A mí me gusta ya saludar, si es posible, a Infinito de Córdoba,
que es una de mis debilidades, por favor.
Infinito de Córdoba, ya saben,
el cantor que no cesa de cantar y así vive igualmente.
El momento de estar en esta...
hoy...
celebración...
¡Oye!
Bienvenido al teatro, Infinito, ¿no?
Espera, espera, espera.
¿Puede hablar si no lo matopeías?
¡Olé!
¡Oiga!
¡Un teatro, eh!
¿Cuántos teatros ha estado usted, Infinito?
...te podría enumerar...
No, no hace falta todo, no.
...día de cieles, teatro limpio, el teatro emperador,
el teatro de la cancha del artista, el teatro...
Bueno, bueno, bueno.
...pero tampoco hay necesidad...
Bueno, bueno, bueno.
Espera, Infinito, ¿todos vienen a casa?
¿Todos vienen a casa?
...todos estupendo, los chiquillos creciendo...
La mujer...
...mi señora, mejor hoy que el primer día...
...la verdad que muy bien...
Gracias, Infinito.
...no, no, si se me llama pa' que esté un rato...
...tampoco venir a ser el tonto y bella...
...llámala otra vez...
A lo de Córdoba, perdón.
...me he equivocado...
...tremendo error cometida radio...
¡Olé, olé!
¡Qué arte tiene, qué arte tiene!
Tú haces una gira poxoria...
...la gracia es que no pares nunca...
...estoy empezando a sudar...
...o estoy empezando a pasar un poco más...
Hombre, claro.
Pero es que su vida es así, ¿no?
Venga, venga, hasta luego.
Adiós, Infinito.