Esta música solo se pone en la cadena a ser en momentos muy puntuales.
Yo creo que no les gusta la dirección que lo usamos con fines humorísticos.
Bueno, mira, dirección.
A ver, ha pedido muerte.
El caso. Nos tenemos que situar en Colmenar.
Ah, en Colmenar, viejo.
No sé si era el viejo o el nuevo.
Ellos lo llaman Colmenar.
Oye, quedamos en Colmenar.
Yo en Colmenar, que me fui.
Restaurante.
Pero esto ha ocurrido de verdad.
Vale, vale, vale. Es que no he entendido la introducción.
Vale, vale, vale.
¿Estás en Colmenar?
Estoy en Colmenar.
Restaurante.
Vale.
Entre semana.
Vale.
Estamos ahí cenando.
La gente entra en una situación...
¿Cómo decirte?
Entran en shock.
No sé por qué.
Porque si no me dijeron 20 personas, ¿qué coño haces tú en Colmenar?
Porque les petaba la cabeza.
A mí me pasa mucho en Murcia.
Sí, ya les dije.
Ya, ya, en Murcia.
¿O Jaén?
Uy, Jaén.
Jaén se vuelve lo loco.
¿Pero qué hace en Jaén?
Exacto.
Pues a mí lo mismo.
Te digo, ¿qué haces en Colmenar, coño?
Hasta que al 15 dije...
Yo puedo ir donde quiera.
Yo en principio cotizo en el territorio español.
Sí, sí, sí.
Dice, ya lo sé, coño.
Puedo viajar.
Ya, me digo...
Bueno.
Pero en una foto que sí es de estos camareros que haces en Colmenar.
Mira, coño.
Y aquí viene la anécdota.
Veo dos chicas de edad mediana.
Por no decir mayores.
Dos señoras.
Dos señoras.
Dos señoras.
Yo las llamo chicas.
Y estaban allí cenando.
Llevaban ya un rato.
Estaban a gusto.
Se lo pasaban bien.
Yo creo que llevaban ya su cervecita.
No, Madrid.
Cañita.
Libertad.
¿Verdad?
Y estaban ahí con su rollito y tal.
Y me miraban.
Yo ya no daba más juego porque todo el rato estaba.
Cazas en Colmenar, cazas en Colmenar.
Sí.
Yo, ¿eh?
¿Qué tal?
Y ella...
Bueno, bueno.
Digo, va.
Ya cuando había pasado un ratito...
¿Por qué estoy de pie?
¿Por qué estoy de pie también?
Por la música de la cadencia.
Ah, vale, vale.
Es que...
Sí, sí.
Y ahora cuando yo haga la voz de la chica...
Bueno, lo que me dijo la chica, os pido, por favor, el aplauso.
Me señala con la mano.
Música de gala.
Abandona su posición de la mesa como diciendo a su amiga.
Se lo voy a decir.
Yo...
Sí, sí.
Ya te veo venir.
Se levanta.
Se levanta.
Bien.
No, no, no.
Porque yo soy un mago.
No, es que tú...
Sí, podría parecer que...
No, no, no.
Me señala y me dice...
Tú eres Vodafone, ¿no?
Ahora, ahora.