Buenas tardes, enemigos a Misterios Fritus. Estamos con el profesor de la voz.
Así le vamos a llamar, ¿verdad? Porque cada semana le cambiamos el nombre.
Bueno, no lo recuerdo.
Ni yo tampoco.
No lo recuerdo.
El de la voz rara le voy a llamar, ¿no?
Bueno.
Dice nuestro comunicanto. En nuestro colegio...
¿Nuestro quién?
Comunicanto.
Comunicanto.
Comunicanto.
En vuestro colegio había un fantasma, se pregunta.
Me pregunta.
No, no se lo pregunta usted, es a la gente.
El mío no, porque era público.
Era colegio público.
Bueno, en el mío estaba...
Era laico.
Era laico.
Bueno, también puede haber fantasmas laicos.
No, nadie quiso quedarse allí después de muerto.
No se me había escuchado nunca reír, ¿verdad?
No, no.
Madre mía.
Me hace este una moto vieja, ¿eh?
Bien.
En el mío...
Una vieja...
Una vieja bultaco.
Ya.
En el mío estaba Marietta.
¿Quieres ver un bultaco?
Perdón.
Verá, verá, verá.
Profesor, quita la música.
Profesor.
Dígame.
Así no podemos trabajar, ¿eh?
Tienes toda la razón.
Está usted rompiendo la magia.
Tiene usted toda la razón.
Ya parece que nos modelemos un poco.
Por supuesto.
Ven.
Para la música.
Disculpeme.
No, nada.
Disculpeme.
Tiene usted mangancha para hacer lo que quiera, pero siempre...
¿Quiere ver una mangancha?
Perdón.
Perdón.
Perdón.
Perdón.
Perdón.
No sé.
Quizá los excesos de las fiestas...
Ya, ya, ya.
No vi venir.
No me reconozco.
No me reconozco.
No, no, no.
Efectivamente.
Siempre sobriedad.
He perdido el aplomo y la...
La erudición.
La necesaria distancia.
Hombre, claro.
Y la erudición de un profesor, ¿no?
Lo siento.
Bueno.
Dice que...
Ya no sé ni dónde estoy.
Así que en su colegio, el de Nuriela, estaba Marietta.
¿Nuriela?
Me agarra Mariela.
No, no, no.
Perdón.
Perdón.
Pues vine usted.
Pues vine usted.
Ya está.
Ya está.
Profesor, el azar ha querido...
Diga.
Es increíble lo que está pasando.
Sí.
El azar ha querido que lo que viene a continuación esté en sintonía con su deriva.
¿Qué me dice?
Se va a cagar vivo.
Guau.
Dice, en el mío estaba Marietta y me le invito a leer.
Adelante.
Y para invocarla íbamos al váter y decíamos, Marietta, Marietta, chúpame en la teta.
Está aquí.
No me lo invento yo.
Me parece de un mal gusto.
Ah, sí.
Ah, claro.
Ah, sí.
Ahora sí, ¿no?
Ahora sí.
Parece que ni es el programa, ni es el tono.
Vale, vale.
Pues aplíqueselo.
Y dice que cuando...
Qué asco.
Ya, ya, ya.
Y se movía la cadena del váter.
Puto progres.
Se movía la cadena del váter cuando decían eso.
¿Qué me dice?
Como un péndulo.
¿Cómo un péndulo?
Como un péndulo.
Como un zahorí de la mierda, ¿no?
Sí, sí.
Podíamos llamarlo así, sí.
Zahorí de la mierda.
Me pregunto ahora qué hace Marietta, dado que ahora se estila más el botón del retrete.
Se ha perdido la cadena, se ha perdido.
Exacto.
En el color de mis hijas de 11 años está Joselito.
Casualmente también está en el váter.
También tiene buena rima.
Sí, sí, sí.
Y se movía la cadena del váter.
Y se movía la cadena del váter.
Y se movía la cadena del váter.
Y se movía la cadena del váter.
Y se movía la cadena del váter.
Y se movía la cadena del váter.
Casualmente también está en el váter.
También tiene buena rima.
Sí, sí, sí.
En este caso se encienden y apagan las luces del baño.
Caray.
¿Qué creéis que pueden estar?
Cuánto fantasma en el servicio, ¿verdad?
Sí.
¿Quiénes son esos fantasmas?
¿Quiénes?
Pues Joselito y Marietta, lo he dicho ya.
No, no.
Pero se ha perdido.
Pero perfectamente.
Antiguos alumnos castigados.
¿Y por qué?
Y con esto acabo.
Están siempre en el váter.
Bueno, ¿qué decir de la fantasmogenesis?
¿Qué decir de la preternaturalidad?
¿Qué decir?
Pues para eso está usted.
Para decir.
¿Qué?
Yo a veces pienso, ¿para qué tengo que ir al programa?
¿Porque no se me ha respetado nunca?
Efectivamente.
Quiero decir.
Tampoco se lo ha ganado usted.
No se lo ha ganado el respeto.
No, no, no.
¿Eh?
Lo dejamos aquí si quiere.
Pues yo no voy a...
Yo he perdido de interés, ¿eh?
No voy a venir más.
Ya.
Bueno, perfecto.
Ahora voy a...
¿Será por especialistas?
Ahora voy a ir a...
Me voy a dedicar al corazón.
¿Ah, sí?
Sí.
Ah, muy bien.
¿Que iba a ir al deluxe?
No, no, cardiología.
¡Ah!