logo

Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 694
Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

Hola, buenas tardes. ¿Cómo están?
Bueno, segundo programa que empieza hoy,
empieza ahora mismo en México.
Después del primero, madre mía, fue increíble, ¿eh?
¡Qué impacto emocional!
La verdad que sí.
Yo todavía tengo la cabeza que me da vueltas más.
Bueno, normal.
Cualquier cosa ahí dentro tiene su propia órbita.
Sí, joder.
Bueno, este programa es muy especial, porque vamos a...
Con una cabeza... ¿Tú sabes esas máquinas de...?
¿Qué? A ver, ¿qué?
Esas máquinas, las primeras de juegos, videojuegos.
Sí. Que eran dos palitos.
Sí, porque yo tenía una.
No te lo contó, que le tocó a mi hermano un concurso.
Ah, sí.
Con papelitos de Sugus.
Ah, coño. De Caramelitos Sugus.
Sí. Que enviabas Caramelitos Sugus.
Que eran dos palitos, así. Sí, todavía la tengo.
¿Qué es que te la traigo? ¿Dónde hay el programa?
Ahora me pillas, retiramos y está en Barcelona.
Mi cabeza funciona así.
Son dos neuronas...
...que van con la idea de hacer así.
Oye, pues para el próximo programa que estemos en Barcelona...
Jugamos al juego ese, a ver si funciona todavía.
Vamos a centrarnos. Vamos a centrarnos, sí.
Sí, a ver, es que esto es el nadie, claro.
Segundo programa.
Y hoy se produce algo muy especial.
Sí. Y es que sabéis que arrastramos una historia ya mítica
desde hace dos programas.
Una fan del programa, se puso en contacto con MiaFont, Presidente...
Presidente, como un último manager.
Al mamá tener en la vieja época.
A mí me gusta llamarle Presidente Manager.
Sí, Presidente Manager, sí.
Bien, pues esa chica le dijo,
oye, si tú vinieras a México, a mí me gustaría conocerte.
Eh, y quizá había la promesa de una relación.
Bueno, vamos a recordar el momento en que surgió y fue comentado...
Esto ocurrió hace dos años, este mismo programa.
Vamos a verlo.
Se ve que le escribió una oyente y le dijo,
no, que muy bien, y que sé que estás soltero,
que si viviera en tu país,
porque estoy en otro país, te invitaría a una copa.
Desde México, ¿no? Sí, le dijo, una chica.
Yo, mira, no contestes ese chat, pero sabes,
se lo contó esto ahora, sin ningún pudor con antena.
No contestas el ahora, claro, que se lo encuentre ahora.
¿Quieres que le conteste por antena a nuestro presidente,
que él nos mandó ese... Sí, sí, sí.
Con ilusión, ese e-mail de la oyente...
Nos llamó Celestinos. Sí.
Voy a mandarle un mensaje a nuestro presidente.
Coge el puto avión y vete a México ya.
Bueno, nos vinimos arriba.
Mía vete a México, mía vete a México,
se ha convertido ya en un canto.
¿Ardieron las redes? Ardieron las redes.
Pues siempre arden, ¿eh? Siempre arden, pero aquel día como más.
Sí. Mía vete a México, mía vete a México,
pero llegó la pandemia y cortó.
Cortó por santo. Parecía que abortaba esa misión.
Nunca mejor dicho, en una historia de amor.
Bueno, esto no ha quedado muy bien, pero ya me entendéis.
¿Qué pasó? Que estamos en México.
Y entonces le hemos preparado una cita ciegas a Mía
en un restaurante. Sí.
Y esa cita se está produciendo en este momento.
¡Hombre!
¡Por fin! ¡Qué tal!
¡Hola!
¿Cómo estás? Muy bien, ¿y tú?
Encantado de conocerte. Igualmente.
¿Qué tal? Solo tomo dos años.
Dos años, ¿y te parecen muchos?
