This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.
No hablamos mucho antes porque así no se gasta el programa, ¿sabes?
Digo porque a veces vas a sitios y vamos a hacer un saludo a lo público,
pero primero que no lo cobramos y luego que ya pierde fuerza el programa, ¿no, Berto?
Estás oliendo... Hay una nota, ¿no?
¿Verdad? Sí, sí.
¿Tú también la anotas?
Hay una nota como de cebolla, ¿no?
¿Estamos ya en programa?
Bueno, no sé, ¿sí? ¿Estamos grabando ya? Sí.
Bueno, me ha venido una nota como de sudor.
Sí.
Como de cebolla caramelizada.
Sí.
Es agradable.
Eso soy yo.
Es agradable, sí.
No, no, no.
Bueno.
Yo no soy.
Yo tampoco, yo tampoco.
Claro, pero esta gente suda.
Claro, claro.
Son personas cárnicas, ¿eh?
Claro, se mezcla todo.
Humanas y tal.
Luego estamos en un recinto que es el Estudio Toreschi de Radio Barcelona,
donde no hay ventilación.
A ver, habrá aire acondicionado, pero ventanas que digas...
Ahora, por ejemplo, si hubiera ventanas, yo abriría las ventanas.
Sí, sí, también.
¿No? ¿Estamos de acuerdo, no?
Sí, sí, estamos de acuerdo.
Que se aire.
Sí.
Que se ore.
Que se ore.
Pero esto no va a ser posible.
¿Las galletas Oreo tienen algo que ver con eso?
Sí, sí, porque las hacen a la intemperie.
Porque al abrirlas las oreas, ¿no?
Claro.
Vaya, vaya, vaya mierda de...
Bueno, bueno, bueno.
Pues este va a ser el nivel.
Estamos de resaca emocional, no sé si lo sabéis.
El programa de la semana pasada, la grabación de la semana pasada, fue increíble.
Sí.
Fue increíble.
Sí, sí, sí, sí.
Y nos vinimos arriba...
Concretamente, uno de los dos programas.
Sí, sí, sí.
El primero, lo denominamos el mejor programa de la historia.
De la historia.
Eso es bueno para los que lo vivieron.
De nuestra historia, ¿eh?
Sí, sí.
No, de la historia.
No, de la radio no.
Entonces, eso fue bueno para los que lo vivieron.
Sí.
Y malo para todos los que venís después.
Sí.
Pues no sé cuánto durará esta resaca emocional, ¿eh?
Igual estamos el resto de la temporada que ya no levantamos cabeza.
Esto puede ser.
O a lo mejor ha iniciado una nueva etapa muy subida, muy chispeante.
Sí.
Y hoy también...
No tiene pinta.
Pero nunca se sabe, porque es que...
Bueno, en fin, no sé.
Como un reverdecer laureles, como una juventud.
No, va a ir todo muy bien, porque en este momento me están reparando la caldera.
Ah, bueno.
Y tenía la caldera que no, por lo que sea, ha decidido que no iba a dar presión.
Muy bien.
Se ha sentido...
Estaba deprimido.
Sí, sí.
Igual se sentía bajo mucha presión, porque se le pedía el máximo.
Sí, sí.
A las calderas se le pide el máximo de presión.
Sí.
Y esta dijo, mira, no.
Estaba como floja.
La caldera floja.
Ah.
Y ha llegado el reparador de la caldera hasta mañana.
Hombre.
Y entonces llega, yo le abro la puerta, estaba solo en casa.
Sí.
Y...
Eso es la bióécdota.
Sí.
Y me encuentro con una sonrisa.
Hombre.
Hombre, Berto.
Digo, hostia, es que ha llegado usted media hora antes.
Digo, vaya usted reparando la caldera y yo mientras me voy duchando.
¡Guau!
Sí, sí, sí.
A ver, yo me acabo de levantar, ¿eh?
Tampoco estaba yo para ir a Pasapalabra, ¿eh?
Que, por cierto...
Sí, sí.
Vale.
Se acerca el momento.
Se acerca el momento.
Bueno, vamos a ir a Pasapalabra, ¿lo sabíais?
Sí, vamos a hundir ese programa también.
Sí.
Gente levantando los brazos y diciendo, ¡bien!
Yo estoy acojonado.
Yo quiero romper el rosco.
A ver si encuentro el aba.
Yo en confianza os digo que estoy acojonado porque ahora ya, bromas aparte, no se me da
bien.
Ya, ya.
Y va a haber un momento...
Lo sabe todo el mundo.
Y va a haber un momento que van a decir, jaja, pero juegue, por favor.
Quiere jugar.
Entonces yo, ahí es una zona que me temo en estos momentos.
Pero bueno, en fin.
Caldera.
Caldera y ducha.
¿Sabes qué?
Es un oxímoron.
Claro.
Entonces yo le digo, vaya usted reparando la caldera, que yo mientras me voy duchando.
Le vuelve, se le acentúa la sonrisa.
Dice, es que te vas a duchar con agua fría.
Guau.
Digo...
Como los de Lopus.
Como los de Lopus.
¿Dónde tengo el cilicio?
Sí.
Dice que no, que no.
Dice, claro, es que tengo que reparar.
Digo, ah, vale, vale.
Entonces le he dicho, ¿me puedo duchar muy rápido?
Y se espera hasta un momento.
Dice, sí, sí.
Y entonces...
¿Ha entrado a la habitación contigo?
No, no, no.
No, lo digo porque como era simpático.
Él se ha quedado como observando la caldera, pensando en cinco minutos...
¿Por dónde le meto?
Lo he metido.
Y yo me he duchado muy rápido.
La verdad es que lo he hecho muy bien.
Muy rápido.
Como tiene que ser ahora, que estamos en sequía, en Cataluña.
Sí, sí, muy rápido.
Muy rápido.
Te diría que me he duchado tan rápido que hay partes que no las ha tocado el agua.
Me han quedado como unas clapas...
Sí, sí, sí, sí.
...de parte que ha quedado seca.
Vale, vale.
Pero cuando bajo, sigue riéndose.
Digo, ¿qué pasa?
Y dice, no, es que vi el pregón hace unos días.
Joder.
Y me he dado cuenta de lo que pasaba.
Pues que me vio desnudo en el pregón.
¿Sabes qué?
Hay una escena que salimos desnudos.
Sí, sí, sí.
Y yo pensé, él, estoy seguro que ha pensado, vete a duchar que ya sé cómo eres.
Ya sé perfectamente qué es lo que vas a limpiar.
Joder, qué mente más enfermiza, ¿no?
No lo he hablado con él, pero en la mirada estaba el reconocimiento del cuerpo.
Oye, ¿y te has ido y has dejado un señor en tu casa...?
No, porque ya ha llegado relevo.
Ah, vale.
Ha llegado mi mujer a...
Hostia, se me caen las cosas.
Ha llegado mi mujer a tiempo y ya...
Ah, vale, vale, vale.
Si no, un poquito arriesgado.
A ver, con todo respeto, pero...
No, yo en total confianza lo habría dejado solo.
Sí, ¿eh?
Sí, hombre, sí.
Está el gato, además.
Ah, bueno.
Sí.
Pues ya está.
El gato, como lo ve a robar, el gato le echa una mirada de desprecio que lo funde.
Lo intimida, ¿no?
Hoy he hecho mis ejercicios de calistenia con el gato al lado.
Ah, sí, ¿eh?
¿Tú sabes lo difícil que me ha resultado?
¿Por qué?
Con esa mirada...
Claro.
Continuamente mirándome y le veías en los ojos que pensaba, ¿qué haces?
Claro.
Puto mono pelado.
Ya, ya.
¿Qué haces?
Ya, ya.
¿Y no lo ha interpretado como un juego?
No, no, no.
Ah, porque yo si mi perro me pongo en el suelo...
¡Ah, ya, ya, ya viene!
No, no, no, no.
