, sí.
Humphrey Bogart.
Humphrey Bogart.
Dice que fumaba...
Se ve que fumaba mucho.
Sí.
Era pequeño, ¿eh?
Sí.
Era muy bajito.
Pero, ¿cómo?
Como Prince.
Eso son las grandes...
Perdona, Prince 1,55, ¿eh?
Eso son las grandes ligas, Prince.
Sí, sí.
Prince era muy bajito, pobrecito, que llevó zapatos con tacón alto toda la vida y tenía
los tobillos destrozados.
Sí.
Tenía...
No, no, en serio, que no es broma.
No te rías tú, te ríes de Prince.
No.
¿Te ríes tú de Prince?
No.
No.
No lo tolero, ¿eh?
No te rías.
Le hicieron los instrumentos a escala, ¿sabes?
Pobrecito que sufría mucho de...
Por haber llevado muchos zapatos de...
La guitarra de Prince era como la de Chiqui Chiqui.
Que sí, que sí, que sí, que hacía este mundo de escala.
No, no, no.
No te ríes, no te ríes, ¿eh?
No te ríes, que era más pequeña.
Si no te ríes, ¿eh?
Sí, pequeña.
Para que se viera proporcionada.
Claro.
Y el...
Sí.
Y el piano.
Era un genio, era un genio.
Pero era pequeño.
Un pianito.
Como tocan las marionetas en la calle, ¿eh?
Que no.
Que sí, que eran pequeños.
No, no.
Berto, que yo lo he leído.
Pero...
Sí.
Piano de marionetas, ¿no?
Sí, pianito de marioneta.
Pequeñitos.
Instrumentos pequeñitos para que quedaran justificados en su proporción.
¿Sabes que en su casa empezó...?
Y los músicos siempre lejos.
Sí.
Muy lejos.
Porque él hacía...
Siempre ha venido.
Y decían, es que no te escuchamos.
Con la tontería.
Yo ya os he contado la anécdota de cuando fui a ver a Prince a Londres, a los dos.
¿A su casa?
No, a la gira de conciertos que hicieron en el O2, la del Flightcase os la ha contado.
Pero es muy buena.
Vuelve la contar, por favor.
Bueno, muy rápido porque ya la ha contado.
El escenario es circular.
Entonces hay un escenario en el centro.
Y alrededor está rodeado de gente por todos lados.
Sí.
Y de repente aparecen todos los músicos atravesando el...
Sí.
Atravesando por el medio.
El espacio del público, sí.
Todos pasan y está Maceo Parker, el del sax, un montón de músicos buenísimos, y la Peñal aplaudiendo.
Y se meten, abren como una puertecica y entran debajo del escenario.
Sí.
Y luego aparecerán, ¿vale?
Luego salieron por arriba.
Claro, y la Peña, la pregunta es ¿dónde está Prince?
Claro.
Porque dos opciones.
O no ha entrado todavía, o lleva esperando debajo del escenario desde que han abierto puertas, que hace dos horas.
Y el escenario no era muy grande.
Quiero decir, no era como para pasar una tarde.
Hombre, a ver, te cabe un apartamento ahí, eh.
Y de repente alguien, de repente se abre una puerta y salen cuatro empujando una caja con ruedas.
Un plank case, ¿sabes? Estas cajas para transportar instrumentos grandes.
Pues esta era una muy grande y era evidente que dentro iba Prince.
Ya.
Y pasan y la Peña, ¡eh!
¿Y no saca una manita como los magos?
No, no, no.
Y luego empezó el concierto y salió, se abrió una rampa y salió.
Era mejor.
Era muy bueno.
Y en Paisley Park, la gran casa esa que tiene, que creo que se puede visitar todavía.
Sí.
A mí me han dicho, yo no sé si es verdad, que se podía grabar música en cualquier habitación.
Sí, sí.
En el váter también.
En el váter también, sí.
Si en el váter él, de repente, echando un zurullo...
Sí, sí.
No, era un genio.
Echando un troño.
Decía, oye, que me viene Purple Rain 2.
Sí.
Sí, sí, sí, sí.
Y que a lo mejor, en lo que llego yo al estudio se me ha ido.
No, no, él podía coger la guitarra grabando.
Sí.
Qué increíble lo que...
Él tenía, era un genio, componía muchísimo compulsivamente, cientos de canciones y tenía
mucha pasta, muchos medios.
Un equipo de guardia en un control, por así decirlo, de sonido central.
Estaba siempre allí pendiente.
Pendiente y cualquier sitio de la casa capacitado para grabar.
Y efectivamente podía pasar eso.
