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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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La Cadena Ser y el Terrat presentan Nadie Sabe Nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
¡Vamos!
Gracias, gracias.
Gracias, queridísimo público.
Gracias.
Vaya verbena de San Juan anoche.
Madre mía.
Me quedé dormido.
No te acuerdas de nada, ¿no?
Claro.
De...
Bueno, una noche...
Un petardo.
Petó un petardo tan fuerte...
Y pensé, ¡ya está aquí la guerra!
¡Pum! ¡Ya está aquí la guerra!
Tú sabes que yo hace un par de años me vine arriba y compré petardos,
que nunca lo hago porque me da un poquito de miedo, la verdad.
No, hombre, a ver, son explosivos, son mini explosivos.
Controlaos pero explosivos. Y ese día que dije, venga, voy a hacerlo.
Y hacíamos una cena con los chiquillos del colegio y los padres,
esos nuevos, yo los llamo, mis nuevos amigos.
Sí, sí.
Es verdad, sobrevenidos.
Y bueno, pues han llegado para quedarse.
Amigos de hija.
Eso sí, cuando mi hija tenga 15 años los quiero todos fuera de casa.
No, no, es broma, es broma.
Entonces, juntamos y dije, venga, voy a comprar yo los petardos,
porque quedamos, sí, es biféctota, quedamos en el exterior,
en el de fora, que es de un Cataluño, en el de fora.
Sí, sí, hasta ahora me parece todo de una lógica aplastante, ¿no?
¿Puedes tirar petardos dentro de casa?
Sí, no, no, no.
Pues no voy yo a comprar cohetes, claro, como ya sabes que soy medio excesivo,
que no falte de nada.
Digo, a ver, unos buenos, ¿eh? No me vengas con peh, peh.
Ya son las cajas esas que metes fuego y van soltando.
Sí, sí, bueno, había de todo, ¿eh?
Ha cambiado mucho el mundo piratónico, ¿eh?

Como se ha visto este año, claro, claro.
Sí, sí, bueno, este año el petardo que más ha funcionado es, no me acuerdo.
Ya, ya, bueno, es que tiene nombres muy raros.
Bueno, que llegue con unos petardos y unos cohetes, sobre todo cohetes.
A mí me hacía ilusión un cohete.
Cohete.
Poner en órbita algo, siempre me he hecho ilusión, ¿no?
Sí, sí, sí.
Y saco aquello y todo es ¡uh, mamá!
Pero ya Silvia, que sabe que siempre está comentando todo lo que yo hago.
Eso no fue ayer, ¿eh? Fue otro año.
Fue otro año.
La anécdota de ayer te la guardas.
No, es que ayer no complicó.
Va dentro de un mes.
O dos.
Pues bueno.
Hay que reflexionar las cosas antes de contarlas, coño.
Yo cree un cabo cañabral en mi casa.
¿Qué será para verlo?
¿Los niños llorando?
Sí, niños llorando.
Alguno se asustó hoy porque...
Sí, sí, sí.
Sacaba, digo, madre de Dios, la que se va a liar aquí.
Nunca más, ¿eh?
A mis hijos les gusta mucho el perro que caga.
¿Sabés que hay un petardo que es el perro que caga?
Es un perrito de cartón y entonces no peta.
Simplemente hace...
Y va saliendo como un troncho de...
El espiral.
Un troncho de ceniza.
Y entonces los niños lo celebran mucho.
¡Ay, mira la caca, la caca del perro, la caca del perro!
Precioso, es preciosa.
Es una tradición que no se tiene que perder.
Bueno, pero estuvo bien.
O sea, noche mágica.
Ha partido ahora ya la noche el día cada vez más corto.
Sí, sí.
Todavía no han empezado las vacaciones y ya se está haciendo la noche.
Eso está mal montado.
Sí, esto es las nueve y media de la noche y todavía hay sol y los niños.
Hombre, pero yo quiero seguir viviendo porque...
Quiero seguir viviendo.
A dormir, ¿no?
No, todavía hay sol.
Cerrando ahí las persianas como a un loro que se les echaba un trapo por encima para que crean que es de noche.
Ah, sí, haces eso en tu familia.
Las persianas ya es de noche.
¡Es de día, es de día!
Comiendo al piste, ¿no?
Les das al piste, ¿no?
No.
Bueno, pues...
Esperemos...
Esperemos que haya ido todo muy bien.
Madre mía, cómo comen, ¿eh?
Ni una intolerancia alimentaria van sacado y son tres.
Madre mía.
A mí me lo vas a decir, que yo estuve unos días con tu familia y...
Sí, sí.
La mía que no come tanto acabó comiendo como los tuyos.
No, la tuya no come tanto.
Bueno, sí, pero...
Es un pacarito.
No, no, también comen, es verdad.
Hombre, les gusta, son de vida.
Aquí en Cataluña se dice ser de vida.
Ser de vida.
Es el niño, va a ser miércoles Adams.
Oye, miércoles, y eso de acabar de comer a las tres y a las cuatro y media,
te dicen, tengo hambre.
Sí, sí.
¿Eso cómo puede ser?
No, no tengo hambre, tengo mucha hambre.
No puede, no puede ser.
Es que no puede ser, no es verdad.
Entonces, ¿qué información les dará su sistema nervioso o lo que sea?
Sí, un sistema, el sistema hambriento.
Hay un sistema.
Sistema hambriento.
Cuando tenemos hambre, se activan unas cosas que están muy bien activadas.
Por cierto, estuvo muy bien el cuerpo ahí.
Me mando, dejó una información muy chula.
Ah.
Cuando tienes hambre, a mí me gusta tener hambre.
Ah.
No entiendo, no entiendo a dónde vas, no entiendo a dónde vas.
A ver, yo tampoco.
¿Te gusta tener hambre?
No, me gusta notar la sensación de la hambre.
Ojalá, ojalá llegue una hambruna, ¿no?
Para que tú disfrutes.
Joder, no me analicemos.
Qué bien lo estoy pasando, me estoy comiendo a mí mismo.
No me he expresado bien.
Autofagia, ¿sabéis qué es la autofagia lo que es?
Sí.
Claro, lo de la...
Son autostopistas que te comen.
No, lo del ayuno intermitente este, que la gente ha descubierto que si no come adelgaza.
Así, así, sí, sí.
Es algo increíble.
Nos hemos dado cuenta de que si no quitamos de comer una vez al día, no adelgazamos.
