Tengo un problema, hemos tenido un problema en casa, escuchando un podcast, bueno, ha tenido
mi mujer. ¿Cuál? Porque ella es ilustradora, estaba en casa trabajando. También dice muy
bien. ¿Eh? También se dice muy bien a ella misma. No, no, no. Vale. Ella está callada
mientras. Vale, vale. Y está escuchando un podcast que creo que tú también escuchas.
Sí. De Aquí Hay Dragones. Sí, hombre. ¿Sabes? Los chavales que están empezando. Sí, muy
majos. Y alguien del podcast dijo mi nombre. Anda. Sí. Sin venir a cuento. Ella está
escuchando y entonces hacían como un concurso. Sí. Ah, quien ha ganado, quien ha ganado.
Y uno de ellos. Sí. Dijo, Berto. Y ella como no se lo esperaba, que yo estuviera en ese
podcast también, porque ya saben el podcast en el que estoy. Claro. Pero no se esperaba
en ese. Ya. Le dio como un... Claro, a escuchar el nombre de su amado. Ay, claro. Ay, ay,
ay, ay. Le dio un sofoco, ¿no? Esto es como ir para hospital. Ay, ay, ay. Y entonces...
Le dio una espitalitazo, ¿no? Entonces con la mano intentó ir a darle al reproductor
que lo tenían en el ordenador reproduciéndose a un lado para volver hacia atrás con tan
mala fortuna que golpeó el té y cayó el té en el teclado. Oh. Y se ha jodido el ordenador.
Hostia, es culpa tuya. Entonces yo... Culpa tuya. Yo como... Solitario. Como tengo relación
con esta gente, tengo sus teléfonos móviles. Sí. Me dirigía a la persona que había producido
mi nombre y le dije, mira, ha pasado esto. Dile al hombre, que se sepa. No quiero predisponer
la audiencia contra nadie. Dile el nombre de ese despiadado. Es uno de ellos. Pensad
quién puede ser el más despiadado. Arturo Gazzaret Campos. Si lo me lo dices. Y yo le
dije, ha pasado esto. Y esa persona me dijo, bueno, vale tal. Me puedo ofrecer a pagar
el té. Bueno, Arturo, Arturo. No es Arturo. Arturo. No es Arturo. Y tampoco es Javier
cansado porque Javier cansado no puede hacer nada malo. Ya, ya, ya, ya. Vale? O es una
persona prístina. Ya, ya, ya, ya. Te quedan... Te quedan dos.
Juan Ovejura, ¿no? Si te digo sí o no, ya te digo quién es.
Rodío Cortés. Uno de esos dos. Que tener poca vergüenza.
Que mala persona. Pagar un té. Que vale un té. Nada, nada. Nada, nada. No escucho
en casa sin ordenador. No escucho más ese poncador. Ni yo ni nadie escucha ese poncador.
Ya me ha pregunto esto. Mala persona. Ah, fuera ya, hombre, fuera.