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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 753
Time transcribed: 6d 14h 7m 47s

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Siempre te regalan cosas curiosas, como aquello que hacía un ruidito de rana.
Claro.
¿Es porque eres de esos que guardan un montón de mierdas en su casa?
Si es así, cuéntanos más sobre esto, por favor.
Hombre, soy... Ahora he parado un poquito, pero tengo todo, cajas y cajas y cajas en un almacén.
¿Qué piensas hacer con eso cuando mueras? ¿Comprarte una pirámide?
No, una pira, quemarlo todo.
¿Quemarlo, no?
Quiero que me quemen el cuerpo, como a mí me va... Yo he pedido que me incineren.
¿Ah, sí?
Sí, sí, sí.
El pasaje es que cuando lo digo no me escuchan.
Hombre, pero claro, hay que pedirlo formalmente, ¿no?
Sí, ¿cómo?
¿Tú no has hecho testamento?
No, todavía no.
¿No has testado?
No, no, no. Yo estoy testado ya.
Vale.
Algo de esto.
Bueno, y voy a hacer...
Tienes que dejarlo ahí escrito, ¿eh?
Yo lo he hablado con la gente que va a estar en primera línea.
Bueno...
Bueno...
Muy aventurado eso.
Ya, es verdad, es verdad.
Pero el caso, que yo quiero que pongan todas las mierdas que tengo acumuladas...
¿Alrededor?
¿Alrededor? ¿Debajo?
Ah.
En lugar de madera...
¡Mierdas!
Y entonces se quema y hacemos dos cosas.
Un homenaje, me hacen,
y también elimino un montón de residuos.
A mis cojones que se van de viaje, ¿no?
Correcto.
Nunca mejor dicho.
Pero tengo cosas de todos los años...
Porque a mí me sabe mal tirarlo, tío.
Ya, ya, ya.
En eso somos muy distintos.
Mira, yo trabajaba con un...
No diré nombres, ¿eh?
Trabajaba con un...
Una persona.
Y...
Que también gozaba de...
En ese momento...
Mucha repercusión mediática.
Sí.
Y la gente mandaba cositas.
Ah, ya sé quiénes.
Bueno, no digas, porque...
Vale, ya sé quiénes.
No sabes exactamente.
Bueno, pero a mí me lo imagino.
Bueno, y entonces...
Tú no vas a agradecer que personas que han venido aquí
te traigan una cosita.
Sí.
Por lo que sea, solo una.
Jajaja.
Pero...
No, normalmente traen cositas.
Y, hostia, a mí me emociona esto.
Sí, a mí también.
En la medida de lo posible,
que lo he dicho dos veces hoy, fíjate,
en la medida de lo posible,
la segunda vez que lo digo...
Enhorabuena.
Ahora tres ya.
Lo guardo.
Sí.
¿Por qué? Porque es un trocito de ellos.
Ya...
Es nuestro vínculo.
Sí, pero...
Es que a mí no me gusta acumular mierda.
Pues no los guardes.
Ya los guardo yo.
Cuando digo mierdas me refiero como a objetos, ¿no?
Cosas.
A mí no me...
Odio tener cosas.
Vale, yo trabajaba con uno,
que cuando acababa el programa venía la gente y decía
mira, Fulanito, han traído esto.
Y los miraba y decía
¡Otra mierda!
¡Pum!
Y lo tiraba a la papelera.
Ya, ya, ya.
Y yo pensaba, hostia, yo si alguna vez llego a esta posición,
no quiero tirar esto a la papelera.
Pues lo mío es peor.
Sí, peor que esto.
Porque yo no soporto tener trastos,
me molestan mucho, siempre quiero hacer limpieza,
me gustaría tener una casa de estas, como japonesas,
que no hay nada.
Ya.
Como zen.
Realismo rancio.
Y...
Eso es realismo rancio.
Igual sí, es un poco realismo rancio, a lo mejor sí.
Igual sí.
Pero yo...
A ausencia de recuerdos, ¿no?
No es ausencia de recuerdos, yo quiero...
Yo quiero libertad.
Yo...
Vete a Madrid, coño.
No, no de eso.
No, no, no.
¿No?
No, no es eso.
Ah, no, no.
Es otra libertad.
A ver.
Yo creo que los objetos te esclavizan.
Desde que vi el Club de la Lucha, que lo decía Tyler Durden...
Sí.
Yo pensé, hostia, esto...
Yo me siento identificado con esto.
Creo que los objetos son como una mochila de cosas
que tienes que cargar siempre.
Son piedritas en una mochila, ¿no?
En cuanto a menos cosas tenga, pues mejor.
Pero...
Pero tengo muchas.
Y además tengo...
Bien que tienes hijos, por ejemplo.
Tengo hijos que son como tres espirales de síndrome de diógenes
en marcha continuamente, que recogen y trituran cosas continuamente.
Entonces, yo vivo en una cierta contradicción siempre.
Entonces, cuando me dan objetos, pienso...
Muchas gracias.
Qué bien, pero...
Me esclaviza.
Y a veces los guardo un tiempo, pero llega un momento que a lo mejor...
Ya.
He tirado alguno.
No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no