logo

Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 694
Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Música
Andrés Ubuena Fuente y Berto Romero presentan Nadie Sabe Nada.
¡Ahora! ¡Ahora! ¡Ahora!
Música
¡Muchísimas gracias! ¡Muchísimas gracias!
¡Muchas gracias! ¡Gracias!
¡Thank you! ¡Thank you very much!
¡Yes! ¡Hola! ¿Cómo está?
¡Alright! ¡Gracias!
Está muy bien. Bienvenidos, bienvenidas. ¿Qué piensas en el público internacional?
Sí, siempre. ¡Always!
¡Always on my mind! Sí, ¡Always on your mind!
Porque este programa es World Wide.
¿Sabes que es World Wide? World Wide, sí.
Vale, pues como es World Wide, hoy tengo un regalo.
Ya voy a empezar a saco con esto. ¡Wow!
Nos ha traído un oyente, el programa. Sí.
Un muy buen oyente. Oyente, espectador.
Ahora son todos. ¿Qué se llama, Miquel?
Miquel, sí.
Miquel. Miquel ha traído una...
¿Comprado en Nueva York? ¿Qué me dices?
Una bandera que pone...
Nobody knows nothing.
O anything.
O anything. Anything.
No le soe nada. ¡Hombre!
¡Hombre!
Esto me gusta mucho, tío.
Muchísimas gracias.
Ya estamos empezando a manejar.
Puedes usar para guardar fotos.
Vale, ya sabes que a los niños le gustan más las cajas que los regalos que hay dentro.
Sí, son como los gatos.
Bueno...
Oye, qué bien. Muchísimas gracias.
Sí, muchas gracias.
Me gustaría explicarte un par de cosas que han ocurrido hoy.
Yo también tengo algunas más.
Bueno, pues tengo dos anécdotas calentitas de esta mañana.
¡Hombre! Vale.
¡Hot V-Bectotas!
¡Hot V-Bectotas!
¡Wow! ¡Venga!
¿Tienes que sacar el efecto de fuego?
Sí, ya lo estás haciendo.
Tira, tira. Tírala. Tírala la plancha.
Primera.
Vale.
Que son dos anécdotas que me hacen pensar
que soy mala persona, una.
Y la otra que soy sonámbulo.
¿Qué vueltas en sonámbulo?
Bueno, eran dos cosas juntas.
¿Qué pequeñico fui sonámbulo?
Son muy peligrosas, ¿eh?
Sí, sí.
Sonámbulo mala persona, cuidado, ¿eh?
Hostia.
Cuando estás durmiendo te pierdes prevenido el cabrón, ¿no?
No, me ha ocurrido que venía por la calle, por la diagonal.
Y entonces un señor ha salido de su puesto de trabajo.
Claro.
Que era una tienda.
Y me ha venido a dar la mano y me ha dicho, quería saludarte.
Soy oyente del nadie.
Me ha dicho, vale, gracias.
Bien.
Y continúa y decía, no me saques en el programa, ¿eh?
No hables de mí en el programa.
No digas, me he encontrado un gilipollas en la diagonal.
Ha dicho él.
Bueno, tenía también un autoconocimiento muy profundo
del mismo, ¿no?
Y yo le he contestado, tranquilo, no lo diré.
Asumiendo que eran gilipollas.
Claro.
No le he dicho, no, hombre, no, no parece gilipollas.
No tenía ningún síntoma aparente de ser gilipollas.
Ya, ya, ya.
El típico gilipollas que no lo ves venir, ¿no?
Entonces, no solo no le he dicho que no parecía gilipollas,
sino que, además, lo estoy contando por la radio.
O sea, estoy haciendo dos cosas de mala persona.
Muy bien.
Esa es la primera anécdota.
La segunda, creo que soy sonámbulo, porque cuando me he despertado
y miro al móvil y me ha dado por curiosidad mirar la apesta
que tiene el iPhone de ver cuántos pasos has dado.
Sí.
Y el día...
El día por comenzar.
23 pasos.
Un.
Digo, hostia.
Digo, pero si no...
Si acaban de presentar el día.
¿Cómo he dado yo 23 pasos?
A lo mejor has andado en la cama.
Has hecho un movimiento en la cama.
Pero si el móvil estaba...
Entonces yo he pensado,
esto es que a lo mejor me he levantado a orinar,
he cogido el móvil y he ido al baño,
que yo no me acuerdo.
