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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Bienvenidos y bienvenidas a una edición muy especial de Nadie Sabenada,
el que llamamos el programa de los 10.000 Pasos,
en una iniciativa para la salud de los cómicos ya con una edad proecta.
Vamos a hacer este programa todo el mundo caminando.
O sea, pero no solo Andrew y yo, sino todo el público.
Es una iniciativa sin precedentes en la audiovisual.
Entonces, público en marcha con audioguías.
Muchas gracias por venir. Bienvenidos, bienvenidas.
El problema es que, Andrew, como siempre,
o llega tarde o tiene alguna movida,
yo apuesto, porque el público, el equipo me ha dicho,
no, tranquilo, ahora vendrá.
Yo apuesto que va a venir vestido de mamarracho,
es mi apuesta personal.
Entonces, cuando queráis ya desvelar la sorpresa,
que venga el Andrew y empezamos el programa,
porque aquí estamos todos listos ya para empezar.
Tenemos un montón de cámaras, tenemos un dron,
que va por control remoto, sin cable,
tenemos un carricoche muy guapo con un...
Bueno, tenemos todo.
Entonces, ahí lo tenemos.
Lo que os decía, de mamarracho.
Andrew viene con dos crampones,
con un montón de movidas ridículas.
Muy bien, Andrew, ¿qué tal? ¿Cómo estás?
Buenos días, ¿cómo estás? Hola, hola a todos.
El micro que te lo vas a aguantar con el nao, ¿no?
Porque si llevas...
¡Un abrazo, coño! Venga, tal, ¿cómo estás?
Bueno, es para que no, creo que me pueden escuchar.
Pero me van a dar una auricular. Vale.
Y un micrófono, es para que la gente vea un poco la diferencia
entre profesional y no, ¿no?
Y a mater, y a mater.
Lo llegar tarde también está incluido en el paquete profesional, ¿no?
Estaba aquí atrás, porque te quería guardar un poquito la sorpresita.
Vale, yo creo que si quieres lo hablamos mientras vamos caminando,
y empezamos ya el programa.
¿Quieres que te diga un poquito cómo...?
Pero ¿por qué tienes que llevar dos palos?
Porque, hombre, porque esto es muy importante para apoyarte, ves.
Pero no... Es muy práctico.
Vale, es muy práctico, vale.
Llevo de todo. Llevo, pues, mosquitos,
pulsarantimosquitos, llevo una camelback.
O sea que llevamos un bote con mosquitos,
porque te apetece que te piquen.
Por si no hay, lo suelto, y yo que sé...
Frontal, por si se hace de noche.
Porque nunca se sabe, ¿eh?
Nunca se sabe. Cuando vas a la aventura...
Claro, claro.
Bueno, aquí está el público de hoy.
¿Qué tal? ¿Cómo estáis?
¿Andreo público, público, Andreo?
Muy bien, zapato cómodo, todos, sí.
Bien, perfecto.
Oye, esta... Nadie va como yo.
No pasa nada.
Te parece si empezamos ya el programa,
si intentas de caminar, intentar llegar a los 10.000 pasos,
lo que sea. Todo lo que sea te vendrá bien.
Y a mí, eh. Perfecto, para la...
Perfecto, para la circulación.
Mira, tengo el reloj de una hora menos,
porque no nos ha habido poner ahora.
Vale.
O sea, vamos a ganar una hora al día, ¿vale?
Venga, vamos. Comenzamos el programa.
Vamos para allá, venga.
Andreo Buenafuente y Berto Romero presentan Nadie Sabe Nadal.
¿Qué tal? ¿Vais bien?
¿Sí? ¿Vale?
¿No os escucháis?
Perfecto.
Hostia, qué fuerte.
Oye, esta necesidad que tienes de...
Estaba pensando mientras te esperaba,
que esta necesidad que tienes de llegar
siempre tan divestío de mamarracho,
es algo psicológico, jodido,
que es como una crisis de los 50 en toda regla.
Bueno, en todo caso,
es una crisis de los 50 en toda regla, ¿no?
