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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Reöffirmación de historia
Andrew Bonafuente y Berto Romero presentan Nadie Sabenada
veteranos
Bienvenidos, bienvenidos Nadie Sabenada. Qué tal, cómo estáis?
Ya, ya, ya, ya. Muchas gracias.
Gracias. Que bien.
Instrumentitos, público, ya está, ya está la cosa.
¿Cómo estás? ¿Qué tal, Roberto, cómo vas?
Pues no estoy muy bien, ¿eh? Vaya hombre, vaya.
No estoy muy bien. ¿Qué me dices?
Llevo tres días sometido a mucho estrés en mi casa.
Sí, eh. Sí.
Debido a qué.
Pues que tenemos un reloj que se ve que va por radio.
Ah.
Yo pregunté qué le...
¿Qué... qué...
¿Qué ocurre con este reloj que es diferente a los demás?
Sí.
Mi mujer, a qué quiero muchísimo, me dijo, es que esto...
No sé.
Dijo, sí, claro, me consta.
Dice...
Dice, es que va controlado por radio.
O sea, él mismo se autogestiona con la radio.
Pues lleva tres días, que el reloj está así.
Mira, te grabó un vídeo, esto es de esta mañana, eh.
Mira cómo está el reloj desde hace tres días.
Vamos a ver, ese reloj que va por radio, que seguramente...
Dando vueltas el segundero como loco,
ya. El minutero también va a Toa Castaña.
Sí.
Y el de las horas está en las doce.
Hostia.
O sea, cuando de la vuelta...
Otra vez las doce.
Otra vez las doce.
Está en un mediodía eterno.
Lleva tres días así.
Hostia.
Si ustedes saben el miedo que me da a mí ver el reloj, ese.
Pues yo he visto un mollón de películas de ciencia ficción
y sé que cuando pasa eso es que viro alguna cosa muy jodida.
Claro, pero escucháme una cosa.
De viajes en tiempo.
Escucháme una cosa, eso es la vida.
¿Cómo?
Eso es una mitad hora.
No, eso es un reloj.
Un reloj ropeado.
Pero, coño, eso es como cuando tú...
Esto que mira, a ver,
eso es una sección sobre vida.
Bueno...
Una sección sobre vida.
Sí, sí, sí.
Se llama...
Vida.
Estar vivos.
Estar vivos.
Venga.
Estar vivos con Andréu Bonafuente y Berto Romero.
Bueno, más bien con Andréu Bonafuente que su...
Bueno, entonces, ¿yo qué hago?
Me voy para que estés tú tranquilo.
La he propuesto yo, tú vas a ser un mero espectador.
Vale.
Activo, colaborador, pero no tienes la entidad de estar en la cabeza.
Puedo ser personaje, así no sé yo si te molestió más.
Sí, sí, sí.
Estar vivos.
Una sección sobre la vida.
No, pero a ver.
Con Ricardo Calafel.
Sí.
Tú eres Ricardo Calafel.
Ricardo Calafel.
Y hoy invitado, Andréu Bonafuente.
No, no, no, no, no, no, le has dado la vuelta a todo.
Coño, ahora que has hecho una invasión de mi sección.
Ahora ya la tienes tú toda.
Bueno, es igual.
No, yo simplemente soy el presentador.
Vale, bueno, Ricardo.
Dios.
Muy bien, mira que hay presentadores y han tenido que coger uno
con un defecto, ¿no?
Bueno, hay varios en la radio española.
Ya, ya, ya, ya.
No se preocupe, algunos han hecho cabela.
Ya, ya, ya.
¿Han hecho?
Cabela.
Cabela.
Muy bien.
¿Y qué mala suerte llamarse?
Uy, caldo, ¿no?
Bueno, bueno, la vida no es fácil para nadie, ¿verdad?
Ya, ya, ya, ya.
Frenillo, ¿eh?
Tengo varias defectos.
Tengo desde la L, tengo desde la L, también L.
El madre mía.
Pedo, pedo de la cabeza.
Ah, la es.
Teo Vavio, Teo Vavio.
Usted cuando se emborracha habla normal, ¿no?
