Aeropuerto, Barajas, Adolfo Suárez, Madrid.
Entonces llegamos...
Gente del aeropuerto.
La verdad, gente...
siguiendo su vida, unos van, otros vienen.
Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta...
¡No, no, no, no, no! No voy a agotar!
Es ok, es un helicóptero.
Tróles. Ah, pues vamos con dos.
¡Taca, taca, taca! ¡Huelga, huelga!
¡Huelga, huelga!
Porque el suelo no está liso.
No, está doquinado.
Barajas está doquinado.
Bueno, y entonces vamos a la compañía...
Podemos decir el nombre.
Ya se lo he dicho hace un momento.
Por cierto, me gusta mucho cuando coges un vuelo,
aquí lo sabréis, y te dice, la compañía, la que sea.
Les agradece mucho haber escogido este vuelo,
esta compañía para este vuelo.
Es una opción tuya personal, seguramente no había más opción.
Yo siempre pienso, pero que es que no puedo elegir.
No puedo elegir.
Gracias a ti por decirme gracias, pero no he cogido nada.
Sí, pero ya se dicen, muchas gracias por haber confiado en nosotros.
Bueno, en este caso fue... ¡Muchas gracias a todos!
Exacto, exacto, exacto.
Pero bueno...
Ehh...
Vici de grao, ha muerto.
Dicho esto... He muerto con Iberia.
Una vez superado esa liturgia...
Te doy mis hojas, no, Iberia.
Sí, Iberia. Sí, Iberia.
Bueno, pues Iberia mismo, porque es la compañía...
Escúchame, cálmate. No se para que sirve.
Cálmate, que no salimos al aeropuerto en media hora, ¿eh?
Yo entiendo de Paimino.
Y vamos allí, y a mí no me había pasado en la vida.
Mira que me ha tocado coger aviones, Barcelona, Madrid...
Al fin, de ahora, ¿no?
Y fuimos los dos, la gente, cuando lo ve, empieza a pensar.
Y dije, ¿qué creo que son parejas?
Sí. No.
Yo creo que después de tantos años han dicho, venga, pasamos de todo.
Sí, no. Lo que pasa es que cuando no mesan los dos,
me felicitan a mí. Bueno, yo no me pasa nada.
Bueno, porque ven que le queda menos tiempo también.
Claro, sí.
Va a ser eso, va a ser eso.
No, es así, es así.
Pues...
Bueno...
Escuchame una cosa.
Bueno, luego te encuentro otra cosa.
Otros planes que tengo.
Vale.
Y llegamos a la facturación para buscar la tarjetica al check-in, ¿no?
La tarjeta de embarque, ¿sabes?
Tarjeta de embarque.
La tarjeta del check-in.
Ahora ya nos las dan por teléfono, ¿no?
Todo el mundo lleva...
No la teníamos por teléfono y fuimos, personalmente,
a la persona que nos facilitó la tarjeta de embarque.
Correcto. Vamos allí, tal y tal.
Cartón rectangular.
Sí, creo que saben de qué hablamos, me parece.
Yo siempre me dirijo pensando que hay alguien que es muy, muy, muy estúpido.
Ya, ya, ya.
Bueno, porcentualmente...
Bueno...
Me dice, me dejas el dinero y digo, sí, por favor,
si me lo devuelves, sí.
Bueno, a la típica broma.
Y ya luego me dice, tome la tarjeta.
Y, oye, ¿te crees que cojo la tarjeta,
que tiene como esta medida, un poquito más anchita, ¿no?
La de una tarjeta, un papelito.
Y atrás pone Iberia y un corazón,
love, buena fuente.
Sí.
Claro, claro.
Que no me ocurre a continuación.
Cojo yo la mía.
Claro.
La giro... nada.
Nada.
Por nada.
Pues fíjate.
Pero, pero...
Pero, escúchame, déjame que agradezca ese gesto.
Hombre, claro.
Porque bromas aparte.
Muy bonito.
Oye, en una sociedad cabreada de todo el rato, la rabia y la furia.
¿Qué es ese señor?
Que además no hizo hablar, ¿de?
No, no, no.
Porque no dijo...
No, no hizo nada.
Y no hubo chantaje porque a veces dice, una foto por la tarjeta.
No, no, no.
No, no, no.
Nada.
Fue cuando dijo, ¿qué gesto?
Él se quedó un poquito raya, es verdad.
Esto, de verdad, es sí.
No, no, no.
Esto, de verdad, es sincero, ¿eh?
Yo no soy... no soy nada competitivo con esto.
Y no me sabe mal, de verdad.
Y yo, si... si felicitan a mi amigo,
yo me pongo contento, no necesito que me feliciten a mí.
Si le pide una foto a él y a mí no, casi que mejor.
Sí, sí.
No pasa nada.
Pero yo, por hacer la broma,
porque entiendo que se espera un poco de broma, le dije, bueno,
a mí no, ¿eh?
El tío, ¿serio?
¿Claro?
Claro.
Efectivamente, yo no le gustaba.
No pasa nada.
No pasa nada.
Bueno, no pasa nada.
Accedemos a los controles estos de...
Llevo hasta el móvil, le hablo de mador aparte, los zapatos,
todos los nudes.
Sí, quítese el pantalones.
Sí, quítese los nudes.
Pongas en pompa, va a no tardar, no, casi no va a no tardar nada.
Y yo, por hacer la broma, porque ya nos conocían,
hombre, ¿qué haces por aquí? ¿Qué haces aquí haciendo cosas?
Y yo digo, ¿eh?
Y le enseño la tarjeta que pone...
Y vería a mi querer.
Porque a partir de ese momento,
pues yo me consideraba ya parte de la compañía, ¿no?
Entonces, yo, por seguir por la broma y además,
una de las chicas que estaba en el control,
era más fan mía que suya. Sí. Oye, me gustó mucho tu serie,
no sé qué, se centraba en mí.
Yo no estaba, yo no estaba ese calor, yo no estaba.
Sí, sí, sí.
Estas eran mías. Una persona con menos vida interior.
Bueno, sí, sí.
Bueno, no, no, con más criterio, con más criterio.
Vuelve más a cerrar, o sí, sí, adelante.
¿Quién vuelve a cerrar, que da chica?
No, no lo he dicho nada.
¿Qué he dicho yo?
Que da chica molaba mucho. Sí, es verdad, sí, molaba, molaba.
Y me dice, digo, mami, no me han puesto nada y tal.
Dice, te lo voy a poner yo. Te lo voy a poner yo.
Y entonces me escribió y escribió, leo así el texto y ponía enverto,
paraverto, que le queremos mucho, en el control de pasajeros,
de Iberia, no sé qué, yo me llevo mi tarjeta
y entrábamos los dos, pues felices al avión.
Felices. Felices.
Queridos, te sientes querido.
Y cuando estuve en el avión, me daba por coger esa tarjeta,
donde veía ese cariño de esa persona.
Digo, me lo voy a leer otra vez. Claro.
Lo veo, lo miro bien y pone para y leo bien y ponía para Beto.
No lo veo.
Beto. Beto.
Exacto.
Beto.
Y ahí fue, cuando dije...
Estaba a una sola letra de Beto, ¿eh?