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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Time transcribed: 6d 0h 26m 18s

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Andréu Buenafuente y Berto Romero presentan Nadie Sabe Nada.
¡Bienvenidos!
¡Bienvenidos!
¡Venga!
Muchas gracias. ¡Gracias, queridísimo público!
¡Gracias, muchas gracias!
¡Qué público más majo! Algunos me suenan de Barcelona, de verlos.
Porque Barcelona al final es una ciudad mediana.
Es una ciudad a la medida del hombre. Yo siempre la he considerado así.
Exacto. Hay gente que dice...
Yo me pongo y me la camino entera.
Yo me he caminado a Barcelona varias veces.
Sí, ¿eh? Sí, sí, me la camino.
De arriba abajo o de lado a lado. De arriba abajo, de lado a lado.
De montaña a mar, ¿no? En diagonal, en contradiagonal, por ejemplo, también.
¡Guau! ¿Sabes que Barcelona te ofrece una diagonal?
Sí, al mar. Pues yo a veces juego a la contra.
Digo, yo ahora te hago una diagonal contraria.
¡Qué bueno! Y noto como Barcelona...
Que vas contra la gente, ¿no? Estás chocando.
Bueno, Barcelona a principio se resiste y luego cede.
Luego se abre a mí. Sí, sí.
¿Por qué? Porque es una ciudad abierta.
Ciudad abierta, ciudad de paso, una ciudad cosmopolita.
Exacto, exacto.
Por cierto, que esta temporada que está terminando, por así decirlo,
este es el último programa.
El siguiente lo vamos a hacer en Madrid.
¡Oh, Madrid! Una ciudad hecha a la medida de dioses.
De dioses. Tierra de la libertad.
Liberty City.
Bueno, Madrid es una ciudad mastodóntica.
Es una ciudad ciclopea.
Sí, sí, sí.
Tú vas por Madrid y dices, esta ciudad me puede.
Yo no puedo caminarme a Madrid.
Madrid no se deja caminar.
Van los ex escondiéndose por las esquinas, ¿sabes?
Yo tengo ex en Madrid.
Tengo... Pues no le echo el amor a gente en Madrid.
Ya, bueno, sí.
No es verdad, no es verdad.
No le echo el amor a casi nadie.
Yo respeto mucho a las personas.
Hombre, hacer el amor a respetar es también...
Es celebrar el respeto.
Me parece muy invasivo. Ya, ya, ya.
Meterte dentro de alguien. Sí, sí, sí.
Puedo sudarle encima. Es una falta de respeto.
¿Quieres que hagamos un programa de sexo?
Hostia.
Tenía el dedo a punto el técnico, ¿has visto?
Mira, es... Hola.
¿Sabes con... Hola.
¿Sabes con qué estoy tocando el sexo?
Guau, qué sugerente.
He logrado derivar parte de...
Qué sugerente.
Parte del aire de mis pulmones a los genitales.
Buenas tardes, soy Juan.
Se ha quedado claro. Juan Lúbrico.
Igual lo he explicado en base. ¿Qué tal? Soy Juan Lúbrico.
Salí la semana pasada, los de aquí no me conocen.
¿Cómo estás? Muy bien, ¿cómo estás?
¿Yo quién soy? No, no.
No era una pregunta. Yo soy otro locutor guarro.
No era una pregunta. Éramos dos.
Solo hay espacio para un gallo, ¿eh?
José Lefa me llamó.
Hostia, bajo prueba. Juan Lúbrico y José Lefa.
Pero qué explícito, hostia.
Locutores sexuales. ¿Qué tal, cómo estás?
Bien, mejor que tú. ¿Qué llevas puesto?
Es un guarro. Nada, nada, nada.
Habéis venido a la mía, ¿eh?
¿Cómo?
Que habéis venido a mi terreno.
A mi terreno. Ah, sí.
No queríais sexo.
Terreno fértil.
Todo crece en tu terreno. Aquí todo lo que heches
arraiga. Me encanta tu césped.
¿Qué? Me encanta tu césped.
Eso no es muy sexual, ¿no?
Sí, tal como yo lo veo, sí.
El césped es sexual
en tu cabeza. Es como un... ¿Qué es?
Sexped. Para mí es el
el pubis de...
el césped.
El pubis de las casas. El pubis de las casas.
Sí.
¿Y la entrada de una casa?
¿Qué sería?
Claro.
Tiene entrada, tiene puerta trasera.