¿Quién lo podría imaginar?
Pues esto es la autofagia.
A partir de no sé cuántas horas, sin comer...
El cuerpo se come a sí mismo.
El cuerpo empieza a comerse a sí mismo.
Dice el cuerpo, a ver dónde tengo reservas de grasa.
Aquí, aquí, Michelín, venga, vamos, vamos.
Ah, bueno, pero va repartiendo, ¿no?
Yo supongo.
No se te come un brazo, ¿no?
Hombre, ¿yo qué sé?
Igual...
Hombre, autofagia...
¡Dios mío!
¿Dónde está mi brazo?
¿Dónde está mi brazo?
Tenía que haber cenado, hostia.
Esa amputación no es autofagia.
Hostia.
Como la foto de regreso al futuro, ¿no?
Antes apareciendo.
Me he expresado mal antes.
Yo lo que te quería decir antes es que cuando...
Tú, por ejemplo, has comido.
Has comido, ¿no?
Y son las cuatro, cinco de la tarde, no tienes hambre.
Y a veces yo pienso, ¿cuándo tendré hambre?
¿Tú no piensas cosas así?
No, no, pero te diré lo que pienso yo.
Yo cuando pienso...
Qué bien que no tengo hambre.
Es porque ya tengo hambre.
O sea, cuando empiezo a pensar en que no tengo hambre...
Bien, bien, bien.
Tardo como diez segundos en darme cuenta de que en realidad lo que tengo es hambre.
Pero me gusta porque estamos encontrando un punto de encuentro.
¿Sí? ¿Tú crees?
Sí, debate para la salud que estamos haciendo.
Yo digo, son las cuatro y media, no tengo hambre.
Son las cinco, tengo hambre.
Pero de repente a las seis menos cuarto...
Se activa el hambre.
Y digo, qué hijo de puta.
Me miro yo a mí mismo y pienso, joder.
Bueno.
Pues vamos a seguir.
Venga.
Vamos allá.
A ver.
Gracias.
Abre un tema.
Parecería que hay más preguntas en la urna.
A lo mejor el equipo recogió el cable que les echamos.
No el cable, no, el toque.
Les dijimos que hay pocas preguntas.
Abre un tema.
El ilustrador fantasma.
Sí, sí, sí, tema de misterio.
Nos han llegado por correo unas ilustraciones muy bonitas.
Sí, sí.
Una que se llama Wild NSN, que se nos ve a Andreu y a mí,
rodeado de nuestros animales de toda la vida.
Está Mel, está mi gato Harpo, está mi periquito Perico.
Sí.
Que no hablaba.
Y otro que me encanta, que es algo así como manga, ¿no?
Como infantil, somos los dos con cuerpo de bebé.
Corriendo sobre un planeta de pollos.
Son muy chulos.
Los ha enviado sin ninguna nota, sin decir quién es ni nada.
O sea, es un artista lúdico.
¿Está aquí entre nosotros?
¿Está aquí entre nosotros? No.
Bueno, ha llegado por correo.
El dibujante fantasma.
El dibujante fantasma.
El hombre que dibujaba iba a programas, lo dejaba y se iba.
Sí.
Nos gustaría, iba a decir que nos gustaría que nos dijera quién es,
pero a lo mejor no.
A lo mejor es mejor que quede así.
Es que ni lo ha firmado, ¿eh?
No, no lo ha firmado.
Y es el original, fíjate que se ve.
Y son muy chulos, nos gustan mucho.
Bueno, pero ni que sea para poner los créditos, ¿no?
No se sabe.
Uh, uh, uh.
Ya está, ya está, era solo esto.
Ya, ya, ya, ya, ya.
Vamos con el programa.
Habéis vuelto a hablar todo el día rayado con esto.
Bueno, venga, vamos a las preguntas.
Dice Rubén desde Madrid.
Prepárate, Berto.
Pensando en el cantador infinito de Córdoba,
me hace gracia pensar
que tiene un hermano llamado Finiquito de Córdoba.
¿Qué personalidad tendría?
Ya está llegando, está llegando ya.
¿Qué personalidad tendría ese personaje?
Gracias por la alegría que nos dais.
Está aquí, Finito.
Finito, Finito.
Buenos días a ti, a tu compañero y a todos.
La audiencia.
Muy bien.
Finito.
Finito.
¿No te toco las castañuelas?
Hombre, pero, hombre, pero un poquito.
No, bueno, vale.
Se podría decir, se podría decir, Finito,
que tú tienes un hermano que...
No, espérate, espérate.
No imites el acento andaluque te va a partir la calaba.
La calaba.
Un catalán imitando un catalán.
Espérate, espérate, espérate.
Ay, ay, ay.
Un catalán imitando un andaluque
más peligroso que un chaco de bomba va a dar.
Bueno, con nada, pues.
Bueno, pues ya lo sé.
Así que mientras formulas la pregunta me quedo que ahora coleando...
Ah, vale, vale, para no parar.
Claro, es que es infinito.
Bueno, iré lo más rápido que pueda.
¿Tienes un hermano que se llama Finiquito, que sería tu némesis?
Efectivamente.
Mi hermano Finiquito, mi hermano Finiquito, mi hermano Finiquito pues
es el único que me puede parar.
Así, ¿eh?
Madre mía, es tu criptonita, ¿no?
Sí.
Atención, momento importante.
Va a llegar Finiquito.
Va a llegar Finiquito.
Es como una saga de superhéroes, ¿no?
Su hermano siempre está escondido unos metros más atrás.
Gracias.
Venga, cállate ya.
Hostia, pues lo ha callado, sí.
Sí, lo ha callado.
Yo me encargo de callarlo.
Uy, que tiene acento catalán.
Sí, claro, somos de Reus.
¿Son de Reus?
No, pero haces de Córdoba, hostia, no me jodas.
No, somos adoptados por Córdoba.
Córdoba no se adoptó, la debemos todo, pero nosotros somos de Reus.
Y mira, Finito se ha quedado con la boca así.
No, no, está aquí bebiendo agua.
Sí, sí, sí, mira, mira.
Está bebiendo el Finito.
No abre la boca, porque en cuanto abre la boca va a empezar.
Ya, bueno, pues muchas gracias a los dos, un placer conocerme.
Muchas gracias por invitarme.
¡Y muchas gracias a mí también!
Venga, ya está.