No lo sé, yo no me he drogado nunca.
Ah, vale, vale.
Bueno, lo que quería hablar, Ricardo, en su programa,
o el mío ya no lo sé,
es de las percepciones que tenemos sobre el...
Percepciones.
Percepciones, sí.
Joder, y sobre el paso del tiempo.
Y a usted se va a encontrar, Ricardo,
que no sé qué da tiene, qué da tiene.
Cuarenta y...
Tres.
Se ha quitado respecto a Averto Romero, ¿no?
Sí, pero solo cinco.
Ah, vale, vale, vale.
Vale, pues...
Porque no tiene una energía muy de joven, esta persona.
Vale, vale.
Usted se da cuenta, Ricardo, cuando llega a los cincuenta...
Llámame a Dwychik.
Bueno, Dwychik...
Usted se da cuenta...
No, tú puedes decir Dwychik, tú puedes decir...
Dwychik. Uy, te ha costado, ¿eh? Uy, fuó él, tu puedes decir Dwychik.
Usted se da cuenta, cuando llega a los cincuenta,
y quizá alguien del público aquí también,
que no sé...
Bueno, hay gente bastante joven.
Vale, no ha llegado nadie a los cincuenta, muy bien.
Así sé que...
Oh, me cao que llegará, crees de ser a la muerte?
No, no, no, no.
Que no han llegado todavía.
Entendido que decía que nadie llegará.
Oh, me cao que llegará.
Ah, joder.
Pero los veo jóvenes.
No todos.
A uno se queda por el camino, ¿verdad?
La vida, la vida.
Siempre volvemos a la sección.
Sí, la vida.
Se puede hablar sin señalada.
Cuando pasas los cincuenta, la vida va a todo.
La hostia, la hostia.
Ese reloj.
Ese reloj.
Eso es lo que ha traído usted.
He traído yo.
No, no ha traído usted, ha traído Berto.
Ese reloj es una metáfora perfecta.
Falta.
Si te lo regalaran a los cincuenta...
Usted también tiene un poco, ¿eh?
Es que se me pega.
Entiendo, entiendo.
Mira, le voy a contar una cosa.
Estamos en la misma sección, pero ya...
Sí, por supuesto, pero es una parte más relajada de la sección.
Yo cuando era muy jovencito, pero como es la vida, cabe todo.
¿Tienes la música de la media?
No, no, no, no, no.
Muchas gracias.
Vale.
Vete, niños.
¡Apropa!
Va a contar otra de sus anécdotas de infancia.
¡Malabares!
Sí.
Cuando yo era joven...
¿Qué haces? Es uno que lanza fuego.
Ah, vale, sí, sí.
Sí, por mi casa, todo el rato iba a mi padre tirando fuego.
Pero por otro lado, bien, es igual.
Yo trabajaba en la radio en los ochenta.
Y entonces, cuando empecé,
yo tengo un problema, o tengo muchos,
pero uno que he detectado es que tengo un mimetismo incontrolable
hacia la manera de hablar de mi entrevistado.
Eso lo he visto yo en entrevistas.
Soy Berto ahora.
Te he visto...
¿Ya no estás Richie?
Sí, sí que soy, pero...
Vale, vale, vale.
¿Se me duele queda? ¿Se me duele queda?
No, no, no.
Yo me he dado cuenta que entrevistando a argentinos,
por ejemplo, tú les...
adoptas un poco de acento argentino.
¿Y esto yo lo hacía mi padre? ¿Cómo estás?
Sí, sí.
¿Cómo fue la gira?
Sí, el celular.
Sí, el celular no dice.
¿Puedo decir celular?
Bueno, puedes decir, pero no lo dices.
Sí, bueno, pues, tío, no lo puedo evitar.
Yo considero que se empatía como internacional.
Sí, es verdad.
Yo quiero conectar contigo.
Y ser un poco tontico también.
No sé qué tanto por ciento habrá de cada cosa.
Bueno, y cuando yo era muy joven,
resulta que había en mi ciudad
un deportista muy famoso que era un campeón de una disciplina.
No voy a dar más datos.
Yo sí que donde voy, porque...
No, porque es la vida.