Tiene garaje.
¿Quieres aparcar en mi casa? Tiene caldera.
¿Cómo? Caldera. Había entendido caldera.
Caldera de la casa.
Uf, me estoy poniendo malísimo.
Yo no, yo estoy
forzando una excitación que no siento.
Pero claro,
al ser locutor lúbrico profesional.
Claro. ¿Cómo matamos esto?
En un lobo.
Matarlo en el sentido de los franceses, ¿no?
La pequeña muerte, la petit mort.
¿Sabes lo que es la petit mort? El orgasmo.
El orgasmo en Francia la llaman la petit mort.
Uy, que me muero, que me muero.
Que me meje, que me meje.
Que me meje, que me meje.
He visto que te pones bizco, ¿no?
Uy, que me meje. Uy.
¿Qué pasa?
Que cuando eyaculas el nervio óptico
se te tapa como una manguera, ¿no?
Cuando pisas una manguera, ¿no?
¿A ti te da por estornudar
cuando te estás poniendo cachondo?
Hombre, yo no. Sí, ¿sabéis que esto es bastante...
No es extraño del todo, ¿eh?
Hay un tanto por ciento de la aprobación bastante
considerable. ¿Qué me dices?
Que tiene como una conexión cuando está
se pone cachondo, estornudar.
Y a mí me pasa. Uy, hombre.
No siempre, pero alguna vez.
¿Has probado cerrar la ventana?
Baja.
Baja.
Pero, ¿qué?
No es necesario meter algo tan explícito.
Ya estaba siendo sexual.
Me gusta ir sembrando algunas palabras
de estas, ¿no?
Bueno, pues hasta aquí, noche abierta.
¿Qué quieres que hagamos, Romero?
¿Leer preguntas?
Martín desde Bilbao dice
¿A qué edad deja de incomodarte ver una
escena de sexo en la televisión con tus padres?
Cada vez cuesta más, ¿eh?
Porque en las películas ya no hay escenas
de sexo. Antes sí.
Yo recuerdo cuando yo era joven
que en cualquier película había un momento para el follisque.
En cualquier película.
Ya podía ser del tema que quieras.
Siempre había un momento que, venga, vamos al tema.
Pero ahora no. Ahora...
Incluso cuando hay escenas de sexo en las películas
siempre hay como una apunta
y luego ya cortan
y ya por la mañana están tomando
el desayuno.
Sabana encima, chicas con sabana.
Eso siempre me ha encantado.
Ha pasado la noche allí el follisqueo
y dices, voy al baño.
Hombre, pero eso tiene lógica.
Vas con la sabanita. Nadie en la vida real
se va al lavabo con la sabana.
Porque además eso es guarro, ¿eh?
Arrastrando una sabana por la habitación
y que encima allí el follón
y vas a hacer pipí, ¿dónde pones la sabana?
Hostia, nadie va al baño
en sabanao.
En sabanao no se va al baño. No vayas.
Eso no es así. ¿Cómo que no?
Primero que no ocurre así en todas las películas
de coger la sabana e irte arrastrando
al baño, no lo hacen. Bueno, porque el director
no entra en detalles. Cuando se giran para hablar
entonces se pone la sabana como un escote
bañera. Claro, ¿no?
Palabra de honor. Sí. Eso sí.
Pues se levantan al baño, pero tiene
toda la lógica. Porque tú en el momento
del fragor de la batalla, me da
igual que me veas desnudo y todo porque claro
porque estoy... Mira, hay unos topicazos.
Cuerpo con cuerpo, pero por la mañana
ya está la cosa fría y ya se te ha pasado
un poco todo. Ahí sí me tapó.
Pero el cuerpo en frío
no es lo mismo. Pero mira, me gustaría
hablar de eso. Esto es una especie del cine.
Eso es como... Nadie filma nada.
Ver una pastelería con
hambre o sin hambre. Tópicos.
Si estás ahí todo, el pastel no parece
tan rico. Parece empachoso.
Topicazos. Esto va a parecer un rancio
fags. Rancio fags. ¿Cómo es el
rancio? Rancio fags de Pedro Vera.
Si vas a comprar el de cine, es maravilloso.
¿Lo has leído o no? Hostia, lo recomiendo.
Muy chulo. Porque va todo. Va al turrón.
No deja nada
por destacar de los rancios
reiterado, tópico y tal.
Luego está de la chica que se levanta
y se pone la camisa de él.