Las relaciones van así. Ah, sí.
Se requieren tiempo.
Oye, ¿qué tal? Muy bien.
¿Eres de México? Sí.
De Puebla, México. Oye, ¿sabes cómo fue la historia?
Bueno, a ver, se sabe porque las cosas que cuentas en teoría
a Andrés Aberto en la intimidad, luego ellos lo sueltan
y montan todo este pollo.
¿Qué dices? Que todo vino porque hay mensajes.
Yo me los suelo leer bastante todos.
¿Puedo pedir algo que se me está secando?
Sí, claro. Estoy muy nervioso.
¿Me podéis traer un tequila sunrise?
Por favor, gracias. Queda muy esno, pero me gusta mucho.
Y dá conlo. Sí, exacto.
Y bueno, de todos estos mensajes que vosotros envíais,
el tuyo me cautivó porque tenía algo que, dices,
este se lo envió y además añadí lo de la cerveza
y fue cuando la liaron.
Dos años después...
O sea, no solo he venido yo, sino que han venido ellos.
Y seguimos hasta mi ABT. Exacto, la que se ha liado.
Y creo que lo conoces todo, ¿no? De nadie sabe nada.
Un poco. O sea, yo creo que yo empecé a ver en el aire.
Y entonces, en el aire, yo me acuerdo que empezaron a ser
nadie sabe nada como una pequeña sección de ese.
Sí, exacto.
Y a mí ese humor de decir tonterías me puede tirar de la risa.
Y cuando lo pasaron a podcast, ese recorrido...
Qué raro, ¿no? Esto es un tequila y un sunrise.
Sangrita. Ah, vale.
Bueno, si, a partir de ahora empieza a decir tonterías.
Ya sabes de... Volvamos al tequila.
Y con qué brindó, con el... Con el blanquito.
Puedo brindar con los dos. Sí.
Gracias. No seré yo quien te detenga.
¿Y esto cómo se bebe? Es el primero y es esto.
Ah, vale. Pero de golpe, no, no.
Porque entonces sí vas a empezar a hablar raro.
Será lo mejor de todo esto, será lo mejor.
Y...
¿Tú te esperabas que todo esto llegara a esto?
Nunca me imaginé que fuera tan grande, la verdad.
Y cuando me sentaba leer los comentarios en YouTube,
bueno, horas de entretenimiento,
porque aparte te volviste muy popular y era así como...
No, yo también lo quiero para mí. Yo llegué primero.
Bueno, entonces, ¿qué hacemos?
¿Cómo lo ves? Yo veo futuro.
¿Tú ves futuro? Yo... Yo es que he estado pensando.
Cuéntame. Y podríamos, no sé,
tomarnos una cerveza cada fin de semana a costa de Andro y Berto.
A mí me parece... A mí me parece...
Ya que lo han liado todo, que ellos carguen con todo.
No sé. Podemos ir buscando puntos intermedios
en el Atlántico y visitarlos todos.
Darnos la vuelta al mundo a costa de ellos.
Me parece. Pero bueno.
Pero bueno, bueno, bueno.
Si es que lo sabía...
¿Qué pasa?
¿Cómo estás?
Hola. ¿Cómo estáis?
Hola. Hola.
¿Qué pasa, mía? Hola.
¿Habéis visto lo que estáis? ¿Vas a tomarnos algo?
Sí. ¿A costa de vuestro sueldo?
¿Habéis visto lo que hemos mostrado?
Ya veo. Muchas gracias.
No estaba previsto que vinieramos,
pero como podéis imaginar...
No, no, no, estábamos ardiendo en deseos.
Estamos en el hotel, no sabíamos qué hacer.
Bienvenidos.
Se ha hablado de que han pasado dos años
y tú tienes novia, se ha hablado de que...
Bueno...
...de este freno que la realidad ha puesto
a lo que podía hacer una bonita historia.
Se podía prevenir en dos años, también.
Se podía saber que no éramos estar en las mismas condiciones.