No, el gato a mí me guarda las distancias.
Claro, claro.
Sí, sí, sí.
Claro, claro.
Tenemos una relación cordial pero tensa.
Bueno.
Oye, cordial pero tensa, pues vamos a empezar, ¿no?
Vale, como quieras.
Venga, dale, Samuel.
Va.
La cadena Ser y el Terrat presentan Nadie Sabe Nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
Bueno, bueno, bueno, bueno.
Muchas gracias.
Gracias, muchas gracias.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Muy amables.
¿Eh?
¿Qué?
Mira lo que está pasando ante el público.
Hay una persona con un artilugio.
¿Qué es eso?
Hostia.
Bueno, ¿ves cómo estamos en una etapa buena?
¿Qué es eso?
Ya verás tú.
A ver, una persona...
Déjame describirlo para los que no estén viendo esto por YouTube.
Porque recordemos que el programa se puede ver en YouTube.
Sí.
¿Vale?
Pero hay gente que solo lo escucha.
Tiene en las manos...
Una persona que se llama...
A ver, ¿me puedo quitarla?
Se llama...
A ver, ¿me puedo quitarla?
Mateo, Mateo, Mateo.
¿Cómo?
Mateo.
Mateo.
Mateo.
¿Se oye por aquí?
Sí, sí.
Perfecto.
El micrófono...
Está bien.
¿Son como unas cucharas muy grandes?
Sí.
¿Unidas?
¿Qué es eso?
Cuéntamelo.
Es para...
Realmente esto es un viaje místico para mí.
Venir acá es un viaje místico.
Espera que voy a venir porque...
Sí, sí, lo he venido.
He venido...
Mateo, no.
He venido a...
Por favor, acércate el micrófono a la boca para que se escuche bien.
¿Perdón?
Acércate el micrófono.
Un poco más.
Así.
Perfecto.
Yo creo que era un viaje místico.
Desde lejos he pensado...
Están metiendo pinzas pequeñas.
Pero es místico.
Porque he venido a conocer el ser.
Sí.
Yo vivo afuera.
Sí.
Yo vivo el radio.
Ustedes, ustedes trabajan en la radio, pero yo vivo el radio.
¿Dónde vives?
Aquí a la vuelta de la esquina.
Ah, vale, vale.
¿En Colcherola?
No, acá, en Casper.
Ah, claro.
En Claris Casper.
Ah, vale, vale, vale.
Yo lo imaginaba en un valle con un río.
Sí, el programa lo oigo en un valle en el Mont Negra.
Los sábados voy de viaje a una casa en el campo con mis hijos.
¿Y lo haces por el programa?
O sea, ¿tú quieres escuchar el programa en la casa?
Sí, salgo el sábado para poder escucharlo en el coche antes de llegar allá con mis hijos.
Muy bien.
Que me hubiera gustado traerlos, pero no es posible.
No, son menores.
No se pueden entrar.
Me parece un poco raro porque yo siempre oigo en el programa.
Ya, pero estás cometiendo una imprudencia.
¿Sí?
Sobre todo por mí, sobre todo por mí, porque yo ahora que puedo digo polla, digo culo.
Bueno, eso sí.
¿Cómo ha llegado a este artilugio?
Esto es para dar gracias.
Es para dar las gracias, ¿no?
Como Samanté, por ejemplo.
Sí, sí.
Entonces, dar las gracias o recibir la gracia, ¿no?
En mi caso.
En mi caso, pero si estuviera en tus manos, sería para hacer gracias.
O para dar gracias también, ¿no?
Mateo, yo a veces peco de ser quizá demasiado explicativo a veces, pero me gustaría saber
qué es.
¿Qué era la primera pregunta?
No, eso no es inventado.
Es un sobrante de una madera y...
Ah!
Es un sobrante.
Es igual que Samanté.
Sí.
Pero perdóname, parece...
Yo cuando lo he visto he pensado, esto es o un instrumento musical...
Sí, puede llegar a serlo, porque con eso podrías cantar flamenco, por ejemplo, o algo así.
¿Por eso que lo has sacado? ¿De un somiero?
Es un sobrante.
No, no, no.
No, es un sobrante de una madera que tenía esta forma, más o menos.
No, no, no.
Vale, entonces las has unido y las haces vibrar.
No me preguntes mucho porque no va a ser gracioso.
No va a ser gracioso.
Bueno, pues Mateo es maravilloso.
¿Y el objetivo es dárnoslo o que vas a volver con él?
No, claro, no. Lo podría prestar.
Prestar.
¿Me lo prestas para que yo lo toque?
A ver cómo...
Claro, claro, claro.
Sí, loco se lo tiene que llevar.
Prestar y para...
Perdona, estás lesionado, no querría.
Piensa que es un instrumento místico.
Sí, sí, sí.
Es para dar Samanté.
Sí, sí.
Samanté, Samanté.
Si da Samanté...
Sí.
Vale.
Pero dáselo, hombre, Samanté.
A ver.
He intentado tocar y se va desmontado.
No es fácil, no es fácil.
La mamba, la mamba, ¿no?
Me encanta.
Y además le vamos a llamar el sobrante.
Es el sobrante.
El tren de rodalías.
El tren de rodalías.
Nos lo quedamos un ratito y te lo llevas luego.
Te lo devuelvemos luego.
O te lo puedes quedar y me lo devuelves.
Mateo, pero es que trabajas una incongreción, o sea...
No, perdóname, pero es...
Me lo llevo o te lo puedes quedar o me lo llevo...
A ver, ¿me lo quedo o te lo llevas?
No, te lo presto.
Me lo prestas.
Me lo devuelves cuando quieras, pero te lo prestas.
A ver, para ser un sobrante le tienes mucho aprecio.
Claro, claro.
Además, si te lo regalo, seguro va a parar a la basura.
No, no, no.
Si te lo presto...
Pero ¿tú has visto la mesa?
Sí.
Si parece un basurero, aquí no se tira nada.
Muy bien.
Bueno, muchas gracias, Mateo.
No, no, Mateo.
Gracias.
También te digo, sobrante, que esto está pidiendo unos tornillitos aquí.
Claro.
No, mira, mira.
No, no, sí que vibras, sí, hombre.
Para que aguante aquí, si yo todo el rato estás montando y desmontando.
Sí.
Bueno, en fin, no sé.
Vamos a comenzar el programa, Samanté para todos.
Perdona, dale a eso, dale a eso, y yo le doy el sintetizador del otro día, ya verás.
Muy bien, muy bien.
El que haya puesto la radio justo en ese instante.
Voy a ver que echar el láser y escucha.
Ya está, se ha roto España.
Sí, sí, sí, ya, claro.
Venga, vamos a seguir.
Bueno, bueno, bueno.
¿Cómo está el público últimamente, eh?
Sí, sí, sí, sí.
Por eso te digo que a lo mejor hemos iniciado una tendencia ascendente.
Ojalá, ojalá sea así.
Pero nos gusta, reconozco que nos gusta mucho este tipo de, iba a decir regalos, pero no
tengo claro que lo sea, ¿no?
Pero este tipo de aportaciones que no sabemos, el que lo trae no sabe exactamente qué es.
Sí, sí, sí.
Nosotros tampoco, y nos llevan a un terreno muy abstracto que a mí me gusta, personalmente.
Sí, oye, Mateo, ¿sabes que aquí en Cataluña hay unos sitios que se llaman Punver?
Que tú puedes...
No, que tú, los sobrantes, precisamente.
Déjame traducirlo, Punto Verde.
Punto Verde, sí, sí.
O Greenpoint, y entonces tú llegas allí para dejar... Yo veo estas cosas en el Punver.
O sea que...
Está muy bien.
No descartemos ir ahí.
¿Alguien es capaz de adivinar a qué perteneció ese sobrante?
Porque Mateo no nos lo va a contar.
Él es muy críptico.
¿Alguien sabe qué puede ser esto?
