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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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La Cadena Ser y el Terrat presentan Nadie Sabe Nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Queridísimo público.
Queridísimo público de Around the Wall.
Hoy tengo ganas, ¿eh? Tengo ganas.
Sí, yo también.
Vengo ya caliente.
Ríase la gente.
Oye que...
Ando yo caliente.
Sí.
Ríase la gente. Me parece muy bien traído, perdona, ¿eh?
Que estamos a finales de agosto.
Sí, sí, ha pasado el verano. Bueno, bueno.
A mediados.
A mediados, a mediados.
Sí, sí.
A mediados.
Y no hemos hablado de la noche de San Juan.
Ya...
Qué raro, porque la semana pasada, que ya estábamos un poco antes de hoy...
Y también ya eso...
Sí.
¿No?
¿Qué tal fue para ti la noche de San Juan?
Pues mira, te debo...
Tranqui.
¿Eh?
Tranqui.
Tranqui.
Yo también.
Hay una nueva tendencia.
Voy a dejar las maracas cubanas, ¿eh?
Que nos regalaron la semana pasada porque si te mueves, pues no ayudan.
No ayudan al hablar, ¿no entiendes?
No, no.
Imagínate que eres un dirigente y estás en un meeting.
Yo quiero como encontrar...
No, no va bien.
No va bien.
Bien, hemos entrado en una cierta relajación del petardeo.
¿Pero crees que es cosa nuestra?
Catalán.
¿O es en general?
¿Lo notaste en la ciudad?
No tengo argumentos, pero me atrevo a decir, desde mi conciencia, que es general.
Sí.
Yo creo que es el calor, las alertas que se dieron desde instituciones oficiales.
¿Os estáis pasando con el petardeo?
No, que dijeron, a ver, estamos en plena hora de calor,
tirar cohetes contra un bosque no sería lo mejor.
Hombre, la gente...
Y, de alguna manera, la sociedad ha dicho, bajemos pistón.
En mi caso, este año solo se han trabajado bengalas.
Bengalas.
Como el tigre, ¿no?
Como el tigre.
Sí, sí, sí.
¿De dónde el tigre?
Y muy tranquilo.
Mis hijos me dijeron, pero, hombre, ¿qué está pasando?
Yo les dije, creo que es un poco primitivo esto.
De tirar cosas que exploten.
Y lo entendieron.
Dijeron, sí, puede ser, puede ser.
Sí, sí, sí, sí.
¿El perro cagón se usó?
No hubo ni perro cagón.
Ah, porque hay un perrito que saca un...
Pero el perro cagón no peta, ¿eh?
El perro cagón es sonido friendly.
Ya, ya, ya, ya.
El perro caga y hace...
Sí.
Te tiene que molestar mucho el sonido para que...
Mira, me gustó más ir a comprar los petarditos,
que es una tradición que haces con tus hijos.
Sí.
Bueno, yo con los míos, con los tuyos, ¿no?
Solo tienes una.
Sí, solo tengo una.
¿Por qué hablas en plural?
Porque se mueve tanto.
No, que...
Y fui a comprar.
Papá, hay que ir a comprar, hay que ir a comprar.
Que luego ella mismo ni los usó.
Pero bueno, ya sabes cómo son los niños, ¿no?
Y fui a un sitio, me pareció maravilloso.
Había dos tíos.
Hay uno, a menos en Cataluña, que hay mucha tanta tradición.
El día antes ponen unos garitos.
Somos los chinos de España.
Hostia, qué bien traídos.
Recordemos que la pólvora es un invento chino.
Sí, sí, sí, sí, sí.
Igual no sé cómo lo habéis tomado, pero iba por ahí.
Sí.
Los chinos de España.
El Taiwán de España, ¿no?
No, los chinos.
Los chinos, los chinos.
Oye, que voy a un chiringuito de estos que venden,
que hay unas empresas ya homologadas.
Con todos los sistemas de seguridad, no petan allí.
No, no, no.
Te dan un catálogo.
¿Qué quieres? ¿Qué quieres?
¿Quieres un pack? ¿Quieres un pack?
Tengo el pack, el pack...
Y yo que ya conoces, que me estás conociendo un poquito,
que con la edad estoy perdiendo ya todos los filtros.
Sí.
Y me he vuelto un señor mayor que pide cosas.
Ajá.
Quiero explicarte esto.
Voy a sitios y pido cosas.
El otro día fui a mirar unas gafas para mi hija.
Lo digo de la tienda.
Déjame adivinar, ¿pediste unas gafas?
No.
Vale.
La niña quería mirar gafas.
Digo, ¿me puedes regalar?
¿Me puedes regalar unas toallas limpiadoras?
Sí.
¿Una?
Solo una.
No, singular.
Pero si yo te regalé las mejores del mundo.
Pero las pierdo, coño, las pierdo.
Son como unas sábanas.
Las pierdo, son como los mecheros.
Están todos en una cima, abajo en el océano, mecheros y toallitas de limpiadoras.
Y el tío me dice, sí, sí, hombre, por supuesto,
porque la gente es maja.
Bueno, fui a comprar petardos y vi que trabajaban una marca muy chula
que era Trackaman.
¿Trackaman?
Trackaman.
Y yo otra vez saqué, para vergüenza de mi niña que me dice...
Un nuevo superhéroe de Marvel.
Sí.
Dicen, mi hija, no hagas esto, papá.
Digo, tu papá ya es mayor, puede hacer cosas así.
Y le dije, primero los felicité por su look.
Me parecía que tenían un look muy chulo.
Iba con un uniforme.
Eran como una mezcla de zetangana...
Y un TEDx.
No, no, era muy curioso.
Yo tenía dos chavales jóvenes
y uno me flipó porque llevaba en todo el brazo,
en el antebrazo, al capone.
Así, ¿eh?
Un al capone de un palmo, tío.
Un tatuaje, entiendo, ¿eh?
Sí, tatuaje, sí, sí.
No, no, pero igual era un pequeño muñeco.
No, no, no.
Un muñeco colgándono.
Digo, tío, te felicito y yo, hostia, gracias.
Digo, muy bien, muy buena lección.
Es tu referente vital.
Sí, exacto.
Al capone.
Gran criminal.
Exacto.
Y el otro también muy bien.
Me abalancé verbalmente y digo,
¿me puedes regalar una camiseta de trucker man?
Sí.
Y mi hija dice, papá, no hagas eso.
Dije, hija, con educación se puede ir a todos lados.
Sí, sí.
Oye, ante el vicio de pedir...
La virtud de nodar.
Correcto.
Gracias.
Puedo acabarte todas las frases que quieras.
Vale.
Úsame como muleta mental.
Vale, pues el tío me dice, por supuesto,
y gracias por todas las risas que nos has proporcionado.
¿Y tienes una camiseta de trucker man?
No me la he puesto hoy, pero sí que os voy a enseñar la foto
donde yo aparezco con la camiseta amarilla de trucker man.
La traeré al próximo programa.
¡Es que qué guapa!
Es muy guapa, hombre.
Sí, sí.
Trucker man.
La tenía en amarillo azul.
Yo le dije, ¿no la tienes en azul?
Ya me parecía que me pasaba un poco.
Dice, no solo me quedé de amarillo.
Y digo, vale.
Y con pelos petaditos.
Ahora ya soy trucker man.
Eso es lo más divertido de San Juan.
Hablando de trucker man, que me ha recordado a los superhéroes,
fui a ver Flash.
Ah, ¿qué tal?
No, no voy a entrar a valorarla.
Ya.
¿Vale?
Sí.
No voy a entrar a valorarla.