Bueno, en todo caso,
en mi caso, sería una crisis ya de toda la vida,
porque yo hacer el mamarracho es algo que me gusta mucho.
Que solo hago cuando estoy trabajando, ¿eh?
Fíjate en el detalle, porque tú me conoces en la vida real.
No soy así.
Bueno...
No, menos, coño, no soy tan mamarracho, tío.
Ya, ya, ya, ya.
Bueno, pues nada.
Bueno, pues nada.
Cuidado, Charco.
Charco.
Cuidado ahí, un Charco, ¿eh?
Cuidado. Tiene cuidado.
Yo, como llevo zapato técnico,
pues no voy a hacer nada.
Yo, como llevo zapato técnico, pues no pasa nada.
Esta zona, además, yo conozco mucho,
aquí vengo llevado a caminar.
Sí, yo también.
Yo, mira, me hace un poquito de ilusión estar aquí,
bueno, bastante ilusión,
porque yo ya voy viviendo en este barrio,
muy cerca de aquí, hace como más de 20 años.
Sí.
Entonces, he venido muchas veces solo,
acompañado, bien acompañado...
Sí?
Mal acompañado también.
Chicos, me está haciendo esto más contacto, y no me escucho.
Te da un fallo. Sí.
Bueno, no sé si os digáis.
Sí, yo también sé que me puede ayudar.
Y además, es un fallo que no es gracioso.
Como ya. No... ¿Sabes?
Voy a una cosa, yo lo de los pollos...
Solo que mi navillita, porque...
Espérate, espérate.
Me va y me vi en el sonido.
Lo de los palos lo voy a dejar, eh, compañeros.
Sí.
Toma.
¿Por qué me empujas?
No lo sé.
Yo te empujo.
Ah, vale, vale.
Me he quitado la petaca y me he empujado.
Vamos a ver, vamos a prepararnos bien.
Es que esto no se ha hecho nunca por algo, será.
Toma.
Llévatelo.
Yo tengo calor ahora.
El pollo me lo dejo.
Ya...
Mira, ahí he hecho mi profesionalidad otra vez.
No, hombre, no, pero sí...
Me han dicho, tápate. Digo, nada.
A mí es que me han lejito hasta mañana,
pero que muy frío le das. Sí.
Y se tenemos mucho frío, tenemos mucho frío.
Ya, nada, hombre.
Porque ahora es temprano, luego calentará.
A mí también más crido.
Por favor, digo...
Los pantalones cortos, los...
Mira las, las frioleras.
Los pantalones cortos, no, tampoco.
Me venía con los tejanos.
Pero yo estoy pasando mal ahora.
Bueno, porque han querido generar un contraste.
Como ya sabían, que yo venía así de mamarracho.
Han dicho, que se vea más.
¿Sabes que tú dijiste ayer...
Mira los ciclistas.
Sí.
Un día...
¿Sabes qué?
Hay como una especie de activista aquí en este...
En este...
Paseo. Paseo.
Sí, camino.
Y viene como a insultar a los ciclistas.
Ah, sí.
Pero de una forma muy elegante, trae unos carteles.
Una integrista del raci, trae como un cartel.
Escrito por él que pone...
Los ciclistas no frenan entre las personas.
Como mensajes así.
Ya, ya, ya.
Igual no reproducio muy bien. A ver si cala, ¿no?
A ver si cala, no es colectivo de ciclistas.
Y seguro que está calando.
Bueno, esto es un paseo precioso, hay que decirlo.
Estamos en la ciudad de Barcelona cuando vas andando poco a poco.
Toda la maqueta real.
Maqueta real.
Maqueta real.
De la ciudad.
De la ciudad, sí.
Se va viendo, es panorámico, es precioso.
Perdón.
¿Habéis puesto una higuera?
Habéis puesto una higuera.
Un puesto de habituallamiento...
¿Tú es una higuera?
Sí, señor.
Lo que pasa es que no daigos o se los han comido los transiuntes.
Sí.
Sigamos.