De acuerdo.
Pero me pongo aquí en un segundo plano.
¿En un discato segundo plano?
Bueno, sí, como quiera.
Entonces, yo era periodista deportivo.
No me pregunte por qué.
Un error del sistema
que yo me dedicaba a los deportes con 18 años.
Sí, sí, sí.
Pero yo tenía que hacer cosas que hacen los deportes,
que es programas, entrevistas,
con protagonistas del deporte locado.
Sí, sí.
Había un deportista local que era campeón,
además muy potente, creo que era campeón de España,
de una disciplina, ¿vale?
No vamos a dar más información.
Si os doy muchos detalles.
Sabremos quién es.
Sí, a lo mejor sí.
Bien, si me caliento, ya lo diré.
Vale.
¿Qué te...
Habría un pequeño problema de habla.
Vale.
Bueno, oye, pasa nada.
Si no, una tranque.
Vale, se trancaba.
Se trancaba con una moto vieja que dice Miguel Montonado.
Bien, y además se lo lleva con cachondero.
Sí.
Y yo lo entrevisté.
¿Tienes que creer que estaba entrevistándolo
y yo acá, acá, acá, acá, acá, acá hablando como él?
Hostia, pero ya aquí ya no estabas con acento.
Aquí ya estabas en un terreno un poquito más pantanosa.
Mi metismo comunicacional, no te digo.
Sí, sí.
Recuerdo que estábamos en un estudio de radio,
había la técnica de sonido y como que a mí miraba diciendo...
Hostia, este tío es tonto, ¿no?
¿Qué hace? Pues yo no lo podía evitar.
No me estaba riendo de él, ¿eh?
No, me imagino, yo me imagino.
Oye, ya que hemos entrado en este tema.
Sí.
Voy a aprovechar para meter una cuña,
porque me escribió la logopeda de mis hijos.
Co-co-co-coño.
Que se llama Núria y me dijo que la ADCAT,
que es la asociación de la Tartamu desde Cataluña...
Sí.
Y me voy a decir, si algún día sale el tema...
Sí.
Decid que la gente que tenga la Tartamudez...
Sí.
Que se llama disfemia...
La propia palabra no ayuda.
No, disfeme...
Sí, no ayuda Tartamudez, no ayuda.
No ayuda.
Pero está disfemia, que es como la versión buena de la palabra.
Disfenos.
Sabes que cada palabra... Las palabras tienen dos versiones siempre.
Sí, sí.
Una buena y una mala.
Bueno, no sabía, pues igual que sí.
Disfemia, que se lo traten, que se consiguen...
Se consiguen muchos resultados y pueden tener una vida...
Muy satisfactoría.
Perfecto, sí.
No quisiera ya la provocar a todo un colectivo.
Me estás mofando.
Yo solo digo lo que me pasaba, que no me sentía orgulloso.
Lo que mis compañeros, ¿sabes lo que has hecho?
Tío, no me da cuenta, no me da cuenta.
Bueno, pues ya está.
Hasta aquí la vida.
Ricardo, gracias por venir.
Yo, el programa de hoy no lo voy a cobrar,
porque el programa de hoy no he dicho nada.
Le cambia hasta la cara cuando habla, ¿eh?
Sí, porque la mambívula baja.
Jodos...
¡Vo, vo, vo!
Luis, un placer.
Un placer para mí también.
Hasta otra, gracias.
Adiós, adiós.
También te digo que cuando Núria a la logopeda
me planteó esto, le dije que tendría que hablar con Maldonado,
que es el que lleva este tema.
Me dijo, no, no, al otro.
Maldonado, yo no estoy seguro de nada sobre Maldonado,
pero en general, cuando él hace divulgación autoparódica
de su propio atranque, pero es bueno o es malo
para un colectivo más o menos afectado.
Ya, pero ¿y Maldonado es bueno o es malo?
Claro que te digo, no sé.
Mira, su salida tiene un ratón desde Twitter.
¿Un ratón chiquitín?
No especifica todo.
Y si a la hora de conducir, no creéis que deberían hacer
un control del sueño, además del de alcohol y drogas,
yo casi soy igual de peligrosa con sueño,
que alguien con tres cervezas.