Solo te quiero decir que escuché la mejor frase que se puede escuchar viendo Flash,
que fue un amigo que vino conmigo y se durmió.
¡Joder, vaya Flash!
¡Vaya flashazo!
Hombre, es que dura dos horas cuarenta.
¡Madre mía!
La historia de Flash.
Madre mía.
A todas luces, demasiado, creo yo.
Sí, claro, claro.
Entonces sale Batman.
¿Sabéis que sale Batman?
Sí.
El Batman de Michael Keaton.
Claro, el primero.
Hay un momento que, por lo que sea, explota la nave donde va Batman.
Sí.
Y luego, por unas circunstancias, a lo mejor sigue vivo.
Claro, porque como es tanto rato moviéndose en universos paralelos y lo que se hace ahora
en las pelis de superhéroes, que salen superhéroes el mismo diez veces.
Claro.
Porque en cada universo...
Bueno, salen borrachados.
Salen borrachados.
Salen borrachados de superhéroes.
Entonces este amigo que se durmió, de repente abrió los ojos y vio a Batman y dijo,
pero Batman no había explotado.
Y yo creo que la mejor frase posible es Batman no había explotado.
Ya, ya, ya.
Y ese es mi resumen de Flash.
Ya.
Batman no había explotado.
Ya.
Solo por ver a Michael Keaton está bien.
¿Has visto ese vídeo que está en una ceremonia de graduación en Estados Unidos?
Sí, bueno, buenísimo.
Y cuando acaba se dice, solo tres cosas.
Batman.
¿Tres cosas?
No.
Una cosa.
Dice, solo una cosa.
Batman.
Bueno.
Oye, no seas tan tiquismiquis, coño.
Mira, tío, si a mí alguien me dice solo tres cosas y solo me dice, en Batman ya puede ser
Batman.
Yo me puedo con él.
Ya, ya.
Como Kesulín, no.
Solo dos cosas.
Impresionante, ¿no?
Eso era de Kesulín.
Otro superhéroe, sí.
Pero solo por Keaton vale la pena, ¿no?
Por Michael.
Bueno, no ha explotado.
Ya, ya, ya.
Ese es mi valoración.
Ya te entiendo.
¿Indiana Jones la has visto ya?
No la he visto ya.
Vale, vale.
Tengo miedo de verla.
¿Sí?
Porque, por lo que yo, porque por lo que sé, hay una parte de la película donde está
rejuvenecido.
Sí.
Dicen que hay veinte minutos iniciales.
A estas alturas la habrá visto todo el mundo ya, ¿eh?
Bueno.
Cuando se emita este programa.
Yo no la he visto aún.
Pero, al parecer, hay veinte minutos iniciales en los que está rejuvenecido y luego el resto
de la película en las que está muy envejecido, porque es el estado actual en el que está.
Es un señor que tiene ochenta y algo años.
Muy bien llevados.
Como Bob Dylan.
¿Te he contado que había Bob Dylan?
La semana pasada.
Y, entonces, yo tengo mucha ilusión, pero me da un poco de miedo que se vea muñeco el
rejuvenecido.
Y que la película sea muñeco y viejo.
Y si es muñeco más viejo, igual me va a dar bajón, pero yo voy con todas las ganas,
como siempre voy, ¿eh?
Claro.
Voy a ir a verla.
Y espero la semana que viene daros ya mi veredicto de la película, que probablemente sea, pero
¿Indiana Jones no había explotado?
Bueno, pues, hasta aquí el espacio de cine del programa.
Menos mal que esta emisora, la Cadena Ser, tiene luego grandes profesionales que te ponen
al día.
Mira, Arzobispo desde Roma dice, hola, Andreu y Berto, ayer, por primera vez, nos dejaron
en el buzón propaganda sobre la criogenización en España.
Me entró un yuyu tremendo.
¿Qué opináis?
Esto es ciencia, ¿no?
Esto es ciencia.
Sí, sí.
Ciencia.
Ciencia.
Todas las respuestas a las cosas guapas con la ciencia.
Ciencia.
Dos más dos, cuatro, eso es ciencia también.
Vale.
Una, dos, tres.
Vamos a hablar de la Barrilla de Merluza.
La criogenización está todo guapa, o sea, lo que no hay que romper es la cadena del
frío, ¿sabes?
Claro, claro.
No se puede descongelar y volver a congelar, porque entonces se rompe la fibra del pulpo.
Y te queda el cuerpo blando.
Seguro que las ponen en esas bolsas térmicas, pero supergrandes, ¿no?
Bolsa zip.
Bolsa zip.
Bolsa zip.
Sí.
Oye, a mí lo que me parece, tengo que seguir con el personaje.
No, no, no.
Es muy cansado.
Sí, es muy cansado.
Lo que me parece flipante es que haya buzoneo de criogenización.
O sea, que son cómodos, me parece muy sofisticado la criogenización y muy poco sofisticado
el anuncio en buzón.
Claro, no es verdad.
Me parece que son dos mundos que están chocando, choque de trenes, conceptual.
Además, yo no quiero ahora pecar de imbécil, porque como ya lo soy, pero…
Pues quítate el miedo.
No, ya, ya, ya.
Criogenización.
Se va a la luz, se acabó la rabia, ¿no?
Correcto.
O sea, tú inviertes, hay un pastonaco y hay un día que hay un bloqueo eléctrico…
Y se ha estropeado el abuelo.
Sí.
Se ha ido a la luz y se ha echado a perder el abuelo.
Más.
Dice coño, pues sí.
Qué putada.
Yo por lo que tenía entendido de la criogenización, pero te estoy hablando de información que
tengo desde hace igual diez años…
Disney no está, eh.
No, Disney no.
Y era de Mojácar.
Sabes que decían que Disney era de Mojácar.
Sí, sí, sí.
Era murcianico.
Sí, sí, que era murcianico y que una pareja norteamericana lo adoptó un poco ilegalmente.
Lo metió en la maleta.
Sí, sí.
Para que luego riáis de Murcia.
Mira lo que nos ha dado.
Ya, ya, ya.
Eh…
Por lo que tengo…
Creo que Mojácar es Almería, eh, pero bueno…
Ah, pero yo…
No, no, no, no, no.
No, no, no, no, no.
Yo hablo de…
A ver, aquí puede ser lo que queramos, pero…
Yo hablo del otro Mojácar, del de Murcia.
Ah, vale, vale.
Claro.
Me he confundido de los dos.
Mojácar es muy bonito, eh.
Pues el de Almería.
Para que vaya riendo de los de Almería y mira lo que han dado.
Precioso Mojácar, eh.
Mojácar.
Pueblo blanco, un pueblo precioso, eh.
¿Seguro que es de Almería?
Sí, sí, sí, sí, sí.
¿Pero lo han movido?
Sí, el indalo, hombre, el famoso símbolo indalo.
Ah, pues disculpadme toda la gente de Mojácar.
Que el indalo, el indalo tiene un parecido a Mickey Mouse, ahí lo dejo.
¿Sí?
No, pero…
Eso es por hablar.
Por alimentarla.
Eso es por llenar minutos.
La leyenda.
La cuestión es que, según te he entendido, la criogenización había que hacerla en dos
partes.
¿Sí?
¿Sabes?
Porque por lo que me consta a mí…
Ah, ¿sí?
Lo que te hacen es que te cambian el agua del cuerpo, el líquido, la sangre y todo,
por un líquido como anticongelante.
Ah, ¿sí?
Pero se ve que había que poner uno distinto para las neuronas y otro para las células
del cuerpo, porque se ve que las neuronas son más especialitas.
Entonces, había que cortar la cabeza.
Ah, es verdad, sí, sí, sí.
Se tenían que congelar en dos partes.
