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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

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Hola, ¿qué tal, Berto? ¿Cómo estás?
Bien.
Este es un inicio que me he inventado ahora.
Que se llama falso inicio informativo de cosas que te han pasado
para que pueden marcar el tono del programa o no.
Adelante.
F, C... Bueno, es igual, las siglas no me salen.
Nada, comentarte que he dormido tres horas.
Ah, muy bien.
¿Vale?
Es que la gente mayor duerme menos.
No, bueno.
Ya, se ve que cada vez necesitas menos.
Ya, yo lo que te pediría...
Es como cuando duermes, regeneras.
El cuerpo hace una lectura que dice, ¿pa' qué voy a regenerar ya?
Ya.
Lo tengo todo regenerado, ¿no?
No me da para regenerar.
No, yo te pediría también, me gustaría...
Muy bien, muy bien.
Saca una boca de una bola de pelo, si quieres.
Eructo reprimido.
Ha hecho...
Te pediría...
Me gustaría encontrar ahora al compañero, ¿no?
Al compañero.
Siempre está.
Sí, bueno, a veces...
No, hombre, no.
¿Qué ocurre?
Porque, claro, tengo como la sensación de haber ido de fiesta sin ir de fiesta.
Ay, qué mal, ¿no?
No, bueno, sí, mal.
Claro.
Mal y no mal.
Solo lo malo.
Bueno, no hay alcohol, no hay resaca, no hay un mono en la cabeza con dos platillos.
Bien.
Eso no está pasando.
¿Qué hay en esa cabeza?
Eso me gustó ya saber a mí.
¿Qué ha pasado?
Bueno, pues ha pasado que...
¿Ha pasado?
Ya sabes que ahora hay una pasa.
En castellano no está bien pasa, ¿no?
No, es catalán.
Sí, una pasa.
Pasa también.
Una pasa, ¿no?
Nunca lo digo convencido, mira.
Hay una pasa de virus intestinal.
Siempre hay una pasa, ¿eh?
Sí.
Sí, no te has dado cuenta, siempre hay...
La pasa residente, la que está ahora.
Sí, exacto.
Virus intestinal.
Pasa la vida.
Pasa.
Bueno, hay una pasa de virus intestinal y entonces nuestra hija, querida hija, ayer por la tarde dice,
¡ay, me encuentro muy mal, me encuentro muy mal!
¡Ay, voy a vomitar!
¡Ay, pobre!
Voy a vomitar.
Nunca había experimentado esto que es desear que vomitara.
Sí.
Porque...
Para que se callara, ¿no?
Porque decían, voy a vomitar, pero no puedo.
Lleva muy mal la enfermedad ella.
Muy mal, muy mal.
Pero lleva muy mal la...
Hombre, todo el mundo lleva mal la enfermedad, ¿no?
Ya de mayor...
¿Conoces a alguien que diga, estoy enfermo, pero...
No, hombre, pero...
¡Ole, ole!
De mayor conoces los códigos...
¡Ole mi organismo!
No, conoces los códigos, las sensaciones...
Ya, ya, ya.
Aprovechas para descansar, cuidado que los adultos, un resfriadito leve, dices, pues mira, todo esto que me llevo...
Ya, ya, pero los niños se enfrentan no solo a la enfermedad, también a la incertidumbre, ¿verdad?
Correcto, sí.
Este es el compañero que quiero.
Sí, sí.
Este es el compañero.
Y entonces dice, ¡ay, voy a vomitar y no puedo!
Y yo, pues venga, vamos a ver si vomitas.
Y yo, así, no, no puedo, eso por la tarde.
¿Me puedes llamar fosforito?
¿Por qué?
Porque lo único que quieres de mí es que te subraye y te remarque.
Ah, sí.
No, te llamaré pie de página.
Vale.
Porque luego quieres añadir abajo, pero en letra más pequeña y en cursiva.
Llámeme pie de atleta también.
Vale, bueno.
Y entonces, la tarde es así, se desarrollan estos términos.
Sí.
Oye, voy a vomitar, pero no, pero sí, pero no.
Le facilitamos un cubo.
Un cubo.
Bueno, hombre, a ver.
No, que sí, que sí.
Mira.
Un cubo como estos.
Porque veo que hay uno aquí.
Vale.
Un cubo.
Un cubo.
Vale.
Entonces, sí, pero no puedo, tú tranquila, ya llegarás.
Son más de ellos mirándonos, diciendo, bueno, a ver, cuando llega.
Y se hace...
Ese cubo vacío.
Ese cubo vacío se hace de noche, empieza ya la travesía fuerte.
Ese vómito se va acumulando.
Bueno, no lo sabes, porque es una masa que no controlas tú, ¿no?
Está en su interior, ¿no?
Sí, sí, sí.
Y se llega a las 12 de la noche.
Ajá.
Silvia dice, yo mañana tengo teatro, que me voy a Cádiz.
Digo, yo mañana tengo, nadie se ve nada.
Y empieza una pugna.
Gana Cádiz.
A ver, a ver.
A ver, pero gana Cádiz.
Bueno, gana Cádiz.
Coño, coño sí gana Cádiz.
No, no, perdona, discrepo.
Perdón.
No, no, discrepa.
No, no.
Se ha ido, el compañero se ha ido.
No.
El fosforito se ha ido.
No, vuelve fosforito.
Vuelve fosforito.
Hola.
Ella tiene bolo por la noche en Cádiz.
A ver, tiene bolo por la noche en Cádiz.
A ver.
¿Es la voz de fosforito?
Sí, fosforito.
No, no me ayuda.
Vale, vale.
Y yo tengo radio por la mañana.
Ya, pero claro, pero...
No, no, no, no, no quiero negociar eso.
No.
Ahí entra en el juego, quien primero pringa tiene prioridad.
No es verdad.
Ah, bueno, bueno, pues vale.
Silvia tiene una función de la hostia de texto en verso que tiene que saber de memoria
y en Cádiz.
Pero ya se la sabe.
Y él tiene un programa de televisión...
Y él tiene...
Perdona.
Y él tiene un programa de radio en Barcelona de improvisación.
Sí, bueno...
Bueno, eh, hombre, eh, eh, eh.
Mira, no.
Tú mismo me has...
Tú mismo me has dado la solución.
La improvisación manda.
Ya.
Porque hay que llenar dos horas por la mañana.
Qué va, hombre, qué va.
El caso es que la rivalidad estaba ahí un poquito.
Imagínate tú tener que aprenderte un verso, ni un soneto te aprendes.
Pues voy para allá, eh.
Voy para allá, ya te contaré.
¿Sí?
Sí, sí, sí.
Este fin de año va a ser divertido.
Bueno, bueno.
Cuántas novedades.
Se vienen cositas, ¿verdad?
Sí, se vienen cositas.
Se vienen cositas.
Pero volvamos a la noche de los vómitos.
¿Ves ver una cosita?
Vale.
Esta música para mí no ilustra bien una noche de vómitos, ¿no?
Pero bueno, va a ser la edad.
¡Ah!
¿Esto qué es?
Bueno, he pensado que podía pasar en el campo.
Sí, bueno, sí, sí, está bien.
No, no, pasa en Ciudad.
¡Wow!
Vale.
Silvia...
¿Pasa en Ciudad?
Sí.
Coche atropella oveja.
Muy bien, vale.
Eh, llega...
No, no.
El cerro, el cerro ha caído en la ronda.
No, no.
En la ronda de Adal.
No va a ser fácil.
Voy resumiendo, ¿vale?
No resumas, nos estamos pasando muy bien.
Ah, vale, pues nada.
Esto es contenido ya del programa.
Por supuesto.
Ah, vale.
