¿De qué estábamos hablando?
Eh... De los besos.
Entonces, ¿aquí hay sesiones?
De la media, dos horas, chupeteando, buscando, repasando en cías,
lengua con lengua, aliento con aliento.
Pero que estábamos en el portal de un dentista.
Repasando.
Ahí...
Ahí...
Ahí...
Entonces, claro...
Casi anestesiados, por el amor.
Pero llevados por el amor...
¿La saliva es anestesiante?
No, no lo es.
El priapismo, todo ahí.
Venga, entonces...
Ahí...
¿Priapismo? Priapismo es...
Vale, sí, perfecto. Crea que eran los dientes separados.
No.
Pues no, no sé, he pensado eso.
Si besas mucho rato acabas erosionándoles malte.
Claro.
Entonces...
De tanto...
¡Ah!
Claro, yo me iba luego...
Como un nadador, ¿no? Claro.
Que tiene que coger aire.
Besares como un nadador. Luego hacia el trayecto a casa.
Sí.
Cuando ya amanecía.
Y venga, Pedro.
¡Va, va, va, va, va!
Darba, ya está aguantando todo el rato.
¡Va, hombre, por favor!
Su pedo de un americano que fa Internet.
Pero para casa, como una moto vieja.
¡Va, va, va, va! ¡Va, va, va!
¡Va, va, va!
Claro, porque por decoro pensaste que en esa situación amorosa...
No cuadraron. No podías abrir las botillas, ¿no?
No cuadraron.
Es muy difícil. Lo entiendo.
Hombre, si estás besando y con las dos manos te abres el hojal
para que no haga ruidos.
¡Ah, no!
Pero de repente la sensación que tiene el interlocutor del beso
es como que...
Sí, sí, sí.
Al quitar manos, al no agarrar, es como que te están lanzando
a algún tipo de piscina, ¿no?
¿Y también el gas por arriba?
No, no, el organismo lo deriva todo hacia abajo.
Porque el organismo está...
¿Puerza centrifuga?
Bueno, no, y que las válvulas del cuerpo lén
que se está trabajando la parte de arriba
cierran el paso del gas hacia arriba y todo va hacia abajo.
Hostia, qué bueno.
Entonces, yo recuerdo mucho mis noches de amor.
Sí.
Las tengo en el mismo recuerdo de peerme muchísimo.
O sea, podemos concluir diciendo
noche peida, noche besada, ¿no?
O noche besada, noche peida, ¿qué sería más?