logo

Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 694
Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

¿Hacemos un falsinicio? Sí. Venga, va, ya estamos en el... ¿Por qué llevas un...
Bueno, hola, buenas tardes, ¿cómo estás? Buenas tardes, muy bien. Buenos días.
Bueno, yo digo buenas tardes. Sí, ya lo sabes, coño, ya me conoces. Vale, vale.
Que tengo frío. Ya, ya, ya te veo porque llevas un abrigo, ¿no? Un cortafríos, un parafuegos, un...
Un paracuellos. Un paracuellos, sí. Un cortacuellos. Un cortacuellos.
Estos así como... gustosos.
Pues porque tengo frío y pasa una cosa. Yo ya tengo una edad
que si me resfrío lo paso muy mal. Provecta. Provecta, sí. Soy un bebé provecta. Bebé provecta.
Entonces, ante la posibilidad de que me resfríe, he entrado ya en esa gama de hombres que van muy tapados.
Muy bien. Incluso en verano. Recocido, ¿no? Hombre recocido.
Prefiero recocido. Hombre a la papillot. Sí.
Mejor eso que resfriado, me dura mucho, lo paso muy mal. Chico, pues es eso. Haces bien, haces bien.
¿Ropa interior térmica, felpa, por ejemplo? Pues estoy a paso del calzoncillo largo.
Calzoncillo de cuerpo entero, como en el oeste. Sí, exacto. Hortía. Eso lo sé, pero...
¿Pelele? ¿Hablamos de pelele? Pelele de hombre mayor también estaría bien. Sí, sí. Térmico, ¿eh?
Sí, sí. Pelele térmico. Térmico.
Y no creo que vendan aquí en España. Es que me hace risa, pelele térmico. Bueno, ¿y tú qué tal?
Yo bien, yo tengo una temperatura más acorde con... Con tu edad. Con el entorno y con el clima.
Vale, bueno, pues nada. Si entro en calor, ya me lo quitaré. Vale, vale. ¿Hay personas? Sí.
Sí, hay personas. Ah, vale, vale. ¿Cómo estáis? Sí.
Ya podéis hablar, ¿eh? Porque no es programa, podéis hablar. No, no podéis hablar, tranquilamente.
Incluso hablar por teléfono. Sí, sí, sí.
Poner muy alto el volumen de... Masturbado, sí. Bueno, no. Eso hablo.
Y no en silencio, no. Que se oiga. ¡Ah, oh, Dios! ¡Oh, Dios!
¡Osa! ¡Osa! ¡Osa! ¡Ossana!
Pues yo ya estaría, una vez comentado esto, si querés empezamos. Por mí sí.
Estoy encantado de estar aquí una semana más contigo. Tenía ganas de nadie, ¿eh? Me estaba...
Tenías cuerpo de nadie, ¿eh? Me estaba agriando.
Allí en casa solo agriándome. Ya, pero cuando pasa una semana sin programa de grabación, digamos...
Yo lo paso mal, yo lo paso mal. Sí, sí. Te cambia el carácter, ¿no?
Sí, a mí me dice la gente de mí, me ayuda mucho el programa. Digo, a mí también.
Claro, claro. Yo si no hiciera el programa sería mucho peor de lo que soy, que ya es bastante malo.
Hombre, hombre, un antisocial máximo, ¿no? Sí, es un imbécil.
Déjame, déjame... ¿Qué tal estás? Banda que tú, gilipollas.
Claro. Patadas en la boca. No, no, no. Yo no quiero ser así.
Y la gente, qué decepción, qué decepción. Luego los escucho y tan simpáticos. Sí, sí, sí.
Pero en persona te pegan, ¿no? Te pegan.
Bueno, pues vamos a empezar, venga. Vamos a empezar. Dale, Samuel.
La cadena Sergi y el Terrat presentan Nadie Sabe Nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
¡Aaah!
¡No, los amachusques!
¡Cuidado, cuidado, cuidado! ¡No ha pasado nada! ¡Han pasado cosas terribles!
Sí, sí. ¡Ataque por maraca! Maraca es un chaco.
Ya, ya. Hay dos maracas que están atadas con un cordel y al coger una, la otra maraca me ha golpeado en la cabeza.
Correcto, correcto. La maraca en un chaco.
Sí. Y cuéntalo en el hospital, cuando llegues a urgencias.
No, que el tío tocaba la maraca y se dio con una, ¿no?
A mí me pasó una vez, cuando hice en tu programa,
¿te acuerdas? Hice de fofito un día.
¿Ah, sí? Alguien dijo que salga de fofito, subió en un patinete.
Sí, sí. Dije, de las dos cosas hay una que no sé hacer.
Ya. Bueno, no las dos.
No sé hacer de fofito. ¿Quién puede hacer de fofito?
Es un mito. Mito, sí, sí.
Y salí, me caí con el patinete. Me acuerdo, estaba yo allí.
Fui al hospital, me preguntaron cómo te has hecho esto
y les dije, salí vestido de payaso subido en un patinete.
Ay, qué gracioso. Siempre con tus cosas, ¿eh?
Es que gracioso hasta cuando se hace daño, ¿no?
Sí que, además, venías... No, no, luego.
Luego o antes. Después de eso,
hice de zombie en el Festival de Sitges, me caí al suelo,
me di muy fuerte en la cabeza y me pusieron un collarín.
Sí, sí. Y fui al mismo hospital.
Hostia, ¿qué te ha pasado esta vez?
Hoy iba vestido de zombie y me tiré al suelo.
Simulé que me disparaban en la cabeza y me jodí el cuello.
Ya me acuerdo. Además, me acuerdo de la grabación de eso
porque está grabado en vídeo.
Y el sonido también. Y se oye, ¡tum!
Sí, sí. La cabeza...
Sí, llena la sangre.
Al ser zombie, pensás, bueno, no será daño.
No, pero era yo de verdad dentro.
Claro, es que eras tú dentro. Sí, muy fuerte.
La gente se rió por eso, ¿eh? Sí, la gente...
La gente es mala, la gente se ríe por maldad.
La gente, la lesión ajena, pues la ve bien en el principio, ¿no?
Sí, sí, sí.
Sí, bueno, el otro día estaba viendo,
con eso no descubro nada, porque es el contenido más habitual,
un vídeo de caídas en Instagram, bueno...
Rollo TikTok y tal.
Y yo lo pasé mal, pero no podía dejar de verlo.
Ya, claro. Hay un tío que sale,
está la casa helada, nevada, muy hielo, ¿no?
Se pide una hostia, que eso es lesión de cadera, seguro.
Y tú, ja, ja, ja.
Es la atracción por el Thanatos.
Sí, ¿eh? Sí, sí.
La atracción por la muerte, la atracción por...
Ah, Thanatos, claro.
Me he quedado ahí pensando, Thanatos, que era...
Thanatos. Sí, de Thanatorio viene de ahí.
¿Eh? Thanatorio viene de Thanatos.
Eso espero, porque se parecen mucho las palabras.
Si ha sido coincidencia, es muy afortunada.
Sí, yo... Bueno, bueno.
Oye, tengo un contenido para ofrecerte uno solo
en el programa de hoy. Ajá.
Y luego, a lo mejor, hay otro.
Venga, pues. ¡Buah! ¡Qué programa!
Échamelo en la cara.
Súper preparado, tengo dos cosas para una hora.
Ah, yo tengo una también. Tres cosas.
Yo te la conté ya, pero se la quiero compartir al público.
Ah, venga, pues empieza tú, va.