Como diciendo
estoy unida a ti. Eso es
también una marranada. Porque el
tío ha llegado toda la noche con la camisa
sudada, que huele a tabaco.
Esa es la película de los 80. Ya no sale eso.
Bueno, bueno, bueno.
Eso ya no ocurre.
Ya no ocurre en el cine actual.
En una serie, en una
película actual. ¿Ahora cómo se hace?
Es que ya si le ofrece la camisa,
se la rompe la chica.
Pero aquí tu camisa, ¿qué es esto? ¿Un símbolo de
opresión?
Masculina. Es por lo que quiero.
No me tengo que poner lo que tú me digas.
Yo no me he visto como tú me digas.
Mira mis pechos tatuados.
Ponte tú.
Ponte tú mi bata. Ponte tú mi ropa.
Ponte tú mi ropa. No.
Es un tío, es un tío. Ponte la bata.
¿Qué pasa? Te construyes, gilipollas.
Eso ya no pasa.
La camisa de él, eso no pasa. Vale, vale.
Pero es antigua. ¿Desayuno en cama?
Desayuno en cama
totalmente en contra.
Totalmente. Desayuno en cama es
el equivalente a
voy a llegar a... ¿Sabes esta frase
que hice? Ahora llego a casa,
me pongo el batín,
me pongo una copita de vino,
me cojo un buen libro,
me siento en el sofá y luego lo haces
y ¿qué? Una mierda.
Es una mierda, hombre. Es mejor la expectativa
que la realidad, ¿no?
Desayuno en la cama es lo mismo.
Oh, desayuno en la cama. Qué bien, te lo traen.
La bandeja no engancha
bien. En cuanto te
mueves un poquito para ponerte bien,
el zumo naranja no va por culo. Ponte almohadas
detrás para estar vertical. No te sienta
bien. Eres un enfermo.
Estás estirado, el estómago
no lo...
Ponte una servilleta aquí
en el pijama porque como es un huevo
frito se te mancha el pijama.
Tienes que estar muy mal para que el desayuno
en la cama, o sea,
tiene que ser una situación ya de...
En la cama tenía que ser un detalle.
Tú llegas con la bandeja, toma cariño,
una flor, eso es la hostia ya, eso es
premium. No, no, espérate.
Y la chica dice, por ejemplo,
si lo hace el chico, la chica dice, ay, qué bien, qué detalle, cariño.
Hace así,
bebe un sorbito y dice, venga, ya está,
vamos a la mesa. Claro.
Los dos. Porque otra cosa es
que te lo comes tú y yo que me quedo
en una banqueta al lado. Eso sí,
mirando. Como un tontito. Y parece que esté en el
hospital alimentando a un familiar enfermo.
Claro. Claro. Claro.
O te llevas una mesa de hospital,
que esas sí son prácticas,
que llevan ruedas y entran
todo.
No son románticas, pero son prácticas.
Mira, mi amor, vamos a
desayunar. Mira, mi amor, un amigo mío que trabaja
en el hospital. Y con una cuña también.
Sí. Y ahora. Sí.
Y si tienes pipí y te levantes, mira,
te pongo la cuña debajo.
Y eso, ya está.
Y si no te importa, te voy a tomar a temperatura.
Porque te veo
muy caliente. Es terrible. Simplemente,
yo creo que si queréis a vuestra
pareja hacerle la
cosa esta, el
detalle del desayuno en la cama es
cuando se despierte, le enseñas la bandeja,
dice, mira, lo he preparado todo para
desayunar aquí. Lo ves, venga, para la mesa.
Y allí te lo comes bien. Exacto.
Y ya está. Esto está hecho. Exacto.
Pero luego comes como una persona. Exacto. Estamos de acuerdo.
Mira. Estamos de acuerdo.
Gracias. Gracias.
Hay alguien que tiene
información al respecto. Venga. Adelante.
Bueno, al respecto, no.
Me llamo Miguel. A mí les a romper el ritmo
totalmente. No, otra cosa. Vengo literalmente
a intentar echaros samanté
en vuestros cuellos, como mínimo, hoy.
Y además, Madina Almería.
Hostia, qué entrada has
tenido ahora, eh.
No sé si recuerdas que hace, bueno, en esta temporada
me hablas a mí, eh, porque me miras.
Que anunciaste
o pensabas
un perfume e hiciste el anuncio
de un perfume. Yo también estaba.