Pero ¿cómo se hace un test de sueño?
Hombre, se podría.
Porque con el tubo es fácil soplar, pero para saber si tienes sueño.
Bueno, si te pones el tubo y tú soplas por otro lado,
es que ya no sabes ni... ¿me entiendes?
O soplas para dentro.
No lo sé, no lo estoy inventando.
Oye, por cierto, tengo una bíbectota de naturaleza.
Adelante.
Sabes que lo trabajo mucho este campo.
Había trabajado en otras épocas del nadie.
Bueno, que he estado en estado outdoor.
He estado outdoor.
¿Qué decir? ¿Qué ha salido a la calle?
Bueno, he estado en contacto con la naturaleza.
Ah, muy bien.
En mis recientes vacaciones.
He estado viendo vacas, viendo caballos.
Sí, yo no contaste que te caíste de un caballo.
¿Te caíste de una vaca también? No, no me monté las vacas.
¿Tiene mal montar la vaca? Sí, sí.
Excepto si eres el toro.
¡Wow! ¡Wow!
Bien, bien, bien, bien, bien.
Pues nada, y me acordé de que históricamente,
aquí en el programa, en el nadie sabe nada,
yo había traído diálogos.
Estaba intentando algo titánico, ¿no?
Que es que, como humano, comunicarme con animales.
¿Tú te acuerdas que aquí, bueno, he sido célebre en mi contacto con sapo?
Sí, sí, sí, sí.
Las ranas con cerdas y cerdos.
Descubrí que la cerda no hace...
Eso, ¿no? No.
No te acuerdas, coño, si estabas tú aquí.
De esto en concreto, por no tengo muy presente.
¿Qué te digas? La cerda hace...
No, no, no, no, no.
Ah, tiene como un... Sí, sí, sí.
Un gruñer más intelectual.
No, esos son más, compañero, pero...
Y se ha establecido... Sí.
...un canon que dice, el cerdo hace...
No hace eso, ¿no? No.
Vale, vamos a ver. Sí, hombre.
Entonces, si quise seguir explorando.
Y por un momento pensé, ostia, ¿no has tratado el tema de gallinas?
No, es que es un animal que yo...
Yo los pollos de la gallina, de verdad, ¿eh?
O sea, un animal que camina y a la vez tiene que hacer así,
con la cabeza yo no lo entiendo.
Si mueve los pies, mueve los pies. Pero esto, ¿para qué?
Es que no lo entiendo.
Lleva un ritmo interior, ¿no? Sí.
Es que las gallinas vienen de los dinosaurios.
Sí, es el pariente más cercano, ¿no? Sí.
Se lo dije a mi hija y no me creyó.
Se ha descubierto ahora que están con el debate
de si tenían plumas o no.
Y se ve que muchos dinosaurios tenían plumas.
A ver. Venían con todo el penacho de colores.
Ostia. Pero que no han quedado fósiles.
Claro, porque la pluma quiera generar, pero sí que queda algo.
Se ve que queda algo.
Y también te digo que un parque jurásico con todos en plumaos,
eso... Como que no da tanto miedo, ¿no?
No, no. En más festivo.
Si viene con flequillos, no da tanto miedo.
No, no veo música de fondo, carrozas, no es lo mismo.
Bueno, quiero decir.
Entonces, estuve con gallinas. Sí.
Estuve con gallinas. Muy bien.
Bailando con lobos, estuve con gallinas.
La próxima de Kevin Costner.
Usted, Kevin Costner, ¿qué viajaba pegado?
Hombre, claro, pero todo el mundo, ¿eh? Si te fijas.
Tiempo pasa. Están vejeciendo gente que no veía en vejeción nunca.
Sí, sí, es verdad.
Bueno, tengo un vídeo que te voy a poner,
en el cual intento dialogar con ellas.
Es inútil, spoiler. No funciona.
Estás intentando hablar con gallinas.
Sí, bueno, intentar imitar su sonido
para ver si ellas creábamos un patrón.
Es la decadencia de un profesional del mundo del espectáculo,
cuando ya su público son gallinas.