Estuve en Granada, tierra enseñada por mí.
Sí. Tu cantar se vuelve gitano
cuando es para ti. Claro.
O mi cantar. Bueno, estuve en la maravillosa ciudad de Granada.
Maravillosa.
Y una persona me asalta por la calle, un jovencito,
alguien que estaría en la década de sus 20.
Sí.
Y llega... Y también en la década de los 20.
Coincidió... Coincide su década con...
Bueno...
Hoy me está costando sintonizarte, pero lo voy a conseguir.
Son los años 20, la década de los 20.
Ah, claro, esto sí, sí, sí. 20 y algo.
Yo es que años 20 veo sí lo pasado.
No, no, no. Pero estos también son así.
Sí, sí, sí, sí. Son muy locos.
Sí, sí, sí. Los locos 20, ¿eh?
Los locos 20. Vale, vale.
Y llega y dice, hombre, perdona, perdona.
Eres Andréu. Eres Andréu Buenafuente.
Es que hasta cuando no estoy, soy.
Y entonces yo lanzo la respuesta que me viene por el manual.
Ante esta pregunta, yo siempre respondo, no, yo soy el otro.
Claro. ¿Y cuál fue mi sorpresa?
Cuando le cambia la cara y dice, ¿qué otro?
¡Guau!
Dice, ¿qué otro?
A lo mejor era tan fan que pensaba, yo como fan no sé que hay dos.
Es que esa es la cosa, yo me descoloco, me desconfiguro.
En ese momento no esperaba esa respuesta para nada
y empiezo a dar una explicación muy rara diciendo,
no, pues otro que...
Uno que trabaja con él, pero que no es él.
Ya.
Y el tío viendo en sus ojos la desolación dice,
ah, no, no, no sabía, no sabía, no, y se fue.
Oh.
Con lo cual, en esa, o sea, para esa persona...
Qué tristeza, es toda tristeza.
En ese cerebro sólo había sitio para uno.
Ya. Eso es para empezar.
Y es que no, llevo semanas reflexionando sobre eso,
no acabo de entender. Claro.
O sea, si no sabía que había otro,
¿por qué me confunde a mí contigo?
Ya se ha anulado totalmente mi personalidad.
Sí, sí, sí, se ha evaporado, se ha evaporado.
Para esa persona se ha evaporado.
Y esa persona sigue por Granada ajeno a que yo existo.
Era como una sombra para él, la sombra de ti.
Oh.
La sombra de ti, la nueva novela Premio Planeta.
La nueva grande.
La sombra de ti, joder. La última obra que se ha encontrado.
¿Quieres que te pueda ayudar en algo?
No, en realidad yo no estoy tan triste,
pero claro, la música me empuja a un drama...
Sí, sí, sí.
Totalmente artificial. Lo subraya, lo subraya.
Bueno, pues si querés vamos un día a tuyo a Granada,
nos paseamos por las calles, a ver si encontramos esa persona.
Pero porque lo manda la música. No, no, ya, ya, pero eso.
Bueno, pues debe cambiar de registro radicalmente.
Por favor, vámonos a otro registro, estamos entrando en otro registro.
Sí.
Bueno, tampoco hace falta...
Oye, para este registro necesito música de naturaleza,
animales...
Y esta música que ha sido como un...
Un puente. Un interregno.
Sí, sí, sí. Un registro intermedio.
Porque es muy radiofónico el programa, cuidado con esto.
Una riqueza sonora que la gente lo está comentando por la calle.
Menos el de Granada, todo el mundo lo comenta.
Venga, estamos ya en el mundo animal.
¿Qué otro?
¿Qué otro?
Oye, ¿qué otro?
Mundo animal. Mundo animal.
El otro día estaba escuchando...
Gracias. Gracias.
¡Aaah!
¡Aaah!
¡Aaah!
¡Aaah!
¡Aaah!
Desartificia.
Este sería el sampler de la sección de animales, ¿no?
Totalmente.
Pero no es pollo, pollo.
Bien, estaba escuchando la Ser y tienen un programa...
Tienen una sección en el programa La Ventana donde...
Creo que es Susana Ruiz, una compañera de Radio Barcelona,
que además de periodista le gustan mucho los animales.
Y ella siempre hace sección de animales.
Comportamientos, cosas, estudios, ¿sabes?
Ah, sí, yo lo he escuchado.
¿Has escuchado eso?
Sabe La Ventana, sí.
Vale, animalada, suele ser como se llama.
El otro día habla del comportamiento de un pingüino...
He hecho de menos los abrazos de Francino.
Sí.
Si le llamas, puede venir a tu casa.
¿Quieres que pare yo con lo que estoy contando?
Al hablar de La Ventana me he acordado, perdona.
Bueno, a mí me dijo de quedar en verano, en verano.
En Navidad y Mezcaqué, porque digo, si durante el año abraza tan fuerte...
En verano más.
No, en Navidad.
Ah, en Navidad.
Con lo extrañable me va a romper la corona vertebral.
No quedamos, ¿eh? Digo, no, no puedo...
Lo quedamos por seguridad.
Sí, y tiene a esta chica y tal.
Y habló de un pingüino, pero lo que más me gustó de lo que comentó,
que ahora no me acuerdo lo que era...
Fíjate cómo me preparó el programa.
Hostia.
Es que solo me quedé con una cosa.
No me esperaba, ¿eh?
El sonido de este pingüino.
Sí.
Creo que habló de... No me acuerdo.
¿Es el pingüino emperador, que es el del que hablan siempre?
No me acuerdo, no me acuerdo.
Porque mi cabeza, ya sabes que también va muy justica,
se quedó en un tema y todo el contorno lo fue borrando.
Ah, muy bien.
Como que se come un huevo y se deja solo la yema, ¿no?
Pues la yema de lo que escuché es esto.
Un pingüino y ahora lo voy a...
Lo vamos a poner y escuchar el sonido del pingüino. Mira.
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Vale. ¿Soy yo o es una persona riendo?
Pero como muy lentamente...
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Esta nota al final me gusta.
¿Por qué estira al final?
No lo sé. Mira, mira, escucha.
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Me recuerda a Tom Hanks en esta casa de la ruina,
en esa escena en que está llenando una bañera y se le cae y hace...
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Sí.
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Es maravilloso.
Yo me atrevo a traducirlo.
¿Sí?
Qué frío, qué frío, qué frío, qué frío, qué frío...
¡Coño!
¿Puede ser? ¿Puede ser?
Bueno, pues incorporo ya al mundo sonoro de Nadie se ve nada,
que creí que no necesitábamos este pingüino.
Todo lo demás no me acuerdo de nada, ¿vale?
Pues gracias por esta información tan superficial.
Por supuesto. Venga.
Y tenemos muchas preguntas que de vez en cuando deberíamos...
¿Y el otro contenido? ¿No tenías otro...?
Me lo dejo para más adelante.
Pues venga, vamos con preguntas de los fans y fanas desprograma.
Tengo ganas de saber cómo están las cabecitas, ¿eh?
A ver.
A ver.
Dice Gonzalo desde Madrid,
la humanidad ha alcanzado los más elevados logros de la técnica,
y sin embargo, aún hay miles de retretes en este país
cuya taza no se puede mantener su vida,
generando situaciones desagradables.
¿Qué pasa? ¿Dónde quedó la ingeniería?
Bueno.
¿Cuál es el problema?
Que he desconectado un momento.
Vale.
Que dice que hay retretes en este país
cuya taza no se puede mantener su vida.
Ah, que se cae. Taca.
Sí.