Que ahí tú ya ves que no…
Para devolverte…
Entra bien el tío.
Ya lo hemos criogenizado.
Y los dos bultos…
Bueno, es que la cabeza va aparte.
Sí, sí, sí.
La cabeza va aparte.
No te vas tranquilo, coño.
No, no.
No te vas tranquilo.
Porque para recuperarte hay que aprender a hacer muchas cosas, ¿eh?
Hay que aprender, primero, a devolverte la vida, que ya…
Esta ya es complicada.
Sí.
Pero para devolverte la vida hay que engancharte la cabeza al cuerpo, que se ve que no es fácil
porque por el troncho…
Por la manguera de cables…
Por la manguera de cables se ve que para enganchar todos esos cables vas loco.
Claro, claro.
Y tienes que engancharlos todos, porque si no, igual te quedas que no funciona lo abajo.
Ya, ya, ya.
Entonces, juntar la cabeza…
Primero, devolver a la vida.
Sí.
Juntar la cabeza con el cuerpo.
Coserlo.
Sí, sí, sí.
Coserlo.
No, no, no.
O sea, es que no vale la pena.
No vale la pena.
Pero a lo mejor ha evolucionado mucho la técnica y ahora ya está al alcance de todos.
Ya.
Así que…
Sí, te pones en una nevera, llamas al sitio, te vienen a buscar y ya está.
Ya está.
Sí, sí.
Y golpe de frío.
Bueno, nos tenemos que ir a La Habana porque Álex, desde La Habana a Cuba…
Muy mal sitio para crioginarizar.
Criogénica.
Hostia, es verdad, ¿eh?
Crio… para congelar.
Sí, para buzonear, ¿no?
En La Habana.
¿Tú te quieres congelar, hermano?
Dice…
Sí, joder.
La Habana dice ¿por qué razón, si piensas en el proceso de respirar, no puedes dejar
de pensar en ello?
Pues porque cualquier… yo que sé es como…
¡Ahora mismo me está pasando!
Dice él para el tío este.
Y seguro cuando ustedes lean esto les pasará y al todo público que lo escuche le guste
imaginar que, ¿sabes?
Lo peor es que a mí me pasará de nuevo en este mismo instante.
Lo que pasa es que respiramos mal, ¿eh?
Eso es verdad.
Como lo damos por hecho…
Cada uno respira como puede.
Yo a veces me doy cuenta que estoy respirando poco.
¿Sí?
Sí, a veces me doy cuenta que a lo mejor estoy nervioso y estoy…
Y me tengo que parar yo mismo y decís, coño, respira bien, que es lo básico.
Hostia.
Porque tienes que respirar de diafragma.
Tienes que respirar de diafragma.
Claro.
A mí mi cuerpo…
Con el culo prácticamente.
Sí.
¿No te compensa el cuerpo a veces?
¿Te… cómo?
¿Qué es decir?
A ver, solo hay que mirarme.
Ya, ya, ya.
Es evidente que sí.
No, a ti te sale de volver.
No, que de repente estoy normal y hago…
Eso es la cosa.
Como que el propio cuerpo dice, este tío es tonto.
Sí, se está olvidando.
Y falta oxígeno.
Y él activa una…
Es guapo ese, ¿eh?
Sí, sí.
Tienes que respirar mejor.
No estás respirando bien.
Ya, ya, ya.
Bueno, para nada.
Más cosas.
Va.
Kaplimantada desde Granada dice, queridos Berto y Andreu, siempre se ha dicho que cuando
un gato negro se cruza delante de un humano da mala suerte, ¿pero qué ocurre cuando
un humano se cruza delante de un gato negro?
O sea, mantéas raudales para todos.
Es prácticamente lo mismo.
Ya sabéis que a los gatos una de las características principales es que se la suda todo.
Al gato le da bastante igual.
Sí.
A mí lo que me tiene…
Te cruces o que hagas el pino.
Lo que me tiene flipado es la… cómo decir, la capacidad que tiene el gato de improvisar
constantemente en contra de lo que tú crees que es lógico.
Totalmente.
Totalmente.
Va a la contra.
Esta mañana, ¿vale?
El gato por lo que fuera…
La gata.
La gata, perdón.
Sí, la gata Carla.
La gata Carla.
Le falta un ojo, no le cambies tampoco el sexo si no quieres.
No, no, no.
Esto es vipectota.
Estoy pasando unos días solos en mi domicilio, por lo que sea.
Sí.
Mi familia me ha dejado.
No hay crisis, hay una coyuntura de hechos, la niña está en campamento y…
Pero eso es planazo, ¿no?
Bueno, planazo.
Yo me aborro un poco también, ¿eh?
Ya.
Un huevo.
Y ahora tiene la espalda dolorida.
No.
Joder, muy bueno.
No, no, no.
Ya, ya.
Las costillas fatal, ¿no?
Las costillas.
No, llegué a casa, no había nadie, era las nueve.
Dije, mira, estoy solo y…
Voy a comer un huevo.
Voy a comer.
Había puesto un poquito de sobrasada.
Acabé y dije, voy a cenar.
Yo solo.
Ay, qué pena.
Pues ahora quiero ir a dormir.
Ah, bueno, nada.
Y, bueno, no estoy solo, perdón, tengo que atacarla.
Tengo que atacarla cuando yo me voy a dormir, ella se pone en la ventana para salir.
Y entonces, y hay un código, le abro la ventana y se pira.
Bien.
Que yo me quedé preocupado, seré tonto y digo, ¡ay, toda la noche fuera!
Pues no tienes…
Claro.
Trampilla para entrar y salir cuando quieras.
No, hombre, vivo en un domicilio moderno, no en una casa de pueblo, ¿no?
Yo le instalé una.
¿Una gatera?
Sí, le instalé una gatera.
Ah, coño, pues muy bien.
Sí.
Pues mira, yo también tengo que hacer algo así, ¿eh?
Sí.
Porque resulta que pasa la noche fuera y esta mañana me levanto, también la casa vacía.
Pero no la usa, ¿eh?
La gatera.
A él le gusta más verme a mí abrir la puerta.
Estoy triste.
Me deja la gatera.
Digo…
Se tiene una gatera, pero se pone la puerta arriba.
Eso es lo que te quería decir.
Eso es lo que te quería decir.
Yo que tienes una gatera abajo.
Mira.
Le abro y entra, como si tal.
Sí.
Que acabaran los llantos.
Eso es lo que te quería decir.
Cabrón.
Estoy preparándome el café y ya está ella en posición ahí a lo lejos, que parece un
cuadro de las meninas.
La veo allí pequeñita, afinal.
Digo, mira, la ya está ahí.
¡Miau, miau!
Como diciendo.
Llevo mucho rato aquí, ¿eh?
¡Miau!
Y yo, bueno, pues cuando pueda te abro.
Le abro, pues no entra y se va hacia la puerta.
¡Miau, miau!
Para que le abra la puerta.
Bueno, de verdad que me hubiera gustado cogerla y decirle.
A ver, una cosa.
Llevas toda la noche fuera.
¡Miau, miau!
Que quieres entrar y ahora quieres volver a salir.
Pues ahorrate el miau, miau previo.
Porque no quiere ni entrar ni salir.
Solo quiere demostrar que ejerce poder sobre ti.
Joder.
¿Cómo les va la cabeza?
La abre puertas.
Yo estoy a su servicio.
Soy el doorman de gata Carla.
Venga.
La ventana, la puerta.
¡Miau!
Voy de culo, tío.
Voy de culo.
Pon gateras por toda la casa.
Sí, es verdad.
Voy a poner gateras.
Ya está.
Y para humanos también.
