logo

Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 694
Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

No, el otro día vi un vídeo que me encantó.
Ahora veo vídeos de estas mierdas que me sugieren las redes sociales.
Yo no sé qué han visto en mí, el algoritmo.
Hombre, han inferido de lo que tú buscas.
Bueno, entonces me estaban mandando cosas.
Son los que hacen algoritmo.
Ahora me mandan cosas de artesanía y de supervivencia.
¿Ah, sí?
Y había una chica haciendo un horno en el suelo.
Oye, que estuve tres minutos mirándolo.
Hace un agujero en el suelo que yo pensé...
Ese lo he visto, yo....va de fecar.
Y no, no, no, no.
Bueno, tenía toda la pinta.
No, hace la previa. Se hace la comida.
Ya. Y nada, pues, socava la tierra y hace lo hace perfecto.
Entonces... Socava, no, socava.
Socava, socava. Socava.
Sí, porque era muy pesada. Socava, socava.
Y no, no, y entonces hace como un horno.
Esto no socava, esto no socava. Un horno natural.
Que también te digo, lo hago yo y aquello no se puede comer, ¿eh?
Porque pone unas piedras, tal.
Pone un pollo. Un pollo.
Pollo, socorrido concepto, pollo. Sí, pollo.
Y luego lo tapa con hojas.
Le echa el carboncico y se va, y se va.
Y se va, y dice, ya se cocinará.
Y se va, y acá un rato lo coge y, oye, tierno, se les hacía en la boca.
Oye, yo vi un tío.
¡Oye!
Aplausos.
Muchas gracias, muchas gracias.
No, no, no, no, yo no os aldría porque a Bertón no le guste cuando...
Cada vez es medio más hostilidad.
Pero si ponen las muizquitas los payajitos de la cocina...
¿A usted le parece que ha salido poco en el programa, por ejemplo?
Sí.
Ha salido lo que ha ido...
Vale, no, requerido.
Como que está desaprovechado, ¿no? Un poquito, sí.
Esto es cocina brutalista.
Ah, sí, ¿eh? ¿Se llama así?
Eh, te ha gustado, ¿eh? Sí, sí, me ha interesado.
Ya veo lo interesante, cuando te chispean los ojos.
Es que he captado tu adonio. Sí, sí.
Bueno, cocina brutalista. ¿Qué quiere decir?
Pues es como hacía antiguamente.
Hacían una... Pero muy antiguamente, ¿eh?
Porque muy antiguamente, si para hacer algo al horno,
usted tiene que construir el horno.
La primera cocina es...
La primera cocina es...
La primera cocina es...
A mí no me mitas, ¿eh? No, pero...
A mí no me mitas.
Hay un chef argentino.
Un chef argentino, claro, chef.
Os Valenciano.
Chef.
Chef.
Yo no me voy a entrar ahí.
Hay un chef argentino que se ha empezado en cocina...
Brutalista.
Primitivi... Primitivi...
Primitivi.
Primitivista. Primitiva, primitiva.
Entonces, haz un fuego muy grande, pero como este club...
Sí.
Un fuego muy grande y empiezas a colgar.
El fuego de la oca. El fuego.
¿Qué dice?
Y entonces empiezas a poner animales muertos, claro.
Sí, sí.
Una pila de cadáveres.
Sí, sí.
Delante de los fuegos.
Qué asco, ¿eh?
No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.
Es que va a caer al frenarcito.
Es un tío muy codice, ¿eh?
Un tío que ganan mucho dinero y tú lo contrata y te dices...
Yo quiero comer primitivista.
Pero qué hace, como un kebab de muertos.
¿Eh?
¿Qué es eso de para hacer una montaña de cadáveres?
Hace un fuego y luego empiezas a colocar los animales.
Luego va arrascando la montaña de cadáveres,
como el kebab, ¿vale?
Y hasta así dice que le pongo un poquito de...
Hay cordero, pollo, rata, papache...
Cerdos, gallinos...
¡Riki!
Y todo para abajo.
No, no, no, tú estás haciendo broma, pero este tío es muy... muy bueno.
Y es fuego, fuego, fuego.
Fuego, fuego, fuego lento.
No, no, fuego, fuego.
¡S!
¡Eju propio, juo!
Sí.
El juo del animal.
Pues yo vi un día un vídeo de éstos
como el que me comentaba, Andrés, o usted, o que sea.
Bueno, ¿Andreo, o yo?
Uno que se hacía un horno de éstos en el bosque también,
pero se hacía la habitación zica también.
¿Qué dices?
Al mismo cocinar, o sea, al mismo cavar para el horno,
ya acababa un poco más y se hacía como una tumba con el horno,
y entonces le servía de horno, de calafacción.
Tú puedes hacer tu propio horno en casa, ¿no?
Sí, tu propio horno en casa.
Te haces tu adosado.
Te haces tu adosado en el bosque.
Y yo te paso mientras se cocina el pollo, te haces el parking.
Hostia, que he sido una construcción.
Se hizo como...
Pues eso como una... como un ataúd, pero...
Con un ataúd.
Bueno, sí, para pasar la noche, como una cabañica.
Ah, vale, vale.
Él aprovechaba como un recodo de la pared,
así como un hueco,
entonces eso lo tapaba con unas ramas, unas hojas.
Le ponen tierra también,
entonces hay como una arcamasa que aguanta,
la lluvia aguanta todo.
Hostia.
Entonces se metía él como un gusano.
¿Debía ser pequeñico? No, no, no.
A menos podría medir dos metros y 200 kilos.
Porque era a lo largo, ¿no?
Entonces entraba él como un gusanico,
se había hecho hasta agujeros para guardarlo su tensilio,
y dentro de ese... especie de nicho que se había hecho,
tenía un agujero y ahí hacía el fuego,
le servía de calafacción y encima la comida, bueno.
Bueno, bueno.
El tío lo que se hizo. Un tío que no estaba bien en casa.
No, no, no, caro.