logo

Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 753
Time transcribed: 6d 14h 7m 47s

This graph shows how many times the word ______ has been mentioned throughout the history of the program.

José María, José María, José María, vale.
Ahora el FAC se ve como algo viejo uno, pero en su momento es una irrupción.
No, no, no, nació viejo uno ya.
Ah, nació viejo uno ya.
Yo lo diseñé ya con la intención, con la intención de que fuera un aparato arcaico.
Yo ya dije, me propusieron papel bueno, dijeron, esto va a ir con papel bueno,
y yo dije, no, quiero una mierda de papel.
Y me dijeron, ¿quiere que se imprima? Y dije, no, que se queme.
¿Sabes por qué? Recuerda que era como una quemazón.
Sí, sí, sí, sí.
Era un papel quemado.
Dije, quiero papel que si luego no le haces una fotocopia se pierda.
Y en dos semanas se vaya a tomar por culo lo que ha llegado.
Y me preguntaban, ¿por qué esto, José María?
Y dije, porque quiero ver el mundo arder.
Porque soy un loco.
Como una mala persona, ¿no?
Sí, sí.
Y me dijeron, ¿cómo quiere que se llame?
Me propusieron varios nombres.
La Impresión Fantástica era un nombre.
Muy bueno.
Telepapel.
Telefono con folios, ¿no?
Impresor a distancia.
Nombres guapísimos.
Y a mí se me ocurrió, fax.
Fax you.
Y me dijeron, ¿por qué?
Dicen, porque es lo que quiero, que os jodan a todos.
Fax.
Yo he sido siempre una persona con muy mal interior.
Ya.
Una persona...
Sí, sí, sí.
Por dentro tengo la entraña negra.
Ya, ya, ya.
Luego se coronó usted con el módem, ¿no?
Acabo de escupir el suelo.
Sí, sí, sí.
Guau, joder, no habíamos pensado en eso.
El módem también es una obra del diablo suya, ¿no?
No, no, eso lo llevó un primo mío.
Ah, vale, vale.
El módem con ruidos.
El módem con ruidos.
El módem no tenía por qué hacer ruidos.
Oh.
Porque mi primo...
En mi familia somos todos unos hijos de puta.
Sí.
Esto es...
Unos de puta tecnológicos, ¿no?
Sí, sí, sí, sí.
Nos gusta joder, ir a joder.
Ya.
Y el módem lo inventó y le dijeron...
¿Cómo lo quieres?
Silencioso, ¿no?
Y dijo, no, no, no.
No, no, no.
No, no, no, no.
Quiero...
Quiero que haga ruido.
Porque...
Porque el ruido es por unas roscas que tiene dentro.
Porque era como un telefonillo que marcaba el número.
Sí, sí.
Marcaba dentro.
Clic, clic, clic, clic.
Y dije yo, pon roscas.
Pero ni una gota de aceite tiene que...
Mi primo, mi primo dijo.
Sí, sí, sí.
Ni una gota de aceite va a entrar aquí.
Seco, seco, ¿no?
Seco como el culo de un perro y que cada vez que llame haga...
Bueno, sí, sí.
Ese sonido es.
Bueno, ahí está.
Y cuando empezó internet, las fotos se podían cargar mucho más rápido.
Pero yo hablé con el inventor y le dije que caigan a trozos lento.
Especialmente las fotos destinadas a la masturbación.
Bueno, bueno.
Paja a medias.
Quiero pajas a medias.
Yo inventé el tocadiscos, el vinilo.
Ah, ¿sí?
Sí.
Hombre.
El vinilo se planteó, la primera opción, en un material inrayable.
Material inrayable.
Sí.
Y era de puta madre.
O sea, los discos eran eternos, ¿no?
Lo podías morder, podías...
Lo podías chupar un perro, ¿no?
Podías dárselo a una manada de gatos impregnado en hierba de esta que le vuelve locos a los gatos.
¿Sabe que hay una hierba, que es como la cocaína para ellos?
No sé, no sé.
José María.
La laven, la laven.
Pues lo podías impregnar en eso.
El gato rayaba, rayaba, rayaba, rayaba.
Y nunca, nunca se rayó.
Y dije yo, no, vinilo.
Vinilo.
Y la primera vez que se inventó, no era con una aguja, era con una esponja.
Con lo cual, si el disco no se rayaba, imagínese al pasar una esponja.
Simplemente lo abrillantaba.
Y dije yo, esponja y material rayable.
Que les den por culo.
Que a la tercera vez ya no se puede escuchar la canción entera.
Que haga...
Y la aguja de diamante, que sea cara, ¿no?
Porque soy un hijo de puta.
Ya, ya, ya.
Pues José María ha renovado usted...
Y en el futuro, más vale que no me dejen inventar a mi nada.
Ya.
Porque como lo invente yo, el próximo móvil que yo desarrolle, al acercártelo a la oreja, te muerde.
Yo me ocupo de la desactualización de Google Maps.
Vale.
O sea, yo cuando se cambia una carretera, cuando se hace una rotonda, cuando se cambia un trazado,
yo me encargo de frenar la actualización de Google Maps.
Muy bien.
A ver si te puedes salir de la carretera y romperte la puta cabeza.
Vale.
¿Seguro que lleva usted también esa flechita que sale como una lucecita azul que indica la dirección,
que tú has cambiado y ella no ha cambiado todavía?
Primera noticia de esa flechita.
No sabía que existía.
Escúchame, José María.
Pues tanto no habrá trabajado en ese proyecto.