Que cuando levanta... ¿Sabes?
Ya. ¿Y cuál es el problema?
Bueno, que él dice que con tantos logros técnicos
cómo no hemos arreglado esto.
Pero vamos a ver, él...
Si va a hacer el número dos, no hay ningún problema,
porque la espalda para la tapa.
A no ser que tenga un cuerpo muy poco normativo,
muy raro.
Muy pequeño, sí.
Sí, como un perro, ¿no?
Hay perros que hacen pipí en las tazas, ¿sabes?
Sí. Y caca.
Si va a hacer el número uno, simplemente es cuestión de puntería.
Da igual que la tapa esté abajo.
A no ser que tenga un pene tan largo que se lo pille la tapa,
porque el pene cae dentro de la tapa como una boa constrictor.
Bueno, a ver.
Y moja su cabeza.
Yo creo que hay que hacer un especial, Báteres, ya.
En este momento.
Porque este hombre destaca a esta persona un problema,
pero hay otro más.
Sí.
El mundo se divide, el mundo de los Báteres.
Buenas tardes.
¿Vamos a hablar de la contratapa?
Sí. Vale, ya hemos hablado de este tema, ¿eh?
¿Ah, sí? Que no tenía nombre.
Vale. Sí, esto fue un tema recurrente en el Nadie.
¿Y qué dijimos? No me acuerdo.
Ah, vale.
Bueno, pues lo veremos a recordar.
¿Crees que escucho un programa yo? Claro, claro.
Yo creo que el mundo de los Báteres,
estamos en el Especial Báteres, en la cadena Ser.
Especial Báteres, electrónicos, de suelo...
¿Inteligentes?
Cuánticos. Báteres cuánticos.
Inodoros.
Cagas aquí, la mierda sale en otros sitios. Cuánticos.
Bueno, al principio no hemos llegado todavía a esa tecnología,
pero yo creo que hay un corte clarísimo entre los inodoros actuales,
que son los que la tapa baja lentamente,
que para mí son los mejores inventos.
¡Hombre, claro! Olvidarte.
Olvidarte, la tapa ya suena... y lento, se posa.
Tiene un sistema hidráulico muy suave que, cracka,
entrega tapa en taza.
Son mejores.
Los que no lo hacen. Los que... ¡Pam!
Exacto. El Báter por sorpresa.
Exacto. Y además algunos jugan una tapa de material potente.
Sí. ¿Tú crees que va a bajar sostenida?
¿Estás en casa ajena, por ejemplo?
Claro, y no sabes.
Dices, voy un momento al lavabo y cuando tiras la tapa haces...
¡Catacloca! ¿Y cómo juegas tú eso?
¿Juegas a muerte o juegas con red?
Porque yo a veces estoy en casa ajena y la tapa está levantada
y ha acabado y digo, ahora le doy un golpecito y baja.
Y no sabes.
Claro, no sabes. Es la tapa de Rödinger.
La taza rusa.
Es una taza rusa. ¿No sabes si va a dar golpe o no?
No, exacto.
Y hay veces que digo, pongo la mano como para...
en medio de la trayectoria para pararlo.
Y hay veces que digo, juego fuerte. Yo juego fuerte siempre.
¿Tú siempre juegas? Sí, yo no quiero poner mano.
Y en casa, en taza ajena.
Bueno, pero la tapa, en principio,
para que alguien haya ensuciado la tapa,
tiene que haber estucado Veneciano.
Bueno, bueno.
A ver, a ver, si los bates hablarán...
Cuéntame cómo has puesto el culo.
Allí hay cosas terribles.
Por lo tanto, nunca sabes el nivel de higiene.
Yo no toco nada. Toco nada. Taza rusa, tiro.
Taza rusa.
¡Paca!
El otro día, me dio un susto a mí, porque no me vi cuento.
¡Hostia! ¿Qué hostia dio?
Yo creo que ya, incluso por ley,
ahora que se están revisando muchas leyes en España,
de una manera muy amable y muy bien,
pero no está muy bien España ahora, pues coño...
Siempre ha estado muy bien. Siempre.
Ahora igual está mejor. Exacto.
Está bien dentro de lo que...
Pues que haga una enmienda, una ley orgánica.
¿Leya orgánica? Nunca ha mejor dicho.
Sí, claro, claro.
¿Leya orgánica para residuos orgánicos?
Sí, sí. Oye, todos los báteres sostenidos.
Se acabó el petar. El petar se va a acabar.
Muy bien. Vale.
Venga, ya está. Hemos olvidado el problema que soltería este hombre.
Teresa, desde Segovia.
Soy locutora y trabajo en una radio, entre paréntesis, obvio.
Bueno, no de las cosas, por supuesto.
No, hombre. Muchas veces me pasa
que doy paso a un entrevistado así, con Grazejo y Vidilla,
y el entrevistado habla a dos por hora.
¿Qué debería hacer?
Hablar más deprisa para incomodarle o ir aún más despacio
y que la entrevista 12 dure horas.
Digo, dure 12 horas.
12 dure. Se me ha...
Te recuerdo que el que no sabe leer soy yo, ¿eh?
Hostia, ¿qué ha pasado?
Ya, ya, ya.
¿Alerta, Ictus? Sí.
O sea, manté radiofónico.
Eh... No sé.
Yo... Ya sabéis que opto siempre por la sinceridad.
Sí.
Un poquito ansiosa esta señora, a lo mejor.
Como locutora, digo. ¿Hacemos una demostración?
Yo hago de locutora y tú haces de entrevistado que habla lento.
Y doy la solución, ¿eh?
Sí, un programa imaginario que empezaría con esta música.
Vamos a ver.
Hola, ¿cómo estáis?
Las tardes de Lola.
Bienvenidos a...
Con Lola Hernández.
Bienvenidos a este programa que se llama...
Las tardes de Lola.
Con Lola Hernández.
Es un programa que tiene unos indicativos grabados...
En Radio Segovia.
Que el técnico va poniendo cuando le sale a él de los cojones,
porque, en principio...
Era de Segovia, señora.
¿Tú eres la voz grabada?
Sí, la voz grabada, pero como es inteligencia artificial...
Sí.
También pregunta, ¿en qué emisora estamos?
Radio Segovia.
¿Eh? Sí.
Pero yo soy palentina. Ah.
Yo nací en Palencia.
Con P, de Palencia. En 1982.
Recuerdo que era un día lluvioso.
Vamos con el primer entrevistado de nuestro programa de hoy.
Se trata de Arturo Ruibarbo.
Él es especialista en la cría del cangrejo macho.
Solo cría cangrejo macho,
deja que el cangrejo hembra se críe por sí mismo.
En eso ha decidido descabalgar del patriarcado.
No.
Me interesa.
No. Un momento, un momento.
Y vamos ya con esta entrevista.
Vamos a hablar con él y que nos desgrane
cuáles son todos los procedimientos
para criar el cangrejo macho con total seguridad.
Bienvenido, Arturo, cuéntenos.
Gracias.
Bien hallado.
¡Va!
¡Va!
Esto es lo que tienes que hacer, amiga.
¡Uy!
¡Vamos!
A mí...
A mí no me venga con prisas.
Vale, ¿no va a hablar rápido?
El cangrejo...
Conteste la pregunta.
N...
O.
Pues a tomar por culo.
Hasta la semana que viene.
Aquí está el teléfono.
Vamos, vamos.
La prisa, la radio lleva una prisa congénita
que a mí no me acaba de gustar mucho.
El otro día escuchaba alguien que se quejaba de eso.