Yo también estaba, eh. Pero la idea
de el anuncio fue suya. Era una broma que hicimos,
sí. Bueno, pues la broma,
curiosamente, esa broma
trascendió en
The Anatom Tax Paper, que salió para el día
del Inocente, ¿vale? Y tú precisamente,
Berto, comentaste y dijiste
esto será broma, ¿no? Y nosotros
desde la cuenta de nuestra marca comentamos y dijimos
¿estás seguro? A ver, a ver, un momentito,
porque hablo muy bien, pero muy rápido, dar mucha información
para que nadie se pierda.
Porque es un empresario de Valturron. Un segundo.
A ver. Hicimos aquí
una broma de cómo sería un hipotético perfume.
Sí, pero ¿no crees que era demasiado
realista? Pero déjame
acabar, si no te importa.
Entonces,
yo no me acuerdo qué ingredientes dije
que llevaba mandarina o no sé qué. Yo
puse y ahora con olor a mandarina. Vale.
Y se llamaba Ode
Cardoné. Ode Cardoné. Porque era de
Cardona. Sí, sí.
De tu ciudad. Entonces, el día de los
Inocentes, mía, el presidente
honorífico del programa.
Puso como un documento
de una empresa que había hecho el perfume.
Obviamente, una broma. Ah, yo me lo creí.
Y yo puse...
Ya dos seis meses hablando con Mía.
A ver, a ver. ¿No era broma? No. ¿Tú eres
perfumero? Él es el creador.
Yo soy el de marketing. Pero veo que no quiere hablar.
Ya se nota, ya se nota.
Él explicará un poco las cosas luego.
Vale. ¿Y sois una empresa que hacéis perfume?
Sí. Y aquí está el perfume.
Tenemos uno para ti, otro
para Berto, otro para
Mía. Sí. Y bueno.
Ah, bueno. Y bueno.
Hay otra persona que acaba de hablar que no sabemos qué
tiene la empresa. Vale. Y si hay cuatro,
se lo daremos a Oli,
que siempre está por ahí. Perdona que me metan
en tu terreno del marketing, si me permites.
Porque yo se lo daría a alguien
que buscara, que nos diera
un buen slogan.
Si te parece, vamos a...
Sí, yo estoy superado por lo que está ocurriendo.
Ven, ven, ven.
Luego para el público también tenemos...
¿Por qué no va cuando lo aprieto yo? Porque hay que darle con mucha fe.
Ah, vale. Vale.
Luego para todo el público
también tenemos un regalo. ¿Sí?
Está todo preparado. ¡Hostias!
Bueno, está todo preparado.
Bueno,
bienvenidos. Muchas gracias.
La cajita.
Viene en una caja, Cardoner
o de Cologne Sexy.
Berto Romero con mandarinas.
Uy, uy, uy. Y pone
Fua, ahí lo llevas, en un lateral.
Impregnate de algo adulto.
Son todas frases que he dicho yo.
Impregnate de algo adulto. Hablemos
con el perfumista. ¿Cómo te llamas?
Yo soy David. Tú eres la persona
que mezcla, que es un oficio muy guapo,
eh. Sí, bueno, yo soy perfumista.
Sí, ¿eh? Sí. Qué bonito,
tío. Mira, aquí tenemos el fresco. ¿Debes tener
una nariz
privilegiada? Quiero decir que... Bueno, os dejo
que habléis de este tema. No. Tú eres...
Tienes que percibir muchos
matices entre aromas
y estas cosas, ¿no? Sí, sí. Bueno,
hay un tema que es el tema de reconocimiento
de cosas, pero sobre todo es la creatividad,
¿no? Porque para hacerte algo con
las cuatro frases que dijiste,
pues, bueno, ha sido un reto porque me lo
planteó Miguel Ángel.
Y al principio me decía que estaba loco,
pero dije, bueno, como es marketing...
Pues habéis lanzado un poco al vacío porque yo
ahora voy a oler
este perfume y la...
La carambola sería que
a mí primero me gustara
y ya sería increíble que yo
identificara ese olor como algo
adecuado a mí. Correcto.
Este... ¿no? Sí.
¿Cómo, cómo? Los aromas son literalmente
los que dijiste. ¿Pero tú te
acuerdas que yo lo dije estando de Wasa?
A ver, espera, a ver.
Lo principal era el romero
y la mandarina. Romero y mandarina.
Esos fueron los ingredientes principales. ¿Y qué has añadido
más? Un poco de creatividad mía.
Eso es lo que espero que...