Es como...
Hombre, es un trabajo aquí de marquetería...
Es un listón de madera que acaba en una forma redondeada y que tiene, durante todo su trayecto de listón,
tiene como una especie de redonditas donde parecen encajar unos tornillos.
Sí.
Al menos hay un agujero, no sé si tornillos.
Como cuchara es de las más incómodas que hay porque, aparte de ser plana, lleva un agujero en medio.
Es como una pala de pizzeros...
Por eso te he dicho, pala de pizzeros pequeños.
Sí, sí.
Pizzeros enano.
Pizzaiolo, ¿sabes qué se llama Pizzaiolo?
Ah, no.
El maestro Pizzero, el nombre técnico es Pizzaiolo.
Ah, muy bien.
Pues nada, también aprendemos aquí, ¿eh?
Sí, sí, sí.
¿Cómo penséis que...?
¿Te parece, compañero, que dentro de esta inconcreción nos arritmemos un poquito a algo tangible,
como son las comunicaciones del público?
Me parece una idea excelente, como casi todas las que tienes.
Vale, muy bien.
Bueno, atención porque Eduard Parragua de Instagram, Eduardo,
nos manda una pregunta generada por ChatGPT.
Ya estamos...
Pues que la conteste él también.
Y la formula con un diálogo entre el propio Edu, se autocita, pone Edu, dos puntos,
lo que le preguntó al ChatGPT y lo que contestó ChatGPT.
Vale.
¿Lo digo? ¿Lo hago?
Sí, sí.
Vale, vale, es que me miras como...
Oye.
Dice Edu...
Es mi cara de escuchar.
Vale, vale.
Edu, me gustaría que formulases una pregunta original y graciosa para el programa Nadie
sabe nada.
Eso se lo dice a ChatGPT.
Sí.
Y ChatGPT dice...
¡Claro!
Porque son muy motivados.
Sí, sí, sí, es el típico motivado.
¡Claro!
Dice aquí tienes una pregunta para Nadie sabe nada.
Y reiterativos también, ¿eh?
¿Por qué cuando caminamos por la calle siempre encontramos un solo calcetín perdido?
Para empezar, tú no caminas por la calle que eres una inteligencia artificial.
¡Listo!
Sí, sí.
¿Vale?
Estás haciendo apropiación humana.
Es verdad.
Eso para empezar.
Dice, ¿acaso los calcetines tienen un plan secreto para escapar de la monotonía de la
vida en el cajón?
Y luego acaba, espero que le saque una sonrisa.
¡Oh, oh, oh!
¡Oy, oy, oy, oy, oy, oy!
ChatGPT, ¿no acostumbramos a encontrar calcetines perdidos por la calle?
No, guantes sí.
Guantes sí.
Tampoco, ¿no?
En invierno sí, sí, sí.
Guantes de lana abandonados.
Sí.
Y mira, hubo una época en que el insigne actor Tom Hanks publicaba fotos de guantes
abandonados.
Ah, ¿sí?
Sí, sí, sí.
No lo sabía.
Sí, sí, sí.
Pues no...
ChatGPT.
Nah, ChatGPT.
Madura.
Ya, va.
Que sacan un programa entre ellos.
Sí.
Dos chats preguntando...
Dos chats hablando y hablando.
Igual llega, ¿eh?
Me da un poco de...
Da que pensar, ¿no?
Esta especie de...
Este juego que tienen las inteligencias artificiales como de parecerse a nosotros, pero se les ve
fallones.
Ya.
Lo que...
La semana pasada hubo un momento en el que se habló de inteligencia artificial y yo te
dije...
¡Uy, uy, uy!
La inteligencia artificial.
Sí.
Pero luego, como estábamos aquí borrachos de creatividad, no te dije nada.
¿Me hablas del mítico 408, el programa?
El mejor de la historia.
O el 409.
Ah, vale.
Pero hubo un momento en que yo...
Porque lo recuerdo porque Ramón, que está siempre atento, porque es el técnico de
sonido.
Claro, sí.
En un momento dado me dijo, ¿qué era lo de la inteligencia artificial?
Y yo le lancé una mirada de, déjame, estoy creando.
Ahora no puedo.
¿Has visto los vídeos estos que genera ahora la inteligencia artificial?
Ah, sí, sí, sí.
Pero, ¿cómo nos posicionamos aquí?
A ver.
No sé, no sé.
A mí me gustaría un poco.
Sí, pero no...
Pero como me gustaría si lo hiciera un creador.
Pero que mañana puede salir un vídeo de...
O sea, tú ahora le pones a eso.
A Andreu Buenafuente.
Sí.
Limpiándose el culo con un puerco spin.
Hombre.
Y te sale un vídeo mucho más realista que si te grabaran a ti.
Pero seguro que la escatología no la trabaja.
No, no, pero...
No, no podemos trabajar algo que ofenda, ¿no?
Seguro.
Seguro.
Seguro que puede.
Sí.
Y hace un puerco spin.
Que ahora estoy pensando en cómo queda después de rebañar el puerco spin.
¿Puedes poner otro ejemplo?
A lo mejor.
Pero, hostia, no te da...
No, no, no.
Es que yo creo que eso, para mí, va a ser el punto de quiebre.
Sí, ¿eh?
El punto en el que ya no voy a poder cabalgar la tecnología.
Para el momento...
Yo identifico el momento...
Yo sé cuándo mi padre se perdió en la integración de tecnología en su mente.
Fue cuando apareció el ordenador personal.
Y me acuerdo perfectamente porque yo le...
Estamos en el espacio del Nadie sabe nada de...
Retro Tecno.
Retro Tecno.
Ajá.
Hoy, con Humberto Romero, el viaje de la condición humana a través de la tecnología.
Bits.
Bits.
Bits.
Boca.
¿Eh?
Boca Bits.
Ah, Boca Bits.
Memoria RAM.
Ratón.
Me gusta más el envoltorio sonoro que lo que vamos a decir dentro.
Pero bueno, habrá que decir algo, ¿no?
Bueno.
¿Qué pasó con tu padre?
Pues yo recuerdo...
Buenas tardes.
Buenas tardes.
¿Qué tal?
Pues muy bien, con muchas ganas de contar esto que creo que me interesa más a mí que a usted.
No, no, pero por favor, estoy aquí todo el rato...
Piensa que luego tengo una entrevista con el inventor del fax.
Ah, sí, sí, sí.
Tío mayor ya, ¿eh?
Sí, para ahí está el tío con el fax.
Bueno, cuéntame, cuéntame.
Recuerdo cuando apareció el ordenador personal y llegó uno a casa.
Personal computer.
Personal computer.
Y me di cuenta de que mi padre no logró ir más allá de mezclar dos ideas.
Él sabía que aquello era una máquina de escribir y una televisión.
Dijo, esto es una máquina de escribir con una televisión.
Y era lo que aparentemente había allí.
Pero...
Me habla de procesador de texto, ¿no?
Pero el ordenador personal, conceptualmente, la idea de que allí había algo más dentro
o que había, por ejemplo, carpetas dentro, eso ya no lo integró.
Ya.
Y yo me di cuenta de que para él aquello siempre iba a ser una máquina de escribir hipervitaminada.
Ya.
Con luz.
Pero nunca iba a llegar a entender lo que aparecía...
O sea, conceptualmente lo que iba más allá.
¿Tiró la toalla?
¿Eh?
¿Tiró la toalla a su padre?
Y le importó tres mierdas.
O sea, mi padre era minero, ¿sabes?
Sí, sí.
O sea, él bajaba y subía gente de la mina.
O sea, no necesitaba un ordenador personal.
Sí.
Pero...
Y era ya en una edad en la que...
Pero recuerdo pensar...
Aquí hay un punto de quiebre.
Y para mí creo que va a ser la inteligencia artificial.
Porque me doy cuenta que ya empiezo a no entender lo que está pasando ahí.
Claro.
¿Vale?