Madre de Dios, madre de Dios.
Los hermanos.
Los hermanos.
Infinito, infiniquito.
Los hermanos Quito.
Bueno, vamos con Ursufica desde Picassén.
Hola, gente. Hola, gente.
Como madre de adolescente me pregunto, vosotros en vuestra pubertad fuisteis rebeldes con vuestros padres.
¿Qué consejo me darías para que mi hija no se aleje demasiado?
Un abrazo.
No sé si somos los más indicados para dar consejos a púberes.
Yo no recuerdo ser muy rebelde.
Recuerdo que me daban rabia.
Hay un momento en la vida en que los padres te dan rabia.
Poquito, sí.
Pero tampoco se lo...
Yo nunca hice una cosa muy fea que es, papá, cuando te llevaban al cole, déjame dos calles antes para que no me vean contigo.
Eso es muy feo, ¿eh? Eso es muy feo. No lo hagáis, por favor.
Y mi padre, bueno, llego a hacer eso y mi padre me da unos 600 que llego yo, coche, y él también.
No, nunca hice eso, pero bueno, esas cositas, ¿no?
Bueno, es ley de vida.
Tienes un hijo adolescente, mira, es un problema que vas a tener durante un tiempo.
Esperar que la química sea benévola contigo y con él.
Yo creo que habría que usar la luna para el tema de la adolescencia.
¿Cómo puedes ampliar un poquito ese tema?
Bueno, nosotros tenemos que convivir con los adolescentes que, como sabéis, son una...
¿Es un espacio de psicología familiar?
Por supuesto, y aeronáutica.
Hostia, este es muy nuevo, psicología familiar y aeronáutica.
Venga, vamos para allá, vamos a hacerlo ahora mismo.
¿Tienes algún título que quieres que le ponga?
Filosofía familiar y aeronáutica.
Ya, no uno que resumara bien, ¿eh?
Perdona.
Va a haber un eructo, pero es por infinito, ¿eh?
Vale, claro, claro.
En la cadena ser filosofía... No, perdón.
Bueno, yo no quiero que me entrevisten en un programa para que no conocen ni el título.
En la cadena ser psicología y aeronáutica.
La combinación más inédita, pero muy adecuada, ¿no?
Estamos con el profesor Federico Romero.
Hola, buenas tardes.
Vale, hombre, siempre con vocecitas.
Cede, porque ya nos conocemos, ya hace mucho tiempo, ¿no?
Sí, bueno, ¿te acuerdas cuando colaborábamos en Las Tardes de Eugenia?
Aquel programa Las Tardes de Eugenia.
Sí.
En los años 80.
Sí, sí, en Onda Cero, ¿no?
No.
En Onda...
Si no lo sabe, tampoco.
¿No acuerdas que era un edificio gris? ¿Te acuerdas?
Radio Nacional de España.
La casa de la radio.
¿Qué tal, Federico? Sigue con sus mierdas, ¿eh?
Muy bien, sigo con la filosofía familiar.
¿Filosofía era?
Sí, psicología.
Bueno, esa variante de la Luna, aeronáutica, ¿nos puede ampliar un poquito?
A mí no me interesa, pero por la gente.
Bueno, la cuestión es que tenemos un problema social con la adolescencia, ¿no?
Son años en los que son personas descerebradas, personas que no atienden a razones,
que quieren ver el mundo arder, que hacen tonterías, que meten la lengua en un charco,
meten los dioses en un enchufe...
Sí, chupan barandillas.
Se drogan mucho, tienen...
¿Neocortex? Ahí está todo...
Claro, el neocortex está planteado solo, no se acaba del monte.
Hay un boceto de neocortex.
¿Qué es el neocortex?
Una parte que hay...
¿Que le da pereza?
Pues es que son conceptos tan complejos que para gente que no esté dentro de la neurología
es muy difícil de entender.
A mí me preguntan ¿qué es el neocortex? Y digo, una parte.
Es que querría saber... Estudia neurología.
Estudia 10, 12 años de neurología y ya lo sabrás.
Vale, vale.
No me vengas a preguntar a mí.
Te voy a explicar algo que es el neocortex.
O si no tuviera nada que hacer.
Eso es de un divulgador.
Te lo has tomado por culo.
A veces se lo ha dicho a gente.
No es actitud de un divulgador.
Bueno, no es actitud si no quieres.
Claro, claro.
Bueno, en fin, espero no preguntarle nada que le moleste.
No dais ganas de tocar el tema neocortex que me toca especialmente los cojos.
Bueno, bueno.
Siempre tiene que venir el típico imbécil que no tiene ni idea de nada.
Y ha oído la palabra neocortex.
Porque es una palabra muy golosa, eso es verdad.
Porque como lleva neo, que es el neo...
Claro, la partícula neo es muy golosa.
De nuevo, ¿no?
¿Y córtex? ¿De dónde viene córtex?
No te lo quiero contar, aunque malas trampas.
A lo mejor quieres que te explique la palabra dividiéndola en dos.
Por aquí lo pillo. Me explica neo y me explica córtex.
Y así yo junto a las dos explicaciones...
No lo había visto nunca.
No lo había visto nunca un divulgador cabreado.
No, no estoy cabreado.
No es cabreado, es más que no me importa a mí mucho.
Bueno, entonces lo de la luna...
No divulgar, no dar clase, coño.
Ya, ya, ya.
Que paguen una matrícula.
Ya, ya, ya.
Bueno, entonces, ¿qué quiere contar?
Vagos.
Mire, vamos a dejar la sección aquí.
Ya no ha entrado como en pie.
No, no, no.
No me acuerdo ni de lo que quería contar.
Mire, Fede, yo cuando trabajaba con este en Radio Nacional,
ya me parecía un cretino.
No le estoy ni mirando a la cara.
No se puede menospreciar más a nadie.
Pero ha ido aún más la cosa.
Si se pudiera ir usted un poquito a la mierda...
Venga, anda por ahí.
Venga, ya, mierda, fuera.
Quenoso.
Va, eh.
Va, mira.
Oh, oh.
Andreu, lo que digo es que como socialmente son un problema,
toda la etapa...
Yo diría, la luna que está...
La luna es todo terreno que está...
Edificable.
Edificable, sí.
Construir toda la luna a un centro...
La cara vista, no la cara oculta.
No, no, la cara oculta también.
Bueno, pero ponés...