Entonces, Silvia toma una decisión.
Esto es lo que tanto te costaba a ti hoy.
Sí.
Toma una decisión y dice...
Me acuesto con ella.
Vale.
Y yo digo, hostia, gracias.
Yo creo que el amor es eso.
Cuando tu mujer dice, ya me pongo yo con la niña enferma.
Eso es el amor.
Sí.
No de te quiero mucho.
Eh, mucho de aquí, pero luego hay que demostrarlo.
Yo me pongo en mi cama y pienso, joder, qué bien, Silvia, ¿no?
Y digo, digo una cosa, por decir que es, si a medianoche ves...
Si a medianoche ves...
Que te me necesitas, pues aquí estoy, ella.
Bueno, bueno, sí.
Pero con la boca pequeña lo dijiste.
Sí, me meto en mi camita de matrimonio para mí solo.
Si hubiera fuego.
Claro.
No sin culpabilidad latente.
Si vomita su propio peso, llámame.
Una culpabilidad latente ahí de, hostia, están pasando cosas en la habitación de al lado y tal.
Pero bueno, yo ahí he tomado esta decisión.
Qué bien, qué buena tía.
Bien.
Y yo me pongo ahí como un turboncito en mi camita.
¿Haces eso antes de dormir?
Sí.
Me autoenjuago.
Sí, sí.
Y entonces me pongo unas almohadas.
Ay, qué bien que estoy aquí.
Otra más.
Ay, sí, sí.
Y de repente a la una se le da la puerta a la habitación.
Tlacuqui, pum, se abre.
Papa, papa.
Papa, papa.
Y yo, hostia, un susto de muerte.
¿Era tu hija?
Era mi hija.
Vale, vale.
Me encuentro muy mal.
Me da esa información.
Que para mí no era nueva.
Porque la tarde ya estaba siendo así.
Digo, y yo con una voz, con un hilo de voz.
Sí.
Y digo, ¿y tu madre?
Mira, tío, de verdad.
¿Y tu madre?
Dice, mamá está durmiendo, me encuentro muy mal.
Vamos arriba.
Tenemos dos plantas.
Y digo, no puede ser en cama.
No, vamos arriba.
Entonces, empieza la gran travesía.
Me gusta esta música.
Inquietante, sí.
Ruido industrial.
Ruido industrial.
El melómano.
Entonces, música industrial.
Y entonces, bueno, pues nada.
Allí estamos.
Se hace a las doce, doce y media.
Voy a vomitar.
Y yo, bueno, tranquila, no sé qué.
Vuelve.
Y digo, ¿qué mejor?
Yo buscando la luz donde fuera, ¿no?
Digo, es importante vomitar porque luego está muy bien.
Y ella, sí, sí, sí.
Espera un momento.
Otra vez a vomitar.
Bueno, pero ya vomitaba.
Por lo menos ya se había dado un paso, ¿no?
Hacia la solución.
Sí.
Vale, muy bien.
Pero pasos lentos.
Pasos lentos.
Sí, sí, bueno.
Dos y media.
Vale.
Una.
Vale.
Una y media.
Dos.
Madre mía, lo que ha vomitado esa chiquilla, ¿no?
Sí, sí, sí, sí.
Luego ya era nada.
¿Cuántos cubos?
Ya que también yo digo, el cuerpo aquí, perdón, que hago una pausa médica.
Si ya has sacado producto.
Una pausa médica.
Sí, pausa médica.
Si ya has sacado producto, coño, para ya, con la arcada, ya.
No, hombre, no hay que...
Está el músculo.
Si no hay nada.
Cuando sale solo el liquidillo, la bilis.
Ni eso, ni eso.
Que te quema todo el esófago, que asco.
Hombre, y cata caca, y cataquinha.
Pobre niña, qué mal lo ha pasado.
Y doce y media, una y media.
A la una y media, se produce una pausa.
Es prácticamente un relato a tiempo real, ¿no?
Sí, sí, sí, sí.
Sí, sí, sí.
Y espérate.
Suerte que te ha pasado eso, porque si no, ¿qué cuentas hoy, eh?
Claro, claro, claro.
Pero empieza a aparecer un fantasma en mi cabeza, que es, hoy no voy a dormir,
y mañana hay dos programas de radio.
Que tú dices que es improvisación, ahí con la chorra afuera,
pero, escúchame, yo soy un profesional.
No, yo no he hablado de chorra afuera.
Bueno, ya lo sé.
Entonces, una y media.
Es difícil.
Una y media, dos, voy avanzando, ¿eh?
Una y media, dos, dos y media, y llega la paz de la noche, de la noche profunda.
Deep night.
Yo lo llamo, yo lo llamo deep night.
Vale.
¿A qué hora lo llamas deep night?
Deep night, dos y media.
Muy bien.
Vale, es para seguirte, sí.
Y yo, con una antena puesta, esa antena, ese ojo de padre, esa oreja de padre,
que es, tú duermes, pero si pasa algo, ¿no?
Y digo, y la oigo a ella que, ah, está durmiendo.
Pero, ¿está en la habitación otra vez con Silvia?
No, no, estábamos en los dos sofás.
Ella en un sofá, yo en otro.
¿A todo esto, Silvia, para qué fue a su habitación?
Ese es el amigo que quiero yo.
Ha vuelto fosforito.
Pero, eh, yo no lo he dicho, lo has dicho tú.
Ya, pero no entiendo muy bien.
Fíjate que el relato avanza.
Y en eso que ya en la deep night ya se produce una tranquilidad,
ella de vez en cuando, como un acto reflejo, hacía, durmiendo, hacía,
no, no, hacía, ahí, oh, oh, oh, pequeños ruditos, que no ayudan a conciliar el sueño,
pero mejor eso que, ¿no?
Sí, sí.
Y entonces, bueno, estamos ahí, digo, calla, ¿qué?
Son las dos.
Dice, ya, venga, a las dos ya está bien, duermo.
Me pongo allí en el sofá con una manta, para mi gusto, demasiado calurosa,
porque todavía no hemos puesto como una colchita, es manta de invierno.
Madre mía, eso tu cabeza es un fractal, ¿eh?
Vaya meandros mentales.
Espérate, que ahora viene un meandro bueno.
¿Qué coño me dará a mí la manta, hostia?
Acaba con lo del vómito.
Mira, que viene un meandro guapo.
Estamos allí, deep night, tal, y oigo...
Nuestro perro, Balu...
Vale, pensaba que era la niña, digo, guau.
Esto es porfiria ya, ¿eh?
No, no, no.
Esto es jodido, jodido, ¿eh?
Hostia.
El perro.
Tu niña no tiene...
No es del estómago, está poseída.
El perro, que nunca en la vida, porque la noche ya ha pillado el código,
le ponemos una camita, se pone allí también, las ocho horas.
Hoy, hoy, ha decidido, hoy, ¿eh?
Sí.
Que cuando ya estábamos...
En the deep night.
En the deep night, tregua, él hace...
Bueno, ya me he meneado.
Con un susto me he cagado en todo lo que se menea.
Lo he cogido, como una madre coge a su cachorro.
Sí.
Lo he cogido por el cuello, el tío.
He abierto la puerta, lo he echado fuera.
Digo, ¡fuera!
¡Fuera!
En catalán, pero yo le hablo en catalán al perro.
¡Fuera!
Porque si le hablo en castellano, no me entiende.
Ya, ya.
¡Fuera!
Y lo que se ha quedado el poco...
Se ve que le he tirado demasiado de la correa, pero nada.
No, nada grave, nada grave.
¿Sabes que a la gente le impresiona mucho más esto?
Que la niña, ¿no?
