Para este inicio Nírico,
le damos la colaboración de nuestro amigo.
Hola, buenas tardes. ¿Cómo está usted?
¿Cómo se llama? Bienvenidos, Adrián.
Adrián, muy bien.
¿Puede reproducir para todos lo que le contó
solo a un compañero en cámara?
Yo les contaba que es un tiempo...
Había tenido una vivec dota onírica.
Me había soñado que venía en Argentina.
Sí, usted soñó esto.
Antes de que fuera comunicado.
Ni siquiera era en el programa. Un visionario.
Adelante.
Pero el soño que venía al programa,
que veníamos de nosotros.
Que venía en ustedes.
Soño caliente, soño húmedo.
Sí, sí, sí.
Más o menos.
Le pediría, aunque usted no es profesional de la voz,
y no tiene por qué hacerme caso...
¿Qué forma barfea decirle que tiene la voz fea?
No, no, no.
Usted no es profesional de la voz.
No, no, no.
Que le imprimiera también un carácter pausado
que nos fuera metiendo en la historia, así puede ser.
Bueno, entonces, en este sueño... Sí.
Tuvo el show, tenía tres actos.
El segundo, ya me lo olvidé,
pero en el primero, llegaba en un barco...
Llegaba por eso.
En la prueba de un barco tipo Carlos Gardel.
Sí.
Con música de Piazzolla, con Dior Nonino.
Y en la punta así vestido tipo...
Dior Nonino, me he perdido yo.
Dior Nonino de Piazzolla.
Es un tema que se amanea en el Nino.
Exacto.
Qué bonito.
Lo puedo tatarar, tatarar, tatarar.
Dior Nonino, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.
No, es más suavecito.
Vale, vale.
Llegaba y llegaba tirando para todos lados dólares.
No sé por qué, pero en este momento da.
En este momento, ¿verdad?
Te he dicho que era un visionario, ¿eh?
O sea, yo llegaba en un barco y desde la prueba
iba lanzando dólares, ¿no?
Esa, sí, para todos lados.
El barco, a lo mejor, tiene una idea de España equivocada también, ¿eh?
No creo a ustedes que...
No estamos para tirar dólares, ¿eh?
Bueno, bueno. Sí, sí.
Y en el último acto, que el segundo, la verdad, me lo olvide,
pero en el último acto...
El segundo no se acuerda.
No se acuerda del segundo, perdón.
Actuaba abierto, salía abierto.
En el tercero salías tú.
Bueno, claro, lo bueno al final, entiendo.
Claro.
Vestido de colegialas con colitas.
Sí.
Bueno, se confirma que era un sueño húmedo.
Sí, sí, claro.
Sí.
Con las medias, tres cuartos, la pollovita, tabladita,
todo, la pollovita...
Y la pollovita ya la llevo siempre de gala.
Sí, sí, sí.
En patines, no sobre roller, sino sobre los patines de cuatro ruedas.
Patín clásico.
Patiando sobre el escenario.
Sí, sí, sí.
Continúe, por favor.
Y al final, como si a Red Angel del show...
Sí.
O sea, me tengo que parar, porque no puedo hacer permiso.
Sí, por que se despida, no hay ningún problema.
Sí.
Eso es un profesional del precio de envío.
O sea, al final del show, después de patinar,
le dabas vuelta y mostrabas el trasero.
Sí.
A todos, los espectadores.
Sí.
Muchísimas gracias.
A ustedes, por venir.
Eh...
Suena muy coherente con toda mi carrera hasta el día de hoy, la verdad.
Sí.
La verdad es que escuchar antes me parecía más...
Más que tiene que ir a acabar con la vida.
No, no, no, no, no.
No es suficiente, no es suficiente.
Espero que algo de eso se cumpla.
O los dólares, o por lo menos que Berto lo necesite.
Por lo menos...
Sí, lo que veo más posible es lo del culo, ¿eh?
Sí.