Habéis puesto un puesto de habituallamiento
a 10 metros de empezar.
Con cerveza.
Con cerveza también, ¿eh?
¡Muy bien!
¡Qué bueno, no!
Chocolate fundido por el sol.
¡Oh!
¡Qué rico!
Chocolate del que hace que Andréu vaya como borracho.
¡Me amas!
Barrita energética, pero si esto es fuet, esto es un butido.
Bueno, tenéis hambre, no puede ser, no, todavía.
Es muy precipitado, vamos a comer, dice.
No hasta que no habéis hecho deporte en la vida.
Me voy a enseñar, equipo, muchas gracias.
Bueno, me dice, compañero David Marto,
si tú estáis en la cartera de las aguas,
lo he dicho ya varias veces, Marto, si no estás escuchando...
Sabes qué?
Barcelona, cartera de las aguas, paseo...
Ideal para el walking, walking, running.
¿Lo haces solo caminando o lo has hecho alguna vez con...?
Hombre, lo he hecho con bicicleta...
Ya está, ya andando.
Sí.
Este paseo, si no me equivoco yo,
tiene hasta casi ocho o kilómetros.
Vía, hasta luego.
Esa gente que conozco, yo.
Claro, no es todo barrio, ocho y pico kilómetros.
Pero luego hicieron una ampliación, hay un puentecito,
al que no llegaremos, ya te lo digo ahora, y puedes continuar.
Hombre, la verdad es que este paseo siempre está lleno de cosas curiosas.
Una vez me encontré y te juro que no te engaño.
¿En una vuelta de este G.I.?
Sí. ¿En una curva?
Sí.
Como dices tú, la ciudad, lo que tú llamas, la maqueta.
La maqueta real. La maqueta real.
Sí.
Me encuentro cuatro personas gritándole a la ciudad.
Sí.
No eran de aquí, ¿no?
Gritando... No eran de Barcelona.
Bueno, no habían tenido una buena experiencia.
Estaban gritando movidas religiosas.
¿Ah, sí? Sí.
¿Qué dices? No sé de qué ascripción...
Dios te bendiga, ¿no? Dicían...
La ciudad, te liberaba de los pecados, liberaba de los pecados.
Uno era argentino, tenía como... Sí.
Te liberaba de los pecados, ciudad de Barcelona.
Y luego había una señora oriental
que hablaba en algo que mi oído pareció entender
que era como coreano, pero no sé.
Ya.
Y los cuatro puestos ahí.
Estaban haciéndole como un exorcismo a la ciudad.
Buen día. Buen día. Glacían un exorcismo a la ciudad.
Buen día. Me quedé muerto.
¿Qué tal? ¿Hemos empezado pronto?
Buen día.
Esto es gente que ya está jubilada y tiene más tiempo.
Pero yo tengo calor, ¿eh?
Yo me tenía que ir de los pantalones cortos.
Claro, claro.
Yo no voy a fiar de tu criterio nunca más.
Oye, este mirador que vamos a pasar ahora me encanta.
Este es el límite hasta el que llega mi hija.
¿Ah, sí? Cuando le diga, vamos a andar.
¿Por qué? ¿Por qué no le gusta andar?
Y, va, venga, si consigo engañarla,
motivarla, cuando llega aquí dice,
papá, ¿está aquí?
Vamos a sentarnos aquí.
Este es el primer mirador.
Pues ya, esto es lo máximo que yo hago con mi hija.
A veces, cuando camino, cuando vengo aquí...
¿Quieres que le gritemos a la ciudad?
Sí, ¿eh? Bueno, ¿pues quieres hacerlo?
Sí, hombre.
¿Quieres gritarle a la ciudad a vosotros también?
Sí. ¿Tenéis algo que decirle?
Vamos a hacer un ejercicio de gritar a la ciudad, ¿vale?
Vamos a gritar.
Vamos a mandar unos mensajes, unas consignas.
Estamos en la diesa venada, en la cartera de las aguas.
Y la ciudad extiende sobre nosotros,
en un día de mayo, donde por fin...