Fija puede estar echando el bazo por la boca, pero si le hace daño al perro, vamos a cancelar a este hombre.
Él lo ha visto, porque siempre rasca la puerta cica y no ha rascado en toda la noche.
Ha dicho...
Ha dicho, ¡la que he liado!
Vuelvo a la de Deep Night y cuando ya está otra vez...
Que tu perro es muy sanguíneo, ¿eh?
¿Sí?
Un perro muy sanguíneo.
Sí, bueno, lleva sangre por dentro, sí.
No, pero que carácter sanguíneo.
Ah, sí, sí.
Mucho nervio, mucho...
Sí, mucho, demasiado, demasiado.
Y entonces nos ponemos otra vez en la de Deep Night...
¿En qué hora estamos ya?
Estamos a las tres.
Vale, muy bien.
A las tres otra vez.
¡Papá!
Enseguida empezamos el programa, ¿eh?
Que tenéis prisa.
Pues si tenéis prisa, no tenéis mal, ¿eh?
Vamos a repasar la noche de Andreu.
Otra vez.
Otra vez.
Desde fuera ahora.
Sí, tres y media, otra vez vómitos, cuatro...
Y entonces llega el gran momento.
Oye, llévala al médico de una vez.
¿A qué hora?
¿A las cuatro y media?
Pues sí, hay urgencias.
Ya, ya, ya.
Pero a las cuatro y media he tomado una decisión.
Muy importante, que ha puesto a prueba el aborto.
¿Y duermes allí en una camilla del box un rato también?
Sí, mira, mira, bien.
Dice, papá, ¿dónde vas?
Digo, a avisar a tu madre.
¿A las cuatro?
Yo he decidido...
Hombre, pero ya a las cuatro déjala dormir.
No, no, no, no, perdona.
Yo he decidido.
Ella había dormido cinco horas.
Eso es una venganza.
No, no, no.
Eso es una venganza en toda la vida.
No, era una gestión.
Una gestión vengativa.
¿Una gestión?
Sí, como la de las maras.
Gestión del tiempo.
Una gestión.
Bueno, a las cinco de la mañana voy.
Y no creas que no me ha costado.
Un poquito, porque estaba tan bien ella en la cama.
Porque he descubierto que había ido a nuestra cama.
Tonta no es, ¿eh?
Sí, sí.
Tú pones una cámara en los pasillos y eso es gran hermano, ¿eh?
Porque entro a mi habitación.
Hostia, me la encuentro allí, que se ve que ya había visto que nos habíamos ido.
Y he dicho, pues yo me voy a mi cama.
Y entonces ya, ese toque, que otra vez se pone a prueba el amor.
Sí.
En el hombro digo, Silvia, Silvia, sube tú.
¿Qué ya he dicho?
¿Cómo estaría?
Dice, ¿a dónde?
Digo, a la habitación, al comedor.
A comedor.
Ah, ah.
Digo, mira, es que no he dormido todavía.
Son las cinco.
Oye, ¿qué te amas, maja?
Se ha vestido.
Dice, espera, que me he visto.
Yo ahí he pensado, ¿para qué se tiene que vestir?
O sea, y estaba mucho rato en el armario, digo, pero ¿qué te viste?
¿Para ir a la calle?
Estaba poniendo un traje epi o algo.
Sí.
Y ha estado, para mi gusto, demasiado tiempo.
Debía ser la somnolencia.
Y luego ya ha subido ella.
Apareció perfectamente vestida.
Sí.
Sí, perfectamente vestida.
Y he dormido tres horas.
Muy bien.
De cinco a...
De cuatro y media a siete y media.
Muy bien, pues que...
¿Te ha quedado algo claro?
No, que cuánta información, ¿no?
Muy bien.
Sí.
Me alegro un montón.
Sí.
Vale.
Yo lo tenía que sacar.
¿Quieres que siga yo con anécdotas?
Yo estoy muy cansado también hoy.
Sí.
Pues estoy combinando la grabación del consultorio.
Sí.
Hombre, no, no.
Estoy contento.
Pena, no.
Es igualmente la misma sección.
Es la misma, la misma.
Es la sección de un inicio informativo sobre el cansancio.
Estoy combinando la grabación del consultorio lunes y miércoles y luego jueves, viernes,
sábado y domingo.
¿Cómo va eso?
¿Cómo van las cosas?
Espera que no ha acabado.
Ah, vale.
Luego jueves, viernes, sábado y domingo.
Aquí está un amigo, ¿eh?
Sí, bueno.
Bueno, bueno.
Luego jueves, viernes, sábado y domingo funciones en el Coliseum.
Entonces voy un poquito...
Ya, ya.
¿Vale?
Entonces estoy un poco cansado.
Cosas que han pasado estos días.
Sí.
El consultorio muy bien, ¿eh?
Sí.
Divertido, sí.
Vale.
¿Cuándo se emite, por saberlo?
El lunes.
Ah, el lunes.
El lunes 20 se emitió.
Sí, sí, sí, sí.
Ya sé.
El primero.
Ya, claro, claro.
Porque fue el lunes pasado, el lunes lo anterior es...
No el próximo.
Estamos en junio, no te digo más.
Uno pasado.
Hoy es uno de junio.
Es el próximo.
Sí.
De aquí, de la vida.
De la vida es el próximo.
De la grabación es pasado.
Ya lo iréis entendiendo.
Cosas que han pasado en el teatro.
Venga, a ver.
Una nueva interrupción por un ataque de una persona.
Hombre, está pasando mucho eso, ¿eh?
Ya llevé, bueno, no sé, llevé dos desmayos en mi carrera, llevo dos desmayos en funciones.
De repente tú estás actuando y empieza la gente a...
Pero como que no cuadra con la función, ¿no?
¿Era vómito?
No, no, no, no.
¿Quieres que venga con mi hija hoy?
No.
Os pongo en preaviso.
Ya tuve dos desmayos.
Uno que además se desmayó cuando me faltaban dos minutos para acabar.
Que se paró todo, se lo llevaron y yo dije...
Que también...
Quedan dos minutos.
Y la peña, bueno, dánoslos.
Que también ya se podía haber esperado a desmayarse, ¿no?
Y este...
Ya sé que no lo gestionas, pero bueno.
Joder, un susto, un ataque epiléptico, ¿eh?
Tuvimos una señora...
Se ve que era epiléptica.
Sí, aquí no hay broma, ¿eh?
Y...
Y...
No, pero no pasó nada, ¿eh?
No pasó nada.
Lo que pasa es que yo en mitad de la función empecé a hacer ruidos.
Ya, ya.
Empecé a hacer...
Claro.
Y yo al principio no sabía si era WhatsApp.
Por suerte no metí ningún chiste.
No, porque imagínate que pienso yo también...
¡Eh!
Y luego la gente...
No, no, no, no es broma, ¿eh?
Imagínate que pasa algo grave...
Y lo último que ha visto la gente es que tú te reías de la persona que está teniendo un ataque.
No, no, eso no puede ser.
No, no, yo muy serio, que ocurre algo, atiendan a esta señora, no sé qué.
Sí, sí.
Está bien, ¿eh?
Marchó, se ve que le acostumbra a pasar, y la pobre pues le pasó.
Ya.
Siete minutos de interrupción.
¡Uf!
Y...
Hachazo, ¿eh?
Hachazo, ¿eh?
Lo más reseñable de esto es que a la hora y media acabé.
Recuperé como los aviones.
Así, ¿eh?
Que no lo hice...
Hostia.
Que no quería hacerlo, pero pasó.
Qué profesional, ¿eh?
Cuando acabé me dice el equipo, hostia, pero que has hecho hora y media con la interrupción.
¿Pero qué quitaste, material?
No, no hice nada, lo hice lo mismo.