Ya, ya, ya.
Y ahora ya...
¿Cuánto le queda de programa de este?
Porque yo no tengo nada más que decir.
No, no, no.
Yo ya estoy.
Ahora voy a hacer la entrevista con el inventor del FAX.
Vale, pues ahora bien, ¿eh?
Sí, sí, sí.
Venga, seguimos en Retro Tecno.
José María Balcelch, ingeniero industrial catalán.
Hola, buenas tardes.
Bueno, buenas tardes.
¿Qué tal?
¿Cómo está?
Pues la verdad, muy bien.
Y ya sabe que muchos de nuestros comunicantes en Retro Tecno...
Sí.
Han pedido más información, ¿no?
Sobre cómo nace el FAX.
Porque el FAX ahora...
Porque José María...
Sí, sí.
O José María.
No, José María.
José María, vale.
Sí, sí.
Ahora el FAX se ve como algo viejo uno, pero en su momento es una irrupción.
No, no, no.
Nació viejo uno ya.
Han nació viejo uno ya.
Yo lo diseñé ya con la intención...
Sí.
Con la intención de que fuera un aparato arcaico.
Sí.
Yo ya dije...
Me propusieron papel bueno.
Dijeron, esto va a ir con papel bueno.
Y yo dije, no, quiero una mierda de papel.
Papel como encenado, ¿no?
Que no...
Que un papel malo.
Sí, sí.
¿Quién está hablando ahí?
Sí, sí, sí.
¿Hay una persona que está hablando?
Sí, sí.
¿Qué tiene que decir usted, persona?
¿Es usted especialista en FAX?
Sí.
Que se burra.
Que se borra, dice.
Se borra.
Un papel malo que luego se borra.
Me lo va a contar a mí que lo inventé yo, ¿no?
Claro que se borra.
¿Y sabe por qué se borra?
No.
Porque insistía en ello.
Existía ya entonces...
Lo podía haber hecho, José María, con folios.
Exactamente.
Quítenle el micrófono a ese señor.
Lo podía haber...
Escúcheme.
Lo podía haber hecho con folios normales,
que luego se almacenaran bien.
Por supuesto.
Pero hizo ese rulo como de cocina malo, ¿no?
Yo dije...
Y me dijeron, ¿quiere que se imprime?
Y dije, no, que se queme.
¿Sabe por qué?
Recuerda que era como una quemazón.
Sí, sí, sí.
Era un papel quemado.
Un papel quemado.
Dije, quiero papel que si luego no le haces una fotocopia, se pierda.
Sí, sí, sí.
Y en dos semanas se vaya a tomar por culo lo que ha llegado.
Ya, ya.
Y me preguntaban, ¿por qué esto, José María?
¿Por qué?
Y dije, porque quiero ver el mundo arder.
Ah.
Porque soy un loco.
Una mala persona, ¿no?
Sí, sí.
Es verdad que...
Y me dijeron, ¿cómo quiere que se llame?
Me propusieron varios nombres.
Ah.
La Impresión Fantástica.
Era un nombre.
Muy bueno.
Telepapel.
Sí, sí.
Teléfono con folios, ¿no?
Sí.
Impresor a distancia.
Nombres guapísimos.
Y a mí se me ocurrió, Fax.
Fax you.
Y me dijeron, ¿por qué?
Dicen, ¿por qué es lo que quiero?
Que os jodan a todos.
Fax.
Yo he sido siempre una persona con muy mal interior.
Ya.
Una persona...
Sí, sí, sí.
Por dentro tengo la entraña negra.
Ya, ya, ya.
Luego se coronó usted con el módem, ¿no?
Acabo de escupir el módem.
Sí, sí, sí.
Guau.
Joder, no habíamos pensado en eso.
El módem también es una obra del diablo suya, ¿no?
No, no.
Eso lo llevó un primo mío.
Ah, vale.
El módem con ruidos.
El módem con ruidos.
El módem no tenía por qué hacer ruidos.
Porque mi primo...
En mi familia somos todos unos hijos de puta.
Esto es...
Jusos de puta tecnológicos, ¿no?
Sí, sí, sí.
Nos gusta joder, ir a joder.
Ya.
Y el módem lo inventó y le dijeron, ¿cómo lo quieres?
Silencioso, ¿no?
Y dijo, no, no, no.
No, no, no.
Quiero...
Quiero que haga ruido.
Porque el ruido es por...
Tiene unas roscas que tiene dentro.
Porque era como un telefonillo que marcaba el número.
Marcaba dentro, clic, clic, clic, clic.
Y dije yo, pon roscas.
Pero ni una gota de aceite tiene que...
Mi primo, mi primo dijo.
Sí, sí, sí.
Ni una gota de aceite va a entrar aquí.
Seco, seco, ¿no?
Seco como el culo de un perro.
Sí.
Y que cada vez que llame haga...
Bueno, sí, sí.
Ese sonido es.
Bueno, ahí está.
Y cuando empezó internet,
las fotos se podían cargar mucho más rápido.
Pero yo hablé con el inventor,
le dije que caigan a trozos lento.
Especialmente las fotos destinadas a la masturbación.
Bueno, bueno.
Paja a medias.
Quiero pajas a medias.
José María, me arrepiento absolutamente
de haberle invitado a Reto Tecno.
Y a mí de venir.
Este espacio nunca más se va a volver a emitir.
Que huele a choto esto.
Huele a sudar.
Abran las ventanas.
Por favor, me cuen a este señor.
Venga, ahora vuelvo.
Venga, va, va.
No hable más usted, señora.
Nadie se le hable.
Tres, dos, uno.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias por caminar.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Venga, venga, venga.
El claqueo.
No me deis palmas cuando baila, hombre.
Madre mía.
Alberto Romero se ha arrancado el baile
en el inicio de la segunda parte del programa.
Lo podéis ver en YouTube.
Sí, sí, sí.
Ahí está la imagen.
Ahí con la telaca en YouTube.
Que me dijo uno el otro día por la calle.
Te vemos con la telaca en YouTube.
Y digo, pero ¿qué tienes tú?
La telaca tiene como de puta madre y tal.
Sabes que es un programa de radio, ¿no?
Dice, sí, bueno, pero la vemos con la telaca.
Y luego lo vas a ver y no es un televisor.
Es efectivamente una sábana y tiene un proyector.
Sí, una tela.
Una tela grande, ¿eh?
Una telaca.
Muy bien, muy bien.
Bueno, no sé.
Vamos otra vez a la urna.
Venga.
Vamos allá.
Esther, desde Mallorca.
Oh, Esther.
Turrea, ¿eh?
¿Sí?
Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho líneas.
Uf, sí.
Ya más de cinco es turre, sí.
Más de cinco turre, ¿eh?
Venga, vamos, venga.
Cada mañana, de camino al trabajo, en un cruce, veo siempre a la misma persona.
Hola.
Es una mujer de unos 70 años.
Hola.
Escenifico, ¿no?
Edadismo, eso es edadismo.
Bueno.
Te has metido con una persona vieja.
Y tú, además.
Ya, ya, bueno, bueno, bueno.
Que estás más cerca ya que lejos.
Ya, bueno, bueno, va.
No, no, es una señora de unos 70 años.
Con...
Con...
Va, yo hago los actores.
Con media melena rubia esperando el autobús.
Muy compuesta.
Put the blame on cinema.
Put the love.
Esa es la señora mayor, pero que baila.
Va como vestida de...
¿Sabes?
Como de artista.
Put the blame on membo, ¿no?
Sí.
Put the blame on membo.
El tema es que siempre lleva el mismo vestido.
Un vestido curioso.
A retales de diferentes tamaños y formas.
Todos ellos de rayas azules y blancas.
Patchwork.
¿Todas?
Yo lo llamo patchwork.
Llámele usted como quiera.
Va.
Todas del mismo grosor que al unirse los retales quedan en diferentes direcciones.
Sí.