¡Cuidado! Hostia, ¿cómo va este?
Bajo uno follado con la moto, ¿eh?
No te conté que me peleé con uno y fui en este camino,
subíamos por aquí y bajo uno a esa velocidad,
un ciclista, y yo subía con los niños y casi nos daba.
Y yo empecé a tirar como de legislación inventada.
Claro.
¡Está prohibido! Yo le decía, ¡está prohibido!
Y entonces él también me decía, ¡no, porque...
Recúlate tu velocidad en vías agrarias.
Me decía, ¡por Pisto Forestal!
¡Se puede y yo no!
¡No! ¡No, se puede!
Intentó tirar de artículos legales que no conozco.
Bueno, llevamos a hacer unas consignas a la ciudad,
vamos a mandarle un homenaje a ese grupo que se encontró
Bertón, su momento, que de alguna manera
también estaba haciendo lo mismo. ¿Qué mandamos?
Hago... Hago de programa, ¿no?
Salvante sobre ti. Vale.
Salvante sobre ti, Barcelona. Salvante sobre la maqueta.
Salvante sobre la maqueta.
Vale, venga.
¡Salvante sobre la maqueta!
¡Tos juntos!
Hombre, que... Un momento, ¿de qué vais?
Hombre, que es un público educado,
que de alguna manera ha dicho primero que ha ganado el ridículo de ellos.
Y luego ya le seguiremos, ¿no?
No tenéis calor tan abrigados que habéis hablado con vero, ¿no?
Claro, un poquito. Sí, vale.
Vale, va. ¡1, 2, 3!
¡Salvante sobre la maqueta!
Hoy va a ser un día cojón. ¡Barcelona!
¡Yo te bendigo!
God bless you, Barcelona.
Bueno, venga, ya está.
Pues venga, ya vamos a seguir.
Bueno, mira, ya nos está cogiendo un dron desde allí, ¿eh?
Ya hace invento el dron, ¿eh?
Sí, me hace invento el dron.
¿Cómo ha cambiado todo, con el dron? Sí.
¿Cómo se hacía antes?
Con un helicóptero.
Ah, claro, claro.
El helicóptero es el... No se ataba con cita aislante una paloma.
El helicóptero es el abuelo del dron.
Claro, claro, claro.
Es el dinosaurio de los drones, ¿no? Es como...
Claro.
El helicóptero es... ¿Tú imagínate un dron?
Sí. Que te pueden meter dentro.
¡Uau!
Bueno, yo he visto drones... ¡Eso es un helicóptero!
Que la gente se monta encima, que se pegan unas hostias...
Eso no lo pone.
Es que van a descubrir ahora el helicóptero otra vez.
Claro.
Es que esto nos da cuenta de los caminos circulares
que está llevando nuestra sociedad tan extraño.
O sea, tú tienes el helicóptero.
De repente, como que te olvidas. Sí.
Construyas el dron, que es como un helicóptero pequeñico.
Un helicóptero, sí.
De repente, ¿a quién dices?
¡Eh, eh, eh!
Y si me subo encima.
Claro.
Entonces, te subes encima.
Cuando hayan inventado el dron que te subes encima,
alguien dirá, un beso un poco inseguro,
¿por qué no le ponemos como una carcasa?
Claro, por si llueve.
Por si llueve.
Y una hélice más grande.
Y en lugar de abajo, que hace mucho ruido,
la ponemos a una que ocupe lo de cuatro.
Y de repente...
¡Esto es la nicótela!
¡Como no!
De verdad, que yo flipo con esto.
Es verdad. ¿Seguimos o qué?
Sí, como quieras.
Mira, vamos un ratito más.
Lo pensé el otro día con Buzz Lightyear.
Hombre, Buzz Lightyear.
Vale, sí, sí.
Seguidme en esta maravillosa aventura conceptual.
Venga, a ver.
Buzz Lightyear es un personaje de una película
que se llama Toy Story y es un muñeco.
Sí.
¿Vale? Sí.
Que simula un astronauta.
O sea, es como...
Perdona, antes de que continúes.