Echas electricidad, tiras cables.
Ah, bueno, vale, sí.
¿Están los chinos en la cara oculta?
¿Quién haya?
No, los chinos, los chinos.
Y yo escucho podcast de esos.
¿Qué va a ver chinos en la cara oculta?
Los chinos están...
Me cago en la madre que me parió.
Otro divulgador cabreo.
Que los chinos están llevando naves a la cara oculta.
Hombre, no, nos habríamos enterado.
Sí, tú te vas a enterar.
No, yo no, pero cualquiera.
La gente lo ve, la gente lo ve.
Mira, mira, mira.
No, pero si es cara oculta, lo ves.
¿Y entre que va de la tierra a la cara oculta?
No, porque va por detrás.
Claro, claro.
Claro, esto es...
Estabas tonto, eres...
Mira que eres tonto.
Mira, este es el espacio de investigación espacial.
Se llama Astrolavio, que ya lo elaboramos la semana pasada.
Astrolavio.
Bienvenidos a Astrolavio, efectivamente.
No, no.
Astrolavio.
Estableciendo.
Mapeando.
Que no están haciendo nada.
Que te calles, que es mi sección esta.
Mapeando la cara oculta.
¿Con qué objetivo?
Pero mapear no tienes que bajar.
Lo haces desde el aire con un satélite.
Eso sí, te lo compro.
Tienes que estar cerca.
Pero otra cosa es, lo que me has dicho tú antes,
que es que la cara oculta está llena de chinos.
O sea, como que tú estás...
O sea, la luna vacía.
Vas a la luna vacía.
Bazares.
Fábricas.
Bujal.
Tú te estás en la cara luminosa.
En la cara vista y oyes.
Y dices este ruido de dónde vendrá.
Están celebrando el año nuevo.
Hay un follo ahí con dragones.
No, no, que están llegando naves, de verdad.
¿Tú te acuerdas que vieron una roca que parecía una cara?
Que medio mundo estuvo.
Eso fue en Marte.
Era en Marte, la cara de Marte.
La cara de Sidonia.
La llamaba la cara de Sidonia.
Eso es una pareidolia.
¿Sabes lo que es una pareidolia?
Claro, claro.
Pues lo mismo que el neocorte.
A ver, haber estudiado antes.
Bueno, en el espacio astrolavio quiero dejar...
Pareidolia.
Es cuando ves caras en sitios donde no les hay.
Ya lo sé.
Mira, me pasa cuando te miro.
¿Eh?
Que eso no es una cara.
Eso es un croquis.
Oye, ahora bromas aparte.
Estoy escuchando últimamente un podcast de información aeroespacial
que se emite quincinalmente.
Sí, ya me lo recomendaste.
Sí, que lo presenta Alex Rivero.
Esto muy bien.
Astrovitácora.
Sí, sí, me gusta, me gusta.
No entiendo nada.
Desde aquí te digo, Alex, me encanta, te felicito.
Esa seguridad con la que habla me tiene fascinado.
Bueno, es mi chupete, yo me durmo con eso.
Es mi sonajero, sonajero digital.
¿Quieres otro chupete?
No, no quiero, no.
Perdona, perdona.
Pero estoy escuchando muchas cosas y me quedo con conceptos.
Encima que es demasiado elevado para mi coeficiente intelectual,
es de noche, estoy cansado y me estoy durmiendo.
No tengo nada a favor de eso.
Sí, trógate también, eh.
Escúchalo borracho también.
Pues eso borracho.
Y no va al otro día y dice, hoy el Big Bang.
Digo, espérate un momento.
Me pongo a escuchar el Big Bang.
Bueno, el Big Bang, lo que conta Alex del Big Bang.
¿Vosotros sabíais cómo fue el Big Bang?
Claro, no estabais, ¿no?
Eso fue hace 5.000 millones de años.
¿Vale?
No, 5.000 millones.
Mira, mira, yo ya...
Hombre, no.
No, tiene que ser más.
Me voy a publicidad, nos vamos a publicidad
y miramos en Internet el origen del universo.
Vale, tú dices 5.000 millones, yo digo que más.
Vale, venga, ahora volvemos.
Venga, vamos.
Hoy vamos a probar sus taranjas.
Claro, están de taranjas.
Están de costipates.
Nadie sabe nada.
¿Alguna oferta de otro programa para que les preste mi voz?
Muchas gracias.
Astrolabio.
El espacio de información y divulgación astrofísica del nadie sabe nada.
Con no mucha concreción, pero con muchas ganas.
Y con mucha pasión por esto.
Lo importante es eso, para el método científico.
Exacto.
Nos habíamos quedado, bienvenidos de nuevo, con una divergencia sobre los datos.
Que dice Andreu que el Big Bang fue hace 5.000 millones de años
y dice Google, y un señor que hay aquí en primera fila,
que fue hace 13.000.
Y evidentemente tiene razón el señor.
O sea, yo voy a creerme a este señor antes que a un divulgador.
Dice, dice Google.
Google es lo máximo.
El oráculo, sí, sí.
Según la teoría del Big Bang, hace unos 13.800 millones de años.
Bueno, vale, pues sí.
Me flipa que sea, hace unos, o sea, es como en concreto,
pero 13.800.
No 14.000, 3.800.
Está bien, ¿eh?
Pues yo pensaba que eran 5.000.
Ah, no, 5.000 es cuando va a petar el sol, dentro de 5.000 años.
5.000 millones.
Sí, dentro de 5.000 millones de años va a petar el sol.
Pobre Jordi Hurtado que lo va a ver.
Sí.
Sí, sí, sí.
Bueno.
Me vino a ver al teatro y nos hicimos una foto juntos.
Estoy peor yo que él.
Bueno, bueno, felicidades, Berto.
Se nos ve la foto y yo estoy más estropeado.
Ya se ha comprado las gafas de sol.
No me va a pillar con un descuento.
Ah, vale, vale.
Oye, pues no, volvemos al otro.
El Big Bang, eso sí que me acuerdo.
Este dato, por favor, no me lo refutes, coño, porque es verdad.
Yo no lo he refutado, lo he puesto en duda, simplemente.
Vale, bueno, pues él...
Tú como científico tienes que saber que la ciencia funciona así.
Mira, yo estaba durmiéndome, ya casi, aquello con la modorrita, la duermevela, entrando.
Y entonces dice...
El típico intelectual.
