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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Time transcribed: 6d 14h 7m 47s

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Bienvenidos a Radio Clásica, estamos en el auditorio de la televisión española
y va, en breve va a salir al escenario ya.
Una nueva tarde de música clásica y radio nacional.
Después el coro de la Politécnica de Madrid.
No, pero te ha cambiado la voz, te ha cambiado la voz.
Y que soy su hermano.
Sí, no siempre vamos a...
Yo soy este.
Vamos a escuchar a uno de los más reputados cantantes de ópera en España.
Rogelio Huevas.
Rogelio Huevas ha decidido...
Huevas, huevas.
Como de caviar.
Bueno, el segundo apellido es caviar.
Cállate.
No, es Rogelio Huevas de caviar.
Ah, nombre compuesto.
Sí, porque es de familia.
Rogelio Huevas de caviar.
Rodrigo Díaz de Vivar.
Rogelio Huevas de caviar, después de toda una vida dedicada al bel canto,
ha decidido hacer un disco.
Una larga estirpe de cantantes y sopranos.
Por cierto, dato curioso.
Su madre era Natalia Caviar.
Y su padre...
Mario Huevas.
¿Sabías que Pavarotti no se llamaba Tuto?
¿Lo sabías?
No.
Eso fue una broma, porque hizo un disco que se llamaba Tuto, Pavarotti,
y mucha gente pensó que era el nombre.
Pero se llamaba Luchiano.
Ni Juan Pablo II, te cree todo el mundo,
segundo apellido tampoco era.
Nos gustan esas bromas.
Para que vean que la música clásica no está reñida con el humor.
Parece que se preparan los músicos.
La orquesta varió pinta.
Siempre es emocionante ver a los músicos
afinando sus instrumentos, ¿verdad?
Me gusta, sobre todo,
me gusta, sobre todo, el de la gallina.
Y hoy con la colaboración
de un músico mexicano.
¡Ya cuando quieran empezamos!
En los conciertos de Radio Clásica,
Rogelio Huevas de Cadiar
me indican el director de la orquesta.
Ah, el director.
¿Cómo?
Está hablando el director.
Habla para dentro también.
Habla para dentro el director.
Muchas gracias, Arturo.
Me indica Arturo, el director de la orquesta,
que pese que han probado los instrumentos
y han calentado,
no van a interpretar la pieza,
van a hacer la capeta.
No, porque les deben una mensualidad.
Muchas gracias, Arturo.
Bueno, si no va a tocar que se calle también, ¿no?
El director.
Si no, va a ir dando por saco un poquito.
Muchas gracias.
Y atención, porque ya llega Rogelio Huevas.
Aplausos tímidos de la gente.
Tímidos.
No tiene mucho éxito el Rogelio.
Hola, buenas tardes.
Madre mía.
Otro con la voz de pana. Venga.
Vaya mes llevamos.
¿Cómo le cambia la voz a Rogelio?
Sí, como los tartamudos.
Bueno, que cuando cantan no tartamudean.
No, pero cuando habla tiene este timbre.
O cuando canta tiene una voz de ángel.
Porque eso es la cuerda vocal que le somete
una presión que le quita la rocosidad.
Por favor cállense, voy a empezar a cantar.
Tiene la cuerda vocal como un pene rigate.
Como un pene rigate.
Ya está.
Ya está, punto Rogelio.
El director está batiendo un huevo.
Ya que no toca,
pues al menos hace una tortilla.
El huevo tiene el director.
Sí, venga.
Las mujeres cotizan.
Adiós.