Para que pueda entrar yo.
Venga, vamos a ver lo que dicen desde Manchester.
Dice, si tuvierais que usar inteligencia artificial.
No, no, no.
Me da mucho miedo.
Sí.
Para que os creara un monólogo.
No, no, no.
Uy, uy, uy.
Es que me da miedo.
¿Qué premisa pondríais?
Dice, yo pondría escribirme una pregunta
por haberte andré una en la que se ve nada.
Es que no entiendo cómo no estáis aterrorizados con eso.
Ya, ya.
¿No habéis visto Terminator?
Ya, ya, ya.
¿No sabéis cómo acaba?
Eso es ciencia otra vez, ¿eh?
No, no es ciencia.
Sí, es ciencia, es ciencia.
Sí, sí, sí.
No es ciencia.
No es ciencia.
No es ciencia.
Yo te digo yo que no.
Inteligencia.
Inteligencia.
Inteligencia.
Ciencia.
Inteligente.
No me gusta.
No estoy de acuerdo.
¿Qué?
No, estoy de acuerdo.
Vale, vale, pues sí.
Creo que...
Bueno, ¿qué pasa con Inteligencia Artificial?
Pues que me da miedo.
¿Va a cambiar el mundo como lo conocemos?
Lo va a joder todo.
Ya lo ha cambiado.
Lo va a reventar todo.
Sí, ¿eh?
Nos va a venir una hostia.
¿Pero eso es de viejo o es de...?
Puede ser, claro.
Soy un viejo.
Soy un previejo.
Ya.
Estoy ahí en la rampa de salida del AVG.
Vale.
Estoy empezando a saborear las mieles de ser viejo.
Ya.
¿Vale?
Y yo creo que nos va a dar una hostia muy guapa.
Sí.
Y no vamos a saber por dónde va a venir.
Un día.
Un día.
Un día.
Un día.
¿Qué ha pasado?
Claro.
Y alguien dirá, la Inteligencia Artificial.
Llámen a Berto, que él ya lo sabía.
Ya.
Y tú, si quieres, les hablo de frutos secos, pero...
Ya, tío, ya.
Bueno, en fin...
Me da mucho miedo.
No puedo evitar.
Y veo que la gente nos da miedo.
Nos parece gracioso.
Ya.
Yo he convivido toda mi vida con máquinas.
Pero yo las sojuzgo a ellas.
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
¿Qué?
Yo las sojuzgo a ellas.
Son instrumentos.
Ya.
Yo no quiero...
De hecho, muchas veces, durante mucho tiempo, yo alardeaba de usar más las máquinas para
no tener que tratar con personas.
O sea, si había una máquina de vending y una persona vendiendo, yo iba a la máquina.
Sí.
Desde tu ranciedad, ¿no?
Prefería la máquina.
Eso es el arriesgo rancido también un poco, sí.
Claro.
Pero si la máquina ya me va a hablar como la persona, a mí me habéis acorralado.
Claro, claro.
¿Sabes?
Tú quisieras siempre...
Me estás quitando la ilusión de vivir.
Ya, ya, ya.
Bueno, vamos a esperar un poquito.
Yo que la nevera un día me diga, no, es que he pedido ya yogures porque como sé que
te gustan.
Y se te estaban acabando.
Sí, sí.
No, no riáis, que hay manera de que la propia nevera haga el pedido, ¿sí es verdad?
Pues esto es lo mínimo.
Esto es lo mínimo.
O sea, que la nevera haga el pedido ya es lo mínimo.
Sí.
Es que la nevera te diga, ¿cómo te estás comiendo yogur?
¿Tú te estás comiendo el suero?
¿Tú sabes que para ti el suero que además te ha analizado mientras dormías?
Porque la almohada tiene un escáner.
¿Cómo que tiene un escáner?
Hombre, la almohada es inteligente también.
Y estás al nabo ya de tragarse tu sudor toda la noche.
La almohada.
La almohada un día te va a asfixiar.
Claro, tú imagínate todo inteligente.
Vas a acabar desnudo en el suelo, ¿no?
Claro.
Como para que no te...
Libre de amenazas, ¿no?
En un bosque, ahí.
Ya, ya, ya.
Con los jabalís.
Yo creo que mejor la inteligencia si pide los yogurus ella, porque mi hija hace un tiempo
tomó la iniciativa y pidió el desayuno.
Hombre, tiene una idea.
Por una aplicación.
Bueno, bueno.
¿Ah, pidió el desayuno por una aplicación?
Por una aplicación, sí.
¿Qué dices?
Sí, claro, claro.
¿Te le desayuno?
No, no, algo parecido.
Llamaron de la panadería, bueno, esta es que...
No quieres dar el nombre.
No es que estoy pensando la palabra.
Mira, mira, mira.
Una pastelería, coño.
Panadería, pastelería.
Un horno.
¿Cómo te has clavado con eso?
Bueno, yo que sé.
Pues bueno, va.
Y dicen...
Oigan, llamamos para confirmar un pedido.
¿Su hija ha pedido 200 croissants?
No.
Esto es verdad.
70.
No.
Pues no me lo habías contado, esto.
No te lo había contado.
No.
70.
Y Silvia dice...
Pero ¿alguien ha pedido...
A los tres que estábamos allí.
Hasta la gata, miro.
Habéis pedido 70 croissants.
Y la niña...
Ay, perdona, es que no sé cómo iba y no me daba, y tal.
Y menos mal que esta dijo...
No pueden tener una fiesta infantil a las ocho de la mañana.
O sí, pero llamó, ¿sabes?
Sí, sí, sí.
Bueno, claro, vio Buena Fuente y dijo...
Estos excéntricos...
Sí, claro, claro.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
Buena Fuente.
No, yo no soy persona hasta que no he tome un café y 70 croissants.
40 bandejas.
Y le decían...
Bueno, se entiende porque es un grande de la televisión.
Sí, claro, sí, sí.
Pero, una inteligencia artificial no hubiera cometido ese error.
¿Tú crees?
Ahí lo dejo.
Sembradito.
Una pausa y volvemos.
Nadie sabe nada.
Mucho hablar para no venir a resumir nada.
Berto y Andeu, son esos.
Gracias.
Gracias a ustedes.
¡Sí!
¡Hola! ¿Cómo estás?
Aquí seguimos, en el National.
Aquí está, ¿cómo estás?
Con música de los 60, 70, 80, 90, 0, 0, 10, 20...
Toda la música aquí para ti.
Todo muy bien. Desde Twitter dice...
Me encanta esta pregunta.
¿Cuánto frutti... cuánta frutti hay que echar en el tutti-frutti?
Porque dudo mucho que el tutti-frutti lleve tutti las frutti.
Fantástica.
Muy bien.
Qué buena manera de empezar la segunda parte del programa.
¡Qué bueno, tío! ¿Cuánta frutti hay que echar en el tutti-frutti?
Me ha encantado. ¿Tú crees, especialista en fotos secos,
algún conocimiento tendrás sobre frutti?
No, es que yo la fruta...
Pero el tutti-frutti... La fruta húmeda no la toco.
Ya, hombre.
Tiene que estar seca.
Se acerca un poquito al mezcladito, ¿no?, el tutti-frutti.
El tutti-frutti... Es el primo húmedo, ¿no?
El tutti-frutti no es blancolao.
Sí, ¿no? Porque es muy ambicioso ponerle tutti.
Claro. Porque tutti es todas las frutas
y, evidentemente, tienes razón, se las ponen todas.
Ya, ya, ya. ¿Tú crees que están todas?
Ponle algún y frutti. Hay tres, cuatro.
Ponle algún y... Claro, algún y frutti.