Sí, muy bien, muy bien.
Con baba cayendo.
Mis dos, abrazado mi almohadita, todo bien.
Digo, venga, Alex, dale, dale, dale, dale, Alex.
El de la astrovitácora.
Sí, sí, sí.
Y dice, el origen del universo.
O sea, todo, el Big Bang, todo pasó en menos de un segundo.
Sí.
La gran petada.
Yo no sabía eso, eso es una ansia viva que tenía el propio universo.
O sea, en menos de lo que dura un segundo, a partir de una micropartícula, hace...
Y ya.
Y ya está, y lo que tenemos ahora.
Pero sí, ese pedo tuvo que ser...
Hostia, muy fuerte, pero que todavía sigue, ¿eh?
Sí, sí, sí.
Y ya está.
Pues hemos aprendido muchísimo hoy, ¿verdad?
Hemos aprendido un montón de astronomía con Andreu, que nos ha dado el dato de que...
Joder, vaya pedo gordo fue el Big Bang.
Muchas gracias, Andreu.
Vaya pepinazo, gracias a vosotros.
Cuando tenga más información la iré dando.
Vale, muy bien.
Hasta luego.
Vamos a ver, lo de la luna, ¿qué decía?
Los adolescentes son un problema.
Sí.
Yo sigo con el tema.
Ah, coño, claro, claro.
Son un problema.
Siempre da cada adolescente entre...
Pueden ser un problema.
Entre dos y cinco años de problema.
Que repercute en el resto de la sociedad.
Pues tiene gente que destroza mobiliario urbano, la lia...
Y además no puedes evitarlo porque es que son adolescentes.
Sí, sí, sí.
No puedes evitarlo.
Digo yo, la luna, que está vacía, pese a que tú insistas en que la parte oculta de chinos...
Semivacía, semivacía.
A condicionarla y entonces se preparan unos cohetes y todo el mundo, cuando entra la adolescencia,
a la primera señal de edad del pavo...
A cohete.
Entonces se le manda a cohete y se lleva a Luna, ciudad de...
Se llamaría Luna Park, ciudad de adolescencia.
Muy bien.
Todos los adolescentes, con todos...
Tienen mobiliario urbano montado, tienen alcohol, tienen las cosas que les gustan...
Y entonces se les deja...
Wifi, wifi.
En dos, cinco años, y a la que van saliendo de la adolescencia, o sobreviven,
porque ahí, la verdad, más de uno en el caos que se va a montar,
se va a hacer una criba, cohete y para abajo también.
Él lo dice, la persona...
Sí, sí, la persona dice, mire, yo creo que ya...
Yo he madurado ya.
Hola, buenas tardes.
Le da un ticket para volver, ¿no?
Se le mete en el cohete otra vez y para la tierra.
Muy bien.
Y entonces aquí vivimos tranquilos.
¿Se le estira en ese para caídas la cápsula y que caiga donde caiga,
como hacen con los de la NASA también?
Ya lo veremos, no he llegado a concretar tanto.
Vale, vale.
Es que a mi siempre me gustó mucho que los pioneros tenían mucha tecnología para ir,
pero muy poca para volver.
Para ir cohete, pero para bajar, para caídas, ¿no?
Para ir, millones de dólares, no sé qué...
Y para volver, bueno, ya...
Donde caigáis os recogemos.
Es verdad.
Pero es que para ir tienes que superar la gravedad
y para volver tienes que ayudarte de ello.
Soy ingeniero yo, soy ingeniero.
No, no, ya hemos visto que no.
Bueno, vale.
¿Qué ha pasado, qué ha pasado?
¿Hay algún especialista?
Sí, atención.
He oído entre el baruño, he oído una voz como diciendo,
¡Momento, por favor!
Sí, hay alguien, hay alguien interesado.
¿Qué pasa? ¿Te hemos ofendido con nuestra ignorancia?
Yo soy ingeniero.
¿Quién es ingeniero?
Yo. Buenafuente.
Ah, es verdad, si estás en la orla.
Es verdad, tío.
Es compañero de escuela.
Es verdad, para los que no sepan, conseguimos en la temporada anterior
que me inscribieran en la... ¿Cómo era?
En la ETAC.
Está en una orla, en una universidad que no recordamos.
Castenefels, ETAC.
Vale, te has levantado y todo.
Me ha dicho Oli.
Has tomado mucha presencia en el programa.
Me ha dicho Oli.
Si te vas a dar una situación muy violenta,
te voy a regalar una camiseta de Samantha.
Gracias.
Una camiseta.
Bueno, es que...
Bueno, me ha acordado ahora con lo de las camisetas
cuando fuimos a ver la NBA.
No lo hemos comentado, ¿verdad?
Sí, no lo hemos comentado.
Hostia, lo de la NBA, qué fuerte fue.
Fuimos a ver un partido de los Bron...
No, ¿dónde fuimos?
Los Bronets contra...
Cleveland.
Minnesota Timberwolves.
Timberwolves, sí, eso.
Hostia, hostia, qué estrés.
Sí, sí.
Para esta sección, si es sección,
necesitamos una música movida.
Porque aquello fue...
Yo acabé con la cabeza como un bombo.
Pero como un bombo.
O sea...
Dos tontos en la NBA.
Bueno, bueno.
Lo primero, caro como el fuego.
No, no, claro, claro.
No lo había escuchado esa expresión.
Sí, hombre, es catalana, car como foc.
Carísimo, carísimo, pero bueno,
los chiquillos se hacían ilusión,
venga, vamos para allá y entras en un mundo
de sonido, animación...
A ver, lo de aprovechar el deporte
para introducir espectáculo en él,
lo han llevado a tal nivel
que no puedes...
O sea, no paras nunca de estímulo.
Música.
Gente ahí, uno con un micro.
Hoy tenemos el día...
Hoy nos van a competir a los siguientes artistas.
Sale una gente, unos zambolteretas,
con unas banderas para arriba y para abajo
todo el rato, y tú...
Hostia, hostia, van a salir los jugadores
con el número uno...
Venga, música.
Unas pantallas enormes,
van saliendo más información en las pantallas.
Venga, siga la pantalla.
Para, papá, papá.
Dando por culo.
Tengo hambre, los niños, tengo hambre, papá.
Dando por culo.
Un cronómetro para cuánto falta
para que empiece el partido.
Va bajando.
Empieza el partido, se separan.
Venga, empieza el partido.