Ha sido la pandemia.
Hombre, es que...
Yo tenía que... puedo decirlo, ¿no?
Andross dijo una vez que yo me pajeaba como un monobo.
Sí, sí, sí.
Yo tenía que poner fina. ¿Habéis hablado de esto ya?
No, no.
¿Por qué?
Porque mía es solterón, fue soltero muchos años.
Sí.
Y, bueno, ha cultivado eso.
No ha cultivado nada.
Para nosotros ha sido una sorpresa que te ganó, la verdad.
Somos los primeros sorprendidos.
Pensábamos que se iba a quedar para siempre así.
¿Con el plan del Atlántico? No me importa.
¿Cuál es el plan del Atlántico?
Vosotros pagáis todos los billetes y vamos a hacer...
Yo vendré un fin de semana pagando vosotros.
Sí.
Si quedamos a la mitad, pagáis los dos billetes.
A tores.
A tores.
En una balsa.
Y pagáis vosotros.
¿Te arrepentiste en algún momento de haber mandado aquel mail?
Y lo que es más importante, ¿te arrepientes ahora?
Claro, claro.
Yo creo que sí.
¿Puedes hablar con sinceridad? Sí.
Yo lo encajo todo.
No, no, está muy bien.
Yo quiero puntualizar que ella y yo no nos habíamos visto nunca.
Sí.
O sea, la veo ahora por primera vez.
No, nunca.
Y nos hemos cruzado seis o siete mensajes solo.
O sea, no...
O sea, es totalmente real.
Claro, claro. Que aquí se juega la realidad.
O sea, que no.
Además, me han tenido escondido.
Llevo tres horas esperando a ti para no verla.
¿Pero qué es esto?
Es muy nervioso.
Hace tanta ilusión hacer feliz a nuestros amigos.
¿Es lo mejor que tiene este trabajo?
Sí, sí, sí.
Bueno, pues...
Me va a invitar.
Bueno, no se está en Catalan, hostia.
De que pague ella, que pague ella, hombre.
No era la actitud con la que veníamos a América.
Vale, vale.
Intentar sacar los celoros algo que ya hicimos.
Vale, vale.
Bueno, os dejamos...
Te repito la historia.
Que sigan floreciendo como estar en laión.
Gracias por venir.
Bueno, el que te va a conocer...
Gracias por venir.
Bienvenido a México.
Muy bien, muy bien.
Pollo de goma.
Bien, bien.
Pues aquí seguimos segundo programa...
Muchas gracias.
En México, en Ciudad de México.
Desde el Chato de la República.
Exactamente, muy bien.
Ya me lo sé, ya me lo sé.
Está bien que a estas edades pagas ejercicios de memoria.
Claro que sí, cabrón, pinche cabrón, hijo.
Hijo de la chingada.
Muy bien.
Estupendo, estás integrado perfectamente.
Y si te parece, vamos con las preguntitas.
Antes os quería decir una cosa de encontrar
un pequeño vídeo para que lo veáis.
¿Has grabado un vídeo en un batter?
Había un pequeño aparato tecnológico al lado del batter,
que me ha llamado mucho la atención.
Porque el aparato reclamaba tu atención.
Te decía, vamos a verlo, decía, no me mojes,
soy electrónico.
Y del aparato se desprendía un cable
que iba a parar al agua del batter.
Muy bien.
Un cable metálico.
Supongo que es un sistema...
Es la toma de agua.
Cuando llegan a sumergirse
como una bolsita de té en el agua del batter
pues eso es lo electrocuta
y pinche cabrón, volvete a tu país.
Muy bien.
Muchas gracias por esta tecnología,
que intentaremos también aplicar en España.
Si tiene que generar algo interesante...
Claro que sí.
Bueno, vamos con las preguntas.
A ver qué dice la gente.
Vamos a ver.
Dice...
Irene, desde Pamplona.