Me gustaría preguntarle por qué.
¿Es que lo lava cada día?
¿Tiene muchos vestidos iguales?
¿A dónde se dirigirá cada mañana?
Samantea a todos.
Bueno, pues tenemos con nosotros a la señora.
Hemos podido invitarla al programa.
Buenas tardes.
Buenas tardes.
¿Cómo se llama usted, señora?
Alicia.
Alicia.
¿Por qué siempre el mismo vestido?
Ha llamado usted la atención de uno de nuestros oyentes.
Sí.
Son...
Gracias por invitarme un programa.
Gracias a usted.
¿Le gusta esta voz?
¿Eh?
¿Esta voz bien?
Sí.
No me agrede, por lo menos.
Vale, perfecto.
Son de prendas que yo voy sustrayendo de tiendas.
Ajá.
Tengo un tema.
Yo no lo llamo problema.
No, no, no.
Porque yo no lo llamo problema.
Y quizá es...
Joder.
De verdad.
Hay tantos trastos encima de la mesa que cada vez que gesticulo tiro tres trompetas.
De verdad.
Bueno.
Es el sueño de un trapero esto.
¿Cómo se llama la gente que tiene como una querencia de robar cosas?
Ladrones, ladrones.
No, no, no.
Pero es un...
Kleptómanos.
Kleptómana.
Kleptómana.
Soy kleptómana.
Es kleptómana textil.
Sí, kleptómana textil.
Entonces usted, por lo que me cuenta, roba vestidos.
Sí, sí.
Mango, Zara, Stradivarius, todo.
¿Manga?
En mango voy bastante, claro.
A mango...
Le llama.
En mango, sí.
Claro, le llama.
Sí, como en casa.
Claro.
Entonces voy cogiendo pequeñas prendas, que eso para ellos, pues ya lo hago.
Es que no lo notan.
No lo notan.
Porque claro, si te llevas un abrigo, sí.
Claro.
Pero si te llevas unos bragas.
Y yo la braga la corto en mi casa.
Tengo mucho tiempo libre, ¿eh?
Sí, sí.
Y entonces voy haciendo un patchboard y visto así.
Muy bien.
¿Tiene algún proyecto nuevo o algo que se va a hacer unos zapatos?
Estoy mirando a su jersey.
Sí.
Como se lo quite, me lo llevo.
Vale.
Sí.
Pues nada, muchísimas...
Me hago una bufanda.
Dos.
Muchísimas gracias por venir.
A usted.
Ha sido quizá de las entrevistas menos interesantes que vos.
Por eso no me invitan a ningún sitio.
Soy de Mallorca, ¿eh?
Por si puede...
No, ¿no?
No aporta, ¿no?
No, no aporta.
Venga, muchas gracias.
Adiós.
A usted.
Bien, vamos a ver.
Fátima desde Val...
Val...
Val...
Val...
Val...
Val...
Valgean.
Valgean.
Val...
Valgín.
Fantín.
Hostia, no sé leer, tío.
Mira, no sé leer.
Tengo un problema, ¿eh?
Val...
Valgean.
Valgean.
Valgean.
Valgean.
Pero claro, si es en España, ¿no?
Valgean.
Vale.
¿Por qué hay uvas, canicas, amarillas y caracoles subiendo por la fachada de la Sagrada Familia?
Mira, hoy precisamente mi hija está con el cole en la Sagrada Familia visitándolo.
¿La has visto por dentro?
¿A la Sagrada Familia?
Ah, no, no.
Es que te he visto venir.
Ya, ya.
¿A mi hija también?
Pues con la ecografía.
Bueno, por dentro de mi mujer, claro.
Bueno, no quiero entrar en detalles.
¿No se puede pedir doble ecografía?
Es decir, quiero ver si dentro de mi hija hay alguien también.
Sí.
O sea, al hacer la ecografía, digo, no vaya a ser esto una muñeca rusa.
Sí.
Seguro que tienen tecnología para hacerlo.
Sí.
Bueno, estamos hablando del modernismo, de Gaudí, en fin, no les vamos a aburrir.
Sí, sí.
Pero estamos muy cerca de la Sagrada Familia y de la Pedrera.
Pero te decía si la has visto por dentro.
¿A qué?
¿La Sagrada Familia?
Sí, pero hace tantos años que había menos torres.
Yo es que la vi por dentro cuando solo había...
Llevo tanto año en Barcelona que la Sagrada Familia era un chaletito, ¿eh?
Cuando llegué.
Claro, yo la vi por dentro cuando era niño y había una hormigonera.
Sí, sí, sí, claro, claro.
Yo me acuerdo de entrar y había una hormigonera adentro.
Y pensé, hostia, ¿cómo está la iglesia católica, no?
No, porque la estaban construyendo.
Claro, pero yo era un niño, yo no entendía.
No, y tengo pendiente.
Yo pensaba que era el altar.
Tengo pendiente ir a...
Yo aquí bautizo a los niños, los meten aquí.
Hombre, hombre, hombre.
Yo lo sabía, ¿eh?
Sí, hombre, sí, hombre, de una hormigonera.
Va, hombre, va.
Va, por favor.
Era un niño inocente, ¿eh?
Era un niño inocente, ¿eh?
Era un niño inocente.
Ay, no sé lo que es eso.
Tengo un cubo de agua bendita y...
Era un niño dentro.
Es el poder de Cristo el que te centrifuga.
Sí, sí, sí.
Sale el niño creyente de la hostia, ¿no?
Sí.
No, no, no, no.
Tengo pendiente ir, hombre.
Y yo creo que...
¿Pues yo también?
¿Quieres que vayamos juntos?
Sí, hombre, ¿eh?
Vamos, vamos.
Pero no a reír, ¿eh?
No, a la broma.
Quiero verla.
Bueno, ya, ya.
Pero cuando nos ven juntos, la gente se predispone a reír.
Bueno, porque se rían ellos.
Yo voy a entrar con total respeto y recogimiento.
Sí, sí.
Yo no, yo voy a entrar normal.
Sí, porque el recogido no puede andar.
Pero...
¿El recogimiento se lleva por dentro?
Ya lo sé, ya lo sé.
Sí, yo tengo pendiente.
Tienes que llevar todas las vísceras bien recogidas.
Claro, eso sí.
Eso es lo que se te pide.
Eso sí.
Vale.
Oscar desde Segovia.
¿Qué lleva a las personas a saludar de forma automática a una cámara
si luego nunca saludan a otros desconocidos?
Se mantén en vuestros pechos.
Sobraba esto último.
Pero saludar de forma automática a la cámara.
Hola, hola.
Bueno, sí, ¿no?
Sí.
¿Qué vas a hacer?
Que no entiendo muy bien la pregunta.
Yo tampoco.
Vale, ven.
Otra.
Oscar, dale una vuelta a las cosas, ¿eh?
Sí.
Carta, carta.
Atención.
Carta ordinaria.
Uf.
Una carta ordinaria, como...
Ya.
Dice, hay un papel dentro, dice, de Florencia.
Una argentina que vive en Andorra.
¿Cómo?
Sí.
Florencia es el nombre.
Ah, Florencia es el nombre.
Vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale, vale.
Florencia.
Vale, vale.
Juegan con mi mente.
Berto, dos puntos.
Mira, para mí.
Sí, muy bien.
¿Sabías que en el pequeño país del Pirineo tenemos dos empresas de correo?
Hostia.
Correos de España y La Poste de Francia.
Aquí tienes un sello de cada uno de regalo.
Ah.
Posdata.
Andreu, no te envío regalo, pero tú eres mi favorito.
Pues vaya manera de ser favorito.
Ni un puto sello me ha mandado.
O sea, hay Correos de España y La Poste de Francia.
Y me envía dos seños.
Sí.
El primero es este, que pone Principat d'Andorra.
Sí.
Post, post, post, post internacional.
Ah.