O en la cama.
Que voy a cantar.
Y todos, Prince va a cantar.
Bueno, eh...
No sé por qué hemos acabado hablando de Prince.
Sí, no sé.
Venga, pues otra cosa.
Va, va, va.
Celia desde Granada dice, hola, bellos.
Hola.
Hola.
¿Qué tal?
Debe ser para otro programa.
Hola.
Hola.
¿Cómo estás?
Dice, no soy una persona muy vergonzosa.
Pero cuando voy en el autobús urbano, no me gusta darle al botón de la parada para
que la gente no sepa dónde me bajo.
Ah.
Bueno, no es muy vergonzosa, pero sí muy misteriosa, por lo que veo.
Siempre llega tarde a casa, ¿no?
Por lo que...
Claro.
Hombre, si no baja, ¿en dónde le toca?
Dice, decido esperar que otro pasajero le dé y bajarme de sorpresa.
Ah.
Mi pregunta es, ¿creéis que le pasa más gente o es cosa mía?
Hombre.
¿A alguien le ocurre aquí?
Shhh.
Shhh.
Estamos preocupados por la seguridad y tal, pero...
Ya, pero...
Por la intimidad.
Pero, hombre, un autobús, ¿no?
¿Qué vas a hacer?
Sí, sí, no, no.
Bueno, puedes bajarte dos paradas antes, que es lo que piden los cardiólogos, que tú
te actives y pa, pa, pa, pa.
Yo no lo he hecho nunca.
Yo voy caminando todo lo que puedo, ¿eh?
Sí.
Bueno, ya te he contado.
Sí, sí, sí.
Mira, una...
Tamara desde Barcelona.
Dice, hola Majos, mi hermana se encontró a Berto por Paseo de Gracia y me dijo que camina
muy erguido.
Sí, claro.
Shhh.
Bueno.
Me gustaría saber cómo lo hace, ya que a mí está a punto de salirme Chepa.
Un saludo.
Bueno.
¿Qué han dicho por aquí?
¿Alguien ha dicho algo?
Sí.
He oído como...
Como un nazi, ¿no?
Sí, sí.
Shhh.
Shhh.
Yo, Berto, creo que lo...
Como un nazi.
Shhh.
La ocasión, la pinta en calva, yo creo que es algo que he hecho en el teatro y
ha tenido mucho éxito.
Ya lo hiciste aquí el otro día también.
Bueno, lo vuelvo a hacer, si quieres.
Bueno, si os hace gracia.
Sí.
Yo intento...
Yo camino así.
No, esperate.
Primero lo hago yo.
Sí, que camina él mejor que yo.
Sí, sí.
O sea, camina...
Se parece más a mí.
Berto anda así.
Y cuando tiene prisa, anda así, hace así.
Puede ser.
¿Sí o no?
Puede ser.
Mira.
Mira.
Mira.
Pero es bueno caminar erguido.
Yo creo que me corregí a mí mismo la postura.
¿Sí?
Yo recuerdo de joven caminar un poco chepado y iba así.
Que andaba como un simio, así antes.
No, no.
¿Eh?
No, no como un simio, pero que...
Yo recuerdo como que iba así y que hasta me molaba un poco.
¿Sí, eh?
Sí, porque pensaba, no, como guay, joven.
Un joven que anda como...
No, como alerta.
Como...
Sí.
Me parecía una post...
Yo recuerdo, eh.
Ya, ya.
Me recuerdo a mí mismo pensando, esta postura mola.
Claro.
Y me empezaba a doler la espalda, dije, ¿qué coño?
Claro.
Y te acostumbras a caminar un poco así y vas así, es mejor para la salud.
Qué lástima que ya no andes así porque te hubiera presentado un amigo que anda cojo, ¿sabes?
Sí.
Y los dos parecería...
Parecería que venís de la guerra de sucesión.
Tira, tira, tira, tira.
Bueno, oye, mira, dice Alex de Barcelona.
Recientemente descubrí que no todos tenemos voz en nuestra cabeza.
Diálogo interior, vaya.
Hay gente que no habla con su cerebro.
A veces pienso en las posibilidades de descanso que tendría estar en esas cabezas por media hora.
¿Habéis pensado en las posibilidades alguna vez?
Eh, eh, eh.
Es una persona nerviosa.
Pero me interesa un poco esto.
¿Escucháis una voz?
O sea, ¿escucháis vuestra voz hablando?
¿Esto es así?
Hay gente que dice que sí.
¿Y gente que no escucha una voz?
Yo no escucho mi voz.
Diciéndome, bueno, ahora tendrías que ir...