Entonces he contado los pasos hasta el baño
en posición de orinar...
Y volver.
19.
O sea, de la cama a orinar 19.
Coño, no me da para volver.
No.
Claro.
19 y 19 cuántos son?
28.
38, no?
36.
Sí.
9.
9 más de 30.
38.
Más de 30.
Joder, cómo vamos de matemática.
Es que así de sobretodo me pongo muy nervioso.
Como vamos de cálculo rápido.
Pues me da 19, pero no 19 más.
Igual has vuelto levitando.
No.
Digo, lo que ha ocurrido,
lo que te ha que haber ocurrido,
es que yo he dado,
pues la mitad de 23,
que son...
Joder, claro.
12.
Sí, 11 y medio.
11 y medio.
Sí, 11 y medio.
Yo creo que he cogido el móvil.
He dado 11 pasos y medio,
que es a mitad del pasillo.
Sí.
Me he quedado ahí.
Vete a saber cuánto tiempo sonámbulos.
Claro.
Y he vuelto a la cama.
Oye, oye, oye.
Vale.
Ya, ya, ya.
Por eso estoy hoy,
que no estoy descansado.
Igual me he tirado tres horas de pie en el pasillo.
Claro.
Y quieto, porque no marca más pasos.
Pero no lo sabes, ¿no?
No, no.
Como haciendo guardia, ¿no?
Allí.
Para nada, para nada.
Para la casa en calma, todo bien.
Sí.
Pero estoy en el mitad del pasillo.
Sí.
Madre mía.
Como para levantarte y verte allí implantado.
Puedo, me muero, ¿eh?
Qué miedo.
Bueno, relajate, estamos entre amigos,
todo va a ir bien.
Ay, ayer casi me peleó con un niño pequeño.
Vaya, hombre.
Sí.
Vaya, días lleno.
Ayer casi me peleó con un niño pequeño.
Sí.
Me encuentro un niño pequeño
y me dice,
¿qué agafas más grandes?
Y va con su padre.
Y yo le digo,
sí, son muy bonitas.
Y le hago la broma.
Digo, voy a hacer una broma con un niño pequeño.
Pero digo, es que mira que nadie más grande tengo.
Me quito las gafas.
Sí.
Y dice, el niño como la de Michael Jackson.
Y digo, yo, no.
No, no, no.
Digo, todo lo contrario.
Todo lo contrario.
Si él tenía una filada para arriba.
Claro.
Ya me empecé a discutir con el niño.
Digo, no, todo lo contrario.
Dice, no, como Michael Jackson.
Dice, el padre es que está obsesionado con Michael Jackson.
Digo, pues la analiz totalmente contraria.
Claro.
Y el niño ya se ve que se enfado
y dice, qué feo.
Él es muy feo.
Ya.
Ya.
Eso te dijo.
Sí, y yo me reí porque qué voy a hacer.
¿Te vas con él?
No.
Si le gano.
No, no.
Entonces, ya es que decirle.
Claro.
No me empeleo con gente que le gano.
Le tenías que decirle la analiz, no,
pero la piel sí que la tengo muy parecida
a la de Michael Jackson.
Bueno, hombre, él está muerto.
Ya, hombre, no.
Yo la tengo mejor que el cadáver.
No, hombre, cuando vivi.
Cuando vivi.
Que la tengo muy seca.
No.
Cuando vivi.
Y asombre.
Ay, ay, ay.
Ay, lo que sé.
De verdad.
Igual es que se me ve la piel muy escamosa o algo.
O de muerto.
Ese tono blanquecino que tú tienes
es un poco el que ya tenía en su tiempo.
Todo el blanquecino es mi raza.
Es que tú eres de otra raza.
Ya, ya lo sé.
Siempre me dice, estás muy blanco.
Es que tú eres pláticamente de color.
Ya, ya.
Oye, de color.
Vamos a seguir hablando de ti.
Vamos a seguir hablando de ti
en una nueva sección que va a empezar ahora.
Que guay.
¿Me dedica a hacer el programa?
No.
Solo una parte.
Y que estoy pensando cómo llamarlo,
pero ya me vendrá.
Ay.
Tengo una cosa que he traído
que es para el programa,
pero me la dejas la mochila.
Puedes ir hablando...
No, no puedes.
Es que escuchar todo lo que tengo que decir.
Con los cascos.
Con los cascos.