Tengo un objetivo para preguntaros
en qué os recuerdan vuestros hijos o hijas a vosotros.
Rarezas, carácter, anécdotas...
Tengo muchísima curiosidad.
Zorionak, por el programa, me tenéis enganchadísima.
Zorionak es en Oscera.
Mucho, muy chubasco.
Oscera es un idioma fácil.
¿Has detectado rasgos?
¿Has detectado rasgos tuyos en tu hija?
¿De Oscera?
Sí, sí, sí.
¿Y no te dan rabia a veces?
Es que me pasa una cosa.
Detecto uno que no es bueno para ella,
pero me da... es entrañable.
Sí.
La pereza.
Yo soy un gran defensor de la pereza,
no me ha salido bien,
llevo toda la vida currando como un imbécil,
pero siempre la pereza es mi horizonte.
¿Sabes? Sí.
¿Y tú lo ves en ella?
Cuando le digo, hija mía, tienes que estudiar.
No, en el colegio me dijeron que no hay que estudiar.
Cuidado con esa información.
¿En serio? Sí, sí.
Me dijeron eso.
¿Es el mismo colegio donde llevo mis hijos?
Sí, sí.
A ver, son niñas donde ve años,
son planes de educación,
entre los cuales no entran las tareas en casa,
sino la aprendizaje en el colegio.
Yo estoy de acuerdo con eso.
Pero ella lo lleva su favor.
Mi hijo mayor es impenetrable,
le pregunto lo que hace en el colegio.
Nunca me dice nada.
¿Qué está haciendo?
Yo estoy dando cosas.
Muy genérico, ¿no? Sí, cosas.
Ya me imagino que estudia las cosas.
Los niños en casa hablan de lo que les da la gana a ellos,
y cuando quieren ellos, son la libertad máxima, claro.
Miren de una excursión de ocho días.
¿Cómo ha ido? Dice bien.
Hombre, hija mía,
tu madre y yo aquí sufriendo ocho días,
que está como está la niña.
También ocurre que no se acuerdan,
porque los niños son seres que viven en el presente,
que son las cosas más bonitas.
Ellos siempre están en el presente.
Aunque han hecho un montón de cosas los ocho días,
en el momento en el que están, no se acuerdan.
Como los perros. Sí, los perros también les pasa eso.
Cuando lleguen a casa,
y su perro ha hecho un destrozo en la casa,
y no le sorprende que abren la puerta y están...
Está contento.
¿Cómo va todo?
¿Cómo está contento si mordió el sofá y lo destrozó?
No será...
Porque el momento del sofá mordido,
en su cabeza ya no está.
No se acaba concluyendo que los niños son como los perros.
No sería eso, pero cuando un perro le reprochas,
dices, ¿qué has hecho?
No entiendes, pobrecito.
El mío, que era un sete irlandés, te hablé mucho de él.
Qué buena persona era tu perro.
Era muy buena persona.
Era como una aristócrata.
Parecía David Niven.
Sí, me iba a duchar, me iba al baño,
y él se ponía adelante mirando.
A mí me molestaba, a final pensé que había un hombre dentro,
disfrazado de perro.
Pero mi perro disimulaba.
Era muy bueno disimulando.
Porque tú le decías, ¿qué has hecho?
Y yo le decía...
Mirame, mirame.
Tiraba la cabeza.
La deaba la cabeza, como diciendo...
Obvíamos este tema.
Bueno, pero eso es porque su propia raza era muy elegante.
Sí, muy elegante.
Cuando tu propia raza ya te hace elegante,
cualquier cosa que hagas parece elegante.
Pero tú imagínate, con todo el respeto, un chihuahua disimulando.
Sí, un hombre claro.
Yo lo siento mucho, porque sé que son de aquí.
Os los inventaste y vosotros, ¿verdad?
¿Qué ocurrió?
¿Los contrastes un día, o empezaste a cruzar perros?
A mala hostia, a ver cuál salía más pequeño.