Podemos parar todo un momento.
Sí.
A mí me haría ilusión montarme en el cochecito.
Yo creo que la demostración de andar está hecha.
Vale.
Se ha entendido fomentar el andar, pero...
Yo también me quiero subir.
Ese coche es muy molón.
Puedo acar de explicarlo muy rápido.
Sí, hombre.
Es un muñeco.
Tú te puedes comprar un muñeco de Buzz Lightyear.
Ahora han hecho la película.
Sí.
Que la van a estrenar pronto.
Sí.
Igual se ha estrenado ya cuando se emita esto.
Que es la película del hombre en el que se inspiraron
para hacer el muñeco.
Pero es una película de animación.
Claro.
Y no es un hombre real, es un hombre también un poco muñeco.
Un poco muñecao, claro.
Y ahora venden el muñeco de ese muñeco.
Que no es el mismo que el otro.
No es el mismo que el otro.
Ah.
Se parece un poco.
Uh.
Pues puedes tener como versiones de Buzz Lightyear
más muñeco, un poco menos.
Un poco menos muñeco.
Hasta que funcione muy bien y digan,
¿y si lo hacemos con personas reales?
Hostia.
Y pongan a un actor haciendo de Buzz Lightyear
y te puedes comprar la figura de acción del actor.
Claro.
Y luego hacen la película de dibujos animados de esa persona
y hacen un muñeco que se parece un poco...
Ah.
¿Qué coño está pasando?
Ahí me duele la cabeza.
Es el mercado, amigos.
Es el mercado.
Bueno, vamos a ver si es posible
y no provoca...
No, tendríais que parar el coche,
porque en marcha no nos vamos a subir.
Pero vamos a ver, Andrés.
Está lleno de cámaras, de gente.
No te puedes subir ahí.
Este equipo está preparado para todo.
No, no. Me parece mala educación.
No, hombre.
Y además el público también querría subir, ¿verdad?
Querría subir al cochecico.
Pues hacer un programa de televisión.
Todos queremos subir al cochecico.
Sí.
¿Hay un cochecico que queremos subir?
Bueno, se puede bajar un cámara,
tiene que bajar a alguien de cámaras.
¿Dónde nos montamos?
Bueno, me tenéis que orientar un poco.
Gracias, perdona, no quería complicarte la vida,
pero sí, cuidado, aquí esto está atado.
Vale, perfecto.
Pues mira, aquí en estos cojinitos...
¿Cuánto hemos durado caminando?
Porque ya no han llegado ni una hora
y ya quieres subirse en un coche.
Bueno, hombre.
Bueno, a ver, aquí, sí.
Aquí, por ejemplo, ¿no?
Vale, espérate.
Pues ya estamos subidos en el coche.
¿Quieres cojín?
No, yo estoy bien.
Vale.
Bueno, que recuerde que estamos en el área de Sabenada,
edición súper especial,
en Barcelona y andando por la carretera de las aguas.
¿Podéis arrancar el cochecito?
Con un equipo de producción técnico
y un equipo humano de personas cárnicas
que están hoy cumpliendo
con la normativa de la Organización Mundial de la Solú.
Yo creo que eso merecería una mención de la propia OMS
y que nos dieran algún tipo de reconocimiento,
beca, premio, diploma, medalla, algo.
Llámale premio, llámale poner nuestro nombre a un ala de su sede.
Exacto.
Llámale nombrarnos Embajadores Mundiales de la OMS.
De la OMS, claro que sí.
Creo que eso sería algo muy bonito.
Sí, creo que sí.
Muchos famosos son de UNICEF,
de organizaciones no gubernamentales.
No gubernamentales, si organizaciones no ONGs.
Exacto, pero de gran calado, ¿no?
Nosotros querríamos ser famosos de una organización gubernamental.
Bueno, a mí me gustaría.
Dicen bien, Bertro, María, que son Embajadores de la OMS.
Sí, o de la OTAN.
Y yo con sobrepeso, ¿no?
Unos cómicos de la OTAN, por ejemplo.
