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Nadie sabe nada

Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada. Andreu Buenafuente y Berto Romero se sientan frente a frente, micro a micro, e improvisan. ¿Qué puede salir mal? El humor de estos dos genios es oro para tus orejas. Ábrelas bien que, en el fondo, nadie sabe nada.

Transcribed podcasts: 753
Time transcribed: 6d 14h 7m 47s

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Yo tuve periquito de pequeño, uno de los animales de mi vida.
¿Y al lava?
Tuve un periquito... No te contaba el periquito nunca.
Si la contaste en el teatro.
Hostia, pues no lo sé.
Porque yo...
Bueno...
¿Es una pipéctota?
Mira, ahora no te sé decir...
Es una periquito dectodada.
No te sé decir...
Yo también estoy bastante bien, ¿eh?
No te sé decir si la...
No, no, no, aplausos. Mira, mira, mira, eh.
El mendigo del aplauso.
No te sé decir si las dos anécdotas pertenecen al mismo periquito
o no, porque tuve varios.
Vale, vale.
Y uno de ellos lo dejábamos volar por casa.
Mmm, es una cosa que no sé si deberíamos haberlo hecho.
Pero... Bueno, hay gente que hace.
Nunca más he vuelto a tener pájaros, no me gusta.
O sea, a mí lo del pájaro y la jaula no me gusta.
Pero, mira, era pequeño, tampoco tenía mucho conocimiento.
Mis padres, menos, pues lo compraron ellos, trajeron ellos.
Y entonces volaba por la casa.
Un día mi madre...
Limpió quizá demasiado bien un cristal de la ventana de la cocina.
Mmm... Ya sé por dónde vas.
Periquito no leyó... Ya sé por dónde vas y él no.
No.
Tengo en la cabeza aún el sonido, ¿eh?
Hostiló. Hizo.
¡Dum!
¡Uah!
Sí, sí.
Y yo... Bien.
Bien, pero con un comportamiento anómalo
o recuperó su manera de hacer...
No, no, bien, su manera de hacer era muy...
Ya, ya.
Igual era el mismo, hay pobrecico.
No tengáis pájaros en casa, ¿eh?
No tengáis.
Esto pertenece a una época pretérica donde...
No tengáis.
El caso es que el pájarero...
The Birdman...
The Birdman.
The Birdman, sí.
Me dijo que...
Ficieron lo una película, ¿no?
Me dijo que los periquitos podían hablar, como es el caso.
Sí.
Y yo tenía como 10 años, le dije, ¿cómo voy a ser que hablen?
Dicen, bueno, hay que repetirles mucho la misma palabra.
Yo pensé, pues manos a la obra.
Me pongo y le repito, hola, porque yo pensé,
voy a empezar con hola para empezar la conversación.
Muy básico.
Hola, hola, y ya irá aprendiendo.
Pero ya de pequeño y de avistis, era muy organizado, sí.
Y...
Y entonces me pongo a...
Me pongo en una habitación, a solas, y empiezo.
Hola.
Hola.
Hola.
Hola.
¿Vosotros estáis cansados? Yo también.
Quiero decir, no llegué ni a un minuto, pensé, ¿esto qué es?
Y entonces yo, que ya era muy listo de pequeño, pensé.
Sí, ya se te ve.
Si tengo un radiocaset en casa
y cogí una cinta de 90, grabé encima
y grabé por toda una cara, hola, hola, hola, 45 minutos,
y por otro lado, hola, hola, hola, hola,
todo el rato me tuve ahí, que luego pensé.
Sí crees listo, si 90 minutos hablando de un caset,
diciendo hola, eso es de niño superdotado.
Pero la idea era ponerlo en auto-revers,
pues las cintas iban dando vueltas, sacaba una cara,
sería la siguiente.
Años después, igual 15 años después,
me di cuenta que con una cinta de 60
hubiera hecho lo mismo y hubiera tardado mucho menos.
Pero bueno...
Es igual.
Pero te dijiste 90.
Y bueno, de cromo. ¿Cómo era?
De cromo. Sí, de cromo.
Extra crom.
Extra crom.
Uau, esas volvieron una pasta.
Y entonces un día digo, hoy hago el experimento,
me voy a... lo dejo en la habitación con la cinta
y me voy.
Me marché al cole, luego fui a casa de un amigo, etcétera.
Y la cinta y en la habitación.
Mi madre, ¿qué hace? No, no entréis, no entréis.
No entréis.
Un experimento, ¿no?
Cuando llegué, abro la puerta y estaba mi voz.
Hola, hola, y el periquito quieto, ¿vale?
Yo paré la cinta.
Pum, y le digo, le hago la prueba.
Hola, no hace nada, no dice nada.
Y yo pensé, bueno, mañana te espera otra sesión.
Lo que viene ahora...
No te lo comes, ahora te lo comerás mañana por la noche.
Lo que viene ahora es horrible, no estoy nada orgulloso
y me parece que es crueldad animal
y me estoy jugando la cancelación.
Pero esa noche el periquito tuvo sufrío
lo que parecía ser una embolia o algún tipo...
Sí, algún... algo.
Un bloqueo, un neuronal, ¿no?
Empezaba.
Y estaba en el suelo de la jaula.
Claro, al día siguiente lo llevábamos al hospital,
tenía medio cuerpo paralizado.
Es una embolia, un... un hictus.
Una embolia de pájaro, ¿no?
Hostia.
Al día siguiente lo llevamos al veterinario.
El veterinario, no sé cómo, no se le puede auscultar,
es muy pequeñito.
No tienen partitos como de humanos,
pero más pequeñitos, ¿no?
Entonces, yo llorando, lo siento...
¿Has pasado de vivecdota a tristeza?
Yo, fatal, pero callado,
porque mis padres no sabían que había sido yo,
pero yo esa carga la llevaba hasta hoy.
Bueno, hasta hoy no, ya lo contamos muchas veces.
La culpa, ¿no? La culpa.
Se le dieron vitamina C y antibióticos
que le íbamos dando cada día una gotita.
Y los siguientes guisos que se puso como un pompón,
todo a las primas, se expurrofó, se esparrufó todo.
Sí.
Y la caca, cuando hacía caca... Sí.
A la media hora sí salían hongos en la caca,
que pensé, hostias, no está bien por dentro.
Hombre, pero eso no te aligeró.
Al mismo tiempo que veía su decadencia,
te aligeró, porque será como un problema intestinal, hombre.
Yo que sé. No era un neurónal.
Y parece que revivió un poquito y un día nos dejó.
Un día dijo adiós, ¿no?
Y eso lo tengo yo.
Bueno, ¿te imaginas que antes yo...?
No tengo yo.
Antes de morir, dicen.
1980, Marsella.