Pero no sé por qué mi organismo dijo, tú a la hora tienes que salir, que tienes que...
Te esperan en casa con los chiquillos y yo...
Ya, ya, ya.
Hostia, qué bueno.
Y otra cosa que ha pasado.
Ayer, la función de ayer, no sé por qué pensé, hay mucha gente mayor.
Bien, ¿eh?
No tengo ningún problema, pero vi mucha gente mayor.
Ya.
Por lo que sea, no sé si es que este jueves coincidió.
También, esto mientras hacía la función, ¿eh?
Pensé, hay mucha gente mayor.
Y también, mientras hacía la función, yo mismo pensé, a lo mejor tú ya eres mayor también
y no son tan mayores.
Tú no te estás dando cuenta.
Claro.
Y cuando acabé...
Pero que era como Cocún, como la película...
Que era, ¿sabes?
Que estaban ya...
No, no, que oye...
Para irse a otro planeta, ¿o no?
No lo sé, igual...
No, no lo sé.
¿Andadores?
Andadores...
No, no, no.
No, no, no, no.
No, no sé, perdona.
No sé si hace mucha gracia que tú te estés riendo de la gente mayor.
No, no, bueno, yo me río de todo.
Yo creo que no estamos ya...
Yo cuando sea muy mayor también me riré de mí.
Hay que mostrar solidaridad ya.
Bueno, vale, sí.
Bueno, el caso es que al salir, al acabar, viene Miki, que trabaja conmigo, y me dice,
hoy he vuelto a escuchar una frase que ya escuché el otro día.
Una señora mayor, al pasar por mi lado, ha dicho textualmente,
sí, sí, sí, mucho mejor los morancos.
¡Oh!
¡Oh!
¡Oh!
¡Pollo agónico!
Sí, señor.
Bueno, porque estás en un teatro donde yo también estoy...
En Coliseum estuvieron antes...
Claro.
¿Puedo decir una...?
Sí.
No es que no sé decirlo.
Bueno, no, yo me...
Aquí, aquí se puede...
Sí, lo que se dice aquí no circula nada.
No, pero no han hecho nada malo.
Además, lo petan, ¿eh?
Sí.
Una cosa, un éxito increíble.
Y la gente es divertida, mucho mejor que lo que hago yo.
Claro.
Dice el público.
Y que se les quemó el telón.
¿Qué dices?
Sí, porque se ha que llevar un espectáculo con fuego, que decían que era fuego frío.
Y se ve que no es tan frío.
Nada, un poco, se ve que un poco, nada.
Y ahora están cambiando el telón.
Nada, le puede pasar a cualquiera.
¿Los morancos llevan fuego?
Se ve que llevan algo, el fuego.
¿Morancos on fire?
Pues claro.
Se ve que es...
Está Disney on ice y morancos on fire, ¿no?
No lo he visto, que no lo he visto.
Hostia, qué fuerte.
No pude ir, tendría que haber ido.
Hombre, claro.
Hombre, claro, que llevan fuego.
¿Los morancos?
No cojo nada.
Se ve que llevan algo que hace un poco de chispas.
Ya, ya, ya.
Pues para dar...
Seguro que...
Como los conciertos de rock, ¿no?
Tienen que llevar fuego y bailarines y 50 músicos en el escenario, lo que quieran.
Oye, qué buena idea que el concierto de rock, sabes que programa esas bengalas,
en los subidones de las canciones.
No es una, tocó el telón.
Claro, que nosotros en subidón de chistes de escenario, un chiste bueno...
¡Oh!
Salía de fuego, eso...
Eso es una buena idea.
Bueno, nosotros nos hacemos daño con algo así.
Hombre, hombre.
Seguro.
Por favor, no telón, lo quemamos todos.
Oye, pues muy bien.
Fíjate lo que ha pasado.
Todavía no ha empezado el programa.
No.
Y ya tenemos que hacer una pausa.
Vale.
Entonces, esto es una novedad y si quieres, a la vuelta a la publicidad, ponemos la cabecera.
Vale.
Venga.
Venga, va.
Nadie sabe nada.
Dos personas cárnicas inmaduras con una edad considerable entre instrumentos de juguete.
Yo quiero ir al pasapalabra y quitarle la ilusión de vivir al presentador.
¿Sabes?
La cadena Ser y el Terrat presentan Nadie Sabe Nada.
Un programa a priori de humor con Andreu Buenafuente y Berto Romero.
Eso es.
¡Muchas gracias!
¡Muchas gracias!
Gracias, gracias.
Gracias.
Ahí está.
Gracias, queridísimo público.
Bienvenidos a Nadie Sabe Nada.
Notarán que esta semana es un poquito más corto por una serie de cosas que han pasado antes.
Pero claro, si usted está ahí tocándose la pampa y no entra a la hora que tiene que entrar...
¿Tocándose la pampa?
La pampa, sí.
A veces es mejor decir tocarse la polla.
No, no, no, porque intentan buscar...
¿Soy el único que se acuerda de que esto es una emisora centenaria?
Si a cambio de ser elegante tienes que decir tocarse la pampa, yo prefiero no ser elegante.
Ya, es verdad.
Es que no queda bien.
Bueno, pues vamos a hacer el programa convencional.
A ver.
Tenemos aquí un libro que nos regalaron hace tiempo que se llama Diccionario de Necedades...
Perdona, esta mesa, esta mesa...
No, no, no.
Mira el libro.
No, no, no.
Lo tiro el libro.
No, no, no, es igual.
Escúchame tú, por favorito.
Me voy, me voy.
Cógelo.
Alberto.
No se ha hablado del vómito de su hija, ahora vamos a hablar de la mesa.
Es que lo que quiero decir es que no han puesto los frenos y esta mesa se mueve y que vamos
a acabar en Radio Nacional.
¿Qué me entiendes?
Es verdad.
Claro, tío, y cada vez que te apoyas, como también eres un torpe a las tres...
Calzar la mesa.
Y lo mueve eso, hombre.
Vale, vale.
Ponle el freno, ponle el freno.
Abajo hay como un...
Craca.
¿Ves?
Ahora.
Venga, ponle el freno.
Venga, mesa calzada.
Ahora, hombre.
Ahí, ya está.
Venga.
Adelante con tu intervención.
Hay un libro que nos regalaron que se llama Diccionario de Necedades Nacionales de Francisco
Gavilán, un libro editado en los años 90.
Gavilán o Paloma, no sabemos muy bien.
Amiga, hay que ver lo que es el amor, ¿eh?
Gavilán o Paloma.
Pobre tonto.
Dije en un charlatán que fue Paloma.
Es muy guapa esta canción.
¿Por qué quieres ser Gavilán?
Amiga, amiga, amiga.
Y ponían un eco.
Ponían un eco.
Amiga, iga, iga, iga, iga.
Sí, sí, sí.
Un eco muy guapo en iga.
Iga, iga, iga.
Hay que ver lo que es el amor.
Perdón.
Pues en cambio yo dormí en mis ocho horas.
La borrachera del cansao.
La borrachera del cansao.
Es un libro editado en los años 90, inencontrable, que se llama Diccionario de Necedades Nacionales de Francisco Gavilán.
Y es un libro de tópicos.
Entonces, si alguien quiere colaborar, que diga una palabra, lo que sea, yo la busco y le digo el tópico que hay aquí.
Que además un amigo que está presente aquí me dijo que lo había escuchado y lo había gustado.
¿Tienes más amigos aparte de mí?
Sí, está ahí.
Ah, vale.
Siempre me sorprende.
Sí.
Venga, una palabra.
Venga, va.
Un concepto típico.
Un concepto.
Alguien que quiera...