De cómo hacer buenas entrevistas y decía,
joder, vas a una radio y es que no te mira el entrevistador.
No, no.
Vamos con Berto Romero, tal, ¿qué tal la nueva serie?
Y estaba hablando con el técnico.
Sí, rápido, rápido.
Y lo que...
Me pongo diciendo, luego de este, me pones aquello, tal,
que yo alguna vez lo he afeado al locutor, he dicho,
oye, mírame, tío.
Sí, sí.
Si no tenemos más tiempo, no tenemos más tiempo.
Digo, tenéis todo el tiempo, tenéis 24 horas.
Lo que pasa es que lo usáis mal.
Es verdad.
Me pongo nervioso yo de esos nervios.
Sí, es razón.
¿Les?
Ah, ¿leo yo? Vale, vale.
La anterior la he leído yo.
Mira, Débora y Berto desde La Robla, León.
Ah, mira.
Cuando ves, cuando vas por la calle y saludas a alguien,
¿cuándo tardas en quitar la sonrisa de la cara
para que no parezca que el saludo ha sido forzado?
Pues cuando ya no te ve.
Claro.
¿No?
Él presupone que estés un poco en el campo visual, ¿no?
Tienes que guiarte de dónde tengan los ojos esa persona.
Sí.
Y dónde esté mirando.
Cuando no te mire, vuelve a tu cara de culo, ya está.
Yo creo que tengo una buena risa forzada.
Sí.
Ya verás, nos encontrábamos por la calle y yo...
Hombre, Andrés, ¿qué tal?
¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Bien, bien. A mí me hace un poco de gracia.
¿Te la crees o no?
Sí, ¿lo pruebo yo?
Sí.
Venga.
Primero, cara de mierda.
Espera.
Bueno, cara de acelga.
Sí.
Hostia, qué cara seria más graciosa tienes.
Claro, claro.
Espera, ahora Berto está forzando la cara seria.
Me masajeo los músculos.
Sí, masajeate.
Date, date fuerte.
Sí, bueno, muy bien.
Está ahí.
Se me está despegando toda la carne de la cara.
Me estoy haciendo viejo más raro.
Y espérate.
Soy un tenderete de mis propios pellejos.
Espérate. Bueno, vamos por la calle.
Berto está a lo suyo.
Hombre, Berto.
No.
No, no, no, no.
No, no, no.
Absolutamente poco creíble.
¿No?
No, hombre, no.
Desde dentro parecía óptimo.
Te has pasado dos pueblos.
Vale, vale, pues menos.
Menos, de verdad.
¡Ey, Berto!
Tampoco.
Se te ve, se te ve el cartón.
Se te ve el cartón emocional.
Hostia, qué bueno.
Vale, vale, pues no lo sé hacer.
Bueno, pues es jodido.
Y la respuesta es cuando no te vea el otro.
Claro, claro.
Venga.
Leo yo.
Enana Miff desde Canterbury, UK.
Enana Miff.
Enana Miff, son todo variantes de Nano Miff.
Ya, ya, ya.
A veces en mi casa llamo a mis padres, papi y mami,
en vez de papá y mamá.
¿Qué edad tiene?
No lo dices.
Ah, bueno.
No, sí que lo dices, espérate.
No siempre, pero lo hago desde pequeña
y tengo bastante normalizado.
Ahora tengo 20 años, es raro.
Debería plantearme algo. Besitos, Tomás.
Papi y mami con 20 años.
No, no lo veo mal.
No, no.
No, no lo veo mal.
No, igual ya cuando tengas 58...
Yo lo que veo peor es que se lo llamen ellos.
Ya.
Si tus padres se llaman entre ellos papi y mami,
ya no me gusta tanto.
Hay gente que no puede...
Sí que lo hace.
Sin matrimonios que se llaman papá y mamá, ¿no?
Papi...
Yo llamo a mi esposa Mara, mamá,
si está la hija delante.
¿Ah, sí?
Sí, a veces, sí.
Ah, no, yo no.
Para que sea más fácil la comunicación, más fácil, ¿sabes?
Sí.
Está la niña y digo, mamá, ¿cuál es su PEM?
¿Sí? Sí.
Hostia, ¿y no te crea conflictos?
Me crea más conflicto llamarle por su nombre, a veces,
sabiendo que mi hija la conoce como mamá.
Mi hija no le llama a su madre, Silvia.
Ya, pero los míos saben...
¿Me estás entendiendo lo que estoy contando?
Sí, sí, pero hay un mecanismo psicológico raro ahí.
Sí.
¿Por qué te pones en la piel de tu hija para hablarle a tu mujer?
Porque me parece la palabra común en aquel entorno, no lo sé.
No lo sé muy bien.
Le damos por el cargo, cuando está tu hija delante,
le damos por el cargo y no por su nombre.
Exacto.
Bueno, hay una concepción quizá capitalista.
¿Qué dices, hombre, de la familia?
Economicista.
Lo que sí, siempre que estamos los tres.
Corporativa, hay una visión corporativa de tu mujer.
Somos una empresa familiar.
De descarta.
De gestión. De gestión de personas.
¿Me vas a contar a mí? Yo tengo una pequeña pime.
Claro. Sí, sí, es así.
Es así.
Lo que te digo, insisto, siempre en ese entorno,
nunca con otras situaciones.
Por ejemplo, estamos mi mujer y yo en la cama, por lo que sea,
la noche... Bueno, dormís juntos.
Sí, dormimos juntos. No siempre.
Bueno, a veces con la niña, a veces en un sofá...
Hay una ruta, hay una ruta Ketchel en mi casa
y nunca sabes dónde aparecerás.
A veces aparece un perro, al lado de un gato, bueno, cosas.
Pero, por ejemplo, estamos en casa por la noche,
la niña se ha acostado... ¿Estás bien?
Alguien tosiendo muy fuerte, ¿estás bien?
Sí, todo correcto, vale. ¿Estás tapado la boca al toser?
Sí. Que la gente ahora le da eso a los cojones, todo, ¿eh?
No, hombre, no. Así al médico, vale.
¿Qué te has dicho al médico?
Oye, escúchame, estamos en la cama,
a lo mejor ya con una pretensión amatoria más profunda.
Bueno, no quiero conocer los detalles.
No, bueno, ni te los voy a dar.
¿O parecía? ¿O parecía?
No, no, te estaba dibujando una situación.
En ese momento... Bueno, no la detalles.
Claro. Hace un dibujo esquemático.
Vale, en ese momento yo creo que ahí no cabe, por ejemplo, decirle...
Sí, cabe, sí. No, no, espérate.
Espérate, espérate. Te pasas, ¿eh?
En ese momento no cabe decir...
¿Mamá, qué?
O quizá cabe más en ese momento.
No, no, no, perdona, no.
Bueno, vale, vale. No, hombre, no.
Pues yo estoy haciendo el camino inverso,
estoy empezando a referirme a mi pareja,
cuando hablo de ella, a los niños, con su nombre.
Le digo, pues mira, ahora hablo con Marta y tal,
y ellos entienden que es la misma persona.
Y no te dicen qué Marta. No, no, no, qué otro.
Qué otro. Qué otro.
¿Quién eres tú?
Que tu casa se conchavara, ¿no?
Vamos a policiar, me apetece muchísimo.
Ah, sí, hombre, y luego cuando volvamos viviremos un momento especial.
¿Más especial que el que estamos viendo hasta ahora?
Muy bien. Gracias.
Esto es Nadie Sabe Nada,
con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
Alexa, vuelve al inicio del programa.
