Cuando salíamos de marcha, mi grupo de amigos de la facultad,
en periodismo, estudiábamos el autónoma en Barcelona.
Perdón, íbamos a...
Salíais de marcha, había mucha diferencia de cuando estábais en la universidad.
Es casa. Es casa.
Me ha contado un amigo coetáneo que estudiar mucho no ha estudiado.
Yo estuve mucho haciendo contactos en el bar.
Vale, perfecto.
Y he aprendido jugar a Kiriki, que es un juego con dados, soy un maestro.
Ya.
Y íbamos a discoteca la zona hermética, que está en Salvador.
Ya.
Mientras toda la noche allí, de la que te pego, intentando.
Pero, claro, obviamente no...
Música de ambiente, por favor, electrónica podría ser, ¿no?
Pásqueda pase. Un poquito de música electrónica de la época, ¿no?
Estamos hablando de año 1996.
¡Wow!
Imaginaos.
Olimpiada pagada, como lo can. Olimpiada pagada.
Fue en 92.
Vale, 1996.
Podéis visualizar corrupción en Miami.
Miami Vice.
Sí.
O sea, podéis, de Ricardo Tapps y de los dos protagonistas,
pues los donkeys que había en segundo plazo,
cuando tenían una misión en un barrio jodido de Miami,
esos éramos nosotros.
A ver, a ver, la hermética, ¿cómo sonamos?
Estamos...
Era mucho más traya que esto, pero, bueno, imaginaos.
La decencia, hombre, pon la decencia.
Bueno, estábamos allí.
Sí, la decencia iría bien.
Sí, la música iría bien.
La sección de ciencia.
Bueno, estaba ahí... Eso.
Ahí, ahí.
La hermética.
Toda noche, ahí te pego.
¡Que es!
La hermética.
¡Que es!
¡No mira nada!
¡Que es mi madre!
¡Espóltale!
¡Cúcuta madre!
¿Cómo que te vas?
¡Te daba la última!
¿Pero cómo te vas a ir, no?
Sí, no he empezado.
Bueno, pues se acaba esto.
Que te la quedó la cabeza.
Quita la música con ese frío que te entra en los huesos,
cuando eres el último, la dijo Teca.
Ya, ya.
Y ya te echan.
Que pades el dueño, ¿no?
Ya te echan.
Te te cagas las llaves, ¿no?
Ese sudor que se empieza a enfriar,
que hace como una película de fracaso en tu piel.
Sí, me gusta, me gusta.
Y entonces con los amigos, ya, digo...
¿Están solos pegajosos? Sí, solos pegajosos.
Solos pegajosos.
¿Se fumaban en el interior todavía?
No.
¿Se hicieron repletos? ¿Que no? ¿No lo 26?
Mira, mira cómo se acuerdan.
Sí, probablemente sí.
¿Tenéis una edad a todos, eh?
Vale, vale.
¿Esa salida de ahí?
Sí, se fumaba, madre mía.
Muy inmigrantes.
El caballero que antes te sonreía,
ahora te mira con cara de vete ya.
Sí.
Primero era tu amigo, ahora es tu cuñado.
De repente la iluminación ha cambiado,
había luces de colores, estroboscópicas,
que no eso disimulaba, de repente luz fría.
¡Pum! Florecente.
Uy, uy, uy.
Gente, sale el...
¿Serrín en bómito? ¿Serrín en bómito?
Un poquito.
Al mejor ha sentado mal.
Serrín, luego lo barrimos.
Serrín, bómito, recogiendo cuerpos.
Sí, vale, vale.
¿Algún cristal? ¿Algún cubata se ha caído?
Bueno, a ver, tampoco fue una noche tan bestia, pero...
Bueno, bueno, bueno.
Bueno, pero... No he hecho regular.
Pero me etiquero, me digas.
Sí, puede ser, pero eso había.
Entonces nos poníamos en la puerta con un grupo de amigos
y entonces iba saliendo toda la gente que quedaba en la discoteca
y empezábamos a decir, gritando un poco...
Última oportunidad.
Restos de serie.
Saldo y hacía así. Última oportunidad.
No se vaya a casa sin algo, lo que sea.
Por el precio de uno se lleva dos, ¿no?
Haciendo gala del patetismo, cuando las chicas pasaban,
se reían, nosotros, bueno...
Reírnos, pero aprovechados.
Impresas, ¿no?
Pero también hacíamos gala de esa honestidad.
Autoparódica, ¿no? Sí, tío.
Venga, ir pa' casa y...
Fico contra algo. Me lo pasó.
Venga, vamos a cambiar de tema. Venga, va, va.