Alegría.
¿Cómo?
Alegría.
Alegría.
Venga.
Nada, nada, nada, nada.
Alegría.
Qué rabia me da el Cirque du Soleil.
Hoy me propongo cantar todo.
Vale.
Alegría.
Vuelve alegría a Barcelona.
Vale, no está.
Otra.
Digo yo, señorita.
No, tú no puedes.
Señorita.
Tú no puedes.
Digo, vamos a fútbol, señorita.
Como una gente que colabora, una gente.
Ah, venga, que colabora.
Va.
Pastel.
Pastel.
Pastel.
Vale, es que estamos acotando demasiado.
Vamos a ver.
Tan diccionario no será, ¿no?
Igual se vino arriba al tío, ¿no?
Le pongo diccionario.
No está tampoco.
No, no, no.
¿Tú?
Nada, vino.
¿Eh?
Vino.
Vino.
Vino.
Vino.
Venga.
Hasta que no salga una, no seguimos, ¿eh?
Vino y se fue.
Vino.
Vino.
Tópico sobre vino.
La calidad de los vinos españoles está reconocida internacionalmente.
Una copita de vino en las comidas es bueno para la salud.
Hasta los médicos la recomiendan.
El vino blanco es el que se debe tomar con el pescado.
El vino tinto es el que se debe tomar con la carne.
Obviedades.
Sí, señor.
Muy bien.
Aquí la sección obviedades.
Muy bien, muy bien.
La recoparemos.
Es argumentos para hacer una conversación que no lleva a ningún sitio, pero que llena minutos
de tu vida, ¿no?
Correcto.
Muy bien.
¿Qué hacemos?
Podríamos hacer el programa clásico que es su música, su sintonía, su dinamismo
y sus preguntas.
Vamos allá.
Venga.
Los bailes.
Berto está bailando.
Y, ojo, ¿qué pasa?
Hay una persona ya, vale.
Yo pediría también si pudiera ser un rap de padre.
Me gustaría meter rap de padre cansado, si puede ser hacia el final del programa.
Venga, adelante.
Hay una persona que no quiere ni preguntar ni nada, que quiere intervenir.
Adelante.
No, hola, buenas.
Hola, buenas.
Yo vengo a traeros un regalo.
Porque sé que os gustan los regalos, sobre todo a Berto y es para Berto.
¿Quién eres?
A mí también me gustaría.
Hola, soy Lucía.
Hola, buenas.
Soy Lucía.
Y te traigo un regalo.
Ah, muchas gracias.
Muy bien.
Muchas gracias, Lucía.
No hacía falta.
Una cosita, una manualidad que hemos hecho.
Ajá, sí.
¿De dónde eres?
Para que tengas.
¿De dónde eres?
Pues yo soy de Burgos.
Ah, es de Burgos.
Siempre tiene que haber uno de Burgos, pero vivo aquí, en Barcelona.
Ah, vale.
Es que dicho ese acento me parece a Burgos.
¿Es verdad?
Sí, sí.
Vamos a ver.
¿Qué es eso?
Es que...
¡Oh!
¡Dios mío!
Amigos, que alguien describa, por favor.
En estos momentos...
Que alguien describa lo que tengo en la mano.
Espérate, espérate, espérate.
Démosle el empaque.
En estos momentos se cierra un círculo.
Bueno, dos.
Dos círculos.
Nuestra amiga de Burgos nos ha traído unos testículos monedero.
Pero a ver, tú te dedicas...
Juan Carlos Monedero.
Sí, sí.
¿Te dedicas a efectos especiales de cine o algo así?
Sí, ¿verdad?
Sí, con Pablo y con María.
Lo hemos hecho entre los tres.
Hostia, pero qué realismo, ¿no?
Y tenéis...
Gracias.
Gracias.
¿Era necesario el realismo?
Hostia, es increíble el tacto, todo...
¡Uf!
Y él a la sangre.
A ver, a ver.
Lo dejas ver.
Cuéntanos qué material es.
¡Oh!
¡Oh!
¡Guau!
¿Qué material es?
Son de silicona.
No os preocupéis, no tiene nada de verdad.
Es todo de material.
El pelo es...
El pelo, no, tampoco.
Tampoco es de verdad.
O sea, es de...
Esto es increíble, ¿no?
De un animal que se llama Jack.
Esto es increíble, ¿no?
¿Y tenéis alguna empresa o algo?
¿Haced publicidad, por favor?
Ah, bueno, pues sí.
Somos MyFX y estamos aquí en Barcelona.
¿MyFX?
Sí.
Yo creo que he trabajado con vosotros en alguna...
...serie, ¿no?
Puede ser.
En Anacleto.
En Anacleto.
Hicisteis...
Ah, y en El Pregón.
Sí.
Hicisteis la cabra del Pregón y el tiro en la barriga de Anacleto, puede ser, ¿verdad?
Sí, sí, sí.
Oye, si me lo permites, trabajáis de cojones.
Oye, muchísimas gracias, ¿eh?
Gracias.
Muchas gracias.
O sea, que tiene algo que añadir.
Claro, gracias.
Me da algo que añadir.
Yo me he hecho unos para mí, para llevar el bote en las fiestas del pueblo,
porque nunca lo quiere llevar nadie y seguro que este año se me pelea, en plan, déjame
que lo llevo yo.
¿En serio?
¿De verdad lo dices?
Sí, esto va.
Yo ardo en deseos de llevármelo un día, ir a un supermercado.
¿Y cuánto es?
15,90.
¿Y sacar esto?
Sí, espérate.
La cara de esa cajera o cajero, eso sí.
Son increíbles, ¿eh?
Es que como tenías el deseo de tener el monedero con escroto, pues queríamos cumplir tus sueños.
No, no, es de verdad, lo único que...
Yo te lo agradezco más todavía.
Son a escala, porque el modelo real puedes guardar el casco en una moto, ¿eh?
Oye, ¿tú qué sabes?
No, no, no.
Bueno, maravilloso.
Esto cierra una época...
Hostia, de verdad, estoy sin palabras, ¿eh?
Sí, sí, sí.
Esto pasa directamente al Museo de los Horrores del Nadie Sabe Nada.
Venga.
Venga.
Ahora Berto enseña el monedero a cámara.
A incluso, Berto, si te parece, lo podrías dejar en el público y que entre ellos se lo fueran pasando.
Porque yo creo que la gente lo quiere tocar.
Sí, pero...
Mis huevos los toco solo yo, ¿eh?
Yo.
Es que lo pueden estropear si lo tocan mucho.
En teoría no son tuyos, son míos.
Yo no sé las manos de esta gente.
Hombre, la gente limpia.
Han tocado algo antes.
Ha venido bien.
Bueno, luego os los dejo, ¿eh?
Bueno, atención, que nos vamos a Uruguay.
El honor de Uruguay.
El próximo mes, iré algunos días a conocer y visitar Donostia y Bilbao.
Lo único que sé de Euskadi es lo que les he escuchado a hablar ustedes en el programa.
¡Guau!
¿Creen que será suficiente para comprender si me hablan en Euskadi?
Si me hablan desde Euskadi.
En Euskadi, sí.
Bueno.
Ah, vale.
En Euskadi.
Sí, sí, sí.
Fallo mío, fallo mío.
Perdón.
Saludo.
¿Microictus?
Bueno, no, nada.
No, no, no, no, microictus.
Ella dice, en lugar de Euskadi, dice Euskadi.
Ah, vale, vale.
Bueno, porque desde fuera a veces no tienes la nomenclatura exacta.
Pues sí, notarás rápido tú.
Notarás rápido.
Por cierto, que vamos al País Vasco a cumplir un sueño, a hacer dos programas del Nadie,
en Bilbao y Onda Arribia.