Lo voy a buscar
y con los cascos
yo te voy a escuchar, no?
Bueno, pues vale.
Y con el micrófono.
Pero es muy absurdo
que yo tenga una conversación con nadie.
Pues sí, el programa es muy lógico.
Bueno, pues vale.
Bueno, pues vale.
Pero al momento...
Tú sigas hablando.
Sí, como si estuvieras aquí.
Pues mira, Averto.
Dime.
Dime.
Te comento.
Dime.
Ya meto contenido, ¿vale?
Sí.
Vale, muy bien.
Muy bien.
Que guapo estás hoy, ¿eh?
¿Qué pasa?
Me gusta cuando estás así
porque estás como ausente.
No.
Estamos haciendo...
Bueno, lo contamos otros que esto.
Estamos en una nueva etapa del programa, ¿vale?
Sí, sí que estamos, sí.
Y por lo tanto, la nueva etapa
pues trae cosas añadidas, adheridas.
No, espérate.
¿Qué?
El reloj que estás tropeado de mi casa
es un reloj que no para.
Mira, tengo un reloj que no para.
Sí, ya, ya lo has contado, sí.
Entonces, mi mujer le tiene mucho cariño
porque era de mi suegro
que para dejarse pobre.
Entonces, lo tenemos en casa.
Pero va por radio
y se ha descontrolado
y lleva dos semanas así.
Ya.
Y me ha dejado tenerlo aquí
hasta que se arreglen.
Cuando se arreglen, lo tengo que llevar a casa.
¿Y qué me dijiste tú el otro día?
Que esto ya le pasaba a tu suegro, ¿no?
Sí, se ve que es la tradición
que de vez en cuando el reloj perdía.
Se ve que pierde pie.
Sí.
Pierde la señal.
Está conectada como vía satélite.
Sí, va con radio.
Vale.
No sé cómo va.
Ya.
Pero se ve que a veces se volvía loco
y decía, no, ya volverá.
Joaquín decía, ya volverá.
Sí, y a las tres, cuatro horas volvía.
Vale.
Pero dos semanas lleva.
Bueno, te parece...
Yo creo que lo extraña.
Te parece que soy un homenaje a Joaquín
que yo también lo conocí a un equipo maravilloso.
Sí.
Le hagamos caso en memoria, digamos,
y ya volverá.
Perfecto.
No Joaquín, ¿eh?
Bueno, a ver, perdona.
Hombre, ojalá volviera, pero...
No, no, no.
El reloj, ¿vale?
Vale, estupendo.
Venga.
Venga, ya volverá, vale.
Volvemos a lo anterior.
Esta nueva etapa
en la que estéramos, pues,
una nueva sede,
estamos en Barcelona,
seguimos en Barcelona,
pero como veis,
un club muy bonito,
un club que nos hemos montado.
Pues una tienda de ropa, ¿no?
Sí, sobre todo viendo tus camisas.
Esta manga de arriba últimamente.
Pues no has visto nada.
Y, por lo tanto,
pues también estamos en HBO
y estamos con cosas
que sugieren esta nueva etapa.
Por ejemplo,
viene gente a hacer unos fotos
para, a lo mejor,
usarlas en nuevas campañas
de promoción o de comunicación.
En fin, no sé.
Ya sabes que los que damos la cara
nos van haciendo fotos regularmente,
y de esta manera,
cuando tú te moras,
podrán reconstruir casi tu día a día, ¿vale?
Sí, sí, sí.
Yo puedo hacerlo ya.
Y he tenido acceso...
Un paseo por la decrepitú.
Exacto.
He tenido acceso,
creo que tú también, a lo mejor,
a unas fotos que no se han publicado,
no sé si llegaran a publicar,
que nos hicieron hace unos días aquí.
Creo que sé por dónde vas
y creo que no me está gustando.
Bueno, hombre, no te aprecipiste.
Tú estás hablando de unas fotos
que descartamos por una causa
que supuestamente nos iban a ver por esa causa.
Descartamos y no descartamos,
porque la voy a poner ahora mismo.
Sí, descartamos.
Sí, es la que yo digo, la descartamos.
Sí.
Pero la ponemos en calidad de descartada, ¿no?
La describes tú,
yo no pienso describir esa foto.
No solo la voy a poner, sino que...
Voy a traer la pantalla más para acá.
Parece muy feo esto que va a hacer.
Bueno.
Igual no se ve bien.
Sí que se ve bien.