Y con el escudo de Andorra, ¿este cuál es, el de Correos o el de Francia?
Este debe ser el de Andorra.
Pero si ha dicho que es Correos de España.
Se equivoca, no lo han entendido.
Correo, España, Andorra no es España.
Dice ahí, Correos de España y La Poste de Francia.
¿Quieres que llamemos a un youtuber y nos lo cuente?
Y te envío uno de cada.
Sí.
Uno es este.
Escudo de Andorra y pone Principat d'Andorra en catalán.
Sí.
Y postes internacional o internacional.
¿Postes?
¿Pero qué dices postes?
Porque pone postes.
Ah, vale, vale.
Que es en castellano, postes.
¿Qué son postes de teléfono?
No sé.
Me he perdido, me he perdido.
Pues será francés, post, post.
Pero no pone internacional.
Pone internacional.
Entiendo que este será el de Correos.
Sí.
Y luego este otro.
Que esto pone Principat d'Andorra, Correos Españols.
Ah, que es, es, es, es.
Este, este.
Con la bandera andorrana.
60 años, voluntarios, protección civil, Andorra, rugby, 15, 1963, 2023.
Coño, lo ponen todo en el sello.
¿Cómo aprovechan el sello, eh?
Yo no.
Haz varias tiradas, hombre.
Vale, pues, muchas gracias.
No lo he entendido muy bien.
Bueno.
Pero me los quedo.
Sí, sí, por favor.
Aunque yo soy su favorito.
Ese es el regalo.
A mí me llegará un queso pasado mañana.
Ese es tu regalo.
Vale.
Eh, viene, viene una turra, se acerca a tu, está en el límite de la turra, porque
llega a cinco frases.
Venga.
Si superara cinco, sería turra.
Y eso, es un poco inquietante.
Esa, incluso, sí, me va bien esa música.
A ver, a ver.
Sí.
Me gusta esa música, tío.
Vicente, Vicente.
Vicente la como, desde Lleida.
Ah, vale, vale.
Muy bien, muy bien.
Muy bien.
Muy gracioso.
Ha entrado, eh, ha entrado.
Ha entrado, sí.
Ha entrado hasta el fondo.
Sí.
¿Por qué hay un momento que nuestra mirada decide congelarse y quedarse mirando fijamente
a un punto sin necesidad de parpadear?
Eso le pasará a él, ¿no?
Y lo más sorprendente, ¿qué se está produciendo en nuestro cerebro en ese momento?
¿Se está produciendo un bloqueo?
Él se contesta a sus cosas.
Sí, sí, sí.
Él no nos necesita, ¿eh?
No, no, no.
¿Se está produciendo un bloqueo de nuestro sistema operativo o acaso es el reset de nuestra
mente?
Está hablando de cuando te quedas muñeco, ¿no?
Cuando te quedas con la mirada perdida.
Yo siempre lo interpreto, no sé si como un reset, pero sí como un stand-by.
Perdona la tecnología, ahora la estoy usando y tal.
Hay que decir, en el sentido de...
¿Te estás gustando?
Sí, me estoy gustando.
Creo que eres el único.
En el sentido de que aprovecha la cabeza y se queda y descansa.
Sí.
Eso es trago ahí.
Una pérdida de wifi, que le llamo yo.
Sí, ¿eh?
Cuando te desconectas.
Uy, no.
¿Sabes qué noto que se me cae?
No, no, no.
Uy, uy, uy, uy, uy, uy.
¿Sabes qué noto?
No, que este tema me atañe.
Me atañe.
¿Vale?
Me atañe, ¿eh?
Venga.
¿Sabes qué hace mi mujer ahora?
¿Qué hace?
Que, pues estamos hablando.
Ya verás, tú eras yo y yo era mi mujer, ¿vale?
Vale.
Y tú me estáis contando algo.
Bueno, pues está tarde.
No, no, no, no, no.
He ido a hacer unas cosas.
No, no, no hablo así.
De presentador.
No, no hablo así.
Se va.
Bueno, y ella me mira.
No aplaudáis, no aplaudáis.
No.
Habla normal, habla normal.
Para que veas.
Y yo te voy a mirar, ¿vale?
Vale.
Pues he ido a hacer el programa con Berto.
Es buenísimo, Berto, la verdad.
Me parece tan ocurrente.
¿Puedes describir lo que está pasando?
Estás mirando detrás de mi cabeza.
Sí.
Sí.
La mirada cuando no...
¿Sabes esa mirada que no te miran?
Sí.
Yo le miro hablando y ella mira así.
Sí.
Está mirando detrás.
Mira detrás, digo...
Detrás.
Digo...
Y me miente porque digo...
¿Te has quedado en cana?
En cana.
Que decía mi abuela.
O sea, como...
Digo...
¿Has perdido el interés?
Sí.
¿No te interesa?
Y dice, no.
Es que me viene la luz de fuera.
Digo, no, no, no.
No, luz de fuera es otra reacción de ojos.
Estás como...
Digo, que no pasa nada.
Si te sirve para relajarte, bien.
Pero si me escuchas o no, dice, sí.
¿Y lo hace nada más empezar tú a hablar?
¿Desconecta ya inmediatamente?
Sí.
Pues es un problema ya mayor, ¿eh?
Pero ella sostiene que puede escucharme, pero que con la mirada se queda más así.
Ah, ¿sí?
Yo no estoy cómodo.
Yo voy a hablar con alguien y se quedan así colgados.
Yo no estoy cómodo.
Ya, ya.
O soy yo un tiquisbiquis.
Pueden ser las dos cosas, pero...
Yo le he dicho, digo, tenemos un tema aquí, Silvia.
Ah, bueno, si quieres que te haga...
Digo, bueno, pues mírame.
Ya.
Mídeme a los ojos.
¡Mírame!
Mírame.
He notado que últimamente se me cae mucho la baba.
Ah, bueno.
O sea, que de repente estoy como que me relajo y...
¿Cuando te hablo otro también o no?
No.
Ah, vale, vale.
Estoy yo a mis cosas y de repente...
Ah, ah, ah.
Bueno.
Cae la baba.
Es que si quedáis tú y Silvia para hablar, va a parecer...
Eh...
Va a parecer...
Alguien boloso con el nido del cuco.
A ver...
¿Qué tal?
Bueno, no sé.
Ay, hostia, macho.
Qué poca tensión.
Bueno, pues nada.
Mira, ha dado paso.
Es que lo de mirarse a los ojos no todo el mundo...
Cansa mucho.
Y cansa mucho, es verdad.
Mira, yo ahora estoy grabando un programa de televisión, ¿sabes?
Este para la dos, que se llama...
Ahora te voy a mirar a los ojos muy fuerte.
Pero yo contigo lo aguanto bien, porque hay confianza.
A mí me cuesta un poco.
Pero se llama Ovejas Eléctricas.
El programa, ¿sabes qué?
Soy divulgador ahora de literatura.
Bueno, esto igual la gente no lo sabe.
Sí, es un programa que se va a emitir o se ha emitido ya, dependiendo de cuándo se emita este.
Claro.
Que se llama Ovejas Eléctricas en la dos, que es de divulgación sobre...
Es un late sobre narrativa.
Como para gafapastas, ¿no?
Entonces, para que entendáis un poco cómo va la cosa.
Viene gente con cosas muy interesantes que decir, muy inteligente y muy culta.
No como aquí, ¿no?
Y entonces yo me dedico a meter chistes para que la píldora te la pueda...
Como cuando le das una pastilla a un gato, ¿sabes?
Sí.
Con el jamón de York.
Exacto.
Yo soy el jamón de York y ellos son el medicamento.
Este es el formato.
Muy bien, muy indefinido.
Muy bien explicado.
Me da un poco de vergüenza, pero me siento...
Claro, yo me siento mal allí, porque estoy metiéndole chistes y guasas y tal.
Ya.
Y pienso, joder, qué ridículo soy.
Pero bueno, es lo que...