Sí, sí, sí, sí, sí, sí.
Vamos a Euskadi a hacer el Nadie, sí.
Cuidado.
¿Cuándo?
¿Eh?
Vale, ya me enteraré, ¿no?
En junio, en junio.
Sí, sí, en junio, en junio.
Dentro de tres semanas o así, ¿no?
Tres, cuatro semanas.
Por cierto, ¿se contempla noche?
Sí, ¿no?
Se puede cenar, ¿no?
Se puede fumar y cenar, ¿no?
Vale, perfecto.
No, por saberlo.
Sí, hombre, sí.
Además, si son dos días, ¿qué vas a hacer?
¿Y volver cada día?
Ah, yo sí, sí.
Eres tonto.
Bueno, si mi hija está enferma, venga.
Bueno, Monse desde Tarragona.
Mi abuela me ha pedido que cuando ella muera,
toque con el contrabajo la canción
La Valle del Río Vermel,
el valle del río rojo.
Que dicho en castellano parece como un himno
de la china comunista, ¿no?
Sí, sí, un poquito, sí.
El caso es que cada vez que la voy a ver,
me pone dicha canción de fondo, todo el rato.
¿Es algún tipo de insistencia para que la toque
sí o sí esa canción?
Da bastante mal rollo.
Un saludo.
Ya.
Esta señora se ha montado como una performa, ¿no?
Sí, sí.
Cuando llegan a verla, le da al play.
Sí, sí, sí.
No, a lo mejor, si tú llegas,
¿cómo estás, abuela?
Y así mirarte, pone la canción.
Eso no me voy a decirte, no estoy fina.
No estoy fina.
Vete ensayando, ¿no?
Bueno, pero me parece muy bien
esta gente que deja todo preparado.
Sí.
Para el día de su traspaso.
El contrabajo es lágrima segura.
¿Os gustaba?
Sí, eh.
Escúchame.
Perdona.
No, es que te he visto ya la mirada para afuera
y ya te conozco.
El contrabajo en entierro,
eso es rompimiento, ¿eh?
Sí, sí.
Mira, se hace con la boca, mira.
¿Esto es el valle del río rojo?
Ah, va.
¿Sí?
Sí.
No.
El valle del río rojo.
Mira, vamos a hacerlo, vamos a hacerlo.
Yo toco el contrabajo.
Vale, pero quita, quita la...
Sí, y tú, ¿me pones eco, por favor?
¿Y yo qué hago?
Y tú cantas la canción del valle del río rojo.
Vale.
¿Vale?
Venga.
Bueno, ahora vamos a simular el entero de esta señora.
A ella le hará ilusión.
Vale.
Hola.
Sí.
Hola.
Bienvenidos a todos.
Vamos a cumplir con la voluntad de esos curas que no saben el nombre.
Tienen que mirar un papel.
De fulanita.
Perdonen, tengo cinco entierros hoy.
Ella pidió que se interpretara el valle del río.
Siempre hay alguien que tose.
Sí.
Al salir, coja ahora.
Ella dejó dicho que su sobrina...
¿Está por aquí la sobrina?
Sí.
Hola.
Hola.
Sí, está afectada.
Todos estamos afectados por la pérdida de...
Fulanita.
Adelante con la ceremonia del valle del río rojo.
Sin aplausos, por favor.
No, no se entierran ni aplausos.
Hasta que empiecen a ver, ¿eh?
Por favor, un respeto.
Llega el violonchelista.
Este es el violonchelo que es como un burro.
No, no, si se entendía.
El valle del río rojo.
Pichicato.
Pichicato.
El valle del río rojo.
Qué pena que se haya muerto.
Gracias.
Juan.
Nadie entierra nada.
Juan.
Juan.
Juan.
Juan, desde Madrid.
Juan, desde Madrid.
Sí, sí, sí.
Catalanes por el mundo.
Sí.
¿Os habéis puesto a pensar que los animales son seres que no necesitan aclararse la garganta
antes de ladrar, gruñir, gemir o hablar?
¿Es que acaso nunca sufren de gallos?
Bueno, bueno, sí, sí.
Sí.
Hombre, claro.
¿Tú has tenido perros?
Sí.
Yo creo que Mel tenía gallos, ¿verdad?
Mel no tenía gallos, pero lo último que recuerdo de perros con voz rara es mi propio
perro Balú que el otro día, perdona que voy para mi entorno familiar, pero claro.
Pero no, tú eres hombre de perros.
Es mi campo de batalla.
Sí.
Entonces lo llevamos a la playa en el mes de marzo y Silvia decidió que era un buen
día para bañarse.
Yo no estaba de acuerdo.
De hecho, no me bañé.
Entonces ella sí que se bañó y tal.
Uy, está fría, está fresquita.
Y metió al perro dentro.
Sí.
El perro quería y no quería.
Entonces ella con cariño lo metió.
Cuando salió ese perro, primero que estaba temblando y no.
No, no, no exagero.
Entonces él ladraba a la dueña como para jugar y le salía.
En lugar de.
¿Vale?
Hacía.
Fue aquel día.
Te lo juro.
Fue en aquella playa que hubo una fuga de helio.
No, no, no.
Y yo, ¿qué le pasa?
Y qué gracioso, decía ella.
Digo, gracioso no, que está temblando y no pilla cacho para ladrar bien.
Y hacía.
Ya se le pasó, ¿eh?
Y no se acuerda, porque no tienen conocimiento.
¿Alguien en el público quiere colaborar porque ha levantado la mano?
¿Es la señal internacional de querer colaborar?
Señor, señor.
Lo has pillado.
Y agarrarse el brazo así.
Señor.
Dime.
Bueno, hemos traído un regalo.
¿Quién eres?
Hola, me llamo Yaye.
Hola.
¿Cómo?
Yaye.
¿Yaye?
Sí.
Yaye, Yaye, Yaye, Yaye.
Eso es un...
No te lo puedo decir en la primera cita.
Ya.
Así, de primera.
Muy bien.
Muy bien.
Vale.
Ya llegó.
Yaye.
Pero es un diminutivo.
Es un diminutivo.
Vale.
Sí.
Cayetana.
Después de los huevos de Berto, este regalo no sé si va a estar tan guay, pero bueno.
Ya vengo yo ahora.
Es un instrumento musical que quería traer, que se usa mucho en Andalucía, sobre todo en
el ambiente rociero.
Hombre.
Y suena igual que el sobrante, pero es...
La caña rajada.
Es realmente un instrumento.
Esto es la caña rajada.
Es una caña.
Es el sobrante bien, porque eso...
O sea, tiene el mismo sonido que el sobrante, pero suena bien.
Sí, ya sé que no debe ser muy complicado, pero ¿cómo funciona?
Yaye.
Yaye, primera cita, Yaye.
Se pega en la manita, ¿no?
¿Cómo se llama el instrumento?
Caña.
Caña.
La hay de chocolate, la hay de cerveza y esta.
Sí.
Ha venido con tu chiste preparado de casa.
Callate.
No, si no me quiere decir su nombre, yo tengo que tratarla bien.
Yaye, Yaye, Yaye.
Vale.
Hay gente que tiene más matrilla que yo, que lo hace como así, pero que también lo
puede hacer así, en plan, iba yo de peregrina.
Claro, iba yo de peregrina, sí.
Vas a saber.
Sí, sí, muchas gracias.
Sí, él es muy bueno con la percusión.
Sí.
Sí, sí.
Yaye ha visto que no teníamos casi ningún instrumento y ha dicho, traigo otro.
Gracias, Yaye.
Muchas gracias.
Muchas gracias por venir.
Gracias, Yaye.