Algun y frutti.
Poco y frutti.
Algun y frutti que tengamos a mano.
Suficienti frutti.
Sí.
Pro frutti. Pro frutti.
Pero tutti no.
Ya, ya. Tutti es muy ambicioso.
Ya, ya, ya, tío, sí, sí.
Era como cuando el papa venía y decía,
todos tus, todos tus, todos tuyos, todos tuyos.
Dice, hombre, habla por ti, coño, ¿sabes?
En el gran eslogan de los ochenta.
Sí, todos tus.
Sí, Juan Pablo primero, te quiere todo el mundo.
¿Has hablado con todo el mundo?
¿No hacían rima?
¿Hacían eso?
Juan Carlos... Ah, y Juan Carlos.
Hostia.
Juan Pablo, segundo.
Has dicho Juan Pablo primero, te quiere todo el mundo.
Es que...
Juan Pablo segundo.
Juan Pablo, segundo.
Te quiero...
No. Uy, uy, uy.
No sería.
Juan, Juan... Uy, claro.
Se me mezcla con Juan Carlos.
Sí.
Juan Pablo, primero.
¡Ay, cómo te quiero!
Juan Pablo.
Juan Pablo, segundo, te quiere todo el mundo.
Yo me refiero a Juan Pablo segundo, perdón, me he equivocado.
Juan Pablo, tercero, te quiero, pero...
Pero...
Claro, claro, claro.
¿Sabes?
Pues cuando viene el Papa, que eso fue la bomba.
Cuando venían, ahora no puede haber fallecido.
Claro, eran estrellas del rock, eh.
Sí, y ahora también.
Aquí porque hay gente muy joven, bueno, no tanto.
Aquí en los ochenta vino el Papa Juan Pablo segundo
y se vino país abajo.
Es un espacio de historia.
Historia de la religión.
Historia de la religión.
Esta es historia de la religión, venga.
Estamos ahí.
¡Buenas tardes!
Nos remontamos...
¿Habamos reunido?
No, no, si no me lío, por favor.
Estamos remontándonos a las primeras visitas papales.
¡Fernsia!
No.
Visita papal, visita papal.
Eran estrellas del rock.
Y a mí me encantaba porque llegaba Juan Pablo...
Destrozaban las habitaciones de los hoteles.
No.
Juan Pablo segundo, perdona,
que las señoras que yo recuerdo mayores de mi casa decían,
que guapo es el Papa.
Ah, ¿sí?
Sí, era muy guapo porque era polaco,
era así como ojos claros,
hacía esquí, siempre vestido de blanco.
Sí.
No, no, no, que no es verdad.
No sabían por dónde iba.
No, no, no.
Se tiraban...
¿Dónde está el Papa, dónde está el Papa?
Iba de blanco y dije, hombre, ponedle algo azul.
No, no, no, no.
El Papa era como una acción, figura de acción.
Sí.
Siempre llevaba su vestidito de...
Su complemento de esquí.
Sí, sí, entonces, cuando llega al Vaticano...
No sabía que esquíaba Juan Pablo segundo.
Sí, era muy deportista.
No sabía.
Sí, sí, sí.
Decían, qué guapo es.
Bueno, mensana, incorpore sana.
Correcto.
Luego esto ya fue variando, pero bueno...
Y él llegaba al país y lo primero que hacía,
bajaba, no, primero saludaba.
¿Cómo estáis?
No decía.
¿Sois de puta madre?
No.
Pero sí que tenía comportamiento un poquito de sierro.
Y se ponía en la pista de aterrizaje...
Y besaba el suelo.
Y besaba el suelo.
Sí, besaba el suelo.
¿Qué le habían limpiado previamente?
Tenía una marca que ponía aquí.
Claro, porque una pista de aterrizaje,
ya hay aceite, colillas, cagadas de paloma...
Hay mierda ahí para aburrir.
Pero el tío decía...
Besaba y todo.
Y hasta aquí el Papa.
En Valencia, vamos a sacar un poquito de dinero
y todo, bueno, en fin...
¿Esto no lo ha pillado?
Hombre, las famosas corrupción de la visita del Papa...
Por suerte, Valencia se ha arreglado.
Pero eso fue con el otro.
Sí.
Valencia está mucho mejor.
Es agua pasada.
Sí.
Pero ese fue el primer, Juan Pablo el segundo.
Luego fue el Papa breve, ese que se tomó un té y se quedó muñeco.
¿Y si se fue Juan Pablo primero?
Vale, fue primero.
Sí, claro, perdón.
Otra cosa...
Es que coció el capítulo al revés.
Me interesa más o menos los Papas,
pero los números ayudan mucho.
Para colocarlos en el tiempo.
Yo soy un experto en la historia de la religión.
El gobierno Benedicto.
Benedicto XVI.
Sí, que era un pastrón alemán.
Sí, sí.
Sí, sí, chiste clásico.
Chiste clásico.
Perdona.
No hay que hacerle ascos.
Generó una cierta confusión, porque la gente dijo...
Oye, ¿qué van a hacer el Papa a un pastrón alemán?
Y dijeron...
Bueno, hubo...
Lo dijo...
¿Sabe esquiar?
Sí, sí, sí.
Necesitará cuatro esquías.
Tenía 10 minutos de pánico en la comunidad cristiana
hasta que dijeron...
No, es un hombre que ha ejercido de pastor en Alemania.
Ya, ya, ya.
Dijeron todos... Ya, ya, ya.
Pero el susto ya se lo llevaron.
Sí, sí, sí.
Los Rasinger era ese Papa que hablaba con las manos así como...
Era como un malo de Star Wars.
Como el emperador de Star Wars.
Dice...
Como si...
Bien para acá, bien para acá, bien para acá.
Fue muy imitado.
Y este es el que ya, para mí, se corona cuando dice...
Una cosita.
Que dimito.
Claro, sí.
Estamos repasando historias recientes.
Sí, sí.
¿Pero que no había dimitido un Papa desde hacía...
¿Cuánto? ¿500 años?
No lo sé, es que yo no conozco la historia de los Papas.
Yo soy especialista.
Pregúntame lo que quieras sobre la historia de la lección.
¿Vale? ¿Fue la primera vez que dimitió un Papa?
¿Eh?
No, no, no.
No, no.
Había otro precedente.
Eh...
Sí, Carlos IV.
Carlos José I.
Carlos José V.
Sí, sí, sí.
Agún Medici.
Había muchos.
Agún Medici.
Sí.
Agún Medici.
¿Agún Medici en la sala?
Sí, sí.
Eso se decía mucho en aquella época, sí, sí, sí.
Pero que de verdad que fliparon, ¿eh?
Porque dije, ostia, no hay precedentes, no hay protocolos.
Dije, bueno, lo que hay protocolos, que yo me voy.
Dijo este, ¿sabes?
Aquí os quedáis.
Y entonces hay un momento en que hay dos Papas.
Me hablas como si yo hubiera estado en coma todo ese tiempo.
Eso pasó hace muy poco.
Bueno, coño, es un hablar de amigos.
A veces el otro producción ya lo sabe, pero dice,
ostia, qué fuerte.
Bueno, hay una de tal, sí.
Y ahora está el actual, el argentino.
Sí, sí.
Francisco.
Que no les gusta a los conservadores.
Bueno.
El otro día uno dijo, es luciferiano.
¿No será luciferino?
No.
Luciferiano me suena como más coloquial, ¿no?
Sí.
Soy luciferiano, vivo aquí.
Vivo aquí en el extra-radio.
No sé.
Creo que es luciferino.
Pero una dirigente conservadora española.
Sí.
Sí, que ahora está de boga, en boga esto, está muy bien.