Ahora tienes hambre.
Mmm, qué rico sería comer.
No, no, no, no funciona así, eh.
Qué interesante, sí.
Qué interesante.
Las voces interiores.
Hola, buenas noches.
Buenas noches.
Buenas noches.
Profesor Pólico.
Claro que sí.
Sí.
Todo gusto, eh, profesor.
Me he dado cuenta que a la gente me tiene cariño.
Sí, bienvenido, profesor.
Bueno.
¿Acaso existe una voluntad sin voz?
¿Una voluntad muda que dicta nuestras órdenes, pensamientos y acciones?
Yo creo que sí.
La verdad.
Pues muchas gracias.
De nada.
Llámeme cuando quiera.
Hasta el próximo programa.
Hasta el próximo programa.
Adiós.
Bueno, oye, también.
Bueno, oye, también.
Es verdad.
Se lo ventilan rápido.
Hay días que se enzarzan y días que no.
Tendría que ser así el programa, papá, me gustó.
Dice, hay tortilla desde Vigo.
Ah, hay tortilla.
Ya, ya, ya.
No, vamos, también...
Bueno.
Mira, este ya habla de...
Respetarnos un poco también.
Sí, este habla de algo que ya hemos hablado.
Que tu casa aparece en el Google Maps.
Bueno, esto es antiguo.
¿Mi casa?
Que tu casa, el lugar de culto, tu casa natal.
Ah, mi casa natal.
Sí, sí, sí.
Te me ha tocado, te me ha tocado.
Te me ha tocado.
Además es guadiana, eh.
Aparece, reaparece.
Están todo el rato ahí.
Meite Lee, de Instagram.
Hola, Samanté.
Quería preguntaros si vuestras mujeres os han reñido alguna vez por desperdiciar comida.
Colocaros que está todo.
Un abrazo.
Buen tema, buen tema.
Buen, sí.
Buen tema.
En mi casa no se tira nada, eh.
Pero no es que a mí no me riña nadie.
Vamos los dos a la par con este tema.
Sí, eh.
Tenemos...
Hemos llegado a guardar cantidades ínfimas de comida.
Hasta agua.
Uy, sí, sí.
Sí, sí.
Mi mujer hace lo mismo, sí, sí.
Unos tuppers pequeñicos que dices, es que aquí...
Sí.
Y a lo mejor hay un champiñón.
Ya.
Se tira nada.
Claro.
No podemos, no podemos.
¿A ti te pasa como a mí que has...?
Yo como muchas sobras.
Yo prácticamente soy un comedor de sobras.
Vives de sobras, ¿no?
Yo prácticamente todo...
Si puedo...
Yo veo en la nevera y hay sobra y comida...
No sé cuál sería el...
Recién hecha.
Es que no sé ni cómo se llama.
Ya.
Ya, ya, ya, ya.
No has comido hace años, ¿no?
Es que no sé ni cómo se llama eso.
Pero escúchame...
La comida que no sobra, ¿cómo se llama eso?
Recién hecha.
Comida...
Recién hecha.
Comida titular.
Sí.
Pues yo comida titular, si puedo, no.
Sobra, sobra.
Ya, claro, claro.
Me gusta, me gusta muchísimo.
No has incorporado la pregunta cuando recoges la mesa de...
Porque a mí me caen unas broncas.
¿Lo puedo tirar o no?
No, pero yo eso no...
¿Pero que eres tonto tú?
¿Tú no sabes que no se tira?
Bueno, pues que a mí me han caído unas broncas de haber tirado un champiñón.
Pero es que no...
Pero es que no...
¿De por qué no tire esto?
Digo, hombre, pero es que está frito y frío y no...
No, no.
No lo va a querer nadie.
No, yo he tirado cosas que...
El perro.
El perro.
El perro.
El perro.
El perro.
Que se comería a sí mismo.
Yo he guardado comida en evidente estado de descomposición.
Coño, pues eso.
Porque es para no...
Para no escucharme...
¿Tú has tirado el aguacate?
No, no.
Ahí está.
Míralo.
Sí.
Míralo.
El aguacate ese que ha germinado ya de color violeta.
Sí, no.
Yo uso mucho la ironía y digo, el cultivo este hasta que día está.
Sí.
O tiene que pedir él que le tiren.
Sí, claro.
Por ejemplo, hay un huevo ya totalmente corrupto.
Digo, cuando él lo pida lo tiramos, ¿no?
Sí.
Pero tiene que haber consentimiento en tirarle.
Sí, sí.
Yo juego mucho esto.
Sí, que has tirado el queso ese mohoso, no sé.