Bueno.
Vamos a concierto de caña con sobrante.
Venga.
Esto es como mayú maná mal, ¿no?
¿Eh?
Muchas gracias.
Esa vieja cosa en cabrita, mira.
Mira, mira, mira.
Mira, mira, mira.
Mira, mira, mira, mira.
Mira, mira, mira, mira.
Mira, mira, mira, mira, mira.
Sí, sí, sí, sí, sí.
Vale, muy bien.
Hostia, te lo has cargado.
Lo he roto, lo he roto.
Cuidado.
La pantalla, bueno.
No, la pantalla no, pero lo he roto.
La serie no hay problema, se puede permitir esta y 14 más pantallas.
Lo siento, lo siento.
Bueno, oye.
¿Alguien del público quiere colaborar también? ¿Cómo te llamas?
Sí, a ver.
Hola, buenas. Soy Víctor, hoy he traído un regalillo.
¿Otro regalillo?
¿Pero lleva su boli?
Vale.
¿Cómo sois?
Es un pajarillo de barro, pintado.
¡Hago un pájaro de barro, se te va a volar!
Oye, oye, oye, oye, oye, oye.
¿Hago un pájaro de barro? Era de sobre ir a cagar, ¿no?
No, hombre, no.
No, no era una metáfora.
Le podéis echar un poquillo de agua si lo queréis probar.
Exacto, es lo que te iba a decir.
Sí, esto que hace frío.
Exacto.
La pregunta es ¿por dónde?
¿Por dónde le echamos el agua?
Por la cabeza, por la cabeza.
Uy, pero por la pareja.
Mira.
Tiene un agujero muy pequeño.
No te voy a traer una paloma.
No te voy a traer una así, es verdad.
Es que no sé cómo metérselo.
Y tú tampoco, tú eres un manazas, ¿eh?
Uy, uy, uy.
Ah, mira, por inmersión.
Qué bueno, tío.
Claro, como hace un programa de ciencia y tecnologías y cosas.
¿Qué dices?
Si es de narrativa.
Bueno, ya.
Qué ciencia ni qué polla.
Ya, pero estás con...
Uf.
Oh, ha soplado de aquí.
Lo he llenado demasiado, lo he llenado demasiado.
Claro, hombre.
Berta, oh.
¿Hasta que salga?
Ay, qué bonito.
Oh.
Oh.
Muchas gracias.
Oye, perdonad.
Este programa se ha vuelto demasiado abstracto.
O sea, son solo sonidos, gritos, palmas.
Oye, podemos...
A mí me gustaba más cuando había contenido.
Por favor, por favor.
No ayudáis si nos traéis mierdas.
No os dais cuenta.
No me des con la caña.
No me pegues con la caña.
Es que...
Hombre.
Es que...
No me...
No me pegues con la caña.
Ay, qué bajo.
No me escuchas, tío.
Vale.
Te tengo que llamar la atención.
No me golpees con una caña.
Perdón, perdón.
Mira que llevo años colaborando contigo.
Sí.
Nunca me habías hecho algo así.
Es verdad, no.
No había más se llegaba al palo.
Para agarrar la atención, un golpe de palo no.
¿Podemos hacer un documental de animales?
Ya metidos en la abstracción.
Yo quiero hablar.
Bueno, a mí me hacía ilusión.
Vale, no, pues sí.
Una musiquita y como...
Nada, un minutito de...
Un programa de la dos.
Venga.
¿Vale?
Vale.
Planeta Pájaros se llama.
Venga.
El cirigüello macho reclama desde su arbolito, escupiendo agua por la cabeza, la presencia
de la hembra.
Cada cirigüello...
Uy, uy, uy, uy, uy.
Está cachondo.
Está cachondo, sí.
Cada cirigüello tiene un sonido específico.
No hay dos sonidos iguales.
Vamos a escuchar a este.
Él, de pequeño, fija ya estas notas y las tocará toda la vida.
Un poquito aburrido también, porque pasaste toda la vida tocando las mismas notas.
Solo él sabe lo que le está diciendo a su hembra.
Ven pronto que se pasa el arroz, ¿no?
Hasta un poquito.
Ven prontito ya.
Tengo muy pocas herramientas para hacer comedia con esto en la gota, ¿entiendes?
Hasta aquí el documental.
Nadie sabe nada en las cadenas R, Roberto.
A ver, Estrella, desde Alicante.
Se está como desmontando el programa, ¿no?
Vamos a acabar en el suelo, ¿no?
Este programa pronto será como comprar un mueble en Ikea, ¿no?
Te das las piezas y tú en casa te lo compones.
A ver, Estrella, desde Alicante.
No, Estrella.
Mi novia y yo somos sociólogas.
Dentro de ti hay una estrella.
Si la descubres, brillará.
Es lo que pasa cuando duermes poco, que estás como borracho.
Borracho, borracho, ya te digo.
Mi novia y yo somos sociólogas.
Y hemos apreciado un hecho común en todos los hombres mayores de 45 años.
Epa, nos interesa.
Estamos ahí en el target.
Nadie sabe nada de sociología.
Ojo, importante.
La cosa es que todavía no hemos encontrado uno que se lleve bien con el Google Maps.
Están conduciendo y se saltan las salidas, giran de repente cuando les indica recto
o se ponen a chillarle y discutir unidireccionalmente cuando le dan alguna indicación en sonido.
Es que el Google Maps...
¿Vosotros os lleváis bien con el Maps o le chilláis como si fuese...
¡Ay, qué eructo soy!
A contestar o a indicar la ruta que vosotros queréis.
¿Samanté en vuestras mascotas?
Bueno, no sé qué pintan las mascotas en esto.
Bueno, les ha caído un chorro de eso.
Bueno, yo sí, yo sí, porque creo que está mal acabado el Google Maps.
Perdona, yo si tuviera alguien de Google delante se lo diría a la cara, ¿eh?
Vale, por ejemplo.
Como te lo digo a ti, ¿eh?
Por ejemplo, yo soy alguien de Google.
Sí.
Hello.
Hola, buenas tardes.
Hola, buenas tardes.
Usted es el autor del Google Maps.
Efectivamente.
Está mal rematado.
No, ¿cómo se llamaba aquel?
¿El personaje?
Josep María Balcells.
Ah, Josep María Balcells, claro, claro.
¿Cómo era la voz de Josep María Balcells?
Tecnología retro.
Sí, no me acuerdo, no me acuerdo.
Trabajaba la tecnología retro.
Era un poco así, ¿no?
A lo mejor.
Sí, sí.
Vale, Josep María Balcells.
Josep María Balcells.
Tecnología retro.
Muy bien.
Usted estaba...
Soy un hijo de puta, ¿eh?
¿Se acuerdan?
Soy muy mala persona.
En la cadena SER, tecnología retro.
Con Josep María Balcells.
¡Bua!
Buenas tardes, bienvenidos a Tecnología Retro.
Hoy está el Google mal acabado.
Cállate la puta boca que estoy presentando.
No puedo callar, soy una voz grabada.
¿Qué va a ser grabado?
Ya.
No.
Soy desde las cabeceras.
En la cadena SER.
Vale, pues acaba y luego empieza la...
Coño, no te digo.
En la cadena SER, tecnología retro.
Vale, ¿ha acabado ya la voz?
Sí.
Venga, pues bienvenidos a Tecnología Retro, el programa de Josep María Balcells.
Una mala persona, pero con mucha invención.
Este señor, recordemos, está usted detrás de todos los grandes avances.
¿Usted ahora es voz grabada o qué coño es?
No, ahora soy voz directo.
Me interrumpo igual.
Voz grabada es suyo.
Yo soy directo.
Vale.