Posiblemente, posiblemente.
Venga, lo entén. Aquí vemos las gallinas.
Solo las gallinas.
Muy bonito el plano. Sí, sí, caóticas aleatorias.
Parece un documental de National Geographic.
Sí.
Bueno, porque tengo un celular que graba muy bien.
Estío, que...
Este soy yo.
Escucha.
Eres tú.
Pues...
¡Ah!
Pero...
Pero...
Eres yo.
Ellas.
Me están hablando, pero no sé qué me dicen.
Bueno, luego vi varias cosas, quiero analizar este vídeo.
A ver.
Me equivoqué en el plano final.
Tenía una posición de zoom que no podía quitar.
La cámara muy cerca, si te veía el morro.
El empaste.
Y varias cosas más.
Las gallinas se la apela todo.
Si ya puedes estar ahí tres horas...
Yo quise también innovar.
¿Qué les estabas diciendo?
¿Qué les estabas diciendo en gallina?
Porque a lo mejor le estás diciendo,
hace como que no me veis.
¿Vosotra era vuestro rollo?
Ah, coño, no.
Mi cabeza era, soy Andrés, soy vuestro amigo.
Sí, no os voy a comer.
Pero ellas...
¿Has visto lo caótico de un gallinero?
Sí, sí.
No hay un plan, ¿eh?
No tienen un plan.
La gallina no tiene un plan.
Una se va para aquí, la otra para allá.
El gallo si ve que se le deja mucho va o no va.
Se van cagando mientras caminas.
Una pone un huevo, la otra no.
Y cuando se hace de noche se acuesta.
Esta es la vía de una gallina.
No quieres llegar, la verdad.
Sí, lo entiendo.
Estuve un rato allí y eso es lo que vi.
Y no ve, no hice cocococ, sino que hice un gorgoreo.
Quiero ver si por aquí tampoco.
Vale, gracias.
Oye, te quiero proponer una cosa.
A pesar que era solo te quiero.
Ya sabes que también, tonto.
Que era lo siguiente.
Mira, no sé si tus hijos,
porque como vivimos en el mismo barrio,
el destino ha querido eso,
juegan a una nueva...
que no es muy nueva, es muy clásica,
pero en mi casa esto no había sucedido nunca.
Una nueva disciplina que llaman Ding Dong Piro.
Primera noticia.
¿No lo hacen tus niños?
Pues les faltan dos telediarios.
¿Qué es eso? Ding Dong.
Vaya, si juegan los niños.
¿Ves?
Los míos no, pero la tuya sí juega eso
y jugó en mi casa un día.
¿Sí? A Ding Dong Piro.
¿No sabías?
No, completamente no.
No hay nadie. Vale.
Y al rato Ding Dong y abro la puerta, no hay nadie.
Hasta que yo me olí la tostada
y estaba escondidida tu hija.
¿Qué es?
Estaba haciendo un poco de delincuencia infantil.
Vale.
Con una milita escondida. Son cosas de chiquillos.
Es eso, no? Ding Dong Piro.
Pero mira, quiero proponer una cosa.
Que no sea cosa de chiquillos.
Me gustaría jugar contigo al Ding Dong Piro ahora.
Tenemos los medios,
que hemos emitido desde unos estudios en Barcelona.
Sí.
De los medios para salir un momentito.
No, yo no voy a tocar.
A mí eso no me gusta.
Pues dime, no soy capaz.
No, sí que soy capaz, pero va en contra de mi...
Pues ya toco yo.
De mi ética y de mi moral.
Pues ya toco yo.
Ni las bromas telefónicas, no me gusta.
Hostia. Pero lo puedo hacer yo?
Sí, yo te acompañaré,
pero te voy a estar recordando todo el rato que eso está mal.
Es lo que voy a hacer.
Pero solo es una llamadita y nos vamos, ¿vale?
Vale, vamos a hacerlo.
Pero a mí no me parece bien.
Pero hay la ilusión que le hará a mi hija,
porque esto lo sabe ella.
Digo, voy a jugar...
Voy a jugar al Ding Dong Piro.
Está lloviendo, ¿no? Mejor.
