Marta, desde Madrid.
Dice igual que hay gente que solo puede ir de vientre en su casa.
Y eso, gente, no lo soporta.
Por favor, os imagináis que existe gente al revés
que solo lo puede hacer en casas ejenas.
Creo que existe. Hay alguien aquí. Me está gustando eso.
Es más habitual de lo que parece.
¿Hay alguien aquí?
¿Cómo llamaríais a ese síndrome? Es para una amiga.
El caga, fueras.
Caga.
Claramente, el caga, fuera.
Caga, fuera. Un caga, fuera y un caga adentro.
Es un caga, fuera.
Sí.
Yo tengo que decir que soy de muy buen cagar, fuera.
Sí, eh.
Yo cuando es una manera de...
Cuando yo con un sitio nuevo, una de las primeras cosas que hago es...
Es dejar adivin...
Dejar material genético, ¿no?
Sí, dejar un poquito mi impronta.
Ya, claro, claro, claro.
Y siempre lo hago con mucho gusto, sin ningún problema.
Sí, eh.
Depende de la situación.
Por ejemplo, hay una que vivía hace poco y no la deseo a nadie,
que no poder evitarlo, porque cuidar el caga, fuera es una persona...
Es caga, fuera.
Aquí lo hace porque es que no puede evitarlo.
Nadie lo hace por placer.
Hombre, no, claro, yo no determino cuándo toque...
Ya, así como dice, la gente te diría,
me aguántate, igual no puedes.
No puedo.
Yo estaba viendo un piso piloto.
Ajá.
Y ahí hay una cierta ingratitud.
Sí.
Es una visita rápida, quirúrgica,
mira que hay un dormitorio, que hay dos, ¿sabes?
Existe.
Y una armaria de pared.
Y yo dije, perdónen, pude ir al lavabo.
Sí.
Y obraste.
Y obre, y...
No me sentí bien.
No iba a la cisterna.
¡Uff!
No siento tocar este tema, siento tocar este tema.
Ese piso sigue sin alquilar, sigue piloto.
¿Te lo comenté a la que me lo enseñaba?
¿Cómo?
¿Se lo comenté? Te preguntarás.
¿Se lo comentaste? No, no, no, no.
Me dio vergüenza.
Claro.
No entiendo.
Yo creo que ya notó algo.
Sí, sí.
Y yo dije, pues ya, si eso ya vendría otro día.
Vamos a renovar el ambiente.
Vamos a renovar el ambiente.
Pobre, por favor.