¿Gravedú?
Directo.
¿Gravedú?
Directo.
¿Lo entiendo o no?
Bien, usted nos ha descubierto en los últimos programas...
Sí.
...que estaba detrás de los grandes avances tecnológicos.
El fax.
Siempre con...
El fax.
El fax.
Con un acabado malintencionado.
El módem.
El módem ruidoso.
El módem ruidoso.
Todo esto lo hizo para joder a la humanidad, ¿no?
Claro que sí.
¿Ha estado trabajando en Google Maps?
Perfectamente.
Es claro.
Yo me ocupo de la desactualización de Google Maps.
Vale.
Vale.
Yo cuando hay...
Cuando se cambia una carretera, cuando se hace una rotonda, cuando se cambia un trazado...
Sí.
Yo me encargo de frenar la actualización de Google Maps.
Muy bien.
A ver si te puedes salir de la carretera y romperte la puta cabeza.
Vale.
Seguro que lleva usted también esa flechita que sale como una lucecita azul que indica la dirección,
que tú has cambiado y ella no ha cambiado todavía.
Primera noticia de esa flechita.
No sabía que existía.
Escúchame, José María.
Pues tanto no habrá trabajado en ese proyecto.
Ya le digo que no me importa.
Bueno, ya, ya lo sé.
¿Qué flechita?
¿Qué flechita?
Coño, el puntito blanco que te dice dónde estás y luego sale con un foquito azul que
dice vas para allá, vas a la derecha, vas arriba, vas a la izquierda.
Eso no ha existido nunca.
Usted no sabe leer mapas, no sabe mirar un móvil.
Y con la carraca, porque ningún programa selecciona a sus invitados.
Da igual.
Y yo soy el creador de que la voz de Google Maps suene rara.
Se podía haber hecho perfectamente con inteligencia artificial, que hablara perfectamente,
que hilvanara las frases perfectamente, pero yo soy el que...
Hablo un poquito más lento.
Hablo un poquito más lento.
Esto es radio.
Esto es radio.
Es característica de este personaje.
Bueno, sí, ya, bueno, pero...
¿Así está bien, de lento?
No, sí, claro.
Que se pueda entender.
Mi aportación fue que cuando hablara fuera como a trompicones.
Dijera en la siguiente...
Derecha.
Para poner nervioso.
Lo grabó en pistas separadas, ¿no?
No, no, lo grabó perfectamente.
Ah.
Y luego yo lo trocé y lo mezclé raro.
Hostia, pero qué mala persona, ¿no?
Ya le digo, ya le digo.
Joder, sí, sí.
Voy a...
Siempre me sorprende, ¿eh?
Voy a escupir en su micrófono.
No, no, no, no, no, pero...
Si viene otro, le contagio...
Es que tiene usted una maldad innecesaria.
Sí, la verdad que sí.
Bueno, va.
José María, muchas gracias.
Muchas gracias.
Váyase por ahí.
Venga, adiós, adiós.
Ahora, el rap de padre.
Venga, vamos allá.
Ajá.
Un rap de padre.
Ajá.
Más actitud que capacidad.
Un rap de padre con Andreu.
Un rap de padre con...
Andreu.
Si se puede rimar la misma palabra, siempre es mejor.
Sale mejor.
Rap de padre.
Sale mejor.
¿Cómo sale?
Mejor, ¿ves?
Rima bien.
Rima bien.
Rap de padre.
Ajá.
Ajá.
Estoy aquí.
Eh...
Ya me ves.
Si cierras los ojos, tú no me ves.
Pero sí, te estoy diciendo...
Rap de padre.
¿Qué estoy aquí?
Rap de padre.
No aporto nada.
No aporto nada.
Con lo que cuento.
Solo describo.
Intento rimar.
No te miento.
No aporto nada.
Es una mierda.
Grande, grande.
Como el sombrero de un picador.
Rap de padre.
Ajá.
No aporto nada.
No aporto nada.
Solo escribo.
Las cosas que hay.
Mátalo, mátalo.
Mátalo, mátalo, mátalo.
No, no, mátalo.
Acábalo, acábalo.
Cierra.
Mátalo tú.
Cuando pintan bastos, mátalo tú.
Cuando pintan bastos, mátalo tú.
Esa siempre ha sido su actitud.
Rap de padre.
Rap de padre.
En la cadena ser.
Rap de padre.
Bravo.
Sí, señor.
Bravo.
Muy bien.
Este programa es...
Uno de los programas más insoportables auditivamente que hemos hecho.
¿Insoportables?
Estamos en el último minuto.
Seleccionemos bien lo que queremos decir, compañero.
Francesc.
Desde Calella de Palafrugell.
Te la juegas, ¿eh?
Te la juegas con la última.
Peter Freuchen fue sepultado por un laúd y para escapar se cagó encima.
Cogió...
Mala elección.
Mala elección.
No, no, no.
Mala elección.
Cogió el zurullo, esperó a que se congelase.
Va, va, va.
Y una vez congelado lo utilizó para escarbar y así salir a la superficie.
¿Qué dice?
Vosotros qué cosa inverosímil habéis utilizado para salir de un problema.
Me refiero a objetos.
A ver, evidentemente fue sepultado por un alúd.
Pero ha escrito un laúd.
La idea es que fue sepultado por una guitarra que normalmente es pequeñita.
Sí, sí.
Pero o Peter Freuchen era muy, muy bajito.
Claro.
Pero se trataba de un laúd experimental gigantesco.
Vasco.
Un laúd vasco.
¿Sabes?
Como las guitarras de los mariachis.
Oye, pero me parece un ideón, ¿eh?
Sí.
Cogió el tordo y una vez seco lo usó como, joder, un tío.
Como un piolet.
Sí, sí.
Sí, ¿eh?
Piolet orgánico, ¿no?
Sí, sí.
Bueno, pues al final no estaba tan mal.
Es asquerosa la cuestión.
Bueno, pero muy bien.
Deja un buen regusto, ¿no?
El programa.
Hemos aprendido.
Sí, muy bien.
¿Te he contado lo de mi hija?
Sí.
Ah, bueno.
Pues hasta la semana que viene.
Oye.
Oye.
Nada, nada, nada.
Que me he acordado de un amigo.
No me dejes, hombre, con la niña de los labios.
Yo tengo un amigo al que quiero rendir un homenaje desde aquí.
Hostia, tienes dos, ¿eh?
Oye, un amigo de cuando era adolescente que tenía absoluto control sobre su válvula pilórica
y podía vomitar a voluntad la cantidad que tú quisieras.
Muy bien.
Entonces tú le decías, venga, vaso de tubo.
Y hacía...
Y lo llevaba hasta la línea.
Le decía, va, chupito.
Y todo eso.
Chao un poquito.
Pues oye, Berto.
Siempre lo tuvimos por un superhéroe.
Sí, sí, sí, sí.
Sí, sí, sí.
Arcadaman, ¿no?
Arca.
Arcadman.
Arcadman.
Arcadman.
Bueno, Arcadman, muchas gracias a todos.
A vosotros también, por supuesto.
Los que estáis en casa, around the world, operativos, dispositivos.
Gracias a todos.
Gracias por este regalo.
Ha sido increíble.
El pajarito también.
Pero claro, unos huevos, ¿eh?
Sí, sí.
Voy a meter el pajarito en los testículos.
¡Ey, ey, ey!
Cuántas imágenes nos evocan, ¿no?
Sí, sí, sí.
Meto el pajarito dentro de los testículos.
Sí, sí.
Y así se acaba.
No, espera, espera, espera.
Y le metes una caña para que respire.
Entonces, gracias.
Hasta la semana que viene.
Hasta la semana que viene.
Gracias.