¡Oh!
¡Oh!
¡Qué putada!
Sí.
¡Qué putada, qué cabrón!
En la cadena serra.
Empieza la segunda hora y ahora Berto les va a interpretar la canción
Lo Mejor Viene Ahora.
¡Muah!
Lo mejor viene ahora
Lo mejor está por llegar
Lo mejor aún no lo has escuchado
Ahora va a comenzar
Andreu toca el martillo
Parece un chiquillo
Vestido de señor mayor que tiene frío
Lo mejor está por llegar
Lo mejor va a comenzar
Lo mejor está por llegar
Muy bien, muy bien, muy bien.
¿Ves qué es?
Un poquito de boca al giro para comenzar la segunda hora.
Ves que como cuando quieres, cabrón, cuando quieres...
Mira, tú te levantas porque yo también me voy a levantar.
A ver, peratón, ¿tienes el micro cerrado?
No, está cerrado. Ahora sí, ahora sí.
Una persona del público, ¿qué pasa?
Ah, vale, me levanto yo y os ponéis nerviosísimos.
¿Qué tal, cómo te llamas?
Gero.
¿Es gerónimo? Sí.
Qué guay, me gusta.
Quería un consejo de Padre Primerizo.
Ah, vale, vale, veo que tienes nuestro libro.
Sí, me lo han regalado a todo.
Ah, te lo han regalado, claro.
Voy a regalar mi libro a personas que estén embarazadas
y que se vea muy claro que está embarazada, ¿vale?
O sea, si la cosa es inminente, lo regalamos.
Si no, no podemos saberlo.
Sin incurrir en quizá un drama.
Es embarazo, ¿verdad? Sí, sí.
Uy, uy.
Enhorabuena. Gracias.
Vale, dime, ¿cuál es tu duda?
Nada, quería un consejo como Padre Primerizo.
Ah, pero que desde ello uno... Claro.
Aprieta los dientes.
Venga, hasta luego. Sí, sí, sí.
Aprieta los dientes.
Lo mejor viene ahora.
Lo mejor viene ahora. Lo mejor viene ahora.
Bueno, vamos a entrar en un momento, bueno, emocionante.
Venga, vamos a ver, vamos a ver.
Porque de todo este público que hay aquí,
aunque, por cierto, lo que hacemos mucho, su paciencia,
porque envían una solicitud, pasan semanas, meses,
años incluso,
hay público que fallece y no...
Esto está pasando. Pero tenéis que saberlo todo.
Y, claro, fallecido no puede venir,
no hemos llegado todavía a este punto, a lo mejor algún día sí.
Puede venir, pero es que es muy frío, es muy frío.
A una familia dice, ¿podemos traer un féretro
porque le haría ilusión?
Y nos acabamos enfadando con el muerto,
porque empezamos a ver que público más frío, desagradecido...
Sí, dándole la... arriba...
No, no, esa situación no la queremos provocar.
Pero, insisto, hay gente muy maja que se le ocurra
y que espera y que le hace ilusión cuando viene.
Los primeros minutos están como ante la jaula de las panteras,
están ahí como, oye, míralos, qué mayores son, lo que yo sé.
Cosas que pensarán, pero...
Qué viajada ha dado Berto. Hoy quisiera...
A ver si se oye bien.
Hoy quisiera destacar dos historias, amigo.
Adelante. De las que están por aquí.
¿Qué tal, cómo estás? Muy bien.
¿Cómo va el fin? ¿Por qué me tocas?
Para ver, como dices que estás haciendo un poquito de deporte...
Hago un poquito de deporte. A ver si hay tensión.
Pero es igual, no quiero hablar de mi cuerpo.
Bueno, nada, pues nada, pues no hables.
Tampoco tendrás que decir.
Mira, que...
A ver, joder.
¿Quién es...? No, espérate.
Hay una historia muy bonita.
Por ejemplo, hay un chico de Bilbao,
de Bilbao un chico hay,
que le ha dicho a su hermano esta mañana o ayer,
oye, acompáñame a Barcelona a llevar unas cajas.
Pero no lo diré yo.
Que lo cuente él. Vamos allá.
Me encanta cuando se prepara esta sección.
Me encanta cuando se preparan las cosas. ¿Cómo estás?
Hola. ¿Tú eres el de Bilbao, chico?
Sí, sí. Muy bien. En Bilbao vives, ¿no?
Es el engañado, es el engañado.
¿Levantate, puedes? Sí.
Sí.
Cuéntame la historia. ¿Quién es tu hermano?
Mi hermano es Eric. ¿Cómo ha ido la historia?
A ver, primero,
me dijo de que le acompañara al trabajo,
que él es ingeniero,
a llevar unas cajas.
Ah, tú eres el que ha recibido la sorpresa.
No quiero hablar contigo. Vale.
No, luego, ahora vendré contigo.
Vayamos con el instigador.
Oye, yo no sabía que trabajo de ingeniero
era tan parecido al de transportista.
Sí, sí.
Mi hermano es ingeniero, tiene que llevar unas cajas.
Porque transportan ingenios, ¿no? Ahora voy contigo.
Aquí el instigador. ¿Cómo estás?
¿Qué tal? Muy bien, muy bien.
Entonces tú le dices al hermano que es ingeniero.
¡Tú le dices a tu hermano!
Dices, oye, ¿cómo ha sido?
La cosa fue que esto fue un regalo, ¿no?
Quería regalarles muy fan, ¿vale?
O sea, duerme con vosotros, prácticamente.
O sea, le alegráis muchísimo.
Y muy discreto, porque yo no me he enterado.
Sí, sí, prácticamente. ¿Y mira qué follar en tu casa?
Entonces, al final, intenté
buscar el método de venir aquí,
indagar un poquito y tal.
Y resulta que por abril del año pasado
metí la solicitud y tal.
Y Oli me llama
un mes atrás.
Pasó un mes y tal. Y dije, hostia, ¿qué día?
Que puta era el miércoles, ¿no?
Yo trabajo de responsable del norte un poco
y no salgo de ahí. Igual había cajas
que entregar ese día en el norte.
Me encanta el cargo, responsable del norte.
Responsable del norte.
King of the North, King of the North.
Vale, responsable del norte y dices a tu hermano,
oye, acompáñame a Barcelona, ¿no?
Sí, claro, porque él trabajaba justo el lunes, viernes
y en Palma a fin de semana, porque, bueno, casualmente
está trabajando y estudiando también ingeniería y tal.
Y le digo, bueno, acompáñame y tal, tengo una ruta
el miércoles, me tengo que mover unas cajas muy pesadas,
y el Barcelona, Italia y este...
Pues, vale, vamos. Que aquí se debostó también
que es un buen hermano, porque otro dice, una mierda para ti
y también. Sí, sí, sí. Somos hermanos,
pero no trabajamos juntos. En cambio, tú,
ahora sí que voy contigo, dices, sí,
me apuesto por eso, ¿no? Bueno,
no fue tan... O sea,
tan sincero el...
la intención, porque en principio le dije,
eh... o me pide un poco mal.
Muy bien. Escaqueo. No, no.
Un intento de escaqueo. Bueno, no, no.
Sí, pero, claro, y luego cuando él me comenta
del trabajo, yo digo,
hombre, siempre estás ahí, ¿no?
Entonces, voy a ir a ayudarte
y tal. Yo hace rato que no lo entiendo.
Sí. No, estaré entrando en detalles.
Que no fue, vamos a Barcelona, ayúdame.