Pero ustedes, que son religiosos cristianos,
y dicen, no, no, no, pero no es del Papa, ¿no?
Así como la gente antes decía, yo no soy de monarquía,
yo soy de Juan Carlos.
Sí.
Que suena muy bueno, que luego búscalos a ver dónde están.
Pues ahora mucha gente dice, yo soy de los cristianos,
pero del Papa, no.
Vale, vale.
Muchas gracias.
Me has acargado mucho la historia de la religión católica.
¿Quieres que te diga quién fue el primer Papa?
Por favor.
No lo sé.
Lo tengo que mirar para la próxima sección.
Sí, va a haber más.
Bueno, buenas tardes, vamos a seguir.
Claro, el primer Papa fue San Pedro.
San Pedro, claro.
Sí, sí, sí, sí.
Por ahí lo inventó.
Es verdad, fue, sí, sí, que Jesús lo dijo,
sobre ti construiré mi iglesia.
Y dijo, hombre, me aparto primero.
Sí.
Y dijo, hostia...
¿Quieres decir? Le dijo a Jesús.
Y Jesús le dijo, es un hablar metafórico, coño.
Es que me lo pilláis todo literal.
Claro, claro.
Mira, Virginia desde Valencia dice,
hola, estoy leyendo sobre figuras ilustres del renacimiento.
Ah, también conozco mucho este.
Un pasatiempo como otro cualquiera.
Y se me ha ocurrido un juego para vosotros.
¿Qué os parece si os digo tres nombres
y vosotros adivináis a qué se dedicaban?
Seguro que a Andrés se le da bien.
Sí, sí, sí.
¿Te adivinaban?
Sí, venga, espera, que esto quiere una música, ¿eh?
Se llamará...
Se llamará...
¿Figuras ilustres del renacimiento?
No, pero de qué trabajaba.
¿Quién es quién en el renacimiento?
¿Lleva bigote?
Eso no me gusta.
¿Lleva un sayo?
Bueno, va.
¿Lleva botines?
¡Y no va descalzo!
Jovan Batista de la Porta.
Hombre...
Primer presidente del Barça.
Sí, sí, sí.
Por supuesto, por supuesto. Sí, sí.
No, o Fabrica... o Herrero.
Herrero.
Ah, porque te sale a ti de todos los juegos morenos.
Yo no estoy jugando yo.
Ah, vale, vale.
¿Pone la solución?
No.
Ah, bueno, ve al juego.
¿Algún experto en renacimiento aquí?
Sí, hombre, sí, qué va a ver.
Bueno.
El otro día había un tío que...
Una persona, perdón, no, un tío.
Quizá era tío de alguien, pero no.
Ya.
Era una persona que sabía leer y hablar griego.
Sí, sí.
Vale. O eso dijo, porque claro...
Dijimos...
¿Quién va a saber griego? Y juno yo.
Celo el ambiente, ¿eh?
Sí, sí.
Sí, es verdad, es verdad.
Sí, sí.
Dos, Ludovico Bocadiferro.
Oh.
Es que inventó los brackets.
Sí.
Se te da mejor a ti.
Se te da mejor a ti.
Hostia, el primero que llevó brackets en el renacimiento...
Ese sí que era Luciferiano, ¿eh?
Sí.
Madre mía, cómo debía ser.
Se los hizo Leonardo da Vinci.
Sí.
Antonio da Sangalo il Becchio.
Vale. Un sabio, ¿no?
El padre de Antonio da Sangalo.
Filho.
Ya, el Becchio.
Il giovane.
Vale, vale, vale.
Vale, pues...
Me esperaba más.
Lo hemos pasado muy bien con este juego.
Me esperaba más.
Gracias.
Me esperaba más.
Yo me esperaba más de ti, que no has hecho nada.
No, no, es que no, creo que se te da mejor a ti.
Vale, pues...
Dice Juan Diego Solís de León.
Uy, mira, tiene también nombre como...
¿Cómo?
Juan Diego Solís de León.
O sea, hombre...
Uy.
Es una noble.
Inventor del tomate en lata.
Sí.
Se te da bien.
Estás fino, estás fino, sí, sí.
He escuchado el programa en el que hablas del famoso reloj.
Y acá, en Panamá,
me coincidió la hora con la del reloj.
O sea, tú, si quieres...
El reloj de mi suegro.
Pueden ser antecedentes, por favor.
El reloj del duelo.
Mi suegro, que en paz despanse...
Que en paz despanse.
Te he dicho, despanse.
Eso se ha hecho mucha gracia.
Sí, sí.
Pues estábamos hablando de la muerte de una familia.
Sí, sí. Uy, uy, uy.
¿Eh?
Ahora vais a casa y os reís en casa.
Sí, sí.
Si te vas a...
Si te vas a equivocar otra vez,
di en paz despensa.
Porque igual te da más juego para otro día, ¿eh?
Voy a seguir. Ya, ya.
Porque no quiero que quede la antena de láser en blanco.
Ya, ya.
Mi suegro, que en paz descanse...
Tenía un reloj que iba por radio.
Por radio que se conectaba él con Suiza,
con el reloj atómico internacional de la mierda, de no sé qué.
Bueno, hombre, también puedes contar lo mejor, ¿no?
Fue morir mi suegro y el reloj perdió la conexión.
Sí, sí. Se volvió loco.
Sí, sí.
Y ha tardado...
Bueno, llamó Ikoer Jiménez para hacer un programa.
Sí, pero no se lo cogimos. No, no.
Y ha tardado dos años y medio en volver a conectar.
Lo hemos tenido aquí hasta que ha conectado
porque mi mujer me dijo, el día que eso funcione,
devuélvelo para casa, que es mío.
Porque de alguna manera el reloj es su padre, ¿no?
No, el reloj es un reloj. Ah, vale.
Me ha pasado ahora. No jodamos, no jodamos.
Con este comentario me ha pasado, ¿no?
No, estás equivocado. Vale, vale.
El otro día conectó y me lo llevó para casa.
Y allí está la madre perfecto.
Y yo atribuyo que esa máquina...
Y mira tú si hay que buscar inteligencia artificial.
Y está llena de inteligencia emocional.
Ya, ya.
Este reloj ha tardado dos años y pico,
que es lo que la ciencia, más o menos, viene a definir
como un duelo, más o menos habitual,
en superar la muerte de su dueño.
¡Un reloj!
¿Vale o no?
Sí, sí, claro, claro.
¿A vosotros qué os emociona?
Por ir a ver Flash, por ejemplo.
Sí, sí.
A mí me emociona un reloj.
Al que he humanizado y que está allí.
Cuando yo miro la hora, digo, te quiero, reloj.
Joder. Vale.
Me estoy emocionando un poquito. ¿Y esta persona de Panamá?
Ella dice, se imaginan que...
Bueno, dice que cuando tú hablaste del reloj
coincidía la hora que tenía. ¿La hora mala?
La hora mala con la ciudad de Panamá.
Porque el reloj empático, con el reloj de aquí,
a través del sonido de mi voz,
que está cargada de emoción,
dijo, yo también voy a muerte con este reloj.
Joder, tío, de verdad.
¿Qué siempre hablan de tonterías? No siempre.
Hay días que son puro corazón, sobre todo Alberto, el otro...
Dice el tío, para acabar, se imaginan...
¿No era una mujer?
No, era Juan Diego Solés.
Se imaginan que sea, porque marca la hora.
De cada uno de los que oímos en Diferido,
y cada quien oye la propia.
Bien, o sea, bien por el aplauso,
pero yo creo que esa por la música,
porque no tenía sentido.