Pero forma parte del proceso, ¿no?
De divulgar.
Es lo que se me pide.
Y, por ejemplo, el otro día en la grabación sacaron un...
¿Sabes?
¿Tú has visto la naranja mecánica?
Sí.
¿Sabes que hay un momento que matan a uno con una escultura que es un pene y un culo a la vez?
Muy incómodo, muy incómodo.
Es como un pene y un culo.
Y tenía una reproducción allí y, claro, yo me clavé con eso.
Mira, esto es una culolla, es un pollulo.
¿En serio dijiste eso?
Parece una tortuga albina.
Claro, si ya sabes cómo sepa, que me invitan.
Ya, para quitarle hierro un poquito a lo que debía ser una narración...
Pero está guay el programa, ¿eh?
Os va a gustar.
Y lo que te decía, gente que a lo mejor...
Hay un momento que hacemos una pequeña entrevista y entonces viene un invitado que no conozco de nada
y él no me conoce de nada a mí.
Entonces, haciendo las pruebas de iluminación, dice...
Miraos ahora, mientras hacemos las pruebas.
Entonces, con esa persona que no te conoce de nada, mirándote hacia los ojos...
¿Tú sabes el rato que tardan en probar la luz?
Es muy incómodo.
Y yo pensando, yo tengo que conectar con esta persona, ¿eh?
O sea, no incomodarnos.
Ya.
La mirada, ojo, ojo, de la cara, es muy incómoda.
Totalmente.
Sí, sí, de la cara, sí.
La otra también, ¿eh?
También, también.
Hay varias opciones.
Se puede hacer...
Ojo...
O sea, la combinatoria es...
Sí, sí, que sí, que sí.
Ojo, ojo...
Ojo, culo, culo...
Y luego culo, culo.
¿Qué sabes?
Esa no es incómoda.
No, nada.
Y no es nada productiva.
Ya.
¿Sabes que hay trucos?
¿Sí?
¿Te puedo dar uno?
Ya, ya, el de mirar en el entrecejo.
Sí, esto se hace.
Pero claro, yo miro en el entrecejo y el otro no lo sabe.
Ahora te estoy mirando en el entrecejo.
Yo también.
Hostia, ¿entonces no nos miramos a los ojos?
No, yo no sé cómo me están mirando.
Ya.
Pero eso hay que pactarlo.
Es que yo me quedo un poco bizco, porque tengo que...
Sí, tengo que llevar los dos ojos a un punto que es el entrecejo y entonces puedo bizcar.
Claro.
Bueno, bueno.
Pero esto solo vale para restar incomodidad si lo pactas con el otro.
No.
Claro.
¿O no?
No, si yo te miro al entrecejo, yo no estoy incómodo.
Pero tú me estás mirando a los ojos, tú sí.
Vale.
Tenemos que decir, ¿qué? ¿Entrecejos?
Entrecejos.
Venga, entrecejos.
Los dos al entrecejo.
Ahora podemos estar horas.
Sí, sí, sí.
Incluso con desconocidos.
Por ejemplo, tú, entrecejo.
A ver.
¿A que no pasa nada?
Hombre, me has lanzado un beso.
Le dice entrecejo y lo otro hace.
Le manda un beso.
¿Un beso, Ro?
Ya.
Qué zorro.
No, pero esto se usa en actores.
Hay muchas leyendas.
Por ejemplo, cuentan una muy famosa en Barcelona de dos actores que tuvieron mucho éxito haciendo
teatro y que se llevaban fatal.
Y hacían una obra los dos solos, casi dos horas en el escenario.
Entraban por camerinos separados y no se veían.
Es más, habían llegado a las manos.
¿Sí?
A hostia limpia.
Sí, sí, sí.
Pero eran esclavos de su éxito.
Y yo le pregunté al director en su momento, oye, ¿cómo lo hacían?
Dice, en los últimos meses no se llegaron a mirar a los ojos.
Toda la obra, que era una comedia de situación, mirándose al entrecejo.
Guau.
Que casi es más violento, porque sabiendo cómo estaban, como a uno se le ocurriera mirar
la pupila, se llevaba una hostia.
Sí, sí.
Y la gente, ¡ay, qué risa, qué risa!
Y el otro día vi a uno de ellos.
¿Sí?
Sí, sí.
Luego me recuerdas quiénes son, porque me lo has contado y ahora no me acuerdo.
Vale, le miré al entrecejo, por si acaso.
Sí, sí, sí.
Y él rápidamente lo leyó, ¿no?
Dijo, este me odia.
Sí, sí.
Porque ya lee miradas entrecejo.
Sí.
Claro, claro, claro.
Me preguntó, ¿cómo estás?
¿Ha sido?
Bien, bien, bien, mirándole las cejas.
Qué bueno.
Bien, vamos a seguir.
Venga, va.
Bueno, ¿qué tal aquí la gente asistente?
¿Bien?
Sí.
¿Alguien tiene algo que comentar?
No, perdona, que te he dicho antes que vayas.
Es que la señora que hablaba todo el rato.
Sí, sí.
Ha coincidido que ella creo que es muy de hablar.
Sí, bueno, hay gente así, hay gente así.
Y que tiene el micro de alta sensibilidad encima.
Mira, vamos a hacer una prueba.
¿Hola?
Hola.
Perfectamente.
Perfecto.
Es que se te llevo muy bien.
Sí, sí.
¿Cómo te llamas?
Marga.
Marga.
Eres de hablar, ¿no?
Mucho.
Pero yo la he prohibido antes y ahora está.
¿Quieres hablar un rato?
De verdad que no hay problema, ¿eh?
Sí.
Si alguien tiene algo que decir, este es el momento.
O si no, ya tiramos para atrás.
Creo que sí.
Digo, para el final.
Voy a hablar un momento con Marga.
Vale, vale, venga.
Sí.
Más que nada, que no se vaya tan bien con la sensación de...
No, que no se vaya enfadada.
Claro, no, enfadada, no.
Pero que no crea que yo estoy indispuesto.
No, él es un ancio siempre.
No, no.
No contigo, con todo el mundo.
Es que se la escuchaba mucho.
Tienes el micrófono...
Sí, me voy a sentar a tu lado, Marga.
Tienes el micrófono y tienes un chorro de aire aquí que...
Hostia, parece una tienda de ropa, ¿eh?
¿Sabes?
¿Sabes estas que están con la música y el aire?
Sí.
¿Qué tal, Marga?
Bien.
¿Cómo estás?
Bueno.
¿Ves?
Bueno, ella ya empieza así como para generar.
¿Te digo bien o te digo la verdad?
La verdad.
Qué bien trabaja la conversación, ¿lo ves, no?
Da como spoilers, pero no los acaba de dar.
Bueno, eres de Barcelona.
Te vamos a dar un micro incluso, que solo lo damos a gente muy especial, ¿eh?
Gente que...
Se me ha parecido que era místico el momento.
Eres de Barcelona.
De Blanes.
¿Eres de Blanes?
De Blanes.
Escuchen al sobrante.
Va, cuéntanos algo.
Que no te vayas con la impresión de que no has podido hablar.
¿Qué te gustaría contar?
Uy, no.
Si el programa es vuestro, no tengo que yo...
Es verdad, tiene razón.
Fíjate que yo he venido aquí con todo el cariño y ella no está queriendo colaborar, ¿eh?
Porque ella es más de segundo plano.
O sea, yo creo que he entendido lo que pasa.
Ella trabaja bien esto, ¿no?
Trabaja el segundo plano.
Interrumpiendo.
Sí.
Eres de interrumpir, ¿no?
Bastante mucho.
Bastante mucho.
Bueno.
Bastante mucho.
Pues nada.
Pero no te vas enfadada ni nada.
No.
Vale.
Tengo a creador de sobrante.
En el segundo plano.
Este hombre cómo matiza las cosas.
Dice, segundo plano.
No, este tío es bastante increíble.