Sí, voy, hermano. Está diciendo que,
bueno... Sí, ¿no?
Pero eso tuvo premio. El amor de hermanos,
has visto que ha tenido premio, ¿no? Sí.
Y bueno, estuvimos, o sea,
venimos en coche, estuvimos,
bueno, me enseñó la
barceloneta y todo. Sí, sí, sí.
Contarnos más detalles. Sí, sí, sí.
Bueno.
Y luego resulta que
nos quedamos a dormir y tal.
¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde?
Eso fue ayer, ¿no? ¿Veniste ayer
o antes de ayer? Ayer, ayer.
Ayer mismo. Entonces, bueno,
madrugamos, tal, y me dice,
a las 10 tengo yo un trabajo.
Es. Y acompáñame
y luego tienes dos horas para perderte
y tal. Yo estaba buscando
el plan y viendo que estaba cerca
y tal. Y bueno, y resulta
que pasamos por aquí. Sí.
Y le comento a una señora, no sé.
Y le digo, oye,
pero aquí se graba el nadie, ¿no?
Y la señora me mira como que
pensaba igual que le íbamos a decir
que se quite de la primera fila, ¿no?
La vi como un poco como,
¿no? Y luego, claro, me mira
mi hermano, que siempre hace lo mismo
que me pone una sorpresa,
o sea, se pone de lado y me dice
tenemos entradas.
Eh.
Eh.
Eh.
Muy bien, muy bien.
Qué bonito. Buen hermano,
sirve para los dos. Gracias, bienvenidos.
Gracias. Muchas gracias.
Pero hay otra historia más.
Me siento como Isabel Gémios, ¿sabes?
Ay, ay, ay, ay.
Que no sé dónde está, por cierto,
esa historia. Me falta guión.
Me falta ubicación de señora
de una señora. Me falta ubicación
de señora. ¿Dónde está esa señora?
Te falta ubicación de señora,
eh. Ubicación de señora. Sí, sí.
Señora ubicación, sí. Una señora
que tampoco sabía que venía. ¿Cómo estás?
La verdad es que no. Mira, estoy muy emocionada.
¿Cómo estás? ¿Cómo te llamas? Conchi.
Conchi. ¿Se está trabajando mucho la sorpresa
últimamente? Sí. ¿Qué ha pasado? La verdad que sí.
Pensaba que veníamos a una clínica para capilar.
¡Qué bueno!
¡Qué bueno, no!
Y venía a acompañar a mis hijos y,
bueno, yo también me acuesto con vosotros,
con vosotros. Sí. ¿Estos son tus dos hijos?
Sí, mis dos hijos. ¿Puedes...?
¿Apuesto a quién creas...?
Me apuesto a quién...
Tú no irás a la clínica capilar.
Pues yo diría que sí, yo estoy con él.
Hay uno que lo tiene todo perdido y otro que dice
igual puedo seguir apostando.
Es lo de hoy en día. Sí. No pasa nada.
Y encantada. ¿Puede llamarnos
Minoxidil y Finasteride? Sí.
Oye, pues sí, ¿qué has flipado?
Me han dicho que incluso se te han humedecido los ojos.
Bueno, mira, estoy llorando. ¿Estás llorando?
No llores, no llores. Pero de felicidad.
Ah, vale, no de decepción, ¿no?
Exacto, no, no.
Dejo de colorización que me hacía y vaya mierda, ¿no?
Encantada, de verdad que sí. Bueno, Coenchi, también buenos
hijos, ¿no? Uy, lo mejor que me ha pasado en la vida,
la verdad que sí. Yo me estoy emocionando
en estas secciones. Yo menos porque estoy más lejos,
pero lo noto también. Aquí hay una vibración
de amor. Sí.
Vibración de amor. Muy bonita, ¿eh?
Todo me sabe aquí. Tengo que decir que también,
no sé, cuando os veo, que os veo como
mi pequeñito. Sí.
Bueno, bueno, no nos tropeemos tampoco, ¿no?
¿A qué te refieres, pequeñito?
No sé, que me pensaba que estarías más fuerte.
¿Ah, sí? ¿Ah, sí? No sé.
Bueno, Coenchi, bueno, venga.
Conan, somos Conan. Mucha suerte
en la clica capilar. Muchas gracias.
Adiós, adiós.
Muchas gracias. Adiós, adiós.
Lo mejor ya ha pasado
Y ya se ha visto venir
El cierre, el cierre.
Y el programa ha acabado y nos vamos a ir
¿Cuánto falta? Al menos, todavía queda un poquito.
Qué pena, qué pena, porque cerraba la madre bien.
En tu cabeza ya había acabado, ¿no?
Me quedo con el concepto, perdóname, que Coenchi
esperaba encontrar dos armarios roperos.
No, pero esto ocurre por la... Yo he visto dos tirillas.
Pero ocurre por la tele. En la tele la gente te parece
más grande, más gorda,
más grande siempre, pero es porque están dentro
de una caja descontextualizados. Claro.
Y tienen un tamaño mayor al de las personas.
No puedes relacionarlo con nada.
Entonces, aquí nos ven en la realidad
y nos pueden comparar con otra gente
y ven que yo, por ejemplo, soy pequeñito.
Bueno, hombre, pequeñito. Yo soy pequeñito.
A ver, eres medida estándar también.
Estándar pequeño. Bueno, a lo mejor a mi lado
te ves más pequeño, puede ser. Tú eres más doble.
Yo soy más doble, pero también me veo más joven a veces.
Pasan muchas cosas. Bueno, porque tú ya...
De ti ya se presupone que vayas a ser muy viejo.
Entonces... Sí, claro.
La cosa es que hay que superar como unos rubicones.
Yo creo que en la pareja,
como me tienen conceptualizado como el joven,
ahora a la gente le está costando entender
que esa etapa ya pasó.
Entonces, el comentario generalizado al verme es...
¡Uf! Vaya vieja pegao.
Tengo unas ganas de que llegue... ¡No acaba!
En cambio, tú como estás conceptualizado como el viejo...
Sí. Tú colaboraste mucho a eso, cabrón.
Que yo tenía 42 años y yo el señor mayor, el señor normal.
Yo te ayudé a la transición. Sí, claro, claro.
Y entonces, como se te conceptualiza como el viejo,
cuando se te ve, el cerebro lo que hace es...
Ah, pues no está tan mal. Ah, pues no está tan viejo el tío.
Claro. Sí, claro, claro.
Tengo unas ganas de que lleguemos los dos a los 75.
Yo también. Bueno, yo tenía 85.
Yo también. A partir de 70 se unifica.
Pero sabes, ¿no? Sí. Hombre, claro.
Antes... Es como los bebés, que entre uno y tres...
Luego llega un momento en que...
Seremos viejos. Yo voy envejeciendo más rápido.
No sé, ¿te has dado cuenta? Bueno, no lo sé.
Sí, ¿te has dado cuenta? No, no, especialmente.
Yo me estropeo más que tú. No, no sé, no sé.
Tú tienes un mejor conservar. Bueno, ya veremos.
Igual pego un bajón, yo que sé. Pero sabes que se aman los dos
como los abuelos de los Muppets. Tú ya lo has pegado el bajón.
Sí. ¿Ya ha pegado un bajón?
Ya lo pegaste. Ah, bueno.
Y ahora ya estás... No me está gustando.
No, es que no me está gustando.
Hay que aceptarlo. Alguien levanta la mano.
Perdona, antes de eso. Dices tú de relación con la gente
en cuanto a cómo nos ven.