Sí, es verdad, esta música te lleva al aplauso, ¿no?
Sí, pero no tenía... Te lleva a la épica, a lo mejor.
Sí, es como cuando vais a un meeting
y acabas la frase en agudo y tienes que aplaudir.
Pues dices, vamos, nino, nino, nino.
Entonces, ¿qué vas a hacer?
Pues aplaudir, porque te están obligando.
Díganos, persona del público, ¿cómo te llamas?
Álvaro.
Me encanta que dudéis cuando decís vuestro nombre.
Es falso, ¿no? Es falso.
Naturalmente, si no, no dudaría.
Estaba intentando helar lo del reloj,
lo del tiempo y lo de acceso mayor
con algo que casi antes dice Andreu de Bob Dylan.
La semana pasada hablé de Bob Dylan.
Perdóname, colócate el micrófono orientado a la boca, gracias.
Sí.
No tanto, no tanto.
El caso es que el otro día fuimos a ver el concierto
y a mí me sorprendió de este señor.
Yo también, él también.
Yo también, tú también.
¡Ey, Dios, somos los tres!
No, es que la semana pasada, que todavía no habéis escuchado,
ya pegué la turra de Dylan, pero vamos.
No, no, adelante, adelante.
Solamente que a mí me llamó mucho la atención
que este señor en un momento dado yo creo que se cansó y dijo,
me voy, o sea, como que dejó el concierto,
a mí me dio la sensación que lo dejó a mí.
Hombre, las cosas acaban también, ¿eh?
Pero por eso, mi pregunta sería, Andreu,
tú cuando seas un poco más mayor...
Sí, ¿me estás comprando a Bob Dylan?
No sé si es bueno o si es malo, yo creo que es bueno.
No, no, sí, sí, sí.
Es bueno que se haga mayor, quiere decir que resiste.
A la gente mayor que ya le da un poco igual las cosas,
¿cómo acabarás tus programas?
Es decir, si un día te aburres y saldrás por ahí.
Y me voy. Pues mira, me acabas de dar una idea muy buena.
Me gusta. Yo difiero un poquito de ti.
Bueno, vamos a hacer un debate, Bob Dylan, si te parece.
Sí, hombre, sí.
Segunda parte de lo que hablábamos la semana pasada.
Yo creo que se fue relativamente bien,
para lo que cuentan que es él. Hola, ¿cómo te llamas?
Laura. Laura, ¿tú habías visto alguno anterior?
No, es la primera vez que iba a verlo.
Vale, también ibas con esa cosa de cuidado porque es un tío que...
Sí, sí, sabía que iba a llegar, iba a tocar
y se iba ahí sin decir adiós.
Pero el concierto duró lo suficiente, ¿no?
Una hora cuarenta y cinco. Sí, está bien.
Es la media de lo que... Sí.
Y se fue, saludó un poquito.
Es verdad que no tenía muchas ganas de estar allí, ¿se piró?
Sí. Bueno, con un andar ya...
Está... Que es mayor C. Mayor C, sí.
Pues muy bien, ¿qué hace?
Pues si no puedes hacer eso de mayor, cuando lo vas a hacer.
Exacto. Pero levantarte y irte
es de un sitio en el que ya crees que ya no hay que estar.
Es que está muy bien, es que habría que normalizarlo.
Sí, de hecho... Mira, yo me voy, ya está.
Es un modus operandi, o sea, sale, lo toca y se va.
¿Cuándo crees que podemos hacer eso? ¿A qué edad se puede hacer eso?
Andrew puede ya. Yo creo que sí.
No, no, no, no, no, no, no, no.
No es porque lo crea que sea muy mayor, pero... Sí.
La actitud que lleva ya demostrando los últimos años...
Sí. Yo creo que ya la pongo. Yo me he ido...
Si os sirve, yo me he ido de un podcast.
De un podcast de entrevistas, ¿sabes?
Es un podcast que hace muchos conversaciones
que a mí me mola porque no hay límite horario
hasta que deja de molar.
Cuando yo llevaba dos horas y diez, yo le dije al presentador,
digo, yo ya me tengo que ir a comer.
Pero no suena muy mal porque el tío dice, lo entiendo,
digo, hombre, es que llevamos dos horas y cuarto
dando la chapa.
Y oye, y funcionó.
Si no, todavía estaría allí.
¿Nadie dijo nada? No, no dijo nada.
No, no, no, lo entendió.
Y nada más para acabar, ¿eh?, también.
¿Tú te ha pasado esto en la vida? No.
¿No? Todo dura lo que tiene que... Sí.
¿Sí? Sí, sí.
Incluso esta conversación que...
No, no, no.
Que no estoy...
¿Sabes qué? No me está pareciendo mal, ni mucho menos.
Bueno, es la realidad, coño.
He pensado no sé cuándo tendré que sentarme.
No, pero estoy notando que tu actitud también
es un poco de...
He empezado, pero no sé muy bien a dónde quiero ir.
¿Porque tú querías algo o no? No.
Esto ha venido.
Ha sido porque te lo he dicho yo, ¿no?
Que te levantaras. Vale, vale.
Igual querías decir algo. Bueno, ya te puedes sentar si quieres.
Gracias.
Lo que también quería decirte es que para dar un toque
un poco de calidad,
Julio Cortázar... Sí, hombre.
Dejó escrito que todas las cosas duran demasiado en la vida.
Sí. Y otra que me encantaba
que todo el mundo de cerca es bastante feo.
Y si no, no. Pienso mucho en eso.
¿Sabes? De lejos,
más o menos aguantamos, pero de cerca...
Es verdad. Cuidadín, ¿eh?
Por eso, cuando besas a alguien, se te desenfoca.
Claro.
Sí. El ojo está preparado
para que cuando te acercas a besar a alguien,
desenfoque, porque si lo vieras en 4K,
dices, no... Ni de broma.
Me pongo yo a chupar esto. No, hombre, no.
Estoy lleno de poros y de pelos.
No, pero el cuerpo ya te hace como un...
Te da un filtro. Sí, sí, sí.
Filtro Valencia de besos. Sí, sí, sí.
Inteligente el cuerpo ahí, ¿eh?
Sí, es que el cuerpo es lastre. Está todo pensado.
Por eso tú y yo estamos como a un metro y medio,
que es la distancia perfecta. Claro, claro.
La de seguridad, uno y un poquito más.
Muy bien, muy bien. Venga, tonto.
¡Vamos!
Wow.
Oh, oh, oh, oh, oh.
Hago tiempo cantando para leer.
Y si la pregunta no me gusta, pues no la veo.
Porque es mi programa.
Hago un poco lo que me da la gana.
En mi programa.
¿Qué estás haciendo exactamente?
Lo que estoy haciendo.
Exactamente.
Lo que estoy diciendo con la canción
que voy leyendo la pregunta.
Y si no me gusta, pues la tiro y me da igual.
Muy bien.
Eso te agora.
Esta canción como de los años 90
que parece como de Emilio Aragón.
Esta canción.
Alejandro Beduino, desde Alicante,
dice que si todo vuelve a ponerse de moda,
con el tiempo llegará un día... Todo.
Todo. Con el tiempo llegará un día
en el que lo más cool sea no tener móvil, WhatsApp,
redes sociales, etcétera.
Tampoco ya... Bueno, el apagón analógico, ¿no?
Yo admiro a la gente.
La medida de que alguien ahora es muy, muy, muy famoso,
es que no tiene nada.
Ahora lo guay.
Oye, es que no puedo seguirlo. No estoy en redes.
No estoy en redes.
No me importan vuestras mierdas.
No me importan vuestros comentarios.
No tengo móvil. No tengo móvil.