Primera jugada, y hay música también.
Luego vi la retransmisión por la tele
y en la retransmisión por la tele
no se oía la música.
Pero en el recinto, música toda hostia.
Que atacan la música.
Papá, papá, papá.
Aire acondicionado a tope.
Aire acondicionado a tope, mucho frío.
Te quedaste con los detalles,
necesito que quitas toda la música.
Cuando atacan y hacen canasta,
hay uno en una mesa de sonido que pone el...
Sí, pone el ruido de la...
De la red.
Fuerte, para que lo oiga todo el mundo.
De la pelotita entrando en la red.
Yo dije, olé tus huevos.
No, no, no.
Olé tus huevos.
Volvemos, música, venga.
Ataque, ataque.
Canasta o no canasta.
Defensa.
Otra música, otra música.
Y sale lo que tienes que cantar.
Defense.
Todo el mundo.
Defensa.
Defiende o no defiende.
Otra jugada, otra música.
Hostia puta.
¿Qué tú dices?
Cuando hagan tiempo muerto me recupero.
Que el tiempo muerto dura tres minutos o más.
Tiempo muerto, tres minutos, sale el contador.
Quedan tres minutos, contador regresivo.
Actuación musical.
Empieza a salir gente en el campo.
Mientras ellos hablan, vuelve a salir la chica con el micrófono.
Un cámara que la enfoca y sale la pantalla por arriba.
Sale gente bailando, más gente dando volteretas.
Actuación musical.
Actuación musical.
De repente unos tíos con escopetas de camisetas.
Sí, sí, sí.
Salen con escopetas de camisetas, empiezan a dispararla al público.
Pum, pum, la gente.
El contador va bajando.
La cámara.
La kiss cámara.
Que me enfoque la cámara.
La gente nerviosa porque le enfoca la cámara y...
Haciendo...
Volve el partido otra vez.
Música.
Espérate, en un momento dado tengo que ir a comprar una cosa.
Me levanto.
Y una señora con un cartel dice...
No se puede levantar.
Mientras está la jugada en marcha no se puede mover.
Acaba la jugada.
Sabe lo de la camiseta.
Ahora puede salirte corriendo a mear.
Volviendo.
Media parte, otro follón.
Ahora un concurso de bailes en la media parte.
Hostia, acabó el partido.
No nos estamos exagerando.
No puedes hablar.
De todas formas les pillen una brecha en el sistema...
Agotaos.
El sistema americano tiene una brecha.
Dice que hay quejas, eso es verdad, de los seguidores,
que la música está demasiado alta.
Hostia, si está demasiado alta.
Ahora, porque no puedes hablar.
Yo le decía así...
Es igual, es igual.
Ya hablaremos al acabar.
No se podía hablar, en serio.
Estaba tan lleno de espectáculo que el básquet me costó verlo.
Estaba como sepultado en el espectáculo.
Había básquet.
Partido emocionantísimo de 102, 104 o algo así.
Emocionantísimo.
Pero que yo no me acuerdo de nada.
Yo tampoco.
Los propios jugadores, si no jugamos no pasa nada tampoco.
Porque aquí han venido a comer, a bailar.
Yo le dije a un amigo que viaja más a Estados Unidos,
le conté esto y me dice,
tendrías que haber ido al béisbol.
Digo, al béisbol es más puro.
Y dice, no, no, es peor, peor.
Bueno, hasta aquí nuestra sección de básquet, dos tontos en la NBA.
Venga, vamos.
Hostia, hostia, no me has hablado nada.
Vale.
¿Y el frío que hacía?
¿Y el frío que hacía?
Que nos pongamos tranquilos, que estábamos muy nerviosos.
Sí, hombre.
¿Qué querías, algún tipo de contenido más calmado?
Tengo un tema.
Ah, sí, hombre, ¿es amantístico?
No, telefónico.
¿Os acordáis que yo tenía bloqueado a una persona?
Sí.
Que se ve que es un...
Es famoso.
Ah, no me acuerdo.
Que lo bloqueé cuando no lo era y ahora...
¿Tamayo?
Lo tengo aquí en el móvil.
Bueno, vivimos un episodio, vamos a recordarlo, ¿no?
Tamayo.
Tú le llamaste.
Tamayo dijo que yo la había bloqueado porque en su día, cuando él era joven,
me había hecho una broma telefónica.
Ah, vale, sí, sí, sí, sí.
Entonces, el día lunes 17 de abril, yo recupero el teléfono de Tamayo
y le pongo, ¿Carles?
Le llama a Carles, Tamayo, y le digo, ¿todo olvidado?
Pues en catalán, todo tu oblidad.
Sí.
Y él me envía un icono, el icono que le cae una lágrima
y un corazón.
Y ya está.
Ese busca algo, ese busca algo.
Claro, ya está.
Pero yo he pensado, ¿y para qué lo he desbloqueado?
Bueno...
O sea, ¿para qué tanto desbloquear si no hablamos?
Me he quedado como por dentro en plan, ¿y ahora qué hago, Tamayo?
Bueno, ¿quieres que lo llamemos?
Pero es que si lo llamamos...
O sea, este programa va a salir dos meses después de que lo llamemos.
Bueno, es igual, hombre.
Pero para la gente, en su realidad paralela, está pasando ahora.
A mí llamar por teléfono me parece mala educación.
Pues ya llamo yo.
Ya llamo yo.
¿Quieres que llame yo desde mi teléfono?
Vale.
Vale, que lo voy a buscar, ¿vale?
Tú tienes el teléfono de Tamayo.
No, me lo pasas tú.
Vas a buscar tu teléfono, muy bien.
Esto es radio en directo, esto está ocurriendo aquí y ahora.
Esto no ha sido preparado, ¿de acuerdo?
Es la emoción de nadie sabe nada.
Voy a ir diciendo frases vacías hasta que vuelva.
A esa gran amiga, ¿no?
Que nos acompaña.
Bueno, a ver, recordemos que este es un chaval que le hizo una broma telefónica a Berto.
Hace muchos años y tú lo bloqueaste, ¿no?
Sí.
Y ahora él en otro programa dijo, hombre, yo era un tonto en aquella época.
En el programa de Manuel Burque.
Sí.
Vale.
Y Enar Álvarez.
Quique Peinado, hombre.
Es que el último día no dije Enar Álvarez, ahora quiero no decir Quique Peinado.