El otro día... Bueno, hace tiempo ya.
Una persona... No me esperaba eso. Me dice...
Una señora dice... Me mira.
Hace una pausa, se aleja, como para...
Coge más perspectiva. Dice... Sí.
Pues él es más feo natural que por televisión.
Y yo le dije... Creo que estuve bien.
Pues usted ya es fea ahora.
No me imagino cómo será
por televisión.
Dice... Joder, pues...
No sé, ¿no? ¿Qué carácter?
Digo... No, señora. Es que usted, claro...
A ver, ¿se ha dado cuenta de lo que me ha dicho?
Ah, bueno, bueno. Se fue a molestar.
Ella. Hombre, pero...
Adelante. Sí. Hola, ¿cómo estáis?
Una persona que ha levantado la mano allí.
¿Cómo te llamas, amigo?
Pablo. Pablo.
Adelante. Una sorpresa también.
No. Quería hablar con vosotros.
Adelante, Pablo. Pero me he buscado excusas
para poder hablar con vosotros.
Pero me gusta Pablo.
Me gusta Pablo.
Esto amenaza a turra. Amenaza a turra.
No, no, no. No, no, no.
Quiero proponer un juego, lo primero.
Sí. Que es un idioma.
Se llama el idioma de la P.
Tienes una cadencia en el hablar muy coñona,
lo sabes, ¿no? Sí, va.
Hay gente que habla así como coñona.
Te voy a proponer un juego.
No había oído nunca lo de coñona.
Sí, como guasona, ¿sabes?
Mira, digo aquí...
Voy a coger el autobús. Voy a coger el autobús.
¿Ves?
Y va a ser divertido. Va a ser divertido.
El juego de la P, ¿no?
Sí, el idioma de la P.
¿Sabes que yo soy de los peores
jugando en español? Vale.
O sea, parte de la gracia es que
espero que Berto lo entienda muy rápido
y que a ti te cueste un poco más. Vale, muy bien.
No, será la normalidad.
Yo no sé qué era, ¿eh?
Vale. También te digo.
Es un juego que hablan los niños, sobretodo.
Y es muy antiguo. Mi madre lo conocía ya también.
Sí, sí.
Y consiste en ir metiendo P en lo que dices.
Por ejemplo, me llamo Pablo,
sería me peya pamopo pa Pablo Po.
¡Uuuh!
Mira, no me veo capaz.
No.
Y a mí no me gusta.
¿Se meten a vuestros nombres?
¿Aleatoriamente se meten? No.
Después de cada sílaba,
metes la sílaba con la P y la vocal.
O sea, por ejemplo, Berto es beper topo.
Es que no me gusta mucho.
Beper topo.
Y Andreu es apandrepeupu.
Hombre, soy griego.
Andrepe...
Andrepe...
Anderpeperpo...
¿Qué niños juegan a esto?
Los de... Los de Cuéntame.
Los listos, los listos. Eso te iba a decir.
Eso facilita una agilidad mental de cojones, ¿eh?
Sí, sí.
Fapa... Fapazipi lidi...
Ya ves tú lo que has conseguido, amigo.
Fapi...
Porque la vocal que metes es de la...
De la anterior.
Fapazipi...
Lipi...
Tapa...
Fapa...
¿Pero qué dices?
Falafero.
Yo juego al idioma de la P, ¿eh?
Tú metes la P con la vocal de la anterior sílaba.
Descarga el programa.
Mira...
Has jodido todo. Mira, escúchame.
Lo has roto todo. No, no, lo has roto todo.
Napadiepe...
Sapadiepe...
Napadapá.
Mira, muy bien.
Pues yo no...
Me aplaudo a mí mismo.
Como los simios.
A ver...
Se me da bien.
A mí me cuesta mucho, ¿eh?
Sí.
Trompotepetapa...
Trompeta sería trompotepetapa.
Claro.
Tapazapa...
Depahapahuapa...
Sí.
Mipicropo...
Fonopoco...
Mipicripifoponopo...
Eso sí, es impracticable en la radio.
Vale, vale.
Cuando está hablando así dices, por favor, evacúen a esa persona.
Bastapayapá...
Bastayá.
Bapastapa.
¿Cómo?
Bapastapa.
Déjame.
Oye, lo he entendido mejor, Andreu.
Es súper tacañón.
Pero Bapastapa es una sílaba, ¿no?
Ahí ya...
Hay dos corrientes de pensamiento del juego.
Claro, claro.
Parece que te has equivocado.
Tan listo no serás.
Bueno, pues ya está.
Ya te puedes sentar.
Muchas gracias por dinamitar.
Gracias, Paula.
Bapastapa.
Vale, vale.
Isabel, desde Alemania.
Isabel, desde Alemania.
Acabo de leer una noticia sobre un descubrimiento.
Han encontrado una de las más antiguas representaciones
de una figura humana hasta la fecha.
Una escultura de más de 10.000 años de antigüedad.
Dios mío.
Se presenta un hombre sujetándose el pene.
Ya.
¿Quiere decir esto que en 10.000 años no hemos cambiado mucho?
En lo que se refiere a sujeción de genitales
creo que estamos igual.
Déjame la pregunta.
Un momentito, porque esto quiere programa especial.
Sección especial.
Historia antigua.
Exacto, arqueología.
Y el profesor Polipo tiene...
Prepárate ya.
Buenas noches y bienvenidos
a...
A la nave del misterio.
Acabamos de leer un descubrimiento.
Bueno, no voy a repetir lo que ya se ha dicho,
pero...
Es una figura humana
de la escultura de 10.000 años de antigüedad.
Que representa a un hombre sujetándose
el pepe nepe.
Por ser niños, escuchamos.
Profesor Polipo, ¿cómo está? Bienvenido.
Muy bien, buenos días.
Buenos días, buenas noches.
Gracias por invitarme. No, gracias a usted.
Un barrio para un fregado, ¿eh?
Un ovni...
Todo lo que sea misterio.
Sí, todo lo que entra sale, ¿verdad?
Sí.
Sí.
¿Por qué esa pulsión, profesor Poli?
Llámame Poli. Llaméme Poli Malo.
Poli, Poli Mano. ¿Esa pulsión humana
por la representación del pene?
Se habla de la prosperidad, ¿no?
Bueno, hay algo atábico
en el ser humano. ¿Qué significa atábico?
Atábico, como su nombre indica,
que está...
Atado, ¿no? Y bien atado. Atado y bien atado.
Eh...
Hay una... ¿Qué?
Uy. Es que he dormido mal.
Vale, vale. Tengo microsueños.
Bueno, hay una pulsión humana
atábica en...
en tocarse el pene.
Es lo que al hombre se refiere, ¿eh?
Sí, claro, a la mujer le cuesta un poco más.
No, a la mujer...
No digo que a la mujer no le interese sujetar el pene.
Hablamos de Pepe, ¿no?
Profesor, Pepe, ¿no?
Pepe, pene propio, ¿no?
La primera pregunta es, ¿le interesa lo que yo pueda responder?
La verdad es que no mucho.
¿Por qué podríamos dejarlo aquí?
Pero es que a usted le firmamos un contrato,
como de leasing, y usted...
Una tarifa plana, y usted puede venir en todos los programas.
Entonces, pues lo hemos invitado.
La...
La pulsión humana
de sujetarse el pene viene
de la propia incomprensión del órgano.
O sea, el ser humano masculino,
desde que se descubren los genitales,
fantasea con que no sean suyos,
con que se los haya dejado alguien
y en algún momento los venga a recoger.