Exacto, cómicos, embajadores de la OTAN.
Mira Zelensky al final.
No, de eso no quiero ser, ¿eh?
Bueno, tú te vas a reír,
pero a mí me gusta más ir en el cochecito que ir andando.
Yo prefiero caminar, ¿puedes parar en el coche?
Sí, yo voy a seguir caminando.
Bueno, haces una cosa, yo voy en el cochecito y tú vas andando.
Sí, no hay problema.
Cuidado que pasan ciclistas.
Hay que abrir pasos.
Estamos colapsando el camino.
Adelante.
Venga, ¿es eléctrica o no? Uy, la chica es trampa, ¿eh?
No, menos.
¿Sabes que en mi pueblo hay uno que solo se dedica eso?
Vamos, chicos, adelante.
Eh, ¿sabes qué?
En mi pueblo, en el mar es más.
Pero anda más rápido, hombre.
Yo ando al paso que me deja el coche.
En mi pueblo hay uno que se dedica continuamente a fearte la conducta
si te ves con bicicleta eléctrica.
No me digas.
No, tío, tuve que parar.
Ah, sí.
Pero ¿por qué qué hace?
Primero, que se pone con sus huevazos en el bar del pueblo
con su café o su cerveza.
Y tú sales con bicicleta si te ves con eléctrica.
Sí.
Dice, eso es eléctrica, eh.
Sí.
Esto es trampa a todo el mundo.
Digo, perdona, más haré yo
que tú que estás ahí tocándote los huevos.
Ya, ya, ya, joder.
¿Quieres que baje, no? No, no, yo voy bien, yo voy bien.
Es que me ha recordado lo que hacía mi padre.
No sé, te lo conté hace poco, además.
Puede ser.
¿Qué le mencionaba a la gente lo evidente de su comportamiento?
Dime, la ciclista hace poco.
Sí, sí.
Bueno, y el otro día este del pueblo,
que a fea a los que hacemos algo de deporte,
me ve y me dice... Digo, a ver, tal vez...
Digo, a ver qué dice.
Dice, chst.
Esa es de mujer, eh.
Ah, sí. Era una bicicleta.
Bueno, si es que las bicicletas tienen sexo,
que eso también podríamos discutirlo.
Pero digamos que no tiene la barra...
Es de paseo, teóricamente, de señora.
Todavía se hace eso, porque era como que...
¿Alguien sabe de bicicletas?
Porque, como supuestamente, las de hombres tienen una barra.
Exacto.
No lo entiendo.
Porque las de hombres, supuestamente, tienen una barra recta.
Sí.
Y la de mujer, como curva así, ¿para qué?
Bueno, para que puedan pasar bien la pierna.
Cuando sería al revés. Sería al revés.
¿Quién tiene más problemas morfológicamente
para abrir las piernas? Exacto.
Primero, no tiene un corte. Claro.
Y lo que tiene es un vendrugo.
¿Quién tiene tope? ¿Quién tiene tope?
¿Quién tiene tope? Eso es.
Muy bien, muy bien. Muy buena observación.
La barra recta de mujer tendría que ser esa, la recta.
Pues me dice el gracioso.
Esto es de mujer, ¿eh? Digo, ¿y qué es?
¿Y qué es si es de mujer? Bueno, me tienen de los nervios.
Bueno, hombre, no te fales de...
Bueno, pues eso es lo mismo que me hace esto a mí
cuando me vejo en el paraguad a aquel lila, que me gusta.
Esto es de tu señora.
Oye, una cosa, voy a parar, porque ahora ya te veo muy lejos.
Y aunque te oigo perfectamente y que haces a la tecnología.
Compañeros, podéis parar el carromato.
Bajate del carro, chef, por favor.
Que parezco la roina madre.
Como una especie de senador romano,
medio tecno, retrofuturista...
¡Adelante, go!
Continuemos. Venga.
¿Cómo lo lleváis vosotros?
Bien, ¿no? Sí.
Público está bien, el equipo está bien.