Nunca diré los tres nombres.
Perfecto.
En bloques de dos.
Mi propuesta es, ¿y si le hago yo una broma a Tamayo y le pago con su moneda 15 años después?
Vamos.
Bueno, si tú lo quieres hacer, a mí no me gustan las bromas telefónicas, me parecen pueriles y...
Ya lo hago yo, hombre.
6-5-5.
A mí tampoco.
No, hombre, no, no.
Enséñamelo.
Espérate, a mí tampoco me gusta mucho hacerlas, ¿eh?
Pero, porque lo paso un poco mal.
Yo lo paso muy mal.
Apunta.
Esto no partió en la NBA, no podría ser.
Este tiempo apuntando habría bailarines aquí.
Para que no...
Vale, ya lo tengo.
¿Puedo añadir número?
Sí.
¿Contacto existente?
No.
¿Nuevo contacto?
Tamayo.
Muy bien.
Llevando en directo, broma telefónica de Andreu.
¿Qué broma le puedo...?
No, no, yo no quiero colaborar en la broma, a mí no me gusta.
No, no, que yo no hago bromas, no me gustan.
Bueno, pero al final diré que estás tú a mi lado, ¿no?
Acércale un micrófono al altavoz, por favor.
Sí, vale, venga.
Ponlo en altavoz el teléfono.
Es que tengo que pensar el guión, hostia, que me he venido muy arriba muy rápido, pero...
No, no sé.
Es de la caldera, que le vas a arreglar la cal...
¿Y si no tiene caldera?
Sí, tiene que tener caldera.
Sí.
¿Revisión de la caldera?
¿Llamas de una empresa de revisión de la caldera?
No, no.
Vale, pues no.
De agencias de seguros que...
¿Seguro qué?
Seguros de vida.
¿O votos por correo?
Votos por correo.
Y no, las elecciones fueron hace mucho tiempo.
Hacienda.
Hacienda siempre toca mucho la preocupación, ¿no?
No me gusta ese territorio de preocupación.
No me gusta lo que...
Es que no lo pasó bien, ¿eh?
Estamos llamando ya.
Estamos llamando a Carlos Tamayo.
Bueno, oye.
No os riáis porque si os oye os risa.
Callaos.
No lo coge porque ahora es un youtuber importante.
Sí, y puede pasar que no conoce el teléfono.
No lo conoce, claro.
Un buzón movistar.
Vale.
Bueno, de momento ya hemos sembrado.
Vamos a ir probándolo cada programa.
Vamos a ir probándolo.
Hasta que salga la broma.
Si él lo escucha, pues ya sabrá que estamos siendo nosotros.
Pero tenemos un margen de tiempo entre que grabamos y se emita,
que nos permitirá hacer bromas desde lo oculto,
desde la cara oculta del nadie.
Con los chinos.
Con los chinos.
Vale, vale.
Atención.
Atención.
Alguien del público pide paso.
Vamos a ver.
Estamos en el NAC.
Adelante, ¿cómo te llamas?
Soy Javi de Bilbao.
Hola Javi de Bilbao.
En euskera prefieres hablar.
Sin problema, problema ninguno.
Si hablar prefieres euskera entiendo bien.
Adelante.
Os traemos un detallito simplemente que no sé si se estilan.
¿Es comida?
¿Qué será?
¿Vamos a por él?
Comida, comida.
Muchas gracias.
¿Cómo estáis?
Para ti, para el equipo.
Muchas gracias.
Siempre tenemos la costumbre de ponerlo a disposición del público.
Todos ahí, peligrosos comiendo.
¿Tres?
Para el equipo, para Alberto y para nuestras familias.
¿Qué equipo?
Son unos bollos de mantequilla que son muy típicos.
En Vizcaya.
Bollos de mantequilla.
Son buenísimos, son buenísimos.
Quiero andar un poquito en eso.
¿Por qué crees que están socorridos y al mismo tiempo celebrados lo de regalar comida?
¿Sabes?
De vingo de mi pueblo yo te traigo esto.
Andrea, yo tengo la respuesta.
¿Por qué es lo que nos hace sobrevivir?
Sí, sí, prueba no comer.
Sí.
¿De dónde sois concretamente?
De Quechua.
Conozco.
Yo no.
Muchas gracias.
Gracias a vosotros, chicos.
Guau.
Bueno.
¿Vale?
Ven, Oli.
Oli, no me hagas señas, que parece que aparcas un avión.
Otra persona del público quiere colaborar.
¿Cómo te llamas?
Me llamo Joan.
Joan, adelante.
Pero más comida, ¿cómo hemos empezado?
Pues ya hemos comido hoy, ¿eh?
Eso que nos ahorramos.
Muchas gracias.
Y bueno, venimos de Valencia, de Oliva concretamente.
Sí.
Y os traemos un arroz que es una variedad.
Hostia, eso va a costar más cocinarlo, ¿eh?
Sí, pero bien acompañado de cómo se debe comer la paella.
Sí, con hambre.
En un programa, Andreu tuvo, no sabía dónde estaban los límites.
Sí.
Cuando había que sentarse a la hora de comer paella en grupo.
Sí.
Y empezó a comerse la paella de...
Hostia, es verdad, sí.
Bueno, pero eso fueron los nervios.
Era mi visita por primera vez a la familia de mi novia.
Era alicante, me puse nervioso y me comí mi parte y la de los otros.
Y este arroz, ¿esta variedad es especial para algo, es específica para paella?
Sí, es un híbrido de dos arroces.
Ajá.
Que es lo mejor, tiene la combinación del arroz sénia y el arroz bomba.
En nuestra zona, en Oliva, en la Margiela, hacen más el arroz bomba.
Sí.
Que lo que soporta es más la sobre cocción.
Si te pasas un poco, pues en la paella no pasa nada.
Sí.
Y la otra clase, el sénia, recoge más el sabor.
Entonces, eso es un híbrido.
Entonces, este aguanta la cocción.
Es el último que hay.
Este hace las dos cosas, aguanta la cocción.
Ese es como nadie sabe nada.
Lo mejor de Berto y lo mejor de...
¡Qué bonito!
Gracias.
Muchas gracias.
Me gusta mucho, mirad así por encima, el manual para comer la paella, que está como plastificado.
Podríamos hacer un especial, lo leemos rápidamente si quieres.
Es muy interesante.
Venga, vamos.
Sí, venga, especial paella.