Sí.
Mateo, ¿no?
¿A qué te dedicas, Mateo?
A ser sobrantes.
A ser sobrantes.
Este tío es muy bueno.
No, no, es bueno, es bueno, es bueno.
Este tío es muy bueno.
Bueno, pues mira, valió la pena venir aquí.
Venía por marca, pero al final Mateo va poniendo sus puntillas.
¿Alguna palabra más que quieras dejar en el aire?
Una reflexión.
Una reflexión.
Ojo que viene Turra, ¿eh?
No, no, no, no, no.
Venga, a ver, va.
Reflexión.
No, porque cuando venía pensaba que venir acá era como que no sabes si estás yendo al pasado,
al futuro, ¿no?
Eso es algo que marca mucho, venir acá, ¿no?
Bueno, que no va presente.
Ahora digo ahora, y no sé si estoy ahora o cierro los ojos y voy a estar en el pasado, ¿no?
Sí, sí.
Tú estás bien, ¿no, Mateo?
No sé.
Haber venido acá me ha transformado un poco.
Me ha transformado un poco, ¿no?
Me ha transformado un poco, ¿no?
Sí, puede que te ayudemos a centrarte un poquito más, ¿no?
Sí, sí, sí.
¿Vienes con tu compañera?
Sí, sí.
La madre de mis hijos.
Bueno, vamos a hablar con ella porque…
Gracias, gracias.
Es la mujer.
Yo no tengo nada que decir.
No tiene nada que decir, ¿no?
Ya lo dice todo él, ¿no?
Exacto.
Estamos celebrando 25 años de casarnos.
Sí.
¡Oh!
¡Oh!
¿Ves?
¿Ves?
Esos son…
Perdona.
Esos son las bodas de plomo, ¿no?
No.
Perdón, perdón.
Tenía mal entendido.
25 años los dos.
De pecado.
25 años de pecado, ¿no?
De pecado, ¿eh?
¿No estáis casados?
En pecado, no, no.
Ay, pero ya no os casaréis.
No, ¿para qué?
¿Para qué?
Tal vez si nos casan ustedes.
No, no, no.
A ver, yo tengo el sobrante en la mano.
Exacto.
Para eso es, para eso es.
Muchas gracias por venir y Samanté sobre vuestros 25 años.
Venga, vamos allá.
Bueno, vamos con alguna pregunta más.
Carmelo Cotón.
¡Hombre!
Un clásico de como espuma.
Desde San Sebastián de los Reyes.
Como los dos tenéis gafas, como yo, os quería preguntar si os pasa lo mismo que a mí.
¿Sabéis si alguien es miope aunque no lleve gafas?
¿Tenemos los miopes una mirada diferente, como concentradas, Samanté caliente sobre vuestros ojos?
Bueno, a ver.
La mirada miope.
Esta mirada como sexy, ¿no?
Bueno, Copito de nieve, el famoso mono albino, gorila, albino, gorila, ¿era?
Gorila, gorila.
De Barcelona, que tenía mi edad, por cierto.
Bueno, nacimos el mismo año.
¿Ah, sí?
Sí, sí, sí, sí, somos del mismo año y yo sigo vivo y a Copito nos dejó, murió muy mayor.
Y era miope y tenía la mirada miope.
Tú ibas al zoo de Barcelona.
Pero murió muy mayor.
Hombre, murió con su...
Para ser un gorila, supongo que tienen otra esperanza de vida.
Para ser gorila en cautividad creo que murió con 50 y pico, 50 y poco.
Sí, sí, pasó los 50.
Y tú estabas cerca de él, yo estuve varias veces cerca de él, incluso le hice una entrevista para TV3.
¿Sí?
Sí, sí, puse una butaca y me puse a su lado.
¿Con el cristal en medio?
Sí, hombre, claro.
Y le daba, señor de neu, señor de neu, porque se ha floquet de neu.
Y el tío, porque aguantaba un momento, entonces decía, parece que te entiende.
Y no, porque el albinismo le indujo una miopía y entonces tenía una mirada así.
Y era como la gente, uy, te entiende, te entiende, ¿sabes?
Pues catalanes siempre somos muy así, creemos que nos entiende todo el mundo.
Y me dijo un cuidador, dice, no, es que es miope.
Es todo lo que tengo que aportar sobre la miopía.
¿Y no te lanzó mierda contra el cristal?
No.
Hubo un momento...
A ver, yo si estuviera en Guantánamo, como están ellos, también lanzaría mierda contra el cristal.
Hay un momento en que viene, está el vídeo, ahí me mira un poco así, porque además es como de soslayo, ¿sabes?
Sí, sí, sí.
Y yo le hago una pregunta y hace como que no le interesa y se gira y me da el culo.
Ah, muy bien.
Y yo le hace la conducta y dije, hombre, me parece muy mal, en catalán, como usted, Giri, esas cosas que hacía yo.
Así, eso es lo que deberían.
Tenemos tanto que aprender de los gorilas.
Claro.
Todos los entrevistados deberían hacerte eso en la televisión.
Pues sí.
Si una pregunta no les interesa, te dan el culo y venga.
Y ya está.
Elizabeth, desde Aguilar de Sagarra, dice, ¿qué te planteas cuando te das cuenta de que tus hijos creen que Indiana Jones es un live action de Tadeo Jones?
Bueno, venga, va tú.
La vida, la vida es así.
La vida es así.
Yo recuerdo cuando les puse la primera de Star Wars a mis hijos, que pensé, esto va a ser un momentazo.
Y las caras, las caras, ¿eh?
Sí.
Y a mitad de peli decir, esto es un poco aburrido, ¿no, papá?
¿Les parecía aburrido Indiana Jones?
No, no, no, Star Wars.
Ah, Star Wars.
Bueno, es que...
La primera le tenemos mucho cariño, ¿eh?
La primera ajustea, ¿eh?
Ya.
Pero, hostia.
Sí.
Tiene un primer tramo un poquito de...
Vamos, vamos.
Sí.
Ya sé que estáis en el desierto.
Vamos.
Que pase cositas.
Venga, la motoreta, dale a la motoreta.
Venga, este señor mayor, que empiece la aventura.
Sí, sí, tiene un arrancar lento.
Ya.
Y ahora le tengo cariño, pero hay que reconocerlo.
Sí, pero luego se canchan y todo eso.
Sí, luego se lían.
Bueno, compañero...
Es que leí que una espada láser en realidad, para que funcionara, tendría que estar conectada
a una central nuclear.
¿Ah, sí?
Sí.
Los duelos serían mucho menos...
¿Por la energía que necesitas?
Sí, claro.
¿Qué dices?
Claro, tú imagínate...
O bombona.
Tú imagínate llevar la realidad, ¿no?
Star Wars en la realidad, que es con una bombona como de bucina.
El butano y la espada conectada.
Entonces, a luchar.
Arrastrando la espada.
Ponte aquí, ponte aquí.
Pa, pa, pa.
Y de repente se oye uno...
¡El butanero!
¡El espadero!
¡Rellamos espada láser!
¡Allá ya ves!
¡Ha llegado el espadero!
¡Traiga su tricodero!
¡Traiga su espada láser!
Y oye, perdónate, que ahora te mataría, te arrancaría un brazo, pero no tengo energía.
No tengo energía.
Quedamos en una hora, bueno, Agustín.
Y al final ganan que llevo una navaja.
Claro, claro, claro.
Lo de siempre.
Como ha sido toda la vida.
Compañeros, tenemos que marcharnos.
Bueno, porque tú quieres.
Volveremos la semana que viene.
Muchísimas gracias a todos.
Os queremos mucho.
Oye, acabamos con...
Ah, claro.
Espera, espera.
Acabamos con concierto, mini concierto de...
Sintetizador, estilofón.
Estilofón y sobrante.
Con este concierto de sobrante y estilofón nos despedimos hasta la semana que viene.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Gracias.