Sí que se ve bien.
Es una foto promocional en la que...
Vale.
Yo...
Es que parece muy mal gusto que enseñes esto.
Vale.
Es una foto en la cual
yo me gustaría que repararais vosotros.
En mí no hace falta,
que parece que me acabo de tirar un pedo.
Bueno, tiene una expresión así como...
Como de voler mierda.
Sí.
Como si hubieran untado con mierda
en el labio superior,
entonces el abuelo no sabe dónde está.
Pero en el caso de Berto,
sí que es remarcable dos cosas.
Un polo.
Un polo.
El aumento importante
de las mamas, ¿sí?
Bueno, tienes...
Y esto se comentó en el equipo.
A Berto no tengo sequetas para ti.
El equipo dijo,
Berto tiene téticas.
Bueno...
Mira, mira.
Me voy a tener que enfadar y no quiero.
Tiene téticas.
Y tiene también una protuberancia aquí.
Esa foto, ese polo me hace téticas.
Pero es que es un tejido,
es un tejido muy traicionero
y un miembro de equipo,
David Martos, que es...
¿Qué cargo tiene?
El programa, ¿qué es?
Pues el follonero del programa.
Es uno de los elfos
que convierten nuestros sueños en realidad.
Está, está en el staff.
Es nuestro coordinador, subdirector.
Es un nadie elfo.
Dijo,
ese polo le habría hecho téticas hasta Gandhi.
Y es verdad,
porque es un tejido muy traicionero.
Muy traicionero.
Y esta foto no la quería enseñar por eso.
Bueno, pues,
no sabía que te molestaba tanto,
sino no lo había atraído igual.
Sí, sí.
Tenéis...
A mí no me importa, tenéis el polo.
Exacto.
Hemos hecho unos dibujos del equipo.
Acabamos de dibujar unas gafas y una sonrisa
y lo que son mis téticas en el barriga.
Tenéis el polo.
Me lo puedo poner aquí.
Yo no tengo secretos con mi público.
¿Lo tenéis?
¿Lo podemos buscar?
¿Sí?
Vale, pues venga.
Vale.
Me lo pongo.
Me lo voy a poner.
No te voy a poner.
No te voy a poner.
Porque ahora viene algo
que creo que es interesante para ti
y que tú no conoces,
que es un espacio de divulgación
más o menos científica,
de salud que a ti te interesa.
Vamos con ella.
Espacio de divulgación de salud.
Más o menos científica.
Más o menos científica
que a mí me interesa.
Exacto.
En nadie sabe nada.
Tú tienes un problema con los estrógenos.
¿Qué dices?
Tú tienes, yo como amigo,
tengo que estar aquí.
¿Qué problema tengo yo con los estrógenos?
Con los estrógenos.
¿Qué dices?
Pues lo que oyes.
Muchas gracias.
Lo que pasa es que...
Pues nadie te lo ha dicho.
¿Y quién te lo dice?
Tu amigo.
¿Pero qué estrógeno le quede mierda?
Tu amigo.
Vamos a ver.
Mira la camiseta que llevo hoy.
Sí.
Esto no hace téticas.
No hace téticas.
Soy él mismo.
Ya.
No hace téticas.
Es este tejido.
Me lo pongo.
No tengo...
Vale, pues póntelo.
Póntelo, si quieres.
¿Qué te aguante?
Me escondo para ponérmelo.
No, no te vas a...
Ahora se esconde.
Bueno, pues va.
Se va como un probador detrás de la pantalla.
¿Cómo le queda?
Quiero otra talla.
Está como...
Mira, decíamos antes que este club parece una tienda de ropa.
Efectivamente sale...
¿Qué hace téticas?
¿Qué hace téticas?
¿Qué hace téticas?
Un poquito.
¿Qué hace téticas?
Bueno, siéntate.
Oye, por cierto, tienes algo tú o quieres que siga yo.
Ya no.
Se te ha cortado el rollo, ¿no?
No, pues está muy bien.
Para la edad que tienes te conservas bien.
Escúchame, seguramente te acordarás y también hago un seguidor
de ese día en que te dije que, en el programa,
que había estado en un restaurante japonés en Barcelona.
Sí, lo me acuerdo.
Vale, donde...
Es que es muy difícil trabajar con Bertha.
Ahora se pone de rodillas, se desnuda,
bueno, de cintura por arriba y se cambia la camiseta,
claro, es casi...