Hostia, esa gente... Hay mucha gente
que va con móviles muy antiguos.
He conocido algunos. Sí, yo también.
Y me mandó el otro día un SMS.
Un amigo que se comunica solo por SMS.
Me mandó uno que, por lo que fuera,
es tan viejo que el sistema no pudo decodificar
y me llegó una ristra de símbolos
como si hubiera...
Te lo juro.
Como si hubiera conectado con una civilización extraterrestre.
Dos veces.
Dos mensajes.
O sea...
El código de Matrix.
Sí. Y le mandé...
Solo le dije, ¿estás bien?
Y le reenvié eso.
Digo, mira lo que me está llegando.
No sé si estás bien o estás mal.
Dice, estoy bien. Me quedo más tranquilo.
Que me mandaría, tío.
Pero es que se ve que va con uno de esos de...
de almeja. No, ¿cómo se llama?
De...
De concha.
Bueno, va con una almeja grande.
Y le ha puesto una antena.
Un móvil de almeja.
Paco desde Castajena.
Uy, qué susto.
Me compré unas deportivas para correr.
Me gustaron tanto que las guardé.
Y ahora me he comprado otras
y acabo de hacer lo mismo.
Sigo usando las mismas zapatillas desgastadas
y los pies se van deformando.
No lo entiendo.
Me compré unas deportivas para correr.
Me gustaron tanto que las guardé.
¿Qué quiere decir?
Me gusta tenerlo ahí puro.
Pues mira, tío...
Pues vas a acabar con los pies de ampollas.
Se han deformado los pies.
Vale, pues mira, enhorabuena.
Es que, de verdad...
Ponte descansos de esquí.
Eso es que te cabe el pie hinchado.
Es curioso que se llame descansos.
¿Cómo tienen que ser los otros para que se llame descansos?
La bota de esquí.
La bota de esquí, tío.
Cuando vas caminando sin el esquí,
que va haciendo...
Claro, hombre.
Oye, mira, escribe un vasco desde Kawasaki.
¿Kawasaki y vasco? Escribe un.
Gorka desde Kawasaki.
O va en la moto, no lo sé.
¿Kawasaki es una ciudad?
Sí. Vale.
¿Yamaha también?
No, Yamaha no.
No, no, no, no.
No.
Vamos, que lo estoy pensando y no.
Dice, buenas, equipo del Terrat.
Se ha dirigido a Ferrán y a Guiñano.
Los haces los dos tú.
Ya, bueno, pues...
El zumo de melocotón, al ser tan denso,
¿no está más cerca de ser un puré que de ser un zumo?
¿No está más cerca de ser un puré que de ser un zumo?
¿No está más cerca de ser un puré que de ser un zumo?
¿Qué pasa, familia?
Aquí estamos.
Carlos y Ferrán.
Bienvenidos a los dos payajitos.
Bienvenidos a los dos.
Bueno, empezamos por... ¿Quién quiere hablar primero?
Eh, yo, calla.
Carlos.
Sí, dice van tres y con Harrison Ford.
¡Ay!
¡Ay!
¡Ay, qué gracioso!
Oye, os espero a todos
en la playa de Zaraoz, ¿eh?
Que hace...
Que ahí hay gente haciendo surf por encima
de la playa de Zaraoz, ¿eh?
Que no hay mucha ola, ¿eh?
Pero la gente cree que sí.
Yo cuando llego digo
hola y adiós.
¡Ay!
¡Ay!
Oiga, ¿y lo del melocotón?
¿Eh?
Esto lo llevo al otro. Vale, vale, usted viene...
Díganos, cocino, como...
Mete un par de chistes y... Claro, hombre.
Y el telonero. Muy bien, pues venga.
Adiós, Carlos, gracias. Yo tampoco cocino, eh.
A ver, aquí es que cocina...
Cocina, cocina...
No cocina, no.
Oiga... He abierto el cuello de fundación ya, eh.
Sí. ¿Sabes o no?
Eh, ¿sabes o no?
Esta puta madre en el museo, eh.
Oiga, hablando de cocina.
¿Sabes estas bolas que llevan los motores de los coches?
¿Cómo se llaman?
¿Las bolas? ¿Qué bolas son esas motores?
Coginetes.
Díganos, usted.
Venga, alímate.
Coginetes. Vale.
Seguimos hablando de cocinar.
¿El melocotón, el zumo del melocotón
está más cerca del puré que del zumo?
Depende.
Depende de la tenencia.
Pues suerte haber traído un cocinero experto.
No. Escúchame, payajo.
Cuando dices...
El zumo del melocotón...
El melocotón...
Pero dices...
Pero dices...
Dices...
No está más cerca del puré que del zumo.
Cuidado.
Si tiene dengidad...
Primero hay que hacer la maraca con el...
Con el...
Hay que darle una agitación.
Hablamos de hacer nosotros el zumo, ¿no?
No, esto...
El zumo del melocotón es que lo compras tú hecho, ¿no?
Bueno.
Si fuera de mucha dengidad...
Ella crema.
Está líquido,
crema, puré.
Son los tres estados de...
¿De qué te rías?
Hay que ser otro de tan en serio.
Ahora están haciendo un gazpacho.
Yo soy muy defensor de gazpacho.
Sí, claro, cómo no.
Pero hay que rectificarlo.
El que tú compras, no vamos a dar marcas,
pero hay una que es la más que es.
A ver dónde hablamos, ¿no?
A ver, dímela al oído.
A ver.
Pero hay que rectificarla.
¿Por qué?
Porque lo digo yo.
Hay que poner un poquito de aceite, pimienta,
y ya la tienes tú para...
No te acuerdo.
A mí me gusta cómo sale.
Yo lo veo del Tetra Big.
Pero el otro día me compré una.
Esto lo digo yo, pero le bajó a Andreu.
Me compré una.
Pues ya lo cuento yo, ¿no?
Bueno, que compré un gazpacho.
¿Y yo qué hago?
Que me compre un gazpacho tan denso, tío,
que bueno, bueno, bueno, que no entraba.
Ay, ay, ay.
A ver, Ferito, ahí está.
Ya estamos todos.
Venga.
Nos tenemos que marchar, se acaba el programa.
Diga lo que quería decir.
Este programa no se puede decir nada.
Diga lo que quería decir y ya está, nos vamos.
Yo estoy.
Era yo el... ¿Y qué pasó?
Que no se podía beber de lo denso que era.
Ha sido como se había tomado...
Se había granizado casi.
¿Qué tuvo que pelar el cartón?
¿Le quedó un bloque?
Pues prácticamente.
Ha sido muy interesante.
Agradezco mucho a todos ustedes.
Bueno, para nada, familia.
Un chiste para acabar.
Sí, a ver, ¿cómo puedo contar?
Joder.
Uno de...
No, me acuerdo.
Mira que siempre tiene uno en la lengua.
Sí.
Pues uno que contiene una televisión,
en abierto,
que se quedó la gente helada.
No, pues no lo cuentes. Ya sé cuál es.
¿Cuál es?
El del caracol.
Nos va a meter...
¿No te conté el del caracol?
No.
Eso lo conté en el programa.
De Prime Time.
Que uno está chupando un caracol
y ve que no sale.
¿Te acuerdas o no?
Está chupando el caracol.
Y no sale.
Él es lo que es.
El gusanito que hay dentro, joder.
Y mira así por el agujero
y se ve el gusanito que dice,
chupa, chupa, que ya...
No te lo he contado ese.
Ese lo conté en un programa
de máxima audiencia.
Ahí se quedaron helados.
Bueno, venga, vámonos, vámonos.
Hasta la semana que viene.
Nadie sabe nada. Adiós.