El chihuahua, ¿eh?
Hostia, de verdad, ¿eh?
Ha entrado en la categoría perro un poquito...
Claro, claro.
La última hora por penalti, ¿eh?
Sí, sí, sí.
Casa más como rata, pero bueno...
Es verdad que comparas razas y dices, madre mía,
les inventara otro dios.
Además que sean la misma rata, técnicamente,
un mastín, un dogo de burdeos,
puede cruzarse con un chihuahua.
Sí, sí.
Pero, vamos, lo tienen que encintar para que no estade.
Ya, ya, ya.
No, a ver, a ver, mi perro era muy elegante.
Berto, te voy a sacar de ahí.
Perdona, perdona, pero esta imagen.
Mi perro cagaba en la calle y te miraba,
como diciendo, me limpias, por favor.
Sí, si pudiera hablar, creo que tenía eso.
De hecho, lo hacía.
Y me dice, por favor, sacrífíjame.
Sacrífíjame.
Hay que amar los animales.
Que son muy bonitos, además es una raza muy cariñosa,
chihuahuas, tiene muy buen carácter.
Sí, sí.
No más faltaría que tuvieran mala hostia.
Me gustaría acabar con un documento sonoro
que ha recogido David Martos,
que es un chico de trabajo con nosotros en un cargo indeterminado.
Está por el staff.
Sabéis qué en el programa, no sé si lo sabéis,
pero tenemos una cierta carencia,
un cierto interés en escuchar chatarreros
de todas partes del mundo.
Entonces, claro, que menos
cuando llegamos a México,
llegamos con la ilusión de no encontraremos
un chatarrero, hemos tenido esa suerte.
Ha grabado un chatarrero,
entonces vamos a poder escuchar desde Ciudad de México
un chatarrero mexicano.
¡Que copra!
¡Copra!
¿Lo saben?
¡Copra!
¡Copra!
¡Copra!
¡Copra!
¡Copra!
¡Copra!
Bueno, bueno, bueno.
¿Qué ha pasado aquí?
Bueno, bueno, bueno.
En serio, pero ¿qué ha pasado aquí?
Lo han...
A ver, a ver, a ver, a ver.
A ver, aquí no se ha ensayado nada.
Madre mía.
Él ha grabado esto, nos lo ha puesto a nosotros.
Cuidado, no pices el pene.
Y de repente todo el público se sabía de memoria.
Sí, claro.
Vamos a ver, vamos a ver.
Viene aquí que vamos a acabar el programa
coreando todos juntos
la retaíla publicitaria del niño.
Yo tengo algo que decir y no me lo puedo callar.
¿Qué?
Dice lavadora, microondas, no sé cuánto.
Y al final dice y todo lo de metal que tengan.
Sí.
Digo yo, no voy a venir aquí a explicaros cómo tenéis que vivir.
Sí.
No sería necesario únicamente decir la última frase.
Sí.
Todo lo de metal y ya está.
Todo lo de metal y ya está, más rápido.
Sí, bueno.
Todo lo de metal...
Bueno, oigan, nos venga.
Mira, así como la semana pasada,
compañero, acabamos cantando a ustedes
que creen que se pueden pelear.
Creo que hoy podríamos cantar
el esfuerzo sería sin el apoyo del documento sonoro.
Pero yo no me lo sé de memoria.
Pero yo sí.
A ver, déjame.
Hijo de la chingada.
¿Qué quieres saber?
¿Por qué ocurre esto?
Todos los chatarreros dicen siempre lo mismo aquí.
Claro.
Lo marca el gobierno.
Lo dictan.
Qué listos sois.
Necesito alguien que me lo explique.
Muy bien.
Tú no hablaste mucho en la semana pasada.
¿Te gustaría explicármelo?
Cuéntame, ¿por qué ocurre esto?
Hola, Samante para ustedes.
Me llamo Ariel de la Riva.
¿Qué pasa del re?