No, no, lo vale en él.
Es comida y es comida, ¿no, Pablo?
¿Quién lleva la comida aquí?
No, no, le digo, mi problema es con lo de la lectura.
Manual, ¿vale o no?
Manual para comer la paella, ¿no?
Si usted come de la paella, debe saber, dos puntos.
Eres tonto, eres gilipo, dos puntos.
Vamos a dejar la palabra, vamos a dejar la palabra.
Uno, la paella es como una caja de cajitos...
Igual no es el más indicado, ¿eh?
No, no es el más indicado.
Que venga otro personaje.
¡Qué pasa, familia!
Yo sí puedo leer, hostias.
Dice, la paella es como una caja de quesitos en mordiones.
¿Qué pasa? Es que me parto el culo yo solo.
Tampoco mucho no voy a avanzar, o sea...
¿Qué es que lo lea Andreu?
Ahí, yo río así.
Ya me has visto.
Sí, sí, sí, que lo lee Andreu.
Y me van dos y se cae el del medio.
¿Quieres que te lo lea yo?
Sí, por favor.
Es un poco largo, voy a ir como por encima, ¿no?
No, ve metiendo más personajes.
Dice, la paella es como una caja de quesitos en porciones.
O sea, en ángulo hacia el centro.
Respetando escrupulosamente el tajo del vecino.
Conviene mantener el caballonet.
Que es el linde de separación.
Un muro infranqueable mientras sea posible.
¿Pero ese existe o no?
Eso es lo que yo no respeté.
Pero es un muro imaginario, el caballonet.
Claro, es que la imaginación de la gente...
A lo mejor en tu imaginación tu quesito es media paella.
Joder.
Los comensales deben estar distribuidos alrededor de la paella
de forma equidistante y accesible.
Eso está bien, no tubullados en un lado.
Y el listo que tiene tres espacios para él.
Eso pide mesa redonda, porque es mesa cuadrada
y hay uno que está más lejos y ya está puteado.
Dice, mira, la comida empieza tras el reposo perceptivo del arroz,
proclamación solemne del patriarca o persona de mayor rango social.
¡Venga que hiela el arroz!
¡Venga que se enfría el arroz!
Yo tengo, ya se me ocurrió la frase final para esta sección.
Sí, dice, si la paella está buena,
el elogio al cocinero será de forma continuada cada dos cucharadas...
¡Hostia!
...durante toda la comida.
Algunas frases de uso frecuentes son
¡Cada grad de arroz va al vinduros!
¡Tay shit ven senzere el arroz!
¡Cague en la madre que te va a parir!
Se entiende, me hace falta ahí traducir, ¿no?
Dice, bueno él traduce,
celebro que tu madre te enseñara a cocinar.
Bueno, tropezones...
¿Qué le has escrito esto, tú?
No, no, esto es un crack.
Tropezones, verduras, trozos de carne que no apetecen al comensal
se pueden depositar delicadamente en el centro
para que lo disfrute otro.
¡Ah!
Cuidado con el detalle.
Mi hija hace otra cosa que es que me lo tira volando a mi plato.
Eso le voy a decir que no.
Si un trozo de carne sale de la paella, no puede volver a la misma.
Bajo ningún concepto.
Mucho menos en forma de hueso.
Sí, sí, claro.
Algo un tío asqueroso ahí.
Bueno, si alguien invade el espacio de otro comensal
y es la primera vez, puede que perciba un pequeño gesto de desaprobación
acompañado...
¡Me cago en la madre que te va a parir!
Acompañado del monosílabo.
¡Che!
Seguido de...
¡Ferse al favor!
¡Che! Monosílabo.
Bueno, se entiende que un comensal abandona
cuando apoya la cuchara en el borde del caldo
o dice...
Estoy harto, no puedo más.
En ese momento su espacio puede ser ocupado
por sus inmediatos vecinos.
Siempre con educación, derribando el caballonet, esa separación,
y rompiendo la suculenta frontera, pero sin arromblar con todo.
Pero el caballonet, insisto, es imaginario.
Imaginario, coño.
Vale, es de muy mal gusto girar la paella para acceder a otros puntos.
Donde aún queda arroz.
El único que podía hacer eso era Joan Monleón,
que era un mítico actor y comediante que hizo de la paella
un reicono, reiconizó la paella.
Si la paella baila por falta de estabilidad
y algún voluntario se ofrece a sostener el asa
para evitar que se mueva,
bueno, se mantendrá su copa siempre llena de bebida.
¡Hostia!
Cuando la cuchara toque el fondo en metal
y aparece el anhelado soca raed, el anhelado,
hay que mantener la calma.
Y hay que...
Y hay que repartir el oro negro,
lo llaman oro negro, de forma equitativa
para no acabar con el baltorre.
Hay que hacer el caballonet...
¿Cómo era, caballonets?
Sí, el caballanet, ¿no?
Sí, caballonet, caballonet...
¿Hay que hacer caballonets en el socarrat?
No, no, no, repartir equitativamente.
Pero te toca el socarrat de tu triángulo.
Eso sí, eso sí, eso sí.
Dice, bueno, la comida finaliza ya para acabar,
cuando los comerciales se retiran...
O cuando están hartos ya de normas, ¿no?
Mira, ahí vino esa mierda.
Sólo quería comer, no jugar al puto trivia.
No.
Perdón, perdón.
Nota.
Es una de Valencia, ¿no?
Nota, la compañera ideal de una buena paella
es la ensalada valenciana
cuyo protocolo de ataque se rige por parámetros similares.
Este estaba cansado, ya no quería más.
Y de postes recomendamos, si es verano, melón o sandía
y durante el resto del año, naranjas.
Muy bien, sí señor.
Valencia.
Increíble.
Maravilloso.
Lanza un mensaje como colofón.
De verdad, sois la hostia.
En vuestra tierra sois la hostia.
Qué bien coméis, qué bien cocinais la paella
y cuanta tontería tenéis también, de verdad.
Bravo.
Que esto no quite también el foco de nuestros amigos de Gecho
que han traído unos bollos de mantequilla
que se os van a dar vueltas los ojos.
Se recomienda.
Protocolo.
Pellizquito, ¿eh, cabrones?
Que es un pedazo de bollo que, bueno, es acojonante.
El vivo al bollo, venga.
Hoy con el colesterol por las nubes.
Adiós, amigo.
Adiós.