Bueno, perfecto.
Muy bien.
Bien, bien, todo, muy bien.
Sabes que te dije que había estado en un restaurante muy bueno,
el que tú también había sido una vez
y en el que me subieron un plato donde yo, por primera vez,
tuve la sensación de poder decir la pregunta confundamente de causa,
que era un plato en el que yo no sabía,
lo que había era halja o jopa.
Exacto.
Y se lo dije al camarero, qué gracia, qué gracia.
Bueno, restaurante, en el cual tú también tienes una relación.
No, eres tontísimo.
Claro que sé lo que vas a hacer y eres tontísimo.
Bueno, y la movida es que aquel día
tú te llamó el jefe de sal a ti,
hoy está aquí en Andréo y tal.
Y me dijo, ¿quieres que le invite al postre en tu nombre?
Yo le dije, no.
No, porque yo no tengo nada que ver.
Vaya, tío, rampio.
No, es que no...
Vaya, tío, rampio.
Ya te lo conté.
Dije, si quieres invitarle tú,
pero que yo desde casa que estoy haciendo...
Bueno, ¿sabes qué pasó?
Que no me invito nadie.
Que yo pague todo como hay que hacer las cosas.
Bueno, pues el otro día estuve otra vez.
Y te grabé este vídeo. Te grabé este vídeo.
Sí, ya lo sé.
Vamos a verlo. Adelante.
Venga, venga.
Mira, Berto, hola, ¿qué tal, cómo estás?
Mira, estoy en el restaurante japonés
que inspiró el episodio de salsa o sopa, ¿vale?
Esto es una sopa de...
Es que no entiendo yo cuando lo cuentan.
No veais la atención.
Cebollinos...
¿Qué era cebollino, soja?
¿Qué era?
Y huevo con baja temperatura.
Y huevo con baja temperatura.
Esto es lo que en su momento, una vez mezclado...
Yo, que lo probé, y tú lo habías probado,
yo hice la gran pregunta de nuestro tiempo, ¿no?
Culinaria.
Salsa o sopa.
Porque tiene la textura de una salsa,
pero también la potencia de una sopa, ¿no?
Y luego, si tiene que untar estas setas,
que me he dicho, que prefieren una juntación.
Más setas.
Debes ser la juntación del paralel y el orden
de un coche fantástico.
Pero esto no es importante.
Es salsa o sopa.
¿Vale?
¿Por qué me lo explicas a mí como si...?
Estaba en el restaurante con él.
No sé, tío, es que no te había visto.
Es que os lo juro que se puso...
No, no, en serio, parece una broma.
Es que se puso a grabar el vídeo conmigo delante
como si no estuviera yo delante.
Yo no daba crédito.
Bueno, no habíamos bebido tanto.
Yo qué sé.
No, no.
Porque llevábamos ya mucho rato.
Y se grababa, y se puede explicarlo
como si no estuviera yo allí.
Ya, claro.
Yo qué sé, tío, como tampoco salimos tanto a cenar,
a ver si la gente se creerá que...
Y sería, además, que vamos a cenar.
Y en la puerta del restaurante, yo llegué un poco antes
y me pongo a esperarles sentado en la puerta,
en un banco.
Y de repente aparece que él está hablando por teléfono
y se queda como a cinco metros,
hablando por teléfono, dando vueltas,
y yo sentado y la gente pasa y me decía,
¿pero qué hacen si son ellos dos
y se conocen parecía una película de espías?
Ya.
Rarísima.
Oye, y el detallazo que tuvo luego el camarero,
hay que decirlo finalmente,
ese día nos invitaron.
Un aplauso para el restaurante, por favor.
A mí me da un poco de vergüenza esto
porque es como que lo pedimos todos inviten.
A mí me da vergüenza.
No lo pedimos, pedimos la cuenta,
hasta cuál le dijo, hombre, esta vez no.
Bien, ¿y qué trajo?
Bueno, trajo, dice,
dice, queréis algo de postre.
Digo, no sé qué tiene.
Dice, no, lo traigo yo.
Os voy a traer un mochi.
¿Vale?
Mochi.
Y se presenta con un mochi.
Pero atención.
Realizamos una foto al mochi.
Vamos a ver el mochi.
Al mochi más grande de todos los tiempos.
Mira.
Mira.
Mira qué mochi.
Un mochi como, bueno,
como dos cabezas de Andrés.