Esto pasa porque
justamente estos documentos sonoros
los puedes ir a conseguir
a un barrio muy famoso
de aquí de la Ciudad de México
que se llama Tepito.
Amigo.
Esto se ha grabado en Tepito, David Martos.
No lo estoy entendiendo.
Acabo de llegar a México.
Vamos a ver.
El Tepito es como un mercadillo.
Vamos.
La cosa es que en este barrio
está este mercadillo
y hay este tipo de documentos
que los puedes ir a conseguir
para que tu empresa
de chatarrero...
Discrepancia.
Me he dado cuenta en los dos programas
que llevamos aquí
que no estáis muy de acuerdo entre vosotros.
Cada vez que alguien abre la boca al resto...
¡No, pero qué dijiste!
Porque es un país muy rico,
con muchas versiones de una misma realidad.
Claro.
¿Me puedo fiar de su versión o no?
Vale.
El caso, todos utilizan el mismo...
Exactamente.
¡Tengo que venir yo a aclarar las cosas!
¿Cómo te llamabas, amigo?
Yo mientras estabas hablando
no podía dejar de mirar tu camiseta
de México 86.
Muy bien. Y te propongo una cosa.
Me gustaría intercambiarnos las camisetas.
Por supuesto.
¿Sí?
Pues es un símbolo de hermanamiento.
Andrés se va a cambiar la...
Se va a quedar la camiseta
de nuestro amigo.
Este chico es un chico muy formal
y dice que quiere hacerlo aparte.
Vale, mientras os cambiais...
Sí, no, no.
Me gustaría poder memorizar
la frase.
¿Cómo era, por favor?
¿Usted se la sabe?
¿Alguien se la sabe?
No.
A ver, perdona.
A todos a la vez nos entiendo.
Necesito un interlocutor, solo uno.
Bueno, lo intentaré.
Conectale el micro, por favor.
Vamos a ver.
¿Se compran?
Se compran colchones,
tambores,
refrigeradores,
estufas,
microondas,
lavadoras...
Como veo que no lo tenéis claro,
voy a decir lo que me dé la gana.
También te digo que no entiendo
que si se compra todo lo de metal,
qué puñetadas hacen los colchones.
Muchas gracias.
Qué clase de colchones tenéis aquí.
Pero lo último es...
¿O algo de fierro viejo que venda?
¿O algo de fierro viejo que venda?
Vale, pues ahí estaba mi error.
El O no lo había escuchado.
¿O algo de fierro viejo que venda?
¿O algo de fierro viejo que venda?
Ya lo tenemos.
¿Tú serás la líder de este grupo?
Andrea lleva la camiseta de un...
De México 86, ya he hecho el intercambio.
Estoy sintiendo el calor de este espectador.
Me parece que en mi vida había materializado
esta comunión con el público.
Qué bonito.
Llevo su sudor conmigo y me lo llevo para mí.
Esta es mi vivencia.
Está bien la camiseta, está muy bien.
Vale, pues vamos allá.
Este programa va a acabar.
Muchísimas gracias, México.
Ha sido una experiencia muy bonita.
Así que vamos a corear toda la retaíla del chatarrero.
Recuerda que puedes decir lo que te dé la gana.
Bueno, bueno.
Sí, sí, sí.
Espérate, tú.
Yo con decir al final o algo de fierro viejo...
Antes voy a decir lo que me dé la gana.
Escúchame, que sean ellos.
Sé que este es vuestro país, pero este es mi programa.
Yo te nos decimos nada, lo dicen todos ellos.
Yo también.
Cuando quieran. Gracias por todo.
Volveremos, lo dijo el pollo.
¡Venga, vamos!
¡Se tocan!
¡Mecheros!
¡Penicelador!
¡Pesnujas!
¡Lamadoras!
¡Misrobodras!
¡O algo de fierro viejo que venda!
Gracias, México.
Hasta siempre.
¡Adiós!