Se ha tirado solo.
Sí, se celebra.
Se ha arrastrado hasta el borde del...
Se ha suicidado.
Claro, tío.
Oye, nos plantean una cosa muy curiosa desde Menorca.
No, Menorca, que es el tema bonito.
Muy bonito y creo que alguna vez incluso lo puedes haber pensado.
Es la siguiente.
No lo pienso siempre, ¿eh?
Menorca, digo, ¿qué es el tema bonito?
Necesito...
No, no, no, no.
Es la pregunta.
Necesitaría una música un poquito misteriosa...
Bueno...
Hombre, pues...
Sí...
Vamos a la misterio otra vez.
Hoy tengo ganas.
Sí, a lo mejor sí.
Ya que hemos venido.
Hoy tengo muchas ganas.
Ya que han pagado el taxi.
Claro.
Bueno, déjame la pregunta.
Venga.
Hice la pregunta, profesor.
Buenas tardes de nuevo.
Buenas tardes.
¿Sabéis que se pueden adiestrar moscas?
Seguramente sí.
Hay gente que lo hace y le siguen a todos lados.
Aquí, si me permiten mi opinión personal, no veo necesidad alguna de conseguir que una mosca...
Ya de por sí, un animal que molesta.
Bueno, usted...
Sí, bueno.
Usted...
Sí, hablo por mí.
El personaje no lo sé, pero la persona que hay detrás, el que maneja los hilos, digamos,
de la imitación...
Yo.
Te habla de conmigo ahora.
Sí, tiene un problema con los insectos.
Un problema grave.
Bueno, no problema, no.
No le gusta mucho.
Pero usted...
Yo le he visto a usted...
Bueno, no sé por qué estamos en misterio, porque esto es cosa de Andreu y de Berto.
Sí.
Nosotros sobramos aquí.
Yo me siento incómodo hablando por boca de este señor.
Pues...
Sobramos, nos quedamos aquí.
Vale, conmigo.
Espera que...
Me lo quito.
Hostia.
Te has quitado una máscara, ¿no?
Yo te he visto...
Yo te he visto enfadarte por el tema de los mosquitos.
Sí, sí.
Pero de una forma...
Y eso lo le he dado a mi padre, ¿eh?
Pero...
Mi padre entraba en ira.
Uy, uy, uy.
En ira.
Ya te he contado que mi padre tenía razones porque masticó una.
Sí.
Claro.
Yo no lo sabía.
Sí, no, no, no.
Pero claro, mi padre tenía un trauma.
Se comió una mosca.
Historia de origen como los supervillanos.
Yo conocí a uno que le llamamos el Papa Moscas.
Pero...
Porque tenía la boca así.
Bueno, oh, sí, no, pero mi padre...
¿Qué pasa, Papa Moscas?
Uy, uy, qué cara se te pone.
Tiene la mandíbula muy salida, prognatismo.
Era como un canario, era de Canarias.
Y decían, ¿qué pasa, Papa Moscas?
No me llames Papa Moscas.
Pero las moscas abrevaban en su boca.
Ya, ya, ya.
Sí, sí.
Mi padre en una siesta...
Sí.
De repente empezó a masticar.
Eso es muy común.
Empezó a masticar y cuando dijo, ay, qué es esto, se despertó y se sacó y había
una mosca en la boca a medio masticar.
Igual es que el aliento era fuerte.
Igual el aliento era fuerte.
Oye, mi padre.
Bueno, ya, ya, ya.
Hombre, mi padre.
Y que está muerto.
Perdón, perdón.
Ahora sí que tiene el aliento fuerte.
Sí, sí, sí.
Perdón.
Que a partir de ahí, pues toda su vida odió a las moscas, pero con una fuerza desatada.
Pero que lo entiendo porque había un trauma, había una historia de origen.
Ya, ya, ya.
Pero en tu caso es algo que no entiendo.
No tenemos tiempo.
Me dicen que tenemos que marcharnos.
Si quieres lo desarrollamos en el próximo programa.
Pero solo para ampliar la información que nos da este hombre, dice que a base de recompensas
y secuencias químicas, no sé lo que es, puedes adiestrar una mosca.
Hay otro método también, ¿eh?
Es no lavarte el culo en un año y medio, por ejemplo.
Hombre, hombre.
Eh, hasta la semana que viene.
Venga, hasta luego.
No puedo seguir, no puedo seguir.
Nadie sabe nada.
En vídeo, ahora en Podimo, antes que en ningún sitio.
Todos los sábados, disponible en Podimo.
para un lugar, hasta luego.