No, no, no,
o más,
acojonante.
Evidentemente no nos lo acabamos.
Pero qué nos hizo pensar otra vez en una realidad,
que es lo gracioso que se hago
sobredimensionado.
Sí, sí.
Tu cabeza, por ejemplo.
Sí, sí, gracias.
Así que vamos a acabar el programa de hoy,
narrando y viendo
el mochi más grande de todos los tiempos.
Adelante.
Vamos con el mochi.
Mira, mira, mira, mira.
¡Wow!
Gracias, compañero.
¡Modre mía!
Mira, mira, mira, mira.
Hostia, no lo puedo abrir.
No, porque tiene...
Ah, tiene un juego, tiene un juego.
Tiene un juego.
Tiene el juego.
Ahí está.
Mira, mira.
Un mama.
Mira, qué te parece.
Mira.
Qué te parece.
A mí me gustaría hacer una cosa,
que es...
Untar tu cara a explotar en la costa.
No, sabéis que el mochi tiene un interior
que es blandito
y luego tiene como un recubrimiento,
que es un poquito más sólido,
como una cosa un poco gelatinosa.
Sí.
He pensado...
Si me dejarías pelar el mochi.
Porque además suena guarro.
Hombre, claro.
¿Vas?
Tú vete para ahí a pelar el mochi.
Sí.
¿Quieres la ayuda de un gran profesional
de la cocina?
Yo creo que está...
Hombre, por supuesto.
Lo está llamando.
¡Venga!
Gracias, gracias, gracias.
¡Gracias a todos!
Bueno...
Ah, no.
¿Qué vas a hacer?
Yo creo que lo suyo sería
hacer una incisión así.
Sí.
Como en...
Esto es casi quirúrgico.
Sí.
Es casi quirúrgico, ¿eh?
Sí.
Como de medio diámetro, ¿no?
¿Sabes qué te la gallo?
Sí, a mí, por favor,
pero me gustaría de aquí a aquí.
Y entonces, yo agarraré
y pelaré el mochi.
A ver si se puede.
No hace falta afilar el cuchillo.
Estoy afilando el cuchillo.
¡Oh, Dios mío!
Uy, ha caído el penis ballena.
Venga.
¿Le aguanto el micrófono?
Lo que haces es movimientos decididos
que parezca que controlas.
Si puedes no hacer el navajero delante mío,
es que me da...
Le voy a practicar...
No, no, no.
Le voy a practicar una incisión, ¿eh?
Al red.
Eso es.
Por debajo del ecuador.
Sí.
Y esto fuera un planeta.
Medio planeta.
Vale o no.
Voy al ecuador.
Pues parece un poco...
No, no, no, no.
Plutón.
Plutón verbenero.
O...
Atejeo.
Atejeo.
No es fácil, ¿eh?
¿Quieres que lo haga yo?
No, no, no, no, no.
Porque a lo mejor usted es más bueno.
No, no, no, no.
Pensando a los platos, pero tiene un equipo.
No, no, no, no.
Todo el equipo lo ha aprendido.
Pero no lo pele todo.
Solo de un lado.
Solo de un lado.
Yo lo que quiero hacer es como quitarle...
¡Deja trabajar a los profesionales!
Voy yo a tu caja a decir lo que tienes que hacer.
Usted no es acerque a casa que no le abro.
Hostia, también te digo...
Pero no cortes tanto.
Vale.
Ya está.
Vale.
Vale.
Ya lo puedes pelar.
Vale, aguánteme el micro.
Venga.
Atención, Berto, va...
A...
A pelar el mochi.
Con sus teticas para dentro.
No hay teticas, ¿verdad?
Era la camiseta.
Está practicando...
Está levantando como el que levanta una calva.
¡Oh!
¡Oh!
Es verdad.
Se viene todo.
Se viene casi todo.
El moche se está pilando.
¡Oi, oi, oi, oi, oi, oi!
Fíjate, fíjate.
¡Migos!
¡He pelado el mochi!
Sí, señor.
¡Oh!
Ha metido su cara.
Las gafas han quedado aplastadas en el mo...
En el mochi.
Es un molde...
¡Molde de mi cara en mochi!
Hostia, qué bueno.
A ver...
Efectivamente...
Y ahora te las puedes poner...
Y esta es la imagen que queríamos daros.
Sí, señor.
Gracias a todos.
Volvemos en el próximo programa.
Adiós.