Yo ahora, por ejemplo, te voy a ganar de hacer pipí.
Ya me lo imagino. Yo, si no hubiera cámaras,
me lo confieso, me subo, me salgo del camino.
Bueno, pues salte del camino y...
Y el equipo se compromete a no grabarte.
Sí, sí. No, no, no voy a hacer.
Sí, a mí sí. Sí, ando.
No, no, trabajamos naturalidad, pero tanto no.
Yo lo que te digo es que me puedo aguantar,
pero en condiciones normales, yo me subiría un poquito,
haría chit, saco, nada.
Ah, además... 10 centilitros.
Andrévez, de las personas que conozco, que me amas rápido.
Sí, sí, sí.
Yo he estado en restaurantes, en que él ha dicho,
voy a orinar y ha vuelto antes de lo que humanamente es posible.
O sea, ni siquiera el trayecto de ir y volver.
Yo he abierto la puerta de un maño, he hecho pipí,
y he salido antes de que cerra la puerta.
¿Sí? ¿Sabes eso de que se cierran solas?
Sí, chuchu.
Rayo. Rayo, mix y rayo.
¿Pero qué truco hay, llegar ya con...?
No perder el tiempo, Berta, porque son unos sitios más ingratos
que pueda haber en los urinarios.
Vamos a quedarnos aquí y yo no quiero estar mucho tiempo allí.
Así que luego todo va muy rápido.
Bueno, estamos llegando al final.
A ver cuánto llevamos.
Ha llegado lo de los auriculares.
Mira, Aberto, por aquí sí llega Moncerrat.
Creo que lo derroto. Aquí sí que llega Moncerrat.
Ah, sí.
Sí, bueno, está un poquito más lejos.
Moncerrat, las montañas, Moncerrat, mágicas, ¿verdad?
No por equilómetros, para no desanimar.
Pero... pero sí, sí.
Bueno, pues hasta aquí el programa.
El público asistente, ¿qué tal habéis pasado?
Ya está, ya tenéis la cuota de salud de hoy.
¿Cuántos pasos hemos dado?
Ayer lo está contando.
¿3.800? ¿Qué?
No, no los contó bien.
3.800.
¿3.800?
Con el móvil.
Hombre, ¿pero qué dices?
Hemos hecho casi 3 o 4 kilómetros.
Pero si lo hemos dado todo.
En serio?
De las 9 de las 10, 3.775.
No, 3.175. Sí.
No sabe leer los números.
Este es el que el otro día usó la calculadora
para restar 5 a 10.
Es de letras, es de letras.
Claro. Y luego, de 10 a 11, 1.064.
Así la hora punta, ¿no?
Aquí habéis apretado. Pues igual me he equivocado.
Igual son 4.000... se acaba de actualizar, ¿eh?
No sabe cómo va, no sabe cómo va.
Hace un segundo era distinto.
¿Cuántos pasamos eso? Mira, 3.
¿Cómo va a sacar la calculadora si queréis?
No, la calculadora es 4.000 y pico, ¿no?
4.000 y pico. No estamos ni a la mitad
de lo recomendado por los...
Bueno, pero ahora hay que volver.
Si sumas los de todo el mundo, son 10.000.
¿Qué dice?
Claro. Sí, va, es verdad, sí.
Hombre, claro, ¿cuánto público hay?
60, persona. 60.
A ver, no, te iba a decir que multipliques, pero...
¿4 por 6, 24?
¿Cuánto por 6, 24? 24.
240.000.
A ver, calcula lo...
60 por 4.000.
Sí.
240.000.
240.000 podemos anunciar.
Podemos comunicar. Ahora mismo.
Se puede comunicar que las únicas personas
que están en forma en Barcelona somos tú y yo.
¿Y ese señor de la bici? ¿Qué ha pasado?
Es verdad, el de los 73 años.
Porque entre todos hemos hecho 240.000 pasos.
¡Gracias! ¡Gracias!
¡Muchas gracias y hasta la semana que viene!
¡Hasta la semana que viene!
¡Muchas gracias y hasta la semana que viene!