Pero buena, ¿no? No mata moscas ni cosas.
No, o sea, todo
se puede llevar, ¿no? Perfectamente. De hecho
es una colonia, así que la puedes llevar todos los días.
Ni la he oído.
Traejo todo para ti.
Estamos viviendo un momento
histórico. Vamos al centro del... Muchas gracias,
chicos. Vamos a ver. Y yo no...
¿Hay alguna forma de aplicación
que me recomiendes?
Pues lo normal es que
tú usas en la ropa. ¿En la ropa? Sí.
No a piel. Bueno, como tú quieras.
A mí me gusta a piel. Pero la concentración es baja,
así que no te va a pasar nada. Oye, esa gente que...
Como mucho te desinfecta. Esa gente que lanza una novia
arriba y luego pasan por abajo. ¿Eso se hace?
Hay gente que hace eso.
Bueno, hay de todo en la vida, ¿no?
Se tira mucho, se tira mucho perfume. Bueno, pero yo quiero saber
si eso es una chorrada. O sea, cuando un perfumero
ve eso y dice, qué idiota.
Esto no se hace así.
O de ponerse unas gotitas en los pulsos.
En mi familia lo decía mi madre. Ponte
aquí en las muñecas
y en el cuello. Eso es de señora
un poco. Claro, lo decía mi madre.
Claro, claro. No lo decía un perro. Bien.
Yo no... Hombre...
No recuerdo ningún programa de radio que haya inspirado
un perfume. Yo tampoco. Debe haberlo,
pero nosotros no lo sabemos. ¿Y entonces esto
es lo que comercializáis? No, no.
Esto es una... Hombre...
Claro, está mi cara. Es una idea,
correcto. Vale, vale, vale.
Teníamos que enseñarlo para ver qué
pasaba. Es que ya me estaba enfadando.
Vosotros vendéis esto con mi puta cara.
Sí, sí. Voy a ponerme
la guántame el micrófono. Vale, venga.
Atención,
Berto. Se está poniendo
los pulsos, un pequeño flush flush.
No, ha decidido que en la camisa.
Y se la está
oliendo. Vamos a ver.
El hombre que nos habló
de los frutos secos ahora nos hablará de los olores
secos.
A mí me gusta.
¿Sí?
No la he visto venir.
Pues no está mal,
no está mal. No está mal.
Incluso la cajita tiene su broma,
tiene algo como clásico.
Sí, parece como de whisky.
Está ese YouTube de perfil.
Berto Romero con mandarinas. Es que está guay.
Oye, esto, qué lástima
que han pasado las Navidades. Un buen regalito
de Navidad. Bueno, vienen otras.
Últimos dos minutos del programa.
Últimos dos minutos del programa. Vamos a ver
qué nos podemos encontrar en la urna.
Dice Roberto Almero
desde Madagascar.
¿Qué es lo que más envidiais el uno del otro
y qué es lo que más envidiais de Oli?
¿De Madagascar?
Hostia, qué guay, tío. Un abrazo.
Tengo muchos vínculos. Yo no envidio nada de ti.
A mí me gusta todo de ti.
Porque sé que lo que tú tienes y yo no tengo,
también lo tengo yo.
Y ahora puedes compartir mi olor también.
Sí, sí. Incluso
de cara al verano, cuando lleguen los mosquitos,
también lo puedo usar.
Bueno. ¿Qué se dijeron
en la primera llamada de teléfono de la Historia?
Dice Sergio desde Pamplona. ¿Creéis que fueron
todos detalles técnicos o ya se dijeron frases tipo
¿Y la familia qué tal?
Primera llamada de la Historia, ¿no?
¿Quién fue? ¿Meucci?
¿Meucci?
Sí, bueno, dicen que
Graham Bell,
no está claro quién fue.
Los italianos dicen que fue
Meucci, creo.
¿Me suena algo?
Yo lo sé del Padrino III.
Me siento que hablan de esto, pero no me acuerdo.
Sí, Padrino III empieza que sale
Joe Mantegna, el personaje de Joe Mantegna,
que sale muy engorilado
con el tema del teléfono.
El teléfono fue inventado
por medio un chinguito.
Me quiere sonar de ahí.
Bueno, se coordinarían dos personas, ¿no?
Claro, es que la primera llamada
o sea, el invento bueno es el segundo teléfono.
Claro.
El primero no sirve. El invento...
El que descuelga, ¿no?