Porque la primera impresión es,
¿quién ha dejado esto aquí colgando?
O sea, no. Esto está como...
Sí, sí, sí. Como la ropa en una percha,
en un gimnasio. O sea, esto está...
Alguien es que, sin duda,
lo ha dejado un momento y lo va a venir a recoger.
Si no está dentro de mí, no es mío, ¿no?
Claro, no está dentro de mí,
un añadido, ¿no? Siempre es un añadido.
Un añadido. Siempre.
La sensación es, voy a cuidarlo
porque me lo van a reclamar.
Alguien vendrá en algún momento de la vida
y dirá, deme mis genitales,
que los dejé ahí un momento ya.
Ahí es cuando entra en juego, profesor,
cuando entra en juego el calzoncillo, ¿no?
Claro. Con protector.
Toda la sujeción es poca,
toda la protección es poca. Fíjese usted
que cuando en un partido de fútbol
se va a picar una falta.
¿Qué se protege el ser humano?
Se protege los genitales.
Cuando hay órganos mucho más...
Habría que proteger mucho más los ojos,
por ejemplo. Sí, sí, sí.
Un pelotazo en el ojo,
privándote de la visión,
va a ser mucho más jodido para tu vida
que un pelotazo en las pelotas.
Sí, sí. O las propias manos.
Tú te proteges los genitales con tus manos,
que son mucho más útiles que los huevos.
Pero siempre hay esa oportunidad.
Siempre hay esa obsesión
por proteger el genital,
por esa sensación de que tengo que proteger esto,
que es un préstamo evolutivo.
Préstamo evolutivo. Préstamo evolutivo.
Así llamo yo a mi polla.
Daniel, desde Málaga, dice...
¿Quién es el chino que iba a abrir un restaurante?
¿Pensó que su comida no nos iba a gustar
y empezó a inventar algo adaptado a nuestros gustos?
Tocas un tema muy importante.
¿Hay alguien de China aquí? ¿Alguien...?
¿O queda visitado China o un país oriental?
Aquí la gente no queda. ¿China o un país oriental?
No, estamos... No hagamos esto de...
No, no, no. Todos los orientales.
Porque lo hago extensivo al concepto de...
Se dice mucho. Tú vas a Japón
y ellos no comen lo que los que comen aquí.
Tú vas a China y ellos no comen. ¿Qué comen?
¿Qué comen? ¿Pizza? ¿En Japón?
¿Hay 100 000 millones de habitantes?
No, 100 000 millones no están en la Tierra.
Quiero decir... ¿Qué hay?
7 000 millones de habitantes. Pues igual son...
Son muchísimos. Mil y pico.
Y el país es enorme. Sí.
Hay muchas variedades. Claro.
Hay variantes gastronómicas. Sí.
Entonces... Sí, chuan, sí, chuan.
Vale. Vamos con alguien que se llama...
Juan.
Juan, has levantado la mano cuando hemos hablado de este tema,
por lo que debes tener alguna información relevante sobre...
No sé si había alguien en China.
Ah, vale, vale. Tú has estado en China.
Correcto. Me interesa mucho.
¿En toda China? Toda. Toda.
No, dos sitios. Dos sitios.
¿Estás jugando con mi mente? Efectivamente.
Cuando un tema es interesante, venimos los dos.
Vale, vale. Sí.
¿Y en qué partes estuviste? Shanghai.
Hong Kong. Hong Kong.
Hong Kong, China. Bueno, ahí está.
Sí, claro. Bueno, va.
¿Pero qué nos puedes contar sobre la comida que comiste allí?
Muy buena, todo.
No se parece nada a lo de aquí. No se parece nada.
Bueno, poco, poco. Nada. Ahí quería ir yo.
Arrastra las delicias. No tienen.
¿No tienen? No.
Es la paella congelada de los españoles.
Ellos vienen aquí, van a un restaurante chino y dicen...
¿Qué mierda es esto? Efectivamente, efectivamente.
¿Qué coméis? No se parece nada.
Sí, que hay muchas sopas. Sí, mucha sopa.
Mucha sopa. ¿Comiste bien?
Sí. Sí, ¿eh?
Pues es que esto se dice mucho, tío.
Y ahora quiero ir a Japón, que ya te contaré otro día.
Yo he estado en Japón. Bueno, muchas gracias.
Que es que la última vez un espectador se lo llevó a su casa.
Yo estuve en Japón. Esto vale un huevo.
Ya lo sabes, estuve en Japón.
Oye, pues me interesa que me hagas un...
No hoy, que no hay tiempo, quizás la semana que viene,
un pequeño...
Pero la comida japonesa sí que era parecida a la de aquí.
Pues la gente dice, pasa, ya no tiene nada que ver.
No, sí que... Sí, hombre.
¿Sí? Sí, sí, sí.
Ramen, se comía ramen, aquí se come ramen.
¿De ramen, has dicho? Ramen.
Ah, ramen, ramen. Ramen. Sí.
El ramen lo carga el diablo también, ¿no?
¿Qué quieres decir? No, hombre, el ramen cabe todo.
Eso es como un cajón de una cocina, ¿eh?
Ahí hay un mechero y una tijera, ¿eh?
Bueno, claro, es una opción para...
¿Cuántos tipos de ramen hay?
Yo que sé. Ah, bueno, bueno.
Tantos como quieras, ¿no? Ya, por eso te digo.
Puedes meterle ahí lo que quieras.
Es que mi hija me dice, me encanta el ramen.
Digo, no, a ti te encantan los fideos.
Fideuá, te gusta a ti. No, no es verdad.
No compares un ramen con una fideuá, no tiene nada que ver.
No lo comparo, pero a ella le gusta mucho aquella pasta.
Claro. ¿Qué pasa con la tos?
¿Qué pasa? ¿Qué te pasa?
Tengo que toser para que me hagáis caso.
Ah, es verdad, una persona que ha tosido para que le hagamos caso.
Tengo que toser para que me hagáis caso.
Últimos segundos del programa para ti. Último segundo.
Y ahora que estoy hablando tema de cocina,
que me gustaría saber qué opina Ferran Aldria al respecto.
Qué lástima, porque no ha venido hoy, pero si no...
Sí, a mí también me gustaría saberlo.
Y gracias, amante para todos.
Amante para ti sobre todo y sobre tu garganta,
porque está un poco irritada. Sí.
Es como un jarabe, ¿no?
Hostia, qué feo. Está asfaltoso, ¿eh?
Me gustaría conocer a Ferran Aldria.
Pues no ha venido, ha tomado por sacos.
No, porque me dice que no hay tiempo.
No hay tiempo. No hay tiempo.
Y Ferran se pone muy nervioso si no hay tiempo.
Pero si quiere sacamos el tema la semana que viene
y hablamos, porque por lo que yo sé,
es muy fan de la cocina japonesa.
Bueno, pues lo dejamos aquí. Sí.
Tengo la sensación de que me dejo algo.
Sí. Por decir.
Hostia. Sí, como que se me ha quedado algo colgado.
Bueno. Ah, ya sé lo que es.
Sí. Lo que se me ha quedado colgado.
A ver si viene era recogerlo.
Era por lo de los testículos de...
Ah, vale, vale.
¿Cómo has dicho que era herencia evolutiva, préstamo?
Es igual, es igual. Pensaba que entraría esto
como un cañón. No.
No ha entrado, no ha entrado. No, no.
Final fallido. No pasa nada. Somos humanos
y la semana que viene como bonos humanos
estaremos aquí otra vez.
Adiós. Adiós.
Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org