El otro día paré en una área de autopista y va camino de Vitoria y tuve que parar varias veces a miktionar.
Los que tienen más de 50, pues ya sabemos de qué hablamos.
Uy, te toca explicar yo una cosa de mear de este verano.
Pues tú lo hubieras apuntado, en unas notas de verano. Haber hecho la reacción de verano.
Porque ha cambiado el programa, ahora solo uno habla si lo tiene escrito antes.
Venía aquí con una mano en cada huevo como siempre.
Bueno, el caso, que íbamos parando de Barcelona a Vitoria, pues mis tres veces paré.
Y además esa urgencia que nos coja los de 50, que dice, es que tengo que ir a la babuya.
Y luego va así.
¿Tanto no necesidad?
Pero es que ese es el tema.
Ya, ya, ya.
Está la perica que no tiene fuerza.
Está la pera reseca, ¿no?
Está la pera ya.
La pera reseca, ¿eh?
Sí, te lo has hecho mirar o no?
Sí, sí, sí.
Tú no, ¿eh? Un especialista.
Sí, no, no, claro, claro.
Tú te metes eso en lúdico.
Sí, sí, sí.
Tienes que meter desde el dedo y saber.
Claro, claro.
Y saber lo que vas a buscar.
Hombre, a lo mejor para él también es lúdico, ¿sabes?
A lo mejor también para él es.
Bueno, hay una parte de su trabajo.
Sí.
Pues como le apasiona.
No, esa gente que dice, me gusta mi trabajo.
Sí, sí.
Hostia, usted es proctólogo.
Bueno, ¿oy qué?
Dice, hostia, pues hoy he tocado una hoy que mamma mía.
Sí.
Era como una perota nivel aquello.
Sí, sí, sí.
Pero eso tiene que quedar siempre en tu intimidad personal.
Ya, ya, ya.
Sobre todo, no decírselo al paciente.
Ay, qué rico.
No, no.
Qué bien me lo estoy pasando.
O como el chiste, ¿no?
De tranquilo, Ramón.
Dicen, dice, yo no me llamo Ramón.
Dicen, no, no, yo me llamo Ramón.
Pero no es como nuestro trabajo.
Muy viejo este.
No es como nuestro trabajo que puedes decir.
¿Cómo disfrutación?
Claro, claro.
El proctólogo no puede decirte, mire, ha sido una mañana increíble.
Sí.
Llevo diez próstatas examinadas.
La suya la mejor.
Y la suya ha sido la guinda de esta mañana.
Sí, sí, sí.
Qué maravilla.
Bueno, el caso.
Tenemos siempre una urgencia por ir al baño.
Y, joder, pues, es que tienes que ir, tienes que ir.
Tienes que ir.
Y entonces vas con una hora de autopista, puma el parco allí,
en las sombras, esas áreas,
que feas son las áreas de autopista.
Un día hay que hablar de ese tema, ¿eh?
Que feas, que sucias, nadie quiere parar.
Todo el mundo para por obligación.
Esa cojonate aquí.
Las hacen bonitas.
Las hacen feas para eso, ¿eh?
Para que no te pareces.
Entro rápido, ¿no? Entro rápido.
Entro rápido a los baños.
Y claro, como un día hablamos aquí en el Nadie,
sin entrar en detalles, pero vas a lo que vas.
¿Al baño?
Sí.
La verdad que sí.
Sí, sí, sí.
Si está ocupado, según queda, no hay problema.
Pero a otras sí.
Va.
Vas con urgencia.
Necesidad.
Entonces, yo ya entré
y vi una señora que estaba limpiando,
que me sorprendió, porque normalmente ponen un carrito.
¿Sabes qué pone?
Ahora no puede entrar.
Hay que respetarlo.
Ahí no había carrito.
Había una señora con un trapo.
No, no, no.
Y dije, joder, qué confianza tiene, ¿no?
Ya con esto, ¿no?
Pero bueno.
Yo entré y digo, nada.
Y conforme estoy bajándome la braqueta
y ya un poquito...
Ah, chaval.
Bueno, salí al cuco, salí al cuco.
Era las 12 ya.
Vale, vale.
Era la hora en punto.
Y estoy...
Os lo juro, no exagero.
Y estoy ahí en ese proceso.
Ya y yo digo, no.
Y yo...
Hostia.
Dice, es que me la aponte.
Me la aponte porque es que esa cojana te dice,
no, ahí no.
Se puede quemar.
¿Cómo?
Sí.
Con esta voz que hace la mujer.
He tirado un producto.
Se puede quemar.
Oye, ¿todas las ganas que tenía?
Sí, te queda...
¿Cómo funciona la pera?
Sí, se te queda el navo como Freddy Krueger.
Hostia, pero...
Y la señora, no, ahí no.
Se puede quemar.
He tirado el producto.
Y yo, cojones.
Sí, pero...
Y otro tío a mi lado que ya estaba en el tema.
Como diciendo, mí no me lo ha dicho, ¿sabes?
Se me va a quemar a mí.
Sí, sí.
Pero qué tiro, qué tiro.
Oye, pues...
Salfumán, amoniaco, el vapor.
Ya, bueno, tío.
Te quema el capullo, el vapor.
Va, hambre, no.
Claro, sí.
Se le puede quemar.
Yo...
Por allí como pollo sin cabeza.
Y...
Por dicho.
Y ya me...
Como pollo sin cabeza.
Perdón, perdón.
Sí, pollo es gallina, ¿no?
Sí, pollo de agua.
Y me metí...
Y me metí en un cubículo.
Aquí puedo...
Aquí sí.
Es muy dura la tía, ¿eh?
No estaba postia, sí.
Madre mía.