El invento bueno es el segundo.
Quedaron de acuerdo. Hasta que no inventas el segundo,
nadie entendía para qué querías el invento.
Yo, si hubiera inventado el teléfono, hubiera escondido...
¿Entendéis o no? Inventó el teléfono.
¿Para qué sirve? No lo sé.
Pero, bueno, no lo sé.
Ahora, cuando inventó el segundo,
todo encajó. Todo encajó, claro.
Para llamar al otro...
¿Yo sabéis qué hubiera hecho?
¿Tiene sonido de teléfono? Si puedes buscarlo, compañero.
Ah, bien, este. No es mal chiste.
¿Sonido claro?
Es un chiste como más... Ya, ya, ya.
Yo, si hubiera inventado el teléfono,
no lo hubiera dicho nadie.
Sí, ¿eh? Y hubiera dejado
escondido el teléfono...
Receptor. Receptor.
En una habitación X. Y yo,
desde otra o en otra ciudad,
hubiera llamado, hubiera sonado algo así como...
Imagínate que estás, por primera vez,
oyes esto.
Bueno, es que he pedido un sonido, pero a lo mejor no lo pones.
No, no pasa nada. Bueno, no pasa nada.
Te imaginas, ¿no? Ring, ring...
Y tú no decías nada.
¡Vaya susto general!
Exacto.
Sin haber escuchado en la vida.
La gente... ¡Hostias, qué es esto!
Y escondido,
que no lo encuentren.
¿Qué es esta magia? ¿Qué es esta magia?
La gente huye de la casa.
Huyendo de la casa.
Claro, claro.
Muy estridente. Muy estridente.
Y tú todo el rato llamando.
Como un borracho.
Todo el rato, todo el rato, todo el rato.
¿Y si el primer mensaje...
de la historia del teléfono...
Ya está, ya está, gracias.
Si el primer mensaje de la historia del teléfono fuera pedir cambiar de compañía.
Primero.
Oh, me encanta.
Es el que te llama y dice...
Soy Nelson, ¿no?
Que me llamar...
Otro episodio, pero no da tiempo porque tenemos que acabar.
Porque me dijo usted con qué compañía está.
Yo le dije...
¿A usted no le parece que es una pregunta muy personal
esta para hacérmela por teléfono?
Muy bien. Dijo...
Bueno, pero queremos ayudarle.
¿No le parece que quieren ayudarme demasiado?
Como para pedirme esta cosa privada mía.
Hombre, pero usted...
No se enfade porque no sabe usted lo que se está perdiendo.
Sabe usted lo que se está perdiendo.
Un mundo de oportunidades
con el teléfono.
Dije, no quiero conocerles.
Quiero vivir en la ignorancia
telefónica.
Me ganó la vida con esto, ¿no se lo dijiste?
No sé de qué me habla.
Oye, me dice que acabemos.
Propongo que acabemos el programa con una música
suave y un teléfono sonando.
Y este sea como
una recreación de aquel episodio que nunca sucedió.
¿Vale? Nos vemos en Madrid.
Sí, sí.
Voy a ir, voy a ir, por supuesto.
No, no, es que te he visto como dudando. Yo estoy ahí primero.
Es que si no vienes no se puede hacer el programa.
Sí, hombre, sí podría. Anda que no.
Vale, venga. Gracias a todos.
No aplaudáis, no aplaudáis.
Es que os rabiáis en ganas.
Pero no aplaudáis porque vamos a dejar música
y un teléfono sonando. ¿Has dicho os rabiáis en ganas?
Sí, os rabiáis en ganas.
Ya sé que ha sido un error, pero me parece tan bonito.
Gracias, gracias. Es que a veces
quiero reinventar el lenguaje. Os rabiáis en ganas.
Podemos meter eso
en el himno. Pero estoy muy cansado. Llevo dos horas
hablando. No puedo construir bien.
En el himno. Oh, rabiáis en ganas.
Exacto.
En vuestra cara, ¿no? Gracias y
adiós. Bueno, si queréis aplaudir flojito.
No, hombre, aplaudir flojito parece que llueve.
Mira, probadlo.
No, no se percibe.
Pues nada, ya está. Ya tenemos aplausos
para varias vidas. No hace falta.
Hoy nos vamos así. Música. Por la poesía
de una música tranquila y un teléfono sonando
en lontananza.
No, en lontananza, no. En una casa.
Adiós. Gracias.
Música.
Adiós, adiós.
Música.