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Me caí de la moto.
Me caí de la moto.
A moto parada, ¿eh?
Semáforo.
Moto parada.
Bueno, esto es pierde épica esto, ¿eh?
Yo creía que estabas ahí a todo lo que daba, a todo gas.
No, no, sí, hombre, no.
Te saliste en una curva.
No, no, no.
Moto parada.
Moto parada en semáforo.
Pero eso es de torpe.
Arranco.
Y yo no sé por qué se me desequilibró.
Y me hace como un paulado.
Y de los nervios, digo más gas.
Sí, ríete, ríete.
No me hizo puta gracia a mí, ¿eh?
Qué buen control, ¿eh?
Qué buen control.
Pues Dimas Garza se va para el otro lado, hace un segundo giro, otra vez, y ¡pam!
Caigo al suelo.
La propia moto te habló.
Te dijo, mira, así no vamos a ningún lado.
Para afuera, te tiro.
Tiene un giro la historia que nos va a helar la sangre, ¿eh?
Uy, espérate, espérate.
Sigue.
Es que nos va a gustar.
La caída de verdad.
Estaba pensando si decirlo.
La caída de verdad.
Es que no te va a gustar.
Próximamente en Amazon.
Vale, vale.
True crime.
Casi true crime.
Pre-cru crime.
Ya verás cómo se te va a cuajar la guasa.
Venga, vamos a ver.
En el capítulo uno estaba en un semáforo.
Y en el capítulo dos...
Ah, ya verás.
Sí, tú ríete.
Bueno, esto hay que partirlo, ¿eh?
Ahora sabes que hacen dos capítulos.
Nos quedamos al final.
Sí, ya verás tú, capítulos.
Venga, a ver.
Lleva a mi hijo detrás.
Oh, oh, quita la música.
Quita la música.
Ah, ah.
Bueno, quita la música.
No, no.
No, ah, no hace gracia ahora, ¿eh?
No hace gracia.
Bueno, un poquito sí.
No hace gracia.
¿El mayor o el...
El mayor, el mayor.
Ah, el mayor.
No hace...
Te quedan dos.
¿De qué reís?
¿De qué reís?
Te quedan...
Te quedan dos.
Te quedan dos.
A mí que seáis malas personas me parece bien,
pero conmigo no lo tenéis que demostrar.
Bueno.
No.
Oye, no se hizo nada.
¿Son de goma?
Nada.
¿Por qué son de goma los niños?
No, mi hijo no es de goma.
Mi hijo es un vigardo que ya es de caucho ya.
Pero que yo me reventé el...
Mira, el codo, aquí tengo ya las costras que se me han ido.
Y me rompí el...
Claro, raspé contra el asfalto.
Eso está...
Hombre, el asfalto.
Vamos a mirar ya lo del asfalto.
¿Qué quieres?
¿Asfalto de goma también?
Pero si...
Coño, pero si estamos haciéndolo en los parques para los niños.
Ya.
Suelo de goma.
Pues ponle la carretera al suelo de goma.
Ah, mira.
¿Qué problema hay?
¿Qué problema hay?
¿Qué problema hay?
Vale.
Me rompí el plumas.
Me rompí el...
¿Te salieron plumas por el codo?
No.
Porque eso también es bonito de ver.
El pantalón.
Me lo rajé.
Una rascada en la rodilla.
Eso no pasa nada porque ahora se va con los vaqueros rajados.
Me levanto así como puedo.
Con la tensión, con la adrenalina.
Y de la rascada, ¿sabes cuando te rascas mucho que se ve blanco?
Sí.
Y empieza mi hijo.
Y yo, si te ve el huecho.
Pa, pa, pa.
Si te ve el hueso.
Ayudando, ¿no?
El hijo.
Y yo, que no es el hueso, coño.
No es el hueso.
Es el hueso.
No, hombre.
El chico se me pone a discutir allí.
No, diré.
Esto es como el bacon.
Es la parte blanca.
Es la parte blanca del bacon, tonto.
Te ve el hueso, te ve el hueso.
Tonto, que eres un tonto.
No, perdona, no.
Me he extralimitado, me he extralimitado.
Este es mi hijo.
Acabamos de tener un accidente.
Sí, sí, perdón, perdón.
Tío.
No, sí lo he visto yo.
Tienes corazón.
No, lo he visto yo.
Me he extralimitado.
Que ve el hueso.
Que no es el hueso, coño.
Sí, blanco, blanco.
Digo, va.
Y entonces, de los mismos nervios,
nos volvemos a subir a la moto rápido,
los dos retrovisores colgando.
No.
Y huimos de la vergüenza.
Y entonces miro para la izquierda
y había una parada de autobús llena de gente.
Unas caras.
O sea, la gente con la boca abierta.
¿Qué está pasando?
O sea, qué accidente tan ridículo.
¡Cracias, no, lo he visto yo.
Gracias.