Ahora venimos, no os vayáis.
Creo que lo podréis ver por algún monitor.
Javi, para agua... Muchas gracias, Rosa.
Para aguas de tu hija, ¿no?
Pues me gusta.
Está cayendo la del pulpo, ¿verdad?
Venga. Vámonos.
Es el peor día.
Es el peor día.
Hostia, una ambulancia, que habrá pasado.
Para hacer Ding Dong Piro.
Oye, oye, oye.
No, lo que no podemos jugar al Ding Dong Piro,
en la puerta donde haya habido...
No, menú.
A ver, un momento. Sí, aquí mismo, ¿no?
Ven, yo creo que esta escalera está bien.
No enfoques, no enfoques, por favor, la...
Yo te digo, hay unos oficinas.
Consultores de gestión psicólogo y naturista.
Esto no está bien.
Sabes lo que es Ding Dong Piro, ¿no?
Sí, pues Ding Dong y Piro.
Vale. No, no, a ver, propongo una novedad.
Toco cuatro.
Toco cuatro. Pero ¿por qué?
Porque hay oficinas.
Igual hay gente que está con problemas.
No, ¿qué va a estar el problema?
Está en su casa tranquilamente, les va a molestar,
pero es que el Ding Dong Piro tiene ese espíritu, ¿vale?
Vale. ¿Cuál quieres que toque?
Tú ninguno, ¿no? Yo no quiero.
Vale, mira, hago.
Cuarto primera, tercero primera, primera segunda...
¡Vamos, corre!
¡Adiós!
¡Corre, corre!
¡Hoy que no se ha visto esta señora!
¡Hoy que cara puesto!
¡Hoy que cara puesto!
¡Ven, sámpada, claro!
¡Sámpada, sámpada!
¡Más!
Tiene usted toda razón.
Se lo venía diciendo yo.
¿Cómo no se ha enfadado?
Se ha dicho que no quería hacerlo.
¿Enborronás de la cara esa señora porque se ha enfadado?
Se ha enfadado eso.
Se ha enfadado, se ha enfadado.
Yo no veo la gracia.
Se puede hacer comedia, sino ferler.
Me esconde.
Se puede hacer humor. Esto es uno de los límites del humor.
¡Venga!
Estoy escondido,
para que Berto no me pegue la bronca,
porque sé que he hecho algo mal,
y ahora me siento un poco mal,
como consecuencia de eso.
Estoy en un punto del plató,
del nadie se ha venado,
donde Berto no me puede ver.
Esto es como los niños. Por donde estaba?
Por allí, por allí.
Vamos a madurar juntos, ven aquí. Berto, no me pegués la bronca.
Ven aquí, hace el favor. Pero no me pegués la bronca.
Que yo sé que lo he hecho mal.
Hace el favor de venir.
No sé por qué suena el timbre si no lo tocao.
¿Qué tal, la mujer? Estaba muy enfadada.
No me atrevió ni a ponerle el micro, porque estaba muy enfadada.
Pero la cara era un poco graciosa también.
No, no quiero decir, era enfado gracioso.
No lo vamos a poder emitir.
Bueno, pues le ponemos un icono de...
Un emoticono, ¿no?
Yo me quedaba allí por si contestaban, decirle,
esto ha sido Andrés Buenafuente,
que no está pasando un buen momento.
Yo qué sé, lo que se me ocurriera.
Es raro que hayamos dado la vuelta,
que yo cuando empecé por haber hallado el gamberro,
y ahora tengo que hacer ello de padre.
Hostia, no lo estoy pasando bien.
¿Tienes razón? No creo que tenga yo que...
Un señor, casi 60 años...
Sí, sí.
Cuando tienes razón, tienes razón.
Pero un poquito bien te lo has pasado, ¿no?
Hay un color lamparón en la hora.
Parece en gotas de lluvia.
Pero son lágrimas.
Las lágrimas de cómico, que sabe que ha pasado una línea...
Mira, Andrés... No roja, ámbar.
No hay ni ámbar.
Lo siento mucho.
No me voy a jodir.
Esa frase siempre funciona.
¡Ve sino eso!