Ya le digo que no me importa.
Bueno, ya, ya lo sé.
¿Qué flechita?
¿Qué flechita?
Coño, el puntito blanco que te dice dónde estás y luego sale con un foquito azul que dice,
vas para allá, vas a la derecha, vas arriba, vas a la izquierda.
Eso no ha existido nunca.
Usted no sabe leer mapas, no sabe mirar un móvil.
Y con la carraca, porque ningún programa selecciona a sus invitados.
Da igual.
Y yo soy el creador de que la voz de Google Maps suene rara.
Se podía haber hecho perfectamente con inteligencia artificial, que hablara perfectamente,
que hilvanara las frases perfectamente, pero yo soy el que...
Habla un poquito más lento.
Habla un poquito más.
Esto es radio, ¿eh?
Bueno, sí.
Esto es radio.
Es característica de este personaje.
Bueno, sí, ya, bueno, pero...
Mi...
¿Así está bien, de lento?
No.
Sí, claro.
Que se pueda entender.
Mi aportación fue que cuando hablara, fuera como a trompicones.
Dijera...
En la...
Siguiente...
Derecha.
Ya.
Para poner nervioso.
Lo grabó en pistas separadas, ¿no?
No, no, lo grabó perfectamente.
Ah.
Y luego yo lo trocé y lo mezclé raro.
Hostia, pero qué mala persona, ¿no?
Ya lo digo, ya lo digo.
Joder, sí, sí.
Voy a...
Siempre me sorprende, ¿eh?
Voy a escupir en su micrófono.
No, no, no, no, no, pero...
Usted fue el inventor de la aplicación Wallet.
Correcto.
Que mucha gente usa y que es...
Fíjese.
Sí, sí, sí.
Es una cartera...
Es una cartera virtual.
Dentro del móvil.
Es una cartera virtual.
Entonces, ¿qué...?
La inventé yo.
Sí.
Mira, la primera decisión que tomé fue no llamarle cartera.
Muy bien.
En español.
Sí.
Porque esto se inventó en inglés.
Sí.
Lo inventó una persona de raza inglesa.
De raza inglesa, sí.
¿Por qué le llamo Wallet?
Pues porque en inglés cartera es Wallet.
Cuando a mí me dijeron, haga usted la versión para la aplicación en países de lengua hispana.
Dijo, ¿cómo le quiere llamar?
¿Cartera o no?
Obviamente.
Y dije, no, Wallet.
¿Por qué?
Porque es común que mucha gente no se acuerda de qué Wallet es cartera en inglés.
Y pensé, para que se jodan, lo primero, que se llame Wallet.
Siempre buscando la complicación, ¿eh?
Eso está muy bueno.
Luego, hice también la función de que al dar dos veces al botón, salga el Wallet, para
que te confundas.
Porque muchas veces das sin querer dos golpes, que es lo más natural de la morfología humana.
El dedo siempre da dos golpes.
Sí.
Fija usted, el dedo está pensado para dar dos golpes.
Ah, ¿sí?
¿Usted da un golpe?
Sí.
De un golpe.
A que le pide otro.
No lo digas, no lo digas, no lo digas, no lo digas.
Dígamelo.
Verdad, verdad.
Pues sí está pensado, el ser humano está pensado así.
Sí, sí, sí.
El ser humano está pensado para dos golpes.
Entonces yo pensé, yo dije, que al dos golpes, soy tal hijo de puta, que cuando me acuerdo
se gusta, ¿eh?
Sí, hombre, sí, claro.
Se gusta con su maldad, ¿eh?
Que al dar dos golpes salga la cartera.
En momentos totalmente inapropiados.
Claro, claro.
Quiero poner un podcast, pam, pam, cartera, tomar por culo, para que pienses siempre,
el dinero, el dinero, no lo tengo, no lo tengo, ahí está la cartera, eso lo inventé
yo.
Muy bien, muy bien.
Sí.
Luego también tengo la aplicación de que cuando tú tienes dos tarjetas puestas en
el wallet, te salga siempre la que no te interesa, ¿vale?
Siempre, por defecto, se va a facilitar la tarjeta que a ti no te viene bien.
Ya sabe usted que yo trabajo la tecnología cabrona.
Tecnología cabrona, incómoda, que no está a la altura de...
Bastard Technology.
Bastard Technology.
Sí.
Pues muchas gracias, señor Balseich, de Bastard Technology, Barcelona.
Sí, también inventé.
Madre mía, no se va ni con agua caliente.
Que los móviles tuvieran agujeros muy pequeños los que se acumularon mucho polvo.
Ah, sí.
La...
Los altavoces.
El altavoz.
El conector.
El conector, sí.
¿Quiere acabar usted la sección?
No.
No, no, no.
Como me completa las palabras.
No, como estaba usted, que no sabía si dudaba o vomitaba.
A lo mejor tiene prisa, ¿no?
Estaba usted haciendo...
Pues despídame, ¿eh?
Despídame.
No, yo, yo.
Para mí ya está despedido hace media hora.
Ah, pues venga, adiós.
No me gusta usted.
No me gusta...
A mí ni me gusta usted ni me gusta el género humano.
Bueno, pues...
Para que vea que ni siquiera es especial para mí usted.
Bueno, es que ya vino un día y no nos gustó.
No venga más.
Pues no me invite más.
No venga más, no.
No, pero si ha sido usted que en la reunión ha dicho que venga el tío del género humano.
Pues me voy.
Ya está, ya me he ido.
Bueno, pues venga.
Pues no hable.
Pues no hable.
Bueno, haga como que no estoy.